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Abelleira, Hilda Y Delucca, Norma - 2011 - Clínica Forense En Familias. Historización De Una Práctica

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HILDA ABELLEIRA NORMA DELUCCA Clínica Forense en Familias Historización de una Práctica Lugar Editorial Abelleira, Hilda. Clínica forense en familias : historización de una práctica / Hilda Abelleira y Norma Delucca. - la ed. la reimp- Buenos Aires : Lugar Editorial, 2011. 288 p.; 23x16 cm. ISBN 978-950-892-203-6 1.Cínica Psicológica Forense-Familia 2. Psicología Forense I. Delucca, Norma II. Título CDD 347.006 019 índice Prólogo ......................................................................................................................... 7 Parte I: Consideraciones teóricas ....................................................................... 11 Introducción .............................................................................................................. 13 CAPÍTULO I: Intervención psicológico-pericial con familias en la institución judicial ...................................................................... 17 CAPÍTULO II: La Intervención psicológica en audiencias .......................................... 29 CAPÍTULO III: Acerca de la Familia ............................................................................. 45 CAPÍTULO IV: Teorizando sobre el proceso de separación en la familia ................................................. .. .................................. 65 CAPÍTULO V: Construcción de un modelo de abordaje vincular ....................................................... . ....................................... 81 CAPÍTULO VI: Caracterización del dispositivo de producción vincular ............................................................................................. 89 CAPÍTULO VII: Acerca de cuestiones éticas ............................................................... 105 Parte II: Historiales Clínico-Forenses ............................................................... 115 Introducción ............................................................................................................ 117 CAPITULO VIII: Cuando un hijo cuestiona el orden familiar establecido ................................................................................................ 119 CAPÍTULO IX: Cuando queda cuestionado el lugar de la madre ............................................................................................................... 145 CAPÍTULO X: Cuando queda cuestionado el lugar del padre ................................................................................................................... 171 CAPÍTULO XI: Cuando se divide el grupo fraterno ................................................. 195 CAPÍTULO XII: Cuando se produce la exclusión legal de uno de los padres ............................................................................................... 215 CAPÍTULO XIII: Cuando en nombre de los hijos se cuestiona una organización familiar ....................................................................................... 241 CAPÍTULO XIV: Cuando predomina la violencia en los vínculos ......................... 259 CAPÍTULO XV: Cuando nos interroga una organización familiar peculiar ....................................................................................................... 273 Bibliografía ............................................................................................................... 282 Clínica Forense ÜN F AMILIAS 9 Prólogo I B SIDORO ERENSTEIN Este libro nos instala de pleno en un campo que puede llamarse Clínica Forense y resulta de una relación entre la Psicología y el Derecho. Habría dos maneras de concebir esta relación: desde la búsqueda de una articulación que trate de mostrar la consistencia de cada una y andar un camino en búsqueda de su complementación. Otra manera de vincularlas sería considerarlas dos disciplinas distintas que seguirán siéndolo y que cada una ofrecen a la otra lo que no tienen ni tendrán y que a partir de ahíencarnan deberán en realizar un trabajo hecho ese momento. figuras se la realización dede eserelación, trabajo: no el Juez y elhasta Psicólogo vincular.Dos El primero da a conocer la Ley en realidad lo que interpreta de ella. Después de todo lo que in- 10 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA terpreta el Juez es la Ley. El Psicólogo vincular interpreta el sentido inconsciente del conflicto y de la trama vincular que lo sostiene y lo transmite como asesoramiento al Juez. Los seres humanos viven en varios mundos y aquí se muestra bien: el mundo público, uno de cuyos reguladores, no el único, es la ley jurídica; el mundo vincular de las familias cuya regulación está dada por el parentesco y las reglas del matrimonio y aunque distintas, las del patrimonio; y también vivimos en un mundo interno cuya regulación se basa en el deseo inconsciente. La clínica forense ha de contar con esta complejidad que las autoras muestran excelentemente en sus capítulos teóricos como en los ejemplos de la segunda parte. Genera una situación difícil ser convocado por el juzgado, por el Juez, por los representantes de la Ley, ya que ésta fue producida por el medio social que dispone de ella para mantener su ordenación y su represión, puesto al descubierto por el mismo conflicto y que desde lo psicológico, puede mostrar esa peculiaridad por la cual la misma ley genera en su inconsistencia y sin saberlo, eso mismo que luego condena como transgresión. En los primeros dos capítulos las autoras nos conducen por los pasillos del espacio jurídico, con sus nombres y ámbitos y los haceres propios de ellos, con el vocabulario pertinente. Es una guía de viaje que para muchos de nosotros conduce por un territorio que no tanto conocemos, las autoras con sus años de experiencia nosEsto lo muestran suscitando interésycomo curiosidad por30ese intrincado espacio. hace que resulte insustituible para los que quieran adentrarse en la práctica de este campo. El capítulo III trata de las concepciones acerca de la familia que impregnan nuestro campo psicoanalítico desde la década del 50. La Estructura Familiar Inconsciente es un modelo para pensar las relaciones familiares y a la vez, y no podía ser de otro modo, considerarlas como un conjunto, no como sumación y no como agregado de partes sino como un conjunto determinante de relaciones. Es un paso decisivo a partir del cual las familias pueden ser entendidas como productoras de sentidos y significados. Por efecto del posiciona- miento inconsciente no sólo el terapeuta ocupará un lugar transferencial, lo cual nos es conocido, sino que también la figura del Juez puede ser investida desde ese conjunto. Cuando se es investido de significaciones inconscientes ello afecta no sólo a la familia sino al mismo investido que podrá jugar un papel importante sin quererlo ni saberlo, determinado por el mismo conjunto familiar. Pero los psicólogos forenses deberán saberlo a la hora de considerarlo. La Estructura Familiar Inconsciente tiene una intensa fuerza de atracción hacia los diversos sujetos, que los empuja a ocupar ciertos y determinados lugares. Cada uno de nosotros tuvimos una familia de srcen y tenemos una familia actual, estamos atravesados por sus significaciones inconscientes y desde allí entendemos, juzgamos, acusamos o defendemos. Los representantes de la justicia pueden no saberlo pero puede ser tarea importante de los Psicólogos Forenses darlo a conocer, ponerlo a trabajar como diríamos hoy. Nociones que atraviesan las funciones sociales como poder, imposición, pertenencia, acontecimiento, novedad y otras, ampliarían este campo de estudio acotando las creencias corrientes que se tienen acerca de ellas. El capítulo IV trata de la situación de separación matrimonial en la familia, quizá el más frecuente motivo de discordia y de apelación a la regulación jurídica. Se trata de un proceso sumamente complejo, doloroso, peleado, susceptible de generar toda gama de sentimientos paranoides. No es sencillo incorporar lo que se registra, con razón o no, como fracaso de un proyecto vin cula]‟. Pleno de creencias de filiación social y epocal, es del orden de las creencias creer en ellas y no examinar su concordancia con los hechos. Para la creencia da lo mismo si es verdadera o si es falsa. Por ejemplo: la creencia de que los padres debieran seguir juntos para el bienestar de los hijos, u otra como que debieran separarse para el bienestar de los hijos. Muchas creencias sociales se apoyan en el argumento del bienestar de esos hijos que por otra parte contribuyen a descuidar y a maltratar a través de no tenerlos en cuenta a la hora de dirimir odios y resentimientos y hacerlo bajo la forma de disputar la posesión o el argumento encubridor del bienestar de esos hijos. El capítulo V y especialmente el VI, muestran la variedad de recursos creados e implementados por las autoras a fin de reunir una información significativa en las familias en conflicto en el breve tiempo y con la economía de recursos imaginables, lo cual les permite a su vez seguir elaborando los conflictos porindagación; los cuales práctica el Juzgado interviene. Se hace evidente el carácter investigativo de esta en cuanto su posibilidad de uso dadas las circunstancias, pero sumamente rigurosa en cuanto a su evaluación y puesta a punto, como se verá en la serie de Indicadores generales y específicos del funcionamiento vincular. El capítulo VII se refiere a las cuestiones éticas. Nuevos procedimientos inauguran nuevos problemas hasta ese momento no necesarios de considerar pero que ahora abren un campo para pensar nuevas subjetividades y que han de requerir nuevas éticas. Deberemos pensar en un futuro próximo la relación entre el poder Judicial (y sus diversos fueros Penal, Laboral, Civil, Comercial, de Familia), uno de los poderes del Estado y la noción de Estado, estando esta última cuestionada a partir del borramiento de sus bordes, dados los movimientos para los cuales los límites, geográficos por ejemplo, dejan de ser relevantes: el fluir de las informaciones y la web, la migración de grandes números de personas a través de los países, el control de los mecanismos estatales desde las empresas multinacionales y tantas otras situaciones que podemos caracterizar como post-estatales. A su vez se asiste a nuevos movimientos cuando las instituciones han dejado de representar a sus beneficiarios y se asiste a manifestaciones populares espontáneas en reclamo de lo que aquellas debieran ofrecer y no pueden o no logran hacer. La familia y las cuestiones éticas se nos presentan a quienes nos ocupamos de ella y no debieran quedar, y de hecho no están, por fuera de estas cuestiones. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 10 Las autoras de este importante y novedoso libro presentan en la segunda parte una serie de historiales que ejemplifican la práctica que proponen. Precisamente en varios de ellos figura el término “cuestionar”: modo de interro gación acerca de lo que se ha tomado dudoso, discutible, que ha dejado de estar firmemente establecido aunque se suponga que todavía se mantiene firme, lo que se ha tornado problemático en el sentido de que las soluciones previas ya no resuelven. Es posible que ello abarque los lugares de la familia, pero también la consistencia del mundo familiar tradicional así como la del mundo social. “Lo interesante es que lo producido en conjunto siempre causa asombro”. Es una frase de las autoras. Describe excelentemente esa capacidad de descubrimiento, de novedad en cada uno de los casos agrupados por la clínica forense. En ellos se muestra una modalidad de operación específica. Los casos son muy detallados lo cual permite a cada uno de nosotros, los lectores, instalamos en el material y movernos por nuestra propia cuenta en un mundo no del todo conocido. Indica una apertura hacia lo incierto en lo que imaginariamente es considerado permanente, como puede serlo una familia, y ello nos es mostrado desde la perspectiva de los conflictos que los llevaron al ámbito judicial. Este libro marca un camino que debiéramos recorrer. PARTE I Consideraciones Teóricas Introducción Han transcurrido más de 15 años desde que publicáramos en 1985 un primer libro1, dedicado a reflexionar y conceptualizar acerca de nuestra praxis con familias en el campo clínico y forense. Habíamos ingresado en 1972 a la Asesoría Pericial de los Tribunales de la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata. No existía aún la Ley de Divorcio Vincular, sancionada en 1987. Transmitíamos en esa producción, formulaciones y consideraciones sobre realidades con las que nos enfrentamos en los primeros quince años de tarea. Su modalidad coloquial privilegió como interlocutores a los propios integrantes de familias en proceso separación. Los de quince años que le siguieron nos permitieron profundizar nuestra formación y realizar una mayor sistematización y precisión metodológica. Pudimos ampliar y diversificar la casuística y asistir al desafío de nuevas complejidades vinculares, efecto de las transformaciones de la realidad social, de los imaginarios y significaciones que la sostienen, como de la caída de ciertos valores e ideales acerca de la familia. En este tramo nos propusimos especialmente, que lo elaborado se dirigiera a colegas y estudiosos de otras disciplinas de contextos institucionales y privados, que intervengan o se interesen en estas complejas temáticas. En la primera parte de este libro, intentamos hoy compartir con nuestros lectores el modo en que nos acercamos a resolver ciertas problemáticas, los obstáculos que encontramos para desanudar otras y los interrogantes que aún siguen abiertos respecto de las diversidades familiares, como de las difíciles condiciones actuales de las instituciones, debilitadas y atravesadas por la turbulencia e incertidumbre de estos tiempos. 1 (1985a) Abelleira, H. y Delucca, N., "La familia en crisis. Alternativas de la separación". La inserción en la Institución Judicial, nos demandó la necesidad de repensar nuestra praxis psicológica y sus fundamentos teóricos, e ir profundizando el conocimiento del contexto institucional junto a las categorías fundantes del Derecho, a los efectos de poder ocupar ese nuevo espacio de manera eficaz y creativa (Cap. I y II). Inicialmente, como todo Perito Psicólogo oficial, transitamos nuestra práctica en respuesta a demandas de distintos fueros (Penal, Civil y Comercial, Laboral, Menores). Con el correr del tiempo y posibilitado por las características del grupo de Peritos Psicólogos que integrábamos, nos dedicamos casi exclusivamente al abordaje pericial con familias. Estas familias tramitan en la Institución Judicial su separación conyugal o alguna de sus consecuencias, tanto jurídicas como en la organización familiar (tenencia de 18 hijos, régimen de visitas). HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Esta especialización se fue dando por la diferencia de intereses y de formación al interior del grupo. En nuestro caso se centró en la investigación sistemática del funcionamiento familiar, en esta particular situación crítica de las familias (Cap. III y IV) y en la singularidad de su tránsito por la instancia judicial. Nuestra intervención es demandada por el Juez o equipo jurídico, cuando la dimensión del conflicto vincular planteado por la familia, excede las posibilidades de comprensión y manejo de la situación, desde la institución judicial. Las problemáticas familiares más frecuentes, giran en torno a circunstancias en que la pareja parental ya separada de hecho, no puede resolver con eficacia la convivencia de los hijos con uno u otro, o donde la circulación de los mismos entre los progenitores está obturada. En ocasiones suele irrumpir la violencia vincular, como expresión -en la acción- de las resistencias de la familia a emprender el doloroso proceso psíquico de elaboración y asunción de la separación y la nueva situación familiar que de ella deriva. Repensando nuestro recorrido podemos ver hoy, que su trayecto implicó el tener que enfrentar situaciones inéditas, que demandaron el esfuerzo, no solo de recurrir a investigaciones y teorizaciones de importantes autores sobre temática familiar, sino de tener que reflexionar para crear nosotras mismas, nuevos conceptos y herramientas que fueran apropiados para este novedoso contexto institucional (en nuestro país) y para las particularidades de las familias a investigar. En este sentido, es que se nos fue de abordaje vincular, imponiendo la necesidad un modelo cuya instrumentación nos facilitó la tareadedediseñar descubrir los conflictos y sentidos encubiertos, como la modalidad defensiva con que el grupo familiar en un proceso litigioso, habitualmente se presenta (Cap. V y VI). Así mismo, transmitimos nuestras reflexiones acerca de cuestiones éticas, que se nos fueron planteando a lo largo del ejercicio de la función (Cap. VII). Si bien la construcción de este modelo, partió fundamentalmente del campo forense, pensamos que es una contribución a intervenciones en familias y parejas en el ámbito clínico, ya sea con relación a problemáticas ligadas a la separación conyugal como a otros conflictos inherentes al funcionamiento familiar. En nuestra experiencia clínica con familias y parejas, este sistema de evaluación de los vínculos ha sido enriquecedor, tanto al interior de las entrevistas preliminares a modo de facilitación de la producción vincular, como al promediar o finalizar el trayecto terapéutico. Nos aporta un elemento más para evaluar el proceso, al contar con la posibilidad de comparar las producciones Vinculares iniciales y finales, detectando indicadores de cambio -o no- que se hubieran producido. En la segunda parte, presentamos un conjunto de historiales clínico-forenses, que hemos seleccionado por representar diferentes situaciones paradigmáticas de nuestras intervenciones con las familias (Cap. VIII a XV). La necesidad de definir, profundizar y repensar un marco referencial teórico que nos permitiera acceder a la comprensión de las problemáticas familiares, nos llevó a incrementar nuestra formación, ya iniciada, en teorías acerca de la Familia. Encontramos en las conceptualizaciones de Isidoro Berenstein, las formulaciones teóricas que en parte, mejor daban cuenta de nuestras observaciones clínicas. Años más tarde ingresamos al Departamento de Familia de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo, bajo su dirección, donde una de nosotras aún continúa trabajando. El integrar y coordinar en este ámbito talleres teórico clínicos, nos enfrenta a una constante reflexión acerca de los supuestos teóricos que sustentan nuestra práctica institucional y privada. Esta filiación implicó un hito fundamental en nuestras investigaciones que orienta- ron la mirada hacia el psicoanálisis de los vínculos La aproximación desde el Psicoanálisis vincular, centrado en la noción de vínculo como concepto princeps del mundo intersubjetivo (Cap. III), nos permite pensar a la familia como un entramado vincular; estructura abierta, compleja y heterogénea, que funda y marca el srcen subjetivo de sus integrantes, en forma privilegiada pero no única. Este largo tránsito realizado en nuestras vidas profesionales, del que hoy compartimos un importante fragmento a través de este libro, reconoce marcas teóricas, metodológicas y de intercambios diversos. Por eso no podemos dejar de agradecer al Dr. Isidoro Berenstein, por el constante estimulo a pensar e interroCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS garse que implica el contacto con él y sus ideas; a los colegas del Departamento19de Familia de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo, por la posibilidad de un fértil intercambio acerca de la teoría y clínica familiar; a los Jueces, Asesores y Defensores de Menores, abogados de Familia y colegas de la Ase- soríaconstruyendo Pericial de losunTribunales de la Provincia de Buenos Aires, con quienes fuimos modo de intervención interdisciplinaria; a colegas docentes; a alumnos de grado de la Carrera de Psicología y de posgrado de la especialidad, por el incesante estímulo y desafío que representa la enseñanza. Por último, a todas las familias, que en el contexto judicial o en la clínica privada, nos brindaron sus producciones, realimento constante de reflexiones y teorizaciones. Las autoras CAPÍTULO I Intervención psicológico-pericial con familias en la institución judicial Especificidad del Campo Forense El Campo Forense es diverso y complejo. Los diferentes lugares de inserción dentro del mismo, delimitan distintos espacios de prácticas de nuestra disciplina, dada la particularidad de cada fuero. En el Fuero Penal, se instrumentan el conjunto de normas que regulan el ejer- cicio del poder punitivo del Estado, determinando qué acciones u omisiones constituyen delitos o faltas y se establecen las correspondientes penalidades y medidas de seguridad. En el Fuero Civil, se opera la regulación de las relaciones privadas de los ciudadanos entre sí, tanto en las derivadas de su integración en la familia, como en aquellas relaciones que se generan por ser sujetos de un patrimonio dentro de la comunidad. El Fuero Laboral, efectiviza el conjunto de normas o principios que regulan las relaciones de empresarios y trabajadores y de ambos con el Estado, a los efectos de la protección y tutela del trabajo. 20 En cuanto al ámbito de Menores, se apunta a la protección HILDA ABELLEIRA - NORMA ELUCCA y tutela deDniños en grave riesgo, por maltrato o abandono, como a su institucionalización y asistencia cuando han intervenido en delitos. Se incluyen también dentro del Campo Forense, las instituciones penitenciarias y toda otra institución estatal que funcione bajo la jurisdicción de un Juez. Por otra parte, desde el ámbito privado, se recortan dos intervenciones posibles de los psicólogos en función de peritos: a )”peritos de Oficio”: aquellos profesionales que son designados por un juez para la realización de una pericia psicológica, a partir de su sorteo de un listado oficial en el que se inscriben previamente reuniendo ciertos antecedentes, y b )”peritos consultores o de partes”: aquellos profesionales designados por un juez a propuesta de una o ambas partes para la realización de una pericia psicológica. La tarea de ambos se enmarcará dentro de la caracterización general pertinente al Campo Forense, aunque sin la impronta que supone la intervención desde la institución judicial, que describiremos más adelante. El juez lo habilita al profesional, para actuar solamente en esa determinada causa o expediente judicial. “Forense” enmarca entonces, toda acción o producción que ha de ser incluida en un proceso judicial, dirigido por un Juez o Tribunal. A su vez, históricamente y en los Códigos, adjetiva al médico que se ha especializado en Medicina Legal y se desempeñasiguiendo en instituciones brindando su asesoramiento Jueces y Tribunales. Por de “Peritos extensión, esta tradición, hemos adoptado la adenominación Psicólogos forenses”. En nuestro caso, somos peritos oficiales, que hemos sido designados y prestado juramento dentro de la Institución, para cumplir esa función. Cada uno de los espacios o fueros descriptos más arriba, demanda y exige intervenciones específicas del psicólogo, en estrecha relación con los interrogantes que se le plantean al Juez o representante de la Ley, en su función de aplicarla a: sujetos que han cometido delitos; intervenciones, en familias en crisis por la vulneración de deberes o derechos; trabajadores que demandan un resarcimiento por riesgos, daños o accidentes en su ámbito laboral; menores en conflicto con la ley ó en riesgo grave. Como lo expresáramos en la Introducción, en los primeros tiempos de nuestra inserción en la institución judicial, intervinimos en una amplia gama de problemáticas en respuesta a demandas de los diferentes fueros. Paulatinamente, nos fuimos dedicando de manera exclusiva al abordaje pericial de familias provenientes del Fuero Civil y con posterioridad del Fuero Penal, al sancionarse la Ley 24.270 (B. O.del 26-11-93 ), que como delito u obstrucciónenpersistente contacto de considera menores de edad con el susimpedimento padres no convivientes, tanto cuestión no resuelta en el ámbito civil. / Por Ley 11.453 (B. O. 29-11-93) se crearon los Tribunales de Familia dependientes de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, comenzando su funcionamiento en abril de 1995. Pese a ser un fuero específico en relación a las problemáticas familiares, nuestras intervenciones en el mismo han sido muy acotadas, como describiremos más adelante. Especificidad de la intervención pericial psicológica Caracterizaremos ahora específicamente la intervención psicológica al interior del campo forense, centrándonos especialmente en nuestra función como Peritos psicólogos oficiales. Convocados hace ya varios años al interior de esta institución (1972), ocupamos un lugar y en consecuencia comenzamos a ejercer una función. Función desconocida para los integrantes del nuevo vínculo: Peritos psicólogos, Juez y equipo jurídico. Vínculo a su vez, complejo, difícil y novedoso para ambas prácticas. Desde un punto de vista descriptivo de nuestra tarea y en relación a cómo está enmarcada, señalaremos sus particularidades. Somos designados o habilitados por un Magistrado o Juez que interviene en un determinado juicio dentro del fuero Penal, Laboral o Civil y Comercial, a fin de brindar un asesor amiento especializado. CLÍNICA ORENSE ENFAMILIAS La Fdemanda puede partir del mismo Juez o de otros funcionarios que21intervienen en el juicio: Defensores oficiales, Asesores de menores, Fiscales. Así mismo, las partes2 involucradas pueden solicitar el asesoramiento psicológico a través de los abogados o letrados que los patrocinan y en tal caso el Juez decide si es pertinente y leforma hace lugar o no. El expediente que se cuando se inicia un juicio, se denomina causa en el fuero Penal, y autos en el fuero Civil. Todas las acciones y medidas que se han tomado, constan por escrito. De modo que cuando el juez solicita nuestra intervención, es importante poder tener acceso a su lectura, para interiorizarnos de los pasos previos que se han dado hasta ese momento. De esa lectura, una documentación de especial interés en los juicios de familia, son los escritos que contienen la demanda y su contestación. La persona que inicia el juicio es el demandante, y lo dirige hacia la otra parte, ahora llamada en el expediente o los autos, el/la demandada. La parte demandada deberá dar contestación a ese escrito. Si bien quienes las escriben son los abogados que patrocinan, transcriben las ideas básicas que las personas tienen del conflicto que se ha planteado. De allí que tengamos una primera idea de la índole de la problemática y del grado de hostilidad con que se ha abordado la cuestión. Somos conscientes de que en estos escritos, mucho de lo que se dice es obra de los letrados. No obstante, la persona que acude a su asesoramiento lia de aprobar lo que éste manifieste. Puntualizaremos los pasos de nuestra intervención: • La inaugura la demanda del juez (en general escrita), formulada como “puntos de pericia”. • La continúa el estudio pericial de una persona o grupo familiar. En esta etapa, por la metodología utilizada y el objetivo que perseguimos (que no es la cura ni la disolución de un síntoma), consideramos el estudio pericial, como una mini-investigación del caso singular, tanto individual como grupal. Nos planteamos a través de entrevistas (individuales y vinculares), hipótesis provisorias con las características del método clínico (ya que apuntamos a la singularidad y nos sabemos incluidos en el vínculo “transferencia! recíproco” con las personas entrevistadas). Incorporamos otros instrumentos de evaluación que explicitaremos en el Capítulo V, que nos permiten correlacionar, ratificar o rectificar, a través de todo el material obtenido, nuestras hipótesis iniciales (más cerca del método abductivo: establecimiento de ciertas reglas y recurrencias, desde el caso singular). • Nuestra tarea concluye, con un dictamen pericial psicológico transmitido en un informe escrito elevado al juez, que deberá cumplir con ciertas reglas. Desde los códigos procesales del Derecho, para que a un informe se lo pueda considerar una “prueba pericial”, deberá contar con: a) Una explicitación de la metodología utilizada. b) Fundamentos científicos de lo afirmado. c) Conclusiones psicológico-forenses. 2 Partes: término jurídico que designa a cada persona o grupo que interviene en una litis judicial o juicio, como demandantes y demandados. Esto supone que no sólo brindaremos una evaluación psicológica de las personas o grupo familiar que hemos investigado, sino que en las conclusiones psicológico-forenses, constará la contestación a los puntos de pericia que se han solicitado, incluida nuestra interpretación del sentido de la problemática que generó la litis o juicio. Esta praxis compleja y relativamente novedosa que hemos descripto, implica a su vez la convergencia o encuentro de diferentes corpus teóricos (Psicología, Derecho) y sus singulares modelos de abordaje, en momentos críticos de la vida de las personas. Desplegamos entonces nuestro quehacer como Peritos Psicólogos, en un ámbi22 institucional que, como cualquier esfera de la praxis, posee HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA to un discurso que le es propio: el discurso jurídico. Desde los aportes de la Lingüística, consideramos el discurso de una disciplina como Lin lenguaje en acción. Abarca su corpus teórico, las herramientas de análisis yCada las prácticas queproviene de ellos de se derivan. disciplina historias y modelos diferentes de aproximación al sujeto y sus vínculos. En el discurso jurídico tradicional, predomina la concepción positivista que supone al sujeto, racional, consciente y aislado. La mirada y la escucha del Psicoanálisis vincular/apunta a la investi- j gación de procesos inconscientes producidos en una trama vincular multideterminada, que se va construyendo en el atravesamiento por diferentes vínculos intersubjetivos, dentro de específicas condiciones culturales y socio-históricas. El discurso jurídico tiende a esperar y encontrar certezas, causas, totalidades. A manejarse con lo absoluto, lo general. Requiere soluciones y verdades. El discurso del psicoanálisis vincidar observa y formula hipótesis, aproximaciones. Da respuestas desde lo relativo, lo singular de cada situación. Da cuenta de posibilidades y ciertas verdades del sujeto o el grupo, objetos de su investigación. No obstante, si bien dentro de la teoría general del Derecho sigue vigente el modelo dogmático, en la segunda mitad del siglo XX surge un intento de ruptura teórica y de renovación, desde una “Teoría crítica del Derecho” (Entelman, R., 1982). Se ponen en cuestión las categorías que lo atraviesan, se formulan nuevas respuestas e interrogantes, produciendo efectos en la teoría y en el posicio- namiento de los profesionales de las Ciencias Jurídicas. Uno de los autores tomado como referente, es el jurista y psicoanalista francés Pierre Legendre (1974), quien señala: “El discurso jurídico en Occi dente es el discurso del Poder por excelencia” y el Derecho entonces, es “re conocido como la ciencia más antigua de las leyes para regir, es decir, dominar y hacer marchar al género humano” (Citado por Kozicki, E., 1982). El discurso jurídico, será parte preponderante del discurso del Poder, tal como ha sido analizado ampliamente desde el pensamiento filosófico por Michel Foucault (1978; 1981). El interés que poseen para nosotros estas nuevas tendencias, radica fundamentalmente en que denota una interdisciplinariedad efectiva. Citamos nuevamente a Ricardo Entelman: “...el producto teórico de los juristas es, a su ve/,, parte de una totalidad que lo hará comprensible, sólo en la medida en i|iie se lo enmarque en el producto del resto de las ciencias sociales, y se lo ubique en un momento histórico determinado de una formación social dada” ... “La interdisciplinariedad aparecerá como un requisito de alta entidad en la posibilidad de un análisis fecundo de la naturaleza y alcances del discurso jurídico “... “y deberá entenderse como la interacción de regiones teóricas y no como la incorporación de conceptos producidos por otra ciencia o la crítica realizada, por así decirlo „desde afuera‟ de la región demarcada por el discurso jurídico”. Por lo tanto, se trata de encontrar “intersecciones” con conceptos prove nientes de la antropología y más tardíamente del psicoanálisis. Si bien se hace referencia fundamentalmente al enriquecimiento teórico que estas intersecciones con otras ciencias sociales generan en la teoría del Derecho, entendemos que producen efectos en las prácticas de los profesionales de pensamiento afín con estos desarrollos. En nuestro propio trayecto, hemos comprobado que estos corrimientos han abierto a la posibilidad de otra mirada y otra escucha, así como a la demanda de otras disciplinas. En relación al campo de intervención en que nos fuimos especializando, se demanda nuestra participación cuando la dimensión del conflicto vincular de la familia, obstaculiza las posibilidades de comprensión y manejo desde la instancia judicial. El aporte psicológico puede ser solicitado por los diversos integrantes del equipo jurídico, así como por los representantes legales de los sectores en conflicto, pero siempre es habilitado por el Juez que interviene en el caso. La cada vez más compleja realidad del hombre y sus vínculos consigo mismo, CLÍNICA 23 con los Fotros ORENSE y ENF elAMILIAS entorno social, ha incrementado la crisis de la familia como ámbito de sostén y discriminación. Por lo tanto, la mayor demanda de intervención de ambas disciplinas (Psicología y Derecho de Familia), ha promovido entre ellas la necesidad de una aproximación y un diálogo. encuentro Enambos este contexto, se se nosinterpenetren, hizo necesariodialoguen. ir construyendo una zona en la que discursos No ha sido tareadefácil, ni rápida. Supone un esfuerzo mutuo de cuestionamiento de las certezas fundantes de ambas prácticas, que conduzca a la producción de nuevos conocimientos que modifiquen el operar sobre las familias, transformándolo en una construcción interdisciplinaria. Implica el reconocimiento de los límites de una y otra disciplina, preservando la especificidad de cada mirada. No se trata de igualar discursos, sino de rescatar sus singularidades y producir una intervención conjunta, en función de diferentes aproximaciones al mismo objeto de estudio. En última instancia, las intervenciones persiguen un objetivo común: promover la resolución de una problemática vincular-familiar. Los grupos familiares que abordamos, transitan por situaciones altamente conflictivas, que afectan de diferentes modos su organización vincular, su estabilidad y el ejercicio de sus funciones primordiales. Hay un orden caído, perdido a veces hace mucho tiempo y un discurso encubridor y estereotipado, con el que se defienden y atacan. Buscan en el acudir a la justicia, que alguien desde afuera, representante de un Orden Social, los escuche, los mire, los piense, ponga palabras donde hay vacío y/o violencia, instaure límites y diferencias, allí donde algo de la legalidad se ha perdido y ellos no han logrado construir un orden nuevo. Sin embargo, las familias suelen otorgarle una función imaginaria a la instancia judicial de avalar las expectativas y escisiones defensivas que esgrime cada cónyuge. La intervención interdisciplinaria, no sólo articula Derecho y Psicología. La complejidad de las problemáticas, requiere con frecuencia la actuación de otros profesionales de la salud mental, como Médicos Psiquiatras y Asistentes Sociales, que aportan desde sus saberes, al asesoramiento pericial. Se instala así entre los psicólogos, las familias y los otros profesionales, una relación caracterizada por complejas redes vinculares, que la familia despliega con el equipo y éste con ella. A su vez, la relación de los integrantes del equipo entre sí exige una actitud cuidadosa y creativa, ya que debe instalarse a partir de la renuncia al liderazgo de un saber. De este modo, la intervención del Perito Psicólogo en su asesoramiento al juez, genera la posibilidad de creación de una instancia de potencial eficacia transformadora, no siempre posible y suficiente, pero sí generadora de una marca en el devenir de esa familia, que abrirá a algún tipo de modificación de su manera de funcionar hasta ese momento. La potencial eficacia transformadora reside en la confluencia de determinadas variables: El sentido que adquiere para la familia la figura y función del juez. Sentido que se plasma en su decir y su hacer, su resolver y operar, como representante de la Ley y de la autoridad. Cuando logramos formar con él un verdadero equipo interdisciplinario, puede hacer suyas nuestras consideraciones sobre las intrincadas tramas vinculares, difíciles de desentrañar únicamente desde el saber jurídico. Disponer de la posibilidad • de acceder al sentido del funcionamiento familiar, lo preserva al juez de quedar adherido al discurso manifiesto de la familia y favorece la producción de dictámenes de mayor eficacia operativa. • La cualidad del dispositivo que habilitamos. Nos referimos a poder ofrecer y que la familia disponga de un espacio neutral de escucha múltiple, único y diferente a todos los conocidos, en el cual se le abre la posibilidad de pensarse, escucharse y empezar a establecer alguna o varias conexiones de sentido, donde no había más que caos, confusión o certezas, vacío y encierro, hostilidad y dolor. En este espacio son mirados y escuchados por los otros que, desde sus saberes 24 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA específicos preguntan, piensan, tratan de entender el sentido del conflicto vincular por el que transitan; intercambian saberes y luego resuelven, teniendo en cuenta las producciones de la familia. Se trata de ofrecer un contexto neutral, firme y sostenedor, para la apertura de las consecuencia, capacidades de reflexión cambio ante la de demanda planteada. Y en operar sobreylas respuestas desituación cada familia. • Que nuestra intervención sobre las familias esté sostenida y avalada por el contexto institucional y la autoridad del juez. En otros ámbitos, sin la intervención judicial, suele ser excepcional y a veces imposible, que un mismo profesional pueda hacer un abordaje vincular de ambos progenitores enfrentados en una cuestión litigiosa. Este acontecimiento de que el Juez, la Ley, en el contexto del dispositivo habilitado, le permita conectarse con su dolor y mirarse desde otros lugares, es tal vez la única garantía para que empiecen a sostener nuevos ordenamientos familiares. Y para que puedan ir armando otros de diferente complejidad a medida que el tiempo transcurra, los hijos crezcan y tal vez construyan nuevas organizaciones familiares. Queremos enfatizar la cualidad de proceso activo de nuestra intervención, pero espontáneo y respetuoso de las posibilidades de cada familia. Operamos sobre sus respuestas más que proponiendo soluciones ideales o deseadas, o pactos armados desde afuera, que seguramente caerían rápidamente ya que no podrían ser sentidos y menos aún sostenidos, como algo que les pertenezca. Foesta perspectiva, definir nuestra práctica, como Clínica rense,Desde con especificidades quepodríamos la diferencian de otras prácticas psicológicas. Clínica viene de “kliné”: “al lado de la cama del enfermo”. Es una actividad clínica, por la utilización del método clínico, como lo hemos señalado: transcurre “al lado de los que sufren”; se centra en el análisis de sus sing ularidades y considera el contexto en el que se incluye el profesional. Es un quehacer del campo forense porque se inscribe en un proceso jurídico. Clínica que exige al profesional psicólogo pensar con un criterio interdisciplinario, como dijimos, donde nuestro saber parcial y acotado como todo saber científico, ingresa en un circuito de relaciones y saberes que apuntarán a una producción conjunta a fin de aportar alguna solución a la problemática humana psicológica y jurídica, constituida en nuestro objeto de estudio. Pensamos que la efectiva tarea del equipo interdisciplinario, se inscribe en el campo de la prevención, en la medida que apunta a ciertos objetivos: • que la intervención judicial tienda, si es eficaz, a impedir la cronificación de las situaciones conflictivas de la familia. • que la resolución de la situación crítica, preserve a los menores de la hiperinvolucración en la conflictiva parental • que el trabajo interdisciplinario preserve, a su vez, a los profesionales intervinientes y a toda persona que cumpla alguna función en el proceso que inician las familias cuando acuden a Tribunales, de posibles entrampamientos en la problemática familiar. Por otra parte, nuestra propia estrategia para evitar capturas identificatorias de las que no estamos exentos- con las posturas extremas que enarbolan los subgrupos familiares, ha sido desde el comienzo de nuestra praxis, abordar la intervención en un equipo de dos profesionales. El vínculo que establecemos con las familias posee características singulares anudadas al contexto institucional: • es acotado en el tiempo: lo inaugura la demanda del Juez y lo cierra nuestra producción pericial escrita. • es impuesto por la instancia jurídica y no demandado por la familia en forma directa. Esto genera un sentimiento inicial de ajenidad en el grupo familiar, que incluimos tratando de favorecer condiciones de pertenencia y apropiación, que den la posibilidad a cada familia de significar este espacio como un lugar abierto a los interrogantes acerca de ellos y su acontecer y no cerrado a las certezas. • su finalidad no es la cura, sino la construcción en base a las producciones de cada familia en ese espacio singular, del sentido de la contienda vincular, transmiCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 25 tida como asesoramiento al Juez. Al reflexionar para transmitir en este libro nuestra historia como peritos psicólogos forenses, nuestra mirada retrospectiva como siempre que se historiza, tiende a posarse sobredesde ciertos acontecimientos que actuaron como instituyentes de nuestra identidad, el desafío que representaron a nuestros propios e inevitables puntos de certeza. Sin pretender agotarlos en su enumeración, ni clausurar la emergencia de otros posibles, dado que los privilegiamos por sus efectos constitutivos en nuestra función, nos referiremos en especial a tres aconteceres fundamentales: 1) La necesidad de mantener una actitud que podríamos denominar de “aleren tanto esfuerzo de definir, profundizar y volver a pensar de continuo el marco referencial, que nos permitiera “leer y descubrir” la problemática singular de cada familia, más que forzar lecturas desde cierto dogmatismo teórico. ta teórica”, 2) La creciente demanda de intervenciones que exigen la participación oral, la inmediatez de ciertas decisiones y en una “escena” compartida y mira da por los integrantes del Equipo Jurídico. Nos referimos a las audiencias a las que somos convocadas al Tribunal y con presencia del juez, letrados, Asesores de Menores y las partes. Generalmente, son situaciones de urgencia y gravedad en las que hay que resolver algo en la inmediatez (este tema será especialmente abordado en el próximo capítulo). 3) La aparición a nivel de la Clínica Forense, de nuevas problemáticas a las que el tejido social más laxo ha permitido un mayor protagonismo y en consecuencia, ha abierto a una lucha por sus derechos en el terreno de la familia. Nos referimos a diferentes formas de asunción de la identidad sexual, que deriva en la construcción de modalidades novedosas de parejas y familias con el consecuente surgimiento de conflictos específicos de estas configuraciones vinculares. Al respecto, ha sido fundamental contar con un marco teórico que nos permita aproximarnos a pensar estas cuestiones, evitando como decíamos, que el dogmatismo teórico clausure o vele la srcinalidad y riqueza de lo nuevo No obstante, nuestro marco teórico puede aumentar las resistencias de algún funcionario a incorporar otra mirada, otra escucha de la problemática planteada, en la medida en que más se aparte de los puntos de certeza que desde lo implícito ideológico, un Juez o Equipo Jurídico necesita preservar, fundamentalmente en temáticas que aún están en debate en el campo de las ciencias humanas. Por otro lado, es a nuestros propios plintos de certeza que ciertas realidades que presentan hoy a la pericial con ponen en colegas, cuestión para y nosnoobligan que se nunca a compartir lasdemanda incertidumbres otros ceder más a la necesidad de ampararnos rápidamente en lo que nos puede parecer una mirada nueva y terminar siendo “vino nuevo en odres viejos”. ¿Qué pasa cuando la situación a investigar y peritar, no logra acomodarse fácilmente a nuestros marcos referenciales? Encrucijada ésta a la que nos vemos enfrentadas al tener que abordar estas problemáticas, que generan un campo de demandas vinculares totalmente novedoso. Como ejemplo paradigmático desarrollaremos en la segunda parte del libro, Cap. XV, los avatares de un pedido de intervención pericial en el que dos madres biológicas que cedieron en guarda a sus hijos recién nacidos a quien se designa como transexual, inician una demanda de restitución, a los dos y tres años de los menores. Por último, la creación de los Tribunales de Familia, inauguró un espacio específico para la tramitación de situaciones ligadas a la regulación de las relaciones familiares y produjo un cambio respecto a la cantidad y cualidad de las problemáticas para las que se requirió nuestro asesoramiento. En la ciudad de La Plata, el comienzo del funcionamiento de los dos Tribunales de Familia, fue precedido por un curso de capacitación interdisciplinaria de todos sus integrantes (Jueces, abogados, equipos técnicos y empleados administrativos). En dicho curso, desde la disciplina psicológica, estuvimos a cargo de la transmisión del modelo teórico acerca de la familia y de la metodología de abordaje de 26 misma en la Institución Judicial. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA la Cada Tribunal está integrado por tres Jueces, un Abogado-Consejero y un equipo técnico: Psiquiatra; Psicólogo y Asistente Social, como equipos estables propios cada Tribunal. Los para Psicólogos y demás profesionales de los Tribunales de Familia, conjuntamente con los Consejeros, entrevistan y trabajan con las familias, i ntentando encontrar alternativas a la problemática planteada, a los efectos de evitar que se llegue a la instancia del juicio. Al comenzar a funcionar los Tribunales de Familia, nuestra tarea desde la Asesoría Pericial central, se centró en el seguimiento o en nuevas intervenciones en casos de familias ya iniciados en los Juzgados Civiles o en demandas ingresadas en los Tribunales de Familia pero en las que por su grado de complejidad, se solicitó nuestro asesoramiento a través de un estudio pericial. Finalizando este desarrollo, sintetizaremos las dos formas que adquiere nuestra intervención como peritos psicólogos: • En dos espacios: 1) En estudios periciales del grupo familiar, que supone la realización de una serie de entrevistas individuales y vinculares, con producción del informe pericial. 2) En audiencias con las partes, menores, asesor de menores y el Juez, en diferentes situaciones: cuando se plantea un problema puntual y es necesaria una resolución o toma de medidas urgentes o en otras ocasiones que no comportan riesgo, pero en las que se requiere nuestro asesoramiento previo a una decisión del juez, que implica un cambio para la familia. • En dos niveles: 1) De asesoramiento al juez: a través del esclarecimiento psicológico de la problemática familiar. 2) De intervención operativa o transformadora: por el efecto movilizador y promotor de nuevos ordenamientos, que produce nuestra intervención en las familias i Unica FORHNSE BN FAMILIAS 2 CAPÍTULO II La Intervención psicológica en audiencias Como hemos mencionado en el capítulo anterior, a lo largo del tiempo de trabajo y construcción de nuestra función como Peritos Psicólogas pertenecientes a la Institución Judicial, se han ido recortando dos escenarios en el ejercicio de la misma: a) la Intervención Pericial habitual: solicitud por parte del Juez del Estudio Psicológico, realización del mismo y producción del Informe Pericial escrito. b) la Intervención Pericial en Audiencias: de surgimiento posterior, pero de creciente demanda al consolidarse el vínculo interdisciplinario entre los equipos técnicos y el equipo jurídico de los Tribunales, e incrementarse las situaciones críticas y de urgencia planteadas por las familias. Se entiende por Audiencia, al espacio jurídico que el juez habilita en el seno de su Juzgado o Tribunal, para ocuparse de alguna problemática específica de un expediente o caso a su cargo. El juez cita para esa ocasión: a las personas involucradas en el juicio, sus letrados patrocinantes o defensores oficiales, los pertinentes integrantes del equipo jurídico (Asesores de Menores), así como a los profesionales peritos, cuyo asesoramiento considere necesario para evaluar la situación por la que se convoca a la audiencia. Ya hemos descripto y conceptualizado las particularidades de nuestra Intervención Pericial Psicológica, destacando como una de sus peculiaridades su carácter interdisciplinario, dada la intersección de las conclusiones psicológicas y el dictamen jurídico. En el actual capítulo queremos resaltar especialmente la problemática que se nos plantea cuando somos convocadas para intervenir en el contexto de una Audiencia ordenada por un Juez o Tribunal, a los efectos de resolver algu- na situación de urgencia presentada por una determinada familia, al interior de un proceso de divorcio conyugal. Diferentes tipos de audiencias La convocatoria a una Audiencia puede ser realizada con una relativa anticipación, en cuyo caso podremos conocer previamente el motivo de la misma y los antecedentes o circunstancias familiares que la generan. Pero también puede serlo con carácter de urgente, en la cual HILDAsituación ABELLEIRA - NORMA DELUCCA nuestro conocimiento previo acerca de la situación familiar será mínimo. El carácter de esta convocatoria marca una diferencia importante y significativa respecto de nuestra Intervención Pericial habitual, en la que trabajamos con un encuadre construido por nosotras. Incluye un espacio propio y diferenciado del espacio del Tribunal, la posibilidad de un tiempo que, si bien variable, permite la construcción de un vínculo con cada familia y la producción de un Informe Pericial escrito, producto de lo evaluado, pensado y construido en ese tiempo de trabajo singular con cada grupo familiar. 28 Denominamos iniciales, a las audiencias que inauguran nuestro contacto con las familias. A lo largo del tiempo, como producto del trabajo del Equipo Interdisciplinario que integramos con los Jueces, Asesores de Menores y Abogados de las partes, se ha ido instaurando otra modalidad de audiencias, posteriores a alguna intervención (pericial habitual o audiencia inicial), que llamamos de seguimiento. Su finalidad es la instrumentación de un espacio para pensar en conjunto los efectos de ciertas medidas adoptadas respecto de una familia y las posibilidades de la misma de sostenerlas. Por ejemplo, un cambio en la tenencia o en el régimen de visitas respecto de los hijos, y en ocasiones el seguimiento de un proceso terapéutico. En este caso, se incluye en la audiencia la presencia del terapeuta o de no ser posible, la consideración de su informe acerca del proceso terapéutico familiar. Además de esta distinción temporal, por su ubicación en el momento del vínculo peritos-familia, diferenciamos dos tipos de audiencias de acuerdo a los objetivos que se plantean. a) Audiencias de urgencia-resolución: se nos convoca ante una situación de urgencia y gravedad que afecta el funcionamiento familiar y ante la cual el Juez debe instrumentar en lo inmediato, alguna medida legal que ponga un límite o preserve a algún miembro de la familia en riesgo, en general, un menor (“medida cautelar”, en términos jurídicos). b) Audiencias de orientación: Se nos convoca ante una situación en la que el Juez y el Equipo Jurídico necesitan nuestro asesoramiento acerca de alguna problemática familiar que suscita interrogantes. Interrogantes no ligados a situaciones de riesgo. Su finalidad, a semejanza de las audiencias de seguimiento, es la construcción de un espacio para pensar en conjunto con el Juez, Asesores de menores y Abogados de las partes, alguna decisión a adoptar respecto de una familia. Características de las audiencias Los diferentes tipos de audiencias que hemos mencionado, poseen características comunes y especificidades que señalaremos: a) Características comunes • El lugar del encuentro: la privacidad, identidad y pertenencia de nuestro consultorio en la Asesoría Pericial, es sustituido en todas las audiencias por el espacio del Juzgado o Tribunal que interviene. La audiencia propiamente dicha se realiza en el despacho del Juez, con la presencia de todos los integrantes del equipo jurídico y en diferentes momentos, se incorporan miembros del grupo familiar (en general los padres, con menor frecuencia los hijos). Las entrevistas psicológicas que necesitemos realizar con uno o varios miembros de la familia o con subgrupos de la misma, se realizan en el espacio que en cada juzgado pueda reunir condiciones de silencio y privacidad, no siempre existentes, pero que tratamos sean creadas y respetadas por el conjunto del tribunal, incluido el personal administrativo. Esta dificultad, que al principio interfería nuestra tarea, pudo ser resuelta mediante el planteo claro y firme de estas condiciones básicas sin las cuales no Unica FORHNSE BN FAMILIAS 2 resulta posible la realización de entrevistas psicológicas, con la obtención de respuestas de aceptación y respeto a nuestros planteos, por parte de los Tribunales. i • Encuentro toda audiencia los equipos profesionales queinterdisciplinario: intervienen- el encuentro de alsupone menos -desde dos discursos: el dely Derecho y el del Psicoanálisis familiar. Discursos que implican concepciones diferentes acerca del sujeto y sus vínculos, (diferencias que hemos desarrollado en el capítulo anterior), y que por lo tanto enfrentan a los representantes de ambas ciencias a la ardua y compleja tarea de construir un diálogo que, respetando la singularidad de cada discurso, torne posible la producción de una intervención eficaz y adecuada a las demandas y necesidades de la familia que los convoca. La eficacia de la intervención, estará en estrecha relación con las posibilidades de los integrantes del equipo, de poder escuchar y reconocer lo diferente del otro, sin perder la singularidad de su propia mirada y su escucha. Sin desvalorizarlo ni competir, apreciando el aporte diferencial de cada disciplina, utilizándolas para abrir a otras perspectivas de comprensión e intervención ante la problemática familiar. Esta posibilidad, que exige actitudes flexibles y claras, no sólo garantizará un asesoramiento eficaz al Juez que debe articular nuestras conclusiones en una resolución jurídica, sino que también preservará al equipo de la captura identificatoria en la problemática familiar. • Intervención oral: en las audiencias, a diferencia de la Intervención Pericial habitual, el perito no transmite sus conclusiones por escrito, sino verbalmente. El tiempo de reflexión y elaboración de la intervención es muy acotado, por lo que también en este aspecto, hemos ido construyendo ciertas estrategias que preserven y tornen más efectiva nuestra participación. - El primer paso, es acceder a la lectura de los antecedentes con que pudiera contar el juzgado, si se tratara de una situación que surge al interior de un juicio ya iniciado. - En segundo lugar, acceder a la problemática a través del Juez que interviene, para conocer su impresión, interrogantes que se plantea y lo que desea que se esclarezca con nuestra participación. - En tercer lugar, planificamos la posibilidad de realizar entrevistas previas a la audiencia, como dijimos, en algún ámbito del juzgado donde contemos con privacidad: una con cada progenitor o familiar adulto que plantea la demanda y finalmente con el/los niños, donde se incluye alguna producción gráfica. Evaluamos lo producido en las entrevistas, para compartirlo posteriormente con el Juez y el Asesor de menores. Luego se realiza la audiencia con las partes y abogados, generalmente sin la presencia de los niños, donde el Juez transmite sus conclusiones, que generalmente suscitan un intercambio de ideas, que el equipo técnico contribuirá a fundamentar desde el punto de vista de su disciplina y el equipo jurídico desde la suya, apuntando a que se llegue a una decisión acordada. A continuación, creemos conveniente incluir a los niños para que se les explicite el sentido de la decisión. Es importante el hecho de que sea el Juez el que lidera la información a transmitir, producto del intercambio previo, interviniendo nosotros si se tornara necesario o lo requiriera alguien de la familia o el resto del equipo. Pero se privilegia la mediatización a través de la persona del Juez, que por su investidura opera con la fuerza ordenadora de la ley. El requerimiento de nuestra palabra durante el transcurso de una audiencia, hace evidente la necesidad de una sólida formación especializada previa, para que el profesional que interviene pueda fundamentar sus dichos con idoneidad y claridad. b) Especificidades de las Audiencias • Audiencias de urgencia-resolución. Son precisamente estas situaciones en que somos convocadas, las que nos exigieron una mayor reflexión tanto en HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA el momento del asesoramiento como a posteriori, a los efectos de poder pensar estrategias y criterios a tener en cuenta, a la hora de contribuir a la decisión judicial que debe tomarse en lo inmediato. Las urgencias, no han sido un espacio habitual de intervención de un psicólogo, ya que estamos formados para requerimientos más acordes con los tiempos psíquicos de elaboración, tanto desde los sujetos que consultan como desde los profesionales. Tiempos que suponen un proceso más o menos amplio. Mencionaremos dos obstáculos fundamentales a enfrentar: 1) el prejuicio a priori de que un psicólogo no podría intervenir eficazmente, si sólo tiene acceso a una entrevista personal con el sujeto en crisis; 2) la presión de los abogados, los adultos y a veces de los propios jueces, para que el psicólogo responda con certeza en la inmediatez, avalando a veces medidas apresuradas e ineficaces. Se torna pertinente definir, qué entendemos por una urgencia psicológica en nuestro ámbito, cuándo es posible intervenir y el alcance de esta intervención. Lo que definiría una urgencia psicológica como tal, es la presencia de una situación o estado crítico que pueda ser riesgoso para el sujeto que la está padeciendo, en cuanto a su equilibrio psíquico-emocional, su integridad física o que comprometa la existencia misma de uno o varios vínculos dentro del grupo familiar. 30las No nos siempre podemos definir de este modo, todas las situaciones donde un juez convoca de urgencia. En ocasiones, un padre manipulador, en connivencia con su abogado de parte, presentan una supuesta crisis de un hijo a la hora de tener que reintegrarlo al otro progenitor, con quien convive en otra localidad. La urgencia la presenta la ansiedad de un adulto que no acepta o no tolera el acuerdo al que se ha arribado y busca transgredirlo por este medio. No obstante, para lograr esta elucidación, tendremos que tomar contacto con las personas que realizan esa demanda y despejar su sentido, lo que sí entra dentro de nuestro quehacer como psicólogos, aunque sea para concluir que no existe tal crisis del niño. Otra dimensión importante, es analizar si es posible establecer un mínimo vínculo con el sujeto de la crisis, generalmente un niño o un grupo de hermanos, cuando se trata de un primer contacto con nosotros. En cuestiones de familia, si bien también puede presentarse uno de los progenitores en crisis, éstas surgen asociadas a conflictos con los hijos y es desde el vínculo con ellos que se enfocará la orientación. En referencia a nuestra práctica, entendemos que es posible establecer una relación que garantice el acceso a una cierta “verdad de la situación” a través de la palabra de los partícipes del conflicto, en la medida en que puedan configurarse condiciones de confianza previa desde las partes y sus letrados, en la idoneidad y neutralidad de los profesionales oficiales. Complementariamente, que respondamos efectivamente a esta expectativa, desde nuestra formación profesional y posición ética. Si se dan estas condiciones, podemos intervenir con eficacia en una situación crítica, ya que el objetivo fundamental en esta instancia, será asesorar al juez para que su resolución apunte, en algunos casos, a medidas acordes con la preservación de los vínculos paterno o materno filiales ya existentes, o en otros, a evitar transgresiones o alianzas que entrampan a los hijos. Por otra parte, no siempre podremos dar respuesta en lo inmediato a lo que se nos demanda, por la índole del conflicto a dilucidar. En tales situa- ciones, lo resuelto en la audiencia, abrirá a otras intervenciones con objetivos de mayor alcance y profundidad, como es la realización de una pericia psicológica, o un seguimiento pautado de la problemática familiar. • Audiencias de orientación. Como dijimos, se nos convoca a este tipo de audiencias cuando se necesita nuestro asesoramiento al surgir algún interrogante en el Equipo Jurídico en situaciones que no comportan riesgo, pero que requieren de la opinión especializada en relación a alguna medida a tomar en el curso de un proceso de la familia. Por ejemplo: si pedir una Intervención Pericial en determinado momento o no; si los planteos de un padre o una madre debenBNser atendidos, cuándo y cómo; si conviene o no sugerir el trataUnica FORHNSE 3 FAMILIAS miento psicológico de alguno de los hijos, del grupo familiar o de quiénes; si las indicaciones de determinado terapeuta privado resultan pertinentes. Lo importante a destacar, es que se recurre a la oralidad de la interven- i ción, pero con tiempo paracon pensar y discutir diferentes conurel equipo jurídico, así como la familia. La ausencia de alternativas situaciones de gencia y gravedad que caracterizan este tipo de audiencias, favorecen que el diálogo con los integrantes del grupo familiar se torne de mayor fluidez y espontaneidad y en consecuencia sean protagonistas más activos del proceso de orientación. Tanto las Audiencias de urgencia-resolución como las Audiencias de orientación, pueden ser iniciales, es decir, inaugurar el contacto con una determinada familia o ser de seguimiento, posteriores a una intervención pericial o a otra audiencia previa. Diríamos en líneas generales, que las Audiencias iniciales de urgenciaresolución, se han configurado como las situaciones de mayor complejidad en la intervención. En parte, por lo costoso que resulta en momentos graves de una familia asesorar al Juez en la urgencia y por otro lado porque no existe un vínculo previo con la familia, sino que hay que inaugurarlo en ese encuentro, así como con el Equipo Jurídico. Toda esta confluencia de situaciones nuevas, se constituyen en un desafío y una exigencia para el logro de una intervención eficaz. ¿Qué criterios generales orientan nuestra intervención en una audiencia, más allá de la singularidad de cada caso? Apuntaremos a poder evaluar: Alcance de la crisis en cada miembro de la familia, a través del análisis de lo transmitido por cada uno en la entrevista. • Cómo se manifiesta la crisis en el/los hijos: perturbación o inhibición severa en la expresión verbal y/o gráfica; capacidad de metaforización del conflicto en estas producciones; posibilidad o imposibilidad de modificación de las expresiones estereotipadas con que generalmente se pre• sentan los niños en “eco” de las de los adultos. • Indicadores de la capacidad de contención y discriminación que evi- dencia cada progenitor hacia sus hijos, en cuanto a poder diferenciar lo no resuello del conflicto conyugal, con la eventual problemática infantil. • Posicionamiento materno y paterno en relación a reconocer el lugar del otro en la vidadedelos losmismos. hijos y sus posibilidades de favorecer u obstaculizar la circulación A continuación, relataremos dos intervenciones en Audiencias diferentes en cuanto a sus objetivos, como al momento de la intervención: a) un caso de audiencia inicial, de urgencia-resolución; y b) un caso de audiencia de seguimiento y orientación. Caso de audiencia inicial de urgenciaresolución a) Se trata de una familia, compuesta por un niño de 7 años (Juan); su madre (Florencia), la nueva pareja (Mario) y un hijo de ambos, Martín (de 3 años y medio). El padre (Santiago) vive en otra ciudad, con su nueva pareja (Marcela) y un hijo de ella de un matrimonio anterior (Santiago, de 4 años). Los padres de Juan, están separados desde hace 5 años. El padre viaja quincenalmente a ver a su hijo. A veces le surgen problemas de trabajo y no lo hace con la misma frecuencia. El régimen de visitas se cumplía, aunque con algunos obstáculos (por diferencias en relación a horarios). La Jueza que interviene en el caso desde el divorcio conyugal, solicita nuestra presencia en una audiencia convocada a raíz de que Juan se negó a salir con el padre en sus últimos viajes y adoptó conductas de retraimiento 32 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA que preocuparon a la familia. En el Juzgado, la magistrada hizo el intento de hablar con el niño sobre los motivos de su negativa a salir con el padre. Como respuesta, Juan tuvo un acceso de furia, le pegó patadas, gritó, lloró, se pegó la cabeza contra la pared hasta hacerse un chichón luego con se replegó un sillón. Asíylotampoco encontramos al entrar al despacho de layJueza, quien seennegó a hablar quiso hacerlo con su madre. En el diálogo previo que mantuvimos con la Jueza y Asesora de menores, se nos brindaron estos datos sobre la familia y el conflicto suscitado con el niño. El padre pidió intervención del Juzgado, para que se restablezca el régimen de visitas y se aclare la situación. Antes de la realización de la audiencia con las partes y sus letrados, propusimos entrevistar por separado a los progenitores y luego intentarlo con el niño. De las entrevistas realizadas previas a la audiencia, se desprende que desde hace tres meses (desde marzo) se generaron problemas entre Juan y el padre, por lo que el niño no quiere verlo. El padre lo atribuye a que puede haber influido que él se casara legalmente en esa fecha. Supone que influyó negativamente en su ex esposa y de allí en Juan. Relatan una escena conflictiva en el campo en Semana Santa, donde Juan pasó unos días con la familia actual del padre. Santiago (hijo de Marcela) y Juan se pelean. Juan le pega a Santiago y el padre dice que... “por no hacer diferencias”... “porque Juani es mi debilidad” lo reprende a Juan y lo zamarrea. Juan se queda muy ofendido con su padre y le relata angustiado este episodio a la madre al volver a su hogar. El padre comenta a su vez, que está preocupado porque su hijo se refiere a Mario como “papá” y responsabiliza a la madre por no aclarar esto con Ju ani. En mayo de este año la madre consulta a un psicoterapeuta, que realiza entrevistas familiares centradas en Juan (“Juani”). En una de las sesiones su rge el interrogante de Juani sobre su srcen y sobre si el padre quería que él naciera. La madre expresa, que por “querer decirle siempre la verdad” le responde que no; “no quería que vos nacieras. El terapeuta me miró como diciéndome que le cont ara la verdad”. El terapeuta incluyó en las entrevistas a la pareja actual de la madre y abuelos maternos, pero no lo hizo con el padre, ni la madre le comunicó a Santiago sobre la cuestión. Los progenitores de Juan dialogaban muy poco. El padre se queja de que la mamá no lo participaba de decisiones importantes respecto de su hijo. La mamá se comunicaba telefónicamente, surgía algún problema por el cual Juani no pudiera salir con él ensólo sus cuando viajes a verlo. El padre expresa que el surgimiento del rechazo de Juani a verlo, dio oportunidad a que Florencia planteara comenzar con algunas visitas de él al hijo, en su presencia. Lo cual hizo surgir entre ellos, viejos reproches de situaciones no elaboradas. En una de esas visitas (ya se había producido la sesión familiar donde Juani preguntó si su padre quería que él naciera), el niño le dirige esta pregunta al padre. El padre se siente descolocado por la pregunta e intenta contestarle lo mismo que nos refiere a nosotras, “que ellos se llevaban mal; tenían muchas discusiones y diferencias y que por esos motivos él consideraba que por entonces, no era el mejor momento para pensar en un hijo. Pero que él está muy contento de tenerlo como hijo”. Florencia le dice: “Contale cómo me pegaste cuando yo estaba embarazada”... “po rque él no me cree a veces” (eso dio por terminada la visita y luego surge el pedido de la audiencia). Florencia relata con una angustia de tiempo presente, lo que le significó la separación: “Sufrí mucho por la separación. Traté de sacarme de encima rencores y resent imientos. Durante 5 años sentí que era importante que Juani viera al padre… no qu ería ser yo quien le destruyera la imagen del padre”. Santiago, si bien padece la separación, la siente como un alivio de la tensión que se había generado entre ellos. Pero intenta mantener el vínculo con su hijo. Viaja a verlo y lo llama por teléfono frecuentemente. No obstante, la distancia dificulta su relación con Juani. Santiago reconoce que tal vez comeUnica BN Fdecirle AMILIAS insistentemente por teléfono que lo extrañaba mucho 3y tió elFORHNSE error de que eso lo ponía triste. Juani decía: “No quiero verle la cara de trise a papá” . Luego de ver a los padres, tomamos contacto con el niño. Juani acepta ingresar al lugar de la entrevista, donde le aclaramos que le hemos traído hojas i y marcadores, para que pueda expresar lo que le pasa además de contarlo. Se entusiasma vivamente ante la posibilidad de dibujar, abandonando la actitud de ensimismamiento con que lo encontramos. Dice sin angustia y más bien con bronca: “Mi problema es Santiago; habría que matarlo” (aclara que se refiere a su papá). Sin volver a referirse al padre, dibuja con fluidez y excelente nivel expresivo tanto gráfico como lúdico, diferentes personajes masculinos de la serie “Los fantásticos”, entre ellos “Linterna verde”. Al pasar, menciona que se lo regaló su padre en el último viaje que hizo a verlo (en Semana Santa donde se inició el conflicto). Dibuja también a “Rambo”: “este „parece‟ malo; pero pelea para hacer el bien”. Síntesis de lo evaluado Para fundamentar nuestro asesoramiento psicológico a la Jueza, equipo jurídico y a la familia al interior de la audiencia, organizamos algunas puntualizaciones que contribuyeran a la toma de una decisión en lo inmediato. Se desprende de los relatos de ambos progenitores, que si bien la separación conyugal se produce hace 5 años y que ambos han formado nuevas parejas que dicen son satisfactorias, han permanecido inelaborados algunos aspectos ligados a la misma. • En la madre, se evidencia en su frase expresada al respecto, con intensa angustia y llanto. • En el padre, a través de mostrarse insistentemente ante su hijo, angustiado y triste por su distancia con él, lo que generaba angustia e impotencia en Juan, quien no tenía posibilidades de resolver esta realidad. • Lo no elaborado retorna y hace crisis en momentos de cambio en la familia: - El padre se ha casado e inicia la convivencia con su nueva mujer y un hijo de ella, de 4 años, edad del hermano menor de Juan, y que lleva el mismo nombre que su padre (Santiago). En la primera visita de Juan a su padre con la nueva familia, Juan se pelea con el niño y el padre lo reprende sólo a él, lo que inicia el rechazo de Juan a ver a su padre. - Mientras tanto, la madre ha iniciado una terapia familiar centrada en Juan, que excluye al padre. Ni ella le avisó a su ex pareja de este tratamiento, ni el terapeuta lo convocó. - El terapeuta envía al Tribunal un certificado pidiendo que se suspenda el régimen de visitas a favor del padre, hasta que se avance en el tratamiento del menor. Lo que supone desde esta identificación parcial con la problemática familiar, que el terapeuta refuerza el movimiento familiar de exclusión del padre y de allí, refuerza también la actitud de rechazo de Juan. • Los cambios en la situación familiar del padre, la mencionada reprimenda al niño, la frase enunciada por la madre en la sesión familiar ante una pregunta de Juan: “No, tu papá no quería que vos nacieras”, y la opinión sesgada del terapeuta, hacen inteligible la crisis que pone de manifiesto el menor, que se despliega dramáticamente en la audiencia. Indicadores de buen pronóstico • La madre nos expresa, que si desde lo que evaluamos fundamentalmente en Juani, le garantizamos que volver a salir con el padre, no lo dañará, está dispuesta a aceptarlo. El padre manifiesta reflexivamente, que ha cometido el error • • de expresarle de manera insistente a Juani, su tristeza por no verlo. “Antes me empeñaba en ver a Juani a toda costa, ahora pienso que lo que más quiero es que esté bien”. • El niño acepta sin dificultades ingresar al lugar de la entrevista con nosotras, al ofrecerle material gráfico y lúdico. Su producción es espontánea y de gran riqueza expresiva. Se logra una comunicación fluida, creándose un clima de calidez. 34 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Conclusiones • Teniendo en cuenta las expresiones simbólicas desplegadas por el niño, su capacidad de superar el malestar inicial y los indicadores de conflictos no desorganizativos, consideramos que el manifiesto rechazo de Juani al contacto con el padre, encubre un conflicto no resuelto a nivel de la pareja parental, que potencia las dudas del niño sobre su srcen. • En ambos progenitores persisten dichos conflictos, que obstaculizan sus capacidades de contención y discriminación de las necesidades y problemáticas específicas del hijo. • Por lo tanto, consideramos que no sólo no existe riesgo en que el hijo vuelva a conectarse con su padre, sino que es necesario, para que el niño pueda también plantearle a él directamente, sus incógnitas. • A su vez, estimamos que estas conclusiones surgidas de un primer contacto con la familia, tendiente exclusivamente a propiciar el vínculo interrumpido padre-hijo, nos permiten una aproximación a una problemática compleja, que haría necesaria su profundización a través de nuestra intervención a nivel de un estudio pericial. Estas consideraciones compartidas con la jueza y el equipo jurídico, permitieron plantear en la audiencia los tópicos básicos, que generaron una aceptación depericial. la reanudación de las visitas del padre y el inmediato comienzo del estudio El trayecto recorrido durante los meses siguientes con esta familia, será relatado en el Capítulo X, en la segunda parte de este libro sobre “Historia les clínicos”, bajo el título “Cuando queda cuestionado el lugar del padre”. Caso de audiencia de evaluación seguimiento b) Se trata de una familia integrada por la madre, Alcira, de 30 años, el padre Arturo, de 35 años y dos hijas: Soledad, de 10 años, que cursa 5 o grado y Fernanda, de 8 años, que cursa 3 o grado. La pareja se separa hace tres años y a partir de la separación las niñas quedan a vivir con el padre y los abuelos paternos. Si bien se fijó un régimen de visitas, el contacto madre-hijas parece haber sido siempre dificultoso. La madre convive desde poco después de la separación con una nueva pareja, Oscar de 33 años. Nuestra Intervención Pericial es solicitada a raíz del reclamo de la madre ante la interrupción del contacto con la hija mayor, “aparentemente” funda do en el rechazo de Soledad a verla y los cada vez más esporádicos encuentros con la hija menor. El estudio pericial de esta familia incluyó entrevistas individuales con cada uno de los progenitores, en las que trabajamos con la realización del Árbol Genealógico y los Planos de la Casa Actual y Última Conyugal de cada uno; entrevistas vinculares con las hermanas, en las que dibujaron la tríada del Dibujo de la Familia (Imaginaria, Actual y Prospectiva) y entrevistas vinculares madre-hijas y padre-hijas, con la instrumentación de la Hora de Juego Conjunta (ver Cap. V y VI). Síntesis de lo evaluado Surge del relato y las producciones de ambos progenitores, que si bien la separación se concreta hace alrededor de tres años, luego de trece de convivencia, el malestar entre ellos se había iniciado mucho tiempo antes. Ambos reconocen que sólo los primeros años “se llevaban bien”. Progre sivamente el vínculo se fue deteriorando y después del nacimiento de Fernanda, la segunda hija, parecen haber ingresado en un período de malestar e insatisfacción mutuos de gran intensidad. Cada uno acusa al otro de abandono y desatención; inestabilidad; relaciones matrimonio y reacciones violentas y agresivas. Unicaparalelas 3 FORHNSE BNalFAMILIAS Ambos se sienten y así tratan de presentarlo ante nosotras, víctimas no sólo en cuanto al desamor, sino también en relación a cierta necesidad vengativa del otro de castigarlo. i Si bieneselmuy contenido de sus discursos es semejante, la actitud con que los enuncian diferente. Alcira aparece angustiada, temerosa e insegura, tendiendo a ubicarse en ese lugar que, dice, el otro la quiere poner. Arturo, por el contrario, se muestra firme y seguro en sus argumentaciones. No admite posibilidades distintas a las evaluadas y percibidas por él, respecto a los hechos de la historia común. Procura denigrar la persona de Alcira, oponiéndola a la suya de “hombre bueno, trabajador y paciente”, víc tima del comportamiento inadecuado de la madre de sus hijas. No le preocupa el rechazo de Soledad hacia su madre, más bien diríamos, que es lo que “él cree que Alcira merece y lo que él espera de Soledad”. Las niñas aparecen, en especial en los comienzos de las entrevistas, con estilos de funcionamiento casi opuestos. Soledad se muestra seria e inhibida, de aspecto triste y desvalido, con dificultades para expresarse verbal y gráficamente y dependiente de los juicios y actitudes de Fernanda. Fernanda aparece sonriente y expresiva. Habla y dibuja con espontaneidad, expresando activamente su anhelo de unión familiar: promueve el acercamiento de Soledad a la madre expresando ella sin inhibiciones su afecto hacia Alcira y su necesidad de recuperar la relación con ella, pero sin excluir al padre. En sus producciones acerca de la familia expresa su deseo de reunión de los cuatro, pese a reconocer que la realidad dista mucho de sus deseos. No obstante expresa con claridad su necesidad de conservar el vínculo con ambos padres, así como su fantasía de vivir con la madre y procura estimular a su hermana para que se permita darse cuenta de lo que siente. Soledad pudo ir cambiando su inhibición inicial, logró ir expresando su afecto y necesidad de la madre, sin sentir esto como traición al padre. En las entrevistas conjuntas con cada uno de los padres, realizadas al final de la intervención, pudieron expresarse con soltura, de manera que impactó a ambos progenitores, en especial la actitud y los dichos de Soledad. Con la madre mostraron la necesidad y la importancia de la presencia de ésta en sus vidas (se estableció un diálogo fluido entre las tres y acercamientos físicos realizados con naturalidad y placer), verbalizando ambas niñas el proyecto conjunto de vivir con ella, a lo que Alcira responde desde una actitud firme y convencida de sus derechos, tal vez por primera vez desde la separación (recordemos que resignó pasivamente la tenencia de sus hijas a favor de Arturo sin que existieran motivos fundados para que ésta le fuera cuestionada). Con el padre, en un clima de afecto y con naturalidad, pudieron plantear sus dificultades con los abuelos paternos, que surgen como figuras autoritarias y represivas, pero claramente diferenciadas de Arturo, así como sus sentimientos y deseos hacia la madre. Arturo, luego del impacto inicial y una primera reacción de enojo, pudo empezar a escucharlas y a reconocer algunas cuestiones como por ejemplo, la relación conflictiva abuelos-nietas y la inconveniencia de continuar la convivencia con ellos. Mucho más costoso le resultó admitir los sentimientos de sus hijas hacia Alcira, pero pudo concederles el espacio para expresarse que hasta ese momento no era posible. Lo evaluado nos permitió arribar a las siguientes conclusiones: • Que la ex pareja conyugal sostenía un vínculo de marcada hostilidad mutua, incrementada luego de que la madre formara nueva pareja, evidenciada en él por conductas de control, desvalorización y fantasías de castigo hacia su ex mujer y de cierta dependencia, sentimientos de culpa y au- todesvalorización, por parte de ella. • • Que el vínculo madre-hija mayor se encontraba contaminado por sentimientos inherentes al vínculo de la ex pareja, por lo que la niña aparecía como portavoz de un discurso que no le pertenecía, sino que era más bien el “arma” que castigaba a la madre y mujer “traidora” (castigo necesita do por diferentes razones por ambos padres). La hija menor, si bien menos 36entrampada en la situación, corría el riesgo de llegar a estarlo. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA • Que en el contexto de las entrevistas vinculares, tanto la madre como la hija mayor pudieron encontrar nuevas maneras de conectarse y rescatar sus sentimientos y deseos; la hija menor fortalecerse y el padre empezar a cues- tionarse y reflexionar acerca de actitudes suyas que realimentaban y sostenían la exclusión de la madre a quien había “reemplazado” por sus propios padres, que surgieron en el contexto pericial como vínculos conflictivos desde las niñas. De la evaluación realizada se desprendía la conveniencia de incrementar gradualmente el contacto madre-hijas, tendiendo a producir un cambio en la tenencia: retorno de las hijas con la madre, previo fortalecimiento de ésta en su lugar materno y del vínculo materno-filial, así como la necesidad de postergar la convivencia de Alcira con su nueva pareja hasta que pudiera consolidarse la nueva organización familiar y estuvieran más claros los lugares de cada uno. Teniendo en cuenta la precariedad de los cambios evaluados, en especial en la conducta de ambos progenitores, consideramos conveniente y necesario el seguimiento de esta familia en Audiencias bimestrales durante no menos de un año, a fin de acompañarlos en el proceso de creación de sentimientos de confianza recíprocos y de nuevas maneras de relacionarse. Concurrieron a todas las Audiencias, en las que eran entrevistados en forma individual y posteriormente conjunta con sus hijas por nosotras, previamente a la realización de la Audiencia propiamente dicha con todo el equipo jurídico. Lentamente se fue consolidando lo que se había esbozado en el espacio pericial. Alcira se fue apropiando de su lugar de madre con firmeza y seguridad apuntalada en el creciente afecto que podían transmitirle sus hijas. Es decir que el vínculo materno-filial se fue construyendo de otro modo, al sentirse sus integrantes legitimadas por la Ley. Esto actuó a su vez, como límite a las conductas intrusivas y descalificadoras de Arturo, que debió y pudo reconocer a sus hijas y a Alcira como sujetos con derechos, más allá de sus deseos. Corrimiento que le permitió ir construyendo de otro modo el vínculo con sus hijas, accediendo al diálogo y a un intercambio afectivo que, como expresaba con frecuencia, le sorprendía pero lo alegraba mucho. Alcira y Arturo, si bien con dificultades, pudieron empezar a comunicarse entre ellos sin agredirse, en torno a los intereses y necesidades de sus hijas. En esta línea de trabajo se logró al cabo de un año, efectivizar el cambio de tenencia a favor de la madre, con aceptación de todos los integrantes del grupo familiar, preservando un contacto estrecho y fluido de las menores con el padre. CAPÍTULO III Acerca de la Familia Como decíamos en la introducción, se nos hizo necesario recurrir a investigaciones y desarrollos teóricos acerca de la temática familiar, que ya habíamos comenzado a transitar en la clínica. En los primeros tiempos nos nutrimos de los aportes de Pichón Riviére, Edgardo Rolla, Carlos Sluzki, Ronald Laing, César Liendo, entre los autores de mayor relevancia. Dentro de los desarrollos teóricos existentes en nuestro país, las formulaciones de Isidoro Berenstein concentraron nuestro interés por su riqueza, su sistematización y la articulación novedosa entre Lingüística, Antropología Estructural y Psicoanálisis, que fuera el tema central de su libro, Familia y enfermedad mental (1976). Estos conceptos fueron expuestos sintéticamente por el autor, en un trabajo leído con anterioridad en el Primer Congreso Argentino de Psicología y Psicopatología del Grupo Familiar, realizado en Buenos (1970). El acceso a estas Aires conceptualizaciones, nos posibilitó escuchar de otra manera, leer, entender e intervenir en estos grupos familiares, donde intentábamos dar cuenta de sus conflictos, sus padeceres y de la compleja trama de relaciones que la ruptura conyugal inaugura. Han transcurrido treinta años. Tanto nosotras como la teoría de Berenstein, hemos transitado por numerosos cambios. Sigue no obstante siendo el marco teórico básico desde el que se sostiene nuestra tarea con familias. En tal sentido creemos pertinente realizar una breve síntesis del transcurso de la misma, que su autor planteara como a revisarse cada década. Ha sido precisamente ese tiempo, el que fue marcando cambios significativos en la teoría. En la década que comienza en 1970, concebía al grupo familiar, como “un sistema con una estructura inconsciente”. Sistema regulado por el principio de intercambio y el tabú del incesto, donde metodológicamente se diferenciaban dos niveles de funcionamiento: el observable de las relaciones familiares, más accesible a la conciencia de sus integrantes y el de la estructura inconsciente, inferible desde el terapeuta o investigador, a partir del marco teórico de referencia. Se accedía al funcionamiento inconsciente a través de lo que llamara las producciones familiares: sistema de los nombres representaciones ypropios, creencias familiares (Ob.del cit.,tiempo 1976). y espacio, circulación del dinero, discurso, mitos Un modo de pensar la estructura inconsciente, parte de las conceptualizaciones tomadas de Lévi-Strauss (1949,1958), en relación a lo que este autor de nomina “la estructura elemental del parentesco o átomo del parentesco”. Di ferencia dos subsistemas: el de las denominaciones (padre, madre, hijo, hermana, tío, etc.) y el de sentimientos y actitudes, que cada cultura adscribe como esperable para cada término y relación, junto a lo que prohíbe o rechaza. De este modo, se hacen manifiestos los sentimientos y actitudes permitidas, mientras que los prohibidos se tomarían inconscientes por efecto de la represión. Otra referencia que toma Berenstein, la podemos hallar en el estudio de LéviStrauss sobre el “avunculado”. Este define la relación entre el “tío materno” (avunculus) y el sobrino. Encuentra que en las culturas observadas, existe una relación de oposición entre las relaciones tío-sobrino y la paterno- filial. Cuando el tío materno representa toda la autoridad familiar (generalmente en los regímenes matrilineales), el padre carece de ella. Las relaciones sobrino-tío son positivas y de respeto. Las del hijo con su padre, suelen evidenciar hostilidad o afecto, pero no es visualizado por el hijo como quien dicta las normas familiares. En cambio en las organizaciones patrilineales, se espera que la familia. autoridad la ejerza el padre, teniendo el tío materno un papel secundario en la nueva Señala Berenstein, (ob. cit, 1976, pág . 30) que “esta descripción sincrónica se ree ncuentra diacrónicamente en la evolución del parentesco desde la Edad Media: si el lazo entre padre e hijo se debilita, se refuerza el lazo entre tío materno y sobrino y este vínculo se halla en relación inversa con la disminución del poder del hermano sobre la hermana y el aumento del poder conyugal del marido respectivo”. La cuestión del tío materno implica entonces, un nivel de organización fundante de la familia basada en la noción antropológica de “intercambio”, por el cual lo ese n- cial para el análisis, es la relación de por lo menos dos sistemas familiares: la relación que el tío materno establece por medio de la hermana, con el sistema de la familia conyugal. Berenstein considera que la organización familiar como sistema psicosocial basada en el intercambio, subyace a nivel inconsciente, poniéndose de manifiesto en cam- bio, los lazos biológicos. Este principio fundante permanece inconsciente, porque está en relación con la prohibición del incesto y ubica la significación del parentesco, como dijimos, en la relación de por lo menos, dos sistemas: familia de srcen-familia conyugal. Se recortan entonces en la estructura elemental, cuatro tipos de relaciones: de consanguinidad (hermano-hermana); relación de alianza (marido-mujer); de filiación (progenitores-hijo), avuncular (tío-sobrino). La relación entre cuñados, pasa a ser el eje en el cual se estructura la relación de parentesco. Berenstein agrega, que en sus desarrollos tomará el concepto de “tío ma terno”, como un modelo para estudiar no sólo a la persona de éste, sino a todo aquel que represente a la familia de donde proviene la madre y su relación estructural con la 38 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA familia conyugal. De allí deriva su definición del grupo familiar como un “sistema relacional entre dos familias, asentada en la prohibición del incesto como regla fundante, reguladora del intercambio dentro del grupo familiar y de éste con otro para renovar el parentesco por medio de la alianza heterosexual” (pág. 31). Otro modo de pe nsar lo inconsciente a nivel del grupo familiar, que sur ge de la obra citada, refiere a “todo aquello que de la organización familiar no pasa por la conciencia de los integrantes o aquello que de su historia no j es apreciado como determinante de la estru ctura actual” (pág. 55). Cuando escribe el artículo “Familia y estructura familiar diez años después” (1980), vuelve sobre algunas proposiciones básicas de su modelo de la Estructura Familiar Inconsciente (EFI). Haremos una síntesis de sus proposiciones y ampliaciones conceptuales: • “Las relaciones familiares tienen un carácter simbólico, cuyo significado yace en la estructura inconsciente”. • “La estructura inconsciente de las relaciones familiares, es un conjunto li gado de las relaciones entre términos” (alianza, consanguinidad, filiación, avuncular). Entendiendo a “la EFI como un operador a través del cual se generan sig nificaciones provenientes de la cultura, éstas llegan a los integrantes de la familia mediante transformaciones que les dan sentido y significado a las relaciones familiares”. Su planteo de incluir al cuarto término como integrante de la EFI y representante de la familia materna, despertó cuestionamientos reiterados que sintetizamos en la siguiente pregunta: ¿Por qué privilegiar la familia materna si cada familia contribuye con un hijo? Berenstein responde en este artículo: “perceptiva y empíricamente están en la misma posición, semánticamente no”. Hombre y mujer en la alianza (y por ende, familia de srcen materna y paterna), tienen distinto significado. Fundamenta esta afirmación en varias fuentes: 1) La observación clínica realizada durante quince años en tratamientos familiares prolongados y supervisiones de colegas. Admite las limitaciones de este argumento, ya que toda observación es dependiente del modelo conceptual con que se mira. Si coincide, confirma el modelo; si no coincide, no lo descarta, sólo demuestra su incompletud. 2) Las numerosas observaciones y descripciones antropológicas sobre las que se apoyó (Lévi-Strauss). Las limitaciones de este argumento serían las mismas que para el anterior. 3) La coherencia interna que poseerían las hipótesis formuladas, así como su poder explicativo abarcativo. 4) Formula así mismo, que “si el modelo es teóricamente eficaz, debe poder i ncidir y ampliar otras nociones” (por ej., la de Complejo de Edipo). Se plantea en la explicación, la cuestión de la discontinuidad entre lo biológico y lo semántico. “Lo que hace del hombre un ser humano, (...) es aquello que apoyado en lo biológico, se constituye como un campo de significación”. Esto lo lleva a la distinción hecha por Harold W. Scheffler (1969) -en referencia a la concepción del parentesco de Lévi-Strauss- entre parentesco natural y parentesco cultural. El parentesco natural, considerado en base a la procreación, requiere en consecuencia dos genitores. El parentesco cultural, es un conjunto de relaciones clasificadas en prohibidas y permitidas. Es decir, la base no es la procreación, sino las condiciones que le dan significado. Mediante la prohibición del incesto y la ley de exogamia dictada por el padre o en su nombre, aunque pueda ser verbalizada por la madre, se establece la regla o la norma por la cual se repite para la generación siguiente, la inaccesibilidad de la mujer recibida por el padre. Para que el hijo tenga mujer, debe a su vez recibirla como el padre la recibió, de un grupo dador. Volviendo a la pregunta inicial, Berenstein responde que desde un punto de vista biológico y desde lo conciente, los componentes de la alianza tienen un valor semejante. Toda familia entra en un intercambio donde cada una ofrece un varón y una mujer. Pero, si se considera el intercambio de significados y nos desplazamos hacia la orga39 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA nización inconsciente, surge la jerarquía semántica y el valor diferente de cada elemento. Dice Lévi-Strauss: “Ningún sistema es nunca rigurosamente simétrico para los dos sexos, porque en to da sociedad sus posiciones respectivas no son conmutables”. Lo que plantea como signo de valor jerárquico diferente a la función paterna y materna. El hijo varón, al reemplazar al objeto erótico inicial -la madre- por otra mujer fuera del grupo familiar, se liga al grupo dador de la mujer, operando de este modo la identificación al padre. En el caso de la hija mujer, la prohibición del incesto la obliga a ser ofrecida a otro, así como el padre recibió a su mujer de otro hombre. El acento se desplaza en esta concepción, de la filiación a la alianza. La alianza se consolida y por consiguiente se debilitan los vínculos consanguíneos, en las culturas que prescriben el intercambio de mujeres y la ubicación de la nueva familia en lugares diferentes del de sus familias de srcen (neolocalidad) (Nocetti, J.C., 1983). Esta manera de pensar -según Berenstein- se conecta por último, con reflexiones sobre el Complejo de Edipo, que como modelo triangular derivaría de un conjunto a representar por cuatro términos, haciéndole un lugar en la estructura al representante o dador de la mujer, luego madre. Un padre que no puede instalarse en tanto representante de la ley, como padre prohibidor en la relación de deseo entre el niño y la madre, es un padre que no tuvo la posibilidad de establecer un corte inicial constitutivo de la relación de alianza, entre la mujer y su dador. Remarca, que otra de las ampliaciones surgidas del modelo de la EFI, refiere al complejo tema de la transmisión transgeneracional. La transmisión de significados inconscientes de una generación a otra, sólo se realiza si se establece un acuerdo fundante y estructurante, también de naturaleza inconsciente, entre los distintos integrantes de la familia. Los significados son transmisibles como mensajes, tanto en su racionalidad como en su irracionalidad. Modelo que reúne un mínimo de tres generaciones, pudiendo un significado tornarse irracional, cuando es impuesto o forzado a mantenerse a través de las generaciones, sin reformulaciones para los nuevos contextos. Finalmente, propone como sugerencia para los próximos 10 años, la posibilidad de relacionar según los datos empíricos, la combinatoria entre los cuatro tipos de relaciones y sus predominios, que ofrecería modalidades de EFI, que pueden evolucionar hacia funcionamientos psicopatológicos o hacia la normalidad. La normalidad, estaría más cerca de la exogamia, la diferenciación sexual y generacional, la observancia de la prohibición del incesto y del funcionamiento del padre como doble interdictor. En “Releyendo Familia y enfermedad mental, diez años después” (1991), retoma el trabajo comentado, veinte años después de escribir su primer libro. Reflexiona acerca del cambio en los interrogantes teóricos. Señala que mientras diez años atrás se multiplicaban las preguntas acerca de por qué el privilegio de la familia materna, en ese momento ya es algo aceptado y los interrogantes se dirigen a otros aspectos y tienen mayor nivel de complejidad. No obstante, aporta una mayor precisión respecto de la razón psicoanalítica de este predominio observado en la clínica. Lo refiere a las vicisitudes del complejo de Edipo de la niña formuladas por Freud. En tanto la amenaza de castración operaría la posibilidad de su disolución en el varón, en la niña genera su ingreso y por ende, la falta de un motivo drástico para la salida, la que se produciría lentamente, tendiendo la mujer a mantener una larga adhesión a su familia de srcen. En sus trabajos de esta época (1990,1991), pone el acento en el concepto de vínculo, que distingue de la denominación de relación utilizada hasta ese momento, proveniente de la antropología. Hace referencia al vínculo, señalando su ligadura inconsciente, mientras que el concepto de relación, es adscripto a la multiplicidad de sus manifestaciones. O bien, es definida la relación, como el conjunto de realizaciones en que se manifiesta la matriz inconsciente del vínculo. Esta modificación conceptual, apunta a caracterizar metapsicológicamente el espacio simbólico familiar, para lo que se requería de una noción base del mundo intersubjetivo, diferenciado del intrasubjetivo. “ Vínculo” ocuparía un lugar equivalente al concepto de representación y de objeto para lo intrasubjetivo. Señala que el vínculo, liga duradera y establemente lugares y estos a su vez son ocupados por yoes permutables entre los lugares. El significado de cada yo, depende del lugar y del vínculo de parentesco correspondiente, lo cual recorta un contexto y otorga un sentido a lo intercambiado (palabras, actos, bienes). y uno que- Nno loDes, por 40 El vínculo une al yo y al otro con un sector representable HILDA ABELLEIRA ORMA ELUCCA su condición de exterioridad. Lo no representable, no asimilable al yo, recibe también una inscripción que es propia de las estructuras vinculares, como la de algo ajeno al yo con lo que ha de relacionarse. El vínculo genera una representación que posee un valor agregado a la mera suma de las del yo y del otro. Se propone para los diez años venideros, la necesidad de formular una metapsicología de lo vincular, así como trabajar el área de lo transubjetivo, lo sociocultural, de lo cual se consideraba a la Estructura Familiar Inconsciente (EFI) como mediadora respecto de la subjetividad. Esta manera de pensar la familia que hemos reseñado, dotaba a la teoría de una gran coherencia interna y nos suministraba a los que trabajábamos con ella, ciertas certezas acerca del srcen de los padeceres familiares, así como del operar en la clínica para su superación. Incluía el concepto de transferencia, pero concibiendo al terapeuta como depositario de lo proyectado por el conjunto familiar y respondiendo desde su contratransferencia. En la última década, a la vez que los desarrollos anteriores se iban com- plejizando, también nosotras necesitamos recurrir a otras disciplinas para intentar explicar fenómenos que observábamos en nuestro trabajo con las familias, de las que no llegaba a dar cuenta el Psicoanálisis de las Relaciones Familiares. Desde nuestra práctica, acceder a las complejas transformaciones que el divorcio de la pareja conyugal inicia en la familia, de lo nuevo y de lo viejo, de lo que permanece y lo que cambia, de los diferentes tiempos de cada uno y de cada vínculo en el devenir de la crisis y el duelo, así como de las complicadas operatorias que abren al armado de nuevas familias, excedían la posibilidad de ser entendidas exclusivamente desde este marco teórico. El modelo, quizá sin advertirlo, se basó en la representación de la familia tradicional patriarcal, paradigma del pensamiento de la modernidad. Pensó lugares y funciones como invariantes y al divorcio, junto a las nuevas construcciones familiares, como excepciones. Posiblemente esto influyó para que durante mucho tiempo no hubiera un desarrollo teórico sistemático sobre estos temas desde el Psicoanálisis Familiar. También nuestro contexto institucional-judicial, que implicó el desafío del trabajo interdisciplinario, nos exigió posicionamientos y reflexiones críticas sobre el modo de pensar e intervenir en las familias. Así mismo, los cambios socio-históricos (entre otros: caída de los ideales de la modernidad, declinación del patriarcado, incremento del individualismo, cambios en el lugar de la mujer, nuevas organizaciones familiares, frecuencia de los divorcios, familias después del divorcio, familias de un solo progenitor, familias con parejas homosexuales) implicaron nuevas y enigmáticas demandas para nuestra ciencia y todas las que se ocupan del hombre. Se produce así la necesidad de un contacto y la apertura a un diálogo entre las ciencias que va generando nuevos conceptos, amplía interrogantes y abre al pensamiento de la complejidad. Se modifica la noción de límite entre las ciencias, de modo que sin perder la especificidad, las fronteras abandonan su rigidez y se interrogan interdisciplinariamente problemáticas comunes, que permiten enriquecer posibles respuestas y abrir a nuevos interrogantes. Dentro de este contexto de interrogaciones e intercambios, las teorizaciones sobre la familia, desde nuestro punto de vista, se centran hoy en concebirla como una estructura abierta, compleja, heterogénea y en permanente intercambio entre sí y con el afuera, como toda construcción de la cultura. Por lo tanto, expuesta a transformaciones, tanto a lo largo de la historia como en su propio devenir. Sería más pertinente entonces, hablar de “las familias”, dada la validez que actualmente se le otorga a su heterogeneidad. Dando un nuevo sentido al concepto histórico de determinación, se abre un lugar de mayor relevancia al azar y al acontecimiento, como operantes en la construcción de la subjetividad y los vínculos. Se piensa así, ya no en un sujeto cuyo srcen se define sólo en los primeros años de la vida en el intercambio con sus padres y entorno relevante, sino en un sujeto vinculado, que en cada encuentro significativo a lo largo de su vida, forma y construye su ser con el otro. O sea, en múltiples orígenes del mundo subjetivo y vincular. En relación con transformaciones sociohistóricas en su organización, cambios en el papel de la mujer y en la crianza de los hijos en especial, la familia o grupo sustitutivo, humanización suje41 si bien continúa siendo indispensable para el proceso de HILDA ABELLEIRA - NORMAdel DELUCCA to, comparte tempranamente la producción de subjetividad con otras instituciones (jardín, escuela, etc.), con figuras significativas no pertenecientes al ámbito familiar y aun con otros anónimos a través de los medios masivos de comunicación. Por lo tanto, pensamos el proceso de construcción del sujeto, en constante operatoria de producción de nuevas inscripciones en cada encuentro vincular significativo. Las nuevas teorizaciones transforman también, la manera de concebir el vínculo terapeuta-paciente. Vínculo en el que el lugar y función del analista es pensado no ya como simple depositario de lo proyectado por los integrantes del conjunto familiar y respondiendo desde su contratransferencia, sino como implicado y co-configurante de la situación. Pensamos entonces, en un vínculo en el que lo transferencial es recíproco. Tanto en su vertiente imaginaria e histórica, como en relación a lo novedoso del encuentro actual entre sus partícipes. La intervención del terapeuta no se limita a un decir, sino a un hacer acto, generador de nuevas condiciones de producción de discurso. Es decir, vínculo inconsciente que produce al paciente y al analista. Retomando la noción de vínculo, éste mantiene un lugar central en la teoría como concepto princeps del mundo intersubjetivo. Desde los últimos desarrollos de Berenstein (1997; 2001), el concepto se ha ido complejizando. Se piensa en el vínculo, como una relación de un sujeto con otro sujeto, al que llamaremos “otro”. Vínculo considerado desde cada sujeto como agente de la relación, centrando la mirada en lo que en conjunto construyen, lo que los une y lo que los separa. Para que el vínculo se constituya y se sostenga, es necesaria la presencia del otro. Aunque no será necesaria ni posible su permanencia constante, lo fundamental que se señala, es que en el mundo vincular, el otro real externo no puede faltar como garante y soporte del vínculo. Esto implica la relación con otro cuya presencia se impone a cada sujeto y éstos se verán conducidos a tener que tomar noticia de esa realidad. En tal sentido, la imposición aparece como un mecanismo constitutivo del vínculo, que se diferencia de la identificación, la proyección o la introyección como procesos intrasubjetivos, que son el basamento de la construcción de representaciones sobre el otro. Cada sujeto construye, ante la discontinuidad de la presencia o en ausencia del otro, representaciones sobre lo que anhela y desea inconscientemente que el otro sea para él. Siempre habrá una distancia entre esa representación imaginaria que construimos y lo que el otro es en tanto sujeto singular. Distancia que se hará patente en los sucesivos encuentros reales, en tanto cada cual resistirá al movimiento de ser reducido a nuestra mirada. Es ese punto enigmático, desconocido, de la presencia que se impone, lo / que nos enfrenta con la irreductible imposibilidad de que el otro del vínculo sea abarcado totalmente por nuestro mundo representacional. Si toleramos esta imposibilidad, lo ajeno del otro se constituirá en el motor mismo de la vincularidad, aun dentro del malestar que le es inherente. De lo contrario, se instala como razón de un enfrentamiento permanente y estéril, que puede conducir a la ruptura del vínculo. Las estrategias que cada uno y el conjunto elaboren para relacionarse, serán diversas y conducirán a la construcción de un vínculo de mayor o menor complejidad. La imposición puede devenir mecanismo defensivo en aquellos vínculos en los que no es tolerada la diferencia y se insiste en que el otro se adecue a la representación que tenemos de él. En cada vínculo significativo, se da entonces un encuentro con tres dimensiones del otro: con lo semejante, de lo que cada sujeto toma noticias a través del mecanismo de la identificación, que permite la vivencia de lo compartido; con lo diferente, que si bien son aspectos del otro con los que no nos identificamos, podemos acceder a ellos, conocerlos, aceptarlos y tornarlo compartibles a través de diversos intercambios; y con lo ajeno, lo inasimilable, no compartido ni compartible, que refiere a un límite, a aspectos incognoscibles e irrepresentables del otro como de sí mismo. Lo incognoscible e inabarcable por el yo, como ajenidad, no sólo implica lo inasimilable del otro, sino la dimensión inconsciente del propio yo y ciertos sectores del mundo social. Dentro de la familia distinguiremos dos órdenes de vínculos: simétricos y asimétricos. Los vínculos simétricos, se dan entre sujetos en quienes las estructuras psíquicas están a nue42 constituidas en sus aspectos diferenciales, aunque permanecen HILDA ABELLEIRAabiertos - NORMA DELUCCA vas construcciones subjetivas a lo largo de la vida. Por ejemplo, entre el hombre y la mujer que forman la pareja conyugal. Al devenir padres, conforman un vínculo asimétrico con los hijos, dada la necesaria dependencia de éstos con las instancias parentales al estar transitando los inicios del proceso de constitución subjetiva. También sería del orden simétrico el vínculo entre hermanos, en tanto se establece entre dos o más miembros del grupo, con subjetividades en vías de constitución. Este entramado vincular que constituye la familia, se organiza en torno a los lugares materno, paterno y filial, en tanto denominaciones del parentesco instituidas y subsistientes aún, más allá de las diversidades con que aparecen las familias, tanto en distintas épocas de la historia como en el momento actual. En relación a los lugares pero no estrictamente ligados a ellos, se espera y es deseable que se ejerzan en la familia, fundones de sostén y amparo, de discriminación-corte y transmisión de la ley, que se han denominado clásicamente en la teoría, como funciones materna y paterna. Hoy consideramos que mantener las denominaciones materna y paterna para las funciones, genera el efecto imaginario de que las mismas sean referidas exclusivamente a la persona concreta de la madre y el padre, respectivamente. Las funciones, son operatorias necesarias para la constitución y construcción de la organización psíquica de los sujetos. Han de estar encarnadas, o al menos transmitidas por personas reales o que posean un índice de realidad para el hijo. Si bien son funciones provenientes del conjunto familiar en forma preponderante en el comienzo de la vida, son ampliadas a otras redes vinculares extrafamiliares a lo largo del devenir. Como también pueden encarnarlas otras personas, cuando un niño no posee o ha perdido, la pertenencia a los vínculos de srcen. Las dos funciones fundamentales que se ejercen desde las instancias parentales, o por quienes ocupen estos lugares dentro de la diversidad de configuraciones familiares existentes, podemos caracterizarlas del siguiente modo: 1) función amparadora primaria y 2) función simbólica, de corte y diferenciación , de transmisión de la ley de la cultura. Estas dos funciones se transmiten desde el comienzo de la vida del hijo, en articulación la una con la otra. Las diferenciamos no sólo para una mayor claridad expositiva, sino porque dan lugar a diferentes procesos psíquicos en el ser en formación, quien se va apropiando paulatinamente de lo transmitido, inscribiendo en una complejización creciente, estas marcas provenientes de sus progenitores. Como dijimos, se han denominado clásicamente en la teoría, como función materna la primera y paterna la segunda. En distintos momentos y etapas de la familia son ejercidas preponderantemente por uno u otro progenitor, o quien ocupe esos lugares y esto es singular para cada grupo familiar. 1) llamamos función amparadora primaria: a) al conjunto de cuidados brindados al infans3 por la madre, padre o sustitutos, como “asistentes” de las necesidades del recién nacido (de alimento, abrigo, etc.); b) al amparo y sostén biológico y psíquico que provee quien o quienes ocupan ese lugar. En tanto sostén psíquico, esto supone que para sobrevivir y constituirse como sujeto humano, todo ser en crecimiento necesita, no sólo de alimento, sino que alguien (otro u otros) catectice, libidinice, desee que ese niño viva y le signifique en un comienzo, cada una de sus experiencias sensoriales y vitales, con los objetos de su entorno y con los otros. Por lo tanto esos otros privilegiados, se constituyen en el primer portavoz de la cultura a la que pertenece el infans (Aulagnier, 1975). No sólo puede encarnarla la madre real del recién nacido, sino también el 3 Infans: denominación dada al bebé, antes del acceso a la palabra. padre que asiste al bebé, u otras personas del entorno, a condición de que se ejerza en un vínculo significativo. Es decir, para quienes ese niño esté incluido en su proyecto vital y hacia quien se transmiten anhelos concientes, ilusiones y deseos inconscientes. Por lo señalado, posibilita: la erogeneización del cuerpo del bebé como fuente de placer y sufrimiento (no sólo como organismo viviente); las vivencias de unificación narcisizantes como efecto de la ternura que los otros le transmiten; la indicación y significación de sus experiencias tempranas a través del discurso parental, siempre desde las propias interpretaciones que ellos hagan de las mismas. En elDhijo, en 43 tal sentido, ese otro u otros privilegiados, operan y se constituyen HILDA ABELLEIRApara - NORMA ELUCCA el primer contexto identificatorio que fundará el Yo.. 2) Llamaremos función simbólica, ordenadora, de corte y diferenciación: a la función ordenadora de los vínculos intersubjetivos ejercida desde las instancias parentales, en tanto representantes para el hijo del acceso a lo simbólico, al lenguaje y al discurso del conjunto de esa cultura y sociedad determinada. Esto implica, que los progenitores no sólo le otorgan y brindan un sentido a las experiencias inmediatas, emocionales del hijo, sino que se ubican como referentes de una ley de la cultura y le transmiten de manera explícita e implícita, los valores, ideales y modelos predominantes que ellos han interiorizado en cuanto a lo prohibido y lo permitido para cada vínculo. Tradicionalmente definida como función paterna, debemos diferenciar claramente la función simbólica, de la persona concreta del padre de una familia determinada. Esa delegación en el padre de la transmisión de la ley como representante de la autoridad en la familia, está ligada a la representación social del patriarcado, cuya fuerza instituyente está en declinación actualmente. Lo que la cultura aún retiene de esta función simbólica asignada al padre, es el reconocimiento de que es quien dona el apellido al hijo. Por lo tanto, a diferencia de la madre en ese punto, se ubica como transmisor en la cadena generacional. Función paterna, entonces, no puede ser equiparada a función simbólica ya que el corte y el proceso de diferenciación que el hijo pueda ir realizando entre él y la madre, entre él y el padre y paulatinamente asumirse como otro con deseos propios más allá de los enunciados identificatorios familiares, implica un largo recorrido por diferentes vínculos y la apropiación-elaboración de enunciados del conjunto. Enunciados que no sólo recibe de los padres, sino de otras instancias, que lo ubicarán y por los que se ubicará, tanto como un eslabón de su cadena generacional, como otro (mujer o varón) del conjunto al que pertenece. Si por el amparo y sostén primario recibido, necesarios por su indefensión inicial, el hijo construye su Yo, el efecto de la función simbólica abre a la inscripción de las categorías de lo permitido y lo prohibido y a la construcción psíquica del Superyó y los ideales del yo, como ideales a ser. Cada cultura ha propuesto un modelo de este aspecto de la función simbólica que en su representación se le asignaba tradicionalmente al padre. Una ley que decide en qué condiciones el hombre puede o no dar su nombre, las reglas y prestaciones que exige el sistema de parentesco. (Lévi- Strauss, 1949; Aulagnier, 1975). Prescripciones que instituyen también, un modelo de relación de la pareja parental y de su vínculo con el niño. Otros sistemas de parentesco pueden asignar esta función de transmisión a otros representantes: tío, antepasado, sacerdote, la clase de las madres. Pero el cumplimiento de esta función es una condición estructural. Quién sea el soporte de esa función, no es indiferente para el destino psíquico del sujeto, como tampoco lo es la mayor o menor valorización del modelo y sus fundamentos, por parte del grupo. La relación que mantienen las instancias parentales con el niño, llevará la huella de su relación con el medio social al que pertenezca. En consecuencia, la familia ha sido considerada hasta ahora, como el con texto privilegiado, mediador entre el sujeto en construcción y la cultura, en cuanto a reproducir o transformar sus valores e ideales, lo rechazado o lo denigrado, por dicha cultura. En síntesis, ambas funciones operan en el psiquismo infantil, como condiciones de posibilidad de los procesos de identificación y diferenciación constituyentes de la alteridad, y a través de las mismas se produce la transmisión de valores, ideales y significaciones tanto del conjunto social como de las generaciones anteriores. Este proceso de construcción de la subjetividad, incluye la vertiente intrasubjetiva (la capacidad de cada sujeto de inscribir y metabolizar), intersubjetiva (lo que se construye en y por los vínculos) y transubjetiva (lo que se inscribe de las marcas sociales y culturales) Otras funciones que se destacan al interior de una familia, junto a las ejercidas por las instancias parentales, son la función filial y la de las familias de srcen. La función filial, implica la impronta de lo novedoso que cada hijo le impone á la organización familiar. El hijo no sólo se constituye sobre lasHimágenes, afectos y mo44 ILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA delos parentales, sino que a través de su singular metabolización-apropiación de lo transmitido, aporta nuevas significaciones, que en el advenimiento de la adolescencia, cuestionan y formulan lo heredado de manera novedosa. Generalmente producen transformaciones creativas, otras tienden a repetir lo recibido y en ocasiones se enfrentan y enfrentan a la familia con vacíos de significaciones que evidencian sostenes imaginarios y simbólicos fallidos o deficitarios. Las funciones siempre muestran fallas de diferente cualidad. Es espera- lile que así sea en cierto nivel, para dar lugar a nuevas interpretaciones de la realidad vincular y social y de la propia historia vivida. Las fallas potencialmente desestructurantes o patógenas, están vinculadas como dijimos, a un déficit en el sostén y apuntalamiento psíquico, o bien a un exceso abusivo de las instancias parentales, que transmiten inconscientemente la prohibición de un pensar y sentir autónomos, que obstaculizan el surgimiento del deseo propio del sujeto (“violencia secundaria”, en el sentido dado por Piera Aulagnier, 1975). Las familias de srcen, o los ancestros, representan las tradiciones familiares. Se incluyen a través de las creencias y mitos que la familia conyugal sostiene, aunque formulados en nuevas síntesis, que constituyen el relato de su srcen como familia. Desde ese lugar, avalan y son garantes de la nueva organización familiar. Pero pueden obstaculizar los acuerdos y transacciones de la pareja, tanto a través de una presencia que interfiere la concreción de los mismos, o expresado en la puja entre marido y mujer por imponer los modelos e ideales heredados por cada uno. Si se ubican en el lugar de garantes, cumplen la función de abuelidad, reforzando el sostén afectivo de los nietos. En síntesis, este entramado vincular o estructura abierta, compleja y heterogénea, como pensamos hoy a la familia, funda y marca el srcen subjetivo en forma privilegiada pero no única, sentando las bases de lo prohibido y lo permitido a través de la operatoria de la prohibición del incesto, ejercida y recibida desde los lugares del parentesco y sus funciones. Hemos definido las funciones que consideramos dentro de la estructura familiar. De lo dicho se desprende, que en este proceso de constitución de subjetividad, no son sólo los hijos quienes realizan esta construcción en los vínculos intersubjetivos familiares, sino que los propios padres van siendo afectados en el devenir familiar por nuevas marcas. Así como desde este contexto vincular, se constituye y construye la sexualidad y los procesos identificatorios, también son constituyentes de subjetividad las relaciones de poder, dada la asimetría de los vínculos parento-filiales y el sentimiento de pertenencia. El temasalvo del poder, no ha asido conceptualizado detal modo sistemático el psicoanálisis, en relación su srcen pulsional. En sentido ligado alpor sadismo o a la pulsión de dominio. En cambio, es una cuestión de la que se han preocupado los filósofos y especialmente trabajada por Michel Foucault (1978; 1981) y pensadores de otras ciencias. Dentro del psicoanálisis vincular, Berenstein propone pensarlo como “las k acciones y la experiencia emocional que se constituyen en una relación de imposición entre un sujeto y otro u otros, que lleva a una modificación del cuerpo y la subjetividad” (2001, pág. 52). Vínculo que se establece entre uno que impone y otro que es impuesta, Un modelo de este poder, sería la relación primaria madre-hijo. La madre (o quien ocupe ese lugar), supone un “saber hacer”, así como el derecho a im poner al hijo a través de su accionar, determinadas significaciones. En un sentido afín, hemos mencionado más arriba el concepto de “violencia primaria” (Aulagnier, 1975). No obstante, ambos, modifican mutuamente su cuerpo y sus subjetividades, si bien se ha señalado menos la forma en que el bebé aporta al vínculo. Hasta aquí, poder funciona como verbo: la madre, el padre, otros adultos, pueden dejar su marca en el infans. El bebé, niño después, puede responder de un modo singular. Pero cuando el que está ubicado en el lugar de imponer al niño a través de determinadas acciones tiende a perpetuarse en esa posición, poder pasa a ser sustantivo y hablamos de exceso de poder. El que es impuesto pierde en parte su condición de sujeto, especialmente en lo que hace a su ajenidad. Pero no totalmente, ya que si así45 fuera, desaparecería el carácter vincular de la relación. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Las relaciones de poder, en las dos modalidades, pueden circular en la familia tanto en el vínculo de alianza como en el de los padres con los hijos. Serían constituyentes-instituyentes de subjetividad en un caso, o tenderían a la supresión de la misma en el otro. Inclusivo de la aspiración y el deseo de ser, tener, saber hacer, se va configurando el sentimiento de pertenecer, de formar parte del conjunto familiar que nos incluye y al que incluimos dentro de nuestros ideales y valoraciones. A lo largo de la vida, el sentimiento de pertenencia podrá ampliarse, transformarse, multiplicarse. Iremos construyendo nuevas pertenencias, algunas más valoradas que otras en cuanto a lo que aporten a nuestro sentimiento de identidad, siempre expuesto a cambios. Podemos formar parte de conjuntos de hecho o de derecho. Esta diferenciación que realiza Janine Puget (1999), implica que un conjunto de hecho, reúne sujetos que aún no tienen claro aquello que los agrupa. Puede transformarse en un conjunto de derecho, en tanto se van creando códigos comunes, reglas de funcionamiento, símbolos que los representan y una historia-argumento que da sentido a la existencia del conjunto, cuyos puntos de semejanza aportarán a sus miembros una identidad compartida. En tal sentido, un grupo familiar es un grupo de derecho, cuya historia compartida un guión admitiendo central en eldiferentes que todosversiones. pueden reconocerse, pero que a su vez se irá posee complejizando, Para el hijo en formación, la pertenencia a esa determinada familia, es de obligación. Sin embargo, a medida que avance en su crecimiento y capacidad de discernimiento, podrá conquistar su propia modalidad de pertenecer a ella. Del mismo modo, no podemos elegir la pertenencia a un conjunto social o cultura determinada, pero nuestro modo de inserción en ella, llevará la marca de la adecuación a lo instituido por esa sociedad, pero también de nuestras posibilidades y capacidades de creación e institución de nuevas formas de habitar el conjunto. Por lo tanto, el sentimiento de pertenencia otorga contención y cohesión. Y a su vez, como lo hemos marcado para toda construcción subjetiva, será importante que junto a los puntos de certeza que brinda la pertenencia, los integrantes del conjunto familiar se abran a la complejización que promue v e n los nuevos intercambios con otros sujetos y grupos. Hemos señalado ya, que al interior de las familias se transmiten reglas, valores e ideales construidos por el conjunto, en un momento histórico determinado. A estas construcciones colectivas se las denomina, según diferentes autores, significaciones sociales o significaciones imaginarias sociales y cumplen un importante papel en el proceso de construcción de las subjetividades. Se entiende que el conjunto de significaciones imaginarias sociales, operan como los organizadores de sentido de cada época social-histórica, estableciendo lo permitido y lo prohibido, lo valorado y lo devaluado, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, etc. Son un sistema de interpretación de la realidad, pero también de valoración, produciendo adhesiones y su interiorización en los sujetos en representaciones, transformadas por su singularidad. A su vez, son una pieza eficaz del sistema de control social de la vida colectiva, en especial del ejercicio del poder. Diversos pensadores del campo histórico-social (Baczko, B., 1984; Lipo- vetsky, G., 1983; Castoriadis, C., 1975,1996.; Lewkowicz, I., 1999, 2000; Duschatzky, S. y Corea, C., 2002) hacen referencia a que se asiste en el momento actual, a un resquebrajamiento de valores, mitos, representaciones del conjunto y a un estado crítico y de fragmen- tación de los imaginarios sociales y de las significaciones sociales que construyen los colectivos sobre lo que son como sociedad y aspiran ser. Las significaciones en crisis, trastocan también las representaciones de los sujetos sobre el ser hombre o mujer, ser padre, madre o hijo. Estas significaciones organizan-desorganizan el conjunto familiar, ya que en su seno se producen flujos transformadores que instituyen nuevas significaciones, fundamentalmente desde la función filial. Las funciones parentales que hemos caracterizado como necesarias para la construcción psíquica y subjetiva, hasta hace unas décadas operaban claramente como 46 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA anclaje identificatorio de sostén y diferenciación para los hijos. Aunque no hayan desaparecido totalmente y muchas familias las sigan sosteniendo, en la crisis social, vacilan y se desdibujan. Este opacamiento de las funciones familiares, deviene de diversas variables que se intersectan: la caída del modelo patriarcal; la no vigencia de las significaciones que el conjunto social sostenía hasta ahora sobre el ser madre, padre, hijo; la precarización creciente del trabajo, que afecta fundamentalmente a la figura del padre. Queda abierta la pregunta sobre las estrategias novedosas que construyen las familias, a modo de movimientos instituyentes en que sostener sus subjetividades y sus vínculos. No podemos predecir los efectos sobre las familias de esta crisis que nos atraviesa. Nos vamos aproximando a su conocimiento y las respuestas son diversas. Será a posteriori, tal vez en las próximas décadas, donde podamos evaluar la profundidad de las transformaciones. Citamos a Cornelius Castoriadis (1996): “A través del tiempo, de la historia, lo nuevo adviene. La creación pertenece al ser y a la capacidad de la psique. El ser humano, es él mismo creación. Pero el surgimiento de lo nuevo, tiene siempre lugar en medio de lo que ya está creado y esto lo condiciona y lo limita, pero no lo determina inexorablemente”. sentido afín, aquello que se designa como “ acontecimiento” en la vida de un sujetoEn o grupo, resulta de lo que no cabe en la representación en ese momento, sino que se presenta y exige una operación que se describe como suplementación (Berenstein, 1997, citando el concepto de “acontecimiento” enunciado por Alain Badiou, 1988). Implicaría la creación de “nuevos territorios” (Pavlovsky, E., 1996); luga res psíquicos antes no existentes y eso a su vez resulta productor de “nuevas subjetivid ades”. Para finalizar este capítulo, desearíamos realizar una fundamentación acerca de los motivos por los cuales no hemos desechado seguir conceptualizando a la familia como una estructura, ya que en la última década se ha cuestionado este modo de concebirla. El tema ha sido abordado de modo diferente por distintos autores del campo del psicoanálisis vincular. La necesidad de “poner a trabajar conceptos” y realizar nuevas formulaciones a medida que se complejizan tanto la práctica como la teoría y se consideran otras reflexiones extra- disciplinares, impone tomas de decisiones al respecto que se deberán fundamentar. En nuestro caso, dijimos que la teoría de la Estructura Familiar Inconsciente formulada por Berenstein, nos resultaba insuficiente a la hora de analizar los avatares de los vínculos familiares después del divorcio, temática -como dijimos- postergada por el psicoanálisis. Berenstein basó inicialmente sus formulaciones no sólo en el psicoanálisis, sino fuertemente en el modelo estructural de Lévi-Strauss. El estructuralismo levistraussiano ha sido cuestionado en parte, por tender a presentar la estructura familiar o sistema elemental del parentesco, con sus denominaciones, lugares y funciones, no sólo como una invariante, en cuanto a ser una matriz simbólica que se expresa y se realiza de manera diferente en cada sociedad, sino que se infiere la suposición de cierto esencialismo otorgado a la estructura, como formando parte del objeto que se estudia, que no sería alterado por el devenir histórico. Se diría entonces desde esta perspectiva, que se producen cambios en la estructura, pero no de la misma. Modelo fuertemente ligado a una concepción determinista que da poco lugar a la creación. Las hipótesis del paradigma de la complejidad (Morín, E., 1990; Prigogi- ne, I., 1983, 1992; Thom, R., 1986; Atlan, H., 1979) y los planteos de los estudios sobre la Historia de la subjetividad, ponen en cuestión esta inalterabilidad de las matrices simbólicas otorgadas por el sistema del parentesco. Sin embargo, se ha cuestionado fundamentalmente cierto ahistoricismo que se deduce del estructuralismo en las ciencias sociales, sin que por ello se abandone el concepto en sí de estructura, que resulta formulado de manera diferente y 47 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA novedosa. Así, por ejemplo, Prigogine propone el término estructuras disipativas, para referirse a aquellas estructuras abiertas, complejas, en las cuales los sucesivos intercambios con lo exterior a sí a través del tiempo, darán lugar al encuentro con lo azaroso y podrán imprimir a su recorrido diferentes vías de desarrollo que no se pueden predecir en el punto de partida. El criterio de predictibilidad, decae para las organizaciones complejas como es la familia y como también lo es, la propia estructura psíquica. En su lugar, parece más apropiado hablar de condiciones de posibilidad. El camino que cada estructura elige en un determinado momento desde estas condiciones de posibilidad, sólo podrá conocerse a posteriori. Y a su vez, se considera que estas transformaciones posibles, también pueden generar un cambio de la estructura misma; de las propias reglas que la organizaban de una manera dada. Otros aportes brindados por la antropología estructural, no obstante, siguen vigentes. Lévi-Strauss en consonancia con Freud, planteó dos niveles de lectura de la realidad que responden a lógicas diferentes: el nivel fenoménico, de lo observable y el nivel de lo inferible por el investigador, de acuerdo a su teoría de referencia sobre lo que ha recortado para investigar y al método de abordaje construido a partir de ella. Autores como Deleuze, Foucault, Castoriadis y más actualmente Badiou, aportan un concepto de estructura operando como “ condición necesaria” pero no ya como “condición suficiente”, en los nuevos desarrollos en relación al concepto de “acontecimiento” (Diccionario de las Configuraciones Vinculares, 1998, pág. 114). Lo que está, lo instituido, lo constituido, le pone un límite a lo nuevo, a la creación, pero no lo determinan. Hemos hecho este rodeo, para fundamentar nuestra conceptualización de la familia como una estructura vincular compleja, con especificidades que la diferencian de otras estructuras complejas (grupos, sociedades, etc.). La pertenencia a un parentesco social y cultural que se funda en el vínculo de alianza (o de pareja de hecho) implica que, más allá de las perturbaciones que a este orden generen las nuevas realidades vinculares ya señaladas (familias monoparentales otras), comoalotravés que plantean las actuales tecnologías reproducción (mujeresyfecundadas de un banco de espermas, por de ejemplo), se hace al menos necesario, conservar las denominaciones de lugares diferentes para designar a una madre, un padre, unos hijos, ya que sin esta semantización, no podría sostenerse ninguna regulación de la sexuación a su interior, que marque desde la cultura lo que sigue estando prohibido para unos vínculos y prescripto para otros. La prohibición del incesto sigue vigente como prescripción de la cultura, aunque se transgreda. Porque quizá lo único verdaderamente invariante y universal, sea la existencia de una regulación, aunque varíen sus contenidos. Toda cultura ha mostrado su necesidad de instituir reglas, de regular sus vínculos y relaciones interpersonales para hacer habitable la vida en sociedad y construir sentidos comparti- dos, como lo hemos señalado. La necesidad de fundar un orden, de construir reglas, distingue el funcionamiento de la cultura respecto de los hechos de la naturaleza. Y la familia, es fundamentalmente una creación de la cultura. En tal sentido, se impone a las ciencias humanas, el seguir pensando y trabajando interdisciplinariamente, acerca de las nuevas complejidades del espacio social y familiar, como así mismo, se necesitará de la construcción de nuevas sig48 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA nificaciones avaladas por el conjunto, para consensuar y legitimar lo que hoy puede ser leído como intentos fragmentarios de los sujetos y las familias, para sostener o crear marcos reguladores de sus vínculos. CAPÍTULO IV Teorizando sobre el proceso de separación en la familia Nos vamos a referir en este capítulo, al proceso de separación de la pareja conyugal, cuando se ha constituido una familia. Es decir, a la separación de un hombre y una mujer que además de haber estado unidos por el amor y por lazos legales o de hecho, son padre y madre de uno o más hijos producto de esa unión. Subrayamos esto, porque es muy diferente enfrentar la disolución del vínculo de pareja cuando no se han tenido hijos. En esta circunstancia, con mayor o menor dolor y tiempo de tramitación del duelo por la pérdida de un vínculo significativo para los sujetos, en la mayoría de los casos es posible su elaboración y resolución. La presencia de hijos y en consecuencia el formar parte no sólo de una pareja sino de una familia, dificulta la aceptación de la ruptura y el afrontar la decisión, complejizando su tránsito y resolución, tanto en intensidad como en cualidad. Pensamos al divorcio incluido en un proceso, anudado a la historia de la pareja, a su devenir como familia y a los tiempos históricos en que éste transcurre. En tal sentido, hemos formulado para su abordaje e investigación, tres momentos de este proceso: tiempo de construcción; de deconstrucción y de nuevas construcciones (Abelleira, H., Delucca, N. y otros, 1992). Utilizamos la palabra divorcio, con el mismo sentido que ruptura, separación o disolución del vínculo de pareja. Si bien “divorcio” es el concepto que se utiliza a nivel jurídico, para denominar el proceso legal de separación de dos cónyuges unidos a su vez por un matrimonio legal, se ha incorporado al lenguaje corriente para comprender los avatares de toda disolución de un vínculo de pareja (legalizada o no) que ha convivido durante un determinado lapso. Si la pareja no ha convivido, es más habitual que se hable de ruptura. En la época actual, como dijimos en el capítulo anterior, se legitima una pareja y la constitución de una familia, por su relativa estabilidad y convivencia y no sólo por el cumplimiento del trámite legal del matrimonio civil. El momento de construcción, alude al tiempo transcurrido entre el encuentro inicial de la pareja, la constitución del vínculo, su decisión de iniciar la conviven- cia, el advenimiento de los hijos (hechos que pueden tener una mayor o menor convergencia temporal) y el comienzo del malestar vincular. Malestar que podrá instalarse como conflicto insoluble, llevándolos al planteo de la separación. Esta diferenciación al interior de los aconteceres vinculares, sólo podrá ser conocida a posteriori a través del análisis de sus efectos en el trabajo con cada familia singular. El tiempo de la convivencia, va armando sin que los integrantes del grupo 49 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA familiar sean conscientes, significaciones compartidas, creencias y mitos acerca de su srcen, sobre lo que son y no son como familia. Se va construyendo el lazo familiar, que conformará un sentimiento de pertenencia y de identidad familiar. Esta vincularidad construida, posee una función amparadora para el conjunto, que se apuntala en diferentes vertientes: por un lado, en investiduras libidinales privilegiadas entre sus miembros y por otro, en el soporte institucional que significa ubicarse y ser reconocidos por los demás como una familia. Tendremos en cuenta, que en la familia existen diferentes tipos de vínculos y sujetos de esos vínculos. Por lo tanto, junto a un “nosotros” que los in cluye a todos, se recortan en el discurso un “nosotros” de la pareja, un “nosotros” de los hermanos, “nosotras” las mujeres, “nosotros” los varones. Cada familia a su vez, en distintos momentos del devenir y de sus propios avatares, puede construir otros “nosotros” derivados de procesos identificatorios, de alianzas ocasionales frente a una crisis, o de mecanismos grupales defensivos: “nosotros” los sanos, los que no tenemos conflictos, los inteligentes, los pacíficos, los que producimos, los fieles, las víctimas, etc. Esto nos indica, que las significaciones compartidas señaladas, tienen algunos anudamientos en común y diferentes combinatorias, dado que cada sujeto mantiene dentro de la familia -o es deseable que mantenga- un sector de su espacio psíquico, creativo y singular, que lo habilita para otorgar nuevos sentidos a lo recibido o a lo vigente hasta ese momento y a establecer vínculos por fuera del espacio familiar. Retomando los orígenes, es habitual en nuestra cultura, que una familia se funde en el vínculo de alianza o conyugal, que antes del advenimiento de los hijos se haya constituido la pareja. Decimos que es lo habitual, lo esperable, aunque asistimos en el tiempo actual a la conformación de organizaciones familiares en torno al vínculo materno-filial, sin la presencia de la conyugalidad o parejas que inician la convivencia a partir de un embarazo imprevisto o del nacimiento de un hijo. De modo que es importante diferenciar, a los fines de nuestra temática, la conyugalidad de la parentalidad, haciendo referencia a dos órdenes o funciones que se ejercen desde la pareja. La conyugalidad refiere al vínculo que se crea en una pareja, también en lo habitual entre un hombre y una mujer, legalizado por el matrimonio o en una unión de hecho, que supone hasta ahora, una convivencia medianamente estable, la prescripción de relaciones sexuales genitales, la construcción de un proyecto de vida común y la expectativa de fidelidad mutua. Históricamente instituido desde FORENSEburguesa, 50 ENFAMILIAS laCLÍNICA sociedad matrimonio y amor se superponen. No es un simple acuerdo de las partes, sino que lo inaugura un vínculo amoroso. “Placer sexual, amor y reconocimiento narcisista”, dirá Piera Aulagnier (1979), es lo que mutuamente se demandan y esperan recibir ambos miembros de una pareja, que se ubican en posiciones simétricas en ese sentido. Esta posición a ocupar, dependerá de diferentes operatorias: del acto eficaz de salida de las respectivas familias de srcen y de las creencias predominantes o mito fundante respecto del amor y la pareja, que cada uno haya construido como representación y en conjunto como integrantes de ese vínculo. Estos mitos de los que nos hemos apropiado inconscientemente, están en relación con nuestros deseos y anhelos más o menos conscientes. Su construcción, que tiene una expresión intrasubjetiva, interviene como una importante variable intersubjetiva, en el momento de la elección de pareja. En su entramado, se entretejen siempre ideales culturales que circulan en el imaginario social, que nunca es homogéneo. Podemos hacer mención a dos grandes mitos sobre el amor: el de lo Uno, expresado por el lenguaje popular como el encuentro de “la media naranja”, “la horma de mi zapato”. Una variante de lo mismo, es la expresión “mi al ma gemela”, que si bien refiere a un dos, es un dos en espejo. El otro mito, es el de la eternidad, la perennidad del amor. Sabemos que los mitos son construcciones surgidas de los deseos, a los efectos de enfrentar las contradicciones irresolubles con que nos desafía la realidad. Pero pueden operar con la fuerza de un mandato inconsciente, cuyo no cumplimiento implicará sufrimiento. Desde la aceptación de la realidad, podemos pensar la experiencia amorosa hombre-mujer, como una especial situación de encuentro, que tal vez j constituya un “acontecimiento” fundante, por el brillo del enamoramiento, la idealización que lo acompaña y lo inédito de la experiencia en la vida de mis protagonistas. Pero para “ser fieles al acontecimiento”, como lo expresa Alain Badiou (1993), es necesario “trabajar” sobre ese punto de encuentro, para no quedar sumergidos en la ilusión del mito. Esto implica poder aceptar y tolerar: lo semejante, lo diferente y lo irremisiblemente ajeno del otro. Amarlo por su alteridad. Pero aún cuando hayamos podido realizar este proceso, será necesaria otra asimilación de la realidad: que el conflicto es inherente a todo vínculo y que amor y deseo, pueden caducar. En cuanto a la parentalidad, el nacimiento de los hijos por lo cual un hombre y una mujer devienen padre y madre y un niño es reconocido como hijo, complejiza el vínculo de la pareja, al inaugurar en el mismo esta nueva dimensión, que pasa a coexistir y debe construirse diferenciada de la conyugalidad. Inaugura a su vez, el pasaje de pareja a familia y los vínculos paterno y materno-filial. A través de su construcción en el tiempo, se generan afectos y se transmiten modelos, normas, valores, ideales y significaciones, que como ya dijimos, es esperable que admitan cambios, reformulaciones y el surgimiento de nuevas producciones. Cuando por diferentes motivos la pareja enfrenta la separación del vínculo conyugal, se abre en la familia una operatoria de transformaciones en los vínculos, que supone un complejo trabajo de reconocimiento de pérdidas, reformulación de las modalidades de intercambio relacional y necesidad de creación o producción deCLÍNICA otrasFORENSE alternativas vinculares. Es lo que hemos llamado, momento de deconstruc51 ENFAMILIAS ción y momento de nuevas construcciones. Esta caracterización que hacemos de los procesos vinculares, marcando el predominio de un tiempo de construcción anterior al cisma, como de deconstrucción cuando se enfrenta la separación, debe ser entendido no enmarcado en una linealidad temporal. A su vez, toda nueva construcción vincular -como es una pareja- lleva implícita la deconstrucción de otros vínculos, que adquieren a partir de los nuevos un estatuto y cualidad diferentes: los que se tienen con las familias de srcen. En el contexto de la separación conyugal, sucede a la inversa: el proceso de deconstrucción se torna relevante emergiendo en un primer plano, mientras que el proceso de nuevas construcciones vinculares va intentando hacerse un lugar. Utilizamos el concepto de deconstrucción, en alusión a un proceso psíquico activo que no sólo supone la elaboración del duelo por lo perdido, sino que implica una mirada crítica sobre el vínculo por parte de los sujetos, tanto en sus aspectos históricos como presentes. Esta puesta en cuestión es necesaria para que puedan surgir nuevos modos de encarar la relación que han de mantener de ahora en más, en la medida en que se preserve para ambos, el vínculo con los hijos y que deban tomarse otras decisiones respecto de áreas anteriormente compartidas: patrimonio, bienes, etc. Los motivos que las parejas relatan como causales de su separación, son numerosos y variados en cuanto a lo anecdótico. Pero podríamos decir que en lo referente a los sentimientos que promueve, observamos un amplio arco que con diferentes intensidades, va del dolor a la furia, ya sea que predominen respecto al otro de la pareja, las vivencias de desilusión o que con grados de intensidad creciente hacia lo negativo, devengan vivencias de estafa. Es decir, ese otro con quien en los primeros tiempos del encuentro se coincidía al punto de que casi se sentían formando una unidad, se va transformando en alguien tan diferente que ya no se tolera, o tan amenazador que se torna un enemigo. Este arco, como decimos, va de la vivencia de desilusión a la de estafa y en la exacerbación de esta última, se genera violencia, que puede llegar al extremo de la muerte. El predominio de uno u otro polo, estará en relación a cómo cada pareja lia podido enfrentar el complejo proceso de construcción vincular. Proceso que implica reconocer que el otro y yo estamos unidos por aspectos semejantes, que serían los esperables; aspectos diferentes, tal vez no esperados pero si posibles de ser tolerados en base a un trabajo psíquico personal y vincular; y aspectos ajenos, o aquello del otro que no se espera y con lo que no se sabe qué hacer, por lo que desconcierta o enoja y en este caso puede tornarse amenazante, persecutorio y posible generador de violencia. De acuerdo a cómo cada pareja enfrente y reconozca estas dimensiones del vínculo, a cómo sienta y opere frente a las mismas, se recortarán las cualidades del momento de deconstrucción. Podríamos representar este arco de la siguiente manera: 52 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Desde lo social, la legalización del divorcio (1987 en nuestro país) ha sido un importante avance al quitar una parte de los aspectos desvalorizantes inherentes a la separación matrimonial. Ha permitido a las parejas separadas, reconocerse en una denominación instituida socialmente. Esta transformación en lo histórico social: ¿ha desprovisto a la ruptura de la pareja del sentido de acontecimiento traumático? Pensamos que no. La clínica nos muestra la intensidad del dolor, la hostilidad y el tiempo que comprometen las parejas en enfrentar y resolver su separación, como en tomar las decisiones a ella anudadas. A su vez, nuestra intervención en la institución judicial, da cuenta de todas aquellas parejas que no pueden tomar las decisiones por sí mismas, acudiendo a los Tribunales en esta búsqueda, que a veces se prolonga en una litis interminable. Por lo señalado, más allá de que las personas sean conscientes de que la disolución del vínculo de alianza es una vicisitud posible, cuando se transita el proceso de separación de la pareja conyugal, se sufre una profunda desilusión, sobreviene el estado de conflicto, de crisis y dolor por lo perdido. El dolor psíquico que instala este proceso traumático es imprevisible. Más allá de que el malestar vincular tenga una antigua historia, la decisión de la separación, por uno o ambos integrantes de la pareja, es descripto con frecuencia por sus protagonistas, como un “darse cuenta de golpe”. No es lo mismo ha blar de una posible separación o haberla imaginado, que su puesta en acto. El inevitable “dolor del duelo”, impone un trabajo psíquico de elaboración- simbolización de los movimientos de desinvestidura ligados al otro, otrora amado, que con frecuencia es investido con la “pasión del desamor”, como la denomina André Ruffiot (1987), por la intensidad y el sufrimiento que conllevan. (...) “Los cónyuges en situación de ruptura viven, reviven, fenómenos psíquicos de la misma naturaleza que aquellos que experimentaron en estado de enamoramiento, pero en negativo ”... “Se „cae‟ desenamorado de la misma manera que se „cae‟ enamorado”... “La pasión del desamor, es un fenómeno sufrido con todas las características de la pasión pero en sentido inverso de la investidura amorosa de otra época”... “El desamor, no es el regreso a lo neutro ”. El autor se refiere al término pasión en dos aspectos: 1) como actividad psíquica intensa y 2) en el sentido de sufrimiento. La intensidad de los afectos que moviliza el reconocimiento de la pérdida de la presencia del otro del vínculo en la cotidianeidad, pone en marcha el trabajo del duelo. Se ha señalado que lo opuesto del amor y más precisamente del enamoramiento apasionado, es la indiferencia. Es decir, la desinvestidura, la disolución de la corriente erótico-amorosa que sostiene un vínculo. La separación de la pareja en los hechos, no supone en lo inmediato una tal disolución. En sentido afín, David Nasio (1985) señala, que “el dolor del duelo” es efectoCLÍNICA especialmente, de la “sobreinvestidura” de todas aquellas re presentaciones FORENSE ENFAMILIAS 53 ligadas al otro, real o imaginario, producida en su ausencia y sin su respuesta recíproca. El otro ha sido sostén tanto del vínculo, como de la propia subjetividad construida con él y del sentimiento compartido de pertenencia. Esta pérdida-despojo, no puede ser vivida apaciblemente, sino con pasión. Con mayor o menor intensidad de acuerdo a cómo se posicione cada uno: como abandonado o abandonante. Sin embargo, ninguno de los miembros de una pareja puede soslayar estos avatares, pese a que surjan mecanismos defensivos para evitarlos. La separación de la pareja conyugal se configura entonces, como una crisis en el devenir de ese vínculo que involucra, como dijéramos, a todo el grupo familiar. Nos referimos a crisis en el sentido de que instala un cambio brusco y decisivo en el curso de un proceso, asociado a la idea de muerte en tanto ruptura y desgarramiento de una continuidad. Se desmoronan desde sentimientos e ideales hasta los establecidos rituales de la cotidianeidad. Distintos y variados aspectos, pero cumpliendo todos una función importante en el sostén y apuntalamiento de los sujetos y los vínculos de la familia. La emergencia de sufrimiento, las vivencias de caos y desorganización son inevitables, pero a la vez toda crisis implica la posibilidad de crear otras maneras de funcionamiento, de generar nuevas organizaciones vinculares, impensables en el momento de la ruptura. No obstante, entre el momento de la pérdida segura y de la incierta creación de lo nuevo, transcurre un tiempo singular para cada pareja y cada familia, en el que predominan el dolor, la hostilidad, la incertidumbre y los interrogantes. Hemos observado con llamativa regularidad, que una de las maneras iniciales de transitar la crisis de la separación conyugal, es la división de la familia en organizaciones dualistas. Dice Lévi Strauss (1949): “un sistema dualista es aquel en el cual los miembros de una comunidad se reparten en dos mitades, las cuales mantienen entre sí relaciones complejas que van desde la hostilidad declarada hasta una intimidad muy estrecha y donde en general se encuentran asociadas diversas formas de rivalidad y cooperación”. La organización dualista que observamos más frecuentemente en estas familias es la división en dos grupos: inocente vs. culpable o víctima vs. victimario, encarnado por uno y otro miembro de la ex pareja, siendo variable la ubicación de los hijos: todos con uno de los padres (el inocente o víctima) o divididos a su vez los hermanos entre uno y otro progenitor. Esta primera forma de organización de mínima complejidad de la familia ante la crisis de la separación, en algunos grupos familiares es sólo el primer paso del tiempo de deconstrucción. A medida que puedan ir transitando el mismo, enfrentando y reconociendo el dolor y las pérdidas, deponiendo la hostilidad, podrán ir construyendo nuevas y más complejas maneras de vincularse. Estas organizaciones dualistas constituyen lo que en un trabajo anterior (Abelleira, H. y otros, 1989) denomináramos organizaciones dualistas dinámicas o instrumentales, sólo una etapa de pasaje a otros momentos del tiempo de deconstrucción. Otros grupos familiares, permanecen un tiempo prolongado, a veces indefinidamente, en esta modalidad de funcionamiento, constituyendo lo que denomináramos organizaciones dualistas estáticas, que dan cuenta de la imposibilidad de esas familias de transformar la crisis en oportunidad de cambio. Hemos observado en nuestra casuística, con relativa frecuencia, que en algunas de estas familias, las vivencias y fantasías de muerte suelen concretarse en la muerte real de alguno de sus miembros (suicidio de un hijo en un grupo familiar; muerte súbita del progenitor en otro; asesinato de una de las hijas por el padre, en otra familia). 54 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Esto nos lleva a diferenciar dentro del concepto de crisis, distintas posibilidades según el efecto sobre los sujetos o grupos que la padecen. Rene Thom en 1976, decía que toda crisis genera un sentimiento de angustia que funciona como señal de alarma, que pone en movimiento los mecanismos de extinción de la crisis. Cuando ciertas condiciones fisiológicas, psicológicas o sociológicas no se conjugan para contribuir a la eficacia de los mecanismos de extinción, sobreviene la catástrofe. Ignacio Lewcowicz (2002), menciona cómo frente a la experiencia de ruptura de una lógica ante algo que irrumpe o desestabiliza, los efectos pueden ser diferentes: trauma, acontecimiento y catástrofe, dando lugar a situaciones diversas. Cuando el efecto es el trauma, según el autor, luego de un primer tiempo de perplejidad, de falta de respuesta ante la ruptura, la intensidad de lo traumático va cediendo y todo parece volver a su lugar sin producirse ninguna alteración radical. Cuando frente a lo que irrumpe, el sujeto y el grupo lo incorporan y logran acontecambios Sería y transformaciones radicales vinculares, hablamos cimiento. cuando la familia lograsubjetivas acceder aly tiempo de las nuevas de construc- ciones vinculares. Por el contrario, cuando la crisis se inscribe como catástrofe, no hay esquemas previos ni esquemas nuevos que posibiliten seguir construyendo. Hay mutilación, devastación. Imposibilidad de registro y elaboración por parte de la familia y sus integrantes. Pensamos que dentro de esta línea se inscribirían aquellos grupos familiares en los que la muerte de uno o varios de sus miembros sobreviene en el proceso. Así como las parejas se “encuentran” de un modo particular, los “de sencuentros” y su culminación en separación, constituyen también un proceso singular, que adquiere notas distintivas en cada familia y en cada integrante de la misma. El dolor que enfrentan es compartido, pero su impacto, significación, modo y tiempo de elaboración, difieren de uno a otro, de una familia a otra. Transcribiremos una los viñeta, con lasdediferentes expresiones que vuelcan en las primeras entrevistas, integrantes una familia. La madre deja el hogar hace un año, luego de un enfrentamiento violento con su marido, que él niega. En las entrevistas individuales dicen: Las hijas: -“La ida de mamá nos cambió la vida”. Ana (16 años): - “Yo no quiero verla porque no la reconozco. Me siento mal. No es la madre que tenía”. Bettiana (10 años): -“No es lo mismo que antes, pero a mí me hace bien ir a verla, estar con ella”. Carla (17 años): -“Yo me siento mejor ahora. Volvió la paz. Yo no tenía diálogo con mi mamá. No necesito verla. ” Padre: -“Mi vida se terminó. Lo único que quiero es que ella me pase alimentos y criar a mis hijas. Que ellas estén bien”. Madre: -“Fue muy doloroso, pero yo me siento más aliviada. He recuperado mi personalidad. Vivía sometida y desvalorizada. Lo que desearía es poder ver a mis hijas mayores que se ponen a la defensiva a favor del padre ”. Es decir, que cada integrante y cada vínculo de la familia, más allá del dolor compartido, va a ser atravesado en forma singular por la situación crítica de Ib ruptura conyugal. Atravesamiento que guarda relación no sólo con cómo lo inscriba la subjetividad de cada uno, sino con su lugar en la trama vincular: hijos, padre, madre, hermanos. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 55 Los integrantes y el vínculo de la pareja, se ven enfrentados a una situación > Ine constituye una paradoja. Tienen que desprenderse de un otro (esposo/esposa) con todo el esfuerzo que supone, pero a su vez y simultáneamente, necesitan construir un nuevo vínculo en tanto padres, como algo diferente al que ejercían en la convivencia. Una de las definiciones de paradoja señala, que consiste en un “enunciado que incluye dos juicios, afirmaciones o proposiciones que son inconciliables entre sí, peLa oposición simultánea de dos tipos de razonamiento, lleva generalmente a una elección entre la posición A o la B. En la situación paradojal que señalamos, no se puede optar o elegir entre A o B: hay que tolerar la coexistencia de ambos procesos. Es decir, desprenderse y no desprenderse a la vez. ro formuladas como posibles de coexistir”. Esta es una ardua y compleja operatoria, que exige a cada sujeto del vínculo, una lucha permanente entre la necesidad de “ ausencia” del otro (ex cónyuge), para realizar el duelo como pareja conyugal y la necesidad de “presencia” del otro (padre o madre de los hijos) para construir un nuevo vínculo como padres. Oscilación enloquecedora que supone vez el del desafío de en la pareja que se separa. Puede constituirse en eltaldevenir nuevocentral vínculo, fuente de conflictos y malentendidos ante situaciones que impliquen algún cambio en las relaciones familiares (formación de nuevas parejas por parte de alguno de los ex cónyuges; cumpleaños, graduaciones, casamiento de alguno de los hijos). A esta cualidad del proceso de separación, ligada a un área del vínculo de la ex pareja, que a partir de determinados sucesos da lugar a conflictos, la hemos denominado “zona de irresolución” (Abelleira, H. y Delucca, N., 1989ª). Del reconocimiento y aceptación de esta complejidad, depende en gran medida el camino que sigan los otros vínculos familiares y el lugar que ocupen los hijos. Pueden surgir en la ex pareja conyugal, diferentes estrategias que prolongarán más o menos en el tiempo, la posibilidad de alcanzar ciertos acuerdos en la construcción del nuevo vínculo como padres, como también que esta construcción no sea posible, generándose alternativas que incluyen: la exclusión del otro, el abandono de la función parental o la persistencia de la competencia hostil. El vínculo materno y paterno filial se verá involucrado inevitablemente en el cambio. Tal vez el cambio más importante en lo inmediato para ambos integrantes de la relación, sea el hecho de que dejan de ser vividos en simultáneo (o se está con papá o se está con mamá). Esta pérdida, esta percepción de la ausencia de uno de los padres, enfrenta a los hijos con la dolorosa evidencia de que sus padres han dejado de quererse. En hijos pequeños, suele despertar la fantasía de que ellos también pueden dejar de ser queridos por sus padres en base al razonamiento de que si un amor (el de papá y mamá) se termina, también puede terminarse el otro (el que me tienen a mí). El transcurrir del tiempo, y la posibilidad que tengan los padres de realizar ellos mismos esta diferenciación y en consecuencia preservar el afecto por sus hijos, irá desalojando esta fantasía. De no existir esa posibilidad, la fantasía se verá dolorosamente confirmada. Queremos marcar una diferencia en el vínculo materno y paterno-filial desde el polo parental, en cuanto al progenitor que queda a cargo de la tenencia de los 56 hijos, respecto al que no convive con ellos. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA El que sigue conviviendo con los hijos, (que en general continúa viviendo en el que fuera el hogar conyugal), se siente menos despojado y con más posibilidadesconyugal. de preservar la vivencia familia y al de ejercicio cierta continuidad, pese la ruptura Puede surgir ladetendencia omnipotente deasu función y el peligro de que obstaculice el contacto de los hijos con el otro progenitor. Con él paso del tiempo suele observarse la aparición de sentimientos de sobrecarga, ante las exigencias del ejercicio cotidiano de la parentalidad en soledad. Esto aun en situaciones en que la misma haya podido diferenciarse y construirse eficazmente. El progenitor que no convive con los hijos, se ve expuesto a intensos sentimientos de pérdida y profundas vivencias de soledad, resultándole costoso en ocasiones armar en lo inmediato (y esto más allá de lo económico) un nuevo lugar que pueda sentir “su casa” y que pueda brindar a los hijos cuando se dan los encuentros con ellos. Es decir, otro “espacio familiar”. Desde la ley, a este contacto del padre que no convive con los hijos, se lo denomina “Régimen visitas”dey “visitas” usualmente estipulan días y horasa pa tales encuentros. Estede carácter queseparece contraponerse lo -“f‟ra amiliar”, así como la “imposición” de días y horas, suele ser promotor de angu s- tia ya que enfrenta a padres e hijos, con algo que ese vínculo ha perdido: la fluidez y espontaneidad del contacto en convivencia. Estos sentimientos angustiosos suelen intentar ser desmentidos tratando de transformar dichos encuentros, en situaciones de suministro y demandas indiscriminadas, en las que el placer sin límites parece ser el objetivo. De instalarse esta situación, el vínculo materno o paterno-filial, se ve desprovisto de su eficacia como tal. El padre o madre se ubicarían en un lugar idealizado como proveedor ele placer pero carente de su función de organizador y transmisor de normas. Desde el polo filial, los hijos pasarían a sentir que pueden ejercer un cierto poder que los confundiría como tales y que posiblemente les acarrearía conflictos con elque progenitor no conviviente y con todas aquellas situaciones en que tuvieran admitir límites. Una alternativa posible del progenitor que no convive con los hijos es el abandono parcial o total de su función, que lo lleva a perder el contacto con éstos. Esta pérdida irreparable para los hijos tendrá un mayor o menor efecto traumático, de acuerdo a cómo se posiciona el progenitor conviviente. Puede estabilizarse activamente en el lugar de omnipotencia y omnipresencia señalado antes (en general con el apoyo de alguna figura de las familias de srcen o una nueva pareja), con cuya actitud habría contribuido a este alejamiento, o por el contrario, quedar sumergido en la impotencia de no lograr contar con la presencia del otro y su necesaria participación en la vida de los hijos. El abandonante puede adoptar una actitud de resentimiento como modo de venganza hacia su ex cónyuge, poniendo en evidencia serias fallas en sus investiduras afectuosas hacia los hijos. En relación al vínculo fraterno, que en cierto sentido es el menos involucrado en los cambios que la separación de la pareja promueve, observamos que en general se refuerza en sus aspectos solidarios, apuntalando a sus integrantes en su solidez y permanencia. De ahí que en aquellas familias en las que unos hijos quedan con el padre y otros con la madre, dividiendo la fratría como pueden dividirse los bienes, se despoja a éstos de una de las apoyaturas más significativas de este proCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 57 ceso. Los hijos pueden responder a esta actitud de los padres instalándose sobre la vertiente de rivalidad del vínculo fraterno, armándose como consecuencia dos grupos enfrentados entre sí (padre/hijos versus madre/hijos). En ocasiones también pueden producirse divisiones que pueden obedecer a una alianza identificatoria de un hijo con el padre que percibe más debilitado y elige vivir con él para apuntalar su figura, sin que esta “elección” coincida pl enamente con su deseo. Esta derivación suele fragilizar el vínculo fraterno. El vínculo con las familias de srcen, surge con frecuencia en este momento dé la vida de las familias con una clara función amparadora, que se expresa en un estrechamiento del contacto o en el retomo a residir con alguna de ellas o con ambas, de manera transitoria o permanente. Si la convivencia es permanente, puede favorecer que alguna figura de la familia de srcen se deslice a ocupar el lugar del progenitor ausente, contribuyendo a su exclusión. Hemos descripto en general, sin pretender agotarlas, las diferentes y más frecuentes alternativas por las que transcurren los vínculos en las familias. En algunas son momentos del proceso de separación, en otras suelen cronificarse en el tiempo, constituyendo operatorias defensivas que pueden organizarse en lo que hemos llamado producciones psicopatológicas vinculares. S Sistematizaremos caracterizándolas a continuación, dichas producciones psicopatológicas vinculares, que por su presencia recurrente hemos evaluado de mayor relevancia en las familias investigadas. Desdibujamiento o nivelación de las diferencias Hemos señalado, que junto a la pérdida básica que inaugura el proceso de ruptura del vínculo conyugal o de pareja, se enfrenta una situación paradojal: reconocer la disolución del vínculo conyugal, con la subsistencia de la parentalidad. Algunas familias lo logran y esto facilita la circulación de los hijos. Otras, como la de la viñeta, desconocen esta complejidad. El sentimiento amoroso perdido en la pareja, es lo que los hijos deben diferenciar del amor filial, para preservar el vínculo con cada uno de los progenitores. Y es necesario que los padres puedan reconocer esta diferencia. Esta producción defensiva conjunta, surge en el vínculo materno o paterno filial y en el fraterno, ante las vivencias traumáticas de desestructuración del lazo familiar que los amparaba, como consecuencia de una no tramitación del proceso señalado de diferenciación entre los procesos de desprendimiento del vínculo conyugal y nueva formulación del parental. De este modo, se genera la expectativa de que todos compartan los mismos sentimientos y actitudes. Es decir, que los hijos se alíen al desamor o la hostilidad hacia un padre o una madre, tal como lo experimenta un progenitor hacia el otro. Esto puede generar en los hijos la descomplejización y empobrecimiento de las áreas de autonomía yoicas logradas hasta ese momento, quedando incluidos en este mecanismo defensivo familiar de desdibujamiento o nivelación de las diferencias. Suele ser más frecuente que se construya en el grupo conviviente. Sin embargo, puede observarse con ambos progenitores, generando efectos más enloquecedores para los hijos. Así entonces, la madre con sus hijos y/o el padre con sus hijos, transmiten sin poderlo reconocer de modo consciente, este imperativo hacia su descendencia. una 58No pocas veces adquiere la forma de un mandato, ejerciéndose HILDA ABELLEIRA - N DELUCCA ORMA“vio lencia secundaria”, como denomina Piera Aulagnier (1975), a los enunciados parentales que desconocen las necesidades, anhelos y deseos propios de sus hijos. Puede srcinarse fundamentalmente desde los progenitores y no pocas veces la refuerza un hermano o hermana mayor. Que la estrategia instrumentada sea producto de la represión, la desmentida o directamente de la mala fe, condicionará nuestra mayor o menor posibilidad de intervención operativa sobre la problemática. Dependerá de la transitoriedad o cronificación de esta formación inconsciente vincular, que el funcionamiento familiar pueda tornarse patológico. Posicionamento omnipotente y omnipresente Otra operatoria, en íntima conexión con la anterior, es el posicionamiento omnipotente y omnipresente del padre o la madre que convive con los hijos, como una denegación del cambio. No implica que la madre o el padre suplan en la convivencia algunos desempeños que en la cotidianeidad estaban a cargo del progenitor con el que no se convive. Nos referimos a un movimiento que intenta borrar el valor y significado del otro. El que tuvo antes de la separación y el que sigue teniendo en la subjetividad de los hijos. ... “Nada ha pasado. O si pasó, estamos mejor. Nada nos falta” (frases de una madre cuyos hijos “dicen” no querer ver más al padre). Esto tiende a la ex clusión del progenitor no conviviente de la vida de los hijos. Desmentida de la dimensión vincular del conflicto y s u carácter paradojal Esta operatoria defensiva es específica de los miembros de la pareja cuyo vínculo está en proceso de disolución. Se presenta siempre, en todo conflicto de pareja, como primer recurso para desalojar el malestar que se ha producido en el vínculo ante un desencuentro crucial y es de los mecanismos de menor nivel de complejidad que elaboramos los seres humanos para defendernos de la angustia. “La culpa es del otro”. Suele predominar en la de pareja, que conyugal. cada uno tienda a desinvolucrarse de su participación en el proceso ruptura La hostilidad franca, surge como un intento de simplificación del proceso: pospone el dolor psíquico por lo perdido y desmiente la dimensión vincular del conflicto y su carácter paradojal. Este es un mecanismo de desconocimiento del otro, donde sus protagonistas parecen haber borrado de sus inscripciones, la pertenencia al vínculo que los constituyó como pareja. De allí la dificultad presente en imaginar y construir un escenario donde el otro tenga alguna presencia aunque sólo sea en la vida de los hijos. Permutación de lugares y funciones Nos referimos a una operatoria que se configura en el vínculo materno o paterno-filial. En un intento de obturar la carencia que se produce en la familia por la ausencia de uno de los progenitores, puede generarse una permutación de lugares y funciones en los vínculos. Así, uno de los hijos se posiciona con el acuerdo inconsciente del grupo, en el lugar del progenitor ausente. tiene efectos diversos en la configuración familiar. Por un lado 59 C IEsta . IN K ' A Foperatoria ORENSE EN F AMILIAS supone para el hijo así ubicado, una sobreexigencia que implica una pérdida parcial o total -según la dimensión del mecanismo instrumentado- de su lugar y función de hijo. Para el grupo, supone el reemplazo-borramiento del progenitor así sustituido, el empobrecimiento e indiscriminación a nivel del vínculo fraterno, así como el debilitamiento-amenaza de desconocimiento, de la prohibición del incesto, en estrecha relación con la intensidad de la operatoria vincular. En efecto, la permutación puede estar referida a cuestiones periféricas de la función (por ej.: una hija en ejercicio de la función de la madre ausente se hace cargo de la atención de sus hermanos varones, pero sigue conservando en otras vertientes su singularidad de hija) o por el contrario, que la sustitución ocupe prácticamente su subjetividad, al punto de confundirse y ser confundida con la persona ausente. Otra posibilidad, es que el lugar sea ocupado por un miembro de la familia de srcen (abuela o tía paterna; abuelo o tío paterno). Implica el riesgo de que se fraternalice el vínculo madre o padre-hijos. Para finalizar y reiterando que no consideramos al proceso de divorcio entendido en una linealidad temporal, señalaremos los procesos puestos en juego en el momento de nuevas construcciones vinculares, que se producen con posterioridad a la separación conyugal. Las nuevas construcciones, incluyen los modos singulares en que cada sujeto y cada vínculo de la familia se va posicionando en el nuevo escenario. Así, consideramos que se ha logrado una nueva construcción, cuando la eficaz elaboración del duelo y la crisis por la ruptura, da lugar al acontecimiento. Es decir, cuando ambos miembros de la ex pareja conyugal, han podido elaborar nuevos pactos entre ellos para sostener la parentalidad, preservándose los lugares de cada uno, pero significados desde la nueva organización vincular. Un logro fundamental de este momento de construcción, tiene que ver con que a los hijos se les permita y estos puedan, sostener de manera estable y no conflictiva, la circulación entre los padres. Este momento puede incluir o no la formación de nuevas parejas y familias, por uno o por ambos progenitores. Sin desconocer que estos cambios devendrán en un desafío para todos los integrantes de la familia y pueden hacer tambalear la nueva organización construida, los incluimos dentro de este tiempo, si los conflictos que pueden suscitarse sólo son un momento de pasaje que no arrasa con las transformaciones logradas, sino que por el contrario contribuyen a complejizar el entramado vincular. CAPÍTULO V Construcción de un modelo de abordaje vincular 60 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Antecedentes y fuentes Referirnos a los antecedentes de nuestro modelo de abordaje, nos lleva a situarnos en el contexto en el que se desarrollaba en nuestro país el trabajo de abordaje psicológico del niño y la familia. Hablamos de la década del „70. Se realizaba en Buenos Aires el Primer Congreso Argentino de Psicopatología del Grupo Familiar. Empezaban a aparecer las primeras teorizaciones acerca de la temática, contándose entre las más relevantes las realizadas por Isidoro Berenstein, Carlos Sluzki y Aurora Pérez. El diseño de este modelo de evaluación e intervención vincular, fue una construcción y un proceso que fuimos concretando en sucesivas etapas. Proveníamos del trabajo psicoanalítico con niños y del predominio de los enfoques individuales, pese a que ya habíamos comenzado por ese entonces (finales de los años „60) a incorporar esporádicamente, entrevistas familiares en la práctica clínica. En un primer tiempo, intentábamos conocer el sentido del conflicto al interior del grupo familiar, a través del estudio de las producciones individuales de cada miembro de la familia, privilegiando el análisis de las representaciones de cada uno sobre el otro y el conjunto, apuntando a realizar una reconstrucción a posteriori de la trama vincular. Fue en el grupo fraterno donde casi desde el inicio y con niños pequeños, utilizamos la observación de la hora de juego compartida. Analizamos entonces, que pese a realizar ya de manera sistemática, enI revistas conjuntas padres-hijos, necesitábamos otras herramientas que enrique- cieran yenfacilitaran evaluar, no sólo de el nivel representacional, sino vinculares, el despliegue y puesta escena frente a nosotras, las diferentes modalidades fundamentalmente de la relación materno y paterno filial. En las sucesivas entrevistas conjuntas parento-filiales, comenzamos por estimular el intercambio a través de un juego compartido, utilizando la caja de juego tradicional. Sistematizamos su utilización como “Hora de Juego Conjunta técnica que sigue siendo hoy pertinente cuando los hijos son muy pequeños. Familiar”, Con niños en edad escolar incluíamos en la caja de juego: papel, lápices y fibras de color. Al observar la frecuencia con que espontáneamente tendían a privilegiar el dibujo como expresión lúdica, requiriendo ellos, o a veces nosotras, la participación de los padres en el mismo, fuimos instalando y recortanCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 61 do el “Dibujo Conjunto Familiar” como una técnica específica, proponiendo su realización en una única cartulina y el uso de un solo color para cada miembro. Simultáneamente al uso de estos recursos que compartimos con otros colegas que trabajaban con niños y familias, realizamos un rastreo bibliográfico sobre técnicas de evaluación grupal, encontrando -entre otros- los aportes de: .Raúl Usandivaras (1982); Elsa Labos (1972); Luis Juri (1979); Hugo Bleichmar y otros (1970); quienes formularon técnicas de abordaje de pequeños grupos, parejas y familias. Hemos encontrado similitudes entre nuestras propuestas y las ya existentes. Lo producido por otros autores nos ayudó a profundizar y ampliar ideas o nos inspiraron otras nuevas. Algunos de estos aportes los fuimos articulando con aquello que en el quehacer nos iba resultando de mayor eficacia reveladora de las cualidades vinculares. Nos propusimos entonces, el diseño de un conjunto de herramientas de evaluación, que se adecuaran especialmente a nuestra casuística: grupos familiares en proceso de divorcio, provenientes de diferentes niveles socioeconómicos. En este proceso de elaboración, acotamos el uso de la “Hora de Juego Con a la familia con niños pequeños; el “Dibujo Conjunto Familiar”, como complemento de ésta en niños de edad escolar y como única técnica vincular, con hijos adolescentes. Nos surgió entonces la necesidad de contar con otras posibilidades de abordaje en este tipo de familias. A su vez, era importante ampliar nuestros recursos, cuando las otras técnicas no aportaban elementos esclarecedores o cuando la problemática familiar imponía la necesidad de un seguimiento. Resultaba más enriquecedor introducir instrumentos nuevos, en este segundo abordaje. junta” Tomando en cuenta aspectos de las técnicas grupales investigadas, así como observaciones realizadas en la Hora de Juego sobre diálogos espontáneos de personajes del mismo, construimos una técnica de abordaje vincular, que inicialmente llamamos “Dibujo del personaje en interacción” (Abelleira, H. y Delucca, N., 1989b). Desde hace ya unos años convenimos en llamar “Dibujo del Personaje en la Familia”, aplicándolo en las diferentes configuraciones vinculares estudiadas (pareja, padre o madre-hijos, grupo fraterno). La primera denominación, surgió en relación a los comienzos de nuestras construcciones metodológicas, que no poseían como en el presente, un marco conceptual sobre la teoría del vínculo de raigambre tanto psicoanalítica como de las “Ciencias de la Complejidad”. Términos como “interacción” o “percepción interpersonal” habían sido util izados por autores provenientes de diversos marcos teóricos: Laing y otros (1973); Juri y otros (ob. cit.); Bleichmar, H. (Ob. cit.). A partir de nuestra concepción acerca de lo vincular, como fundante de la subjetividad, se nos impuso la necesidad de dos cambios importantes: • El abandono del término “interacción”, y por lo tanto, un cambio conceptual. • Nuestra propuesta de llamar a los instrumentos o métodos por nosotras utilizados, “Dispositivos de producción vincular”, más que “Técnicas Proyectivas Grupa- les”. En efecto, la manera en que se denominan las cosas, no es ajena a cómo se las piensa. Por el contrario, es su consecuencia. Como lo enuncia Pierre Bourdieu (1988) ...”Nombrar, es un acto político”. Así, el cambio conceptual respecto de lo vincular que fuimos incorporando, es el fundamento del abandono del término interacción, que alude n los diferentes intercambios comunicacionales que se dan entre los sujetos de un grupo. El concepto de interacción deja por fuera ese plus que se pone en evidencia en lo que produce el conjunto familiar cuando les proponemos una tarea compartida. La lectura actual, constituye lo novedoso que aportamos con la instrumentación del dispositivo vincular. A la vez, también es una novedad para el grupo que posibilita efectos creativos, ver emerger en presencia de los otros, contenidos y significaciones tanto compartidas como no compartidas. En relación al concepto de proyección, éste ha sido empleado en psicología y en psicoanálisis, con sentidos diversos Freud recurrió al concepto de proyección, para explicar diversas manifestaciones de la psicología normal y patológica. En términos generales, .ilude a un mecanismo psíquico de defensa primaria, por el cual se busca en lo exterior a sí, el srcen de un displacer. Y más específicamente, refiere a la atribución a otro (persona, animal o cosa) de cualidades, sentimientos, deseos, que el sujeto rechaza, no reconoce o desconoce de sí mismo. La persona envía fuera, la imagenrepresentación de lo que existe en ella en forma inconsciente. Reconoce en otro, lo que desconoce como propio de sus procesos intrapsíquicos. Desde esta perspectiva entonces, en lo producido a través de las “técnicas proyectivas”, el sujeto proyecta no sólo lo que él es, sino lo que desearía ser o lo que él no quiere ser. En psicología, se hace referencia en primer lugar, a que las estructuras y rasgos esenciales de la personalidad, son factibles de emerger en el comportamiento manifiesto. Y en segundo lugar, en concordancia con lo anterior, se ha enunciado como “hipótesis proyectiva” (Rapaport, D., 1965), que “el individuo moldea sus producciones personales de acuerdo con las disposiciones de la matriz de su personalidad activa”. Esta hipótesis ha sido el fundamento de la construcción de las diferentes “técnicas proyectivas”: desde el dibujo infantil, hasta la técnica del Psicodiagnóstico de Rorschach; el Test de Apercepción Temática de Murray y muchas otras. La base común, es la presentación a los sujetos de situaciones no estructuradas o ambiguas, lo que da ocasión a que la persona las estructure e interprete de acuerdo a su organización singular, y permitiendo que se pueda inferir la estructura de su personalidad, como así también, procesos y mecanismos inconscientes (identificaciones predominantes; defensas inconscientes del yo, etc.). Luis Juri (1979), articulando la “hipótesis proyectiva” elaborada por Rapaport, con conceptos psicoanalíticos, enuncia la “hipótesis proyectiva grupal”, en relación al estudio que realiza en pequeños grupos (parejas, familias, pares)... “Los integrantes de un grupo, al enfrentarse con una situación-estímulo inestructurada, manifestarán o revelarán al organizaría -en forma proyectiva- la dinámica de las relaciones inconscientes establecidas entre ellos”. Los autores ya mencionados que han elaborado instrumentos de indagación grupal o interpersonal, producen un avance al investigar las interrelaciones de los sujetos en un grupo. No obstante, han mantenido el concepto de proyección, coherente con la concepción vigente en ese momento, respecto 63al CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS modo en que se encuentran, se aman, o se odian las personas, a través de procesos de “proyecciones cruzadas” (Bleichmar, H., 1981). Si bien el mecanismo proyectivo se pondrá en juego en la situación grupal, no será el único ni el esencial, porque el vínculo con otros, en especial los vínculos familiares, son una construcción compleja que se hace evidente al tener que generar ante nosotros, un trabajo conjunto. Se movilizan complejos procesos identificatorios, transferenciales (tanto entre los miembros de la familia como con los profesionales que intervienen), los acuerdos y alianzas inconscientes construidas en la historia vincular, como así también, las nuevas producciones que se gestan ante este espacio de intervención, que abre a elaboraciones inéditas. Por lo tanto, consideramos que la denominación de “técnicas proyectivas”, no daría cuenta de cualidades específicas del proceso de producción vincular que hemos explicitado y de cuyo estudio y formulación -como dijéramos- se está ocupando el psicoanálisis de las configuraciones vinculares. Dispositivo de producción vincular Lo que queremos remarcar una vez más, es que nuestra mirada apuntará a la producción vincular conjunta, que necesita y responde indefectiblemente a la presen- cia de los otros. El espacio que brindamos, más allá de la introducción de los diversos estímulos que en cada instrumento utilizamos (verbal, gráfico, lúdico) genera la posibilidad de que tal vez por primera vez el grupo o subgrupo familiar, deba elaborar en conjunto y con nosotras, una tarea en apariencia alejada de la situación problemática presente, pero que pone en juego la capacidad de producción vincular. Por otra parte, nos resultaba necesario seguir contando con producciones individuales de los padres y de los hijos que dieran cuenta de su percepción respecto de su lugar en el grupo y su registro del conjunto familiar. Mantuvimos así, el abordaje individual inicial de cada miembro de la familia, pero integrándolo y correlacionándolo con las producciones vinculares. Discriminamos de este modo los dos niveles de inscripción del conflicto (singular y vincular) que se torna necesario evaluar y diferenciar, en esta particular situación crítica de la familia y en este contexto institucional. Respecto de los progenitores, en la primera entrevista con cada uno de ellos por separado, apuntamos a conocer su posicionamiento e interpretación del conflicto familiar, así como sus expectativas ante la intervención ju- rídicopsicológica. Es al final de esta primera entrevista que les solicitamos como tarea personal, la elaboración de dos producciones: • Un dibujo (croquis) del Plano de la Casa Actual y de la Última Vivienda Conyugal compartida. -• La confección (por escrito) del Árbol Genealógico que incluya: la línea materna y paterna y la familia actual. Estas producciones, se basan en las que han sido propuestas por Isidoro Berenstein (1976), ampliadas por nosotras para su instrumentación con las familias en proceso de divorcio. A tal efecto, incorporamos el Dibujo del Último Domicilio Conyugal, analizando en forma comparativa la producción individual de cada uno. Las elegimos en reemplazo de otras técnicas proyectivas individuales (Psicodiagnóstico de Rorschach, Test de Apercepción Temática -TAT-; Test de Relaciones Objetales de Phillipson) que en un principio utilizábamos. La sustitución no se debió a que estas técnicas no fueran instrumentos idóneos y privilegiados para la exploración de los procesos intrapsíquicos, sino por considerar que exigen un tiempo para su administración y evaluación, que resulta excesivo y que excede los posibles para el contexto institucional, que precisamente se caracteriza por el tiempo acotado de la intervención. Además, porque nos brindan una información de cada uno de los progenitores que, en las problemáticas familiares, no aportan lo esencial para las finalidades de nuestra investigación. Las seguimos implementando al interior de otras indagaciones y de demandas de otros fueros. En tal sentido, las dos técnicas elegidas resultan más adecuadas por dos razones: 1) por la economía de tiempo. Su realización es rápida, incluso es posible solicitar la parte gráfica entre una entrevista y otra, como una tarea a realizar en sus domicilios; 2) porque si bien brindan menor información que las otras técnicas acerca del funcionamiento en sí la mismo, posibilitan dehistoria manera personal privilegiada, los movimientosintrapsíquico de apertura para construcción de la y la exploración de los vínculos actuales y pasados, más acordes con los objetivos de nuestra intervención. Respecto de los niños mantuvimos inicialmente en nuestro modelo, el Dibujo de la Familia (Imaginaria y Actual) que utilizamos teniendo en cuenta los aportes de: Porot, M.(1952); Corman, L.(1971) y Koppitz, E.(1973). Con posterioridad, atendiendo a nuestra necesidad de dar cuenta de cierta secuencia temporal del trabajo del duelo familiar, incorporamos algunas sugerencias al respecto de Renata Frank de Verthelyi (1985). De esta confluencia, resultó el armado de una tríada del Test de la Familia, que incluye: el Dibujo de la Familia Imaginaria, Familia Actual y Familia Prospectiva. Esta diferencia en las producciones individuales solicitadas a padres e hijos, se relaciona por un lado, con la diferencia generacional y por otro, con los efectos que, según nuestra experiencia, suscita el Dibujo de la Familia. Observamos que dibujar la familia, es aceptado sin dificultades ni reticencias por parte de los niños. Mientras que en muchas ocasiones genera resistencias por parte de los padres. A su vez, la representación gráfica del Plano de la Casa, y el Árbol Genealógico aceptados con agrado por los adultos-, requieren de un nivel de abstracción y de información con que generalmente no cuentan los hijos. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 65 Como consecuencia del recorrido realizado, apuntamos a que el modelo diseñado reuniera las siguientes características generales: • Que los recursos simples, tanto por adultos comoutilizados por niños impliquen y accesiblesconsignas a diferentes nivelescomprensibles socio- culturales. • Que puedan ser administradas en un tiempo relativamente breve y con economía de medios (lápices, marcadores, papel, cartulina, juguetes sencillos). • Que brinden, por su estructura, la posibilidad de promover la escenificación de la problemática vincular de la familia en forma mediatizada y alejada de sus formulaciones estereotipadas. CAPÍTULO VI Caracterización del dispositivo de producción vincular L I NICA F ORBNSIÍ UN F AMILIAS 66 Nos interesa transmitir en este capítulo, lo que nos han aportado estos instrumentos de evaluación e intervención vincular, por la riqueza de los materiales que obtenemos en su implementación y los efectos que producen en los integrantes de la familia. Apuntamos a generar diferentes espacios: por un lado, de producciones individuales de expresión gráfica, lúdica y verbal, que incluye la historia de las familias de srcen de los progenitores y la historia de la pareja desde la perspectiva de cada cónyuge. A su vez, ofrecemos un espacio de producción conjunta de las diferentes configuraciones vinculares: madre-hijos, padre-hijos y a veces también del conjunto fraterno. En estos subgrupos, privilegiamos un tiempo de relato conjunto de lo producido, donde se va poniendo en juego y se evidencia la complejidad de la trama vincular. La presencia real de los otros introduce la dimensión vincular que se entrecruza con las representaciones imaginarias que cada uno tiene sobre los demás. El proponerles la realización en nuestra presencia de una tarea conjunta (Juego, Dibujo conjunto familiar o Dibujo del personaje en la familia), despliega una “escena” mostrada y mirada tanto por ellos como por nosotras, que supone e incluye un “vínculo transferencial recíproco”. En este contexto, implica haber logrado en las primeras entrevistas con los integrantes de la familia, una relación de confianza en nuestra posición de neutralidad frente al conflicto que sobrellevan y la aceptación y reconocimiento por parte de la familia, de que estos encuentros producirán algún conocimiento beneficioso para su posible resolución. Y desde nosotras, la disposición e interés por involucrarnos en su historia y ser afectadas por la singularidad de lo que se produzca en esa situación particular. Se abre así la posibilidad de que, en ese diálogo compartido, se generen nuevos sentidos o que surjan aspectos novedosos tanto para nosotras como para ellos mismos, que no se manifestaron en los abordajes individuales. Habitualmente, cada uno despliega sus singularidades ante el otro, de un modo diferente frente a cada figura significativa y distinto de lo que muestra en soledad. De esta manera, la producción vincular enfrenta al grupo, no sólo con lo compartido y lo compartible, sino con la heterogeneidad. Se produce así, un quiebre de la ilusión narcisista de “coincidencia”, que moviliza en alguna medida al m enos, el proceso de elaboración y aceptación de las diferencias, abriendo hacia alguna otra forma del compartir. Suele ser un momento privilegiado para que, sin saberlo conscientemente, afloren vivencias, ilusiones y afectos, que desde el discurso consciente aparecían negados, desestimados, desmentidos o con signo contrario. Por ejemplo: donde se mostraba odio y rechazo, surge la demanda de amor; donde se enunciaba sumi- sión y aceptación, surge oposición y hostilidad; donde se ofrecía amparo, se muestra encierro narcisista; o la figura más denigrada de la familia surge con mayores posibilidades de contención y discriminación. Lo interesante es que lo producido en conjunto siempre causa asombro. Es un momento de pequeños o importantes descubrimientos, que luego suscita reflexiones. A veces son dolorosas y otras promueven reencuentros. Desde nuestro lugar, es el momento de formular hipótesis acerca del funcioprivilegiando la evaluación de determinados parámetros: 67 Cnamiento LÍNICA FORENSEvincular, ENFAMILIAS • El estado de preservación de la parentalidad y su diferenciación de la conyugalidad. • Cualidad en losy vínculos materno-filial y paterno-filial, en cuanto a capacidaddiferencial de contención discriminación. V • Lugar que ocupan los hijos en el conflicto conyugal e inscripción en los mismos de la problemática familiar. Pasos del proceso de evaluación e intervención familiar A) Propuestas de producción individual y vincular Especificaremos ahora, en relación al proceso de evaluación e intervención familiar, la propuesta que introducimos en cada paso, así como el objetivo y significación de las mismas. Las familias, como expresáramos en el Capítulo I, acuden al encuentro con nosotras sin que exista demanda por parte de ellas de nuestra intervención. El pride mer contacto se torna así para crear loque quedesplacen llamáramos pertenencia y apropiación delfundamental proceso que iniciaremos, las sentimiento vivencias de ajenidad e imposición inherentes a su tránsito por la institución judicial. Dado que la ex pareja conyugal está en proceso de separación, enfrentados hostilmente en la contienda judicial, realizamos entrevistas individuales con cada uno. En las mismas nos interesa dar una cuidadosa información del objetivo, características y pasos del proceso a transitar juntos, de nuestra función y de su culminación en una producción escrita (Informe Pericial) dirigida al Juez. También nos interesa conocer la versión de cada uno acerca del conflicto actual, de su historia, así como las expectativas depositadas en la intervención del Equipo Jurídico, en relación a posibles cambios en la situación familiar. Como ya lo expresáramos, en el transcurso de las primeras entrevistas, solicitamos a cada progenitor la confección del Plano de la Casa (actual y última conyugal) y del Árbol Genealógico de las familias paterna y materna y de la familia actual. La representación del espacio habitacional - Plano de la Casa- nos permite acceder a significaciones ligadas a los lugares que ocupa cada uno, la distancia entre los vínculos, el encierro o la apertura al espacio extrafamiliar, la relación-distancia con las familias de srcen, la confusión o hiperdiscriminación de los espacios individuales y de cada vínculo de la estructura familiar, la presencia o ausencia de zonas compartidas y la cualidad del lazo emocional respecto de los espacios del antes y después de la separación. El análisis del Árbol Genealógico, tanto en su diagramación espacial, como en cuanto a la omisión-inclusión de los nombres propios y al relato que en torno a él se despliega, nos brinda datos relevantes acerca de la historia familiar, del lugar de cada uno en la cadena transgeneracional, así como de la ubicación de la familia actual. La implementación de la misma producción con ambos ex cónyuges, nos permite realizar un análisis comparativo de lo realizado por cada uno, respecto al espacio que fuera compartido (ex casa conyugal), al espacio nuevo que habitan por separado, así como la particular manera en que cada cual ubica gráficamente en el Árbol Genealógico, las familias de srcen y la familia actual. Nos interesa respecto a ésta, qué registro podemos evaluar del cambio en la configuración fa8 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA miliar luego del proceso de divorcio. En la entrevista individual con los niños utilizamos la Tríada del Test de la Familia: Familia Imaginaria (“ Dibuja una familia”), Familia Actual (“Dibuja tu familia”) y Familia Prospectiva (“Dibuja tu familia dentro de X años”). A continuación de la producción gráfica, realizamos las siguientes preguntas en todas o en alguna de las familias dibujadas, según cada caso singular: • Dónde están? •• Qué están haciendo? • Quién le parece la persona más feliz? • Quién la menos feliz? • Quién la persona más buena? •• Quién la menos buena? • De no ser él, quién elegiría ser de esa familia. El análisis de estas producciones nos da acceso a la complejidad del “tra bajo psíquico” que ese niño en particular está transitando, a la singular representación de sí, de su lugar en la familia y del lugar que los otros ocupan para él, a su representación sobre la familia deseada y la que cree tener, así como su posibilidad de reconocimiento del duelo por lo perdido y la disponibilidad para registrar nuevas formas de organización de su familia en el futuro, que incluyan y reconozcan la separación. En un segundo tiempo, en el transcurso de las entrevistas conjuntas, incorporamos los dispositivos de abordaje vincular que hemos diseñado. Seleccionamos su utilización, de acuerdo a las características de cada caso. En todas las producciones vinculares esperamos la libre ubicación del grupo alrededor de una mesa, manteniendo nosotras lugares fijos. Registramos las acciones y verbalizaciones de cada uno y los intercambios grupales que se producen. Dibujo Conjunto Familiar Como dijimos, ofrecemos a cada subgrupo una cartulina y fibras de colores. En la primera parte, les hacemos la siguiente propuesta: “En esta cartulina hagan entre todos un dibujo. Elija cada uno un color que va a usar hasta que terminen el dibujo, sin cam- El objetivo del color único para cada integrante, es que se nos facilite la tarea de identificar el recorrido de cada uno en el dibujo. biarlo”. Nos interesa investigar: • La posibilidad del grupo de realizar una tarea conjunta y cómo la organizan. • La posibilidad que tiene cada uno de aceptar el color elegido en contraposición a desear el color que eligió otro, como modo de expresar un conflicto con su lugar en la familia. • El nivel organizativo y grado de complejidad de la producción gráfica y su contenido. • El “espacio” dibujado por cada uno así como la posibilidad de que los co lores de cada integrante se interpenetren. Finalizada la producción gráfica, solicitamos al grupo: “Relaten entre todos lo que dibujaron”. En esta producción verbal final, tenemos en cuenta lo que cada uno dice y la posibilidad de que el relato resulte de un intercambio entre todos. Privilegiamos la observación del grado y cualidad de la participación de cada integrante en la construcción conjunta, así como la coherencia y nivel de complejidad de lo relatado. Es importante comparar la complejidad de la producción gráfica y la verbal, y discrepancias que nos permitirán evaluar su signifi69 cación en esa familia. Canalizando FAMILIAS LÍNICA FORENSE ENcoincidencias Dibujo del Personaje en la Familia Esta técnica consta de dos momentos: 1o) gráfico y de ejecución individual y 2 o) verbal y de participación conjunta. En la primera parte, ofrecemos a cada integrante, hoja y lápices, enunciando la siguiente propuesta: “Dibuje cada uno en su hoja, una persona o personaje y pónganle un nombre. Piensen que luego armarán un diálogo entre sí, como si cada uno fuera esa persona o personaje que dibujó, fijando un lugar de encuentro. Realícenlo sin mirar lo que dibujan los otros”. En la segunda parte, finalizado el dibujo, se les reitera: “Ahora imagínense que se encuentran en algún lugar. Acuerden entre Uds. dónde. Preséntense brevemente cada uno, diciendo cómo se llama y qué edad tiene e inici en una conversación entre Uds.” Privilegiamos la observación del tipo de elección de la persona o personaje (real-imaginario, humano-animal, familiar-extrafamiliar, vivo-muerto). Si surgen elecciones superpuestas o no, así como el impacto que produce en cada uno la elección del personaje realizado por los otros. En relación a la producción verbal, evaluamos la posibilidad de cada uno de “jugar” a ser el personaje dibujado y las posibilidades o no de construir estrat e- gias para armonizar en una misma historia la diversidad y heterogeneidad de lo producido. El hablar desde un personaje les permite un despliegue más abierto y facilitador de la emergencia de aspectos identificatorios reprimidos o sentimientos inhibidos. Dando cuenta la producción verbal conjunta, del lugar de cada uno en la familia y su posicionamiento ante el conflicto. Hora de Juego Conjunta Familiar Este recurso, lo instrumentamos en familias con niños pequeños. Les ofrecemos la Caja de Juego, habitualmente utilizada en la evaluación psicológica con niños, proponiéndoles: “Armen entre todos un juego”. Nuestra observación se centra en la posibilidad del grupo de armar un juego conjunto y en la modalidad de organización del mismo. A su vez evaluamos el nivel simbólico de la producción lúdica, la estructuración y sostén de una secuencia, así como las posibilidades de construcción de un relato conjunto Acerca de lo realizado. Finalizadas las producciones vinculares, evaluamos las particularidades de cada una, así como las semejanzas y diferencias que se ponen de manifiesto, entre la configuración vincular madre-hijos y la padre-hijos. Categorización de la producción en base a indicadores B) Teniendo en cuenta que en el abordaje de estas familias podemos utilizar uno, más de uno o todos los dispositivos de producción vincular descriptos, hemos categorizado en su evaluación, indicadores generales de todas las producciones, así como específicos de cada una de ellas. Hacemos referencia por indicador, a aquellos observables que recortamos del registro gráfico así como del verbal, por considerarlos pertinentes para dar cuenta del funcionamiento familiar y su sentido inconsciente. estilo- NyORMA cualidad 0 De las producciones vinculares analizamos: la modalidad, HILDA ABELLEIRA DELUCCA de su presentación en cada subgrupo, evaluando en cada uno de los indicadores distintas variables y categorías, así como las especiales combinatorias que se crean teniendo en cuenta lo que ha predominado en el transcurso de la producción. El criterio de predominio, supone que lo que marcamos como categoría en relación a determinado funcionamiento familiar, no implica que no surjan en algún momento otros aspectos diferentes a los señalados. Indica que la producción ha estado fundamentalmente orientada en un determinado sentido. El siguiente modelo de categorización de los indicadores, ha sido producto de la sistematización de nuestra casuística. No lo planteamos como un modelo cerrado, sino abierto a posibles modificaciones y/o a la construcción de nuevas categorías que puedan surgir como necesarias, al abordar las complejidades específicas de cada producción familiar. Hasta el momento, nos ha resultado un instrumento ordenador, como paso previo a la interpretación global de las problemáticas vinculares analizadas. 1. Indicadores generales del funcionamiento vincular 1.1 Modalidad del funcionamiento grupal a)Planeamiento • presente • ausente b)Tareaconjunta • concreci n • fracaso c)Figuraorganizadora • presencia • ausencia d)identidaddelliderazgo • progenitor • hijo e)Cualidaddelliderazgo • democrático • autoritario • prescindente f)Mododeparticipación • inclusiva de todos los integrantes • con exclusiones: - parciales - totales g)Tipodeintervenciones •Modo • a predominio de preguntas • a predominio de respuestas • combinado • Direccionalidad • circunscripta a algunos • radial • circulante en el conjunto • Contenido • cooperativo - facilitador • individualista - inhibidor • crítico • intrusivo • elusivo h)Ubicaciónespacial CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS • espontánea 71 • dirigida • aceptada • rechazada 1.2 Estilo vincular predominante • cálido, distendido, ameno. • exaltado, de alegría forzada. • tenso, silencioso, a)Climaafectivo con intercambio verbal acotado. • distante, apático, frío. • angustioso, triste, con irrupciones de llanto. b)Ejerciciodelasfuncionesparentales • abarcativa • Contención • desapego • restringida: - plasticidad - rigidez • abarcativa • Discriminación-orden • restringida: - plasticidad - rigidez • Indiscriminación • abarcativa • restringida c)Modalidaddeexpresióndeloshi- • espontánea jos • creativa • coartada - inhibida • agresiva - hostil • agresiva - violenta • independiente • dependiente • desorganizada d)Lugardelprogenitorausente • incluido: - preservado - atacado • no incluido 1.3 Expresión simbólica de las funciones e identificaciones (en la elección de personajes; dibujos o juegos) • Personasopersonajes • presencia: - escasa - numerosa • ausencia 2 •Diferenciaciónsexual • acorde al propio sexo • de sexo contrario • con distorsiones •Diferenciacióngeneracional • acorde a la propia edad • de otra generación •Identidaddelospersonajes • de la vida real • ficcional o imaginario • vivo • muerto • humano • animal •Tipodepersonajes • activo, con proyectos • pasivo, estático • conflictivo: - explícito - implícito • satisfecho HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 2. Indicadores específicos del funcionamiento vincular 2.1 Dibujo Conjunto Familiar a) Producción gráfica •Cualidaddeldibujoconjunto-Simple • uso individual del espacio • realización de dibujos elementales (dibujos es- quemáticos, escasos elementos dibujados por cada uno) ( U NICA F ORENSE UN F AMILIAS • predominio de elementos no reconocibles (líneas, 7 puntos, etc.) • ausencia de interpenetración de los colores -Compleja • uso conjunto del espacio • realización de dibujos elaborados (dibujos diferenciados, diversidad de elementos dibujados por cada uno) • predominio de elementos reconocibles (personas, animales, objetos) • presencia de interpenetración de los colores • conjunto • Usodelespacio • sectorizado • equivalente • monopólico • Relacióndeloscolores • interpenetración: - aceptada - espontánea - acordada - intrusiva - competitiva • aislamiento •Autoresdeelementos b) Producción verbal: •Simple • principales • accesorios        descriptiva forzada diálogo formal participación desigual incoherencia en el relato o no construcción de un relato conjunto dificultad de sostener el nivel lúdico   • Compleja      espontánea participación activa de todos construcción de un relato conjunto coherente contenido de los relatos imaginados: -logros -conflictos -anhelos desenlace de los relatos imaginados: -posible -ilusorio -acordado -no acordado posibilidad de sostener el nivel lúdico -amplia -variable -restringida 2.2 Dibujo del Personaje en la Familia a) Producción gráfica •Simple 4 • realización de dibujos elementales ILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCC • personas o personajes H esquemáticos • personas o personajes incompletos • ausencia de rasgos faciales • sin ciara diferenciación sexual y/o generacional • personas o personajes con posibilidades restringidas de intercambio (muertos, inanimados, mudos) •Compleja • realización de dibujos elaborados • personas o personajes no esquemáticos • personas o personajes completos • presencia de rasgos faciales • personas o personajes con posibilidades amplias de intercambio b) Producción verbal • Simple • descriptiva • forzada • diálogo formal • participación desigual • escasa coherencia del relato con el personaje • incoherencia en el relato o no construcción de un relato conjunto • dificultad de acordar lugar de encuentro y desenlace • dificultad de sostener el nivel lúdico • espontánea • participación activa de todos • Compleja • coherencia del relato con el personaje • construcción de un relato conjunto coherente • contenido de los relatos imaginados: - logros - conflictos - anhelos • posibilidad de acordar lugar de encuentro y desenlace • desenlace de los relatos imaginados: - posible - ilusorio - acordado - no acordado • posibilidad de sostener el nivel lúdico: - amplia - variable - restringida 102 2.3. Hora de Juego Conjunta Familiar En su evaluación seguimos los indicadores generales formulados para todos los dispositivos. Analizamos en especial: Producción lúdica •Simple • uso limitado de los materiales • escasa o desigual participación lúdica del conjunto • dificultades para configurar un juego de nivel simbólico • uso instrumental de los materiales con construcciones ( U NICA F ORENSE UN F AMILIAS lúdicas fragmentarias 7 • dificultad de organizar un relato verbal •Compleja • uso amplio de los m ateriales • activa participación lúdica del conjunto • nivel simbólico de juego y posibilidad de transmisión de un relato verbal Sintetizando la instrumentación de los indicadores, hemos recortado: 1. Tres Indicadores Generales: 1.1. Modalidad del funcionamiento grupal 1.2. Estilo vincular predominante 1.3. Expresión simbólica de las funciones e identificaciones 2. Tres Indicadores Específicos: 2.1. Producción gráfica 2.2. Producción verbal 2.3. Producción lúdica En referencia a categorías: -Simple • Compleja C) Consideraciones sobre el análisis e interpretación de los indicadores Las producciones vinculares realizadas por los integrantes de las familias, brindan un material gráfico y un material verbal, amplio y complejo. Por lo tanto, para el análisis e interpretación de los indicado  res, a fin de inferir el significado de la producción vincular, se requiere un registro minucioso de todo lo producido, a fin de reducir los efectos distorsivos de la subjetividad de quien realiza la interpretación. • Como expresáramos en un comienzo respecto de la metodología elegida, el análisis e interpretación de los datos tendrá un carácter eminentemente cualitativo. Hecho el análisis de los indicadores, apuntamos en la evaluación final a ponderar el grado de complejidad de la producción (categorías que van de lo simple a lo complejo). Por ejemplo: una familia puede haber tenido un desempeño de poca complejidad a nivel gráfico, expresado en dibujos pobres en elementos, pero mejorar su producción en los intercambios verbales, surgiendo así posibilidades creativas que no se expresaron en un inicio. Es menos frecuente que ocurra lo contrario. Si desde el comienzo logran una producción gráfica compleja, sin muchos esfuerzos el grupo tiende a componer un rico relato sobre lo realizado. No obstante, en algunas familias, durante la producción gráfica, menos conscientes de lo que cada uno está proyectando en el dibujo, construyen con espontaneidad una rica escena desde el lenguaje no verbal. Al verbalizar cada uno sus interpretaciones sobre lo realizado descubren desacuerdos, lo que puede enfrentar al grupo con un conflicto. En determinadas familias esto puede abrir a la reflexión y a un aumento de la complejidad del funcionamiento. En otras, el enfrentamiento con lo diferente y desconocido, puede empobrecer la producción final. 6 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCC • Incluimos a su vez dos vertientes: a) una sincrónica que incluye el análisis de las producciones gráfica y verbal conjunta, especificándose diferencias de complejidad entre cada una y b) otra vertiente diacrónica, tendrá en cuenta posibles secuencias temporales. • En algunos indicadores es necesario realizar una evaluación de la dinámica del grupo en distintos momentos de la producción. En esta ponderación a través del tiempo vamos registrando paralelamente tanto los cambios de actitudes entre los miembros de la familia, como las variaciones del vínculo transferencial. • Consideramos importante registrar las apreciaciones que ellos mismos hacen al final sobre el trabajo realizado y lo que el recorrido por esta experiencia compartida les ha aportado. • Refiriéndonos al Dibujo del Personaje en la Familia, si bien tenemos en cuenta aspectos específicos de los personajes en cuanto a edad, ubicación en la hoja, expresión, tamaño, etc., no nos centramos en su análisis a la manera de los tests de figura humana realizados en el contexto individual. Privilegiamos el análisis de las posibilidades de cada personaje de relacionarse con los otros y producir un relato de cierta complejidad. Por ejemplo, se ve coartado u obstaculizado el diálogo, si en una familia dos miembros dibujan el mismo personaje (la madre a sí misma y el hijo a la madre); si alguno o varios dibujan un personaje muerto o un ser inanimado; si se dibujan a ellos mismos o a un personaje de características abstractas. característica de nuestro trabajo interpretativo es el de evitar realizar análisis aislados. Cada indicador debe ser correlacionado con los otros. Nunca uno en sí mismo, sino en conjunto y en secuencia, incluido el material de las entrevistas, el conflicto actual y la historia familiar. Dicha metodología evita, o al menos disminuye, la posibilidad de asignar significaciones prematuras a determinadas expresiones de un miembro de la familia que en el transcurso de la producción conjunta cambian de signo o relativizan el mismo. Por ejemplo, un padre puede tomar la iniciativa de comenzar el Dibujo Conjunto y enunciar el tema, acompañar esta actitud con comentarios y estímulos a sus hijos para dibujar, lo cual impresionaría como que es quien detenta el liderazgo del grupo. Sin embargo, al finalizar dicho dibujo puede observarse que lo dibujado por él resulta secundario e irrelevante en la producción conjunta, lo que impone la necesidad de relativizar su liderazgo o bien, de discriminar diferentes tipos de liderazgos en la familia. • Otra CAPÍTULO VII Acerca de cuestiones éticas4 Nos vamos a ocupar en este capítulo, de aquellas cuestiones que hacen a la ética en el campo forense, en especial referencia a la función del Perito Psicólogo. Transmitiremos las encrucijadas éticas a las que un perito psicólogo puede enfrentarse, como la posición ética, que a nuestro entender, debe sostener desde el inicio de su función. No desconocer la complejidad de estos ejes problemáticos, contribuye a construir su lugar: en la institución, frente a la tarea y a las personas a las que está convocado a conocer e investigar y acerca de las cuales debe producir un dictamen psicológico. Como definiéramos en el Capítulo I, el perito psicólogo, es aquel profesional de la Psicología que es convocado o habilitado por un Magistrado o Juez que entiende en una causa o expediente (es decir, que la dirige), a fin de recibir su asesoramiento especializado, en el contexto de un juicio dentro del fuero Penal, Laboral, Civil y Comercial y de Familia. También hemos explicitado, que durante nuestros años de trabajo en el Poder Judicial (Asesoría Pericial de Tribunales de la Provincia de Buenos Aires), si bien en los inicios nos desempeñamos en los diferentes fueros, posteriormente nos centramos muy especialmente en el ámbito civil, en juicios de familia (divorcios, tenencia, régimen de visitas). Nos ocuparemos por lo tanto, de aspectos éticos con los que nos enfrentamos en las diferentes áreas de la práctica pericial, centrando la mirada en lo relativo a la intervención con familias. En primer lugar, quisiéramos referirnos a la posición ética que uno asume como persona y como profesional. En alguna medida, esta posición se construye en una articulación entre libertad y sujeción (Puget, J., 1992). Incluir la capacidad de optar, implica que cada uno de nosotros, elige y adopta valores e ideas (en parte sabiéndolo, en parte desconociéndolo). A su vez encuentra y construye modelos, algunos compartidos con el contexto en el cual está inserto y otros universales, que se le imponen, que establecen lo prohibido y lo permitido en relación a grandes cuestiones de la vida: respeto por la vida propia y ajena; aceptación y respeto por las diferencias. Consideramos esencial, la posibilidad de construir y preservar la capacidad para reflexionar, cuestionar y volver a formular estas ideas y valores elegidos y para asumir la responsabilidad personal de los actos. La voluntad ética no es estática y debe ser formulada y transformada en diferentes circunstancias de acuerdo al contexto. Pero además, activamente, cada uno puede imprimir a su elección una modalidad que le es singular. Esta condición, la de poder elegir y sin embargo, obligatoriedad de reconocer y respetar que se pertenece a un conjunto, es lalabase de la construcción de nuestras posiciones éticas, cambiantes en parte, como lo simbólico. A partir de esta posición, surge nuestra ética profesional, consensuada y de acuerdo a un código y en parte singular. Como personas atravesadas por la ley fundamental de la cultura, por el pacto fundante, por la comunidad de la renuncia pulsional, estamos obligados (lo cumplamos o no) a poner un coto al goce total, mortífero, en el plano de la sexualidad y también en el plano del poder. 4 Este capítulo es una actualización y ampliación de un trabajo anterior realizado por una de las autoras (Delucca N., 1999). La ley fundamental supone la renuncia a la endogamia, la prohibición de destrucción del otro y la exhortación al intercambio. Y como profesionales, lo exogamizante también nos alcanza. Si podemos acceder a salir del encierro, podremos intercambiar y poner en cuestión nuestras ideas (no sólo dentro de los “ghettos” en que muchas veces nos amparamos), sino también, abrimos verdaderamente a la interdisciplina. Apuntamos a mostrar con lo señalado, que en el campo forense esta apertura es absolutamente necesaria. Porque hemos de poder construir nuestro quehacer, en intersección con otros quehaceres: el del Juez fundamentalmente y78 el de otros profesionales (asistentes sociales, médicos,Hpsiquiatras, abogados ILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA y otros pensadores). Como psicólogos, ingresamos en la Institución Judicial con el bagaje de nuestras propias posiciones éticas personales y profesionales. El nuevo contexto, impone considerar problemáticas inéditas que exigen una permanente reflexión crítica y una complejización de las posturas éticas. Dentro de la especificidad del campo forense, consideramos necesario puntualizar a continuación, las responsabilidades y cuestiones éticas que pensamos se constituyen en “nudos” centrales de nuestro quehacer. 1, Nuestra primera responsabilidad ética como profesionales, nos impone conocer el contexto institucional (sus fines, objetivos) y sus peculiares reglas de funcionamiento, dentro de las cuales estará enmarcado el quehacer del perito psicólogo. Esto implica conocer, que el desempeño como psicólogos estará doblemente marcado y enmarcado:   Por los códigos del Derecho: Penal, Civil, Laboral y sus respectivos códigos de Procedimiento. Por el marco teórico de la disciplina psicológica (en el paradigma en el que uno se ha formado y por el que ha optado) y los códigos de ética profesional y personal. • Por lo tanto, saber para qué estamos convocados. Unos y otros enmarcamientos, no pueden entrar en contradicción al momento de realizar el dictamen pericial psicológico (que es el punto de llegada de nuestra tarea). Cuando decimos “conocer el contexto institucional y sus reglas de funcio namiento”, nos referimos a algo más que poseer una información de sus parti- cularidades. Supone una clara conciencia y aceptación de las diferencias que tendremos que afrontar, en el marco de una actitud de alerta crítica. Entendemos por alerta crítica, a una actitud reflexiva de nuestra parte sobre la que cumplimos la institución, que nosLoponga a resguardo tanto de función una confrontación estérilencomo de la sumisión. estamos planteando estrictamente en el nivel de nuestro desempeño profesional. No hacemos referencia en estas conceptualizaciones, a conflictos a nivel interpersonal que como en toda institución o grupo humano se podría plantear. Confrontación estéril, sería oponernos en forma manifiesta a aceptar las reglas y códigos con que se maneja la institución, o de manera más sutil, transgredirlas solapadamente no cumpliendo la función para la que se nos convoca. Una actitud de sumisión, implicaría aceptar acríticamente y sin las explicaciones que será necesario realizar, cualquier demanda que entre en contradic- ción con nuestros códigos de ética profesional y personal. 2. La institución nos demanda el aporte de un conocimiento especializado, lo que exige una permanente profundización, ampliación y actualización de esos saberes. La aceptación y respeto por nuestra palabra, dependerán en gran parte de la solvencia y fundamentos científicos en los que la apoyemos. 3. Conocer los obstáculos y la especificidad de los discursos. Como ya hemos señalado en el Capítulo I, los paradigmas y discursos sobre el sujeto, los hechos, las laFAMILIAS implicación del investigador sobre lo investigado, difieren amCconductas, 79 LÍNICA FORENSE EN pliamente y a veces son antagónicos, en el discurso jurídico y en el psicológico con el que nos manejamos. Los códigos escritos, aún hoy, están atravesados en gran medida por lo dogmático y por el paradigma positivista. Esto implica suponer que la ley (de los códigos) posee: objetividad, neutralidad, universali- dad e indiscutibilidad la respuesta del sujeto, tanto del destinatarioaislada de la ley como del emisor, seylaa supone racional, conciente y medianamente de su contexto. Nuestra concepción del sujeto implica: • Considerar la subjetividad, como una construcción atravesada por la cultura, el momento histórico-social, el grupo social de pertenencia y constituida en los vínculos familiares y con los otros. • Metabolizada por la propia interpretación o significación de lo vivido, siendo la dimensión inconsciente generadora de efectos singulares que lo constituyen como sujeto deseante. Por lo tanto es un sujeto: • Escindido (sujeto del inconsciente) • Vinculado: a la estructura familiar y a la estructura social • Multideterminado o sobredeterminado En un artículo sobre el discurso jurídico, Daniel Varacalli (abogado y periodista, 1995), cita al respecto a Foucault, quien señala que el poder, sólo es “...tolerable, con la condición de enmascarar una parte importante de sí mismo. Su éxito está en proporción directa con lo que logra esconder de sus mecanismos. Para el poder, el secreto no pertenece al orden del abuso: es indispensable para su funcionamiento”. Y afirma Varacalli: “...la opacidad del di scurso jurídico es la condición de su eficacia”. En tal sentido, es cierto también que las leyes y códigos que manejan quienes deben administrar justicia, enuncian conceptos no tan claros ni tan certeros y por lo tanto interpretables. De allí lo abultado de la bibliografía sobre jurisprudencias. En consecuencia, siempre está presente la vertiente ideológica del interpretante, como para que distintos jueces y profesionales del Derecho acentúen o se enmarquen en diferentes y contradictorias posturas, unas con otras. Así mismo, hemos considerado que dentro del dogmatismo y positivismo aún vigentes, un importante sector de juristas más cercanos a una “teoría críti ca” (Cap. I), dan entrada a concepciones de la Ley y el sujeto provenientes de otras ciencias sociales, que abre a la aceptación de enfoques interdisciplinarios. Esto es fundamental en el campo del Derecho de Familia. Desde nosotros, nos ha permitido la construcción de un espacio de trabajo interdisciplinario para poder producir conjuntamente nuevos conocimientos y hacer más efectivas nuestras intervenciones y la del juez, a nivel de las familias. Si bien los dos discursos pueden no tener una identidad conceptual, tendrán puntos de aproximación y de articulación, en el proceso de construcción del fallo o dictamen jurídico (Degano, J., 1995). Cuando se logra la articulación de las dos funciones (la de los peritos y la del juez como representante de la 110 autoridad), sin que ninguna pierda su especificidad, se hacen eficaces intervenciones que probablemente en los casos que nos ocupa, desde una u otra disciplina aislada se tornarían inoperantes. Con las familias, el objetivo último es el mismo: lograr un cambio en sus posicionamientos y en su organización. En otros fueros, apuntamos con nuestro aporte de lo producido y el de otras disciplinas, a ampliar la mirada del juzgador, intentando contribuir a un dic80 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA tamen jurídico más justo. 4. En esta posibilidad de articulación, juega un papel no menor que la transmisión al juez, sea clara y explícita. Que podamos traducir de manera comprensible conceptos sobre procesos muy complejos. Sabemos que no siempre pueden ser traducidos en toda su riqueza y que siempre en las “traducciones” algo se pe rderá. Pero más se pierde para la escucha del juez si nos cerramos en una larga fundamentación teórica con el uso de terminología que para nosotros puede resultar obvia o sobreentendida y para el no-especialista en el tema, será estéril. También podemos ser oscuros para suscitar fascinación en el destinatario, haciendo uso del ejercicio de un poder sobre ciertos saberes o para desrresponsabilizarnos a través de no brindar al juez conclusiones claras. Como dice Umberto Eco (1977): “transmitir explicando”, seleccionando del material obtenido, aquello que posea una coherencia interna, desde donde algo adquiera sentido y fundamento (no amontonar información, sino seleccionar coherentemente). En nuestras conclusiones, aportamos no sólo lo psicológico propiamente dicho de tal persona o de tal grupo familiar. Las conclusiones psicológico-forenses, deben aportar también la lectura que hacemos sobre el sentido del hecho motivo de la litis o del juicio. No desconocemos que en ocasiones;‟ nuestro receptor podrá estar imposibilitado de escuchar algunas consideraciones por muy claras que las formulemos. 5. Conocer la propia función y la de los demás. En su aporte al tema de la ética en el campo forense, el Dr. Fernando Ramírez (Juez Tribunal Oral, Justicia Nacional, 1990, 1995), señalaba que el surgimiento de conflictos en el ámbito del psicólogo forense, se debía a “una suerte de indeterminación inicial respecto de su rol”, fuente de confusión para el o los magistrados o funcio narios que nos dirigen sus demandas, como para nosotros mismos para interpretarlas correctamente. Es en este punto donde pensamos que es indispensable que actuemos despejando y diferenciando lo que podemos, debemos o no debemos ni podemos hacer. Asumir una posición clara sobre los alcances y límites de nuestra intervención psicológica, resguarda a su vez, de invadir las incumbencias de otros. No pocas veces se corre el riesgo de confundirse con el lugar y función de un abogado defensor o de un juez. Por lo tanto, debemos dar contestación exclusivamente a lo que atañe a nuestra profesión. 6. Ubicarse en una posición de neutralidad. En relación a una evaluación del grupo familiar, por ejemplo, implica hacer una lectura contextualizada de los puntos de pericia que se solicitan. Ciertas demandas o pedidos explícitos, suelen ser algunos de los dilemas ético-profesionales con que nos podemos enfrentar. Desde una concepción de la trama vincular, un pedido (formulado por los abogados de parte) excesivamente sesgado hacia lo personal-individual de uno o del otro progenitor, puede hacernos caer en el error de no ver el contexto del conflicto que hay que develar. ¿Debemos contestar acríticamente? Pensamos que no. Es nuestra convicción, sustento de nuestra postura como peritos, que una fundada contextuaCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS lización implica incorporar desde nuestra mirada, aquello que desde el pedido81 explícito queda silenciado o excluido. Evaluamos lo pertinente a cada caso, desde el punto de vista psicológico. neutralidad, Entendemos que lade no significa sino todo lo contrario. Una acción nuestra parte que no descomprometerse, tenga en cuenta el contexto vincular de donde proviene el conflicto, puede tornarse iatrogénica para el conjunto y acentuar las disociaciones familiares. Devolver el conflicto a la trama vincular, es lo que torna operativa la intervención (y no sólo el asesoramiento al juez). Esta postura, genera efectos no sólo en el equipo jurídico sino también en las familias entrevistadas. Decíamos en el Capítulo I, que nos ocupamos muy especialmente en el primer contacto con el grupo familiar, de explicitar con claridad las características de nuestra intervención, a la manera de un establecimiento del encuadre del dispositivo. No obstante puede ocurrir, que si en el transcurso del trabajo pericial no se producen corrimientos y modificaciones que el dispositivo suele favorecer, algunas personas porolas conclusionesdedeubicar la pericia, las confirmaría ense susientan objetivoafectadas (consciente inconsciente) en el que otrono la totalidad de la culpa del conflicto familiar. En tal sentido es importante diferenciar, “no producir iatrogenia” de es - tablecer alianzas con esciciones o desmentidas de nuestros entrevistados. Por lo tanto, nuestro propósito es no contestar “pericias a medida”, ni so meterse al pedido de aplicación de una lista interminable de tests (Dragone, C., 1994). La metodología de investigación ha de ser decidida en cada intervención, de acuerdo a las características de los sujetos o del grupo familiar a investigar (Capítulo V y VI). 7. El tiempo necesario para hacer una pericia. En el ámbito judicial, dentro de un proceso litigioso o juicio, suele haber plazos perentorios. Es una variable a tener en cuenta, para organizar los tiempos de la investigación y la elaboración del informe. Esta variable, manejada con criterio de realidad, no debe ir sin embargo en desmedro de la seriedad, profundidad y criterio científico de nuestros abordajes. Esto debe ser conocido tanto por los peritos, como por el juez y las partes que demanden nuestra intervención. La cuestión significa por un lado, que el perito siempre deberá dar alguna respuesta a lo que se le solicita. Pero no siempre lo que pueda responder, abarcará la totalidad de lo demandado. Por ejemplo: si un magistrado ordenara que se realice un pormenorizado estudio de la personalidad sobre alguien imputado de un homicidio, para conocer la organización de su pensamiento, capacidad de comprensión y dinamismos profundos de su accionar y se nos diera solamente la posibilidad de una entrevista, este objetivo no se podrá cumplir, científicamente hablando. Si el magistrado contara dentro del proceso, con un límite mayor de tiempo, una explicitación fundamentada de nuestros argumentos científico-metodológicos, le permitirán ampliarnos el plazo acordado. Si esto no fuera posible, corresponde dar una semblanza aproximativa sobre aspectos descriptivos de la personalidad, lo que implica que nuestro informe no será una pericia psicológica propiamente dicha y su aclaración, es de nuestra responsabilidad profesional y ética. 82 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Que en algunos expedientes -con el fundamento de que se respondió a una demanda de urgencia- nos hayamos encontrado con informes de otros profesionales que se presentan como “pericias” de una página y que fue ron realizadas luego de una entrevista, nos lleva a remarcar especialmente este tópico. Hemos tomado contacto con estas situaciones, cuando el mismo magistrado decide enviar el caso a otro profesional, para que realice un nuevo y pormenorizado estudio, porque el anterior no le fue de utilidad. Lo que confirma la esterilidad de una respuesta desde un acatamiento acrítico de lo demandado. En nuestra larga experiencia, siempre contamos con la buena disposición de los jueces para ampliar los plazos, si nuestros fundamentos lo justificaban y estaba dentro de sus posibilidades procesales. El diálogo interdisciplinario, nuevamente surge como esencial. 8. El secreto profesional. La responsabilidad del profesional, es decir lo que se tiene que decir de acuerdo al conflicto que se pretende resolver o al hecho puntual que está en cuestión y no decir aquello que no es necesario ni pertinente, aunque surja en una entrevista. Si bien los entrevistados son informados de las características del estudio pericial y del informe escrito que se elevará, a lo largo de las entrevistas se sienten en unde clima de confianza y confidencialidad, que puedeo hacerles lizar o poner manifiesto aspectos personales desventajosos dolorososverbay no siempre tienen la lucidez o la energía para pedirnos que no figure en el informe. Por ejemplo: al interior de una evaluación tendiente a establecer el régimen de visitas padre-hijos más adecuado, la madre de los niños relata en una entrevista que está alejada de su progenitor desde la adolescencia, a raíz de sus reiteradas infidelidades matrimoniales exhibidas sin recato. Podría ser de utilidad la sola mención del alejamiento, pero agregaría seguramente un elemento innecesariamente irritativo, que nos detuviéramos a pormenorizar por escrito estos avatares de su historia pasada. En otras circunstancias, si ese hecho del pasado fuera evaluado por nosotras, como un elemento que está incidiendo en la actitud hostil, desconfiada y sin bases reales sobre el ex cónyuge, obstaculizando la libre circulación de los hijos, tendrá que ser explicitado aunque sea doloroso. Otro aspecto más delicado y polémico, referido al Fuero Penal, lo constituye la eventual revelación por parte del entrevistado, de la autoría de un hecho delictivo que no fue admitido en la indagatoria judicial. En el mismo artículo c itado, el Dr. Ramírez señala: “... resultaría perverso que un juez procurara obtener información (sobre un delito no confesado en el ámbito judicial) instrumentando para ello a un psicólogo...” (...) “....y esta i nformación, por otra parte, no sería válida .” Pero somos nosotros mismos los que tenemos que tener en claro que el va- lor de la palabra en el contexto de una entrevista psicológica, no es el mismo que el que tiene en una declaración ante el juez. Es sólo ante su investidura y con las debidas garantías procesales, que la palabra de alguien puede adquirir el valor de una “confesión de culpabilidad”. Lo que en el transcurso del estudio pericial (que por otra parte, nadie está obligado a hacer) un sujeto enuncia, formará parte para nosotros, de un discurso que esclarezca su estructura de personalidad y la capacidad de subjetivar y de hacerse responsable de sus actos. 83 CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Es el contexto pericial y el pertinente criterio profesional y científico el que permitirá articular “confidencialidad” con la función de “mostrar fundamentando”. El secreto profesional no puede ser absoluto y nadie debería esperar esta actitud, si se explícita claramente el encuadre psicológico-forense. Tanto en este punto como en los otros enunciados en este capítulo, a los psicólogos nos alcanzan “las generales de la ley”. También somos interpre tantes de lo que se nos demanda y como señalamos en el principio, construimos nuestra ética profesional no sólo desde el consenso, sino desde la singularidad, incluida nuestra ideología. Las dificultades de articulación, no sólo surgen entre discurso jurídico y psicológico, sino entre los mismos psicólogos forenses. Hemos asistido y conocido, lamentables difusiones a los medios de comunicación, de ciertos contenidos de una pericia, con nombres y apellidos. Esta actitud, a nuestro juicio, no puede sostenerse desde ninguna supuesta obligación del profesional de dar a conocer el producto de su investigación. Es el propio Código de Procedimiento Penal, el que nos excusa de tales revelaciones: 82 : “los médicos, parteras, farmacéuticos y demás personas que pro Art.cualquier fesan rama del arte de curar, denunciarán dentro de veinticuatro horas, los envenenamientos y otros graves atentados personales, cualesquiera que sean, en los que hayan prestado servicios de su profesión. Se exceptúa la obligación impuesta por este artículo, el caso en que las personas mencionadas, hubieran tenido conocimiento del delito por revelaciones que les fuesen hechas bajo expreso o tácito secreto profesional” (la cursiva es nuestra). Por último: dejamos abierta la profundización o ampliación de las problemáticas éticas de nuestro campo, a nuevas producciones tanto propias como de otros colegas, teniendo en cuenta que con nuestro quehacer, podemos tener éxitos y fracasos, aciertos y errores. Nos enriquecerá poder aprender de ellos, reflexionando con otros. PARTE II Historiales Clínico-Forenses Introducción En esta segunda parte del libro nos ocuparemos de analizar el funcionamiento y las producciones vinculares de familias diversas, que enfrentan algún momento del procesoSidebien divorcio las que, desde la justicia, se ha solicitado nuestra intervención. hemosy en tomado indicadores de las producciones individuales como aporte a la construcción de las hipótesis interpretativas finales, en tanto corroboran o consolidan lo aportado por las producciones vinculares, transmitiremos sólo este material conjunto y su evaluación. La metodología elegida obedece a varios motivos: a) Que nuestra idea central en este libro ha sido priorizar la lectura de lo vincular. b) Que deseamos presentar problemáticas familiares en sus diversidades, lo que torna necesario acotar la transmisión de los materiales obtenidos. c) Que queremos mostrar en los historiales seleccionados, las particularidades de cada familia y de cada intervención, así como la aplicación de las técnicas de producción vincular que hemos elaborado. La vastedad del material con que contamos, nos obliga a realizar una selección de los mismos. Selección que nos enfrenta con interrogantes acerca de los criterios con que la realizamos. Recorriendo nuestra casuística se nos fue armando la idea de que la selección de las familiasque, podía ser realizada del desde el punto vista deen la cada operatoria vincular predominante a consecuencia divorcio, sede producía grupo familiar. De tal modo ordenaremos los historiales bajo las siguientes denominaciones que compondrán los capítulos de esta segunda parte del libro: • Capítulo VIII: Cuando un hijo cuestiona el orden familiar establecido. • Capítulo IX: Cuando queda cuestionado el lugar de la madre. • Capítulo X: Cuando queda cuestionado el lugar del padre. • Capítulo XI: Cuando se divide el grupo fraterno. • Capítulo XII: Cuando se produce la exclusión legal de uno de los padres. • Capítulo XIII: Cuando en nombre de los hijos, se cuestiona una organización familiar. • Capítulo XIV: Cuando predomina la violencia en los vínculos. • Capítulo XV: Cuando nos interroga una organización familiar peculiar. Cada capítulo, se organizará de acuerdo al siguiente modelo: a) Presentación b) Singularidades de la demanda institucional c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia d) Producciones vinculares e) Evaluación de las producciones vinculares en base a Indicadores - clasificación - interpretación f) Interrogantes e hipótesis interpretativas g) Reflexiones acerca de nuestra Intervención Pericial Psicológica Así mismo, daremos a cada familia un nombre figurado, tomando como denominación lo que ha resonado en nosotras como significativo en el transcurso de las producciones vinculares, desde vina frase o personaje elegido. CAPÍTULO VIII Cuando un hijo cuestiona el orden familiar establecido Introducción En este capítulo relataremos los avatares de un grupo familiar, en el que, a través de diferentes síntomas o actos de uno de los hijos con posterioridad a la separación de la pareja conyugal, el orden instituido al interior del funcionamiento familiar, queda cuestionado y obliga a los adultos a la reflexión, a revisar conflictos eludidos, a enfrentar el dolor de duelos no tramitados, así como a acudir a la Justicia a convalidar y acordar los cambios que vía el hijo se recla118 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA man. Esta revisión siempre implica un cierto grado de sufrimiento para los integrantes de la familia. Sin embargo, es la vía que se abre como posibilidad para que este grupo familiar, encuentre nuevas formas de vincularse y ampliar el circuito de sus intercambios. Familia “Mr. Rock” a) Presentación Organigrama familiar Sonia, 45 años Empleada Gustavo, 13 años 1o año Martín, 45 años — Comerciante María, 11 años 6° grado Antonia, 8 años 4° grado La familia está integrada por el padre, Martín de 45 años, la madre, Sonia de 45 años y tres hijos: Gustavo de 13 años, María de 11 años y Antonia de 8 años, los que vivían con la madre desde la separación de la pareja, concretada hace 8 años atrás. El padre, quien a partir de la separación se quedó a vivir en lo que fuera el hogar conyugal, no los visitaba con regularidad. Siendo mayores los hijos, lo visitan esporádicamente Gustavo y Antonia. María lo ve muy pocas veces. Poco antes de solicitar nuestra intervención, Gustavo, el hijo varón, reitera actitudes violentas hacia la madre y hermanas, que la madre no logra controlar. Se apropia de un dinero que a través de él era enviado por el padre a la madre, a 121 LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS raíz de que ésta había sido asaltada y lo gasta en jueguitos. Ambos padres significan como “robo” esta actitud de Gustavo. Esta acción del hijo, novedosa e imprevista para todos, parece ejercer un efecto de intensa movilización en la pareja parental. En efecto, ésta, que no mantenía ningún diálogo desde la separación, ante el impacto de la conducta del hijo, se reúne a pedido de la madre, dialoga y resuelve una modificación de la convivencia: Gustavo pasa a vivir con el padre e inicialmente no va a la casa materna. La madre y hermanas lo visitan en lo del padre. Modificación que implica un mayor protagonismo de la figura paterna, la creación de ciertos acuerdos en la pareja parental y la interrupción de la convivencia de los hermanos entre sí y del hijo varón con la madre. Gustavo había iniciado tres meses antes tratamiento psicoterapéutico con la misma profesional que lo había atendido alrededor de sus cuatro años. b) Singularidades de la demanda institucional La familia luego de resolver por sí misma el cambio en la convivencia, decide acudir al Juzgado en el que la pareja tramitó su divorcio, a informar las modificaciones en la tenencia y el régimen de visitas de los hijos. A la vez, solicitan asesoramiento acerca de si las decisiones que tomaron son beneficiosas o no para la familia, en especial para el hijo. El Juez requiere nuestro asesoramiento a fin de resolver si la reorganización que ha realizado la familia en forma espontánea, ante la conducta violenta del hijo, es conveniente o no para los menores, ya que supone separaruna a los hermanos y que el hijo varón a cargo del padre con ele que no existe relación estable y estrecha. Estos esté cambios le suscitan dudas interrogantes, por lo que solicita nuestra intervención para la realización de un Estudio Pericial del Grupo Familiar. c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia Martín y Sonia están separados desde hace ocho años. Dice Sonia: “él nunca aceptó el divorcio, no tolera la separación, ni mi casa como alquilada... a los chicos les dice que la casa de la familia es donde él vive ”. “El Juez trató de transformar el divorcio en mutuo acuerdo en una audiencia y él no quiso... dice que la causal debe ser falta de cariño ”. Al preguntarle sobre sus sentimientos dice que ella se siente segura de no quererlo más... lo pensó mucho y se lo ha dicho, pero él no lo acepta. Dice Martín: “Esta es mi familia”... “No hay divorcio”...”La familia es inamovible... Es una decisión de Sonia, yo ni la echo ni la llamo. El domicilio de Sonia y de los chicos es mi casa... A Sonia la adoro... Yo creo que las relaciones son pasionales, tienen dos componentes: el amor y el odio y no está escrito el fin de la historia... Tanto yo como ella no hemos con”. formado Sonia nuevas espera deparejas la Intervención Pericial: “Que Martín acepte el divorcio y que Gustavo pueda volver a vivir con nosotras, ...pero bajo determinadas condiciones que no impliquen riesgos para ninguno ”. Martín espera de la Intervención Pericial: “Un grado de fortalecimiento familiar”. Al preguntarle qué significa esta expectativa, dice: “Que se puedan ir recomponiendo un montón de cosas, no sé si todas... Así como el odio es de ida y vuelta, el amor también ”. Martín y Sonia convivieron durante siete años. Se conocieron a los 29 años en el “Club de Paracaidismo”. Ninguno había tenido parejas previas de relevancia. Martín: “Me gustó de ella que era atractiva y misteriosa ”. Sonia: “A mí me atrajo él, tal vez por mi espíritu de aventura ”. Se casan luego de siete meses de noviazgo. Los primeros tiempos de casados fueron satisfactorios para ambos. Luego, la relación se va resquebrajando con diferentes vivencias para cada uno. Sonia: “ Con el tiempo vi que lo que me atrajo de él era desconexión de la realidad”... “Que se manejaba presionando ”...”Yo no recibí agresiones físicas, pero sí presiones psicológicas.”...”Muy pegado a mí”. “Cuando nacieron los chicos, el primero se murió a los cinco días, nació con una malformación congénita... al año de casados”.. “Yo dejé de trabajar para atenderlos ”. Quedó embarazada de Gustavo a los seis meses de la muerte del primer hijo... “El se fue desinflando”... “Quería poner una gran empresa ”...”Yo le decía, tenés que empezar de abajo, como peón y se enojaba, yo era la bruja de la película ”...”Ya no teníamos para comer, yo embarazada de Antonia, me fui a lo de mamá y él deprimido en la 118 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA cama”...”Yo me sentía mal, el último año fue un calvario”... “Ahí empecé un tratamiento psicológico... lo hice como cinco años”. A poco de instalarse con sus hijos en casa de sus padres, la muerte inesperada de su progenitor la enfrenta con una nueva pérdida, muy relevante, ya que éste había asumido un papel protector en lo afectivo y económico. Cuando se separaron, los hijos perdieron contacto con el padre. Al comenzar Gustavo con problemas de conducta, la terapeuta de ella le dio el nombre de ima terapeuta para el niño. Éste comenzó el tratamiento y la Psicóloga hizo entrevistas con ella y las niñas. Indicó la necesidad de que vean al padre, pero iban muy poco y él no venía a verlos... “Por eso ahora es un adelanto que quiera estar al tanto de los hijos y lo que está pasando con ellos”. Sonia mantiene actualmente buenas relaciones con su madre, con su única hermana y la familia de ésta, los que le brindan apoyo económico y a veces la ayudan en el cuidado de sus hijos. Martín: Recuerda su relación de pareja como buena... “Charlábamos mucho... luego yo caí en un pozo depresivo y ella me dejó ”...”Yo en tratamiento psicológico, a veces íbamos en pareja y luego yo solo ”...”Se va en pleno puerperio de Antonia, en duelo porque se había muerto el padre ”...”Cuando me comunica que me deja, yo le digo que está bien, pero hagamos los papeles del divorcio. Fuimos a un abogado, después Sonia no lo quiso seguir ”...”Y se me queda con los chicos” (nombra a los cuatro, incluyendo al pequeño muerto a los cinco días de nacer)...”“Habré estadodefensas. semanasHabía en estado de depresión absoluta y luego me puse bien...”No tenía perdido la voluntad lo único ”...”Al caérseme que tenía: la familia, me vine abajo. Inclusive, no creé nuevos afectos ”. “Ahora hemos podido hablar con Sonia otra vez, a raíz de Gustavo. Está conmigo y para ver a la madre tiene que ser invitado por ella y yo darle autorización”... “Hemos organizado la vida: él se levanta temprano, se compra un yoghurt. Yo salgo a trabajar. Almorzamos juntos ” Gustavo se queda y él vuelve a trabajar y cenan juntos. Para salir le tiene que pedir permiso. Va a la Psicóloga solo y luego él tiene entrevista con ella. Si Gustavo no hace lo pactado, recibe alguna penitencia. “Le he puesto límites claros ”...”Así funciona once puntos”. Con las chicas no se ve regularmente. “Antonia viene más, pero María no ”. Ayer las invitó al cine. “Quisiera que se abra el paquete y ver qué pasa, si yo he cometido un error o qué...”. Su vida social, aparte del trabajo es muy acotada. Sus padres y sus dos hermanas casadas viven en Mar del Plata y si bien se mantiene en contacto con ellos, sólo se ven esporádicamente. Lo que antecede es una síntesis, que incluye fragmentos de verbal ¡/aciones de ambos padres durante las entrevistas individuales realizadas al comienzo de la intervención. Posteriormente entrevistamos a los hermanos en conjunto y por separado, espacios en los que implementamos la tríada del Dibujo de la Familia Imaginaria, Actual y Prospectiva (ver capítulo VI). Sobre el final, armamos las entrevistas vinculares madre-hijos y padre-hi- jos, en las que solicitamos la realización del Dibujo del Personaje en la Familia, cuyo material transcribimos a continuación. d) Producciones vinculares • Entrevista conjunta madre-hijos: “Dibujo del personaje en la familia ” Ubicación: María Antonia Gustavo Madre Damos la consigna. Madre: A mí me salieron mamarrachos. Antonia: Habla sin cesar y sin que se le entienda. María: Es Marisa. - Una mujer de 21 años, que levanta faroles con el cuello. - En un circo. FORENSE FAMILIAS 121 LÍNICA - Vive en ENuna casa sola, no, con una amiga. - El circo anda por todo el mundo...La casa está en La Plata. - La amiga también trabaja por el circo. Antonia: Hice a Pajarín... Es un pájaro, un pájaro con el pico chueco, mediano. 20 años, viejo no es, en la juventud. -- Tiene Vive con su familia. - La madre como siempre, el padre como siempre y dos hermanas. Gustavo: Pedro... lo que pasa que no me gusta. Antonia: Es un boxeador. Gustavo: No es un boxeador, es un jugador de... ¿Cómo se llama esto? ...de softball. Tiene 18 años, vive con su familia... el padre, la madre y un hermano más grande. Madre: Mamá, una mamá.. .no, yo creo que dibujé pensando en mí como mamá. En este momento. 45 años. A poco de instalarse con sus hijos en casa de sus padres, la muerte inesperada de su progenitor la enfrenta con una nueva pérdida, muy relevante, ya que éste había asumido un papel protector en lo afectivo y económico. Cuando se separaron, los hijos perdieron contacto con el padre. Al comenzar Gustavo con problemas de conducta, la terapeuta de ella le dio el nombre de una terapeuta para el niño. Éste comenzó el tratamiento y la Psicóloga hizo entrevistas con ella y las niñas. Indicó la necesidad de que vean al padre, pero iban muy poco y él no venía a verlos... “Por eso ahora es un adelanto que quiera estar al tanto de los hijos y lo que está pasando con ellos”. Sonia mantiene actualmente buenas relaciones con su madre, con su única hermana y la familia de ésta, los que le brindan apoyo económico y a veces la ayudan en el cuidado de sus hijos. Martín: Recuerda su relación de pareja como buena... “Charlábamos mucho... luego yo caí en un pozo depresivo y ella me dejó ”...”Yo en tratamiento psicológico, a veces íbamos en pareja y luego yo solo ”...”Se va en pleno puerperio de Antonia, en duelo porque se había muerto el padre ”...”Cuando me comunica que me deja, yo le digo que está bien, pero hagamos los papeles del divorcio. Fuimos a un abogado, después Sonia no lo quiso seguir ”...”Y se me queda con los chicos” (nombra a los cuatro, incluyendo al pequeño muerto a los cinco días de nacer)...”Habré estado semanas en estado de depresión absoluta y luego me puse bien- “...”No tenía defensas. Había perdido la voluntad ”...”Al caérseme lo único que tenía: la familia, me vine abajo. Inclusive, no creé nuevos afectos ”. “Ahora hemos podido hablar con Sonia otra vez; a raíz de Gustavo. Está conmigo y para ver a la madre tiene que ser invitado por ella y yo darle autorización”... “Hemos organizado la vida: él se levanta temprano, se compra un yoghurt. Yo salgo a trabajar. Almorzamos juntos ” Gustavo se queda y él vuelve a trabajar y cenan juntos. Para salir le tiene que pedir permiso. Va a la Psicóloga solo y luego él tiene entrevista con ella. Si Gustavo no hace lo pactado, recibe alguna penitencia. “Le he puesto límites claros ”...”Así funciona once puntos”. Con las chicas no se ve regularmente. “Antonia viene más, pero María no ”. Ayer las invitó al cine. “Quisiera que se abra el paquete y ver qué pasa, si yo he cometido un error o qué...”. Su vida social, aparte del trabajo es muy acotada. Sus padres y sus dos hermanas casadas viven en Mar del Plata y si bien se mantiene en contacto con ellos, sólo se ven esporádicamente. Lo que antecede es una síntesis, que incluye fragmentos de verbalizaciones de ambos padres durante las entrevistas individuales realizadas al comienzo de la intervención. Posteriormente entrevistamos a los hermanos en conjunto y por separado, espacios en los que implementamos la tríada del Dibujo de la Familia Imaginaria, Actual y Prospectiva (ver capítulo VI). Sobre el final, armamos las entrevistas vinculares madre-hijos y padre-hi- jos, en las que solicitamos la realización del Dibujo del Personaje en la Familia, cuyo material transcribimos a continuación. d) Producciones vinculares • Entrevista conjunta madre-hijos: 118 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA “Dibujo del personaje en la familia ” Ubicación: María Antonia Gustavo Madre Damos la consigna. Madre: A mí me salieron mamarrachos. Antonia: Habla sin cesar y sin que se le entienda. María: Es Marisa. - Una mujer de 21 años, que levanta faroles con el cuello. - En un circo. - Vive en una casa sola, no, con una amiga. - El circo anda por todo el mundo...La casa está en La Plata. - La amiga también trabaja por el circo. Antonia: Hice a Pajarín... Es un pájaro, un pájaro con el pico chueco, mediano. - Tiene 20 años, viejo no es, en la juventud. - Vive con su familia. - La madre como siempre, el padre como siempre y dos hermanas. Gustavo: Pedro... lo que pasa que no me gusta. Antonia: Es un boxeador. Gustavo: No es un boxeador, es un jugador de... ¿Cómo se llama esto? ...de softball. Tiene 18 años, vive con su familia... el padre, la madre y un hermano más grande. Madre: Mamá, una mamá.. .no, yo creo que dibujé pensando en mí como mamá. En este momento. 45 años. No me gustaría como es ahora... a mí me gustaría cumpliendo mi función como madre lo mejor que pueda, con mis hijos pero no sola, tampoco con el padre, con una pareja, con estos tres chicos. Me gustaría modificar mi situación que es muy dura. Vivir con ellos, pero sentirme acompañada, en el sentimiento de mujer... Porque acompañada por mis hijos estoy, aunque Gustavo no está conmigo, está... yo sé que lo tengo dentro mío y lo tengo presente... Estaría en la casa, con mis tres hijos, con una pareja, trabajando menos. Más en casa. Diálogo: Antonia: Chamigo, ¿Cómo andás? ¿Tanto tiempo? ¡Hola Pedrito! Madre: Yo le pregunto a María como es eso que hace en el circo porque no lo entendí bien. María: Yo para ganarme la vida levanto faroles con el cuello. Madre: ¿Cómo hacés equilibrio? María: Es como llevar la mochila a la escuela mami... digo, Sonia. Madre: O sea que identificás eso con la mochila. María: Sí. Madre: ¿O sea que llevás tanto peso? María: Porque le pongo muchas hojas. Madre: ¿Cuántas horas trabajás? María: Una hora... dos funciones, cada una de una hora. Madre: Y a Pedro... ¿Qué haces? Gustavo: Juego soft-ball. Madre: ¿Y nada más? ¿Cuántos años tenés? Gustavo: 18. Madre: ¿Jugás y hacés algo más? Gustavo: No, juego en forma profesional, juego y estudio para recibirme de ing... no ¿cómo se llama esto? ...computación, analista de sistemas. Madre: ¿Y con quien vivís? Gustavo: Con mi papá, mi mamá y un hermano. Madre: ¿Más grande? Gustavo: Sí. Madre: A Pajarín... ¿Dónde vivís? Antonia: En un nido, como todo pájaro, en un árbol muy lindo con mi familia. 121 LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Madre: ¿y cómo es? Antonia: Con mi mamá y papá pájaros y dos hermanas. Madre: ¿Mujeres? Antonia: Sí. Madre: ¿Y cómo hacen para comer? Porque del árbol tienen que salir. Antonia: Pregúntale a mi papá... no, es un chiste... va a buscar lombrices y las trae y las empezamos a manducar. Madre: Y vos... María, ¿No dependés de nadie?... ¿Te compraste la casa? María: Si, yo me compré la casa sola. Madre: Y vos Gustavo... Pedro. Gustavo: ¿Qué? Madre: ¿Vos vivís en una casa tuya? Gustavo: La casa la compró mi mamá y mi papá. Antonia: María, no entiendo, no capto la punta del ovillo... andás por el mundo y ¿Cómo haces para vivir en tu casa?...Irte a la otra punta del mundo. María: Cuando voy por el mundo alquilo un departamento. Antonia: ¡Ah! Entiendo, un departamento por un día. María: Le pregunto a Pedro... ¿Qué hacés en el campo de soft-ball? ¿pit- cher... umpire? Gustavo: En castellano, soy el bateador. María: ¿En inglés como se dice? Gustavo: A NoSonia, sé. ¿Cómo es la vida de mamá? Antonia: Madre: Es linda, tenés momentos duros, pero es linda. Antonia: ¿Su esposo es lindo? Madre: Mi esposo, el que tengo ahora, a mí me gusta. Antonia: ¡Ah bueno! Algún día me lo va a tener que presentar. Madre: ¡Ah! Bueno. María: Pajarín... Antonia: ¿Qué, Marisa? María: ¿Quién construyó el nido? Antonia: Somos una cooperativa... uno trajo ramitas... cada uno trajo algo... Pedro ¿Cómo es su vida de familia? Gustavo: ¿Cómo es? Antonia: Su convivencia. Gustavo: Es divertida. Antonia: ¡Que sencilla explicación! No tenés vueltas. {¿Qué hacen?) Gustavo: y... vamos a pasear, vamos al cine... y somos todo el día felices. Antonia: A Marisa... que deje de girar que me marea. Madre: (a Gustavo) ¿Quiénes trabajan en tu casa para mantener a tu familia? Gustavo: Todos. Madre: ¿Vos también? Gustavo: A veces hago algo para ayudar a mi papá. Madre: Marisa, no me quedó claro, vos vivís con una amiga... ¿y cómo está formada tu familia?. María: Mi mamá, mi papá y una hermana... Y yo la voy a visitar... viven en el sur. Antonia: Pedrito ¿Cómo jugás al soft-ball? Gustavo: Juego. Antonia: Bien, mal, demasiado bien, demasiado mal. Horrible. Gustavo: Bastante bien. Antonia: Me alegro. (¿Se conocían de antes?) Antonia: Eramos amigos de la juventud, de la secundaria. Ibamos todos juntos. Gustavo: Imposible, porque yo tengo 18, ella 20, ella 21, ella como 80. Para mí no nos conocíamos. María: Para mí tampoco. Madre: Para mí, como mamá los conozco... sí, podríamos conocernos. Bueno, no sé, desde que nacieron. Puedo muy bien, por mi edad, conocerlos a todos desde que nacieron... Me cuesta separar el personaje de las personas. Antonia: A Marisa la conocí un día que fui al circo y como levantaba muy bien 118 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA los faroles, muy prolijamente, la fui a saludar, nos hicimos amigas y hoy la reencontré... Y a Pedro lo conocí cuando fui a ver un partido de soft-ball y como se había escapado la pelota para la tribuna me la tiró en la cara y me pidió perdón. ..Ya Sonia la conocí un día que nos encontramos en la peluquería. Ahí nos conocimos, nos saludamos y me contó sobre sus hijos que la hacían renegar, que tenía sus momentos felices y me invitó a tomar el té. Me fui a cortar el pelo. Gustavo: Las plumas. Antonia: Nos habíamos encontrado en el centro, estábamos paseando y de repente nos llamó la atención una vidriera a los cuatro, de un bazar de adornos y nos encontramos y nos pusimos a charlar. Gustavo: ¡Ah! Puede ser eso. María: No, en California, en una playa, todos felices y contentos y fuimos a patear una pelota corriendo y nos chocamos los cuatro y ahí nos conocimos. A cada uno le pasó algo: a Gustavo se le rompió la nariz, a Antonia un moretón... Antonia: ¿En dónde? María: en el ojo... yo me rompí un dedito y a mamá se le rompió, se le dobló un pie, a ella no le pasó nada, se golpeó nada más. Gustavo: La vidriera del bazar. Madre: Aparecieron los tres en mi casa. Antonia: ¿Te robamos la dirección o qué? Madre: Eramos conocidos, nos conocíamos... Los conocía desde que nacieron y vinieron a verme. Ese día los tres juntos: Marisa cuando vuelve del viaje del circo, Pajarín cuando baja del árbol, Gustavo-Pedro, cuando no está jugando o estudiando. Tocaron el timbre, abrí la puerta y me encuentro con Marisa, Pajarín y Pedro. (¿?) Los chicos: Si nos gustó. Madre: Es rarísimo esto, no me imaginé que hubiera algo así. María: Es la curación moderna mamá. LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 121 Dibujo de la Madre: “Mamá‟ Dibujo de Gustavo: “Pedro” 118 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Dibujo de Antonia: “Pajarín” • Entrevista conjunta padre-hijos: “Dibujo del personaje en la familia” Ubicación: María Antonia Gustavo Padre Damos la consigna. (El padre queda afuera de la mesa. Se lo invita a acercarse y luego durante el relato se aleja nuevamente.) Padre: Yo hice al Sr. Bueno. Se llama Sr. Bueno... Gustavo: Hice a Mr. Rock. Antonia: Juanita, la tortuga. María: Gabriela. Antonia: Papá está en primera fila, que hable él. Padre: Bueno, decidan ustedes... Bueno, este es un personaje, una persona que está lejos y mira desde la distancia la situación, nos está mirando a nosotros desde lejos. A toda la familia, a la madre también. Por eso está con una expresión de explicación, por eso tiene ese gesto en las manos, porque va a explicar algo... Haciendo honor a su nombre él va a tratar de hacer el bien en lo que nos va a decir. Porque se llama Bueno y es una persona buena. Tiene 50 años. Antonia: A vos, Gustavo. Gustavo: Se llama Mr. Rock, es una persona común. 20 años... no sé, vive en familia. Vive de la música que toca. Bueno, y nada más. Antonia: Una tortuga... Juanita... que está paseando. 39 años. María: Gabriela. Es una chica que corta árboles, pero ya viejos los árboles, que no viven. 40 años. Diálogo: Padre: Ya que podemos elegir, vamos a elegir un lugar lindo, ya que es un juego de imaginación podemos elegir un parque o una plaza. María: Miami, Los Ángeles. Antonia: Una plaza. Gustavo: Sí, una plaza. Padre: Plaza Italia a mí no me gusta... algo con verde... Parque Saavedra, ¿lo FORENSE ENFAMILIAS 121 LÍNICA conocen? Gustavo: Fuimos una vez con mamá. Padre: ¿Quién habla, la tortuga, ...la nena, o...? María: La nena tiene 40 años. Gustavo: Bueno. Padre: El El Sr.Sr. Bueno que no es una persona, es un personaje. Le dice al Sr. Rock que le parece bien que viva de la música y hacer lo que le gusta porque el trabajo se convierte en una fiesta... ¿y la tortuga esa qué viene a ser, Antonia? Antonia: Un animal (con ironía). Padre: Es buena. Antonia: Tiene un, o sea que también es una cosa buena, pone los huevitos, los cuida y aquella señora también es buena, porque no corta los árboles vivos, sino los que están secos... se ha demostrado que los árboles tienen sensibilidad. Por ejemplo, si un árbol está vivo y se lo golpea tiembla y si le arrancan las hojas es como si te arrancaran los pelos... y tiene un perrito que se llama Teto. Padre: Yo rescato de ustedes, tanto de Mr. Rock, como la tortuga con sus tortuguitas y la señora, que tengan una vida, que estén bien en familia, que tengan como modelo una vida linda como familia... la familia es una red de contención cuando uno se cae, como me ha pasado a mí, a nosotros. Antonia: Gabriela ¿Cuándo vos talás el árbol, después ponés una semillita para que salga otro? María: ¡Uhum! Antonia: ¿Y? ¿Qué quiere decir uhum? María: Sí (con fastidio) (gira la silla y chupa el lápiz). Padre: ¡Sacate el lápiz!... (se levanta y le cambia la silla por la de él que no es giratoria) (Silencio) Padre: ¿No dicen nada? Antonia: Gabriela y Mr. Rock no dicen nada. Gustavo: Trabajando se ganaría la vida. Está dentro de un conjunto. Padre: ¿Dentro de un conjunto o solito? Gustavo: En un conjunto. Padre: Difícil la convivencia. Antonia: Rock, ¿Qué hace un roquero en una plaza? Gustavo: Vine un rato para olvidarme de los problemas. Antonia: (al padre) ¿Cómo era que se llamaba? Padre: Bueno. Antonia: Y... ¿Por qué? Padre: Porque es bueno. Antonia: Y los padres cuando le pusieron el nombre, ¿sabían que era bueno, tenía cara de tonto? Padre: Uno siempre la intención y si se le dan buenos modelos después salen buenos. Los bebés siempre son buenos. Gustavo: Pero lloran y molestan. Antonia: Vos también lloraste. Padre: Tienen que llorar... el problema es cuando lloran de grandes... A mí lo que me preocupa es la cortadora de árboles, ¿Por qué va a cortar? María: Para hacer leña, muebles. Gustavo: Como el árbol es viejo y podrido cuando hacés sillas se caen. Padre: ¿Y cómo anda esa nena? Antonia: ¡Una nena pa! Padre: ¡Ah! 40 años... ¿tiene esposo? María: no, es soltera. Padre: ¡Ah! Y la tortuga. Antonia: Un animal... Padre: Pero no me decís nada... traéle una sapita al sapito... por ahí se enamora. Antonia: ¿Y dónde metemos los sapitos? Gustavo: Contá tus secretos... 118 (silencio) HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Padre: ¿Y Mr. Rock?¿Tiene novia? Gustavo: Esposa y su hijo. Padre: ¿Y la esposa de qué trabaja? Gustavo: bah, ama de casa. Padre: Se Nada... casó muy jovencito. Gustavo: ¡Y qué le vamos hacer! Padre: ¿Por qué se casó? Gustavo: Porque sí, si no me iba a aburrir todos los sábados. (¿Cómo se encontraban?) Antonia: Yo iba a pescar como todos los sábados. María: Yo había sacado a pasear mi perrito. Antonia: Pero tenés el hacha. María: Siempre va donde yo voy el hacha. Antonia: Es una amiga inseparable. María: Por las dudas si el perro se porta mal... pero no, no es por eso. La llevo de adorno. Padre: El Sr. Bueno fue a hablar con los amigos... y bueno me encontré con Mr. Rock, con Gabriela y la tortuga Juanita. (?) No, los conocí ahí. (Los tres dicen que no se conocían antes.) Antonia: Qué de acuerdo nos pusimos. Gustavo: Sí, me gustaría encontrarme otra vez, pero tengo que trabajar. María: Yo también. Antonia: Sí, pero tengo que tortuguear... estar con mi familia. Atender a mi familia... yo soy la mamá tortuga... Vivo con el papá tortugo, la hijita tortuguita y el hijito tortuguito. El esposo se llama Alberto, la hija María y el hijo Josecito. Pasean por plazas, el parque, el bosque, donde hay pasto y sol. Viven en una casa donde hay gente que un día encontró un tortugo en la calle, lo alimentó, lo cuidó, nos casamos, fuimos felices y tuvimos a Josecito y María. Viven con una señora y un señor. Gustavo: Y señorcitos. Antonia: No tienen hijos, son novios. Gustavo: Claro, no están casados. Antonia: No nos adelantemos a los acontecimientos, yo estoy hablando del ahora, del presente. Dibu o de Gustavo: “Mr. Rock” LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 121 118 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Dibujo de Antonia: “Juanita, la tortuga” CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Dibujo de María: “Gabriela” e) Evaluación de las producciones vinculares en base a indicadores • Clasificación de los indicadores A - Indicadores Generales Entrevista conjunta madrehijos 1) Modalidad del funcionamiento grupal a)118Planeamiento Presente, no desde el comienzo, pero aceptando la propuesta materna. Entrevista conjunta padrehijos 1) Modalidad del funcionamiento grupal a) Planeamiento HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Presente, con relativa aceptación de la propuesta paterna. b) Tarea conjunta b) Ta re a co nj un ta Se concreta Se concreta c) Fig. organizadora Presente, c) Fig. organizadora formalmente en la madre, secundada Presente, compartida entre el padre por Antonia. y la hija menor. d) Ident. del liderazgo Compartido entre un adulto (la madre) y un niño (hija menor). e) Cualidad del liderazgo Es predominantemente democrático. f) Modo d e participación inclusivo de todos. Es d) Ident. del liderazgo Compartido entre un adulto (el padre) y un niño (hija menor). e) Cualidad del liderazgo Paterno: predominantemente autoritario, con tendencia a asemejarse en la hija. f) Modo de participación Inclusivo de todos, pero de manera desigual. g) Tipo de intervenciones Modo: La madre, a predominio de preguntas dirigidas a todos con escasas respuestas. g) Tipo de intervenciones M o d o : El padre, a predominio de preguntas e indicaciones dirigidas a todos. Intervención de corte violento hacia María. Respuestas elusivas de generalidades abstractas. Gustavo responde pero no pregunta. María le pregunta sólo a los hermanos. Antonia combinado; pregunta y responde a todos. : es circulante en Direccionalidad el conjunto. Contenido : predominantemente cooperativo y facilitador en el conjunto. Se destacan los efectos facilitadores de las intervenciones de Antonia. Gustavo: responde y formula preguntas predominantemente dirigidas al padre. Da respuestas descalificadoras a las hermanas. María: no pregunta, responde a todos. Antonia: combinado, pregunta y responde a todos. Direccionalidad . circunscripta a algunos (padre-hijos; Antoniaresto del grupo; María y Gustavo con Antonia, pero sin intercambio entre sí). Contenido : predominantemente elusivo, Con aspectos intrusivos y descalificadores. h) Ubicación espacial nea y aceptada. Espontá- 2) Estilo vincular a) Clima afectivo Cálido, distendido y ameno, con cierta tendencia a la exaltación por parte de Antonia. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS c) Ejercicio de las funciones parentales Contención : Restringida/plástica. El desempeño materno centrado en la formulación de preguntas dirigidas a los hijos/personajes, sin poder ser ella un personaje, traducirían una actitud de asombro y perplejidad ante la producción de éstos, claramente inesperada para ella. Podemos decir entonces, que si bien se expresa con plasticidad, el grado de contención de su función es h) Ubicación espacial Espontánea y aceptada en los hijos. Aceptada con resistencia por el padre. 2) Estilo vincular a) Clima afectivo Tenso, con presencia de silencios e intercambio verbal acotado que intenta compensar Antonia con una producción verborrágica de conteni- 135 do hipomaníaco. b) Ejercicio de las funciones parentales Contención: Restringida/ rígida. El desempeño del padre, desde la elección desdoblada de una persona/personaje, que lleva un nombre inusual (virtud humana) y se dirige desde la distancia a través de preguntas, indicaciones y una intervención de corte violento darían cuenta de rigidez y dificultad de contención en el ejercicio de su función. Vacío que se exige escaso. Esto parece promover en An- llenar de algún modo Antonia con sus tonia la necesidad de co-liderar la intervenciones de corte hipomaníaco. producción conjunta. Discrimina ci ón -o rd en : RestringiDiscriminación-orden: Resda/plástica Acorde con lo señalado tringida/ rígida. El padre no puede en relación a su liderazgo, la madre, sostener la función de discriminacióna través de sus intervenciones inter- orden en forma estable. Lo hace de mitentes pero claras, cuando se dan, manera irregular y a través de interejerce la función de discriminación- venciones autoritarias y rígidas. orden de modo restringido y sin ri118 - NORMA DELUCCA ILDA ABELLEIRAde c) Modalidad de expresión c) Modalidad de Hexpresión de los hijos Gustavo: coartada, los hijos Gustavo: coartada, inhibida inhibida y dependiente de los otros. y dependiente de los otros, con algunas María: espontánea y creativa. intervenciones espontáneas de corte Antonia: espontánea y creativa. To- irritada descalificador. María: creativa, ma iniciativas. y parcialmente coartadapero en su espontaneidad. Antonia: espontánea y creativa. Toma iniciativas, con sobreexigencia d) Lugar del progenitor aud) Lugar del progenitor ausente No incluido. sente Incluido forzadamente por el padre al inicio, sin respuesta de los hi os. 3) Expresión simbólica 3) Expresión simbólica de las funciones e identide las funciones e identifificaciones caciones Personas o personajes : PrePersonas o personajes : Presensente te a) Diferenciación sexual To- a) Diferenciación sexual Todas acorde al propio sexo. das acorde al propio sexo. b) Diferenciación generacional La madre acorde a la propia edad (es ella misma). Los tres hijos se representan como adolescentes. Gustavo cinco años mayor; María 10 años mayor; y Antonia 12 años mayor. b) Diferenciación generacional El padre acorde a su propia edad. Gustavo. Un adolescente (siete años mayor). María: una mujer de 40 años (24 años mayor). Antonia: un animal (32 años, mayor). c) Identidad de los personaj e s La madre, de la vida real (ella misma). Los tres hijos, personajes imaginarios. Gustavo y María, humanos. Antonia, animal. c) Identidad de los personaj e s El padre, un personaje o persona con nombre abstracto que los mira de lejos. Los tres hijos imaginarios. Gustavo y María, humanos. Antonia, animal. d) Tipo de personaje Madre: pasivo, insatisfecho, con anhelos. Gustavo: activo y satisfecho. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS María: Activo, con proyectos y conflictivo implícito. Antonia: activo, satisfecho. d) Tipo de personaje Padre: pasivo, distante, insatisfecho. Conflictivo implícito. Gustavo: activo y satisfecho. 135 María: Activo. Poco claro. Conflictivo implícito. Antonia: activo y satisfecho, pero con rasgos hipomaníacos. B - Indicadores Específicos Producción gráfica Compleja : Todos realizan dibujos elaborados y completos. (Madre, con ojos cerrados). La posibilidad de intercambio entre los personajes es abierta y amplia entre los hermanos. Restringida en la madre que no puede dejar de ser ella misma. Producción gráfica Compleja : Todos realizan dibujos elaborados y completos (Padre, con ojos sin pupilas). La posibilidad de intercambio entre los personajes es abierta desde el tipo de personaje entre los hermanos. Restringida en el padre por las características del personaje elegido. Producción verbal Compleja : es espontánea; tiende al armado de una historia conjunta con participación de todos, coherencia en Producción verbal Simple : poco espontánea; tiende al diálogo formal. Hay participación desigual, por el clima general y el tipo el relato y posibilidades de lograr de delelpadre. acuerdos. cen intervenciones incoherencias en relato Aparey dificultades para establecer acuerdos, sólo ocasionales. El contenido de los relatos imagina- En el contenido de los relatos imagidos, expresa una mezcla de logros, nados, predominan los conflictos y conflictos y anhelos. anhelos. Logros parciales enunciados por Gustavo y Antonia. El desenlace de los relatos Imaginados, es posible y con divergentes propuestas previas. Final acordado en torno a la propuesta materna. La posibilidad de sostener el nivel lúdico, es amplia en los hijos. Restringida en la madre. • Interpretación de los indicadores En relación al desenlace de los relatos imaginados, no logran acordar claramente un desenlace conjunto. Actitud elusiva de los hijos y débil del padre. La posibilidad de sostener el nivel lúdico, es amplia en los hijos. Algo menor en el padre, variable. Entrevista conjunta madre-hijos: Logran una producción compleja tanto en lo gráfico como en lo verbal. La misma transcurre en un clima cálido, distendido y ameno en el que hay participación de todos, si bien con diferencias marcadas en la modalidad expresiva. La madre ejerce un liderazgo democrático, con capacidad organizativa y de relativa contención, aunque necesita ser apoyada por la hija menor, y participa a predominio de preguntas formuladas desde sí misma (elige dibujarse). Lo señalado, daría cuenta de un vínculo materno-filial con capacidad de contención y posibilitador de las producciones de sus hijos, pero con ciertas 118 DELUCCA ILDA Aaparente BELLEIRA - NORMA limitaciones en relación a que, al hacer de sí misma, enHeste refuerzo de su identidad materna, se despoja de la función mediatizadora que caracteriza el nivel lúdico y a su vez limita a los personajes de los hijos en el despliegue del juego creativo. dibujan personajesintercambian que coincidenencon el propio aunque sonLos de hermanos mayor edad. Los personajes forma ampliasexo, y abierta y sostienen sin dificultades el nivel lúdico, a través de personajes activos y con proyectos. Dan cuenta de este modo de un vínculo fraterno sólido y con una clara función de sostén, más allá de que en la situación actual aparecería involucrado en cierto riesgo. Sólo en el personaje esforzado de María se observa una sobrecarga, posiblemente asociada al lugar de sostén de aspectos desvalidos de la madre, que desempeña en lo cotidiano. Entrevista conjunta padre-hijos: La producción gráfica es compleja, en tanto todos realizan dibujos elaborados y completos, con amplia posibilidad de intercambio desde el tipo de personajes entre los hermanos, pero restringida con el padre por las característi cas del personaje dibujado por éste: Sr. Bueno. Por el contrario, la producción verbal es simple, poco espontánea y tiende al diálogo formal. Se desarrolla en un clima afectivo, pero tenso, con presencia de silencios e intercambio verbal acotado, que intenta compensar la hija menor Antonia con cierta producción de ribetes hipomaníacos. Contribuyó a esta escena el liderazgo autoritario que ejerce el padre, quien interviene a predominio de preguntas e indicaciones dirigidas a todos, con una intervención de corte violento hacia María. Luego de una intervención del Sr. Bueno que finaliza... “la familia es una red de contención, cuando uno se cae, como me ha pasado a mí, a nosotros ”, la menor Antonia le pregunta al personaje de María: “Gabriela ¿cuándo vos talás el árbol, después ponés una semillita para que salga otro?” Gabriela: “¡Uhum!”. Insiste el personaje de Antonia: “¿Y qué quiere decir uhum? ” Gabriela responde: “Sí”, con fastidio, mientras chupa el lápiz y hace girar la silla en que está sentada. Acá el padre le dice imperativamente: “Sacate el lápiz” y a continuación se levanta, y le cambia la silla por la que tiene él, que no es giratoria. También el tipo de respuestas del padre, de corte elusivo y contenido abstracto, no favoreció el diálogo más espontáneo. Indicadores que dan cuenta de un vínculo paterno-filial de escasa contención y en cierto modo, inhibidor de las posibilidades creativas de sus hijos. El padre no parece poder sostenerse en su lugar, sino a través de intervenciones de corte autoritario y rígido. Los hermanos mantienen en cuanto al tipo de personajes y al intercambio entre los mismos, una organización semejante a la que armaron en la producción realizada con la madre. Confirmamos así el papel que cumple el vínculo fraterno en esta familia, en tanto apuntalador de los niños en este momento crítico del grupo familiar. f) Interrogantes e hipótesis interpretativas • Interrogantes que nos planteamos ante la crisis familiar y sus producciones 1: ¿Cuál es el sentido de la conducta violenta del hijo? 2: ¿Qué grado de elaboración de la separación inferimos en la pareja pa- rental y en los hijos? 3: ¿Qué posibilidades ponen de manifiesto cada uno de los padres para ejercer sus funciones como tales? 4: ¿Qué lugar ocupan los hijos en la configuración familiar? 5: Conveniencia o no de la organización familiar actual. Hipótesis interpretativas El momento del enamoramiento, está marcado en ambos por el desconocimiento del otro. Se privilegia “el misterio” y el “espíritu de aventura”, por CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS sobre el interés de conocer al otro. Los dos, luego de un breve noviazgo, “135 se largan en paracaídas” a la convivencia, con ilusiones sin demasiado sustento en la realidad. A poco de casarse se producen dos sucesos traumáticos para la organiza ción narcisista de ambos y para el proyecto de familia, que tienen efectos disruptivos en el frágil vínculo construido: a) muerte del primogénito a los cinco días de nacer, por malformación congénita b) imposibilidad de él de concretar su proyecto (sin sustento real) de “empresario” independiente (gran hombre). A ella “se le cae” él. Se “malforma” el vínculo e intentan llenar el vacío con los sucesivos hijos. El la presiona a ella para que sea la mujer contenedo- raesposa-madre de familia, que él necesita, pero aportando poca contención a las expectativas de ella y a las necesidades concretas de supervivencia de la familia. A lo largo de esos años sobrellevaron situaciones difíciles, no elaboradas convenientemente. A los seis meses de fallecido el primer hijo varón, ella queda embarazada de Gustavo, que si bien no presentó problemas iniciales, su nacimiento implicó revivir todas las angustias e incertidumbres del anterior. Ninguno de los dos parece registrar claramente los efectos de aquella muerte rápidamente sustituida y que se hace presente en alguna de sus producciones (Martín lo incluye en el Árbol Genealógico como un hijo más, sin diferenciarlo de los hijos vivos). Siendo Gustavo aún pequeño (20 meses), nace María, también con una malformación (de riñón), que obligó a una temprana operación. Con posterioridad al nacimiento de María se agrava la crisis de la pareja asentada en la desilusión. No obstante, continúan juntos y dos años más tarde se produce el embarazo de Antonia. El nacimiento de la tercera hija aparece como un último intento de sostener un vínculo y una idea de familia, que ninguno estaba en condiciones de continuar alimentando, tornándose en una carga y nueva exigencia para ambos. El responde con depresión y pasividad; ella siente incrementadas sus vivencias de desamparo. No lo puede contener, ya que sería como hacerse cargo tic* un hijo más. Es el momento en que, buscando el amparo afectivo y económico que su esposo no puede darle, toma la “decisión” de la separación, retornando a su familia de srcen con sus hijos. El tipo de ruptura del vínculo conyugal no fue, como vemos, producto de un diálogo de la pareja, ni de una elección reflexiva. Es una puesta en acto de ella, que intenta de ese modo la huida de una situación que ninguno podía modificar. Durante todo el período de separación (ocho años), ninguno de los dos logró superar el malestar. Sólo parece quedar el registro melancólico de lo perdido y no se produce nada nuevo en la ex pareja que permita un proceso elaborativo más eficaz. Si bien ella es más proclive a la acción y no se muestra deprimida, transmite al interlocutor, una sensación de agobio y sin salida, muy angustiosa. Él se vuelve a refugiar en la ilusión, lo que le significa un alivio, porque no lo confronta con el cotidiano cuestionamiento vincular. Luego de la separación se reconecta laboralmente y se queda “custodiando” el hogar-“templo” conyu- gal (propiedad de su familia) y sostenido por la ilusión del retorno de su ex esposa, por medio de la desmentida de la realidad. Ella alimenta esta ilusión de fijeza, porque si bien rompe con la convivencia y expresa su rechazo a recomponer la relación, no le pone fin a la representación del vínculo conyugal, a través de reclamar siempre algo más de él, cuando la historia de pareja le había mostrado sus limitaciones. Él no parece poder brindar ahora separados, lo que no dio cuando estaban juntos. La irrupción reiterada de actos violentos encamada en Gustavo, parece tener el significado de expresar la necesidad de un corte, de apelar a una ins118 HILDA DELUCCA BELLEIRA - NORMA de tancia de diferenciación. A la vez que pone de manifiesto laAimpotencia las instancias parentales para aportarlas hasta ese momento. Este “llamado” dramático del hijo, produjo sin embargo una respuesta de los padres (tal vez porque Gustavo ya tiene 13 años). Por primera vez pueden algolímites ante ”laycrisis: convivencia Gustavo el padre: “dialogar para quey élacordar le ponga “condiciones ” paradevisitar a la con madre y hermanas, con llamado previo a ella y autorización del padre. Este cambio de situación en la organización familiar promueve la necesidad de legalizarlo ante la justicia, de recibir asesoramiento psicológico para convalidar lo adecuado o no de esta propuesta u otras alternativas posibles. Esta disposición actual de ambos padres a recibir asesoramiento profesional da cuenta de que junto a la monotonía de los mecanismos de repetición familiar, han surgido condiciones actuales para hacer algún ordenamiento diferente de su historia, lo que apuntalaría la fragilidad de sus funciones parentales. Pareciera que a cada uno de los hijos, se le asignó y éstos asumieron distintas funciones ante las fallas parentaires: María, de complemento de las funciones instrumentales maternas; Gustavo de denuncia explosiva del dolor no tramitado y de llamado -como dijimos- a que alguien aporte la diferenciación. Y Antonia de mediadora en el conflicto, pero a través de intentos de restitución ilusoria de la identidad familiar, más ligados a la desmentida paterna de la realidad. Al término de la Intervención Pericial, podemos evaluar que algo de las funciones de contención y discriminación reclamadas, comienzan a efectivizarse. Logros que pensamos de cierta precariedad, porque como hemos mostrado en el material, subsisten en la mayoría fantasías de retorno al tiempo anterior. Tal el motivo de indicación de un abordaje terapéutico familiar (en otro ámbito), que pudo ser aceptado por la propia familia, tendiente a promover un real proceso de elaboración en todos sus miembros. Este proceso sería indispensable, antes de considerar la posibilidad de que los hermanos vuelvan a compartir la convivencia. Vamos a sintetizar las respuestas a los interrogantes que nos planteáramos al iniciar la intervención con esta familia: 1: Sentido de la conducta violenta del hijo: la “conducta violenta” de Gustavo no es efecto de un trastorno en su subjetividad, como tampoco de conflictos serios y específicos del joven con su madre y hermanas. Desde nuestro enfoque vincular decimos que Gustavo es la “voz” que en esta familia reclama una instancia de orden, diferenciación y corte con un tiempo y un funcionamiento que parecía desconocer “aconteceres “ familiares (el divorcio) y la necesidad de cambios y transformaciones en los vínculos en relación a éste así como al transcurrir temporal. Cambios ligados a la necesidad de la presencia del padre y al diálogo entre los integrantes de la pareja parental, que liberara a los hijos de entrampamientos riesgosos para su devenir como sujetos. 2: Grado de elaboración de la separación: la separación conyugal, a pesar del tiempo transcurrido y de la legalización de la misma (sentencia de divorcio), no es un “trabajo” que Sonia y Martín pudieron ir construyendo. Ambos aparecen, de diferentes modos, como “detenidos” en tiempos anteriores. De una manera muy directa Martín -recordemos sus expresiones en el punto c)- y en forma menos clara pero no menos significativa Sonia, quien por primera vez en el transcurso de la Intervención Pericial pudo reconocer su soledad y su deseo de armar una nueva pareja. En los hijos observamos diferentes registros del desconocimiento de la realidad familiar. Antonia, la hija menor es quien parece hacerse cargo con más intensidad de esta “ilusión” familiar de continuidad, en especial en su dibujo de la Familia Prospectiva, donde se los imagina a todos juntos diez años después. 3: Capacidad de los padres de ejercer sus funciones: Respecto a la capacidad para el desempeño de las funciones parentales, que hasta la crisis actual parecían ser ejercidas en soledad por Sonia con la involucración de los hijos y de las CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 135 que Martín aparecía desligado, se produce, a partir del “acto-convocatoria ” de Gustavo, un cambio importante que permitió organizar de otro modo la familia fundada en el diálogo Sonia-Martín, que por primera vez toman decisiones en conjunto desde el lugar de padres. 4: Lugar de los hijos: Durante años, hijos han ido que habían quedado vacantesestos luego de los la separación de ocupando sus padres,lugares en especial, los dos mayores. El estallido de Gustavo, da cuenta de la necesidad de correrse de esos lugares y ubicarse como hijo, a lo que la actitud de Sonia y Martín, en este momento parece poder dar respuesta, si bien con dificultades. 5: Conveniencia de la organización familiar actual: Pensamos que la organización familiar actual, si bien de cierta precariedad, debe sostenerse con el apoyo psicoterapéutico indicado, hasta que cada uno y el conjunto familiar pueda ir construyendo otra manera de relacionarse. g) Reflexiones acerca de nuestra intervención Nos resulta interesante marcar en estas reflexiones que en esta familia, a diferencia de la mayoría en las que intervenimos, hay una demanda de ayuda psicológica, no directa pero sí implícita en el pedido de que se evaluara si lo decidido por ellos era o no beneficioso para sus hijos. Este hecho, favoreció desde el inicio la vinculación con nosotros y, diríamos que, potenció las cualidades de “espacio abierto a lo novedoso” de nuestro dispositivo de fundamental intervención.para Sostenido además,contar por lacon firme decisión del Juez de considerar su Dictamen, el asesoramiento de Peritos Especialistas en Familia. La lectura de las producciones vinculares muestran con claridad la mirada y la escucha atenta de esta familia (aun del padre, que aparecía como el más resistente) a las producciones de los otros. Recordemos en la entrevista conjunta madre-hijos la actitud de asombro y “descubrimiento” de la madre ante las expresiones de los personajes imaginados por sus hijos y cómo finaliza: “es rarísimo esto, no me imaginé que hubiera algo así”. A lo que el personaje de María responde: “Es la curación moderna, mamá ”. Capítulo IX Cuando queda cuestionado el lugar de la madre Introducción Vamos a centramos en este capítulo en el análisis de la historia y producciones de un grupo familiar en el cual, con posterioridad a la separación de la pareja conyugal, se produce una severa crisis psicológica en la madre, quien había quedado a cargo de la tenencia del hijo menor. Esta vulnerabilidad del lugar materno genera efectos desorganizativos en el vínculo matemo-filial y promueve nuevas intervenciones desde la Institución Judicial y cambios en la organización familiar: el niño pasa a vivir con su padre en régimen de tenencia provisoria. Familia “Melgacho” a) Presentación Juan 50 años Organigrama familiar Elsa Oscar 47 años 46 años Empleada Médico Diego, 22 años Est. Universitario Martín, 7 años 2º grado Nora 45 años Ernesto León 18 años 16 años La familia está integrada por el padre, Oscar, de 46 años, médico; la madre, Elsa, de 47 años, empleada de comercio y dos hijos: Diego, de 22 años, estudiante de medicina y Martín, de 7 años, que cursa 2 o grado en una escuela religiosa. A partir de la separación de la pareja, que se concretara hace tres años y medio, la madre se queda a vivir en el ex hogar conyugal con su hijo menor Martín. La separación se produce durante una pelea de la pareja que culmina con la expulsión de Oscar por parte de Elsa, quien le arroja el bolso con su ropa fuera de la casa. Oscar se va a lo de sus padres. El hijo mayor, Diego, estaba en Europa de viaje. A su retorno encuentra a sus padres separados. Se produce un enfrentamiento y discusión del joven con la madre, quien repite la escena de la expulsión de Oscar con el hijo, por lo que Diego pasa a vivir con el padre, en casa de los abuelos paternos. A partir de ese momento el vínculo de Diego con su madre se ve afectado y sólo mantienen Martín ve a sudías. padre y hermano regularmente un día enesporádicos la semana yencuentros. los domingos cada quince Con posterioridad, por situaciones que desarrollaremos más adelante, se produce un cambio de tenencia y Martín pasa a convivir con su padre y hermano. b) Singularidades de la demanda institucional Las complejas situaciones de riesgo por las que transcurrió esta familia desde el momento de la separación y la imposibilidad de los padres de armar por sí mismos una nueva organización de cierta estabilidad, determinaron que se tornara necesaria la intervención reiterada desde lo judicial a través de equipos interdisciplinarios, así como de profesionales del campo clínico ( psicólogos y psiquiatras). Intervenciones que, como más adelante analizaremos, no siempre fueron acordadas y coherentes. - En un primer momento, a raíz del pedido del padre de cambio de tenencia por alteraciones en la conducta de Martín, quejas de éste acerca de ciertas actitudes de su madre y reiteradas faltas al colegio, el Juez designa al primer equipo de Peritos Psiquiatras y Psicólogos para realizar la “Evaluación PsicológicoPsiquiátrica” de Elsa. Los Peritos designados la entrevistan y producen un - - - - - “descompenInformepsíquica Pericialseria en el” que base a la evaluación sación en lasugieren, misma, elentratamiento urgente dede Elsa y la conveniencia de que el menor esté al cuidado del padre. Antes de tomarse una resolución judicial en base al asesoramiento pericial, una integrante del equipo jurídico (Defensora Oficial de Elsa), realiza entrevistas con ambos progenitores y “acuerdan” el inicio de una terapia familiar de Elsa, Oscar y Martín, con el terapeuta de Elsa. A los tres meses de este “acuerdo”, Elsa abandona con su hijo la terapia familiar. El conflicto entre Elsa y Oscar, así como las alteraciones en la conducta de Martín, se incrementan. Oscar reitera el pedido de cambio de tenencia. El Juez ordena una nueva intervención del Perito Psiquiatra. Del estudio realizado por éste surge que “no se evalúa una mejoría sensible en la personalidad de la madre, ni en la situación familiar respecto a la intervención pericial anterior ”. Por lo que el Juez resuelve otorgar la tenencia provisoria de Martín al padre y fijar un régimen de visitas a favor de la madre a realizarse en presencia de terceros, por considerar riesgoso para el niño permanecer a solas con su madre. Se designa una Asistente Social para cumplir esa función. Esta retira a Martín de la casa del padre, lo traslada a la casa de la madre y lo reintegra a lo del progenitor, un sábado por la tarde, cada quince días. A raíz de que Elsa retoma el tratamiento psiquiátrico y su terapeuta informa al Juzgado que evalúa cambios favorables en su organización psíquica y por los informes también favorables de la Asistente Social respecto del vínculo madrehijo, la madre solicita y el Juez resuelve, ampliar el régimen de visitas a todos los domingos de 10 a 20 hs. y sin la presencia de la Asistente Social. A muy poco tiempo de incrementarse el contacto madre-hijo (alrededor de dos meses), se suscitan situaciones críticas en Martín al momento de separarse de su madre, que culminan en una escena en la que amenaza arrojarse por la ventana para no sufrir más. Ante este hecho, Elsa decide acudir nuevamente al Tribunal, solicitando un estudio psicológico de Martín. En este momento y a sugerencia de la Asesora de Menores, el Juez ordena una actualización de la Pericia Psiquiátrica de Elsa y una Evaluación Psicológica del grupo familiar por un nuevo equipo. En esta instancia comenzamos nuestra intervención. c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia Elsa y Oscar se conocieron cuando él tenía 16 y ella 17 años. Mantuvieron un noviazgo durante algo más de 7 años. Se infiere de sus relatos, que la relación se caracterizó por actitudes muy diferentes de cada uno, pero de posiciones complementarias. De intensa idealización de él, de complacencia de ella por sentirse tan amada. Sin embargo, Elsa dudaba con frecuencia de sus sentimientos, planteando interrupciones en el noviazgo y algunas durante el matrimonio. En camC LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS...”Elsa abarcaba todo el espectro de mis sentimientos ”.../‟Para109 bio Oscar expresa: mí era como un ideal, como una reliquia ”... “No puedo negar mi encantamiento”; como tampoco el sufrimiento ante los alejamientos de ella. Es luego de uno de estos reencuentros, que toman la decisión de casarse en 6 “ meses, con una sola, porcoincidiendo nuestro casamiento ”. pelea de Elsa con su madre. Se cambió el irse a vivir Los primeros años del matrimonio, son reconocidos como armoniosos. Nace Diego, el primogénito varón. A los 7 años nace Mercedes, la hija mujer. Estos dos hijos, completaban la aspiración de plenitud de ambos. Aunque relatan una separación de una semana a los 4 años de Mercedes, se superó con un retomo renovado de la pareja. El bienestar vincular duró un breve lapso, ya que Mercedes enferma de leucemia y muere en siete meses. A partir de este hecho doloroso y devastador, transcurre un período confuso y conflictivo para la familia, que intenta resolverse con el embarazo de Martín. Expresa Oscar: “Después de la muerte de Mercedes, mi hijo mayor le reprocha a Elsa que se quedó sin madre. Yo no le pude dar eso que le falta. Ella era una madre dedicada por entero a sus hijos ”. Decía que “eran dos esmeraldas que lucía con orgullo en su corazón ”...”La idea fue rearmar la familia, por eso la venida de Martín”. Oscar, se recibe de médico durante su matrimonio. “Elsa me ayudó y me apoyó mucho en eso. Pero tal vez se sintió muy sola. Tuvimos un crecimiento dispar”. Elsa no había terminado el secundario y trabajaba cuando se casaron. Lo dejó con la llegada de los hijos: “Yo me dediqué con pasión a mis hijos. Pero después... ” Hasta los 4 años de Martín, la familia intenta precariamente mantenerse unida. Diego termina el secundario y decide seguir la carrera del padre. Previamente hace un viaje a Europa. Se había planteado ya entre Elsa y Oscar el resquebrajamiento de la pareja y la necesidad de la separación. Pero se efectiviza de manera violenta poco tiempo antes del retomo de Diego y culmina con el retiro de Oscar del hogar conyugal, la expulsión-alejamiento del hijo mayor al reencontrarse con su madre, el quiebre psíquico de Elsa con posterioridad (no admitido por ella como tal) y como consecuencia, la necesidad de que Martín pase a convivir con el padre. En los primeros tiempos de la separación, Oscar y Diego se alojaron con los abuelos paternos, luego se integra Martín y más tarde se mudan los tres a una casa independiente. Los padres de Oscar, como su hermano mayor, siguieron recibiendo y apoyando a Elsa luego de la separación. Oscar: “Para ellos fue la hija mujer que no tuvieron y Elsa, encontró el apoyo que no tenía en su familia ”. Elsa: “Mi padre trabajaba como sastre en casa. Casi no salía por un problema de columna. Yo fui su „maniquí‟ durante muchos años. Extrañé no poder pasear con él de la mano. Era protector, pero no demostraba sus afectos. Murió justo el mismo año que mi hija Mercedes. No tenían buena relación con mi madre, mucho menor que él”. “Mamá se volvió a casar al poco tiempo. Antes de mi padre, cuando Diego tenía un año y yo 27, muere mi única hermana de cáncer de útero a los 39 años. Mi madre no se repuso. Es depresiva, hay que consolarla a ella; soy la madre de mi mamá. No asimila las pérdidas. Actualmente y desde hace dos años, Oscar convive con sus dos hijos; con Nora de 45 años, su nueva pareja, viuda con dos hijos adolescentes (Ernesto y León ) y la madre de ella. “Es una esposa de esta etapa. Compartimos, tenemos una vida tranquila ”. (?) “De esta pericia, espero que se logre lo mejor para Martín. ” “Que Elsa sea la madre afectiva que necesita, pero que yo pueda manejar organizativamente su 150 vida: el colegio por ejemplo ”. Elsa formó recientemente nueva pareja sin convivencia, con Juan, separado, de 50 años. Continúa viviendo en el que fuera el hogar conyugal y logró comenzar a trabajar. Primero lo hizo en una fábrica de alimentos y ahora en un estudio contable, con mayor estabilidad. “Esto me hace sentir muy bien, dentro de la situación que estoy viviendo.” “El retorno nos está haciendo pedazos a Martín y a mí. No he enfrentado ni con la situación de la nena lo que estoy enfrentando. Cada vez que nos tenemos que despedir, son llantos... ” “Comencé un nuevo tratamiento con una psicóloga, una vez por semana... por mi responsabilidad de madre ”. ..(?) “QuiABELLEIRA -sería NORMAimporDELUCCA 110 que se aclare lo que le pasa a Martín. Creo que porHlo ILDAmenos, siera tante que se pueda quedar un fin de semana a dormir en casa. ” Lo que hemos transcripto, es una síntesis extraída de las entrevistas individuales concretadas con cada uno de los progenitores. Luego entrevistamos a los hermanos separado, e incluimos las entrevistas con Martín: Dibujo Libre, Familia por Imaginaria, Familia Actual,en y C.A.T. (Test de Apercepción Temática Infantil) abreviado. Por último, realizamos las entrevistas vinculares madre-hijo (Martín) y padre-hijo, implementando el Dibujo Conjunto Familiar (ver Cap. VI), cuya producción verbal, transcribimos a continuación. (Ver producciones gráficas en Anexo) d) Producciones vinculares • Entrevista conjunta padre-hijo: “Dibujo Conjunto Familiar ” Consignamos a continuación la ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego de dar la consigna: Martín (Hijo) Padre verde turquesa Martín (Hijo): (empieza) Un bosque (se queja de que no puede pintar con todos los colores). Padre: La consigna es un solo color cada uno. Hijo: Acá pasto (dibuja de un lado y del otro). P: (agrega en el medio, entre los dos pastos, agua) Una laguna... ¿Hago un pescadito? H: No... Esperá. Podemos hacer acá unas nubecitas... Hacelas acá (señala arriba). (A Martín le cuesta mucho aceptar la consigna de un solo color. El padre maneja bien la situación, calmándolo). P: Yo hago nubes... H: No, así no porque va el sol. P: ...y vos hace un árbol. H: Pero no tengo marrón... P: (hace el tronco con su color) Como si fuera marrón. H: (hace la copa ) Para acá, porque el viento viene de este lado, (derecha) P: (agrega manzanitas)... Ahora hacé un bote. H: (hace el bote y el padre lo completa). H: (como en secreto al padre) Una motito de agua. P: Es difícil. H: (la empieza a hacer) P: ...y yo le dibujo el nene que va arriba. H: Yo ya lo había hecho en verde! (se enoja) (?) Y... ¡dos en la motito de agua yo no conozco! P: ¿Qué más? H: (Hace el sol) ¡Dios mío, le falta algo! (el padre le agrega la nariz al sol y Martín C LÍNICA ORENSE ENFAMILIAS se Fríe). 111 (Ambos hacen pajaritos. Van dibujando en espejo: un pájaro verde y uno turquesa). P: (hace una casa). H: ¿Qué hacés? ¿El techo azul? P: Yo me lo imagino azul. H: Yo me lo imagino verde (le hace a la casa una puerta, una ventana, chimenea y humo y algo a la derecha). P: (dibuja a la izquierda de la casa, dos redondeles unidos por una línea) ¿A ver qué te parece esto? H: Un auto. P: No sé... H: Una camioneta. P: No sé. Invéntalo vos. H: (hace una camioneta) Hacele una raya azul (al padre). P: (pinta el vidrio del auto de azul) ¿Vamos a dibujar un señor pescando en el bote? (lo hace) y acá un nene pescando (señala la costa izquierda). H: (lo hace). P: ¿Acá abajo qué falta? H: (se ríe). P: ¿Qué hay por abajo del agua? H: Los pescaditos (los dibuja). P: ¿Qué dibujaste? H: (a raíz de diferencias y dudas sobre el pez dibujado por Martín, éste se irrita) ¿Vos no entendés nada de lo que estoy diciendo? (Intercambian entre ambos sobre las características de la raya y el melgacho. En hoja aparte dibujan: Martín la raya y el padre, el melgacho, explicando las diferencias de forma. Con el dibujo, retorna la calma). H: Ahora podés hacer una tortuga (el padre la dibuja) ...Una tortuga de agua H: ¿Qué te imaginás que sea esto? (dibuja) ¿Esperá eh? (dibuja un barrilete y un niño teniéndolo, pasándose a la orilla opuesta). P: Es un barrilete (le agrega la cola) ¿Quién es? H: (en secreto al padre) (Preguntamos, no quiere decir, pero luego contesta). Este soy yo. P: Le vamos a poner un caminito a la casa (lo hace). H: ¿Por qué? P: Si no, ¿cómo se sale de la casa? H: Y yo le pongo otra planta. Así, así, así, con pinches. P: Una espina (la agrega). H: Yo aquí, una con olorcito lindo. P: Una rosa... Este lado está muy lindo (derecha). HILDA ABELLEIRA NORMA DELUCCA 112Pero este no. (izquierda) ...¿A ver qué se me ocurre? H: Vamos a -dibujar una cosa (dibuja). ¿Qué será? ...Un hombre pescando, un auto y dos jugando a la pelota. P: ¡Qué lindo! ...Y muchas cosas más no podemos. H: Ah! Y una rama y una ardillita y un cosito con dos huevitos. Hacelos vos P: (el padre hace los huevitos) ...Y acá un... H: Mostrémosle a ella. (Muestra a una de nosotras) (?) Una gallina... Pero seguimos. P: Si están pescando cerca del río, podemos hacer una carpita. H: Hacela así (hace un punto) ¿Sabés qué es? P: Una cosa que a mí me gusta que estén libres. H: ¿Qué? P: Los pajaritos. H: No, la caca... ¿Qué más? Por el culo... P: Yo dibujo acá un avión (lo hace arriba a la derecha). H: (hace otro avión a la izquierda y al lado otro objeto). P: Me sonaste. Eso me parece que es una nave. H: No, un helicóptero que viene para acá. P: Ah! Tengo una idea! H: Decimelo en el oído (el padre se lo dice). No, algo más lindo (le dice él también algo en secreto al padre). P: (agrega un nene con un perrito) Agachadito, jugando con un perrito. H: ¿Qué están haciendo? P: Un nene jugando con el perrito. H: ¿Qué más? P: Acá falta gente (se refiere al lado derecho). H: Pueden estar adentro de la casa... ¿Podés hacer sabés qué? (le dice al padre en secreto. El padre lo hace. Aparentemente son dos figuras humanas). (Una de nosotras sale brevemente de la entrevista, por un llamado. Al reintegrarse, Martín tapa lo que había dibujado y sólo se lo muestra a la que permaneció en la entrevista)... Están abrazados (?) Son amigos (quiere seguir agregando cosas). P: Yo voy a dibujar un gatito, Napi, y basta! H: ¿Qué más que siempre hay en Córdoba que empieza con “ce” de casa? (secretea). Hacé uno acá y uno acá. P: ¡No me gustan las cosas no compartidas! H: Vos hacé un caballo y yo hago el nene arriba (lo hacen). Relato: (Hijo-Martín descubre el dibujo que mantenía tapado). H: Acá están los amigos, en Córdoba. Esto es un caballo de nosotros. FORENSE ENFAMILIAS P:CLÍNICA Parte de las vacaciones... (Martín lo interrumpe)... La casita de nosotros... 113 P: Esta es una casita que teníamos en Córdoba, que tiene una pileta en el fondo... H: ...el humito, la chimenea y al lado hay una fogata. P: ¿Qué hicimos? H: ¿Qué? P: Un asado... Dos amigos abrazados (?). H: Yo no estoy ahí. Mi hermano con su novia (?). Un nene remontando el barrilete (?). No, no soy yo el del barrilete. Yo estoy del otro lado jugando con el perrito. Sería Ernesto, mi hermano, el del barrilete. H: Un avión viajando, otro avión viajando y un helicóptero (¿). Van los abuelos. En el azul el abuelo Antonio y la abuela Dora (paternos); acá (verde) el abuelo Antonio y la abuela Erna (maternos). (?) Se van para su casa. (?) En el helicóptero, alguien de América 92 que yo no conocía. (?) En la mo- tito de agua dos amigos. Y en el velero dos amigos nuestros. (?) Yo con el perrito. (?) El de verde pescando es León. (¿Carpa?) La carpita la armó papá y durmió papá (?). Papá está pescando conmigo. No, con alguien. (?) En la carpa no hay nadie. (?) No, yo no soy el del perrito (secreto al padre). P: Perfecto. H: Bueno, yo soy el del perrito. Acá, jugando a la paleta, José Ignacio y el hijito (?). P: Este verano fuimos a Córdoba a la casa de unos amigos (?). Esta es más la realidad de la casa (lado izquierdo). La parte ésta del árbol, es como la casa actual. ...Acá, (a la derecha) Bony, un perro muy juguetón que juega con él. H: Adentro dejaron una pava calentándose y sale humo. Entrevista conjunta madre-hijo: • “Dibujo conjunto familiar” Consignamos a continuación la ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego de dar la consigna: Madre Rojo Hijo amarillo Encuentro entre ambos, afectuoso, muy cordial. Hijo: Para hacer el sol elegí el amarillo. ¿Y vos? Madre: Yo voy a empezar por el techo de una casita, ya elegí el rojo (Dibuja y le dice). No es como la que hacés vos... H : ...la casita del country (Quiere hacer la parte de abajo). M : Sí, Martín hace la casa del country que tiene un techo atípico; entonces Martín siempre hace cosas así. No es que él haga las casas raras, sino que el techo de la114 casa del country es raro. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA H: (completa la casa). Ahora vos. M: La entrada del auto... H: ¿Qué auto? M: El caminito, las huellas (Lo hacen entre los dos, Martín saca otro camino del que hizo la madre; ella hace las huellas; Martín agrega una al lado). H: ¿Puedo dibujar? (Hace nubes, un árbol, un auto). Rápido anda (La madre lo mira arrobada). M: El árbol tuyo. Le puedo hacer las violetas que están acá (Martín le pone amarillo a las flores). H: ¿Por qué elegiste el rojo? M: Porque es un color alegre. Y como estoy contenta de verte, elegí un color alegre. H: El pocito que hay siempre en casa. M: ¿El de la zanja? H: Sí. Ahora hago una plantita. Vos hacele las hojitas. M: Ah, vos le hiciste el centro de la flor. Yo las completo. Completo todas. ¿Y también hojitas? H: Sí, sí, sí. Acá hay muchas flores. ¿Te acordás el jardín que estaba al lado de casa? M: El de Chela... H: No, el de adelante. M: Ah, sí, el arreglo de adelante. H: (hace rayas abajo) (se miran cómplices) Hay una cosa acá... (algo arriba del techo). M: ¡El gato! ¡Sí señor!... El gato (clima de encanto mutuo). H: (hace una casita y otro gato). M: ¿Quién es? ¿Es Pipo o Lulú? H: Faltan las orejas. M: ¿Pipo?. H: No. M: Ah, pero tengo que adivinar. H: una moto convecina una persona). moto con Raúl y aquí yo. M: Lulú Raúl (hace es el marido de mi que solíaLallevarlo en moto... H: Vos hacele con rojo los ojitos y la boquita. M: ¿Sos vos? H: Sí... y el gato también, la boquita. M: El hocico y los bigotes. H: ¿Qué es el hocico? M: La boca con la nariz. H : (hace un dibujo como una red o globo indicador de diálogo). Una persona dice: ¡Chau Martín! M : Es Manu. Un amiguito de él del Country. Te dice, Chau Martín. H : (agrega) ¡Chau Manu! (escribe Mici). H : ¿Qué más podemos hacer? M : ¿A ver qué cosas te acordás? Hace mucho que no lo veías a Pipo. H : (hace una línea derecha, con puntos amarillos y con rojo) (Le hace adivinar a la madre). ¿Qué son? C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS 115 M : ¿Del country? H : Sí. M: El cerco. H : Sí y las florcitas. M : El cerco con las grataegus. H : ¿Te acordás que había acá una cosa de orégano? M : Sí, todavía está. H : (Martín mirándonos) Ella tiene letra más grande (por una de nosotras); escribió otra hoja (dibuja algo). Acá hay una cosa grande donde siempre me meto yo. M : ¿La pileta del tío? H : No, la mía. H : Dibujá unas cositas. M : ¿Qué cositas? ¿Las tejas? H : No, acá (señala base inferior del techo). M : ¡Ah, donde cae agua! (lo hace). H : Dibújale acá al techo. Los caños, mejor. Hacele las cositas y yo hago las tejas. M : (hace las rayas paralelas de guía de las tejas). Bueno, cuando te canses sigo yo. H : (hace algunas) Seguí vos (la madre sigue y termina él. Se alternan). Vos hacé unas cositas. Hacé acá unas tejitas. Como el día que se cayeron. H: ¿Hay una hoja para dibujarle? (a nosotras). M : ¿Qué, los montoncitos de tejas? H : ...que yo rompí con el martillo. (La madre los empieza a hacer intentando interpretar lo que él quiere; Martín se pone exigente, crítico. No queda conforme y pide nuevamente una hoja en la cual intenta dibujarle a la madre lo que quiere). M : ¡Ay! ¡Es que yo no sé lo que pasa en tu cabecita! H : (enojado) ¡Yo no trabajo! ¡Si no me entendés, prefiero no trabajar! M : ¡ Ya te agarraste el berrinchito! (Lo empieza a tocar, le hace cosquillas y él se ríe). M : ¿Jugamos a las cosquillas? H : Sí, bueno... H : (insiste con el dibujo. Le pide a la madre que haga de nuevo la casa y las tejas que se cayeron y que él rompió. La madre prueba en una hoja aparte. Discuten sobre cómo son las cosas. El dice que es un techo el que se rompió y ella dice que es otro. Se vuelve a enojar). ¡Ay, no me entendés nada! ¡No dibujo más nada! M : Lo que pasa, es que me tengo que imaginar, porque yo no lo vi. H: ¡Pero yo sí lo vi! M : Bueno, no me tenés paciencia a mí. Yo te explicaba. Yo te tenía paciencia. H : ¡Pero yo no. No te voy a explicar nada, porque no me entendés lo que yo te digo. M : Hacé de cuenta que soy muy chiquita y me tenés que explicar. Con el dedito señalame. H : Bueno, te perdono una vez más... Acá hacé el techito que yo rompí (señala la parte de adelante del techo). M : (insiste con que no es ese el techo roto). H : (Le muestra lo que quiere explicarle en mal tono). ¡Yo rompí una teja acá, acá y otra acá! M: (insiste) Haceme el techito acá (en la otra hoja). HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 116 H : (se enoja mucho; golpea la mesa) ¡Yo ya te enseñé noventa veces! M : Cuando te explican a vos, ¿Se enojan así los maestros? H : ¡Pero yo no soy un maestro! M: Cuando seas grande y tengas un hijito. ¿Le vas a decir así, no te explico nada? H : ¡¿Vos me entendés lo que yo te digo?! M : A medias. Si te hubiera entendido, hubiera hecho lo que vos querés. H : Entonces no hagas nada. ¡Me pierdo la hora acá y me jodo! (retira la silla, y se pone contra la pared, como en penitencia. Vuelve y pide a una de nosotras que tache lo que anotó de la madre). (La madre nos explica que es habitual que haga eso y que después pida disculpas cuando se va). M : Esto es todos los domingos... (dirigiéndose a Martín) ¡A ver si me ponés muy bien 10! H : Yo quiero hacerlas de verdad. No esa porquería. M : Yo la hice con buena voluntad. H : (gritando a viva voz) ¡Quiero que me den un cartón nuevo! Si no, me voy! (se enoja mucho, mucho). Nosotras: ¿Para qué lo querrías? H : Dibujaría otra vez para enseñarle a mamá que haga las cosas bien. Que las haga como yo quiero. ¡Parece que tienen mal el cerebro! ¡Parecen los tres chiflados ustedes tres! (la madre y nosotras dos). (Hacemos retirar un momento a la madre a otro consultorio. Martín pasa del enojo a la angustia e irrumpe en llanto. Cuando se calma un poco, invitamos a la madre a ingresar nuevamente. En un cartón nuevo intentan hacer lo que él cree que quiere. Pero no logran lo deseado. Martín angustiado se abraza a la madre y al terminar la entrevista, no se quiere separar). En razón de este desenlace inconcluso y angustioso de la entrevista conjunta, decidimos continuar la tarea en un segundo encuentro. • Segunda entrevista conjunta madre-hijo: Hacen un pacto con la mano, que no se van a enojar. Consignamos a continuación ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego deladar la consigna: Madre Hijo Naranja Rojo Martín muy contento, elige dibujar. H: (Hace un sol). Quiero hacer de nuevo la casa del Country. M: Yo la casa del country no la hago, porque el otro día... H: ¡Lo siento! La tenés que hacer. Si lo hacés mal... (Empieza a hacer la casa). M: Yo las tejas no las hago. Hacé vos la imagen que tenés en tu cabecita de las tejas (Le limpia la nariz). H: ¿A qué no sabés que es esto? M: ¿Los ladrillitos? C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS 117 H: Sí. M: Estás muy minucioso con el dibujo (Martín hace infinidad de pastito). H: Estoy disimulando... porque es el pastito. Me copio de la casa del Country o lo que me acuerdo. Acá hay un árbol muy viejito. (Sigue haciendo muchísimo pasto). M: El sauce llorón y el sauce mimbre. H : H oy salió bien, ¡Ves! (La madre todavía no hizo nada). Acá van las rayitas (Martín mira lo que anotamos). H: ¿Qué es esto? M: ¿Las manchitas del tronco? H: No, las chicharras. H: Todavía no hice ningún chico. Yo lo voy hacer. Este soy yo. Estas son las ramitas. Hoy está quedando lindo. ¡No te vas a equivocar hoy! (a la madre). (Cuentan que este fin de semana no fueron al Country porque llovía. Fueron al cine a ver Bambi). M: No me hizo triste. H: (Sigue haciendo pasto. Hace gesto de cansado y dice:) ¡Estoy tan cansado! (hace un jardinero) El jardinero cortando el pasto (Hace a Manu al lado de él en “elque “Yo éstos el árbol diciendo: sol dibujé a la vista el hiciste dibujo nada y agrega: también ”). Mirá todo lo yo ”(a; lo la escribe madre).en Vos más que dos puntitos. M: Me dejó hacer sólo el centro de las flores para que no me equivoque. ¡Muchas gracias por tu bondad y consideración! H: ¿Me ayudás a hacer el pasto? M: Sí. H: ¡No, no! Mejor que no, porque si te llegás a equivocar... Ya terminamos, todo de un solo color. Bueno... Dibujá lo que hay en el Country... pero decime a mi primero. M: ¿O sea que me estás diciendo que te pida permiso a vos antes de dibujar? ¿Por qué? H: Porque si no me voy a enojar. Porque si lo hacés mal... Yo quiero que lo hagas igual que como está en casa. Sin ninguna falta. M: Voy a tratar de que sea un mellizo exacto del que vos hacés. H: ¡Mamá! Igual, ¡eh! ¡Sin ninguna falta! (no le conforma el gato que hizo la madre como copia del de él). Sos una tonta que no sabés hacer gatos y perros. M: A Diego yo le enseñé y aprendió bien. (Calca el gato que hizo Martín de modelo). Me parece que va a salir un hermanito perfecto. H: (a nosotras) No anotés eso de Diego (deja que la madre haga flores. Le quita a una de nosotras las hojas porque dimos vuelta el dibujo para verlo. Se vuelve a enojar pero en forma más leve). ¡Es una porquería este dibujo! Y es una porquería compartir...!, No la voy a dibujar a mamá. (Preguntamos a la madre dónde estaría ella): Yo estaría adentro de la casa. M: Siempre estaba yo cocinando, bordando, cosiendo y esperando que venga Martín (¿?) Martín estaría en un sauce mimbre que es una cueva (¿?). Manu es un vecinito. H: (se levanta y abre los cajones de nuestros muebles del consultorio). ¡A ver si estos juguetes están bien! (finaliza la entrevista) e) Evaluación de las producciones vinculares en base a indicadores • Clasificación de los indicadores A - Indicadores Generales Entrevista padre-hijo 118 1) Modalidad de funcionamiento grupal a) Planeamiento Ausente b) Ta re a co nj unt a Se concreta Entrevist a madre-hijo HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 1) Modalidad de funcionamiento grupal a) Pl an ea mi en to Ausente b) Ta re a co nj unt a Se concreta con dificultades en la segunda entrevista c) Figura organizadora Pre- c) Figura organizadora Presente: compartida entre el padre y el sente: encarnada de manera conflictihijo va por el hijo d) Identidad del liderazgo Compartido entre padre e hijo. d) Identidad del liderazgo Ejercido por el hijo. e) Cualidad del liderazgo Democrático e) Cualidad del liderazgo Autoritario f) Modo de participación clusiva de ambos In- f) Modo de participación A predominio de exclusiones de la madre por parte del hijo y autoexclusiones maternas. g) Tipo de intervenciones g) Tipo de intervenciones A Modo: Combinado con preguntas y predominio de preguntas en la madre respuestas en ambos. A predominio de respuestas en el hiDireccionalidad: Circulante en el con- jo. Direccionalidad: Circulante en el conjunto madre-hijo. junto padre-hijo. Contenido: Cooperativo-facilitador, Contenido: Individualista, inhibidor, en especial por parte del padre, con crítico e intrusivo por parte del hijo. algunas irrupciones críticas del hijo. Elusivo por parte de la madre. h) Ubicación espacial tánea Espon- h) Ubicación espacial tánea Espon- 2) Estilo vincular predomi2) Estilo vincular predominante nante a) Clima afectivo Cálido, dis- a) Clima afectivo tendido, ameno. Inicialmente cálido. Se va tornando tenso, con irrupción de furia y llanto en el hijo y angustia en ambos, en el C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS 119 primer encuentro. En la segunda entrevista conjunta, es cálido, con momentos de cierta tensión y tristeza. b) Ejercicio de las funciones parentales Contención paterna y discriminaciónorden, abarcativa. b) Ejercicio de las funciones parentales Contención materna: muy restringida y rígida, lo que la torna ineficaz. Discriminación-orden: predominio de la indiscriminación madre-hijo. Ausencia de institución de un orden por parte de la madre. c) Modalidad de expresión del hijo Espontánea y creativa. c) Modalidad de expresión del hijo Espontánea, con tendencia a tornarse hostil, violenta y desorganizada, disminuyendo por lo tanto la creatividad. d) Lugar del progenitor ausente No incluido d) Lugar del progenitor ausente No incluido 3) Expresión simbólica de las funciones e identificaciones Personas o personajes : Presencia numerosa de personas y animales. Diferenciación sexual y generacional: Acorde al propio sexo y edad. Identidad de los personajes: de la vida real, vivos, humanos y animales. 3) Expresión simbólica de las funciones e identificaciones Personas o personajes : Presencia escasa de personas. Algunos animales. Dif ere nci aci ón sex ual y generacional: Acorde al propio sexo y edad Identidad de los personajes : de la vida real, vivos, humanos y animales. Tipo de personajes: Activos e implícitamente satisfechos. Tipo de personajes: Activos e implícitamente satisfechos. B - Indicadores Específicos Producción gráfica Cualidad del dibujo conjunt o Compleja Producción gráfica Cualidad del dibujo conjunt o Simple: la primera producción. Tendiendo a compleja la segunda. Uso HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 120 equivalente del espacio Uso monopólico del espacio por parte del hijo. Dibujos elaborados, diferenciados y Algunos elementos más elaborados diversos. que otros. Interpenetración aceptada y esponInterpenetración de los colores, aceptánea de los colores. Ambos son autores de elementos tada en tanto es acordada. El hijo es el autor de los elementos principales. principales; la madre de los secundaProducción verbal Simple: Descriptiva, con menor participación del padre en el relato. No construyen una historia. Poco sostén del nivel lúdico • Producción verbal Simple: Descriptiva. No construyen un relato conjunto. Dificultad para sostener el nivel lúdico . Interpretación de los indicadores Entrevista conjunta padre-hijo: La producción gráfica, resultó de mayor complejidad que la producción verbal. El padre, se mostró contenedor. Con una actitud organizadora y a su vez facilitadora del despliegue del hijo. Brinda alternativas para que Martín acepte las restricciones de la consigna (de uso de un solo color) y por consiguiente de la realidad, dándole un sentido ficcional: Martín: “¡¿El techo azul?!” Padre: “Yo me lo imagino azul”. O el tronco del árbol azul “como si fuera marrón”. La producción gráfica resultó rica, compleja, con un liderazgo compartido y fluidez comunicativa. Cuando Martín comienza a discutir sobre si el pez es raya o melgacho, o se enoja porque el padre hizo un segundo nene en la motilo de agua (M: ¡Y... dos en la motito de agua yo no conozco!) se pudo resolver ese momento crítico que surge en el vínculo, por la mediación de la actitud contenedora y a la vez de puesta de límites del padre. El relato de lo dibujado, es mayormente descriptivo, con algunos elementos interpretativos aportados por Martín. Lo que llama la atención, es que en la producción verbal no se logra la construcción de una historia propiamente dicha que coherentice lo dibujado. y ¿Esta dificultad de historizar desde la ficción, daría cuenta de que lo obstaculizado es el proceso de historización de la familia? ¿Temor quizá, del surgimiento a través de la palabra de un retorno de lo traumático? También podemos pensar, que el momento del relato es un momento de síntesis. En este dibujo, se marcaron tajantemente dos espacios separados por una ancha laguna. El padre esboza que el lado izquierdo “es más la realidad de la casa” de ellos, que tenían en Córdoba. Antes había señalado que el lado derecho estaba muy lindo. Y Martín duda en dónde ubicarse él. No está en el lado derecho donde se dibujó la casa, ni remontando el barrilete que él hizo. Dice que tampoco es el que juega con el perrito y finalmente dice que sí. Surgen en ambos lados algunos elementos que delatan aspectos conflictivos dentro de la armonía que logran: los pinches de la rosa pese al “olorcito lindo”; “la caca por el culo ” del pajarito, que el padre deja pasar sin comentarios. En varias oportunidades en que el padre dibuja algo de un lado, Martín tiene la necesidad de realizar su propia versión casi en espejo, del otro lado: los pajaritos, el avión. Surgen los nuevos personajes familiares como Ernesto, “mi hermano” y su novia (hijo mayor de la nueva pareja del padre). Si bien no se hace referencia directa a la madre, podría estar representada por los abuelos maternos que viajan en el avión que Martín dibujó. Dos universos distintos, fragmentados, que resultan de difícil conciliación. Lo real y lo deseado. Lo deseado y lo temido. Entrevista conjunta madre-hijo: Podemos observar en estas producciones cómo se escenifica dramáticamente C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS 121 el conflictivo vínculo materno-filial. Es interesante apreciar el modo en que las reiteradas apelaciones de Martín a la madre se “estrellan” con la incapacidad de ésta de dar respuesta a las demandas del hijo, así como también el hecho de que las mismas, por momentos, se tornan difíciles de decodificar desde el estilo en que son enunciadas por el niño. Podríamos decir que Elsa da respuestas desde una posición de demanda ( “ Hacé de cuenta que soy chiquita y me tenés que explicar”), lo cual va erosionando la integridad psíquica de Martín, que paulatinamente se angustia, se enoja y se descontrola (enloquece). Resultó tan traumático para el vínculo madre-hijo la dificultad de realizar la tarea conjunta que le solicitáramos, que se nos ocurrió abrir un nuevo espacio (algo que nunca se nos había tornado necesario hacer con otras familias), para explorar ellos y nosotras, las posibilidades del vínculo de correrse del funcionamiento simétrico-enloquecedor en que aparece instalado. Esta modalidad vincular se traduce con claridad en los indicadores: ausencia de planeamiento; imposibilidad de realizar una tarea conjunta, tanto desde el nivel gráfico como verbal; liderazgo ejercido por el hijo, con características autoritarias, así como en el modo de participación y el tipo de intervenciones. En el segundo encuentro madre-hijo lograron correrse levemente del funcionamiento enloquecedor de la primera producción (al inicio hacen un pacto con la mano de que no se van a enojar), apelando la madre a una participación más acotadadey lael tarea niño conjunta a una disminución de sus demandas, lo que permitió la concreción a nivel gráfico y ciertas variaciones en el clima afectivo, pero sin modificaciones esenciales en cuanto a la figura organizadora e identidad del liderazgo, que siguió siendo detentado por el hijo. La producción verbal es eminentemente descriptiva. No logran realizar un relato conjunto de lo dibujado. Dificultad claramente expresada por Martín cuando dice: “Es una porquería compartir”. f) Interrogantes e hipótesis interpretativas • Interrogantes que nos planteamos ante la problemática familiar y sus producciones 1. ¿Qué lugar ocupa el hijo en la problemática familiar (anterior y posterior al divorcio)? 2. ¿Cuál es el sentido del conflicto y quiebre en el vínculo materno-filial y en las subjetividades de la madre y del hijo? 3. ¿Cómo se inscribe la separación conyugal y SLI procesamiento en los integrantes de la familia (estado duelo)? 4. ¿Qué recursos se evalúan endel cada uno de los progenitores para ejercer sus funciones parentales y reconocer la del otro? 5. ¿Es la organización familiar actual, el contexto vincular más apto para el desarrollo psicológico de Martín? • Hipótesis interpretativas Comenzaremos por hacer una semblanza de nuestras impresiones sobre los integrantes del grupo familiar. Elsa, 47 años, es una mujer hermosa, elegante, impecablemente vestida, de porte altivo. Se conectó y comunicó con facilidad con nosotras, mostrándose expansiva, con una rica y frondosa verbalización sobre aspectos de sus circunstancias vitales, pero sin poderse centrar en profundidad en otros temas, como los relativos a su relación de pareja. Dentro de la aparente facilidad para abordar su historia, predomina en su relato un estilo descriptivo, de cierta distancia emocional con los hechos, que seguramente forma parte de sus recursos defensivos frente al dolor y las pérdidas. En las primeras entrevistas, surgen con mayor frecuencia sus sentimientos adversos hacia su ex esposo, a quien adjudica fundamentalmente la responsabilidad de la separación y de las circunstancias conflictivas que la siguen rodeando. 122 BELLEIRA - NORMA DELUCCA Promediando los estudios, afloró la angustia referida aHILDA las Adificultades en su vínculo con Martín y a la pérdida de su pequeña hija, hace 10 años. Le resulta costoso reflexionar sobre su participación en los conflictos familiares. Si bien se la percibe lúcida, tranquila, organizada y equilibrada emocionalmente, de buen ánimo en general (teniendo en cuenta los informes psicológicos y psiquiátricos anteriores) y haciendo mención a la continuación de su tratamiento psicológico, no puede pensarse a sí misma como habiendo atravesado una crisis personal de importancia, como para justificar que el padre de Martín se hiciera cargo del niño. Este es su punto de mayor inabordabilidad, ya que parece necesitar mantener una imagen de sí omnipotente e inquebrantable. Desde esta posición, se le obstaculiza la elaboración de las pérdidas sufridas, que exigen frente al reconocimiento de las mismas, un proceso psíquico de profunda conexión con los sentimientos, las necesidades, las carencias y las limitaciones propias. Este largo y doloroso trabajo interior, parece no poder ser tolerado por su frágil estructura psíquica, que por este motivo necesita erigir defensas protectoras, que a su vez empobrecen sus intercambios afectivos, como se pudo apreciar en la relación con Martín. Puede sí percibir o representarse esta fragilidad en su madre, como señalamos: “Soy la madre de mi mamá. No asimila las pérdidas ”. Sin darse cuenta, nos está hablando en esta interpretación, de su propio posicionamiento con Martín, como una nenita a quien su hijo tiene que enseñar y proteger, promoviendo en él, sentimientos de carencia de contención y sostén, que se expresan con furia. Conviven en ella sus deseos de mantener la imagen de mujer-madre idealizada e idealizante (por lo tanto inalcanzable, desvitalizada, “maniquí” del padre, “reliquia” del marido) con los de recibir la protección y el sostén que inconscientemente busca en el hijo, acarreando a ambos una inevitable cuota de frustración. En otras vertientes de la relación materno- filial, evidencia una relación afectiva intensa con su hijo, dando muestras actualmente, de poder hacerse cargo de su cuidado en lo que hace a aspectos generales de la crianza. Es en el punto de la angustia de Martín por no poder reproducir exactamente lo que supone que donde su madre ni encontrar en ella rios interrogantes, Elsadesea, se siente desbordada y serespuesta fragiliza aensus superentofunción de contención y diferenciación de su hijo. Función que pudo ejercer en su complementación con la ejercida por Oscar, durante buena parte de la relación matrimonial. Oscar, 46 años, es un hombre de aspecto común, locuaz, expresivo, que relata en forma minuciosa y pormenorizada los avatares de la historia familiar, conmoviéndose intensamente ante el recuerdo de momentos dolorosos y angustiantes, referidos a la muerte de su hija y a su separación conyugal definitiva, como a las fantasías y proyectos con que comenzó su matrimonio. Inicialmente su discurso se centraba obsesivamente en las críticas y reproches hacia Elsa, tendiendo a descalificar su figura y ubicándose él como víctima. Paulatinamente se fue corriendo de ese lugar, conectándose de otro modo con aspectos valorados de su ex esposa que fueron muy importantes para él y su vínculo de pareja, como para sus hijos desde la relación maternal. Este cambio observado, le permite desde lo “racional”, una mayor aceptación de los sentimientos y necesidades de sus hijos en relación a la madre, expresando en lo manifiesto sus ideas respecto a la conveniencia de que en esC LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS pecial Martín, mantenga un vínculo estable con ella (aunque acotado). Pero 123 en las alusiones e interpretaciones sobre Elsa a lo largo del relato, su figura aparece como depositarla de sentimientos de destrucción y muerte. Esta transmisión no consciente, es la que hace obstáculo desde él, para una conexión más eficaz de Martín con su madre. En el vínculo con Martín, como dijimos, se muestra protector, afectuoso y continente, con la capacidad de limitar y sostener a su hijo con firmeza cuando éste entra en momentos de angustia, confusión o desafío crítico, posibilitando reenmarcar la situación y evitando la desorganización del niño. Martín, de 7 años, se muestra como un niño inteligente, vivaz, expresivo y observador. Ocurrente, alegre y muy afectuoso, se relacionó con facilidad con nosotras, mostrando gran placer en dibujar, hablar y jugar. A lo largo de las entrevistas (y en especial las vinculares, como ya mostramos) y casi en oposición a lo descripto, irrumpen sus facetas hipercríticas, demandas exigentes frente al adulto con planteos dilemáticos y finalmente la angustia, al no obtener la respuesta esperada. Si bien lo entrevistamos a Diego para conocer su posición en el conflicto familiar, no lo incluimos en nuestra intervención, ya que la demanda judicial está centrada en la tenencia y visitas respecto de Martín. Más allá de las peculiaridades personales de cada uno de los miembros de esta familia, nos parece fundamental centrar el análisis en el particular entramado vincular que se fue construyendo desde su constitución, cómo se insertó en él la traumática e inelaborada muerte de la única hija mujer de la pareja de Oscar y Elsa; el advenimiento de Martín; el sesgo violento de la separación conyugal y los efectos que produjo, dramatizados en los intrincados avatares del juicio legal. Iremos retomando fragmentos consignados en la síntesis de la historia familiar, como de las producciones vinculares. Remontándonos al srcen y constitución de la pareja, podemos señalar que se fundó tempranamente en sus vidas, siendo adolescentes. Se infiere de sus relatos, como señalamos en la historia, que la relación se caracterizó por actitudes muy diferentes de cada uno, pero de posiciones complementarias: de intensa idealización de él, de complacencia de ella por sentirse amada de ese modo. Los primeros años del matrimonio, son reconocidos por ambos como armoniosos. Oscar parece haber confirmado su aspiración de vinculación con un objeto ideal, que conjuraba sus carencias y debilidades. Elsa asume satisfactoriamente ese lugar de apoyo y sostén de sus hijos y del “marido-hijo”, pero a la vez “marido-padre” que al entronizarla la escudaba del contacto con sus propios temores y limitaciones. Cimientos frágiles, poco propicios para sostener las inevitables situaciones problemáticas de la cotidianeidad. Las primeras crisis, de poca envergadura, se sortearon vía la negación, el desconocimiento o desestima de la realidad de cada uno, tendiendo a reinstalar el vínculo en el nivel necesitado por ellos. La muerte de Mercedes, situación traumática de impredecibles consecuencias para cualquier familia, operó en ellos a la manera de un sismo de lentos efectos, que fue destruyendo paulatinamente lo que con esfuerzo y creciente empobrecimiento en el funcionamiento vincular sostuvieron hasta el momento de la sepaHILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 124 ración, hace tres años y medio (y diez actualmente, de la muerte de la hija). El fallecimiento de Mercedes atravesó a todos, pero en especial a Elsa, que se sintió “caer” del lugar en que fuera ubicada y en el que inconscientemente se ubicó...”Ella se hizo cargo de la falla ... “A partir de ese momento me costó retenerla” ...dice él. En un intento de explicar lo inexplicable, Elsa había construido la teoría de que quizá la enfermedad de su hija fuera producto de una radiografía que ella se habría realizado en el embarazo. Primero se autoculpó, después culpó a su marido médico por no haberla advertido. Luego transcurre un período confuso y conflictivo para la familia, que intenta resolverse con el embarazo de Martín, pero sin elaboración ni reconocimiento del significado culposo y traumático de la enfermedad y muerte de la hija. Martín adviene a esta historia vincular previa. ¿Cuál es su función? ¿Compensar la pérdida? ¿Cubrir una falla? ¿ ”Calcar” la hija muerta? Función imposible para todos, que culmina con una separación violenta de la pareja, expulsión-alejamiento del hijo mayor, el quiebre psíquico de Elsa con posterioridad y como consecuencia, la necesidad de que Martín pase a convivir con el padre. El drama que encadena a esta familia, no parece hallar hasta el momento, otra salida que el castigo y sacrificio del lugar de la madre, el intenso sufrimiento del niño, descolocado y luchando permanentemente por “ser” y el riesgo del vínculo materno-filial. La madre, parece resignada a la distancia que se instaurara con Diego. No encuentra caminos eficaces de contención y acercamiento a Martín. Le cuesta conectarse con su hijo, reconocerlo en su singularidad y aceptar su presencia en diferencia con la imagen de su hija perdida. A la vez, parece presa de la interpretación culposa que hizo de la muerte de Mercedes y “teme dañarlo”. Así oscila entre agredirlo desde la ironía o el desconocimiento por lo que no es, o intentar “aplacarlo” desde una actitud regresiva ante sus propias limitaciones. Ambas facetas de su hacer dejan fuera a Martín, quien nunca se siente suficientemente alojado en el vínculo con su madre. O se siente “expulsado no esque quien espera ocupar. que sea o se siente ubicado en el lugar protector” yporque de amparo ellaella no puede Las dos alternativas le impiden anidar en su lugar filial. La mayor parte de las veces se enoja, otras la “perdona” y vuelve a iniciar el ciclo esperanzado de encontrar una madre, “su” madre. Momento en general fugaz, en que Elsa se puede despojar de sus estrategias defensivas y logra captar al hijo como algo nuevo y diferente y permitirse ser ella otra madre que la que siente ser, pero que cae rápidamente cuando la realidad de las demandas de Martín la enfrentan con el vacío angustioso, sinónimo de muerte. El vínculo vuelve a claudicar: “Es una porquería compartir”, dicho por Martín, podría expresar el sentimiento de ambos. El padre, en los primeros tiempos de la separación, atacó ferozmente aquello que había endiosado, como única significación posible. La mujer-madre idealizada se había derrumbado y se mostraba sólo como una mujer con limitaciones, culposa y angustiada. Elsa ha devenido “otra”, opuesta a la mujer- madre ideal. De otro modo que Elsa, Oscar sigue apresado en la añoranza de lo que ya no está. Parece no poderla perdonar por haberla perdido: “Mi enojo -y el de todoscon Elsa, es porque no pude encontrarla más. Elsa ya no fue más lo que era... ” “El recuerdo no se puede modificar...” “Era justa y sincera. Tal vez fue un ideal. Por eso la bronca: para romper esto de hoy FORENSE ENFAMILIAS 125 yCLÍNICA reencontrar a la Elsa que era ”. Esta no renuncia a la idealización de un pasado perdido, sostuvo durante los primeros tiempos de la separación, sus reivindicaciones hostiles litigiosas (plasmadas en el abultado expediente del juicio de divorcio y tenencia) y los ataques a Elsa como castigo, estrategia defensiva con la que podemos pensar se identifica Martín. Luego se fue corriendo a la situación actual de aceptación racional, pero no profunda y vivencial, de la dolorosa realidad. Esto le permite contener y relacionarse con sus hijos, pero no favorecer eficazmente la conexión de ellos con la madre. Diego, por su edad (22 años) y personalidad, pone distancia con la madre, negando su afecto y necesidad de mantener ese vínculo. “Humanamente me da pena... pero afectivamente no. Yo trato de arreglármelas solo para no cargar las tintas”. Martín, con su lugar poco claro desde el inicio de su vida, mantiene preservados aspectos de su personalidad que le permiten una inclusión positiva en otros vínculos. Pero “cae” también en verdaderas crisis de angustia y desorganización, ante la imposibilidad de satisfacer su necesidad de recuperar un vínculo estrecho y deseado con su madre, necesidad que choca con sus temores y los de ella, de efectivizar lo. Porque en la realidad del vínculo, no en su representación idealizada, surgen las limitaciones de la comunicación empática, las no coincidencias vividas como fallas, el paso del tiempo con sus pérdidas, la acentuación de las defensas disociativas de la madre ante la intensificación de los conflictos y la pérdida del sostén que operaban la presencia y el amor de su marido. Como también forman parte de la realidad vincular actual, las exigencias de Martín reduplicadas por la interrupción del vínculo con su madre, con un tiempo insuficiente de contactos como para que se generen momentos de choques, desencuentros y reencuentros posibles. Los sentidos enigmáticos y traumáticos que circulan por los vínculos familiares y que enloquecen a Martín, lo llevan a expresar su deseo de no vivir más. Diferentes personajes familiares, para una sola captura mortífera en un ideal inalcanzable. g) Reflexiones acerca de nuestra intervención Nuestra intervención, centrada en la lectura de las diversas situaciones críticas por las que transcurría esta familia desde un abordaje y una mirada del conjunto familiar, permitió que se realizara un corrimiento de la lectura fragmentada, que en forma especular con la problemática de esta familia se venía operando desde las sucesivas intervenciones llevadas a cabo en la Justicia. Diferentes y contradictorias algunas de ellas, que las llevó a esterilizarse entre sí. Se miraba o sólo se veían “pedazos” del conjunto sin ponerlos en relación: la patología materna, las crisis de Martín, la hostilidad vengativa del padre, traducida en las innumerables presentaciones judiciales cuestionando la capacidad de la madre. X Como hemos expresado en otros puntos, la apertura de un “espacio neutral y novedoso”, que apela al discurso del conjunto, que no señala, ni cuestiona a nadie, sino que tiende a interrogar y a través del interrogar a favorecer el interrogarse de cada uno y la reflexión crítica, permitió que la familia, en especial la pareja parental, empezara a encontrar ciertos “bordes”, ciertos límites en esa especie de dilución en que parecían precipitarse, arrastrando consigo al hijo menor. Pequeños signos, pero que dan cuenta de la posibilidad del inicio de otra etapa en su devenir. Elsa, levemente más firme en el vínculo con Martín. No lo suficiente para hacerse cargo de su tenencia, pero sí para que el niño pueda mantener un contacto más prolongado con ella sin riesgos para su persona. 126 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Oscar, deponiendo parcialmente la hostilidad hacia Elsa que encubría el intenso dolor y la no aceptación de lo que no pudo ser como él lo había deseado. Dejó de estar enojado y pudo reflexionar acerca de lo perdido, de lo que dan cuenta frases que hemos transcripto en c); y entre ambos Martín, también levemente aliviado de soportar la pesada carga de no tener un lugar claro y propio. Teniendo en cuenta que la conflictiva familiar es compleja y de larga data y que los movimientos observados difícilmente se consoliden y complejicen sin ayuda psicoterapéutica, sugerimos la necesidad de que tanto el niño como cada uno de sus padres, realicen tratamiento psicológico con un terapeuta especializado en familias en proceso de divorcio. El objetivo de esta indicación se basó en que se pudiera armar un encuadre posible de trabajo, que no los entrampara en el funcionamiento anterior, ni los expusiera a propuestas que no tuvieran en cuenta la realidad de esta familia, como ocurrió en cierto momento de la intervención judicial. Nos referimos a cuando el terapeuta de Elsa impuso el tratamiento de la familia: padre, madre e hijos, que rápidamente fracasó por imposibilidad de Elsa y Oscar de sostenerlo, como era de esperar en un momento del proceso de separación de franco predominio de hostilidad, poco propicio al armado de este dispositivo terapéutico. CAPÍTULO X Cuando queda cuestionado el lugar del padre Introducción En este capítulo nos vamos a centrar en el análisis de un grupo familiar en el que luego de producido el divorcio, se logra el armado, con cierta precariedad, de otra manera de funcionar que permitía la circulación del único hijo de ladepareja. A cinco de la separación, producepeligrando una situación crítica a partir la cual quedaaños cuestionada la figurasepaterna, la continuidad del vínculo paterno-filial. Famila “Linterna Verde” a) Presentación Organigrama familiar C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS 127 Esta familia está integrada por la madre, Florencia, de 32 años; el padre, Santiago de 33 años y Juan ( “Juani”) de 7 años. Juani cursa 2 o grado, vive en La Plata ycon su madre, Miguel, la Neuquén nueva pareja y un hijopareja de ambos, Matías años medio. Santiago vive en con su nueva Mónica y un de hijo3 de ella de un matrimonio anterior, Santiago, de 4 años. Florencia y Santiago están separados desde hace 5 años. Santiago viaja a La Plata quincenalmente a ver a su hijo y a su familia de srcen (madre y hermanos). A veces le surgen problemas de trabajo y no lo hace con la misma frecuencia. Trabaja en investigaciones antropológicas. Mantuvo una buena relación con los padres de Florencia hasta el momento de la crisis actual y los visitaba cuando iba a buscar a su hijo, ya que el lugar de encuentro era la casa de los abuelos matemos de Juan. El régimen de visitas se cumplía, aunque con algunos obstáculos y reclamos mutuos, por diferencias en relación a horarios de salida o retorno. Desde hace aproximadamente tres meses Juani se niega a salir con el padre. En su último viajeseelencerró niño adoptó conductas queypreocuparon a la familia: según “El papá gritó relata la madre, en una habitación no quería verlo. durante 20 minutos llamándolo, en la puerta de la casa de mis padres. Juani dibujaba y no respondía. El nene tiene estrabismo y usa anteojos. Ese día se le notó el ojo totalmente desviado hacia adentro”. El padre ante este hecho, pide intervención del Juzgado para que se restablezca el régimen de visitas y se aclare la situación. b) Singularidades de la demanda institucional La Jueza que recibe la demanda del padre, convoca a una audiencia para que concurran ambos padres y el niño, para interiorizarse del problema. Los avatares de esta audiencia, forman parte de lo relatado en el Capítulo II, como ejemplo de una Audiencia de urgencia-resolución. Algunos de los datos recabados en esa oportunidad, los repetiremos para darle continuidad a lo que fue surgiendo al interior del posterior estudio pericial. Como dijéramos, en el despacho de la jueza Juani tuvo un acceso de furia, le pegó patadas, gritó, lloró, se pegó la cabeza contra la pared hasta hacerse un chichón y luego se replegó en un sillón. Esta reacción del niño alarmó a la jueza, quien pide nuestra intervención inmediata, al interior de la audiencia. Cuando ingresamos, encontramos todavía al niño en esa posición. Se negaba a hablar con la jueza y también con su madre. Implementamos a partir de ese momento, el dispositivo que hemos construido para situaciones de urgencia en audiencias, tal como lo desarrollamos en el capítulo citado. Previamente recibimos de la jueza la información sobre el caso y las precisiones sobre el asesoramiento psicológico que necesitaba en ese momento, para implementar la medida jurídica más adecuada. En primer lugar, realizamos una entrevista con cada uno de los progenitores, en un espacio adecuado brindado por la jueza y tomamos contacto con los respectivos abogados. Tanto Santiago como Florencia, se muestran inicialmente tensos y desconfiados. El a la defensiva e inculpando a su ex pareja por el rechazo de su hijo. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 128 Ella con la misma actitud de ubicar en él la fuente del conflicto, pero a su vez, trayendo como verdad sancionada la palabra de un psicoterapeuta con el que Florencia y su familia actual habían iniciado entrevistas familiares. La abogada de Florencia también tiene en alta estima la opinión del psicoterapeuta y dan por sentado que lo que éste aconsejara por escrito en el expediente, es lo más adecuado: “...Que se suspenda el régimen de visitas al padre, hasta tanto avance el tratamiento con Juan.” Sin embargo, ambos progenitores, como cada letrado desde su propia postura, se muestran fundamentalmente interesados en que se esclarezca y se decida lo mejor para Juan. De las entrevistas se desprende, que desde hace 3 meses comenzaron los problemas entre Juani y el padre, agravados en la última visita. El padre lo atribuye a que puede haber influido que él se casara legalmente en esa fecha (supone que influyó en su ex esposa y de allí en Juani). También surge ocasionalmente que Florencia desearía quedar nuevamente embarazada (Florencia: “mamá espera la nieta”). Relatan una escena conflictiva en el campo, en Semana Santa, donde Juani pasó unos días con el padre y su familia actual. Juani y Santiago (hijo de Mónica) se pelean. Juani le pega a Santiago y el padre expresa: ...”por no hacer diferencias”...”porque Juani es mi debilidad, ...lo reté a Juani y lo zamarreé”. Juani se queda muy ofendido con su padre y le relata angustiado este episodio a la madre, al volver a La Plata. El padre comenta a su vez, que está preocupado porque su hijo se refiere a Miguel como “papá” y responsabiliza a la madre por no aclarar esto con Juani. Hace un mes, en mayo de este año, la madre consulta al mencionado psicoterapeuta quien realiza entrevistas familiares centradas en Juani, por los problemas de inhibición y en la lecto-escritura que el niño presentaba en la escuela. En una de las sesiones surge el interrogante de Juani sobre su srcen y sobre si el padre quería que él naciera. La madre por “querer decirle siempre la verdad” le responde: “No, no quería que vos nacieras ”...”El terapeuta me miró como diciéndome que le contara la verdad”. Juani respondió: “Ah, entonces ahora me puedo quedar más tranquilo”. El terapeuta incluyó en las entrevistas a la pareja actual de la madre y abuelos maternos, pero no lo hizo con el padre, ni la madre le comunicó a Santiago sobre la iniciación de este tratamiento. La madre relata que el terapeuta le había dicho que había que ayudarlo a Juani a que no sienta que lo tenía que apoyar al padre porque estaba triste por su distancia con él; que así el padre era letal para él. (La madre parece haber interpretado a la letra el señalamiento del terapeuta, anudado a sus propios resentimientos hacia Santiago, por no haberla sostenido suficientemente en el embarazo y primeros años de Juani). Los progenitores de Juani dialogaban muy poco luego de la separación. El padre se queja de que la mamá no lo participaba de decisiones importantes respecto de Juani, como la del tratamiento. La mamá se comunicaba sólo telefóni- camente cuando surgía algún problema por el cual Juani no pudiera salir con él en sus viajes a La Plata. El surgimiento del rechazo de Juani a ver al padre de un modo sistemático en los últimos meses, dio oportunidad a que Florencia planteara comenzar con algunas visitas del padre a Juani en su presencia, lo cual hizo surgir entre ellos, viejos reproches de situaciones no elaboradas. En una de esas visitas (ya se había producido la sesión familiar donde Juani preguntó si su padre quería que él naciera), le dirige esta pregunta al padre. El padre se siente descolocado por la C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS pregunta e intenta contestarle lo mismo que nos refiere a nosotras: “Nosotros 129 nos llevábamos mal; teníamos muchas discusiones y diferencias y por esos motivos consideraba que por entonces, no era el mejor momento para pensar en un hijo. Pero yo estoy muy contento ahora de tenerte como hijo ”. Florencia le dice: “Contale cómo me pegaste cuando yo estaba embarazada ”... “porque él no me cree a veces ”. Eso dio por terminada la visita. El padre acuerda con los abuelos verlo al día siguiente en casa de ellos, se produce el episodio del rechazo de Juani ya relatado y el pedido de la audiencia. Luego de entrevistar a los progenitores, lo invitamos a Juani a pasar. Le mostramos hojas y marcadores que habíamos llevado para que pudiera dibujar si lo deseaba. Juani se incorporó del sillón y entró de buen grado. Explicado el motivo de nuestra presencia y mientras comenzaba a dibujar, expresó muy resuelto y sin angustia: “Mi problema es Santiago. Habría que matarlo”. Dibuja varios personajes de Rambo y entre ellos a “Linterna Verde”. Muñeco que le regaló el padre antes del conflicto y que él dibujará en la entrevista conjunta con la madre. Da muestras de gran capacidad expresiva y de muy buena disposición al diálogo dentro del contexto lúdico que le ofrecemos. Sus producciones, no ponen de manifiesto trastornos severos. Abren al interrogante sobre un nivel de conflictos que expresan diversos atravesamientos derivados de problemáticas no resueltas de y entre los progenitores. Esta primera aproximación a la familia, nos permitió evaluar como necesario que Juani pudiera conectarse nuevamente con su padre y que se continuara el abordaje psicológico iniciado en la audiencia. Este segundo tramo de nuestra intervención, apuntó a profundizar el conocimiento de la complejidad de la trama vincular familiar y poder comprender a qué respondía la crisis planteada. c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia Florencia y Santiago se ponen de novios muy jóvenes: ella 14 y él 16 años. Los dos dicen de cada uno que eran muy “hermosos y atractivos”. El noviazgo fue armonioso y placentero para ellos, durante los primeros años. Ambos pertenecen a familias de profesionales de buena posición económica. Ella se recibe de Arquitecta y él de Antropólogo. A Santiago le ofrecen y acepta un trabajo importante en Neuquén. Surgen discrepancias en la pareja al respecto. El intenta romper la relación: Santiago: “Yo veía que ella no se iba a adaptar a mi vida de viajes permanentes, de vida al aire libre.”...”Florencia era tímida y retraída y tenía aerofobia ”. Se alejan por un tiempo, pero él vuelve y deciden casarse, teniendo ella 22 y él 24 años trasladándose a vivir a Neuquén, a la casa de su abuelo paterno fallecido. Santiago pasaba de soltero los veranos en ese chalet con su abuelo. Mientras él se siente muy satisfecho con el cambio, Florencia sufre el desarraigo. Dice Santiago: “Yo era cada vez más antropólogo. Me gusta el aire libre. Y Florencia cada vez más arquitecta, encerrada en la casa, que no le gustaba ”. Florencia: “A Santiago le gustaba mucho esa casa. Pero yo me sentía insegura. Me dejaba sola todo el día y yo extrañaba mucho. Decidí aceptar unas horas de cátedra en La Plata y viajar cada dos semanas”. La familia de Florencia les compra un departamento en Neuquén, para que ella se sienta más cómoda. A los dos años de casados, Florencia queda embarazada. 130 BELLEIRA ORMA ELUCCA ”...”Una Santiago: “Yo no quería tener hijos porque empezamos aILDAllevarnos mal amiga en común me dijo después, que Florencia se había embarazado para poder volver a La Plata”. Florencia reitera: “Yo siempre sola. Yo soy muy casera y Santiago no estaba nunca en forma estable”. Fundamentalmente por este motivo, promediando el embarazo se vuelven a vivir a La Plata. H A -N D Santiago retiene su trabajo en el sur y viaja semanalmente. Mientras tanto se enferma y fallece de modo repentino el padre de Santiago. “Me afectó mucho la muerte de mi padre. Yo estaba muy deprimido por eso. Teníamos muchas discusiones con Florencia. Me sale una beca a EE.UU. por tres meses y acepté ir. Florencia rompió y me tiró cosas; yo le di una cachetada para frenarla. Ella dice que la golpeé”. Florencia: “No le pude perdonar a Santiago que me golpeara estando embarazada ”. Queda inscripta en ella como una escena traumática. Al evocarla, llora con angustia y resentimiento de tiempo presente. Se suceden reproches mutuos: el quiere más libertad y comprensión de sus necesidades profesionales y ella demanda más amparo frente a su embarazo. Nace Juani y a los pocos días Santiago concreta su viaje. Vuelve y sigue viajando a Neuquén por su trabajo. La relación se va deteriorando porque ninguno de los dos recibe del otro lo que esperaba. A los 2 años de Juani, deciden separarse. Florencia exterioriza más sus sentimientos al respecto: “Sufrí mucho por la separación. Traté de sacarme de encima rencores y resentimientos. Durante 5 años sentí que era importante que Juani viera al padre... no quería ser yo quien le destruyera la imagen del padre”. Santiago, si bien padece la separación, la siente como un alivio de la tensión permanente que vivía con Florencia. Pero intenta mantener el vínculo con su hijo. Viaja a La Plata y lo llama por teléfono frecuentemente. No obstante, la distancia dificulta su relación con Juani. Santiago reconoce: “...tal vez cometí el error de decirle insistentemente por teléfono que lo extrañaba mucho y que eso me ponía triste. Juani decía: “No quiero verle la cara de triste a papá”. Florencia refiere en relación a Juani, que el año pasado, en primer grado, la llamaron del colegio, para informarle que su hijo era muy tímido e inhibido en la clase y en los recreos. Presentaba dificultades en el aprendizaje de la lectura y escritura. No le respondía a la maestra. Se quedaba mudo. Se replegaba si algún compañero lo agredía. La madre “descubre” en la consulta al pediatra, que Juani tiene problemas auditivos por no respirar bien, además de sus dificultades en la visión, no sólo por el estrabismo sino por un párpado semi-caído que le fue operado ese año (6 años). Continúa Florencia: “Cuando nació Matías, Juani no manifestó nada por este nacimiento. Era raro. Era afectuoso. No sufría. Parecía que todo andaba bárbaro. Se refugiaba en Miguel. Me preguntó si le podía decir papá. Yo le dije que podía hacer lo que él quisiera” (pero no le aclaró nada más). “Yo hice la consulta con un psiquiatra infantil por este tema”. “Me da la impresión de que no tenía miedo de perder el cariño mío por el bebé, sino el de Miguel por no ser el papá”. A su vez, relata que Juani (después de la sesión familiar) jugando con su hermano Matías en el jardín, entró muy excitado diciendo que vio “un extraterrestre: alto, verde, y con una luz blanca en la cabeza ” y preguntó: “Se lo puedo contar a X?” (el terapeuta). “Seguro que si se lo cuento a Santiago no me va a creer ” (en referencia al padre). Expresa que durante mucho tiempo le costó comunicarse con su hijo, o que Juan lo hacía en horas insólitas. La llamaba a las 3 o 4 de la mañana y le preguntaba “cosas del pasado”. Referido a sus familias de srcen expresan: C LÍNICAFORENSE ENFAMILIAS 131 Florencia: “Somos yo y una hermana menor en mi familia. No tengo hermanos varones. Por eso Juani fue sobreprotegido por mis padres. Primer hijo y primer nieto... Mi mamá perdió un varón al nacer. Anterior a mí... Este chico, Fernando, nació como Santiago, que tenía un año y medio más que yo. ” Santiago: “Somos todos varones. Cuatro hermanos. Yo soy el mayor. Mis padres tuvieron que ser muy severos para poder manejarnos. Cuando murió papá, yo tuve que hacer un poco de padre con los menores. Pero eso creaba choques con ellos ”. “No te metas en un lugar que no te corresponde, me decían. Y también mamá. Descubrí la fuerza que ella tenía. Cómo pudo manejar todo ”. Ambos describen a sus parejas actuales, como más afines a sus intereses personales. Florencia: “A Miguel le encanta la casa. Vuelve siempre temprano”. Santiago: “Mónica se dedica a la arqueología y entiende mis necesidades de viajar ”. En la última entrevista individual, Florencia trae para mostrarnos el dibujo que le dejó Juani la primera vez que salió con el padre después de la audiencia. En él puede verse la casa, Florencia en la puerta, Juani en medio del camino hacia el portón, el padre detrás del portón esperándolo. Juani en el dibujo lleva una piedra en la mano. Le dice a la madre que “es para arrojársela a Santiago”. Traza en línea de puntos la dirección de la flecha y se advierte sutilmente que la flecha apunta en dirección a la madre y no notado. al padre. Este “detalle”, no es mencionado por Florencia, que parece no haberlo Finalizadas las entrevistas individuales con ambos padres, ampliamos lo investigado con Juan, realizando horas de juego y dibujos libres. Luego instrumentamos las entrevistas vinculares madre-hijo y padre-hijo, que reproducimos a continuación. d) Producciones vinculares • Entrevista conjunta padre-hijo: Juani llega con la madre. El padre lo espera dentro de nuestro consultorio. En un primer momento, el niño no quiere entrar. No mira al padre a la cara. Accede a pasar con nosotras. Se sientan. El padre ha traído y le muestra a su hijo, un álbum de fotografías familiares. Figuran sus padres cuando se casaron y él y sus hermanos cuando eran niños. Juani se interesa y las mira con entusiasmo. Grita alborozado “\Este soy yo\”. Padre: “No, este soy yo cuando era chiquito.¿Viste como nos parecemos?”. Juani: “Y este es el abuelo” (señala al padre de Santiago) “Pero yo ni lo vi” Padre: “No, el abuelo falleció antes de que vos nacieras”. El clima se tornó distendido a partir de esta escena y Juani quiere dibujar. “Dibujo del personaje en la familia ” Ubicación: Juani Padre Damos la consigna. Juani: (Comienza a hacer un personaje muy complejo y extraño. Cuando terHILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 132mina dice) ¡Adivinen a quién hice! ¡Adivinen! Padre: ¿El hombre de piedra? J: ¡¡Bieeen!! P: (termina con su dibujo) ¿Y yo qué hice? J: A Clark Kent. P: No, a Juani con traje de Superman. (El padre comenta que Juani le mandó a Santiago -el hijo de Mónica- el dibujo de un Rey y la Sota de espada y que Santiago le mandó otro dibujo). J: ¡Este es el “Hombre de Piedra”! (Sugerimos: “Ahora inicien una conversación”.) Diálogo: J: Las personas no entienden lo que dice éste. No puede hablar. Habla poco. Como los locos. Es uno de los cuatro fantásticos (lo escribe). (El padre le señala que se comió una letras al escribir y se las completa). Uno se hace de goma. Es el hombre de goma. Otra, la mujer invisible. Y el robot que muestra películas y vuela (Juani hace sonidos guturales, hablando como su personaje). P: (se sale del personaje). ¡Hablá bien que nos van a echar! Llegamos tarde y no hablás... (Juani se le sube a la falda por un momento). J: ¡Hola viejo! P: Hola, hombre de piedra. J: Soy una piedra; no soy un hombre. P: Bueno, voy a tratar de hablar con una piedra. Es difícil. ¿De dónde viene? J: Del campo. P: ¿No vio el vidrio de mi anteojo? Me van a matar si no lo encuentro (se refiere al cristal de los anteojos de Juani, que estando en el campo el día del conflicto, se le cayó en el pasto). J: ¡Pero si vos tenés mucha fuerza! Los podés matar a ellos. ¡A tu padre y a tu madre! P: Yo lo que quiero es encontrar el vidrio, porque tengo que ir al colegio y tengo que leer. J: ¡Ponete ojos de vidrio! (Intenta ponerle sus anteojos al Hombre de piedra). P: ¿Te gusta mi disfraz de Superman y mis anteojos? J:CLÍNICA Sí, ¡parece chatarra! Y los anteojos parecen un moño en la cara. Sos 133 un FORENSE ENuna FAMILIAS alcahuete (se hace el gracioso y se ríe). P: ¿De quién? J: De tu cabeza. P: ¿Y mis botas? J: Eso parece un sorete doblado. P: Ahora no te puedo retar por lo que decís. ¡Pero mirá que a la salida me transformo en papá! (Se ríen ambos). (Vuelve a sentarse en la falda del padre y los dos dicen que no quieren jugar más). J: Yo quería una competencia. P: Si es a quién termina primero, yo te gano. Pero si es al más lindo, ganás vos. J: Voy a hacer otro que hable bien. P: Hacelo rápido. No tiene que ser una obra de arte. J: Yo “soy” una obra de arte. Voy a hacer al Hombre de Goma. (El padre comenta que le regaló a Linterna Verde para el día del niño. Personaje que Juani dibujó en la entrevista individual y luego con la madre) J: “El hombre de goma ”. Se encuentran en el espacio. Parece que tendremos que hacer un papá y una mamá que le digan a Superman: ¿Cómo vas a ir al espacio? No seas “amarrete” ¿No ves que no vas a poder respirar? (Hace una nave en otra hoja). Siempre me pasa algo con la nave. Se me estrelló. P: ¿Quiere que le ayude? J: No, deje.” (Luego agrega) ¡Agarrame de las patas! (Se tira al suelo y queda colgando, dejando las piernas en la falda del padre). P: (El padre lo sostiene y lo levanta de los pies) Yo en el espacio tengo la fuerza de Superman. Yo te salvo. ¿Te gusta que te salve? J: ¡Sí! Y me tiene que ayudar a arreglar la nave. ¿Cómo viniste vos? Tenés que venir con una máscara de oxígeno. Si no, estás muerto. P: Me tomé una pastilla de oxígeno. J: Pero dentro de dos horas se apaga, ¿eh? P: ¿No puede ir a un kiosco y comprarme una de repuesto? J: Tengo que ir disfrazado de un agente. No puedo ir con este traje. ¿No me trae un vestido de tu padre? P: ¿De Santiago? 134 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA J: Si, un traje. Para pensar que soy un hombre común. Para que no crean que soy el Hombre de Goma. P: ¿Para ir al kiosko? J: Sí. P: Tengo que ir a Neuquén a buscarlo. J: Bueno, ya está. The end (lo dibuja). “El hombre de piedra” “Juani con tra e de Su erman" a) Segundo Dibujo de Juani: “El hombre de goma” b) Tercer Dibujo de Juani: “Nave que se estrelló” c) Quinto Dibujo de Juani: “Traje de hombre común” 136 • HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Entrevista conjunta madre-hijo: El comienzo de la entrevista madre-hijo fue precedida por el anuncio de la madre: “Pensé que no íbamos a poder venir hoy, porque a Juan le duele la panza desde anoche... Por eso mi mamá nos trajo en su auto ” (afuera esperan los abuelos y Miguel, su pareja actual). Entran. Juan serio, pegado al cuerpo de la madre, sin mirarnos. Al ver los materiales para dibujar, supera de inmediato el “malestar” y se entusiasma. “Dibujo del Personaje en la Familia” Ubicación: Madre Hijo Damos la consigna. Juani: (Comienza a dibujar con cierta actitud de “carrera a ver quien gana ”. Espía lo que dibuja la madre) ¡Hmmm! ¿Una nena con bombacha? (Hace el tronco y los brazos de una figura humana; sigue por las piernas y al final dibuja la cabeza. Figura muy proporcionada y bien distribuida en todo el espacio de la hoja). Este es Linterna Verde. (Escribe “Linterna Berde”) (?) Es un muñeco que me regaló Santiago. Madre: Esta es Patricia. J: Linterna Verde, es un superhéroe que hace cosas con su linterna mágica: máquinas, martillos, trampas... ¡Combatiré al mal, con ayuda de mi linterna verde! Y pone el anillo adentro de la linterna. También se transforma en poderoso y hasta vuela. Puede transformar paracaídas, botes, trampas y tira rayos por los ojos... No, de la linterna, ...del anillo. (¿Cuántos años tiene?) Ni la menor idea. Es un hombre y vive con los superamigos. M: Esta es Patricia. Tiene 10 años. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS J: ¿Pusiste que tiene un antifaz? 137 M: Soy una nena muy curiosa que le gusta preguntar mucho y leer mucho. Me gusta tener amigos y amigas. Tengo un hermano más grande que yo. Me gustaría hacer lo que hace mi hermano mayor: jugar a la pelota... Y también lo que hace mi hermana más chica. Contar cuentos, jugar a las muñecas. Me gusta que me cuenten cuentos. Son cuatro. Tiene un hermanito más chico todavía. Un bebé que es medio hincha. Cuando no puede jugar con la hermana ni con el hermano porque el bebé la hincha, se va a lo de la amiga y se imaginan cosas. Todos podemos imaginar que somos como Shira, la hermana de Hi-man. O que tenemos poderes y somos superhéroes (?). Vive con la mamá, el papá y los tres hermanos. Diálogo: M: Nos podemos encontrar en un bosque. J: Mejor debajo de un edificio. Que se estaba por caer en pedazos. Vos estabas abajo y yo venía volando y te salvaba. M: Ya me salvaste del pedazo del edificio. Muchas gracias Linterna Verde. J: De nada. Ya está. M. ¿Vamos a charlar algo? J: Tengo muchas cosas que hacer. M: Vení, así le cuento a mis amigos como sos. J: No te van a creer. M: Sí, porque yo no miento nunca. ¿Cómo supiste que estaba en peligro? J: Linterna me alumbró desde el cielo y vine volando. M: ¿Cómo tenés tanta fuerza? J: Mi linterna me da fuerza. M: ¿Y si te la olvidás? J: No, nunca me la puedo olvidar. Vos no sabes algo. Siempre se carga la linterna, en la casa. M: Si no tuvieras la linterna también serías importante. J: No. Pero siempre se la carga. M: ¿Te gusta ser superhéroe y tener poderes? J: A mí me gusta ser superhéroe. M: ¿Y los que no lo tienen?¿Y los que no son superhéroes? J:138 ¡Pobres! Todos quieren tener poderes... Y yo tambiénH(parece decirlo - NORMA como DELUCCA ILDA ABELLEIRA Juani y se abraza a la madre). M: Pero vos tenés la linterna. J: ¡No, boluda, Yo, digo. Yo también, Juani, quiero tener poderes! M: Pero estamos jugando a Linterna Verde. J: ¿Cuántos hermanos tenés? M: Mi hermano grande que admiro y una de 6. Y un chiquito que me rompe todas las cosas. ¿Me podrías arreglar lo que me rompió mi hermanito? J: Yo con mi anillo te puedo hacer uno igualito. M: ¿Y cómo hago para llamarte? J: Sólo tenés que mirar hasta el cielo. M: ¿Y te puedo llamar si estoy aburrida? J: No, porque no tengo tiempo. M: ¿Sólo para solucionar problemas estás? ¿ No podes jugar ni charlar? J: No. M: Entonces es aburrido ser un superhéroe. J: Es lindo. Es “demasiado” lindo... Te dibujo adonde vivo (lo hace) y sigo un poquito más. Ahora hacemos que yo estoy en casa y vos estás en tu cama y pasan cosas raras. M: Yo miro para el cielo, te abro la ventana y después cerramos para que nadie sepa que estás y te muestro todas mis cosas. ¡¿Mirá lo que tengo acá en este cajón?! ...¡Revistas de los superhéroes! J: (se sube a la falda de la madre) ¡Basta! Me duele la panza. (Pide ir al baño e irse a su casa. Retorna el malestar inicial). CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Dibujo de la Madre: “Patricia” e) Evaluación de las producciones vinculares en base a indicadores • Clasificación de los indicadores A - Indicadores Generales Entrevista padre-hijo Entrevista madre-hijo 1) FModalidad de CLÍNICA ORENSE ENFAMILIAS funcionamiento 1) Modalidad de funcionamiento 191 grupal grupal a) Planeamiento Ausente a) Planeamiento Ausente b) Tarea conjunta Se concreta b) Tarea conjunta Se concreta c) Figura organizadora c) Figura organizadora Presente: compartida entre el hijo y la madre, predominando sugerencias del hijo. Presente: Predominio del padre con d) Identidad del liderazgo El padre, con d) Identidad del liderazgo Compartido participación del hijo. entre la madre y el hijo. e) Cualidad del liderazgo Democrático e) Cualidad del liderazgo Democrático f) Modo de participación Inclusiva de f) Modo de participación Inclusiva de ambos ambos g) Tipo de intervenciones Modo: Com- g) Tipo de intervenciones Modo: Combinado con preguntas y respuestas en binado con predominio de preguntas ambos. por parte de la madre. Direccionalidad: Circulante en el conjunto madreDireccionalidad: Circulante en el con- hijo. junto padre-hijo. Contenido: Cooperativo facilitador. Contenido: Cooperativo-facilitador, con irrupciones críticas del hijo, en tono irónico. h) Ubicación espacial Espontánea h) Ubicación espacial Espontánea 2) Estilo vincular predominante 2) Estilo vincular predominante a) Clima afectivo Cálido, distendido, a) Clima afectivo ameno. Cálido. Aunque con presencia de b) Ejercicio de las funciones parentales b) Ejercicio de las funciones parentales Contención paterna y discriminación- Contención materna y discriminaciónHILDA Apor 192 BELLEIRA ORMA DELUCCA orden, abarcativa. orden: restringida, la- Nactitud dependiente que asume desde el personaje-niña elegido y evidente en el final, por cierta sutil actitud seductora de ribetes transgresivos. c) Modalidad de expresión del hijo Es- c) Modalidad de expresión del hijo Esponpontánea y creativa tánea y creativa d) Lugar del progenitor ausente Incluido d) Lugar del progenitor ausente Incluido indirectamente en el discurso, por el simbólicamente por el hijo, a través hijo. del personaje elegido que representa un muñeco regalado por el padre. 3) Expresión simbólica de las funciones e identificaciones 3) Expresión simbólica de ¡as funciones e identificaciones Personas o personajes: Presencia de • Personas o personajes: Presencia de personajes de ficción en el hijo; per- personajes de ficción en el hijo, persosona real, el padre. na imaginaria, la madre. Diferenciación sexual y generacional: • Diferenciación sexual y generacional: • • al propioinvertido: sexo. •Acorde Generacional al propioinvertido: sexo. padre dibuja •Acorde Generacional hijo a un al hijo; el hijo a un hombre. hombre; madre a una niña. » Identidad de los personajes: de la vida • Identidad de los personajes: Ficcionales, real, ficcionales; vivos, humanos. vivos, humanos. • Tipo de personajes: Activo, con proyectos e implícitamente conflictivo, el • Tipo de personajes: Activos e implícitamente conflictivos, con logro del hijo. Pasivo y conflictivo explícito, el de la madre. de resolución en el plano imaginario Con resoluciones parciales en el, plano imaginario B - Indicadores Específicos Producción gráfica Producción gráfica Compleja: Los personajes dibujados son elaborados, completos, ricos en elementos, sobre todo en el hijo. Con CLÍNICA unaFORENSE restricción ENFAMILIASinicial desde el hijo, para el intercambio entre sí, que lueo se su era. Producción verbal Compleja: Personajes elaborados, completos y ricos en elementos. Con posibilidades amplias de intercambio Compleja: Arman una historia con una combinación de conflictos, anhelos y logros. Lugar de encuentro propuesto por el hijo. Con un desenlace acordado, posible y coherente, desde el nivel imaginarlo en que transcurre la historia. Participación activa de ambos. Amplia posibilidad de sostener el nivel lúdico. Compleja: en cuanto al armado de una historia con una combinación de conflictos, anhelos y logros. • 193 Producción verbal Lugar de encuentro propuesto por el hijo. Disminuye su complejidad, en relación a la participación desigual y al extraño desenlace en el que Irrumpen contenidos seductores y transgresivos, que reenvían al niño al síntoma Inicial, así como a cierta caída del nivel lúdico en este momento de la Interpretación de los indicadores Entrevista conjunta padre-hijo: El encuentro de Juani con el padre, se produce muy poco tiempo después de la audiencia en que se decidiera y acordara restablecer las salidas de ambos. Habían realizado dos paseos, donde Juani aún mostraba alguna resistencia inicial, que luego se diluía y tanto la madre como el padre expresan que al final del día Juani volvía contento a su casa. De alguna manera esto se reproduce en la entrevista vincular. El recurso de acercamiento propuesto espontáneamente por el padre de iniciar el diálogo con su hijo a través de mostrarle el álbum de fotos familiares, fue muy eficaz y operó en Juani como un reaseguro de su pertenencia a la familia y a sus orígenes, en relación a la línea paterna. Nos muestra a su vez, las posibilidades del padre de captar las angustias de su hijo al respecto. La construcción lograda en el transcurso de la producción vincular, da cuenta de esta posibilidad del padre de recuperar un lugar de contención y discriminación para suhan hijo, que la distancia y el poco tiempo de convivencia compartida en familia, dificultado y continúan obstaculizados en el presente. El padre predomina como figura organizadora, facilitando un diálogo fluido con su hijo. Juani pone en evidencia en la secuencia de los personajes elegidos (I o el “hombre de piedra ” que no puede hablar o habla como los locos y no lo en- tienden), las reticencias con que aborda el vínculo con el padre, con quien no ha terminado de “hacer las paces”. No está dispuesto a hacerle fácil la comunicación y le presenta un desafío en varios tramos. Lo pone a prueba, le descalifica su dibujo con palabras soeces que el padre acota con humor. Juani responde flexibilizando su segundo personaje, que transformándose en “hombre de goma”, puede sí comunicarse. Retornan sin embargo desde Juani, las vivencias de obstáculos en el vínculo, a través de referir a que se encuentran en el espacio y que el personaje del padre si no tiene máscara de oxígeno no va a poder respirar y “está muerto”. HILDA ABELLEIRA - NORMA 194Doble alusión: al padre y a él mismo, a través de ese ELUCCA personaje queDlo representa. Si el padre está muerto en su función, él también. Y el vínculo que los une. podemos dejar de hacer referencia, al sesgo transferencial que parece tenerNo la expresión de Juani, de que el oxígeno que tiene el personaje del padre (padre-Juani-Superman), se acaba en dos horas. Tiempo que duró la entrevista con nosotras y que Juani pudo haber percibido como un espacio de neutralidad, en que no se lo atacaba al padre. Juani trae al juego, el lugar de una de las escenas traumáticas: el campo. En sus verbalizaciones, se leen críticas hacia las figuras parentales, tanto hacia el padre como hacia la madre, que no lo han cuidado suficientemente para no exponerlo a situaciones de riesgo. O bien, le está indicando que esos son cuidados que los padres tienen que tener con sus hijos (advertirles de los peligros mortíferos). Juani le da la oportunidad al padre de que se ubique en un lugar de protección, de ayudarlo y de salvarlo, cuando la nave se le rompe. La ayuda pedida y ofrecida es mutua, porque luego será él quien le traiga el oxígeno de repuesto al padre. Lo más significativo en este final de la historia, que marca como posible la reconciliación, es el pedido de Juani de un traje del padre de “hombre común”. Podría interpretarse como demanda de un emblema identificatorio paterno que él desea portar. Identificaciones con ese padre real, que necesita con mayor presencia, para poder él también ser un niño real y no “una obra de arte” como él se autodefine, ni un superhéroe. Están planteadas las fragilidades del vínculo y las necesidades de contención que requiere Juani desde su lugar de hijo. El padre ha podido responder a esta demanda, al menos en este tramo, con el clima afectivo que supo propiciar y su actitud contenedora. Entrevista conjunta madre-hijo: La producción vincular madre-hijo, que comienza con el malestar de Juani superado no bien se inicia el juego, resulta más enigmática y nos plantea interrogantes que sólo podremos dejar enunciados como líneas de reflexión, pero que abren a diferentes respuestas posibles. El clima es cálido y ameno. La organización de la historia se reparte entre la madre y el hijo, tomando Juani a través de su personaje de superhéroe el rol más activo, ante el personaje-niña con quien la madre se identifica. Desde el inicio surge en Juani un contenido erotizado o de curiosidad sexual, al preguntar si es una “nena con bombacha” el personaje materno. Refiere a un aspecto enigmático o velado, al atribuir en lo dibujado por la madre la posesión de un antifaz. La madre no responde estos interrogantes del hijo en forma directa. Lo hace alusivamente, a través de un enunciado complejo para compartir con su hijo de 7 años, que parece condensar diversas líneas identificatorias y conflictivas personales. En el juego, Juani necesita ponerla en riesgo a la madre para cumplir su hazaña de salvarla. Aspiración infantil, que puede interpretarse en el doble sentido que psicoanalíticamente se ha atribuido a esta fantasía: un deseo de poder195y CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS de autonomía frente a su figura y por otra parte, el sentido edípico de ser “su propio padre”. En”un sentidopuede más abarcativo, que del se estaba en pedazos , también responder a“ella edificio percepción niño depor lo caer catastrófico familiar que se movilizó. Conflictivas cuya resolución es aún incierta para él. En lo vincular, la madre se ubica o bien como un par, o demandante de una respuesta del hijo a sus incógnitas. Pareciera que Juani vivencia esta demanda materna con un sentido seductor y transgresivo, que lo lleva a “la cama de la madre ” y al retorno del síntoma inicial, tal vez por poner esa complicidad en evidencia frente a nosotras. f) Interrogantes e hipótesis interpretativas • Interrogantes 1. ¿Cuál es el sentido del rechazo manifiesto de Juani al contacto con su padre? 2. ¿Qué significación expresa la sintomatología que pone Juani en evidencia (crisis en Tribunales; trastornos en la escuela y en la casa; expresiones somáticas)? 3. ¿Qué cualidad posee el vínculo paterno filial, puesto en cuestión? 4. ¿Qué recursos se evalúa en los progenitores para ejercer sus funciones y reconocer la del otro? 5. ¿Qué modalidad ha adquirido el intercambio entre el padre y la madre con posterioridad a la separación? 6. ¿Se ha elaborado la separación conyugal? 7. ¿Qué lugar ocupa el hijo en esta conflictiva? 8. ¿Qué posibilidades de cambios evaluamos para que se sostenga la circulación del hijo? • Hipótesis interpretativas Como señalamos en la síntesis de la historia de la pareja y la familia, el vínculo conyugal de Florencia y Santiago, pasó de la intensa idealización a la decepción, no bien se inicia la convivencia. Todo fue armonioso, mientras cada uno siguió ocupando el lugar de hijo en sus respectivas familias de srcen. Pero los proyectos personales comienzan a obstaculizar la construcción del espacio compartido y podríamos decir, que el “nosotros” de la pareja, no logró la consistencia necesaria para que el nuevo contexto se estabilizara. El nacimiento de Juani adviene en un momento de conflicto y duelo. Santiago se debilita por la pérdida del padre y no puede sostener ni a Florencia ni a su hijo recién nacido. Se inscribe en Florencia esta declinación, con la marca de lo traumático inelaborable, aunque pasarán dos años más para que se concrete la separación. Frente a las situaciones angustiosas, Santiago pasa a la acción para evadir su vivencia. Ante la separación, queda en él más registrado el alivio por poner fin a la tensión vincular. Pero retornará lo perdido, en la insistencia frente a Juani de HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 196 su tristeza por no verlo. En Florencia, como dijimos, la ruptura formará parte de un resentimiento que no logró disolver totalmente, aunque pudo racionalizarlo como para permitir -no sin obstáculos- el vínculo de Juani con su padre. Ambos tuvieron un lugar de relevancia en las familias de srcen del otro. Santiago, quizá como sustituto del hermano varón de Florencia fallecido al nacer, siguió manteniendo un vínculo estrecho con sus ex suegros después de la separación. También Florencia, como la hija mujer que no tuvieron, fue querida y mimada por los padres y hermanos de Santiago. La ruptura generó, por consiguiente, sentimientos de pérdida en distintos vínculos familiares. Construyen al poco tiempo las nuevas organizaciones familiares. Bastante rápidamente Florencia, más tardíamente Santiago. La aparente satisfacción por la nueva familia que se expresa en los dichos de Florencia, no alcanza sin embargo para liquidar la antigua fisura abierta por la separación con Santiago. A su vez, hacen su entrada las problemáticas de Juani expresadas en diversos niveles: un trastorno en el aprendizaje por una disminución en la visión y la audición; inhibición de su conducta en la escuela frente a los pares. Y en la familia, la incomodidad que producen sus interrogantes por el srcen, incentivados por la presencia del hermano menor, de diferente apellido al suyo. El comienzo de la terapia de Juani y el grupo familiar materno, vuelve a Santiago al primer plano de la escena para Florencia. La cuestión del “padre triste”, perturba a Juani por no poderle dar respuesta y justifica el objetivo terapéutico de liberarlo de esa pesada carga. Mientras tanto, la legalización de la nueva pareja de Santiago, parece darle razón en parte, a su interpretación de lo que se puso en juego en la crisis de Juani. En Florencia, se hacía patente el deseo de borrar a su ex pareja de su historia, pero para eso era necesario que la imagen de Santiago se diluyera también para su hijo. Tal como queda expresado en su frase de enunciación negativa: “No quería ser yo quien le destruyera la imagen del padre...” En un sentido, se le presentaba a ella la oportunidad de cobrarse la vieja deuda. Si él se volvió a casar y armó una nueva familia, tendría que soportar ahora que Juani no lo quiera ver y deje de perturbar su vida a través de las cuestiones planteadas por el hijo. “No, no quería que vos nacieras”, parecía liquidar el problema.”Ah, ahora me puedo quedar más tranquilo”, fue la respuesta funcional de Juani. Pero obviamente, para Juani el padre no estaba tan sencillamente borrado de su vida. Surge el viaje de Semana Santa a Neuquén. Se encuentra con el hijo de la nueva esposa, que tiene el mismo nombre que el padre. El padre no capta las inquietudes del hijo y se descoloca en su accionar reprensivo. Ante esta secuencia de aconteceres, se hace comprensible que se precipite en Juani una crisis identificatoria. ¿Soy el hijo de mi padre? ¿O es CSantiago? LÍNICA FORENSE¿A ENFAMILIAS qué familia pertenezco? ¿Qué quiere mi padre? ¿Qué quiere 197 mi madre? ¿Quién soy? Podrían traducir algunos de los angustiosos interrogantes del niño. “ alucinasurgimiento por visto entonces, la ilusiónciónResulta ” que elsignificativo niño planteael del extraterrestre en sudejardín, con cualidades similares a las del muñeco-héroe que le regala el padre y que reaparece reiteradamente en sus producciones: “Linterna Verde”. Lo que no pudo simbolizarse eficazmente, reaparece desde lo real. Pero está allí como denuncia. En la cuasi-alucinación, en los golpes en el cuerpo, en los síntomas psicosomáticos. La representación del padre se niega a desaparecer. Pero para que el vínculo se sostenga, es preciso que Santiago se haga presente como padre adulto y no como niño quejoso, si advierte la necesidad de su hijo de no enloquecer. Del análisis del caso y en contestación a los interrogantes planteados, podemos extraer las siguientes conclusiones: El manifiesto rechazo de Juani al contacto con el padre, encubría un conflicto no resuelto a nivel de la pareja parental, que potenció las dudas del niño sobre su srcen. • Desde su lugar de hijo, quedó totalmente involucrado en la conflictiva parental. • Su crisis develaba la necesidad de un corte, una limitación. Una apelación a la discriminación y recuperación de la alteridad y de la dimensión subjetiva. • El vínculo materno-filial, evidencia a la madre posicionada como un par y en una vertiente de seducción, enloquecedora para el niño; donde la eliminación del padre condensa la consumación de un deseo. Ubica al hijo en un lugar de salvador omnipotente (resolverle los duelos de la historia infantil; de la pareja). • El vínculo paterno-filial, si bien no es suficientemente continente y también presenta facetas de indiscriminación, parece poder ubicar al hijo en un lugar desde el cual éste puede expresar sus deseos y por lo tanto correrse de un posicionamiento omnipotente (pasar de superhéroe a terminar ocupando su lugar de hijo). • En relación a las posibilidades de circulación del hijo entre ambos, evaluamos: - En el padre: recursos para llegar a acuerdos y no reaccionar especularmente. - En la madre: si bien entrampada en la necesidad de borrar al padre de Juani de su historia (necesidad que encontró avalada en el terapeuta), pudo posicionarse de otra manera frente a la crisis del hijo y ante la intervención pericial-judicial. g) Reflexiones sobre nuestra intervención • Nos interesa destacar en esta intervención, los efectos modificadores ejercidos tanto en lo que hace a la posibilidad de que padre e hijo puedan empezar a construir otra manera de relacionarse, como la disminución de la hostilidad en el vínculo de la pareja parental. Efectos anudados no sólo a la intervención vincular inclusiva de todos los integrantes de la familia, sino también al contexto interdisciplinario de la misma. Este dispositivo permitió un enfoque complejo y neutral, diferente al que se hiciera desde el ámbito clínico en soledad, que había tendido a reforzar los estereotipos de funcionamiento vincular previos de esta familia, consolidando la exclusión del padre. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 198 En las últimas entrevistas con los padres, cuando ya el régimen de visitas estaba totalmente normalizado, surgen algunas reflexiones importantes en cada uno. Florencia (madre): “En realidad, ahora me doy cuenta de que Uds. tienen una visión más neutral, que les permitió ver cosas que tal vez otros no pueden ver”. Santiago (padre): “Creo que he cometido errores. Cargarlo con mi tristeza por no verlo. Empecinarme en verlo. Ahora lo que más deseo es que esté bien.” Se evitó así, el vacío del lugar del padre y del hijo. Capítulo XI Cuando se divide el grupo fraterno Introducción Analizaremos en este capítulo nuestra intervención en una familia en la que luego del divorcio de la pareja conyugal, los tres hijos quedan conviviendo con la madre y ven con frecuencia al padre, pero siendo espectadores permanentes de violentas discusiones entre sus progenitores. Luego de una de esas peleas, el segundo de los hijos se niega a retornar con su madre y a verla. La madre solicita al Juez el reintegro del hijo, impidiendo hasta que éste se concrete que los otros dos hijos vean al padre. Familia “El Arca de Noé ” a) Presentación Organigrama Familiar Sara, 31 años Docente CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Susana, 10 años 5º Grado Hugo, 47 años Jubilado por Héctor 9 años 4º grado Mariano, 7 años 2º grado 199 La familia está integrada por el padre, Hugo de 47 años, jubilado por incapacidad luego de numerosos accidentes; la madre, Sara, de 31 años, docente de escuela primaria y tres hijos: Susana de 10 años, que cursa 5 o grado, Héctor de 9 años, que cursa 4 o grado y Mariano de 7 años, que cursa 2o grado. Desde la separación de la pareja conyugal concretada hace cuatro años por divorcio de mutuo acuerdo, Sara se queda a vivir en el ex hogar conyugal, a cargo de la tenencia de los tres hijos, los que ven con frecuencia y regularidad al padre. Hugo, pese a la separación, tiene la llave de la casa y entra a la misma sin aviso previo. Se suscitaban discusiones de mucha violencia entre Hugo y Sara, a raíz de esta situación, que eran presenciadas por los hijos. Luego de una de estas peleas, los niños van a la casa del padre como parte del régimen de visitas y al finalizar ésta, Héctor se niega a quedarse en lo de su madre, dice quiere vivirparece con elno padre y a partirpor delaese momento niega también a verque a Sara. Hugo preocuparse conducta de se Héctor, mas bien lo apoya, lo que desencadena nuevas peleas entre ellos. Sara decide denunciar en el Juzgado la situación y solicita al Juez el reintegro al hogar de Héctor, impidiendo mientras tanto que los otros dos hijos vean a Hugo. b) Singularidades de la demanda institucional Ante la denuncia que realiza la madre el Juez convoca con urgencia a una audiencia a los padres y a Héctor y solicita nuestra presencia en la misma conjuntamente con una Perito Psiquiatra. Nuestra intervención en la audiencia (ver Cap. II) en la que entrevistamos a cada uno de los padres y al niño, nos permitió evaluar que la complejidad del conflicto familiar, excedía la crisis en el vínculo madre-hijo. Héctor aparecía muy angustiado tras el aparente enojo con su madre y ninguno de los padres parecía poder correrse de la hostilidad entre ellos. Planteamos, en consecuencia, la necesidad de hacer un estudio pericial de todo el grupo familiar, previo a asesorar sobre la situación planteada de hecho. El Juez decidió ordenar la realización de la Pericia Psicológica, antes de decidir cualquier cambio en la familia. c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia La pareja se conoce estando Sara embarazada de Susana. El embarazo era producto de una relación anterior con un joven de la provincia de la que Sara es oriunda, con el que había mantenido un noviazgo de seis años. Dicha relación se cortó ante la negativa de él a venirse a vivir a la ciudad de La Plata, donde ella quería permanecer para conservar su trabajo. El le proponía casarse, pero permanecer en la provincia, propuesta rechazada por Sara. Ella estaba deprimida pues se sentía sola, aunque no arrepentida de su decisión. Hugo la había invitado varias veces a salir, pues se conocían de vista ya que Sara pasaba por el comercio de Hugo todos los días, a la salida de su trabajo. Un día ella decidió aceptar la invitación de él a salir y rápidamente, ante la insistencia de Hugo, a quien sentía sobreprotector como su padre, comenzaron HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 200 la relación de pareja. Él estaba enamorado y ella lo admiraba, pues se sentía protegida. Enterado de su embarazo, decide reconocer al bebé porhasta nacerhace como hijotiempo, suyo y en se casan. Este hechoHugo es ignorado por Susana, la hija, poco que Sara se lo dice por temor a que Hugo cumpla la “amenaza- “de hacerlo él, en el contexto hostil de la separación. Ambos relatan un primer tiempo del matrimonio de armonía y buena relación. Dice Sara: “El primer tiempo era como que lo admiraba ”...”Para los negocios es muy correcto, honesto, quiere a los chicos... Es obsesivo para querer, a mí también me quiere ”. Dice Hugo: “Yo la quise mucho a mi mujer, era buena, pero se mareó con mi dinero, se vio de pronto con plata, salía a cenar, viajaba en avión a su provincia ”. Del advenimiento de los hijos y de esta etapa de formación de la familia, ambos parecen tener poco que decir. El nacimiento de los dos hijos comunes fue algo aceptado pero no buscado. El malestar en la pareja se inicia a poco de nacer Héctor y se va incrementando, siendo tal vez Mariano, un intento de mantener lo que ya se tornaba poco sostenible. La pareja se deterioró rápidamente, ingresando en un circuito de agresión y violencia mutua, que culmina con la decisión de Sara de dejar de convivir. Acuerdan con dificultades iniciar el divorcio por mutuo acuerdo, que se concreta tiempo después. Dice Sara: “Vivíamos discutiendo por cualquier cosa, yo soy gastadora y él es mezquino”. Dice Hugo: “A mí me fundió mi mujer ”. Hugo está jubilado por incapacidad después de sucesivos accidentes: “Yo me caí del camión y me abrí la pierna, aproximadamente a los 40 años, después volqué con la camioneta, me metí debajo de un camión y me abrí la cabeza ”. Vive de su jubilación y del alquiler de un local. Es un hombre exaltado, que tiende a hablar en forma descontrolada y centrando el discurso en críticas a su ex mujer. Está desocupado todo el día y su única preocupación parecen ser sus hijos: si comen, si se quedan solos, si van a la escuela; y Sara: si tiene otra pareja, si sale o está en la casa. Oriundo de una localidad cercana a La Plata, es el quinto de siete hermanos, respecto a los cuales se describe como “el burro de carga”. Los demás, dice, son profesionales o están en buena posición económica. Vivió con su familia de srcen hasta pasados los 30 años. Era socio con su padre y hermanos de la empresa de aquél. A su muerte decide romper la sociedad porque -dice- uno de sus hermanos era medio dictador. Con la madre, que aún vive, mantiene una buena relación, así como con la hermana mayor María Elisa, casada y sin hijos, quien vive cerca de su casa y colabora con él en el cuidado y educación de sus hijos (les enseña inglés, les compra ropa y libros). De su padre, quien fue Juez de Paz y empresario, dice que “era fino, de camisa y chaleco”...”Yo soy un croto”...”Mi padre me dijo: el que no estudia, trabaja y yo, pese a la posición económica me fui de obrero a la fábrica X..., porque no me daba la cabeza ”. 201 CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Sara es la segunda de cinco hermanos, tiene tres hermanos más del primer matrimonio del padre (viudo) y una hermana fallecida a los 18 años en un accidente. Sus padres viven en su provincia natal, de donde ella vino a La Plata a de una de sus hermanas terminar el secundario. A losde 20 laaños comienza acasa trabajar como maestra en unalcolegio, situado en las afueras ciudad. Respecto a los hijos: Héctor aparece mimetizado con el discurso del padre, en los reproches y críticas incesantes hacia la madre. Susana, suave y tranquila, preserva el vínculo con ambos padres, así como con sus hermanos. Desea vivir con su madre, pero mantener el contacto con su padre. Mariano se muestra confuso y desorganizado. Parece más ligado a su madre, con quien desea vivir. El contacto con su padre es importante para él, pese a enfrentarlo con situaciones que lo angustian, ligadas al conflicto que le suscita el deseo de preservar unidas dentro de sí, por el cariño y la necesidad, a las figuras parentales que imponen a los hijos su enfrentamiento violento. Finalizadas las entrevistas individuales con cada progenitor, entrevistamos a los menores quienes realizaron: Dibujo Libre, Familia Imaginaria, Actual y Prospectiva. A continuación, implementamos las Técnicas de producción vincular, en entrevistas conjuntas madre-hijos y padre-hijos. (Ver producciones gráficas en Anexo) d) Producciones vinculares • Entrevista conjunta madre-hijos: “Dibujo Conjunto Familiar” Consignamos a continuación la ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego de dar la consigna: Héctor Susana □ negro □ amarillo Madre □ violeta “Manu” □ verde Madre: Anduvo con paperas Susana. Héctor: (Empieza a hacer un animal). Susana: Héctor va a hacer un perrito... Vos hacés árboles o el pasto (a la madre). (Ella dibuja un sol). (Mientras, Mariano quiere salir a darle al padre -que está afuera esperando a Héctor- una parte del “wakitoki”. Sale, vuelve y pretende hablar con el padre. Al decirle que no, se enoja mucho). Madre: ¿Qué querés hacer? (a Mariano), ¡vení, dibujá! Ella hizo el pasto. Mariano (Manu): Caca... caca... pis. Héctor: (Dibuja dos o tres personas). 202 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Susana: Una casita. Madre: (Hace pasto, árboles). Susana: Hacé el humo de la casa (a la madre), y vos Manu hacé las nubes. Madre: Parece el cuentito de los 3 osos. Susana: Mami hacé hojas acá. Madre: (Hace hojas y flores) ¡Dale!, hacé una plantita Manu. (A Héctor) ¿Te hago pasto? Héctor: (Muy serio, no contesta). Susana: Sí. Madre: (Hace pasto debajo de cada persona que dibujó Héctor y de la carpa). Susana: Estos viven en la carpa, nada más que van a investigar acá (casa amarilla). Héctor: Son exploradores. Madre: ¿Son exploradores? Susana: Pintá adentro del pino, ma. Madre: (Pinta). Dale Mariano, hacé algo... ¿qué son Héctor? Héctor: (No le contesta). Manu: (Sigue sin hacer nada). Susana: ¿Qué puedo hacer? Madre: Hacé... Susana: Al gallito ciego. Hacele el pañuelo para tapar (a la madre). (Ella hace nenes). Madre: (Lo hace). Héctor: (Completa los exploradores). Susana: (Hace otro nene). (A la madre) hacele la boquita. Madre: (Hace). Ay, me duele tanto (se toma el cuello), estoy con tortícolis. Héctor: ¿Susi, me dibujás fuego? Susana: (Lo hace). (Mariano se esconde bajo la mesa). Madre: Manu, CLÍNICA FORENSE ENFvení AMILIASacá. 203 Susana: (Sigue dibujando personas y la madre los rasgos). Héctor: (Hace una pila de ladrillos). Madre: ¿Qué es eso Héctor? Héctor: Un grupo de exploradores que están acampando, acá las latas de reserva y cocinando un pollo. Madre: ¡Qué lindo Héctor! Héctor: Acá está el que dirige (abajo) y acá los chicos del campamento... ¡Son perros! Manu: (Quiere ir al baño). Héctor: Está mintiendo, quiere ir con el padre. (Sugerimos a Héctor y Susana que lo inviten a participar). Susana: Vení, hacé nubes. Manu: (hace redondeles y pone “TROLBILLI PUTOS”) Héctor: (En un aparte a una de las entrevistadoras) Acá en la carpa están los platos para comer, acá adentro (al invitarlo a que lo diga para todos). Yo ya terminé mi dibujo (Intenta hacer una comunicación con el padre por el “wakitoki”). Manu: (Hace algunos dibujos). Relato: Héctor: Acá están los cuatro exploradores, el que dirige, las latas de reserva, el pollo y la carpa y los vasos y todo para comer adentro de la carpa. Madre: Se van de día de campo. Susana: ¿Los exploradores o van a la casa? Héctor: Son exploradores, están acampando. Susana: (¿Vos qué pensabas?) Que ellos van a explorar esta casa, a ver si vivía alguien. Hice a los chicos jugando al gallo ciego y acá teman una cueva donde se reunían y tenían los juguetes. Madre: ¿Esos chicos son de esa casa? Susana: Sí, son como de un orfanato. Héctor: ¿Un orfanato en el bosque, existe? Susana: Los exploradores son diferentes de los chicos... yo acá a Héctor le hice el fuego... tendría que ser de noche. 204 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Y acá hice pinos con ayuda de mi mamá que hizo verdes y acá un carro con hojas... para sacar las hojas del techo... nada más que mi hermano arruinó eso (¿Por qué?). Porque hizo pis y caca... (¿Dónde?) acá la cola de él y pis. Manu: Las bolas de él y la concha de ella... (TROLBICH) (?) Quiere decir puta. Héctor: Beach en inglés quiere decir playa. Susana: Yo no sé malas palabras en inglés. Héctor: Go to head, quiere decir andate al diablo, por lo menos hubiera puesto eso. Manu: (Pone “prostitutas, genios”) ¿Y usted, vieja? Madre: Colaboraba haciendo cosas. Héctor: (¿Vos, Héctor?) Yo hice estos; los exploradores se quedan acá, van a sacar los cubiertos de la carpa y van a comer y dormir, no van a ir a la casa como decís vos... (?) Al es otro vanviaje... a explorar todos los lugares. cansar porque undía largo Al otro día van a irse a laAhora casa...tienen Esa esque mi deshistoria... (?) Van a explorar la parte de árboles. Susana: Van a buscar frutas. Héctor: Van a buscar ramas secas para hacer fogatas... después pueden encontrar hongos para examinarlos... Eso digo yo. Manu: (Hace palabras y un chico, hace algo dentro de la casa). Susana: Una nena. Manu: Una bruja. Madre: ¿Me hiciste pescando? Manu: (Hace una bici, pinta la ventana de la carpa y las etiquetas de las latas). Héctor: ¡¿Qué estás haciendo?! Susana: Déjalo pobre, que él no hizo nada. Manu: (¿Vos qué decís de esta historia?) (No contesta). Susana: ¿A ver si tus ojos son como los del gato siamés? (a Héctor). Héctor: Toda mi familia, los J... tienen ojos verdes. Susana: Pero papá los tiene celestes. Héctor: Depende de la ropa los tiene celestes o verdes. Manu: (Hace un explorador igual al de Héctor). Madre: No trabajes CLÍNICA FORENSE ENFAMILIASencima de lo de tu hermano (lo enuncia pero no lo impide).205 Héctor: (mira, se fastidia). Es el último dibujo que hago (Saca un jueguito electrónico, dice que se quiere ir). (Canta) Ay, ay, ay, ay, canta y no llores, que la vida tiene sus cosas... Susana: (Se engancha con el jueguito). Madre: Héctor guardá eso. Héctor: No quiero. Madre: Susana, decile a tu hermano que guarde. Manu: (Dibuja un chico y la canción que canta Héctor). Madre: Te ha hecho cantando. Manu: (Sigue dibujando. Hace una tortuga ninja que copia de un modelo). Ay, ay, ay, ay, cago en dolores... (Le pide a la madre que cante algo) (¿Qué dibujaste?) A mi mamá y alami papá... que pesca es mi mamá y el que papá. (?) En loma de lalamierda, del quinoto. (La madre lo anda reta yen lo bici subeesa mi su falda). (?) Una bruja... un castillo de brujas y vos sos media bruja... es el jefe de esos... Mariano, que canta cago en dolores y Héctor que canta. (Eructa) ...mi tortuga... mi coqueja. Madre: Tu coneja. Susana: Corre. Manu: No, orejita... (Silencio) (¿Qué les pareció el juego?) Madre: Que Mariano haya escrito arriba de todos no me gustó. Héctor: No me gustó que diga malas palabras. Susana: No me gusta lo que escribió y la mala educación... me gustan los pinos, lo que hizo Héctor de los exploradores y la bruja también. Héctor: Todo lo que hizo mi hermana y lo que hice yo. Lo que hizo mi mamá y lo que hizo mi hermano no me gustó. Mi hermano dijo malas palabras y dibujó mal, mamá dibujó mal y yo tampoco tan bien. Me gustó más lo de Susana. • Entrevista conjunta padre - hijos: “Dibujo conjunto familiar” Consignamos a continuación la ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego de dar la consigna: Susana “Manu” □ Padre □ □ 206 Héctor □ HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA rosa turquesa violeta verde (El padre se resiste a dibujar. y se vuelve coloca al lado de Héctor a pedido de éste. Mariano se enoja, se quejaSeypara el padre a sentarse). Padre: La verdad está en lo que puedo decir, no en el dibujo, esto no va para mí. (Al sentarse le pregunta a Mariano) ¿de quién sos vos? Manu: De mamá. Padre: (Protestando, empieza a dibujar una cara con ojos y nariz. Rápidamente empiezan a dibujar. Mariano hace dos o tres trazos y lo deja. El padre lo alza y lo sienta en su falda). La maestra dice que le falta estima. Susana: (Hace un mono, cuenta que hizo un dibujo para la primavera). Vos papá hacé los remos y vos Mariano... Padre: (Hace los remos). Susana: (Al padre) Hacé olas. Héctor: (Deja su marcador). Padre: Mariano, hacé los pescaditos. Manu: (Dibuja por encima de los otros dibujos). Padre: ¿Qué es eso Mariano? Manu: La arca de Noel. Padre: ¿Cómo sabés? Susana: Se lo contó mamá (Sigue dibujando). Padre: ¡Mirá la Susi qué aplicada, es una maravilla!... ¡qué aplicada sos Su- si!... es seria, ¿viste Héctor? (Mariano y Héctor ríen y hacen bromas). Es seria, ja, ja, ja... (Susana y Héctor dibujan. Mariano y el padre quedan en un costado. Susana dice que terminó. Mariano dice que quiere dibujar). Padre: ¿Qué? Manu: El Titanic (Se baja y vuelve a sentarse en la falda del padre). Héctor: Yo quiero dibujar pero no tengo lugar. Susana: Acá sí. (El padre yFAMILIAS Mariano CLÍNICA FORENSE EN dialogan sobre qué va a ser cuando sea grande: militar, 207 policía) Manu: El Titanic cuando se va hundiendo. Padre: Este es bueno, le falta cariño (Refiriéndose a Mariano). (Susana y Héctor dicen que terminaron). Héctor: Yo hice pavadas... ¡ay!, ahora me acordé de un dibujo... ¿hoy se puede hacer un dibujo único? (Susana y Héctor juegan juntos con las manos). Relato: Padre: Quise hacer una cabeza. Susana: Empecé a hacer los rayos del sol. Manu: Un tiburón que se estaba comiendo la arca de Noel y como cinco Titanic. El Titanic que se está hundiendo que quedó un pedacito así y el padre del Titanic que tiene cuatro chimeneas, cuando estaba yendo bien (¿Cómo se te ocurrió eso?). Lo vi en la tele y mamá tiene un libro. Se hundió en el primer viaje y que con una cámara los fueron a filmar (?). Ahí cuando estaba yendo bien. Héctor: El cuerpo, un brazo y cualquier pavada... que diga mi hermana. Susana: Un buzo con un brazo que tiene fuerza. Padre: (Dice que es el brazo que le agarró la madre). Manu: Un colgante con una cadenita de Dios. Héctor: Es un gusano dibujado. Manu: Una cascabel que la quería apretar y se le salen las tripas, los dientes. Padre: ¡Qué linda vincha tenés Susi!, ¿quién te la regaló? Susana: Me la regaló mamá. Padre: ¿Y papá no te regaló nada? Susana: Sí (Sonríe). Susana: Yo dibujé una mariposa, un gusano, un árbol y un mono colgado en una rama y un barco (¿Tienen que ver con un barco?). Sí, porque son animales y este señor viene en un barco y lo deja en la orilla... y el remo (?). Están en una isla (?). El señor es Noé, un señor cristiano que era muy bueno y vivía en una ciudad que la gente era muy mala y Dios los castigó... e iba a hacer una lluvia de 40 años y le dijo que hiciera un arca, un barco, subió a los amigos buenos y a los animales (?). Él se salvó (?). La familia se salvó y dijo Dios que le iba a mandar una paloma que le iba a decir que ya pasó el día de la lluvia. Manu: Dios hizo un arco iris y dijo que nunca más iba a hacer un diluvio. 208 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Padre: Yo puse eso para que dibujen ellos. Soy un analfabeto. Héctor: Iba a hacer un águila y me salió un cuchuflito; éste iba a ser yo, pero es un cuchuflito y acá un oso y después un cuchuflito (Se resiste a hacer una historia). Padre: Ayer tuvo un día malo (Por Héctor). Susana: ¡Ay, ese oso! (el que hizo Héctor). Héctor: No sé. Susana: Era tu águila y la querías atrapar porque se te escapó. Héctor: Que cuente mi hermanita que tiene más imaginación. Manu: No puedo ver sin mis anteojos. (Burlando al padre). El oso lucha contra éste (?). Noé. Susana: ¡Ay!, éstos podrían ser los animales que salvó Noé. Manu: Claro, cuando se van. Padre: No va para mí... ellos retienen lo que ven en TV; es bueno para la salud mental de ellos, que no tienen perversión, como La aventura del hombre, de Grasso. (?) Susana: Que Noé se hace viejo y muere y que los animales tienen cría... y se alimentan solos los animales. (?) Padre: Igual que dice la nena, está bien, ¿conoce a alguien eterno? (?) Manu: Que viene Drácula y le chupa los gobelingres a todos. (?) Héctor: Soy analfabeto (Con ironía). Susana: Dale che, hacelo por tu hermanita. Héctor: ¡¡Es tan buena!! Padre: Se quieren mucho esos dos. (¿Y para vos cómo termina la historia?). Héctor: Que este pibe mata a todos con un arma (?). Una 38 (?). Después se tira un tiro y se termina todo el dibujo (?). Se termina esa isla. e) Evaluación de las producciones vinculares en base a indicadores • Clasificación de los indicadores A - Indicadores Generales Entrevista conjunta madre - hijos Entrevista conjunta padre - hijos 209 funcionamiento 1) Modalidad del funcionamiento grupa! grupal a) Planeamiento Ausente a) Planeamiento Ausente CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 1) Modalidad del b)Tarea conjunta Se concreta b) Tarea conjunta Se concreta c) Figura organizadora Presente en in- c) Figura organizadora tentos intermitentes de Susana. Ausente, con intentos fallidos de Susana d) Identidad del liderazgo Parcialmente d) Identidad del liderazgo No hay lideejercido por la hija razgo e) Cualidad del liderazgo Democrático. e) Cualidad del liderazgo No se organiza f) Modo de participación f) Modo de participación Inclusiva de todos. Inclusiva de todos en la producción final. g) Tipo de intervenciones: g) Tipo de intervenciones: Modo: Modo: Madre: escasas, con predominio de Padre: a predominio de preguntas y preguntas dirigidas a Héctor. comentarios sobre las producciones de Mariano y Susana, con elogios a ésta lo que genera burlas de los herHéctor: predominio de comentarios manos. Héctor: predominio de coacerca de su hacer y respuestas a Su- mentarios autodesvalorizantes. Breve sana. Responde a una sola de las intercambio con Susana. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 210 preguntas de la madre. Susana: combina respuestas e indicaSusana: combinado: preguntas, res- ciones y comentarios sobre sus propuestas e indicaciones al resto del ducciones al resto del grupo. Tiende a grupo. Mariano: no pregunta, da valorizar lo de Héctor. respuestas escasas y soeces. Mariano: no formula preguntas ni da respuestas y hace comentarios condensados sobre su producción. DirecDireccionalidad: circunscripta a algu- cionalidad: circunscripta a algunos: nos: Susana a la madre y Héctor. Padre a Mariano y Susana; Susana a Contenido: inicialmente individualis- Mariano y Héctor. ta, se torna parcialmente cooperativo Contenido: inicialmente Individualista, por las intervenciones de Susana. deviene parcialmente cooperativo por las intervenciones de Susana, Mariano h) Ubicación espacial Espontánea y h) Ubicación espacial aceptada Espontánea y cuestionada por Mariano 2) E STILO VINCULAR PREDOMI2) E STILO VINCULAR PREDOMINANTE a) Clima afectivo Tenso, con intercambio verbal acotado. Con momentos de funcionamiento caótico. NANTE a) Clima afectivo Combina momentos de expresión afectiva e intercambio verbal acotado, con otros de tensión expresada por Héctor. b) Ejercicio de las funciones parentales b) Ejercicio de las funciones parentales Desapego: la madre sólo interviene a Intentos del padre de contención resIndicación de Susana. tringida hacia Susana y Mariano. Discriminación: escasamente presente. Discriminación: escasamente presente. c) Modalidad de expresión de los hijos c) Modalidad de expresión de los hijos Espontánea y relativamente creativa en Emergencia final de formulaciones de Héctor y Susana; desorganizada en agresión y violencia por parte de HécMariano. tor. Espontánea y creativa, con cierta organización en Susana y Mariano, pero con un vuelco a verbalizaciones agresivas hacia el final, en Mariano. 211 CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS d) Lugar del progenitor ausente In- d) Lugar del progenitor ausente Incluido y preservado. cluido en forma ambigua por el padre y directa por Mariano. Preservado. 3) E XPRESIÓN SIMBÓLICA 3) E XPRESIÓN SIMBÓLICA DE LAS FUNCIONES E IDENTIFICACIONES DE LAS FUNCIONES E IDENTIFICACIONE S Numerosa presencia de personas, • Escasas personas, algunos personajes y algunos personajes y un animal. animales. • Hay diferenciación sexual y genera- • No aparece una clara diferenciación cional en personas de la vida real o sexual y generacional. imaginarias. La excepción sería Mariano que tiende a dibujar fragmentos del cuerpo humano (genitales), que acompañan sus frases soeces. 0 hace personajes terroríficos. La única figura claramente diferenciada reproduce una de los dibujos • El tipo de personajes: son imaginarios, de Héctor. a excepción de Héctor que es él mismo. Son personajes activos, que, exceptuan• El tipo de personajes: son en general • activos, algunos con proyectos. do a Noé, son conflictivos explícitos. B - I NDICADORES E SPECÍFICOS P RODUCCIÓN GRÁFICA P RODUCCIÓN GRÁFICA • Cualidad del dibujo conjunto: Es • Cualidad del dibujo conjunto: parcialmente compleja. Es parcialmente compleja, pero predominando la confusión de lo producido por cada uno y el conjunto. Tendencia al uso del espacio manos. por sectores, a excepción de Mariano La interpenetración de los colores que interviene en todo el espacio, en se da y con aceptación entre Susana • • general, de manera intrusiva y sin respetar el dibujo de los otros. Susana y Héctor realizan dibujos elaborados, diferenciados y con diversidad de elementos. La madre, diferenciados, pero poco elaborados. En Mariano predominan dibujos indiferenciados, con tendencia a la fragmentación y simplificación. Complejiza su producción cuando se incluye en la de los her• ytambién la madre, en menorentre medida pero aceptada SusanaHéctor y Mariano-Susana. Entre Mariano y Héctor, se produce, pero con menor aceptación por parte de Héctor. Susana y Héctor son los autores de los elementos principales. Mariano también realiza elementos centrales (con las características señaladas). La madre hace elementos accesorios. • Hay interpenetración de los colores. Es espontánea, pero no al servicio de una producción conjunta acordada. • Los cuatro son autores de elementos principales. • 212 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELU Producción verbal Producción de complejidad restringida. No logran construir una historia conjunta. Hacen breves relatos basados en las producciones gráficas de Héctor, Susana y Mariano, con algunos intentos de intercambio entre los relatos de cada uno. • El contenido de los relatos no es conflictivo, es posible, y mantienen una capacidad variable de sostener el nivel lúdico, permanentemente boicoteada por Mariano Tendencia al uso conjunto • Producción verbal Producción de complejidad restringida. No logran armar un relato conjunto. Susana y Mariano intentan construir un relato vinculando las producciones gráficas de ambos. Héctor hace intentos de incluirse en esa historia, con intervenciones hostiles. El padre se abstiene. El contenido es trágico en Mariano. En Susana inicialmente trágico, puede tomarse reparatorio y posible. En Héctor el contenido trágico es hetera y autodestructivo (fantasía de fin del mundo). • • • del espacio, pero con indiferenciación. Hay diversidad de elementos dibujados por cada uno, algunos diferenciados y otros no. Interpretación de los indicadores • • Entrevista conjunta madre-hijos: Logran una producción gráfica, que sin carecer de complejidad en una de las zonas del espacio, se va simplificando hasta terminar en el extremo opuesto en una producción de las que caracterizamos como simple: con ausencia de dibujos definidos, constituida por rayas, círculos y palabras. No hay planeamiento de la tarea, ni liderazgo ejercido por la madre, sino queLas de éste se hace cargo con intermitencias la hija mayor. características descriptas de la producción gráfica, que transita de la complejidad a lo simple, tiene mucho que ver con el desempeño del hijo menor, quien tiende a la desorganización y el desborde, no encontrando en su madre una figura sólida que lo contenga. Esta sólo hace débiles intentos de incluirlo que fracasan reiteradamente. Las producciones de Héctor y Susana por el contrario, ocupando zonas claramente delimitadas, generan dos escenas que, pese a los intentos de Susana de que se vinculen a través de lo verbal, no se logra por la firme oposición de Héctor: la zona del orfanato (Susana) y el campamento de los exploradores, que son cuatro con un conductor (Héctor). Esta actitud de diferenciación de Héctor respecto de la zona-producción de 213 la madre y Susana, y en especial de la historia imaginada por la hermana, puede abrir a diversas interpretaciones. Por un lado, no ceder a conciliar con la madre; posición coherente con la distancia que Héctor ha instalado con ella. Por otra parte, pone de manifiesto una vertiente del vínculo con su hermana CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Susana que, si bien en un sentido es cálido y comunicativo, tal vez necesita diferenciarse de ella (como “ huérfana”) por no ser hija del mismo padre. También nos preguntamos cuánto de lo que están sintiendo ambos niños en el estrecho vínculo que mantienen, puede habérseles tornado peligroso ante la separación de la pareja y ciertos ribetes perversos de la misma: como el inicio de diversas relaciones con hombres por la madre, las frecuentes y violentas escenas de celos del padre a la madre por sus aventuras en presencia de los hijos. Estos aconteceres, junto a la ausencia del padre en la convivencia y a la revelación del verdadero srcen de Susana, hacen caer principios organizativos y de límite en la familia. Irrumpen fantasías de caos e intrusión, como si ya nadie en este grupo familiar, pudiera decir o saber dónde empiezan y terminan las cosas: los vínculos, las casas, las decisiones. Situación que actúa Mariano en sus tendencias intrusivas, tanto en el manejo del espacio, como del lenguaje (permanente alusión a genitales y dibujo de ellos) e incluso en su dibujo/calco del explorador de Héctor, que cuenta con la tácita aceptación de la madre y Susana. Confusión a la que Héctor responde reforzando su decisión de sostener historias separadas. Entrevista conjunta padre-hijos: La producción vincular padre-hijos, alcanza niveles de complejidad en unos aspectos y de restricción o pérdida en otros. Inicialmente logran una producción individual por parte de los hijos con aportes de elementos significativos. El padre participa poco del dibujo, desde una actitud manifiesta de resistencia: “Mi verdad es la palabra, no el dibujo ”. No obstante, es quien comienza la tarea con un elemento central (una cara), sobre el que va a girar parte de la historia construida. El contenido del relato, que no alcanza a ser construido como historia conjunta, es predominantemente trágico: el hundimiento del Titanic, el diluvio, la matanza de todos. Susana hace un intento reparatorio de imaginar una salvación posible a través del Arca de Noé, que no acompañan sus hermanos y que el padre acepta pasivamente sin involucrarse. Mariano hace referencia a un tiempo anterior de funcionamiento más satisfactorio, metaforizado en su dibujo del “padre del Titanic cuando iba bien, antes de hundirse”. Clara alusión a los efectos devastadores de la separación parental. El rechazo a estos efectos, surge en Susana ligado a un lugar imaginario donde todos volvieran a estar juntos y protegidos “después del diluvio”. Pero se contrarresta con una percepción más cercana a la realidad, cuando enuncia que...”Noé se hace viejo y muere y los animales tienen cría... y se alimentan solos los animales”. f) Interrogantesehipótesisinterpretativas Interrogantes que nos planteamos ante la problemática familiar y sus producciones • 214 1: ¿Cuál es el sentido de la oposición del hijo a vivir Hcon la madre e incluso ILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA a verla? 2: ¿Qué efectos ejerce en el vínculo materno-filial el rechazo manifiesto del hijo? 3: ¿Cómo incide en el vínculo fraterno la división que se produce? 4: ¿Cómo se posiciona el padre ante la conducta del hijo? 5: ¿Cómo se inscribe la separación conyugal y su procesamiento en la familia? 6: ¿Qué recursos evaluamos en cada uno de los progenitores para ejercer sus funciones parentales y reconocer las del otro? 7: Conveniencia o no de la organización familiar actual • Hipótesis interpretativas Algo que caracteriza desde el inicio a la pareja de Hugo y Sara, es que no los une el amor y la atracción mutuas, que sólo están presentes en Hugo. Desde Sara primó la necesidad de llenar el vacío y la soledad en que decide enfrentar su embarazo, que él se ofrece a ocupar, lográndolo sólo en un aspecto. Ella dice que le gustaba de él que era sobreprotector como su padre (Hugo es 16 años mayor) y que le dio el nombre a la hija de su primer novio. Parece entonces que en la pareja él se posiciona y así es aceptado por Sara, en un lugar paterno en el que suple a otro que no está: el añorado padre de Sara y el padre ausente de la hija de ésta. ¿Qué pasa con sus necesidades y deseos como hombre? ¿Es un intento de Hugo de compensar a través de esta sobreexigencia los intensos sentimientos de inferioridad ligados al lugar que ocupó en su familia de srcen (el cro- to, el analfabeto, el obrero) o en la vida hoy (el jubilado incapacitado y “viejo” respecto a su mujer)? En la vida, ¿sólo puede ser suplente, no titular? Y para Sara, ¿en qué deviene este vínculo? Sobre esta endeble y singular base se edifica esta pareja, que rápidamente deviene familia: se casan en marzo del 81, a los tres meses nace Susana, un año después Héctor y al año siguiente Mariano. La sobreprotección de que habla Sara como un rasgo de Hugo que le gustaba, pensamos que estaría ligada a actitudes protectoras de él, pero también a la marcada diferencia de edad entre ambos, así como a la diferencia económica. Ella accede a través de esta relación a un nivel de vida novedoso y atractivo para su humilde srcen. Es en este aspecto donde empiezan a surgir serios conflictos en la pareja: el manejo del dinero. Ella lo gasta y él lo retacea. La sospecha de “robo” se instala en Hugo y se inician e incrementan las escenas de violencia mutua que exacerban el control y la desconfianza por parte de él y él oculta miento de sus gastos por parte de ella. El vínculo de la pareja inicia su deterioro más evidente coincidiendo con el derrumbe económico de él, que lo obliga al cierre de su comercio. Tero también se derrumban para Hugo, junto a la disminución de su poli er adquisitivo, emblemas identificatorios que -pese a que sus hermanos lograron un mejor nivel profesional y social- le permitían sostener cierta autovaloración, tanto frente a CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 215 su familia de srcen como en la pareja matrimonial. Para Sara, él va perdiendo el atractivo inicial en relación a su lugar de proveedor privilegiado, percibido con potencia. Seguramente incide la juventud de Sara, en el surgimimiento de necesidades y anhelos como mujer, a los que él no podía responder desde su posición empobrecida de “jubilado incapacitado”. Simultáneamente a esta caída del vínculo de la pareja, Hugo se va posicionando como padre de “dedicación plena”. Vive para el cuidado de sus hijos y cada vez le resulta más criticable la actitud de Sara, centrada en la satisfacción de sus necesidades. Discuten, la cela y ante el creciente clima de violencia, ella propone la separación, a la que él accede. Curiosamente logran iniciar y terminar el divorcio por mutuo acuerdo, quedando Sara con la tenencia de los tres hijos y residiendo en el ex hogar conyugal. Hugo tiene un amplio régimen de visitas con sus hijos y circula según sus deseos y necesidades, ya que tiene la llave de la casa. Es probable que en los inicios del planteo de separación por parte de Sara, las vivencias depresivas de Hugo y sus propias necesidades de encontrar un contexto protector que no podía brindarle Sara, hayan incidido para qLie buscara refugio en su familia de srcen (con quien se va a vivir al separarse) aceptando el divorcio por mutuo acuerdo. Pese a que en lo formal hicieron un divorcio por mutuo acuerdo, en la realidad no concretaron la disolución de su vínculo, ni reconocieron o cumplieron los acuerdos firmados ante el Juez. La llave de la casa conyugal en poder de Hugo, le permitía el acceso directo a la misma y al conocimiento de las nuevas relaciones de Sara, a las que ésta solía dejar notas escritas cuando salía. Por otra parte, los ingresos de Hugo sin previo aviso, daban oportunidad a que Sara lo invitara para que se quedara a cenar, y propiciaban a posteriori, encuentros sexuales entre ellos. El divorcio legal, más que ayudar a una instancia de discriminación, pareció incrementar los sentimientos persecutorios y hostiles, así como facetas perversas del vínculo de la pareja: las nuevas relaciones amorosas de Sara, que ella noinfidelidades sólo no ocultaba que parecía exhibir, eran registradas por Hugo como que losino enfurecían. , En esta situación, Plugo ya sin sus hijos en la cotidianeidad, pierde la capacidad de contención y ordenamiento que ejercía en la familia, mientras Sara lo apuntalaba con su valorización. Sara, por su parte, como dijimos, actúa como una hija adolescente transgresora, perdiendo eficacia su lugar materno. En este contexto, de creciente confusión y violencia de la que los hijos eran testigos: ¿Qué papel cumplen? ¿Cómo se ubican en esta trama vincular? Pensamos que un primer efecto en los dos mayores, es su vivencia de estar exigidos a resolver cuestiones que los padres no pueden enfrentar. Esta madre transgresora “debe ser” limitada y castigada de algún modo y este padre empobrecido y burlado “debe ser” sostenido, también de algún modo. Como primogénito varón, pareciera que Héctor elige la fractura con la madre, renunciando a la convivencia con los hermanos. En parte en apoyo a la debilitada figura del padre y en parte porque, en identificación con él, rechaza las nuevas relaciones de pareja de la madre, que fueron introducidas con poco HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 216 cuidado por parte de Sara, de los sentimientos de sus hijos y de la necesidad de preservar ámbitos de diferenciación. La separación se instaló en la familia a la manera del “diluvio universal” (entrevista conjunta padre-hijos) que parece amenazar el sentido de existencia de cada uno y del conjunto familiar. Ante las intensas vivencias de desorganización y muerte, cada uno de los hijos parece encarnar un intento diferente de ubicarse ante la catástrofe. Héctor tiende a sostener al padre (aun al costo de su propia vida), castigando a la madre “pecadora” y poniendo cierta distancia con su peligrosamente amada hermana. Susana, que junto a la unión familiar, perdió la certeza de ser una JJ (apellido familiar), parece recurrir a la fantasía de retorno a un tiempo anterior en que, aun precariamente, la familia estaba unida y se ejercían de algún modo las funciones de contención y orden, en especial desde Hugo. Mariano, el menor de los hijos, se ve arrojado a expresar sin mediación, los aspectos más fragmentados y desorganizativos de la familia, cercanos al funcionamiento psicótico. Reflexiones acerca de nuestra intervención El trabajo con esta familia nos ubicó ante una situación compleja y difícil, enfrentándonos con los límites de nuestra intervención, aun contando con la posibilidad, que se dio en este caso, de trabajar en un verdadero equipo interdisciplinario, tanto con el Juez interviniente, como con la Asesora de Menores y aun los abogados de las partes. Las características fusiónales del vínculo de esta pareja y sus efectos en los vínculos parento-filiales y fraternos, tornaron imposible, como decíamos antes, asesorar con claridad al Juez al terminar la Intervención Pericial. Nos resultaban claros los lugares de cada uno, las características de los vínculos, así como la violencia y el riesgo que la situación implicaba. No era claro si tenían posibilidades de operar un cambio en su funcionamiento, ya que a diferencia de otras familias abordadas en este contexto, evaluamos escasas posibilidades de corrimientos y reflexiones o aperturas durante el de nuestra intervención. Pora esta razón, Especializado nuestro asesoramiento planteóproceso la necesidad de derivar la familia un Centro en familias en proceso de divorcio a fin de realizar un tratamiento psicoterapéutico. Complementamos esta indicación, con la de efectuar un seguimiento en Audiencias en el Juzgado, durante un tiempo no inferior a un año y medio y con frecuencia bimensual. Así fue ordenado por el Juez y con este encuadre se llevó a cabo. En las mismas estuvieron presentes el Juez, la Asesora de Menores, una de nosotras, la Perito Psiquiatra, Sara y Hugo y posteriormente las terapeutas familiares. Cada una de las audiencias realizadas a lo largo de 18 meses, implicaron momentos de mucho esfuerzo para todos. En cada encuentro debía trabajarse sobre la dificultad de Sara y Hugo para armar la posibilidad de un diálogo entre ellos y sostener límites en su relación y con los hijos (el encuadre de cada audiencia se iba construyendo sobre la marcha y de acuerdo a lo que iba ocurriendo en la familia en el tiempo entre una y otra, información aportada fundamentalmente por las terapeutas y los abogados de cada progenitor). Como resultado de este trabajo interdisciplinario se logró: CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 217 Que los hermanos se encontraran en forma estable en al casa de Hugo, con la participación de la tía paterna en algunos encuentros. b) Que Sara mantuviera sus relaciones de pareja al margen de la vida faa) miliar, los efectosacordaran negativosladeentrega su conducta c) Que reconociendo entre ambos cónyuges de la anterior. llave del ex hogar conyugal, por parte de Hugo a Sara, así como la necesidad de comunicar con anterioridad cada uno al otro cualquier cambio en relación a los hijos. d) La disminución de las escenas de violencia entre Sara y Hugo. Por el contrario, no pudo lograrse en este tiempo de trabajo con la familia: La reanudación del contacto de Héctor con la madre, fuera de las entrevistas terapéuticas. b) No se pudieron crear condiciones para algún probable cambio en la organización de la convivencia instalada. a) Sobre el final de las audiencias, el padre planteó su negativa a proseguircon el tratamiento familiar, que sí continuaría Sara con sus hijos. Indicamos el tratamiento individual de Héctor, que fue aceptado tanto por éste como por Hugo. Capítulo XII Cuando se produce la exclusión legal de uno de los padres Introducción Desarrollaremos en este capítulo las particularidades del proceso de separación de una familia en la cual la pareja conyugal no logra acordar la decisión de la ruptura. Se reiteran situaciones de violencia vincular y por la obstinada negativa de él a efectivizar la separación, ella acude a la justicia para pedir el divorcio y la exclusión del esposo del hogar conyugal, la que es ordenada por el juez. Familia “El Árbol” a) Presentación Organigrama familiar Juli Diana Julieta 51 años, Prof. Idiomas Luisa Carla Julieta Julia Diana María Pedro Miguel Federico 52 años, Ingeniero Justo Miguel Mario Lorena Raquel Noemí 21 años, Est. Univ. 19 años, Est. Univ. años, 2º Polim. 11 años, E.G.B. 16 La familia está integrada por la madre, Juli de 51 años, profesora de idiomas; el padre, Pedro de 52 años, ingeniero; y cuatro hijos: Luisa de 21 años, y Julia de 19 años, ambas estudiantes universitarias; Justo de 16 años, 2 o año del Polimodal y Lorena de 11 años, EGB. Luego de reiterados planteos de separación por parte de Juli ante el deterioro creciente del vínculo conyugal y la negativa de Pedro a aceptarlos, ésta decide solicitar el divorcio y la exclusión del esposo del hogar conyugal, frente al incremento de situaciones de violencia en la pareja. A partir de esta acción legal de Juli, a la que Pedro responde negando todo lo planteado por ella, se suceden apelaciones de ambos, mientras continúa la convivencia en un clima de intenso sufrimiento familiar. Un año y medio después la Cámara de Apelaciones en lo Civil, efectiviza la exclusión del hogar conyugal de Pedro. Desde la separación, la madre y los cuatro hijos continúan viviendo en el que fuera hogar conyugal. Pedro alquila una casa de dos habitaciones, en la que es visitado regularmente por Luisa y Justo, quien con frecuencia se queda a dormir en lo del padre. Lorena ve a su padre solamente en cumplimiento del régimen de visitas fijado por el Tribunal y Julia interrumpió hace casi un año su contacto con él. Esta situación genera reiteradas presentaciones del padre, reclamando su retorno al hogar, así como el contacto con su hija Julia, alegando interferencias maternas en esta interrupción. b) Singularidades de la demanda institucional Nuestra intervención es solicitada por el Tribunal, al interior del juicio de divorcio contradictorio. Al no ser éste un juicio de divorcio de común acuerdo, cada uno de los cónyuges solicitó puntos de pericia por separado. El Tribunal, sólo hizo lugar a los planteados por ella. En un principio Pedro se negó a la pericia y luego la aceptó, no sin antes 219 fuertes con el Juez interviniente, quien nos citó para alertarnos del carácter violento del demandado y sobre la actitud amenazante que había observado en el Tribunal. Los 22 puntos de pericia ordenados por el Juez, a propuesta de Juli, apuntaban en su mayoría, a determinar característi- Cprotagonizar LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS discusiones cas de de Pedro e implícitamente a culpabilizarlo por la separación y elpersonalidad conflicto familiar. Este sesgamiento en la presentación de una problemática vincular, nos motivó a plantearle al Magistrado la necesidad de centrar nuestra intervención en una evaluación de la trama vincular familiar, única manera desde nuestro punto de vista, de entender su significación y “lo más conveniente para los hijos” como se nos había requerido. Aceptado por el juez nuestro planteo, iniciamos la tarea teniendo en claro que había un cierto destiempo en ella, en el sentido que desde lo legal ya se habían resuelto cuestiones conflictivas y difíciles para esta familia, como fue la exclusión del padre. Construimos de este modo con el juez, un encuadre en interdisciplina, al menos a partir de este momento de la familia, a los fines de aportar acerca de las razones de la crisis matrimonial, sus efectos en los hijos y conveniencia para éstos de mantener la no convivencia del padre en el hogar conyugal. c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia Desde un comienzo, en relación a todo lo que involucre los últimos años de la convivencia y los motivos y circunstancias de la ruptura conyugal, ambos brindan versiones absolutamente contrapuestas, que en el caso de él incluye su rechazo a la separación. Juli: “Estoy bien, al no estar él en casa. Hay tranquilidad. ” Pedro: “Considero mi domicilio la casa de la que fui expulsado ”. “Ellos piden mi exclusión del hogar. Digo ellos porque está tan influenciada por la abogada, mi cuñada y mi sobrino, que creo que no es ella. ” “No acepto el divorcio, pero vivo en un país que tiene ley de divorcio. Lo acepto pero no lo doy, que lo dicte otro. No lo acepto por tradición familiar y por religión.” Casados alrededor de los 30 años de ella y 31 de él, nace a los pocos meses la hija mayor, Luisa, dos años más tarde Julia, tres años después Justo, el hijo varón y finalmente luego de cinco años, la última hija, Lorena. Pareciera, y en esto ambos coinciden, que los primeros años de casados y durante la crianza de los hijos, la relación conyugal y familiar fue armónica y satisfactoria. Para ambos la conformación de la familia era un ideal compartido. A dos años de casados, comenzó la construcción de la casa conyugal, en la que él participara activamente. Tuvo sucesivas etapas y parece no haber podido ser finalizada. No es claro cuándo y por qué se inicia el malestar en la pareja. Aquí co- mienzan las distintas versiones de cada uno. Dice Pedro: “Ella empezó a engordar. Pesaba 58 kilos cuando nos casamos y llegó a pesar 108 kilos. A no querer salir porque la ropa le quedaba chica. Decía: „no me quiero poner ropa de gorda ‟.” Relata que esta situación estalló en la adolescencia de las hijas, quienes comenzaron a usar su ropa. Por entonces, habría iniciado diversos tratamientos para adelgazar. “En uno de los tratamientos le indicaron medicación, que produjo un cambio total de su conducta. Se tornó agresiva y grosera. Era suave, delicada, amable, solidaria con los deHILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 220 más y conmigo. Pasé a ser el objeto de sus odios. ” Dice Juli: “El no aceptaba que no se hiciera su voluntad. Tuvimos desacuerdos y muchas discusiones, algunas violentas, respecto de la construcción de la casa y en cuestiones económicas, pese a que yo por mi actividad privada hacía un mayor aporte que él. Se fastidió mucho con los gastos de mi última operación (colicestomía y prolapso, seis años previos a la separación), pero para mí se quebró todo cuando al volver de la internación a casa, él me desatendió completamente. Era como si yo no existiera. No se lo perdoné nunca ”. Pedro, proveniente de una familia tradicional del interior, es el quinto de 7 hermanos (6 varones y una mujer). Permanece estrechamente ligado a su familia de srcen, con la cual se mantiene en permanente contacto, a través de frecuentes viajes a su ciudad natal, donde residen cuatro de sus hermanos, casados y con hijos. Conservan la casa paterna (en la que reside uno de los sobrinos con su familia), así como la empresa que fuera de su padre. Se destaca en el relato, el lugar central que tienen para Pedro los emblemas familiares en los que se sostienen aspectos importantes de su identidad personal. “Nuestra familia era de la época del mayorazgo ”. Ligados también a estos emblemas, se expresan su afición a la música folklórica y a la poesía. Relata con admiración, que su padre escribió once libros. “El apellido XX (el suyo) es muy fuerte en mi provincia ”. “Yo me debo a mis mayores y a mis hijos”. Es ingeniero y dice sentir cierta vanidad, porque siendo maestro en su lugar de srcen, vino a La Plata, obtuvo un título y “gozo de cierto prestigio en mi lugar de trabajo”. Acota: “dentro de mi especialidad, estoy en la punta de la ola”. Entre sus aspiraciones, figura de modo sostenido, el propósito de retornar al hogar conyugal con sus hijos. En un pasaje del diálogo, afirma su proyecto de llegar a ser presidente de la república. En ese momento, dice ser del cuerpo de asesores técnicos de un partido político. Pedro es un hombre expresivo. Habla enfáticamente de su vida y de su his“documentos ” que trae toria y necesita corroborar sus dichos con distintos las entrevistas y exhibe con satisfacción y orgullo. Desde fotos y boletines deasus hijos, poesías y canciones, así como un detallado inventario de las etapas de construcción de la casa conyugal y las tareas que él realizaba. Aparece profundamente dolorido y humillado por haber sido “echado” (como él dice) del hogar conyugal, por lo que guarda mucho resentimiento hacia su ex esposa. Muy apegado a sus hijos Luisa y Justo, se, refiere a Julia como “la opositora”. Juli, es la segunda de dos hijas mujeres. Su hermana, ocho años mayor que ella, vive muy cerca de su casa con la madre de ambas, de 88 años; tiene un hijo de 27 años, que está haciendo un posgrado en el exterior. Las dos hermanas siguieron los mismos estudios y dan clases de idiomas. Según Juli, tienen muy buena relación entre ellas, y también sus hijos ahora. El padre de Juli falleció meses antes de que se casara con Pedro. Todos los integrantes de la familia nacieron en Portugal. Vinieron a la Argentina y se radicaron en La Plata, cuando ella tenía 2 años y medio. El padre trabajaba coCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 221 mo constructor en otras ciudades y lo veían los fines de semana, cada quince días. Lo recuerda afectuoso, leyéndoles cuentos infantiles portugueses. Su madre es ama de casa y proviene de una familia portuguesa de buena posición económica. De su infancia la recuerda alegre, muy dedicada a su familia, pero de poco diálogo y distante afectivamente. “No recuerdo que nos haya dado un abrazo”. El resto de los familiares, permanecieron en Portugal. Juli es una mujer corpulenta, con sobrepeso disimulado por su altura. Se expresa con fluidez y racionalidad sobre los avatares familiares. Se muestra tranquila, controlada, como habiendo en parte dejado atrás las hostilidades y conflictos vividos con su ex esposo. “Ya pasó”. “Lo que quiero ahora es que mis hijos puedan tener con él una buena relación”. Denota una cierta reticencia a hablar sobre la problemática matrimonial. “Prefiero centrarme en el presente ”. Se la percibe segura, de buen ánimo, ya que considera que el divorcio estaría próximo a serle otorgado. No obstante, señala que persisten algunos problemas en sus hijos, así como otros se han ido encaminando positivamente. El mayor problema parece presentarlo Julia, que está profundamente dolida por la negativa del padre a autorizarle un viaje de intercambio en el exterior, que sí pudo hacer Luisa cuando aún no estaban los padres separados. El hecho de que Luisa visite al padre y Julia no, pareciera que también influye en ciertos choques entre las hermanas. Juli interpreta tendenciosamente esta hostilidad: “Puede ser que Luisa pelee a la hermana porque Julia se liberó del padre ”. No se le ocurre pensar que pueda ser a la inversa. Luego de las entrevistas individuales con cada uno de los progenitores, cuyos tramos más significativos hemos sintetizado, realizamos una entrevista con el grupo fraterno. A continuación, llevamos a cabo las entrevistas vinculares madre-hijos y padre-hijos, instrumentando el Dibujo del Personaje en la Familia, cuya producción transcribimos a continuación. d) • Producciones vinculares I Entrevista conjunta madre-hijos: “Dibujo del personaje en la familia ” Ubicación: Julia □ Lorena □ Justo □ Juli (madre) □ Luisa □ Damos la consigna. Madre: ¿Hombre o mujer? Justo: ¿Uno sólo o muchos? (Julia y Lorena tardan en empezar. Madre y Justo empiezan primero, luego Luisa). 222 (Julia hace algo y borra). HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA (Justo espía lo que hace la madre y se ríe). Madre: Listo (la madre termina primero). Se quedó sin pies. Don Pascual, el pirata bueno. (Julia todavía no dibuja). Madre: ¡Dale Julia! Hacé cualquier cosa. (Julia hace un árbol. Pone un nombre y borra. Luego deja “El árbol”). Justo: (dibuja con muchos detalles) Panchito. (Las demás no dicen nada en este momento). Presentación de los personajes: Julia: Este sería mi viejo. Que siempre está presente, y acá nosotros. (¿Cuáles son ustedes?) Las hojas (?). Se llama “El árbol”. (?) Como un tilo. Lorena: Juliloni (?). Es un apellido. Inventado. Juli por Julia y Loni lo inventé. Mezclé las caras de todos: pelo de Julia, cara de Justo, corbata y camisa de papá, y las manos de cualquier cosa. (?) Un chico. De 26 años. (?) Es marinero. Justo: Panchito. Es un jubilado (?), 67 años, que está paseando a su mascota Maxwel (?). Es un bichito. Madre: Don Pascual. Un pirata bueno. Joven. Pero le dicen Don porque hace cosas de adulto. Era un chico rico y como desde donde estaba no podía ayudar a los demás... Pienso que la familia no le ha permitido... Se hizo pirata para robar a los ricos y darles a los pobres. Como Robin Hood pero del mar. Y ahora se sentía muy feliz. Luisa: Sony (?). Una chica de 24 años. No es de esta época. Vive en el futuro. Diálogo: (Reiteramos consigna: que acuerden un lugar de encuentro y que dialoguen como si cada uno fuera ese personaje) Madre: ¿Empiezo yo? Hola árbol. Luisa: Entonces nos encontramos en la playa. Madre: Es invierno y se cayeron las hojas. ¿Por qué están esas? Julia: Y... porque sí. Justo: ¿Me puedo meter yo? Flaco, chabón, le estás hablando a un árbol, estás medio pirado. ¡Volvete al mar! Madre: Este árbol habla. Luisa: (a Justo) ¡Los viejos no hablan así! Madre: ¿Cómo te llamás? 223 Clínica Forense en Familias Justo: Pancho. Estoy paseando a mi mascotita y le voy a dar de comer. Madre: ¿Qué le das de comer? Justo: Panchos. Madre: ¿Y vos? Justo: Yo no como porque soy gordo. Estoy a dieta. Madre: (a Luisa) No sos como nosotros. ¿Por qué sos distinta? Luisa: No soy distinta. Bueno, soy de otra época. Vengo de una nave espacial a investigar. Madre: ¿Qué investigás? Luisa: Me escapé del lugar donde vivía y caí en esta época (a la Madre). Me descubriste cuando estaba mirándolos. Madre: ¿Y vos Pancho? Justo: ¿Le presentamos a Fashion, a la ...¿Cómo te llamabas? (mirando a Lorena) ¿Buriloni? Lorena: Juliloni. Justo: ¿Quién te puso ese nombre tan feo? Lorena : Me lo puse yo. Luisa: Por ahí, quiso cambiar de nombre. No le gustaba el de ella y se puso otro nombre. Madre: Ahora vamos todos juntos a hablar con el árbol. Hablemos con el árbol. ¿Qué le pasa al árbol? Dibujo de Justo: “Panchito” Julia: Nada. Justo: Maxwel quiere hacer pichín y va al árbol. Madre: Llévalo a otro árbol porque se va a morir, si no. Luisa: No hay otro árbol porque no hay árboles en la playa. Madre: Era camino a la playa. 224 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Luisa: ¡Ah! (Silencio...) Justo: Se está nublando. ¿Va a llover Sony? Luisa: Seguro que sí. Justo: ¿Tenés algún aparato para que lo diga? Luisa: Sí. Tuc, tuc, tuc. Sí. Va a llover. Vengan a mi nave. Ah, pero el árbol no puede. (Silencio prolongado...) Madre: (a Lorena) ¿Vos vas a ir a la nave de Sony? Porque va a llover. Lorena: Sí. Madre: (a Justo) ¿Vos? Justo: Yo no entro por la puerta. Me quedo afuera porque soy gordo. Luisa: (a Justo) ¿A Maxwel lo dejás entrar? Justo: Sí. Con la soguita. Luisa: Pero que no me haga lío ni pis. Justo: ¿Tenés comida para Maxwel? Le gusta comida fresca. Luisa: Tengo comida de astronautas. Justo: Entonces voy al almacén a comprar comida fresca. Madre: Yo me quedo con el árbol y le saco las hojas y las guardo. Luisa: ¿Por qué le vas a sacar las hojas? Madre: Para que en la primavera vuelvan a crecer. Luisa: ¿Por qué? ¡Se tienen que caer solas! Madre: Sí. Pero éstas no se cayeron. Luisa: ¿Dónde las guardás? ¿En un libro? Madre: En una cajita. ¿Me dejás Don Árbol? 225 Clínica Forense en Familias Julia: (Asiente con la cabeza). (Silencio...) (?) Justo: Panchito vuelve del almacén y Maxwel quiere hacer pichín de nuevo y pasa por el árbol. ¿Ya se habían caído las hojas? Madre: No. Yo las saqué. Está peladito. Justo: Maxwel ladra porque hay muchos pájaros que están haciendo nido. Madre: Y vos no querés? Justo: No sé. Porque es Maxwel el que ladra. Viene un gato que ataca a los pajaritos y Maxwel lo ataca a él. Madre: Defiende a los pájaros. Justo: No. A los pájaros los quiere atacar pero no llega. (Mientras Justo habla, Julia repasa el árbol varias veces). Madre: (a Julia) ¡No hagas más! Justo: (Continúa) Maxwel salta arriba de la cabeza de Juliloni (hace el gesto). Luisa: ¿Es un perro? Justo: Sí. Luisa: (a Lorena) Y vos qué decís de eso? Lorena: ¡Salí de mi cabeza! (lo dice con voz apenas audible). (Silencio...) (¿Qué pasó entonces) Justo: Se le escapó Maxwel y no lo puede atrapar. Dibujo de Justo: “Panchito” (¿Y Usted?) Madre: Don Pascual se despide y se va al mar. Luisa: Sony va a buscar a Maxwel para dárselo a Panchito. Lo encuentra y se lo da a Panchito y ellos se quedan. Sony se va también. (?) Se vuelve y sigue viajando. (?) Al pasado. (?) No sé a qué época. Justo: Panchito se fue feliz con Maxwel a jugar a las bochas, con los viejos de la plaza. Lorena: Se va a su casa (?). Vive solo. 226 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Julia: El árbol se queda ahí. Madre: Te gustó que te saquen las hojitas? Julia: Sí... Bueno, no sé. Madre: ¿Que te hagan pis y que se te suban los pajaritos? Julia: Me gustó que cada uno tenía su camino. Madre: ¡Cinco personas! ¡Qué cosas diferentes! Somos una familia e hicimos personajes tan distintos...! Dibujo de Juli, la Madre: “Don Pascual”, el pirata bueno Dibujo de justo: “Panchito” 227 Dibujo de Julia: “El Árbol” • Entrevista conjunta padre-hijos: “Dibujo del personaje en la familia ” Ubicación: Justo Padre Luisa Lorena Julia (En la ubicación, quedaba primero el lugar vacío al lado de Julia. Esta le pidió a Lorena que se corra.) Damos la consigna. Padre: ¿Y para qué es esto? ( Explicamos. Repetimos consigna). 228 Padre: (Pregunta por diferencia entre persona o personaje). (Repetimos consigna). Ah, persona con nombre y apellido o personaje simbólico. ClInica Forense en Familias Padre: (empieza a dibujar en la falda). Justo: Dibujá en la mesa (al padre), (justo comienza su dibujo) (El padre también). (Luisa, Lorena y Julia, no se deciden a empezar. Lorena mira a Julia). Luisa: (a Lorena) ¡Dale! (Empiezan las tres juntas. Julia y Lorena borran). Padre: (termina primero) Guali. Una palabra quechua... Por eso soy ingeniero. ¿Vió que terminé rápido? (a una de nosotras). (Mira alrededor, a Justo y lo que hacen Justo y Luisa). Luisa: Katy. Un gato. Julia: Bart, con una honda. (El padre le susurra algo a Luisa). (Luisa le susurra algo a Lorena). Hacelo así nomás. No borres tanto. (Continúan dibujando Justo y Lorena). Lorena: (termina la persona y hace montañas). Una casa. (Julia mira para afuera. El padre dialoga con Luisa. Lo miran a Justo. Justo dibuja muy concentrado, sonriendo al parecer por lo que hace. El padre espera tranquilo. Luisa, más ansiosa. Julia le acaricia el pelo a Lorena.) Lorena: (termina) San Martín de los Andes. Mamá. Justo: Motoneta. Presentación de los personajes: Padre: (a Lorena) ¿Querés vos hacer...? Lorena: No. Padre: Este señor es el abuelo Alberto O., el abuelo de los chicos. Como era muy inteligente,Enmuy vivaz,enrápido y despierto, le decían Guali, queen significa esocoren quechua. la época que vivió, se usaban polainas, moño lugar de bata, capa, sombrero de copa, ancho. Dibujo de Justo: “Motoneta” Luisa: Pero no era gordo. Padre: No. Es por la capa negra que usaba. Como algunas modelos. Era una capa negra con broches dorados. Mi mamá nos hizo una capa para cada uno de los siete hermanos. Él conoció a Julia y Luisa solamente. A Justo y a Lorena no... ¿Vos lo viste Lore en Chilecito? Lorena: En un cuadro grande. Luisa: Es un gatito que es gris. Le puse Katy, pero es un gato. No es una gata (?). En inglés cat es gato. Puede ser un diminutivo de gato. Estaba abandonado y ahora está en casa. En una casa. El va a una casa y le dan de comer. Lo adoptaron. Justo: Este es Motoneta. Es un personaje. Lo tienen como personaje por todas las cosas que hace y anda siempre en su skate que tiene motor y hasta en los barcos anda (?). Va al secundario. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 229 Julia: Bart. Todo el mundo lo conoce (¿edad?) Igual que en los dibujitos animados. Lo dibujé porque es lo primero que se me ocurrió. Lorena : A mi mamá. Juli. Que está en San Martín de los Andes. Yo estoy acá adentro (en la casita). Diálogo: Luisa: ¿Dónde nos encontramos? Justo: En el barco y Katy está buscando a este pajarito y Guali en la terraza escribiendo. Luisa: ¿Por qué? Justo: Porque le gusta escribir. Justo: Katy ¿tenés hambre? Luisa: Sí, decime Motoneta, ¿esto que es? (señala dibujo de Justo) ¿Podés volar o algo? ¿Para qué lo usás? Justo: Para hacerme propaganda. Luisa: Creí que era un barrilete o un globo. Padre: ¿En qué lugar está Juli, Lorena? (se refiere a la escena que ellos tres están armando). Justo: Juli está de paisaje. Es una montaña. Padre: Tenemos que estar juntos en un lugar. ¿Dónde nos encontramos? ¿Dónde querés que esté Juli? ¿Dónde la vas a poner a Juli? Lorena: Con Barí... justo y Luisa: En el televisor del barco (Se ríen). (Luisa se impacienta cuando Lorena tarda en contestar). Padre: Y vos Bart, ¿dónde querés estar? Julia: Con el capitán del barco. Justo: Motoneta está como pasajero. Padre: Y Juli, ¿dónde está? ¿Con Motoneta, con Guali, con Katy o con el capitán? Lorena: (repite) Con Bart. Justo: Y vino viento y tormenta y tiró el cartel sobre Guali. Padre: ¿Y le hizo daño? Justo: No, porque Guali lo atajó y le recitó una poesía. Luisa: Y Katy clavó las uñas en la palmera; quería alcanzar el pajarito y no pudo. Está agarrado. No podía hacer nada. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 230 Justo: Y Motoneta lo invita a tomar un café a Guali. Padre: ...en el entrepiso que está en la cafetería. ¿Vamos? Justo: ¿Vos me pagás? Padre: ¿Y a Katy lo dejamos pegado en la palmera? Justo: No, le damos leche. Andá vos (al Padre) que yo no quiero salir con la to rmenta. Padre: ¿No los invitamos a tomar café a Juli y a Bart? Justo: Esperamos. Padre: ¿Querés venir Juli? Lorena: No. Padre: ¿Por qué? Lorena: Porque no me gusta el café. No tomo. Justo: ¿Una chocolatada? Padre: (Gesto de interrogación a Lorena). Lorena: No, no quiero. Padre: ¿Y Bart? Julia: No, yo tampoco. Deseo quedarme con el Capitán. Padre: ¿Y Katy? Luisa: Sí, ¡me encanta la leche! Justo: Y Katy se puso inquieto y se tiró al agua. Luisa: ¡ÉjJo! Qué mentira! Se quedó en una silla calentito como todos los gatos. Justo: Y Motoneta se sacó el skate y se subió al puente del barco. Luisa: ¿Y para qué? Justo: Para perder el tiempo. No tengo otra cosa que hacer. Luisa: Yo quiero ir a tierra a buscar más pajaritos. Justo: Le doy una vuelta al timón y dejo. Bueno, hablen Uds. (a Lorena y Julia). A Motoneta, el capitán lo echa de la cabina y Motoneta se va enojado a tomar café. Luisa: ¿Por qué te echaron? Y los demás ¿que hicieron en la cabina? CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 231 Justo: Yo quería mover el timón y el capitán no me dejó. Me echó. Y si no, me iba a tirar al agua. Luisa: ¿Nadie te ayudó? Justo: No, no me ayudó nadie y enojado me fui enseguida. Y Guali le dice a Motoneta que se tranquilice y le recita una poesía, dale. Padre: ¿Que te recite un poema te va a tranquilizar? Vamos a decirle al capitán que ponga rumbo fijo al puerto para que esté Katy tranquilo. Justo: Me voy a cambiar el buzo para que no me reconozca. Luisa: Katy es chusma. Lo acompaña a la cabina. (Diálogo entre Luisa y Justo) Justo: Está cerrada la puerta. Entrá por la ventana Katy. Luisa: Golpeá pasar. Katy la lo puerta sigue. y esperá que abran. El capitán no lo reconoce y lo deja Justo: Motoneta le dice al capitán que ponga a toda máquina el barco para ir al puerto. El capitán le dijo que no, porque hay muchos iceberg. El ayudante del capitán dice que no importa, que tenemos rompehielos. Y Katy toca uri botón y se para el barco. Luisa: Fue sin querer. Yo quiero llegar a tierra. ¿Quién es el ayudante del capitán? Justo: Se llama Acéfalo. Padre: Sin cabeza... Justo: Acéfalo se lleva al gato al camarote y prende el barco. Motoneta se va todo contento y los invita a todos los de la cabina a festejar. Luisa: ¿Y van todos? Seguro que no quieren venir (a Lorena y Julia. No contestan). Justo: Motoneta va con Guali a tomar café. Lo va a rescatar a Katy. Katy espera. Padre: Y Juli ¿vio todo lo que pasó cuando entró Motoneta? Justo: Esperá, no volvamos a la cabina. Luisa: Ninguno aporta. Padre: ¿Juli estaba con el capitán? Justo: Sí. Padre: ¿Le dijo algo al capitán? ¿Le dijo algo a Motoneta Juli? (Lorena hace silencio). Justo: El capitán puso piloto automático y se fue a tomar café a la cafetería con todos los tripulantes. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA 232 Padre: ¿Se encontró con Guali? Junto: Sí, so sentaron a disfrutar de la cerveza y a hablar del mar. Luisa: Choca con un iceberg. Justo: Lo rompe el rompehielo. Padre: Y cuando el capitán se fue a la cervecería, ¿qué hizo Bart? Julia: Se fue al camarote. Padre: ¿Y Juli? Julia: Se fue con Bart. Justo: Y Guali interrumpe todo y se va a dormir la siesta. Y se equivoca de camarote y se mete donde están Juli y Bart. Padre: ¿Y dónde se quedaron Motoneta y Katy? Justo: Calíate. Vos estás en el camarote. Ellos en la confitería. Padre: Juli, ¿cuántos duermen en el camarote? Lorena: Dos. Padre: ¿Hace frío o hay sol? Lorena: Hace frío. Padre: ¿Por qué, hay un iceberg? Lorena: Sí. Padre: ¿No querés venir a tomar un café o algo calentito? Lorena: No. Padre: (a Julia) ¿Vos? Julia: No, ya tomé con el capitán. Padre: Chau Juli. Chau Bart. Me voy con Katy y Motoneta. Justo: Motoneta se queda festejando y le dice a Guali que cuando se levante, vaya a festejar. ¿Vos Katy dónde vas? Luisa: A la cama calentita. Justo: ¿De Guali? Luisa: Sí. Justo: Motoneta sigue festejando y se hacen las 6 de la tarde y vuelve Guali con el gatito y seENponen CLÍNICA FORENSE FAMILIAS a jugar al chin-chón. 233 Luisa: No, Katy no juega a las cartas. Yo me voy a pasear por el barco. Justo: Katy va a treparse a la palmera a agarrar un coco. Luisa: No, es re-fiaca. No quiero ir a agarrar coco ni nada. Justo: Entonces se tira al agua a nadar. Luisa: ¿¡Nadar!? Menos. ¡Qué malo! Padre: Motoneta, ¿por qué no vas a buscar a Juli y a Bart para ver la puesta del sol? Justo: Y después me recitás una poesía. Se acuerda de que están en el camarote. Va y encuentra cerrada la puerta. No se animó a golpear, pensando que están durmiendo y se va. (¿Qué hacían Uds?) Julia: Viendo una película tranquilos. Justo: Y Guali le recita la poesía y Motoneta se pone a llorar de la emoción. Luisa: Katy los mira de lejos. ¡Ojalá mañana lleguemos al puerto! Padre: Che, Motoneta, andá a invitarlos a Juli y a Bart a cenar y traelo a Katy que debe tener frío. Justo: Motoneta va a buscarlos, pero se meten en el baño. Katy invita a Juli y Motoneta a Bart. (¿Vos qué hacés?) Julia: Voy. Yo voy Luisa: Juli, ¿querés venir a comer? Lorena: Bueno, sí. Padre: ¿Que vas a pedir, Juli? ¿Qué te gusta comer? Lorena: Ensalada. Padre: ¿Nada más que ensalada? ¿Estás haciendo dieta? Lorena: Sí. Padre: ¿Por qué? ¿Estás enferma, te falla el hígado? Lorena: No. Porque tengo ganas. Justo: Y Bart ve la patineta de Motoneta y se va a dar unas vueltas por la cafetería. Padre: ¿Qué le pedimos para Katy, Juli? Julia: Leche. 234 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Padre: ¿Otra vez? Lorena: Carne entonces. Justo: Dos superpanchos con mostaza. Padre: ¿Y Bart? Justo: ¿Y Guali? Julia: Una rica hamburguesa. Justo: ¿Y vos Guali? Padre: Yo, bife de chorizo. Luisa: A Katy le encanta el pescado, pero se comió la carne picada. Se cansó y se fue. Padre: ¿Con quién duerme? Luisa: Está ahí. Padre: ¿Qué van a beber Juli y Bart? Julia: Coca-cola. Lorena: Agua. Padre: Yo vino tinto, soda y hielo. Justo: Hoy todo es gratis, dijo el capitán. Está contento porque mañana se jubila. Padre: ¿No querés palmitos? (a Lorena-Juli). Lorena: No. Luisa: A Juli le encantan los palmitos. Lorena: Me gustan, pero no quiero comer. Luisa: Bueno, terminamos todos de comer y todos nos vamos a dormir y se terminó la historia. Justo: Motoneta le pide que recite otra poesía y Guali se queda escribiendo con el velador. Padre: Que no tome frío Katy a la noche. Luisa: Katy se arregla solo. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 235 236 a) b) c) li) Dibujo de Luisa: “Katy” Dibujo de Julia: “Bart” Dibujo de Lorena: “Mamá” (Ju- Evaluación de las producciones vinculares en base a indicadores • Clasificación de los indicadores A - I NDICADORES GENERALES E NTREVISTA CONJUNTA MADRE HIJOS 1) M ODALIDAD DEL FUNCIONACLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS MIENTO GRUPAL a) Planeamiento Ausente. Se acepta tácitamente lo enunciado por la hija mayor Luisa. E NTREVISTA CONJUNTA PADRE - HIJOS 1) M ODALIDAD DEL FUNCIONAMIENTO GRUPAL 237 a) Planeamiento Presente, a partir de una propuesta de Justo y una interrogación de Luisa, con aceptación tácita del resto. b) Tarea conjunta Se concreta parcial- b) Tarea conjunta mente. Se concreta con esfuerzo hacia el final. c) Fig. organizadora Presente. Esbozos organizativos, repartidos entre Luisa y la madre. c) Fig. organizadora Presente. En el padre en los intentos de una producción conjunta. En Luisa y Justo en la propuesta y desarrollo de acciones. d) Ident.del liderazgo d) Ident.del liderazgo Alternado entre un adulto (madre) y El padre y compartido con los dos una joven (hija mayor). jóvenes (Luisa y Justo). e) Cualidad del liderazgo Relativamente e) Cualidad del liderazgo Democrático prescindente. por parte del padre y Luisa, con algunos ribetes autoritarios en Justo. f) Modo de participación Inclusivo de todos, con diferencia de grados. f) Modo de participación Con autoexclusión de Lorena y Julia al inicio, con inclusión de todos en la última parte de la entrevista. g) Tipo de intervenciones g) Tipo de intervenciones Modo: combiModo: la madre y Luisa, a predominio nando preguntas y respuestas en el de preguntas y de indicaciones, diri- conjunto. gidas a todos, con algunas respuestas. El padre: a predominio de preguntas. Justo hace algunas preguntas a toLorena y Julia: sólo de respuestas dos, pero predominan sus intervenciones en respuesta a preguntas de los otros, que le dan oportunidad de un despliegue sobre sus personajes. Julia y Lorena, no dirigen ninguna pregunta, responden escuetamente a preguntas de los otros. Lorena denota una sensible coartación. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA A238 su vez, se producen respuestas que no guardan relación con lo preguntado, lo que interfiere el diálogo, generando silencios reiterados. Direccionalidad: circunscripta a algunos: madre y Luisa entre sí y hacia el resto del grupo. Justo hacia la madre Direccionalidad: circunscripta a alguy Luisa, en menor medida a Lorena; nos en la primera parte de la entrevista (padre, Luisa y Justo). Circulante no intercambia con Julia. Contenido: Escasa cooperación. Facili- en el conjunto, hacia el final. tador a través de quienes formulan las preguntas, especialmente Luisa. Contenido: cooperativo y facilitador al Emergen aspectos intrusivos en la comienzo entre el padre, Luisa y Justo, madre y descaiificadores e irónicos con ciertas intervenciones críticas de Justo. Elusivo por parte de Lorena y en Justo. Julia. Facilitador en el conjunto en el último tramo de la entrevista. h) Ubicación espacial Espontánea y aceptada. h) Ubicación espacial Espontánea y aceptada en el conjunto. Sólo Julia pide a Lorena que se siente junto a ella. 2) E STILO VINCULAR PREDOMINAN- 2) E STILO VINCULAR PREDOMINANTE TE a) Clima afectivo Relativamente distante, con intercambio verbal acotado. a) Clima afectivo Ameno en general, aunque con tensión paterna y de Luisa, ante el rechazo de Lorena y Julia a participar. En la segunda parte se tornó más distendido y con cierta calidez. b) Ejercicio de las funciones parentales Funcionamiento a predominio simétrico. Surgen algunas actitudes de contención en Luisa. b) Ejercicio de las funciones parentales El padre hace esfuerzos fallidos por integrar a las dos hijas silenciosas. Sólo con la mediación conjunta de Justo y Luisa logra su propósito, dando cuenta de limitaciones para el ejercicio de su función. c) Modalidad de expresión de los „hijos Espontánea y medianamente creativa C FORENSE LÍNICA ENFAMILIAS en Luisa y Justo. Coartada e inhibida en Lorena. Julia, predominantemente coartada, es creativa en el cierre de la producción. c) Modalidad de expresión de los hijos Luisa y Justo: espontáneos y creativos. 239 Toman iniciativas y logran la inclusión de sus hermanas a pedido del padre, pedido que inicialmente boicotearon. Lorena y Julia coartado e inhibido al principio, logran participar al final. d) Lugar del progenitor ausente Inclui- d) Lugar del progenitor ausente Incluida do de modo peculiar y a nivel meta- a través de la producción gráfica de fórico en la producción gráfica de Ju- Lorena que dibuja a su madre. lia y en un “condensado familiar” en el personaje de Lorena. 3) E XPRESIÓN SIMBÓLICA 3)E XPRESIÓN SIMBÓLICA DE LAS FUNCIONES E IDENTIFICACIONE S DE LAS FUNCIONES E IDENTIFICACIONE S a) Diferenciación sexual Sólo Justo y Luisa producen un personaje del mismo sexo. b) Diferenciación generacional Sólo Luisa de acuerdo a su edad. a) Diferenciación sexual El padre, Justo, Lorena y Luisa, acorde b) Diferenciación generacional Sólo Justo y el padre hacen un personaje acorde a la edad. Lorena a su madre. Julia a un Los personajes de Julia, Lorena y Justo, niño. son de mayor edad y el personaje de la madre es de menor edad. c) Identidad de los personajes Todos los c) Identidad de los personajes El padre, personajes son ficcionales, vivos y Justo y Lorena hacen un personaje de humanos o “humanoides”. la vida real; pero el del padre está muerto. Julia un personaje imaginario y Luisa un animal. Lo que Julia dice que es el padre, gráficamente es un árbol. El “Panchito” de Justo, no tiene un cuerpo claramente humano. d)Tipo de personaje • Madre y Justo: activos, con proyectos y satisfechos. • Luisa: activo y con proyectos. • Julia y Lorena: pasivo, estático y conflictivo implícito. 240 d) Tipo de personaje • El padre, Justo y Luisa: activos, con proyectos y satisfechos. • Lorena y Julia: pasivos y conflictivos implícitos. B - I NDICADORES E SPECÍFICOS P RODUCCIÓN GRÁFICA Predominantemente compleja, con algunas •restricciones: Todos realizan dibujos elaborados y completos (la madre sin los pies, porque hizo el dibujo demasiado grande) • El dibujo de Justo, no presenta una clara diferenciación sexual ni generacional. • Posibilidad de intercambio entre los personajes: la posibilidad de intercambio entre los personajes es restringida en Julia, que dibuja un árbol. HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA P RODUCCIÓN G RÁFICA Compleja en todos. • Posibilidad de intercambio entre los personajes: abierta y amplia entre el padre, Luisa y Justo. Restringida en Lorena y Julia. Producción Verbal Es simple, algo for- Producción Verbal zada, con participación desigual y con dificultad de acordar lugar de Es compleja, con armado de una hisencuentro y desenlace. La posibilitoria y desenlace, pero con la particidad de sostener el nivel lúdico es restringida. De ahí que no logran construir una historia, sino que se limitan a presentarse y sólo Luisa expresa un anhelo de reunión. El desenlace es rápido y no acordado, lo que expresa Julia con satisfacción: “Me gustó que cada uno tenía su camino”. pación ya señalada. La posibilidad desigual de sostener el nivel lúdico es amplia en Luisa y Justo, compartida por el padre en el Inicio. Pueden construir una historia con logros y anhelos. Pese al conflicto de la inclusión de los personajes de Lorena y Julia, producida ésta, comparten el logro de cenar juntos y acuerdan tácitamente el final propuesto por Luisa y Justo. Interpretación de indicadores Entrevista conjunta madre-hijos: Podemos decir que asistimos a una producción vincular de escasa complejidad, en la que se tornó dificultoso para todos “hacer algo juntos”. Desde la ausencia de planeamiento de la tarea a realizar, la dificultad de armar un diálogo, la falta de un liderazgo claro, la escasa cooperación entre ellos, el clima de distancia afectiva y el desdibujamiento de la figura materna, no se crearon condiciones para que pudieran realizar la tarea conjunta como se lo solicitáramos, la que sólo logran concretar parcialmente.  Llama la atención, la falta de fluidez del diálogo y los prolongados silencios. Los integrantes del grupo más activos como Luisa y Justo y en menor medida la madre, intervienen comentando acerca de sus personajes y en ocasiones con preguntas, pero éstas con frecuencia no reciben respuestas de los otros, sino que el que habla a continuación suele enunciar comentarios sin conexión con lo expresado antes por el otro. También llama la atención la casi no intervención de Julia (no pregunta y apenas responde) y escasa de Lorena, así como la indiferencia materna ante este borramiento de ambas hijas. Aparece casi como un no registro. En consecuencia, la madre no instrumenta ninguna actitud tendiente a efectuar un cambio. Al no ejercer efectos de contención, no posibilitó el armado de una historia ni un desenlace consensuado. Se ponen de manifiesto otros indicadores significativos en algunos vínculos en especial. Desde la madre hacia Julia, surge una actitud claramente intrusiva con el enunciado racionalizado de querer “arrancarle las hojas” (hijos) del árbol CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 241 que representa al padre, para que “crezcan en primavera”. Ataca así la introducción de la presencia del padre por parte de Julia y su anhelo de ligarse a él. Recordemos que al final de la entrevista individual, la madre había expresado: “Puede ser que Luisa pelee a la hermana, porque Julia se liberó del padre ”. Interpretación que quedaría cuestionada ante lo representado por Julia en la producción vincular. Sin embargo, la hija permanece pasiva ante esta intrusión y no reacciona. Lo hace Luisa, quien identificada en este punto con su hermana dirige una crítica al corte forzado propuesto por la madre, crítica que se diluye al no ser sostenida por ella ni tomada por otro integrante del grupo familiar. Entrevista conjunta padre-hijos: Se logra una producción vincular compleja tanto en lo gráfico como en lo verbal, a través de la concreción de una historia y su desenlace. No obstante, dicha complejidad no se sustenta en una participación compartida de todo el grupo familiar. En efecto, es notorio el protagonismo del padre, de Luisa y Justo, así como las reiteradas autoexclusiones que en mutua alianza hacen Julia y Lorena. Llama la atención ante esta actitud de las hijas, los esfuerzos que realiza el padre con el objeto de hacerlas participar, por sí mismo o apelando a los otros dos hijos con insistencia, pero con ofertas claras y pertinentes que finalmente rompen la reticencia de las hijas, quienes acceden a integrarse. Participación que por otro lado se veía seriamente dificultada desde Lorena, que eligió dibujar a la madre. f) • Interrogantes e hipótesis interpretativas Interrogantes ¿Qué grado de elaboración de la separación podemos inferir en la ex pareja conyugal y en los hijos? 2. ¿Qué posibilidades muestran cada uno de los progenitores para ejercer sus funciones como tales? 3. ¿Qué diferente lugar ocupan cada uno de los cuatro hijos en esta configuración familiar? 4. ¿Qué sentido adquiere la división del grupo fraterno entre sí y con res1. pecto al padre? 5. Conveniencia o no de la organización familiar actual. 6. Posibilidades de modificación evaluadas.  Hipótesis interpretativas Diríamos que se registran algunas semejanzas entre ambas producciones y muchas diferencias. Tal vez lo paradójicamente semejante tenga que ver con que en ambos subgrupos las dos hijas que en el discurso manifiesto aparecerían más cercanas a la madre (Julia no ve al padre y éste la califica de “opositora” y Lorena lo ve en un régimen de visitas impuesto y el padre dice que la madre le hace la cabeza contra él), en las dos entrevistas se autoexcluyeron, ubicándose juntas, en los bordes, en un papel pasivo y los dos hijos que ven al padre, en ambas se ubicaron a cada lado de los progenitores, fueron activos y con proyectos. Las diferencias en cambio son múltiples: Con la madre, las dificultades de inclusión de Julia y Lorena y el predominio participativo de Luisa y Justo, no parecieron ser advertidos por ésta, y en con Hedionda no instrumentó ninguna actitud tendiente a efectuar un canbio, Su intervención a predominio de preguntas dirigidas a losH“ILDA activos ”, -desdibujó su ABELLEIRA NORMA DELUCCA 242 figura materna, que al no ejercer efectos de contención, no posibilitó el armado de una historia, ni un desenlace consensuado. Frente a la misma organización, asumee una actitud más activa. Registra el aislamiento de sus hijas, ellepadre preocupa intenta reiteradamente incluirlas, sin poder tener éxito. No obstante, logra la “mediación” de Luisa y Justo (quienes inicialmente la eludieron, en especial Justo) y con ello la inclusión de ambas menores, pese al difícil personaje de Lorena que “es la madre”. En síntesis: • • g) Ambos progenitores, desde diferentes modalidades de funcionamiento,, no dan cuenta de una elaboración eficaz de la separación. El padre, negando obstinadamente la existencia de un creciente deterioro del vínculo conyugal con surgimiento de hostilidades y violencia, que hacían necesario el corte de la relación. Su posición de negativa al divorcio, está al servicio de sostener una representación idealizada de “la familia”, sin sustento en la realidad. La madre, si bien en lo manifiesto se muestra complacida por la interrupción de la convivencia, denota la no tramitación de la ruptura, a través de sostener una actitud de ataque a la figura de su ex cónyuge, de manera explícita en el juicio contradictorio que apunta exclusivamente a culpabilizar a Pedro y de manera sutil y solapada en la alianza que propicia en sus hijas Julia y Lorena, a quienes no les reconoce deseos y sentimientos diferentes a los suyos respecto del padre, como se evidenció en las producciones vinculares. Desde estas posiciones, las funciones parentales de ambos, resultan opacadas. Reflexiones sobre nuestra intervención En esta familia, como dijéramos al comienzo de este capítulo, nuestra intervención se produce con posterioridad al dictamen de medidas judiciales que significaron una modificación esencial en su funcionamiento y organización, como fue la exclusión del padre del hogar. Si bien se nos demandó entonces para asesorar acerca de cuál era la organización familiar más favorable para los hijos, ya se había decidido el cambio, de efectos en cierto modo paradojales para los mismos. ¿Qué queremos decir con esto? Que al resultar el dictamen judicial, fundamentalmente fruto de la mirada y la escucha de una sola voz -la materna-, contribuyó a convalidar la escisión con que habitualmente se presentan las parejas en los discursos dilemáticos. Esta circunstancia que siempre es difícil para los hijos y en la que se entrampan fácilmente, en esta familia al quedar “legalizada”, operó como una divisoria de aguas entre los hermanos que se dividen a su vez, para sostener las inconsistencias, desamparos y desmentidas de sus progenitores. La exclusión fue un hecho impensable para Pedro, que le produjo un efecto devastador, acentuando sus aspectos rígidos y persecutorios. El triunfo de su posición generó en Juli, un cierre de sus posibilidades de reflexionar acerca de la participación de sus propios conflictos en la crisis de la pareja. La problemática queda entonces intensamente ligada a las luchas de cada uno por desacreditar al otro y el interés en el vínculo con los hijos y sus necesidades, pasa a un segundo plano. De allí que provoque el movimiento de división de los hermanos para sostener a cada una de las partes en conflicto. Justo, parece sostener al padre en ciertos aspectos referidos a las vivencias paternas de desamparo e injuria narcisista ligadas a las circunstancias de la separación. de C LÍNICA FORENSELo ENFhace AMILIAS al precio de renunciar a facetas de su identidad y lugar243 hijo, que parecen evidenciarse en sus producciones en la elección de personajes de mayor edad y en aspectos bizarros de uno de ellos ( “Panchito”). En esta tarea de apuntalamiento paterno, lo acompaña su hermana Luisa, desde Lina posición de mayor autonomía. Luisa, más segura de su lugar de cierto privilegio por parte del padre, entra y sale de la situación, con menor sacrificio de sí misma. La posición de rígida escisión en que encontramos a los progenitores, hizo menos operativa nuestra intervención con ellos, pero aún así, rescatamos algunos efectos transformadores: • • • El padre logró vincularse con nosotras sin el sesgo persecutorio-hostil que exhibió con el juez, lo que le permitió abrirse a aspectos tiernos en el vínculo con los hijos. La producción vincular madre-hijos, logró desconcertar a la madre y enfrentarla con la realidad -desmentida por ella- de los sentimientos de sus dos hijas (supuestamente sus “protegidas”) respecto del padre. A su vez, tomó contacto más claramente con las diferencias, desmitificándose la percepción de un bloque familiar solidario y sin fisuras. R e c o r d e m o s s u f r a s e d e l f i n a l : “¡Somos una familia e hicimos cosas tan distintas!...” Lo de mayor importancia quizá, lo constituye lo que el juez tomó de nuestro asesoramiento, decretando el divorcio por responsabilidad de ambos cónyuges, lo que podemos pensar que con posterioridad, pudo haber relativizado las posiciones irreductibles en las que cada progenitor se refugió. Capítulo XIII Cuando en nombre de los hijos se cuestiona una organización familiar Introducción Abordaremos en este capítulo los conflictos surgidos en una familia en la que, alrededor de nueve años después de producida la separación de la pareja, ya resuelto el divorcio, la tenencia de los hijos a favor de la madre y un régimen de visitas padre-hijos, en forma intempestiva, sorprendente y basándose en supuestos deseos expresados por los hijos, el padre plantea un cambio de tenencia fundado en acusaciones a la madre de los niños y a la nueva pareja de ésta, de algún tipo de maltrato hacia sus hijos. Familia “Disney World” a) Presentación Organigrama Familiar Juan Pedro ---41 años Comerciante Juan José 5 años María 39 años Abogada ---/--- Juan Ignacio 39 años Ingeniero María Inés 2 años Leandro 12 años Santiago 3 años ---- Rosa 29 años Sec. Ejecutiva Mercedes 1 año Rosario, 10 años El grupo familiar en que centraremos nuestro análisis, está formado por María, abogada de 39 años; Juan Ignacio, ingeniero de 39 años y los dos hijos de esta unión: Leandro de 12 años y Rosario de 10 años, Ambos niños cursan en diferentes escuelas 6o y 4o grado respectivamente. Leandro y Rosario, viven desde la separación de sus padres (hace 9 años y medio) con la madre y la nueva familia de ésta. Siempre han visto con regularidad al padre, fijándose distintos regímenes de visita que acordaban de acuerdo a los cambios en relación al crecimiento de los menores. En los últimos cuatro años, el padre los retiraba los viernes a las 18 hs. y los reintegraba: un fin de semana el sábado a las 22 hs. y el otro, el domingo a la misma hora. Hace un año, el padre pide un cambio en el régimen de visitas (dice que lo hace, porque sus hijos le pedían estar más con él). No logran ponerse de acuerdo ni los progenitores ni los abogados. Dice él: “No había problemas con el régimen, pero sí con las variaciones ” ...”Siempre que le he pedido a María los chicos, me decía que no, porque tenía planes”...”Mantener el contacto con los chicos fue difícil ”. Dice ella: “No nos pusimos de acuerdo porque él quería verlos mucho a los chicos”...”En diciembre él pidió ampliación del régimen de visitas, que era prác- ticamente una tenencia compartida”. Se realizan audiencias, queda la cuestión en suspenso. El cambia de abogado y pide el cambio de tenencia. A pedido de ambos, el Tribunal solicita la realización de una pericia psicológica del grupo familiar. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS b) Singularidades de la demanda institucional 245 Por las características ya señaladas de lo intempestivo de esta demanda, los escritos judiciales se plantearon desde ambas partes con intenso nivel de hostilidad. Cada uno solicitaba la realización de Pericias Psicológicas, pero tendiendo a centrar en el otro la evaluación de supuestos “trastornos de la personalidad”. El Juez interviniente, de amplia experiencia en el trabajo con familias, luego de la realización de audiencias con Juan Ignacio y María y los abogados de ambos, ante la magnitud del conflicto planteado, desde una mirada vincular de la situación, solicitó una “evaluación psicológica del grupo familiar, que incluyera a las nuevas parejas de cada uno ”. c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia Juan Ignacio y María se separaron hace 9 años y medio, luego de tres años y medio de convivencia. Los dos reconocen que hasta hace un año, sus hijos circulaban sin dificultades entre ellos, si el régimen se atenía a lo pactado. Cualquier modificación en el mismo generaba malestar y malentendidos. Para María pareciera que así debía ser. Para Juan era fuente de frustración, no poder tener una relación más espontánea con sus hijos. También concuerdan en que el diálogo entre ellos está cortado. María no entiende el pedido de cambio de tenencia y se siente agraviada por los términos de la demanda. Juan dice que decidió el pedido de cambio de la tenencia de sus hijos muy preocupado por los planteos que los niños empezaron a hacerle acerca de su necesidad de verlo más tiempo. Los reclamos continuaron durante un viaje a Miami que hizo él solo con los dos hijos, con relatos acerca de agresiones físicas de la madre y el marido actual de ésta, hacia ellos. También se quejaron de que los trataban diferente que a los hermanos y que no los dejaban hablarle por teléfono a él cuando lo deseaban... Juan Ignacio y María se conocieron cuando ambos tenían 25 años en una fiesta de un centro de estudiantes. El estaba sin pareja y ella con un novio reciente. A él le atrajo mucho físicamente e intentó conquistarla sin conseguirlo. Se siguieron viendo periódicamente hasta que María respondió a las demandas amorosas de Juan Ignacio (había transcurrido casi un año y medio). Luego de seis meses de noviazgo, decidieron casarse, “Creíamos conocernos, quisimos ganarle al tiempo ”, dice él. Ella puede referir muy poco acerca de la relación con Juan Ignacio en sus comienzos. Él dice: “Yo en ese tiempo era feliz, iba a hacer lo que quiero más... siempre idealicé mucho la familia ” Los primeros tiempos de casados fueron satisfactorios para ambos. Luego empezó el malestar, del que aportan versiones diferentes. María relata haberse sentido muy sola y abandonada por el interés de Juan Ignacio en lo laboral y económico. Éste ubica en el nacimiento de Leandro (al año de casados), el comienzo del cambio de María: “empezó a alejarse de nosotros... yo me llevaba al estudio a Leandro con la cunita... no sé cuál fue el motivo ”. Parecen intentar salvar la relación buscando otro hijo (así nace Rosario) y comprando una casa, pero a poco del nacimiento de Rosario se separan. La otrora casa conyugal, queda en la división de bienes como propiedad de María y es donde habitan los niños con la nueva familia de María. 246 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Si bien luego de la separación los hijos no perdieron contacto con el padre, siempre han estado presionados por la falta de diálogo entre ellos y por numerosos conflictos con la circulación del dinero y las diferencias de nivel económico entre ambos padres. Dice María: “Mi casa es linda, pero la de él es Dinastía ”. María es hija única. Sus padres viven. Se mantiene en contacto con su madre, pero no se habla con su progenitor. Relata que pasó su vida siendo espectadora de las reiteradas infidelidades del padre y las continuas amenazas de la madre de separarse, que nunca se concretaron. No obstante, posee buenos recuerdos de él como padre en su niñez. Con su madre tiene una relación estrecha y de afecto. Al año y medio de su separación de Juan Ignacio conoció a Juan Pedro, su actual marido, separado y con una hija. Aproximadamente un año después decidieron convivir. Han tenido dos hijos y él participa activamente en el cuidado y crianza de los cuatro niños. Dicen que se llevan bien entre ellos, que cuidan de no hacer diferencias entre los chicos y de discriminar su lugar del de Juan Ignacio como padre de Leandro y Rosario. Juan Ignacio es el menor de dos hermanos varones. Sus padres viven y se mantieneasí encomo estrecho condeellos, con los que suelen reunirse loscomo fines las de semana, concontacto los padres su actual mujer. “Nosotros somos familias de antes”. Expresa afecto y respeto por su padre: “Me asombro cómo mantiene los ideales”... “Siempre ha sido el protector de todos ”. Y algunas diferencias con su madre: “Tenemos los choques de dos parecidos... Siempre ha tratado de influir”. Se conoció con Rosa, su actual pareja, dos años y medio después de su separación de María. Hace algo más de siete años que conviven y tienen dos hijos. Trabajan juntos, ya que él se dedica al comercio y ella es secretaria contable. Dicen que se llevan bien entre ellos y con los chicos. Rosa dice: “Tengo una relación muy linda, compinche ”... “Lo conocí cuando yo tenía 21 años, no tenía hijos, nos divertíamos mucho ”. Luego de las entrevistas individuales con ambos progenitores, cuya síntesis hemos transcripto, realizamos entrevistas conjuntas e individuales con Leandro y Rosario durante las cuales incluimos la realización de “Dibujo Libre” y la tríada del “Dibujo de la Familia Imaginaria, Actual y Prospectiva ”. También efectuamos entrevistas conjuntas de cada uno de los progenitores con sus parejas actuales. Por último, incluimos entrevistas conjuntas madre-hijos y padre-hijos, instrumentando el Dibujo Conjunto Familiar, cuya producción verbal transcribimos a continuación. (Ver producciones gráficas en Anexo) d) Producciones vinculares • Entrevista conjunta madre-hijos: “Dibujo Conjunto Familiar” Consignamos a continuación la ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego de dar la consigna: Madre Rosario Leandro □ CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Naranja □ verde □ rojo 247 Leandro: Yo con rojo dibujo una casa, el pasto vos (a Rosario), el árbol (a la madre). (Empieza la casa). Madre: (Se para y hace un tronco). Rosario: (Dibuja pasto). M: (A Leandro) ¿No es muy chica? L: No, porque después hago el resto y vos (a Rosario) le podés agregar las piedras (Agranda la casa hacia la derecha). M: (Despliega el árbol y se dedica cuidadosamente a hacer el pasto). M: (A Leandro) ¿Lo relleno? L: No sé... yo a la casa no la relleno. M: (Rellena el tronco). M: Leandro vos sabes que podrías con el rojo dibujarme imas manzanas (Le pide a Rosario que haga pasto que llegue al tronco). R: No, alargá un poco el tronco. M: (Prolonga el tronco hacia abajo). L: (Le pide a la madre que le pinte la puerta). M: (Se levanta y la pinta). L: (Hace una cucha y un perrito). (Leandro y la madre le dan indicaciones a Rosario: hojas en el árbol, la copa...) R: ¡Pará!, que no terminé el pasto. L: (Hace las manzanas). M: El sol te lo dejo para vos (a Rosario). L: ¡Un sol verde! M: ¡No hay que atenerse tanto a la realidad! R: (Se aburre de hacer el pasto). M: (A Rosario). No importa, se puede hacer otra cosa debajo de la casa. R: (Hace la copa del árbol). M: Marcalo un poquito más. 248 L: (Hace el sol). HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA R: Así no, ¡queda feo!... hacé nubes. (Quiere hacer una mariposa y protesta por el color). M: Hacelas como te gustaría que fueran o por lo menos con las posibilidades que tenés ahora. R: (Hace una mariposa verde). L: Otra mariposa, hacele pintitas marrones. R: ¿Puedo hacer...? (No se entiende qué). M: Hacé lo que quieras mi amor (Parada entre Leandro y Rosario). M: ¿Querés que le haga las cortinas? L: Bueno. M: (Las hace). R: (Hace una persona apoyada al árbol). M: Hacé unas manzanitas. L: (Hace unas manzanas rojas) Y vos Rosario, hacé unas manzanas verdes. M: ¡Qué bien! R: (Las hace) Está bien. M: ¡Me encanta! L: (Hace un nido con un pichoncito y un pájaro que lleva comida). M: ¿Puedo hacerle algo al pájaro? (Hace). L: Un gusano. M: Puede ser una pajita. R: (Hace manzanas verdes) (La madre y Leandro le indican a Rosario que haga tallos, así Leandro hace las flores). R: (Los hace muy juntos y Leandro insiste que los haga separados para poder hacer él las flores). L: (Agrega flores y la madre también). L: Haceme uno más grande. M: Hacele el gusto. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 249 R: (Lo hace). L: (Hace una flor más grande). M: (Hace una flor). Es una rosa (a Leandro). ¿Está bien?, ¿te gusta? R: (Busca agregar algo a la casa). L: ¿Y eso qué es? R: (Agrega algo a la cortina y el timbre). L: (Le hace un gusano a la manzana verde, con actitud negativa) ¿Qué le pasó al pichón? (Con gesto de desagrado porque Rosario pintó el pichón). ¿Lo pintaste? M: ¿Si le hacés un poco de verde para tapar esto (el tronco)? (A Rosario). R: (Hace hojas). L: (Quiere agregar algo). M: Dejala que termine. L: ¡Ah!, ¿y qué? ¿Ella no me tocó el pájaro. M: No pelées. L: (Cara de enojo). R: (Sigue dibujando tranquila). M: ¿Querés que haga los juegos? L: No, (con gesto despectivo) ...no hay lugar. M: Sí, acá en perspectiva hacé la hamaca. R: (La completa). L: Un arco, hacé un arco. M: Hacelo vos acá. L: (Lo hace). R: (Completa juegos). L: Listo. M: Listo. R: No quiero hacer más nada. 250 Relato: HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA L: Una casa y una cucha con perro que se llama Tim y tiene los juegos, un árbol y una nena tratando no sé, de agarrar una manzana. R: No, está apoyada. L: Y en el árbol un nido con un pichón y un poco más lejos, un pájaro llevándole un gusano y más atrás de los juegos hay dos arquitos de fútbol. R: (Dice algo que no se entiende y se niega a aclarar). M: Se nota que en la casa están cocinando porque sale humo. ¿No, Leandro? L: Un asado. M: Se nota que tienen televisor, que es un lindo día porque hay sol y que debe ser primavera o verano porque si en el árbol hay frutas... R: (Con dificultad) Hice el pasto, la nena, algunas hojas, una manzana, los juegos, una mariposa... L: La copa del árbol. R: La copa del árbol, la cucha del perro... (?) No sé quién es... se está apoyando en el árbol. (Se enoja Rosario porque Leandro se ríe de su dibujo). L: No me río, che. R: (Sigue muy enojada y se niega a seguir hablando). L: (?) Viviría una familia... yo que sé (?). R: Los abuelos de esa chica (?). 10,11 años. L: Vos lo dibujaste, decí vos quién es. M: Puede ser Anahí. R: No, no es, se llama Catherine... va a visitar a los abuelos (?). L: En La Plata. R: En París. M: Yo pensé en Catherine Deneuve... y ella dice París (?). Yo pienso en La Plata (¿Con quién viviría?). L: La madre, el padre y el hermano. R: (Gesto de no sé, se enoja). No voy a decir porque Leandro se ríe. M: (Intenta consolarla). L: (Se divierte). R: Siempre de todas mis cosas. CLÍNICA FORENSEse ENFríe AMILIAS 251 M: No tenés que darle importancia. (?) R: Que se había ido de viaje a París con la madre o con el papá. (?) No sé qué abuelos. (?) No, no tiene hermanos, es hija única. M: Yo me la imagino con varios hermanos. L: Pero que sea la menor, es re feo ser mayor (se ríe). (?) Yo que sé. M: Yo me imagino, como hoy decíamos, que la abuela está haciendo una torta. L: No, un asado, para mí, el abuelo está haciendo un asado para la chica y ellos dos. R: La chica quiso ir sola. (?) Los padres iban de compras. • Entrevista conjunta padre-hijos: “Dibujo Conjunto Familiar” Consignamos a continuación la ubicación de la familia, así como los colores elegidos por cada uno luego de dar la consigna: Leandro Padre □ □ Negro verde Rosario □ azul P: ¿Qué dibujamos? ¿La casita del árbol? R: No... P: Una que les hice yo. L: Hicimos... Rosario miró... yo que sé... P: Algo de Disney, el Magic Kindom... R: La montaña rusa. L: Sí, sí. P: Vos dibujás la Montaña Rusa (a Leandro) y vos (a Rosario) ¿de qué te acordás? R: El castillo, yo voy a hacer el castillo (el padre la acerca con cariño). P: ¿Y yo qué hago? (a Leandro). L: Vos podés hacer el King Kong. P: El mono... (Empiezan los tres). P: Me sale con cara de bueno el mono. L: (Mira y se ríe). R:252Acá es como se veían las ventanas (mirando sonrienteHILDA al padre). saABELLEIRA - ¡No NORMAme DELUCCA le!... P: Si, hacé así (Le da indicaciones para que siga). R: ¿Eran dos ventanas, no? P: Me parece que sí. (El padre hace a King Kong, Leandro la montaña rusa y Rosario el castillo. Hablan de cuando estuvieron en Disney). R: Llovía. P: Compramos las capas amarillas. R: Yo lloré porque pensaba que íbamos a ir de vuelta al castillo. L: Las ciudades tenés que hacer, pa. P: ¡Eh!... acá estamos nosotros en la... R: (Completa el castillo y pregunta cómo pone “entrada”). L: Enter (Se consultan entre los tres). P: No, no se usa... poné entrada, hacemos un parque en castellano. R: (Pone ENTRADA). P: Y el ascensor. L: Hago una parte de la montaña rusa porque si no, me voy a quedar sin negro. (Clima muy distendido, tranquilo, recordando los detalles del paseo a Disney). P: Nos sentamos al revés, vos tendrías que haberte sentado del otro lado. (A Leandro). L: ¿Por qué? P: Porque sos zurdo. L: (Sigue con las rayas horizontales de la montaña). P: (A Rosario) ¿por qué no hacés el barco que pisabas y largaba agua? R: ¡Ah! sí, ya me acuerdo (Lo hace). P: ¿Querés que te dibuje un poco el barco? (Sugiere a Leandro que haga Epcot). L: ¿Todo? P: Bueno, hacé el redondo. L: (Lo hace) (El padre sugiere a Leandro que haga el barco que cae al agua. Él hace la estructura y Leandro, el barco. El padre le da lugar a su zurda. Ríen cómplices entre los tres recordando cuando viajaron). R: (Hace lluvias). P: ¿Qué másENse acuerdan? CLÍNICA FORENSE FAMILIAS 253 L: No, ya estoy podrido. (Comentan R: Dice Orea. lo que hicieron. El padre saca la agenda y recuerdan los juegos). L: Hacé el agua y yo la orea. R: No, yo la orea. L: Bue... R: (Pinta agua y una ballena orea) ¿Me salió bien? P: ¡Bárbara! L: Yo voy a hacer la mina en el escenario, una contorsionista. P: Y equilibrista. L: (Repasa la orea de Rosario con negro). Le hice cara de mala. R: No, dejala así, que si no, queda horrenda. Relato: P: Un collage de los parques de Disney. L: El globo de las comunicaciones. (Entre los tres repasan los juegos: montaña rusa fuimos, montaña rusa acuática, Epcot, contorsionista, orea, dos veces King Kong y el castillo). El castillo es de 13 pisos y tiene un ascensor que cae. Ellos son los tres primeros que caen en la acuática. (Muy buen clima entre los tres y de los hermanos entre sí). e) Evaluación de las producciones vinculares en base a indicadores • Clasificación A - I NDICADORES G ENERALES E NTREVISTA CONJUNTA MADRE - HIJOS E NTREVISTA CONJUNTA PADRE - HIJOS 1) M ODALIDAD DEL FUNCIONAMIEN- 1) M ODALIDAD DEL FUNCIONA- TO 254GRUPAL a) Planeamiento Presente desde el comienzo, impuesto por el hijo varón y aceptado por el resto, (pasivamente en parte). MIENTO GRUPALHILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA a) Planeamiento Presente. Propuesto por el padre, con diálogo y acuerdos. b)Tarea conjunta Se concreta b)Tarea conjunta Se concreta c) Figura organizadora Presente. Predomina el hijo complementado con algunas intervenciones de la madre. c) Figura organizadora Presente. Con predominio de la figura del padre. d) Ident. del liderazgo Desempeña- d) Ident. del liderazgo Desempeñado por el padre. do por el hijo varón. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS e) Cualidad del liderazgo Impositivo. De sesgo autoritario. e) Cualidad del liderazgo Democrático. Genera reacciones de malestar. f) Modo de participación Inclusivo f) Modo de participación Inclusivo de todos, pero desigual de todos. (menor participación de Rosario). g)Tipo de intervenciones g)Tipo de intervenciones Modo: L a Modo: con preguntas y resmadre: a predominio de puestas de preguntas, dirigidas al hijo todos, en general aceptadas; varón; pedidos e indicaciocon nes a la hija mujer. propuestas, predominanteLeandro: a predominio de mente del resoluciones propias e indipadre. caciones a los demás; con algunos pedidos a la madre. Rosario: a predominio de acatamiento a las indicaciones con algunas iniciati. vas propias, sobre el final Direccionalidad. circunscripta a Direccionalidad: circulante en el algunos (a predominio raconjunto. Con momentos de dial), madre-hijo varón; centramiento padre-hijo; pamadre-hija mujer. dre-hija. Contenido: general, individualista. Contenido: cooperativoMadre: * elusivo: con algufacilitador, desde la figura nos intentos fallidos de paterna. promover cooperación (dependiente/seductor en relación al hijo varón; en ocasiones pidiendo su aprobación. • aplacatorio/valorativo hacia la hija mujer; ante momentos de tensión entre hermanos. 255 Leandro: predominantemente inhibidor y crítico hacia la hermana (con algunos pedidos a la madre, que ésta acepta). Rosario: predominantemente individualista y elusivo. h) Ubicación espacial Espontánea y aceptada. h) Ubicación espacial Espontánea y aceptada. 2) E STILO VINCULAR 2) E STILO VINCULAR 256 HILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA a) Clima afectivo Tenso, con intercambios verbales acotados y momentos de sib) Ejercicio de las funciones parentales nMadre: • ejerce de modo i consistente la función de sostén y contención de los hijos. • facilita el sesgo de rivalidad y hostilidad entre los hermanos • debilitamiento en la función de diferenciación, predominantemente en lo generacional. c) Modalidad de expresión de los hijos Leandro: espontáneo y rela- a) Clima afectivo Cálido, distendido, ameno. tivamente diente. creativo. IndepenRosario: al inicio, coartada y dependiente. Luego, con creatividad e independencia relativa. d) Lugar del progenitor ausente N o incluido. neos, creativos, cierta dependencia decon las propuestas paternas. b) Ejercicio de las funciones parentales Padre: • ejerce con natural i- dad y eficacia las funciones de sostén, contención y diferenciación (sexual y generacional) • diluye la rivalidad y host lidad entre los hermanos. c) Modalidad de expresión de los hijos Leandro y Rosario: espontá- d) Lugar del progenitor ausente No Incluido 3) E XPRESIÓN SIMBÓLICA 3) E XPRESIÓN SIMBÓLICA DE LAS FUNCIONES E IDENTIFICACIONES DE LAS FUNCIONES E IDENTIFICACIONE S a) Personas o personajes Presencia: escasa (surgen con posterioridad al relato). a) Personas o personajes Presencia: n u merosa, de figuras humanas. i- b) Diferenciación sexual Acorde al propio sexo. b) Diferenciación sexual Acorde al propio sexo. c) Diferenciación generacional Acorde a la propia edad c) Diferenciación generacional Acorde a la propia edad. d) Identidad de los personajes Imaginarios, animales, humanos FORENSE ENFAMILIAS yCLÍNICA vivos. d) Identidad de los personajes De la vida real (ellos mismos) y ficcional e) Tipo de personaje Animales: activos Humanos: e) Tipo de personaje Activos, con proyectos y satisfechos conflictivo implícito. B - I NDICADORES E SPECÍFICOS P RODUCCIÓN GRÁFICA Compleja • Uso del espacio: conjunto, relativamente equivalente. • Relación de los colores: interpenetración aceptada y acordada entre madre e hijo varón y madre-hija mujer. Predominio de interpenetración intrusiva y competitiva entre los hermanos. • Autoría de elementos: predominio de principales por parte del hijopor varón y en menor Predominio medida la madre. de elementos accesorios, con P RODUCCIÓN VERBAL P RODUCCIÓN GRÁFICA Compleja * Uso del espacio: conjunto y equivalente. • Relación de los colores: interpenetración escasa. Aceptada y espontánea entre los tres. •Autoría de elementos: principales en forma equitativa entre los tres. P RODUCCIÓN VERBA ! Complejidad restringida • Complejidad restringida • Intentos de construcción de una historia, dificultado por los disensos tanto en su desarrollo como en su final. Posibilidad de sostener nivel lúdico: variable Descripción de una experiencia feliz compartida en el pasado reciente por los tres. Desenlace: acordado Posibilidad de sostener nivel lúdico: restringido 257 • Interpretación de las producciones vinculares Entrevista conjunta madre-hijos: En la producción vincular de los hijos con la madre, logran la realización de una tarea conjunta compleja en el nivel de expresión gráfica, de complejidad restringida en relación al intercambio verbal entre todos. Madre e hijos participan, aunque se marcan algunas diferencias. El uso del espacio resulta más acotado en la hija mujer y el resto se reparte entre la madre y el hijo. Se busca y se acepta la interpenetración de los colores desde la madre hacia cada uno de los hijos 258 y de éstos hacia ella. Pero genera conflictos entre los H hermanos. ILDA ABELLEIRA - NORMA DELUCCA Esta comunicación radial madre-hijos con obstáculos en el vínculo fraterno, se expresó a lo largo de la entrevista tanto en la realización del dibujo como en la dificultad para llegar enuno la historia construida, que le quitó plejidad al relato. Desdea loacuerdos que cada produce y los personajes que secomincluyen, se pone de manifiesto una identificación acorde a su sexo y edad. Sin embargo, se desdibuja la asimetría madre-hijos a partir del lugar de relevancia que la madre le asigna al hijo varón. Pese a que la madre pone de manifiesto un vínculo cálido y afectuoso hacia los hijos, el clima se torna tenso en varios tramos de la entrevista por el surgimiento de actitudes hostiles y de rivalidad entre los hermanos, que con posterioridad produce como efecto la interrupción del diálogo y momentos de silencio. La madre no logra equilibrar la situación, porque desde un sesgo seductor de su parte, le otorga excesivo espacio a Leandro, a través de pedirle permanentemente su opinión sobre lo que ella hace, colocándolo en el lugar de quien organiza el juego, potenciando así la rivalidad. En respuesta a esta delegación, Leandro se torna autoritario e intrusivo en relación a su hermana, contribuyendo a una disminución de la productividad de Rosario y a que emerjan en ella momentos de angustia. Esta vertiente de cierta simetrización del vínculo madre-hijos, es lo que podríamos marcar como el punto de mayor inconsistencia materna, que va en desmedro de su capacidad de contención y de facilitación de la resolución de los conflictos entre hermanos. Pero desde ella hacia los hijos y desde éstos hacia la madre, se evidencia fluidez y solidez afectiva, no surgiendo indicadores de rechazo o temor, en el vínculo materno-filial. Entrevista conjunta padre-hijos: En la entrevista conjunta con el padre logran una producción gráfica compleja, en la que participan los tres, usando el espacio de manera conjunta y equivalente. La interpenetración de los colores está presente, pero es escasa. No obstante, resulta interesante señalar que cuando se produce tiene que ver con brindar al otro la base para su desplazamiento: el agua que hace Rosario a la orea depor Leandro o la Lo estructura el padre dibuja barcocálido que desciende lizado Leandro. señaladoque se desarrolla en unalclima y ameno,reaindicadores todos que dan cuenta de un vínculo patemo-filial afectivo y sólido. Hay planeamiento de la tarea y la figura organizadora de la misma es el padre, quien ejerce un liderazgo democrático, con intervenciones que favorecen la participación de los hermanos, diluyendo la competencia y hostilidad que se había generado en la entrevista conjunta con la madre. Esto posibilitó una rica y activa participación de Rosario, quien en este contexto puede valorizar sus producciones y éstas ser respetadas por Leandro. Ambos niños dibujan numerosas personas que, en tanto los incluyen, se muestran acordes en cuanto a su identidad sexual y generacional. También este aspecto de la producción daría cuenta de cierta plasticidad y apertura al espacio social. En relación a la riqueza del nivel gráfico podríamos decir, que si bien la producción verbal no puede ser considerada simple, quedó limitada al relato de algo ya ocurrido, sin el agregado de nada nuevo y con cierto desgano en Leandro para seguir el relato que intentaba estimular el padre. Pensamos que daría cuenta de ciertos aspectos idealizados en la relación paterno-filial, exacerbados tal vez por el hecho de no convivir, así como por las marcadas difeCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 259 rencias económicas entre el contexto familiar paterno y materno, que favorecen el acceso a un nivel de vida que ejerce gran atracción en los menores. f) Interrogantes e hipótesis interpretativas • Interrogantes que nos planteamos ante la problemática familiar y sus producciones 1: ¿Qué sentido adquiere el pedido de cambio de tenencia de los hijos por parte del padre, a nueve años y medio de la separación de la pareja conyugal y con un régimen de visitas padre-hijos que nunca se vio interrumpido? 2: ¿Qué efectos ejerce esta demanda en la madre? 3: ¿La “demanda manifiesta” de los hijos que en ciertos aspectos coincidiría con la del padre, se srcinó en ellos espontáneamente? 4: ¿Qué ocurre en el contexto de las nuevas organizaciones familiares construidas por el padre y la madre? 5: ¿Cuáles son las posibilidades de cada progenitor para ejercer sus funciones como tales? 6: Conveniencia o no para los hijos, de mantener la organización familiar actual. • Hipótesis interpretativas Desde la separación, la pareja parental parece haber podido preservar, en líneas generales, la convivencia y circulación de los menores entre ambos. La tenencia de los niños quedó a cargo de la madre y se fijaron distintos regímenes de visitas padre-hijos, que permitieron que el vínculo paterno filial se mantuviera estable. Tanto María como Juan Ignacio relatan permanentes hostilidades entre ellos, motivadas según ella por inconvenientes en el pago de alimentos y según él por la conducta inflexible de María ante cualquier propuesta suya de variación en el régimen de visitas acordado. Como también reconocen los dos la imposibilidad de mantener un diálogo. No obstante estos obstáculos para construir un vínculo como padres, insistimos, la convivencia con la madre y las visitas de los niños al padre, se mantuvieron sin interrupciones. ¿Qué pasó entonces en esta familia nueve años después de la separación, en que a partir de demandas de los niños a Juan Ignacio de estar más tiempo con él, se inicia el complejo proceso que culmina con el pedido de cambio de tenencia por parte del padre? Proceso signado por el incremento de las hostilidades y descalificaciones mutuas entre ambos padres y la ubicación de los hijos en un confuso y difícil lugar como es el de elegir ellos con quién desean vivir, equivalente a elegir a quién quieren más. Hemos visto que los hijos expresan un mayor bienestar en las producciones conjuntas con el padre. El malestar que surge con la madre, está más centrado en el conflicto de rivalidad entre los hermanos, que la madre no logra manejar adecuadamente en esta entrevista ante nosotras, sino que más bien incentiva con su actitud hacia el hijo varón. Quizás necesita mostrarse muy complaciente en este contexto con Leandro, que es quien verbalizó la posibilidad de irse a vivir con el padre de modo interrogativo ante ella:”¿Mamá, vos nos dejarías ir a vivir con papá?” Esto srcinó una crisis de angustia y llanto en la madre. Un verdadero derrumbe narcisista. Es importante evaluar, que los hijos no dan cuenta, ni en las producciones conjuntas ni en las individuales, a través del material simbólico, mediatizado, de deseos definidos respecto de un cambio de convivencia en lo inmediato o de rechazo a convivir con la madre. En todo caso, aparece como un anhelo que sólo se podría disfrutar si no causa dolor a la madre. Leandro: “Me da cosa”. Rosario: “Si ella llora, yo lloro”. 260 l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA Lo que insiste, (como suele ser habitual en separaciones conflictivas) es el rechazo y el dolor por no tener a los padres juntos. Juntos, puede significar no sólo en la convivencia, sino en el ejercido de una parentalidad más fluida. Imagina Rosario en el dibujo de la Familia Prospectiva: “Ah, cuando me reciba van a poder estar juntos”. Juntos como padres, no necesariamente como pareja. Ambos progenitores contribuyen a esta falencia. Rosario: “Papá se pelea con mamá y mamá con el abuelo”. Quizás éste sea el sentido del reclamo de los hijos: no el dejar de vivir con la madre como opciones excluyentes, sino el reclamo de poder unir lo fragmentado a través de un vínculo fluido y espontáneo con ambos que el otro permita, tolere y respete. Así mismo, nos podríamos preguntar si esa ubicación de la hostilidad de ambos progenitores en el otro, no está al servicio de mantener la ilusión de que en estas nuevas parejas y familias construidas luego de la separación se cumplió con el ideal de familia libre de conflictos. El malestar queda concentrado y circula en el vínculo anterior. Sintetizaremos a continuación, las respuestas que nos fuimos dando a los interrogantes que se nos plantearon ante esta crisis familiar: 1) Sentido del pedido de cambio de tenencia: El pedido legal del padre de que Leandro y Rosario pasen a vivir con él, toma expresiones de deseo de sus hijos que por el momento vital que atraviesan, no sólo necesitan cambios que hasta ahora no fueron escuchados (de mayor tiempo en los contactos con el padre), sino que en el momento actual pueden ser formulados por ellos con un mayor nivel de elaboración, apuntando a que sus padres les respondan ayudándolos a decodificar sus nuevas necesidades. El padre, desde sus posibilidades actuales de brindar mayor presencia en la vida de sus hijos, se hace eco de esta genuina demanda, pero la traduce en su propio código que se asocia a las hostilidades no resueltas con la madre de los niños, lo que resulta en un reclamo reivindicativo, de ataque a su ex mujer. 2) Efectos en la madre: En la madre, la demanda de cambio de tenencia y los argumentos en que se basa, ejerce efectos de intenso ataque a su autoestima y a su lugar materno, incrementando los sentimientos de hostilidad hacia su ex marido. Todo lo cual actúa como obstáculo para tratar de entender qué sienten y piensan sus hijos en este momento de sus vidas. 3) Origen de la demanda de los hijos: Pensamos que la demanda manifiesta de los hijos, si bien tuvo un srcen en malestares y ambigüedades afectivas de ellos en relación a su inclusión y circulación entre las dos familias, fue incrementándose y cambiando su sentido por las señaladas necesidades del padre y la ausencia de diálogo y persistente hostilidad entre ambos progenitores. 4) Ubicación de Leandro y Rosario en las nuevas organizaciones familiares construidas por sus padres: En cada una de las nuevas organizaciones familiares construidas por el padre y la madre, ambos niños tienen un lugar y son aceptados por las nuevas parejas y sus hijos, pero por la cualidad del vínculo entre sus padres, han debido funcionar como “universos escindidos”, y esto parece constituirse en una carga excesiva en esta etapa de sus vidas. 5) El vínculo paterno y materno filial, denota características predominantemente positivas en cuanto a cuidados y afecto, con las modalidades diferenciales señaladas: actitud paterna de mayor contención y ordenamiento eficaz del vínculo fraterno; dificultades de la madre en esta función de mediación y en el reconocimiento de las demandas de sus hijos. 6) Conveniencia o no para los niños de la organización familiar actual: Teniendo en cuenta el vínculo que Leandro y Rosario tienen con su madre y la nueva faCLÍNICA FORENSEde ENFésta AMILIAS milia (que ellos integran), no se evalúan motivos que justifiquen261 un cambio radical en la organización familiar actual. Lo que sí se toma necesario es flexibilizar el contacto de los niños con el padre, dotando de mayor espontaneidad la circulación entre ambos contextos familiares, lo que se ve posibilitado por la edad de los niños y la escasa distancia entre las dos casas. g) Reflexiones acerca de nuestra Intervención Pericial Psicológica Nuestra intervención permitió el “descentramiento” del conflicto vuelto a instalar (si bien nunca dejado de lado), en el centro de la escena familiar entre Juan Ignacio y María. La sorda hostilidad subsistente en la ex pareja conyugal, que no permitía ningún diálogo entre ellos, ni a los hijos compartir en una casa lo que vivían en la otra, irrumpió en hostilidad franca y abierta traducida en los escritos judiciales en acusaciones mutuas de alto contenido ofensivo. El abordaje vincular en el contexto de la Institución Judicial, con la creación de espacios para cada uno y los subconjuntos vinculares, permitió a Leandro y Rosario correrse del lugar en que aparecían ubicados. Pudieron sentir que otros (el Juez y Equipo Jurídico) tomarían decisiones acerca de la encrucijada familiar y no que ellos y sus deseos eran los responsables de lo que se decidiera. Pudieron por lo tanto empezar a diferenciar sus dichos y deseos de los de los adultos. A Juan Ignacio y María les permitió verlos. Mirarlos y escucharlos como hijos con presencia propia, diferenciarlos de la representación de hijos anudada a lo paterno y materno-filial y subsumido en la vieja/nueva contienda conyugal. Los corrimientos operados en los cuatro, acompañados por una actitud colaboradora de las nuevas parejas, abrieron a la posibilidad de una escucha diferente de la demanda de los hijos y en consecuencia, al comienzo de la construcción de una manera de circulación de Leandro y Rosario más espontánea y acorde a las necesidades de este momento de sus vidas. Juan Ignacio decidió retirar su pedido de cambio de tenencia y acordaron un régimen de visitas más abierto. Capítulo XIV Cuando predomina la violencia en los vínculos Introducción 262 l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA En este capítulo nos ocuparemos del análisis de un grupo familiar en el que el predominio de la violencia en el vínculo de la pareja, produjo efectos devastadores en la trama familiar y las subjetividades de los integrantes. Familia “Juan Moreira” a) Presentación Organigrama Familiar integrada por empleada; el padre, Juan Benjamín, 43 Benjamín, años, carpintero;Lalafamilia madre,está Rosa, de 31 años, y cuatro hijos:de Juan de 10 años, que cursa 5o grado; Marina María, de 8 años, que cursa 2° grado; Josefa Leonor (“Noni”), de 6 años y Justo José (“Toti”), de 4 años. Los hijos conviven con el padre y la abuela paterna en el que fuera el hogar conyugal, desde la separación de la pareja concretada hace tres años. La separación se produce a raíz de los reiterados episodios de violencia física de Juan Benjamín a Rosa: la pateaba ferozmente en el piso, golpes que ella recibía en posición fetal, en silencio y sin defenderse. Luego de uno de estos ataques, Rosa decide “huir” de la casa, sin llevarse a sus hijos, refugiándose en casa de sus hermanos. Al principio, pese al temor que la embargaba, visita a los niños diariamente, pernoctando en ocasiones, que a veces incluían relaciones sexuales con Juan Benjamín. Pasados unos meses pretende, y así lo plantea a su ex marido, llevarse a los niños con ella los fines de semana. Juan Benjamín accede, pero luego de pocosdeencuentros padre seésta opone con violencia, acusando Rosa exponer amadre-hijos, sus hijos porelmantener relaciones incestuosas con susa hermanos. Dice basarse en informaciones que su hijo Juan Benjamín le ha transmitido. Apoyándose en este argumento, impide que Rosa retire a los niños los fines de semana, surgiendo en éstos una conducta de oposición activa al contacto con su madre. b) Singularidades de la demanda institucional Ante la pérdida de contacto con sus hijos, ya que la situación de violencia instalada cortó el encuentro diario con ella en el hogar conyugal, Rosa acude a un Defensor oficial de los Tribunales y le inicia un juicio a Juan Benjamín por “Régimen de Visitas”. Al interior del juicio se plantean y debaten en audiencias con la presencia del magistrado y representantes letrados de ambos, varias alternativas. La intransigencia de Juan Benjamín, obliga a acordar que Rosa vea a sus hijos sólo dos o tres horas los domingos en una casa supuestamente “neutral”. Se entiende por tal la vivienda de una familia vecina del hogar paterno, cuyo 263 paCLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS tio es visualizado por el padre desde la ventana de su taller. Este régimen se cumplió durante varios meses, aunque con obstáculos que surgían cada vez que se hacía evidente la significación de la presencia de la madre para los hijos. Por ejemplo, cuando ella les traía regalos y los niños expresaban su alegría o al manifestar alguno de los hijos deseos de acompañarla al quiosco. Con posterioridad, uno o todos los niños adoptaban actitudes reticentes al encuentro con la madre o a permanecer la totalidad de la visita con ella. Las interferencias se fueron acentuando hasta culminar con el cese de la concurrencia de los niños al lugar convenido. Esta nueva interrupción obliga a Rosa, una vez más, a recurrir a la instancia judicial. Es en este momento que el juez que actúa en el juicio, solicita nuestra intervención, a los efectos de realizar “un pormenorizado estudio de todo el grupo familiar, tendiente a esclarecer los conflictos que impiden mantener la continuidad y estabilidad de la relación madre-hijos.” c) Síntesis de la historia de la pareja y la familia Rosa y Juan Benjamín se conocen en el gran Buenos Aires, en un baile, contando ella con 20 y él con 31 años. Luego de un noviazgo de 9 meses inician la convivencia. Deciden instalar su vivienda en el galpón en que Juan Benjamín tiene su taller de carpintería, sin establecer límites entre el espacio habitacional y el laboral. El comienzo de la relación coincide con la migración de Rosa de su lugar de srcen, siguiendo a una de sus hermanas mayores. Rosa proviene de una familia numerosa, oriunda del interior, integrada por sus padres y once hermanos, ocupando ella el sexto lugar. Por lo que expresa Rosa, Juan la fascina de inmediato por lo atípico de su modalidad dentro del contexto social al que pertenece: caballero, seductor, ampuloso en sus actitudes y de un decir fluido y matizado de refranes y sentencias que impactaron su simpleza provinciana, generándole admiración y respeto. De acuerdo al relato de Juan, es deslumbrado por la fascinación que promueve en Rosa. Expresa ser atraído por su silencio, su ternura, su sumisión admirada y respetuosa. Parece encontrar en ella el ser moldeable que realimenta su narcisismo. La pareja logra en un comienzo una buena complementación de sus necesidades: contención y protección ella en un ámbito nuevo; la reafirmación de su identidad familiar, él, que siendo el menor de los hermanos, es el único hijo extramatrimonial que lleva el apellido materno desconociendo la identidad de su padre. Juan Benjamín crece en otra provincia del interior con una convivencia breve con sus hermanos mayores que fueron dejando el hogar para casarse o trabajar. No sólo fue el menor, sino que nace varios años después de enviudar su madre. Siempre tuvo una vida aislada de sus hermanos que parecen haberlo marginado, posiblemente por su condición de hijo extramatrimonial. 264 l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA Aunque no aporta datos precisos de estos momentos de su vida, surgen de sus relatos comentarios acerca de actitudes hostiles de los otros hijos hacia su madre. Estas se centraban en las relaciones clandestinas con varios hombres que la misma había mantenido antes y después de enviudar. Los primeros años de la convivencia que incluyen el nacimiento del primogénito, Juan Benjamín (nombre del padre) y de la segunda hija, María Marina (primer nombre de la abuela paterna), son descriptos por ambos como satisfactorios. Aun en estos primeros tiempos, Rosa reconoce que cada tanto la castigaba físicamente, pero lo justifica diciendo que lo hacía sólo cuando tomaba. Juan por su parte se queja de que ella comenzó a desatender la casa y los hijos y dejaba el hogar para visitar a su hermano. Se va resquebrajando así la complementariedad inicial que los mantenía en equilibrio, siendo la violencia física y psicológica de Juan Benjamín a Rosa el primer intento de restablecerla. Otro intento fue el nacimiento de los dos últimos hijos: Josefa Leonor y Justo José. Por esta época, la madre de Juan Benjamín argumentando que el resto de sus hijos no querían vivir con ella, pasa a residir con la familia. La presencia de la madre de Juan Benjamín incrementa el malestar y la violencia familiar, propiciando reyertas entre los cónyuges. Según lo relatado por Rosa y por los niños, la abuela paterna atribuía a su nuera “poderes del diablo” e intenciones malignas. Juicios a los que Juan Benjamín adhiere sin discusión. Por otra parte, Juan Benjamín había iniciado hacía tiempo y a raíz de un problema con un cliente, consultas con Tibor Gordon (reconocido y popular curandero de ese momento), de quien actualmente se considera discípulo. Este vínculo parece haber incrementado en Juan Benjamín ideas megalómanas (dice: “llevo a Dios en la diestra y en la izquierda, el tiempo y la verdad ”), así como las interpretaciones supersticiosas y persecutorias acerca de Rosa. Tibor Gordon le había transmitido en una de sus visitas que su esposa y la suegra le hacían brujerías. Estas alianzas de- liroides comienzan a ejercer influencia en los hijos, fundamentalmente en los dos mayores. Benjamín (hijo) dice que la madre “tiene altos poderes y altas habilidades”. Luego agrega “pero yo tengo poderes de Dios como papá y ella tiene poderes del Diablo ” La reiteración en el tiempo de este funcionamiento vincular, culmina con la separación de la pareja conyugal concretada por Rosa. Impotente ante el incremento de la violencia de Juan Benjamín, la permanente descalificación que recibe de su suegra y la alianza que percibe en sus hijos con el discurso del padre y la abuela, Rosa, carente de recursos económicos, deja el hogar sin sus hijos, para vivir con la hermana casada. Luego de las entrevistas individuales con ambos progenitores de las que hemos transmitido una síntesis, realizamos entrevistas vinculares padre-hijos y madre-hijos. Previo al encuentro padre-hijos, entrevistamos brevemente a los hermanos, ya que el progenitor había eludido argumentando razones laborales, traerlos especialmente para una entrevista. En las entrevistas conjuntas madre/padre-hijos, no pudimos trabajar con técnicas de producción vincular como lo hacemos habitualmente. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 265 Con el padre, su actitud hostil y controladora lo hizo negarse a cualquier sugerencia, incluso a sentarse. No favoreció, desde esta posición, la integración de los hijos en una tarea compartida. Por la carencia de una figura organizadora, los niños sólo lograron realizaciones individuales y algunas producciones vinculares por subgrupos. Con la madre, por la intensa inhibición y temor que mostraban los menores (traídos por el padre), evaluamos la conveniencia de no interrumpir con una tarea propuesta por nosotros, lo que la madre espontáneamente introdujo al comienzo del encuentro para facilitar la comunicación con los hijos. d) P r o d u c c i o n e s v i n c u l a r e s  Entrevista conjunta de los hermanos: No habiendo podido concretar la entrevista con los menores a solas, proponemos el día fijado para la entrevista conjunta padre-hijos, entrevistarlos previamente. El progenitor, si bien accede, permanece de pie junto a la puerta del consultorio esperando ser incorporado. Les explicitamos a los niños el motivo y contexto de la entrevista, como así mismo la realizada con el padre y la madre. En este primer encuentro los niños aparecen tensos, coartados y dependientes de las actitudes y dichos del hermano mayor. Benjamín inicia su participación con un discurso mimetizado con el del padre, centrado en críticas y comentarios acerca de los “poderes” maternos. Es secundado por Marina, mientras “Noni”y “Toti” permanecen al margen. Luego Noni, es presionada por su hermano mayor para contar un episodio que involucra a la madre en estas supuestas actitudes brujeriles. La niña, con vacilación y angustia inicia un confuso relato que no puede finalizar. Benjamín justifica de este modo el rechazo que dice sentir él y también sus “Mamá hermanos ver a suy madre en este momento. Recordemos frases: de tiene altos apoderes altas habilidades. ” [...] “Pero yo tengosus poderes Dios como papá y ella tiene poderes del Diablo. ” Para fundamentar lo afirmado acerca de los poderes de la figura materna, Benjamín relata tres hechos: M y N: (En conjunto, sacan juguetes y los llevan al banco y al suelo, ordenándolos por semejanzas: platos, tacitas y elementos de la casa). M: (Sigue distribuyendo: autos a Toti, animales al padre, autos y goma de borrar a Benjamín. Toti sigue en el suelo con todos los autos y los hace correr). M: (Dirigiéndose a Noni). Vamos a jugar a la mamá... y al papá... y al tío y la tía. P:266(Los mira en silencio y sigue inmóvil). l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA (Benjamín continúa pintando lo dibujado en silencio y Toti, también silenciosamente, accionando los autitos. Marina y Noni, muy activas armando la casita y conversando entre ellas). (Marina se levanta y se lleva los animales que quedaron en la mesa y le muestra al padre la víbora). P: (Con actitud corporal rígida). Yo no juego, yo hago muebles y puertas. B: (?) Auto de un señor que va con un chofer (?). Un señor con un amigo. M y N: (Siguen jugando activamente. Noni lava, Marina organiza las tareas, reta a los muñecos. Nombran a Pelopincho y Cachirula, dibujitos que ven los domingos en casa del vecino -donde se encontraban con la madre-). M y N: (Pretenden dirigir a Toti que en silencio sigue haciendo lo suyo). B: (Sigue dibujando en silencio, de espaldas al grupo de los hermanos. Sólo una vez se le acerca Marina y le dice) Ay, qué lindo. B: (?) El hombre que va a la casa. (?) ...de la familia... (?) la señora y cuatro hijos, que están adentro jugando. M: (Se acerca con un muñeco mediano y una canastita con cuatro muñecos pequeños). El viejo se llevó los cuatro chicos... nosotros. (?) A Mar del Plata... y los tiró al río. (?) No se pueden salvar. (?) No hay nadie que los ayude... se van a ahogar. B: (Va a buscar un auto y vuelve a dibujar, copiando sus características). M: (Dice que ahora quiere dibujar. Hace con regla la puerta de una heladera, mientras Noni reclama muñecos. Marina le dice) Acá están, se los había llevado el viejo de la bolsa. M: (Dramatiza la escena y reta al viejo) (?) Yo lo reto. (¿Quién serías vos?) La mamá. (Noni y Toti intercambian juguetes y dramatizan otro juego). N: Los nenes van a pasear una semana a la casa del tío (que lo representa Toti) ...Y se van a hacer los mandados. B: (En silencio sigue copiando el auto). M: ¿Qué más puedo hacer? (?) Hice los instrumentos de la cocina. ...Se enojan con los nenes, porque por irse a lo del tío, no quieren hacer la tarea. B: (Dibuja una carrera de autos). El primero es Reutemann, en la Ferrari. M: (Sigue dibujando una mesa y pinta el dibujo). ¿No lo puedo pegar en la pared? N: (Sigue armando la casita y Toti con los autitos). (Al terminar de dibujar los dos mayores, el padre da por finalizado el encuenCtro). LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 267 • Entrevista conjunta madre-hijos: Recordemos que el contacto deinterrumpido los menores desde con la hacía madrevarios cuando comenzamos nuestra intervención, estaba meses. Los niños son traídos a la Asesoría Pericial por el padre, quien permaneció junto a la puerta del consultorio durante el transcurso de la entrevista. Antes de entrar, la madre intenta saludarlos con un beso, que cada uno de los hijos elude, así como mirarla. Ya en el consultorio se sientan los cuatro juntos, alejados de la madre. Rosa, si bien intenta aproximar la silla a sus hijos, al ver la actitud de éstos decide respetar la distancia que ellos imponen. Los cuatro permanecen en silencio, evitan mirarla y sí en cambio miran con inquietud por el rabillo del ojo, hacia la puerta tras la cual espera el padre. Rosa, luego de unos minutos en que se angustia y parece amilanarse, inicia lentamente y con voz que se va afianzando en firmeza y ternura, la evocación de lindos momentos de cuando ellos eran más chiquitos. Se va refiriendo a cada unos de sus hijos y de cada uno relata dos o tres hechos, algunos cómicos, otros no, pero referidos a logros y ocurrencias de ellos. Esto va generando un clima de distensión y creciente interés. Los niños la miran, la escuchan, le preguntan, aportan a los recuerdos, se acercan, le dicen “mamá” una y otra vez y terminan alrededor de la silla materna. Los dos más pequeños, se ubican en su falda y los dos mayores cerca, buscando el abrazo y el contacto físico entre todos. Varios de los recuerdos evocados por Rosa, giran alrededor de personajes de cuentos que ella les había contado en diferentes etapas de cada uno y de las identificaciones de ellos con algunos de esos seres. Así, todos le pedían a Benjamín que hiciera el oso que a él le gustaba, llamado “Piolín”, o a Marina la mariposa “Panchita”, su predilecta. Noni y Toti, sonrientes, dudaban elegir entre dos o tres personajes y recibían sugerencias de sus hermanos mayores, en un clima risueño y armonioso, bajo el amparo materno. • Interpretación de las producciones vinculares Entrevista conjunta padre-hijos: En el breve encuentro a solas con los cuatro hermanos, como ya señalamos, los niños se muestran tensos y coartados. Las permanentes miradas de reojo a la puerta del consultorio, detrás de la cual espera el padre, marca inicialmente la actitud reticente de los niños con nosotras. En esta ausencia-presencia del padre, Benjamín parece necesitar ocupar su lugar, dirigiendo por delegación las pocas expresiones que sus hermanos menores intentan, para luego tomar la palabra con el objetivo de sentar posición respecto de los “fundados” motivos para mantenerse a distancia de la madre. La irracionalidad de los argumentos, resulta preocupante en relación a los efectos que este clima de pensamiento mágico-delirante en el cual están atrapados, pueda tener en su salud psíquica. Ante el ingreso del padre, fundamentalmente Benjamín, continúa rea268 l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA lizando veloces movimientos de reojo en su dirección mientras dibuja. Pero tal vez el hecho de que el padre estuviera concretamente presente controlando y su actitud de otorgar permiso a sus hijos al decir: “hagan lo que quieran”, disminuyó el clima persecutorio inicial que mostraban los niños, por temor a decir algo involuntariamente, que no les estuviera permitido. Marina que en principio parecía secundar a Benjamín en los argumentos “brujeriles”, introduce la representación de la madre en su propia dramatización de retar al viejo, que roba y ahoga a los niños... “¡Nadie los ayuda!” -es su apelación a nosotras a ser socorridos-. El clima que crearon los niños entre ellos y con nosotras fue ameno, dirigiéndonos el relato de sus juegos. Toti se concentró en su juego de autitos y se integró breve y pasivamente en un fragmento del juego de sus hermanas (cuando le adjudicaron ser el “tío”). Benjamín relató lo dibujado en otro tono del inicial, con su “voz de niño” y con amabilidad. Cuando dirigía su “discurso sobre la madre”, el tono era impostado, mimetizado con el discurso del padre y la abuela. El padre no posibilitó una tarea conjunta, al mostrarse dentro de su posición y actitud corporal rígida y en su decir: “Yo hago mesas y puertas, no juego. ” Pero tampoco obstaculizó con ningún comentario el despliegue lúdico de los niños. Afectó tal vez la no integración de Benjamín al juego, por su “marcación corporal”, limitándose el niño a un dibujo bien realizado, pero acotado en sus posibilidades expresivas. Lo interesante, al menos en la producción de las niñas, es que pudieron dirigirnos y no de un modo demasiado disfrazado, una versión diferente de la “oficial”, respecto de los obstáculos que exhiben para ver a su madre. Indudablemente, el ofrecer materiales de juego para que en forma mediatizada se expresaran, disolvió la tensión frente a los temas tabú. El padre no se movió en ningún momento de su Ligar de “padre patrón”, lio dando muestras de signos afectivos hacia sus hijos. Entrevista conjunta madre-hijos: enniños la descripción delarmaron encuentro los hijos cona su Como madre queda frente aevidenciado nosotras, los inicialmente undebloque junto Benjamín, rechazando todo contacto con la progenitora. También en un comienzo, Rosa mostró el sesgo más impotente y pasivo de su personalidad, inmovilizada en una angustia silenciosa. Pero se repuso y dio muestras espontáneamente de sus posibilidades de generar las condiciones para construir un puente desde el afecto, tendiente a romper las barreras defensivas de sus hijos, que lentamente pudieron volver a percibir a la madre en ella y no la sobreimpresión de la figura de la bruja maligna. El final de la entrevista fue realmente conmovedor, con todos sus hijos abrazados a ella, siendo nosotras espectadoras de esa escena tierna, ya que transcurrió sin que hiciéramos ninguna intervención verbal. Fue el ofrecer ese espacio, que Rosa supo aprovechar, lo que abrió a la posibilidad de que los niños expresaran sus genuinos afectos y sentimientos hacia la madre, libres de las interferencias del entorno familiar paterno. f) Interrogantes e hipótesis interpretativas • Interrogantes 1: ¿Cuáles son los motivos del rechazo de los hijos al contacto con la madre? CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 269 2: ¿Qué influencia ejercen en este rechazo las características de Juan Benjamín y Rosa? 3: ¿Qué papel juega la actitud hostil y violenta del padre? 4: ¿Qué influencia ejercen las actitudes de la madre? 5: ¿Cómo influyen las nuevas organizaciones familiares en que se incluyen la madre y el padre luego de la separación? 6: ¿Cuáles son las posibilidades de cada progenitor para ejercer sus funciones parentales? 7: ¿Qué grado de involucración evaluamos en los hijos en la conflictiva de la ex pareja conyugal? • Hipótesis interpretativas Comenzaremos haciendo una breve semblanza de cada uno de los integrantes de la ex pareja conyugal. Rosa es una mujer afable, de rostro dulce y expresivo. Sencilla pero cuidada en su vestir. Transmite en un diálogo abierto, los avatares de su vida. En el comienzo de las entrevistas se mostraba con una angustia casi resignada. No obstante, hacia el final de los estudios y relacionado con una mayor estabilidad laboral que le permitió comenzar a construirse una pequeña casa en el terreno de su hermana, se la percibe de buen ánimo, con renovadas esperanzas de lograr con el tiempo, no sólo una relación de afecto estable con sus hijos, sino la tenencia. La creciente autonomía económica alcanzada, hacen más factibles sus proyectos, a la vez que la autoestima recuperada, la predispone a sostener activamente sus reclamos. Juan Benjamín, es un hombre muy peculiar. No sólo impacta el discurso de certezas absolutas con que se comunica, sino su atuendo y la actitud corporal con la que se presenta. En parte vestido como un gaucho, con bombachas de lino, alpargatas y faja negra, remata su figura con un sombrero negro, tipo flamenco. Entra al consultorio con porte arrogante y expresión seria. Más que presentarse, parece presentar a un personaje: “Soy Juan Moreira” -dice al estrechar su mano-. Dentro de su comunicación controlada, reticente a veces, transmite no obstante algunos hechos significativos de su historia y de la relación inicial que mantuvo con Rosa. Como señaláramos en la síntesis de la historia de la pareja y la familia, Juan Benjamín y Rosa, se encontraron y lograron durante los primeros años de la convivencia, un vínculo de apuntalamiento mutuo: de aspectos de su identidad él, de necesidades de amparo ella. Es interesante señalar las características de la vivienda de la familia: un galpón en el que Juan Benjamín tiene su carpintería, casi sin límite con la zona de vivienda. Esta configuración del espacio familiar, no es atribuida solamente a sus modestos recursos económicos, sino que tiene un sentido en la relación de l I II DA todo A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA la270pareja. De esta manera, él participa, controla y supervisa el movimiento familiar, sintiéndose Rosa protegida y amparada en un principio, por la omnipresencia de su marido. Es factible pensar, en relación a Juan Benjamín, que las actitudes de censura crítica de sus hermanos hacia la progenitora por sus relaciones extramatrimoniales, lo hayan abarcado también a él, por configurarse con su presencia la “denuncia” del hecho. Esta circunstancia, parece haber marcado el vínculo de ambivalente alianza con su madre. La identificación de Juan Benjamín con esta madre de pensamiento mágico, asentada en una cultura supersticiosa, conjuntamente con la carencia de la figura paterna cuya identidad desconoce, fueron plasmando la tendencia al apoyar sus creencias en figuras omnipotentes y omniscientes como Tibor Gordon, constituyéndose para él, en dictadores de la verdad. Por identificación ahora con esta figura, él mismo se siente investido de tales dones. Recordemos su frase, toda vez que necesita reafirmar su propia imagen ante nosotras: “...llevo a Dios en la diestra y en la izquierda el tiempo y la verdad”. Rosa por su parte, que necesitó migrar de su provincia natal, retiene de sus padres y numerosa familia, una imagen idealizada donde no se filtra ninguna referencia crítica o de carencias. Por haberlas padecido y no poderlo reconocer o por añoranza, Rosa sustituye y condensa en Juan Benjamín, las funciones parentales idealizadas. En la relación Rosa-Juan Benjamín, se dieron las condiciones vinculares para que se instale la violencia. Juan Benjamín, cuya identidad incierta debió apuntalar con mecanismos defensivos megalomaníacos y omnipotentes, no ofrecía posibilidades de aceptar que Rosa se moviera de su primera actitud de sumisión, fascinación y respeto. El reparto de Rosa de la atención y de su afecto cuando advienen los hijos yestabilizan fundamentalmente su actitud manteneren el vínculo con la de hermana, la seguridad de JuandeBenjamín su capacidad controldesabsoluto del otro, al servicio de sus intereses narcisistas. Rosa necesitó creer en el poder de Juan Benjamín y como dijimos, lo idealizó en ese lugar, obteniendo en un principio el amparo anhelado, como ocurre en todo vínculo sometedor-sometido, donde irrumpe la violencia para reinstalarlo. El ingreso de la abuela paterna, que intensificó la violencia conyugal, también le permitió a Rosa, por el grado de intolerabilidad de la situación, ponerle un tope con su huida y ubicar la culpa del fracaso de la relación en la figura de la suegra. Cuando se frustran las expectativas idealizadas puestas en la pareja, cada uno parece retornar a sus vínculos srcinales: intensificación del vínculo de Rosa con su hermana casada (y con los dos varones que también migraron más tarde), “cesión” del espacio familiar a la madre de Juan Benjamín. Acentuación en Juan Benjamín de la vertiente fusional con la madre, a través de la adhesión a su pensamiento mágico y su mayor predisposición -tal vez por librarse de esta fusión- a identificarse con otro personaje extra familiar. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 271 Tibor Gordon, de características similares a la madre de Juan en un aspecto, le permite recuperar la omnipotencia perdida con la separación y quizá quedar a resguardo del delirio franco. Pareciera que ocupando más tarde como discípulo el lugar del “curandero”, sale del encierro endogámico, logran- \ do el reconocimiento de otros que lo consultan. Por otra parte, Juan Benjamín, es un hombre inteligente. La vertiente de su pensamiento de características deliroides que hemos señalado, no afecta n otros aspectos de su vida. Han sido puestos al servicio de desacreditar, atacar y destruir la imagen de Rosa, como castigo por el abandono de su incondicionalidad. Rosa “huye” de la violencia y los ataques de irracionalidad, pero se debilita como madre, dado que en un primer momento, por el vínculo de dependencia y sumisión que estableció con Juan Benjamín, facilitó una cierta renuncia a su lugar, delegándolo en la suegra. Los niños, perciben la debilidad materna y optan para resolver la angustia que les genera el conflicto planteado, por adherirse a la postura paterna. La separación conyugal por lo tanto, estabiliza la organización dualista ya instalada. Rosa queda excluida, se empobrece visiblemente el funcionamiento familiar y los niños quedan en riesgo psíquico. El amparo afectivo que Rosa logra con su hermana y la necesidad de aportar por sí misma al sustento económico, la obligan a buscar trabajo, logrando por primera vez autonomía en ese aspecto. Esta apertura a nuevos vínculos, genera el posicionamiento activo de defensa de su lugar de madre con los hijos, lo que permite escribir un nuevo capítulo en la vida de Rosa y de los niños. Este camino no fue fácil, ni rápido. Debió transcurrir un año desde nuestro dictamen pericial, para que Rosa lograra, terminada su casa, la tenencia legal de sus hijos. Juan Benjamín había iniciado a esa altura otra relación de pareja, lo cual también favoreció que no opusiera demasiadas resistencias a esta resolución judicial. Como en tantas otras ocasiones, la instancia tercera, que trabajosamente permitió otra salida de la situación, fue por un lado la intervención judicial y por otro los nuevos vínculos laborales y sociales que Rosa pudo construir y quizá los que logró también Juan Benjamín. g) Reflexiones sobre nuestra intervención Como puede desprenderse de lo relatado, nuestra intervención psicológica con esta familia, tuvo un primer efecto: • En relación al padre, contribuyó a acotar parcialmente el manejo omnipo- tente de la situación familiar. Como segunda consecuencia, aportó los fundamentos para que la instancia judicial, resolviera la tenencia de los hijos a favor de la madre. Como ya señaláramos, esta medida se pudo concretar al año de realizado nuestro asesoramiento, cuando se dieron las condiciones tanto en Rosa como en Juan Benjamín para hacerla efectiva. deDvisi272Se preservó el vínculo padre-hijos mediante un régimen l I II DA Aprovisorio BHLLEIRA - N ORMA BLUCCA tas, a ser evaluado periódicamente en relación a las posibilidades del padre de sostenerlo y respetarlo y considerando los efectos del contacto en los hijos. Capítulo XV Cuando nos interroga una organización familiar peculiar 5 previas CConsideraciones LÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 273 En este último capítulo hemos decidido incluir un historial que en su momento se constituyó en un desafío teórico-clínico por lo novedoso de su planteo en lo que hace a cuestiones familiares, así como a los interrogantes que despierta la subjetividad de su protagonista central y los vínculos en torno a los cuales estalla el conflicto. Las características de la configuración vincular en juego, así como la relativa proximidad en el tiempo de nuestra intervención, junto al carácter mediático que adquirió en su momento la disputa legal, determina que sea éste un capítulo atípico. Nos manejaremos con lo que pensamos es la información mínima necesaria para compartir nuestro análisis con los lectores, a fin de respetar la privacidad de las personas, por lo que omitiremos algunos de los puntos del ordenamiento que dimos a los capítulos de esta segunda parte. a) Introducción Nos vamos a ocupar de los conflictos surgidos en una configuración vincular en la que dos madres biológicas que cedieron sus hijos recién nacidos a un transexual que los crió, deciden -contando los niños cuatro y tres años- denunciarla por presunta apropiación de los menores, e iniciarle un juicio por restitución de hijos. b) Presentación La organización vincular a la que nos referiremos, está constituida por Celina, de 45 años, masajista y sus dos “hijos”, como ella los llama, Laura, de 4 años y Braulio de 3. Celina es transexual y concretó el cambio físico y legal de su identidad alrededor de sus 30 años, en un país extranjero. Está casada con Rafael, quien a partir de este juicio dejó de convivir con ella. Ana, madre biológica de Laura, quien tiene 27 años, es soltera, vive con su familia de srcen y trabaja en un comercio, e Inés, madre biológica de Braulio, de 29 años, soltera, vive con sus padres y es empleada administrativa. Ambas jóvenes conocieron a Celina a través de la profesión de ésta, quien les hacía masajes. Cada una en su momento, le fue confiando en base a la relación de intimidad y afecto que habían establecido, sus dudas y temores ante sus embarazos no deseados. El de Ana era producto de una violación y no se atrevía a comentarlo en su casa por temor a la violencia de su padre, quien golpeaba habitualmente a su madre. 5 Este capítulo es una actualización y ampliación de un trabajo anterior realizado por una de las autoras (Abelleira, H., 1995b). Inés quedó embarazada de una relación que su familia ignoraba. Por temor a la censura de ésta y a la reacción negativa del padre de su hijo, decidió ocultar su estado. A ambas, Celina les aconsejaba no abortar, idea que las rondaba y se ofrece a criarles los hijos, hasta que ellas se sientan en condiciones de hacerse cargo de los niños. Las dos acceden y una vez nacidos los menores, tanto Ana, como mas tarde 274 l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA Inés, los visitan en casa de Celina. Inés lleva a Braulio algunos fines de semana a su casa, diciéndole a su familia que el niño es hijo de Celina. Ana, en varias ocasiones en que tuvo enfrentamientos con su familia, se queda a vivir por algunos meses en lo de Celina. Los dos niños le dicen mamá a Celina, papá al esposo de ésta y llaman a Ana e Inés por sus nombres, como amigas de su madre. Tanto Ana como Inés, dicen que deseaban tener en algún momento a sus hijos con ellas. Ana estaba de novia con un joven que le proponía casarse. No quería hacerlo hasta no poder traer a Laura a vivir con ella, pero le costaba decidirlo. Inés lo deseaba, pero no se animaba aún. Las dos lo habían hablado con Celina, quien no se oponía a sus planes. En determinado momento, Ana empieza a desconfiar de las reales intenciones de Celina de reintegrarle su hija. Estimulada por su novio y sospechando que Celina podría irse del país con los niños, consulta un abogado. Aconsejada por éste, hace la denuncia por apropiación de menores y junto con Inés, que parece plegarse pasivamente a esta decisión, le inician un juicio de restitución de hijos. El comienzo del juicio y la denuncia sorprenden y enfurecen a Celina, quien se siente injustamente atacada por aquellas a quienes ayudó. Niega en todo momento haber tenido intenciones de irse del país con los niños. También el juicio inicia el develamiento del transexualismo de Celina, hecho ignorado hasta ese momento por Ana e Inés y por el entorno de las tres. El conflicto legal trasciende rápidamente el espacio de Tribunales, toma estado público y el transexualismo de Celina parece transformarse en el eje del cuestionamiento de la tenencia de los menores. El Tribunal que interviene resuelve quitarle los niños a Celina y darlos en guarda provisoria a un matrimonio que los conoce, pero que no tiene un vínculo significativo con ellos. Se fijan encuentros de Laura y Braulio con sus madres biológicas en un centro de salud, con presencia de psicólogos y custodia policial, tendiendo a instalar un tratamiento terapéutico. Se suspende el contacto de Celina con los niños hasta la realización de los estudios periciales. En este momento se solicita nuestra intervención a fin de “evaluar el estado psicológico de los niños, así como las personalidades y capacidad maternal de las tres: Celina, Ana e Inés”. Nuestra intervención es solicitada cuando ya se habían tomado decisiones de relevancia respecto a esta organización vincular, algo no habitual en cuestiones de familias, salvo cuando se piensa que los niños están en situación de riesgo. Y aún en esos casos, lo usual es convocar a una audiencia (ver Cap. II) y resolver en base al asesoramiento psicológico. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 275 Nos preguntamos entonces: ¿Estaban en riesgo Laura y Braulio?... ¿De qué había que preservarlos?... ¿Qué amenazaba en la inmediatez sus subjetividades?... ¿Era el vínculo con Celina tan nocivo para ellos que había que desalojarlos del contexto vincular en que habían transcurrido sus vidas desde que nacieron y trasladarlos a un lugar desconocido para ellos, y a cargo de dos personas a las que conocían muy poco?... ¿Por qué suspender todo contacto de los niños con Celina?... ¿Cuál era el sentido de fijar encuentros con Ana e Inés en un lugar también extraño y “supervisado” por expertos? Todos estos hechos y sus efectos en los niños, nos interrogaban y tratábamos de poner distancia frente a esta especie de “compulsión a actuar”, que parecía haberse adueñado de la intervención judicial. Inclusive fuimos citadas al Tribunal para tener una conversación previa a la Intervención Pericial y advertimos una situación no habitual en los funcionarios. Observamos una división entre ellos en las actitudes ante el conflicto planteado: por un lado, estupor e incredulidad ante las características de Celina, sus dichos, su postura, su relación con los niños y en consecuencia una especie de parálisis para pensar y resolver; por otro, una postura crítica, de rechazo y de intensa censura a la existencia misma de un ser como Celina, que sin duda, condicionó las primeras medidas que se tomaron respecto a los menores: interrumpir abruptamente no sólo la convivencia sino todo contacto de los niños con Celina, sin poder esperar el Dictamen Pericial… ¿O suponiendo a priori que el mismo avalaría desde lo psicológico la exclusión de Celina de la vida de Laura y Braulio? c) Reflexiones teórico-clínicas en torno a esta intervención Se nos tornaba ineludible, la necesidad de reflexionar y problematizar nuestros posicionamientos teóricos y nuestras prácticas, a fin de evitar frente a este desafío, la huida del enfrentamiento con la incertidumbre y el puro interrogante, o el refugiarnos en la supuesta seguridad de las “certezas teóricas” o en el “todo vale” facilitando por cierto clima actual. Un hecho que nos resultó interesante para reflexionar en relación al transexualismo es la relativamente escasa presencia de un lugar en la Psicología desde el cual se los nombre, se reconozca su existencia, primera forma de legitimación. Nos referimos a la escasez de bibliografía y estudios especializados sobre el tema, especialmente desde conceptualizaciones vinculares. Esto daría cuenta de una dificultad de reconocer lo diferente, pese a que el tejido social más laxo les ha permitido un mayor protagonismo y en consecuencia, una lucha por sus derechos en diferentes terrenos. Entre ellos, el terreno de lo jurídico, donde empiezan a aparecer sujetos que portan la denominación de transexuales, en la búsqueda de legalización de lugares y funciones parentales, que ejercían de hecho hacía tiempo o que aspiraban a ejercer. Demanda impensada hasta hace relativamente poco tiempo y que promueve en los profesionales intervinientes, obstáculos para pensar, provenientes de un primer entrampamiento en actitudes valorativas (bueno/malo; sano/enfermo) como expresión de la dificultad ante la complejidad e incertidumbre que estas situaciones plantean. Un primer interrogante entonces sería: ¿Qué es el transexualismo, cómo lo conceptualizamos tanto en el terreno de lo subjetivo como de lo vincular? El diccionario dice: “Transexualismo: sentimiento delirante que sufre un sujeto de morfología sexual normal, de pertenecer al sexo opuesto, general mente acompañado del deseo de cambiar de sexo ”. (Diccionario Enciclopédico Hachette276Castell), l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA El término fue introducido en 1953 por el psiquiatra norteamericano Harry Benjamín, para designar un trastorno puramente psíquico de la identidad sexual (Roudinesco, E. y Plon, M., 1998). Si pensamos desde el Psicoanálisis, el sujeto humano sexuado no viene constituido desde el nacimiento, sino que por el contrario, se organiza en el seno del entramado edípico. Es decir, que la identidad sexual, no es natural y dada (más allá del cuerpo biológico), sino que es algo sujeto a ser construido y asumido. Algo que puede acontecer en una dirección diferente de lo que la biología estaría marcando. Cualquiera sea el derrotero, este proceso transcurre siempre en el seno de un campo vincular estructurante de la subjetividad y atravesado por los modelos culturales predominantes. El camino elegido o el camino posible para un niño, depende de la singularidad de esta trama vincular en la cual recibe y promueve efectos. Proceso ligado al establecimiento y consolidación de identificaciones predominantes en cuanto a su ser sexuado. Desde esta mirada, el rastreo de la historia identificatoria en orden a la evaluación de las identificaciones predominantes y la cualidad de las mismas en la construcción de la subjetividad, las características de su operatoria en el vínculo con los menores ubicados en el lugar de hijos, así como con respecto al lugar de la ley y la terceridad, se constituyen en indicadores a tener en cuenta. Es decir, que pasado el impacto de lo nuevo y diferente como obturador del pensamiento, pudimos poner distancia de la involucración inicial y la toma de partido y volver a posicionarnos ante la lectura y develamiento del significado de esta contienda vincular, privilegiando el interés de los menores en orden a: • Las características psicológicas de quienes ocupan o disputan el lugar ma- terno en relación al tipo de identificaciones predominantes. • Cualidades del vínculo materno-filial de cada una, en especial en cuanto a las funciones de sostén y diferenciación. • Posibilidad de quien ocupa ese lugar, de incluir al otro. Desde dónde y cómo. • Lugar de los hijos ante el conflicto vincular. Así, en este caso singular, una manera de preservar una intervención no obturada por aspectos ideológicos, se sustentó en el esfuerzo de un encuadre de trabajo centrado en la evaluación de todo el contexto vincular de los menores, así como del funcionamiento psicológico de éstos. Tendiendo a priorizar, como es habitual en la intervención con familias, aquellos vínculos más próximos a la exogamia y la cultura. d) Reflexiones acerca de nuestra intervención Realizamos varias entrevistas individuales con Celina, Ana e Inés; una en- trevista conjunta con los menores Laura y Braulio y entrevistas vinculares de los niños con Celina, de Ana con Laura y de Inés con Braulio. Trabajamos en las tres entrevistas vinculares con la consigna “Hora de juego conjunta” (Cap. V y VI). Celina se presenta como una mujer, tanto en lo que hace a su aspecto físico y su vestimenta, como a su manera de expresarse y ubicarse ante el otro. Es expresiva, vivaz, inteligente y sagaz observadora. Posee un lenguaje am277 plio y rico, y expresa sin dificultades sus emociones. Por momentos, se muestra intensamente angustiada ante la situación actual, que vive como un despojo de los niños y un ataque a su persona, que a la vez la enfrenta con momentos críticos de su historia personal. En otros tramos de la entrevista, surgen aspectos exhibicionistas de su personalidad, que favorecidos por el estado público que ha adquirido la contienda, tienden a confundirla y a estimular en ella actitudes e ideas de corte narcisista. CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS Dice de sí misma: “Soy polémica”. Y en realidad, su ser y su historia lo son. El enfrentamiento con la identidad de Celina promueve y moviliza en el entorno, sentimientos y fantasías anudadas a cuestiones fundantes de la vida del hombre. ¿Quién es Celina? Nació varón, pero como ella relata, desde muy pequeña jugaba y se vestía como una nena. En su familia pareció encontrar condiciones que favorecieron su posicionamiento femenino. Su larga y dolorosa lucha por definir el conflicto entre su identidad biológica y su identidad psicológica (que incluyó tratamientos diversos, consultas médicas y numerosos estudios), culmina con la operación que aproxima su cuerpo a lo que siente ser, realizada alrededor de sus 30 años, aconsejada por un médico que considera su salvador. Psicológicamente, Celina es mujer. Hay un predominio marcado de identificaciones femeninas en la construcción de su subjetividad, con una peculiar acentuación dentro de lo femenino, del aspecto maternal, aquello que biológicamente no podrá lograr. Esto parece determinar en ella una búsqueda obsesiva de satisfacción de esa vertiente de su identidad, que se canaliza en el desempeño de la maternidad con numerosos niños o jóvenes que por diferentes razones carecían de madre y a quienes cuida en distintas etapas de sus vidas. Cuenta de este modo con gran número de hijos, “hijos del amor” como ella dice, con todos los cuales sigue manteniendo un vínculo positivo y estable y por los que es llamada “mamá”, pese a que no conviven con ella desde hace años. Pero es recién con Laura y Braulio que Celina concreta sus anhelos de maternidad desdeiniciado el comienzo de los pequeños. Con losdiversos, otros hijos, el vínculocasi se había a losde 4, la 7, vida 8 y más años y por períodos de ahí que su vínculo con estos dos niños, sea intenso y especialmente significativo. Lo maternal, eje y sustento de su “ser mujer”, se escenifica en las entrevistas vinculares en la posibilidad de percibir y discriminar las necesidades de los dos pequeños, intensamente afectados por la situación de abrupto cambio de su organización cotidiana, devolviéndoles contención y amparo. Su presencia y su manera de relacionarse con ellos, calma y alegra a los niños, que parecen recuperar una conducta más organizada y segura, que les permite armar un juego, plantear preguntas y reclamos y expresar afectos y necesidades. Ana es una joven seria y distante, que relata en forma clara, pero con un lenguaje simple y con escaso compromiso afectivo, tanto la situación actual como las circunstancias de su historia, marcada por un clima de violencia conyugal constante entre sus padres, de la que ella y sus hermanos eran espectadores habituales. Este padre alcohólico, violento y esta madre sometida, siempre padeciendo algo en el cuerpo, no parecen haberle brindado el afecto y la contención que hubiera necesitado, especialmente cuando es violada y queda embarazada. 278 l I II DA A BHLLEIRA - N ORMA D BLUCCA Ya iniciada su relación con Celina, es con ella con la única que comparte lo que le promueve este hecho y es con su apoyo que decide tener su hija y dársela para que la críe, con la idea de poder hacerse cargo ella de la niña, en algún momento futuro. Llama la atención en Ana, cómo su estilo monocorde de relato y la distancia emocional que instala, cambian cuando se refiere a Celina. Al hablar de ésta se enoja mucho y se expresa con resentimiento por lo que considera un manejo por parte de ella y por quien se siente engañada. Resultan, no obstante, muy poco consistentes las referencias y razones que da de dicho manejo. En el vínculo con Laura, Ana se maneja con dificultades. Le resulta costoso acercarse a la niña y comprender sus necesidades. Ésta inicialmente la rechaza y luego reclama su atención en forma imperativa. Con cierta rigidez y gran distancia afectiva, Ana trata de imponerle un orden, un “deber hacer” que sólo genera en Laura más demanda y más desorden. Impotente ante sus limitaciones, aparece recurrentemente en Ana, la atria Celinalade la culpa por el rechazo de Laura a quien, según ella, aquella le ha llenado cabeza en su contra “bución ”. Inés es una joven sonriente y que establece fácilmente contacto con el otro. No obstante, frente a la situación de su maternidad, la relación con Celina y Ana, y el juicio que se tramita, se muestra insegura, vacilante y llena de dudas y contradicciones. De la relación con su familia puede hablar muy poco. Parece arrepentida del juicio iniciado; dice estimar y valorar a Celina y si bien desearía tener a su hijo con ella, es claro que no se siente aún en condiciones de concretarlo. En la entrevista vincular con Braulio, aparece vacilante, insegura, desconcertada, buscando apoyo constantemente en nuestras presencias. Las demandas del niño la angustian y reacciona como una niña más, sin poder instrumentar recursos de contención, lo que irrita y desorganiza al pequeño. Nuestra mirada,por centrada como (una decíamos de esta trama constituida tres mujeres de lasantes, cualeseneslