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237929376 Todo Tiene Un Precio

Maca y Esther Lol

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Todo tiene un precio Continuación de: Poco a poco Hacía ya seis meses que Maca y Esther habían compartido aquella habitación por primera vez. Durante todo este tiempo su relación se había mantenido casi en secreto, solo sus compaeros de traba!o sabían que al"o m#s que una amistad las unía. $us respectivas %amilias i"noraban lo que sentían la una por la otra y ambas empezaban a pensar que había lle"ado el momento de dar un paso m#s en su relación. &an solo Cris, la hi!a de Esther, sabía hasta que punto su mam# quería a Maca, pero con una discreción impropia de una nia de cinco aos, nunca había pre"untado nada. M: '( qu) hora acabas hoy* E: Hoy no acabo, acabar) maana. Empalmo dos "uardias se"uidas y hasta maana tarde no sal"o. '+or* M: +or nada. E: Maca, que nos conocemos. unca es -por nada, siempre hay un por... /mientras decía esto, Esther se había acercado a su pare!a y la miraba %i!amente a los o!os0 En ese momento entró Cris corriendo en la habitación y rompiendo el clima que se había creado entre ambas mu!eres empezó a "ritar: Cris: Mam#, Maca, 1venid2. 3enid, 1por %avor2. 3a, 1venid2 M: 4o voy ense"uida, Cris. &en"o que contestar antes a mi móvil. Mientras Esther acompaaba a su hi!a hasta el comedor, Maca rebuscaba en el bolso hasta dar con su tel)%ono. M: '$í* T: Maca, soy &eresa. 3er#s, me sabe mal molestarte pero... M: '5u) ocurre &eresa*. /$i al"o conse"uía desesperar a la pediatra era ver como al"uien daba mil rodeos a la hora de decir una cosa0. T: Ha habido una e6plosión y hay muchos heridos. D#vila quiere que os localice a todos y que ven"#is lo antes posible. M: o te preocupes, ahora voy para all#. T: 7ye, si puedes localizar tu a Esther y decirle que ven"a. Maca no pudo evitar sonreír. $e"uro que &eresa se ima"inaba que estaban las dos en casa de Esther. M: 8a traer) conmi"o, 'vale*. T: 9racias. 3oy a se"uir llamando a los otros. 3aya maanita nos espera... Mientras Maca col"aba el tel)%ono pensaba en la ltima %rase que había pronunciado la recepcionista. -3aya maanita nos espera. (l entrar en el comedor vio a Esther abrazando a su pequea y las dos con la mirada %i!a en el televisor. En la pantalla solo se veían im#"enes de "ente corriendo de %orma desesperada y se oían "ritos y sollozos. Esther levantó su mirada hacia Maca mientras pre"untaba: E: 8lamaban del hospital 'verdad*. M: $í, nos esperan a las dos lo antes posible. '5u) ha ocurrido* E: o s), una e6plosión, un atentado,... creo que an nadie lo sabe. +ero las im#"enes son, son... M: 3amos, Cris. Hoy te voy a llevar en mi moto. '5uieres*. Cris: '+uedo, mam#*. E: $í, Cris. Maca te va a llevar a casa de la abuela. 3amos a preparar tu bolsa. Hoy te vas a quedar a dormir allí. Maca mientras tanto había apa"ado el televisor. Eran habituales las consultas de pediatría por problemas de miedos, de pesadillas, de vómitos nerviosos... e im#"enes como las que en estos momentos emitían todos los canales de televisión le iban a ori"inar muchas consultas en los días venideros. 8os nios absorbían toda la in%ormación que veían pero posiblemente tardarían días en di"erirla. Cuando Cris y Maca salían por la puerta, )sta se "iró para decirle una ltima cosa a Esther. M: 8lama a tu madre y dile que me espere aba!o. Me temo que el hospital en pocos minutos se va a convertir en un hervidero y cuando antes lle"uemos, me!or. En pocos minutos la moto se detenía delante del portal de Encarna. 8a abuela de Cris siempre era muy cariosa con la pequea, pero aquella maana al ba!ar )sta de la moto se vio sometida a tal nmero de besos y achuchones que tanto la pequea como Maca se quedaron un poco sorprendidas. En: (y, Maca. 1Cómo est# el mundo2 'Has visto las im#"enes*. M: $í, Encarna. o de!e que la pequea vea la televisión, 'de acuerdo*. Me voy que hoy va a ser un día muy movido. En: $í, hi!a, sí. 3e. 4o cuidar) muy bien de esta muchachita. Mientras Maca ponía la moto en marcha notó que el móvil de nuevo le daba seales de llamada. 8o había puesto en modo de vibrador y en los ltimos minutos no había parado. -3aya maanita nos espera había vaticinado &eresa y qu) razón llevaba. Esa maana todo era di%erente. 8as calles estaban casi vacías de "ente, reinaba un silencio muy e6trao en el ambiente y el móvil no paraba, las llamadas eran continuas. (provechando un sem#%oro en ro!o, Maca sacó el móvil de su bolsillo y consultó las llamadas perdidas. ada menos que seis en menos de diez minutos. 1El mundo se había vuelto loco2. 8lamadas de mam#, Central, mam#, (na, ;uan!o, (na. (l central se diri"ía ahora, era absurdo llamar. Con mam# y con ;uan!o había hablado la noche antes y se ima"inaba cual era el problema, la tan cacareada boda. +ero (na. Con ella hacía meses que no hablaba y esas dos llamadas en tan corto espacio de tiempo la de!aban intri"ada. Cuanto m#s absorta estaba pensando en ello un coche detr#s suyo le avisó de que el sem#%oro había cambiado a verde. $in poder de!ar de pensar en (na, Maca "uardó de nuevo su móvil en el bolsillo y se encaminó hacia casa de Esther. Eran las doce de la maana y el $(M<= no de!aba de entrar nuevas camillas con en%ermos en estado crítico. En la puerta del hospital se a"olpaban %amiliares y ami"os de al"unos de los heridos. =obert, uno de los m)dicos m#s nuevos del $(M<=, se encontraba consolando a una de sus compaeras. Robert: 3amos, Eva. o pienses m#s en ello. /Mientras le co"ía la cara entre ambas manos, insistía0 o has podido hacer nada. adie podría haber hecho nada. 3amos, muchacha, 1reacciona2. >n"el, el conductor de la ambulancia, que se acercaba de nuevo a ellos "ritó: Ángel: os volvemos al centro comercial. =obert, Eva, 'qu) me oís* R: Esta vez, nos vamos t y yo, >n"el. Ella, este via!e, se queda aquí. Como si al"o en su interior se hubiera activado, Eva separo las manos de =obert de sus me!illas y se encaminó hacia la ambulancia. Ev: 3amos. &enemos traba!o. =obert, que se había quedado parado delante de la reacción de su compaera, se diri"ió a la ambulancia moviendo la cabeza. (l cruzarse con Esther y con Maca, que acababan de lle"ar, no pudo reprimir una pre"unta al aire Robert: '&odas las mu!eres sois tan di%íciles* E: $í, =obert. (hí reside parte de nuestro encanto. El !oven m)dico, a quien la respuesta de Esther le arrancó una tímida sonrisa, subió a la ambulancia y dio la orden Esa maana realizado ya sus cuatro in"resos, a cual en peor estado, perode noarrancar. podía venirse aba!o yhabían no podía de!ar que compaeros lo hicieran. $u padre, un sar"ento del cuerpo de bomberos, le había enseado de muy pequeo que hay un momento para cada cosa, incluso un momento para derrumbarse, pero esto nunca debía ocurrir en horas de servicio. (llí, incluso en las peores circunstancias, =obert intentaba mantener una mínima dosis de optimismo que a veces no era bien entendida por sus compaeros. $olo cruzar la puerta de la entrada Maca oyó como &eresa la reclamaba: T: 1Maca2 Chica, que di%ícil es hablar conti"o. M: Hemos hablado hace menos de media hora, &eresa. T: $í, ya. 4a s). +ero ver#s... M: &eresa, por %avor, que hoy no es un día para acerti!os. Esther que se"uía la conversación %rotó suavemente la espalda de Maca. 8a noche antes habían salido a cenar y la pediatra había estado especialmente callada. $abía que al"o la preocupaba y cuando esta maana parecía que estaba dispuesta a hablar de ello había entrado Cris corriendo, alertada por las im#"enes de la televisión. Con todo el a!etreo posterior no habían vuelto a hablar del tema, pero si al"o tenía claro Esther es que para Maca ya era un mal día antes de la e6plosión, o del atentado, o de lo que %uera que hubiera ori"inado todo este caos. E: Maca, nos vemos lue"o 'vale*. Me voy para dentro. Maca asintió con la cabeza sin desviar la mirada de la cara de &eresa. M: '+iensas decirme para qu) querías hablar conmi"o* T: Chica, 1de que humor me vienes hoy2. 3eras, esta maana, a primera hora se ha pasado por aquí una ami"a tuya. (ntes cuando te he llamado no me he acordado de decírtelo. n"ela, me tomo un descanso de diez minutos. 5uiero ir al quiosco a buscar una revista, 'quieres que te trai"a al"o* Ángela: o, "racias. Hola, Esther... '&e puedo ayudar en al"o* Esther se había sentado delante de un ordenador y parecía buscar el nmero de un historial. E: o, no te preocupes. T: Hasta ahora. Esther respiró hondo al ver que &eresa se iba durante unos minutos. $i e6istía al"uien incapaz de "uardar un secreto, era ella. E: 7ye, >n"ela. '$abes si Bea ya se ha ido* Angela: o hace ni un minuto. $e"uramente an estar# en la parada del autobs. Esther se levantó de inmediato y %ue en busca de Bea. o le costó nada convencer a su compaera de que al si"uiente hicieraera el pequeo %avor liberarla cuatro horas antes. El ambiente dedía traba!o en el le hospital muy bueno y sededemostraba en cada ocasión que al"uien necesitaba un %avor. +osiblemente era lo me!or de traba!ar en el central, el buen rollo que reinaba. (hora lo importante era que Maca no se enterara de la sorpresa que le iba a dar. Cuando en la ca%etería le había dicho que necesitaba estar con ella, a Esther la había inundado un sentimiento de ternura hacia su compaera. Maca di%ícilmente con%esaba necesitar a al"uien. Esther durante todos estos meses que llevaban !untas había aprendido a conocerla y sabía que cuando en la ca%etería le había insistido en que se %ueran a casa !untas es porque Maca realmente lo necesitaba. Esta noche se le haría terriblemente lar"a. ( m#s de quinientos Ailómetros de la capital y sentada en el despacho del Dr. 9alv#n, un reconocidísimo oncólo"o, se encontraba (na. $e"n muchos compaeros de pro%esión, ernando 9alv#n era el nmero uno en la materia. En contadísimas ocasiones se encontraba en Espaa. $u lu"ar habitual de traba!o eran las universidades norteamericanas donde era %#cil encontrarlo como con%erenciante y al"unas clínicas privadas de (lemania donde podía llevar a cabo muchos tratamientos que an estaban en %ase e6perimental. En una de estas clínicas había conocido 9alv#n a la que sería una de sus alumnas m#s aventa!adas, la Dra. (na Cuesta. Galván: n"ela que se pon"a en contacto con el departamento de psiquiatría y si hay al"uien que pueda ba!ar, que lo ha"a. i cinco minutos despu)s Esther entraba en quiró%ano trayendo el ecó"ra%o port#til. Mientras ella empezaba a desin%ectar los muchos cortes que presentaba la muchacha ;avier se concentraba en poder averi"uar si había al"una laceración interna. : +arece que ha habido suerte. Dentro todo est# bien. El día de hoy ser# su nuevo cumpleaos. /Mientras decía esto el ciru!ano apartaba el ecó"ra%o y se preparaba para empezar a suturar. ;avier no había heredado la obsesión por la est)tica de su padre pero todos sus compaeros resaltaban la habilidad que tenía para que las cicatrices se volvieran invisibles a los pocos días. 4 este caso, trat#ndose de una chica muy !oven con el rostro pr#cticamente des%i"urado era un reto para )l0. Esther no podía quitarse de la mente la ltima conversación que había tenido con Maca y la cara de des#nimo con que )sta había salido de la sala de m)dicos. : '5u) pasa, Esther*. Est#s muy callada. E: ada, estoy cansada. +or un momento Esther recordó que al poco de empezar a traba!ar Maca en el Central, &eresa le había comentado que la pediatra y ;avier se conocían. E: ;avi, tu conoces a la %amilia de Maca, 'verdad* : $í, mi madre y la suya eran ami"as de in%ancia. E: 13aya casualidad2 'no* : $í, pero no creas. 4o a Maca antes de que empezara a traba!ar aquí solo la había visto en un par de ocasiones. En realidad a quien conozco m#s es a ;uan!o, el hermano pequeo 'no se si lo has tratado*. E: o. /En realidad Esther no había lle"ado a conocer a nadie de la %amilia de Maca, pero pre%ería no e6tenderse en el tema0. : +#same unas pinzas. (quí aun quedan puntas de cristal. Esther si"uió las indicaciones de ;avier y con%ió en que le si"uiera e6plicando cosas de los ilson. $u curiosidad se había despertado de repente. : +ues sí, ;uan!o es un tipo e6traordinario, de los que no tienen nunca un no para nadie. +or no tener no ha tenido un no ni para su novia. El otro día mi madre me llamó para comentarme lo de la invitación. Bueno t ya sabr#s que se casa dentro de tres semanas. Esther no pudo reprimir un -pues no, no lo sabía al que ;avier con cara de dudas contestó: : (nda, y yo que pensaba que entre t y... +erdona, Esther, no se porque creía que Maca y tu erais... 1Bu%%%2 E: $í ;avier, Maca y yo somos.... o ibas nada desencaminado. ;avier estaba deseando salir de ese quiró%ano y no porque no le "ustara suturar, sino porque tenía la sensación de que cuanto m#s hablaba, m#s metía la pata. Delante de la ltima con%idencia de su compaera no pudo evitar levantar la mirada y con una media sonrisa soltarle un -%elicidades al que Esther respondió con otra sonrisa. Durante todo el trayecto en coche hasta la ciudad y hasta bien empezada la cena (na le había estado e6plicando a Maca como le iba el traba!o. Estaba sumamente ilusionada porque cientí%icos con los que traba!aba hablaban de nuevos %#rmacos sobre los que había muchas esperanzas creadas. Era todo cuestión de tiempo y dinero. ncluso se estaba estudiando la posibilidad de prevenir el c#ncer a trav)s de estudios "en)ticos. M: Est# muy bien que sientas toda esta pasión por tu traba!o, pero no me has contado nada de ti. Ana: 'De mí* M: $í, de tu vida privada.... Aa:  -+E=7$. E$&E=. Mientras lo escribía sentía que todo su cuerpo temblaba. unca nadie la había tratado tan bien ni la había querido tanto como Maca y se sentía mal al pensar como había reaccionado delante del deseoque de )sta de unir m#s sus vidas. ciertosabía que que no leera había pedido a nin"una compaera le cambiara la "uardia peroEra porque in!usto para la persona a la que se lo pidiera. $í que podría escaparse muy, muy prontito del hospital y le demostraría a Maca que no tenía nin"una duda sobre sus sentimientos. Mientras pensaba en la maana si"uiente el móvil la avisó de que había recibido un mensa!e nuevo. <C( 87 HE Dn"ela que la estaba observando no pudo evitar hacerle un comentario Ángela: o hay suerte 'eh*. M: o, la verdad es que no. 7ye 'tu hablaste con Esther el viernes*. Ángela: ada, un minutillo. ba buscando a Bea. Creo que quería pedirle un cambio de "uardias, y supon"o que lo consi"uió porque volvió con una sonrisa de ore!a a ore!a. M: 15ue mierda2... 15ue idiota %ui2... Mira voy a buscar mis cosas arriba y me lar"o. o a"uanto m#s aquí encerrada. 8as palabras de Maca habían sorprendido a la recepcionista. 4 m#s que las palabras el tono empleado. 8a pediatra tenía %ama entre sus compaeros de ser una persona muy reservada, pero si al"una vez había lle"ado a discutir con al"uien se"uía midiendo muy mucho sus palabras y di%ícilmente soltaba nin"n improperio. (n estaba pensando en ello cuando vio aparecer a Esther y a su hi!a por la puerta. E: Hola... 'Cómo va el día* Ángela: Muy, muy tranquilito hoy. Casi te diría que aburrido. +ero 'qu) hac)is por aquí*. o me dir#s que echabas de menos el traba!o... Cris que ya se había colado detr#s del mostrador y se había sentado en una de las sillas vacías que había %ue la que respondió a >n"ela. Cris: 3enimos a buscar a Maca. &enemos que ir a patinar. +ues no seque si esnomuy ideadía. Esther. (caba de subir para arriba y le Ángela:" verdad es <%%2 que me parece tienebuena un buen E: '8e ha ocurrido al"o*. Cuando estaba a punto de responder se acercó D#vila con cara seria. !: >n"ela, por %avor, hazme un listado de los pediatras que tenemos en plantilla y m#rcame todos los turnos. &enemos que sustituir a Maca y necesito saber si nos vamos a poder apaar nosotros solos o voy a tener que pedir un traslado de otro hospital. Ángela: '5ue anoto los turnos de esta semana que viene* !: Mira, de momento anótame los turnos de las pró6imas tres semanas. 5uiero estar preparado. Cuando lo ten"as, me lo haces lle"ar. /(l darse la vuelta para irse casi atropella a Esther, y al reconocerla no pudo evitar una ironía0. 'o te interesar# el car"o de directora durante unos días*... Esther %orzó una sonrisa para responder a D#vila pero entre el comentario de >n"ela y lo ltimo que había escuchado, la verdad es que de lo que menos "anas tenía era de sonreír. (l quedarse de nuevo a solas con la recepcionista no pudo evitar la pre"unta. E: '$e va Maca del hospital* Ángela: o s). 8a verdad es que es la primera noticia que ten"o. +uede que por eso estuviera tan... E: &an... 'qu)* Ángela: &an nerviosa. o s), estaba muy rara. Esther estaba empezando a dudar entre esperar a Maca para ir a comer o irse para casa y esperar que %uera ella la que diera el primer paso. o entendía como podía pensar en abandonar el hospital y no decirle nada. $i eso lle"aba a suceder es porque entre ellas se había abierto una brecha realmente importante. Era una decisión demasiado seria para tomarla sin ni tan solo coment#rsela. Estaba pensando en todo ello cuando vio a Cris salir corriendo. Había sido la primera en ver que la puerta de in"resos se abría y por ella aparecía Maca. 8a pediatra tuvo el tiempo su%iciente para a"acharse y de!ar que la pequea se le tirara encima. M: Hola, pequea!a. '5u) haces por aquí* Cris: Mam# nos va a invitar a comer. M: 19uau2. 5ue "ran noticia, estoy muerta de hambre. /(l levantar la mirada Maca para buscar la cara de Esther se encontró con los o!os interro"antes de )sta0. E: '3a todo bien* Maca que ya se había incorporado y se encontraba a escasos centímetros de Esther le susurró: M: 8a verdad es que no. Est# siendo un p)simo %in de semana. $i me invitas a comer te lo a"radecer) eternamente /mientras levantaba a Cris y se intercambia con la pequea mimos y bromas0. Esther que desde que había escuchado a D#vila se había vuelto a sentir intranquila no pudo evitar reir a su hi!a de %orma un poco brusca. E: 3a, Cris, ba!a por %avor. De!a a Maca tranquila. 4 ve a buscar tu chaqueta, que te la has de!ado en la silla de (n"ela. 8a pediatra viendo que el ambiente estaba un poco tenso de!o en el suelo a la pequea mientras le sealaba con el dedo el sitio donde se encontraba la chaqueta en cuestión. Despu)s se "iró hacia Esther. M: 'Cómo est#s*. &e he estado llamando toda la maana pero no había manera de hablar conti"o. E: 4a, me de!) el móvil en casa y llevamos un buen rato en el parque. M: o me has dicho cómo est#s... Esther no pudo evitar un lar"o suspiro. E: 8a verdad es que no lo s), Maca. Estoy cansada.... estoy triste.... estoy asustada. 1o se como estoy2. Maca no pudo evitar una melancólica sonrisa. En tres palabras Esther había de%inido su estado de #nimo per%ectamente. Estaba cansada, muy cansada. 8a tensión en el traba!o el viernes, el via!e a Barcelona, las pocas horas que había dormido la ltima noche,... todo ello la había de!ado en un estado de a"otamiento que empezaba a hacerse patente en su rostro. Estaba triste, pro%undamente triste. $entía que todo lo había hecho mal durante estos ltimos días y había hecho dao a las personas que m#s quería. o había sabido captar el mensa!e de (na al pedirle un %avor, no había sabido con%iado en Esther,... +ero lo peor de todo es que se sentía tremendamente asustada. Era consciente de que las pró6imas semanas iban a ser terriblemente duras y saber que !usto ahora tenía que ba!ar a su tierra le hacía temer por su relación con Esther. Mientras pensaba en todo ello Cris ya había salido de detr#s del mostrador de recepción y había ido corriendo de nuevo hasta donde se encontraban su madre y Maca. Cris: remos a patinar despu)s de comer 'verdad* M: <%%, Cris, me temo que yo no voy a poder venir. Cris: 3a, Maca... me lo prometiste /la pequea sabía usar muy bien sus armas y el chanta!e emocional lo empleaba a las mil maravillas0. M: +ero es que... Cris: 3a, Maca...$olo veinticinco minutos /Cris estaba aprendiendo los nmeros en el cole"io, y los usaba como quien saca una bola de un bombo0 M: De acuerdo, me rindo... Despu)s de comer iremos a mi casa a buscar los patines, pero con una condición. Cris # E: 'Cu#l* /madre e hi!a habían contestado a la vez. (mbas estaban deseando pasar la tarde con Maca aunque %uera por di%erentes motivos y ense"uida quisieron averi"uar la condición0 M: 5ue mam# tambi)n se calce sus patines. $utilmente el chanta!e emocional era para se Esther y esta no tuvoEra m#s remedio quey asentir con ahora la cabeza. De %orma normal siempre ne"aba a patinar. bastante pato acababa siempre por el suelo, pero hoy si era el precio que tenía que pa"ar para pasar la tarde con Maca y con Cris, lo pa"aría muy "ustosamente. Durante la comida y despu)s en el trayecto hacia casa de Maca la nica voz que se oía era la de Cris. Estaba muy e6citada y eso le hacía hablar mucho y muy %uerte. $u madre intentaba que se sose"ara un poco pero la perspectiva de una tarde en el parque aprendiendo a patinar era demasiado ilusionante para la pequea. Maca durante todo este tiempo no había podido olvidar que tenía pensado ba!ar a ;erez esa misma tarde. $i al %inal iban a pasar la tarde en el parque se le haría demasiado tarde. +osiblemente sería me!or avisar a su madre de que de!aba el via!e para el día si"uiente. ue lo primero que hizo al lle"ar a su casa. M: Cris ens)ale a tu madre donde "uardamos los patines 'vale*. &en"o que hacer una llamada y ense"uida estoy con vosotras. Esther acompaó a su hi!a pero sin perder de vista lo que hacía Maca. unca había sido una persona indiscreta pero en estos momentos necesitaba saber porque D#vila estaba buscando un sustituto para Maca. Desde la habitación en la que se encontraba podía escuchar per%ectamente lo que hablaba Maca por tel)%ono y aunque sabía que no era nada )tico escuchar a escondidas, en esta ocasión la )tica le importaba relativamente poco. -$í, mama, ba!ar) maana. Hoy se me est# haciendo demasiado tarde. -$í, ya ten"o decidido ba!ar en moto y no conse"uir#s que cambie de opinión. -+orque me apetece. o s), hace mucho que no ha"o carretera y.... -5ue sí, cuenta que al menos hasta la boda. -&e de!o, mam#. Hasta maana. $olo col"ar el tel)%ono Maca entró en la habitación en que madre e hi!a estaban limpiando los patines. M: Cris '5uieres un vaso de leche con cacao*. 4a sabes que si no despu)s tienes a"u!etas en las piernas. Cris: 3ale, pero con mucho cacao. M: ' -+E=7$. E$&E=. M: &ienes razón. Hemos de hablar de una cosa muy, muy importante. /$e acercó a ella para despedirse con un beso y murmurarle0 3uelvo ense"uida 'vale*. Maca ba!ó los escalones de dos en dos. unca en su vida se había sentido con tantas %uerzas como en ese momento. En pocas horas Esther había cambiado totalmente su estado de #nimo. Hasta el día de hoy había amado y había sido amada pero nunca sus relaciones habían sido completas. +or (zucena había lle"ado a perder la cabeza pero no había de!ado de ser un ob!eto de entretenimiento, un ob!eto en manos de una persona que ya tenía una vida montada y que no pensaba cambiarla por ella. ( ernando lo había querido, pero i"ual que se quiere a un hermano. $e conocían desde muy !óvenes y tanto sus %amilias como los ami"os comunes se habían encar"ado de ir acerc#ndolos haciendo que con%undieran sus propios sentimientos. Mientras subía al coche recordó el día en que había decidido anular la boda. o dio e6plicaciones a nadie de los motivos. &an solo a ernando le con%esó que no estaba enamorada de )l y que creía que nunca se iba a poder enamorar de un hombre. Desde entonces no habían vuelto a hablar. Maca no había vuelto a ;erez y pensar que maana iba a hacerlo le hacía revivir lo que allí había de!ado. (l"una vez había soado en esa vuelta pero en sus sueos iba acompaada de Esther y de Cris. Daría lo que %uera por poder ir con ellas, presentarles su %amilia, montar a Cris en su caballo, recorrer !untas aquellos caminos de tierra que la habían visto crecer,... +ero todo esto era un sueo, un bonito sueo, muy distinto a la realidad que le esperaba maana. En esos momentos estaba sonando en la radio una canción de =osana y Maca no pudo menos que se"uir una letra que re%le!aba muy bien sus sentimientos. ...$) que solo s) que voy a hacer: ...soar)...soar).... Estaba aparcando el coche delante de su casa cuando vio que la pantalla de su móvil se iluminaba. Ba!o el volumen de la radio y antes de que empezara a sonar ya lo había descol"ado. Pedro: Maca. '+uedes hablar en estos momentos* M: $i, claro... Dime. 3er#s. Esta tarde ha estado aquí, en casa, laenmadre de un compaero tuyo. 4o no Pedro: recordaba que ;avier $otomayor tambi)n traba!aba el Central... M: $i, traba!a tambi)n en ur"encias. Pedro: +ues nada que he pensado... que por %avor, que no comentes nada con nadie... 4a sabes de... M: o te preocupes, pap#. 4a he hablado con D#vila y maana mismo, antes de ir a casa, voy a pasar por el n"ela me ha dicho que D#vila te había dado tres semanas de vacaciones. M: $i, dentro de poco se casa mi hermano y voy a ba!ar a ver a la %amilia. Ev: '&e va a acompaar Esther*. M: o. Ella tiene que traba!ar... y adem#s est# Cris... Ev: &ienes razón. $upon"o que ba!ando el día antes de la boda ser# su%iciente. M: $í... Mira, &eresa ya nos acerca los resultados. /Maca tenía muchas "anas de cambiar de tema de conversación y aprovechó el momento en que la recepcionista estaba entrando con un sobre en la mano0. T: 7ye, Maca, que ya he conse"uido hablar con Esther y tranquilizarla. 8a pobre se había asustado un poquillo al ver que no lle"abas. (quí ten)is lo que me han ba!ado del laboratorio. Me han dicho que estaríais contentas. Maca estaba leyendo detalladamente el in%orme del an#lisis y al acabarlo no pudo evitar un -menos mal, ya lo tenemos. Ev: 'De qu) se trata* M: De unos simples $tron"ylos. Ev: 'De qu)* M: Mira, ese pequeo tiene la tripa llena de lombricillas casi microscópicas y ha tenido la suerte de venir a un hospital, porque sino podría haber muerto por una causa realmente absurda. En el %ondo puede que la e6plosión que acabó con la vida de su madre le haya salvado la suya. Ev: '&iene %#cil cura* M: $í. n"ela. '$abes por donde anda Esther* Ángela: Creía que hoy no venías a traba!ar. Me ha comentado &eresa que ayer saliste de aquí muy tarde. M: $í. $olo quiero darle una copia de unas llaves a Esther y saber como anda su rodilla. Ángela: Creo que est# en rayos con ;avier. Maca entró en la zona de in"resos y se encaminó al #rea de radiodia"nóstico. (l lle"ar a una de las salas previas se encontró a Esther sentada en una camilla y a ;avier con una radio"ra%ía en la mano intentando e6plicarle lo que en ella veía. M: Hola. '$e ve al"o importante en la placa* /Mientras se acercaba a Esther y le daba un beso en la me!illa0. E: o, ya te di!e que no era nada. $olo %ue un mal apoyo, nada m#s. ;avier que hacía muy poquito que conocía la relación que unían a las chicas se sentía un poquillo violento y se "iró hacia el ne"atoscopio que había en la pared. $in embar"o, al oír la e6plicación que daba la en%ermera no pudo evitar "irarse hacia ella e intentar dar su dia"nóstico. : +uede que no me haya e6plicado bien antes pero... Ense"uida se vio interrumpido de nuevo por Esther. E: $i, ;avi. 4a te he entendido. Mira, mientras Maca sube a pediatría para ver como anda el pequeo que atendió ayer t me haces la in%iltración de la que me hablabas antes... Maca recordó al beb) que había estado visitando la noche antes y pensó que era una buena idea subir a ver como iba antes de irse. M: &ienes razón, voy a subir un momentito. Ense"uida ba!o, Esther. o te muevas de aquí 'vale* E: o te preocupes, te espero. (l salir Maca de la sala, ;avier se quedó mirando a Esther y con las ce!as levantadas a modo de pre"unta su"irió: : +uede que le quieras ocultar que has de pasar por quiró%ano. E: +ues puede. : Esther que no va a ser una tontería. &ienes el menisco roto y el cruzado anterior casi desinsertado. 3as a estar unos cuantos días sin poder poner el pie en el suelo y necesitar#s ayuda. E: 4a, ya me lo has e6plicado bien antes. o es que sea tonta, sencillamente no quiero que Maca se preocupe. : ;oder tía, o!al# mi mu!er %uera tan comprensiva conmi"o. &u has de pasar por ciru"ía, ella se va ala;erez de vacaciones y encima quieres que preocupe... "uardaba radio"ra%ía en un sobre0 '+idonoquiró%ano paraseesta tarde*. /mientras E: o. Hasta maana no voy a poder. &en"o que pedirle a mi madre que se ocupe de Cris y esta tarde an ten"o que encontrarme con una ami"a /pensando en (na0. : Bueno, pues si maana tienes la a"enda libre... /ya un poco en "uasa0 E: Maana a las diez de la maana me tienes aquí. : 7ye y se"uro que no quieres que Maca... E: 5ue no, ;avier. 5ue ya tiene bastante con lo suyo. : 'Bastante con lo suyo*. 7ye... que se"n me han dicho se ha tomado tres semanas libres para ir a la boda de su hermano... Cualquiera que te oyera parecería que hablas de un drama... Esther no se %iaba ni un pelo de que ;avier no se %uera de la len"ua si volvía a encontrarse a Maca y decidió subir a la planta de pediatría. Con un aparatoso venda!e y un par de muletas se %ue hacia el ascensor. Cuando estaba esperando a que se abrieran las puertas de este vio aparecer a Maca por las escaleras. M: Eh, 1Esther2. 15ue r#pido hab)is ido2. '4a te ha hecho la in%iltración y todo* E: $i... 7ye, me voy para casa. Me ha dicho que cuanto m#s tiempo ten"a la pierna levantada mucho me!or. M: '+or qu) no me acompaas a desayunar al"o*. He salido de casa con el estóma"o vacío y ahora me he de hacer una panzada de Ailómetros. E: 3ale, pero vamos rapidito 'eh*. M: '$i quieres te echo una carrera* Esther viendo que Maca tenía "anas de tomarle el pelo no pudo evitar la sonrisa y con una de las muletas hizo el "esto de querer atizarle en el trasero. Mientras en recepción: : 7ye, Elisa. ecesito quiró%ano para Esther para maana por la maana. 8le"ar# a las diez, o sea que res)rvame el cuatro para la una del mediodía. El: '5uiró%ano*. '5u) es lo que tiene* : Mira me!or te di"o lo que no tiene. o cuentes con ella durante al menos un mes. $i no hay m#s sorpresas tiene menisco y cruzado anterior. El: Con razón me llamó ayer dici)ndome que le dolía tanto. : 1$i es que es tonta2. 4o quería que se operase hoy mismo. 8o tiene muy in%lamado y maana an va a estar peor. 8e ha de estar doliendo una barbaridad. El: El cuatro me has dicho 'verdad* : $i, si, el cuatro. R: (nda ;avier, como te has pasado con la pobre Esther. Cacho venda!e le has puesto. El: 'Dónde la has visto, =usty* R: Entraban ella y Maca ahora a la ca%etería. El: 3oy a ver si hablo con ella, pobre... En ca%etería, en la misma mesa que siempre se sentaban, Maca y Esther estaban desayunando en silencio. ocurre*. muy E: M:'5u) +ensaba que alEst#s menos hacallada. habido suerte con tu rodilla. Me daba mucho miedo que %uera al"o serio. $e ve que lo mío no es la traumatolo"ía. Esther quería cambiar de tema de conversación. $e sentía mal por tener a Maca en"aada, pero no servía de nada darle una mala noticia antes de darse la paliza de Ailómetros que se iba a dar. E: (yer cuando te llamó (na me comentó al"o de un !ue"o de llaves. Di!o que me llamaría y que me las pasaría a buscar. M: (nda sí, ya casi se me olvidaba. Dile que lo he de!ado todo en dos bolsas "randes de via!e. En principio tenía que pasarse por el hospital pero le dir) que te llame y que se pase por tu casa para reco"er las llaves de mi piso. 4o ten"o la moto aparcada aquí %uera y cuando sal"a ya tomo la autopista. E: 'Cu#ntos Ailómetros hay hasta ;erez* M: Demasiados, pero si puedo el viernes me tienes aquí y así al menos podemos pasar el %in de semana !untas. E: <%%, el viernes. 5ueda le!os, 'verdad*. M: $í, mucho /Maca alar"ó la mano para co"er la de Esther0. Creo que en estos ltimos meses no ha pasado un día en que no nos hayamos visto... Elisa que conocía muy bien en que mesa se sentaba siempre Esther se diri"ió directamente a ella y puso la mano en el hombro de la en%ermera. El: '5u), Esther* 'Cómo va el dolor*. 4a he hablado con ;avier... E: Maca, cario, 'por qu) no me traes un zumo de naran!a* /ntentando que Maca no escuchara lo que Elisa quisiera comentarle0. M: 'Despu)s del ca%) un zumo de naran!a*. Eso no puede ser nada bueno para el estóma"o... El: 4a te lo trai"o yo /diri"i)ndose a la nevera0. E: Mierda /en voz ba!a0. M: '5u) te ocurre* E: ada, que me olvid) de pedirle al"n anal")sico a ;avi. M: Bueno, ahora cuando nos vayamos se lo pedimos. &ómate antes tu zumo. Elisa ya había vuelto a la mesa y se había sentado con las dos chicas. El: +or lo que s) vas a estar bastantes días de ba!a. Mira casi te ir# bien si quieres irte con Maca... M: $abes qu) Esther, te de!o con Elisa. $e me est# haciendo muy tarde. (quí tienes la copia de las llaves /sac#ndoselas del bolsillo de la cazadora y de!#ndolas encima de la mesa0. Cuando lle"ue a ;erez te llamo /d#ndole un r#pido beso0. 7ye y si lo de la pierna se complicara me lo dices y vuelvo lo antes posible. El: '(n cree que se te puede complicar m#s*. /Cuando ya Maca se había ido0 '+or qu) sonríes* /3iendo que Esther hacía una mueca divertida0 E: +or nada... /El comentario de Elisa había conse"uido lo que Esther había intentado minutos antes, que Maca se %uera sin saber la verdad0. (quella tarde Esther había recibido una llamada de (na. $e pasaría por su piso a las nueve noche y como un relo! suizo sedetratase a esa hora el timbre de de la puerta.de (llaabrir, Esther quesisedetenía que ayudar las muletas, notósonó la incomodidad las presentaciones. Ana: Hola, la puerta de la calle estaba abierta y me he tomado la libertad de subir... E: $i, claro... +asa, pasa... /mientras (na se le acercaba y le daba un par de besos a modo de saludo0. Ana: '5u) te ha ocurrido* /%i!#ndose en el venda!e de la pierna0. E: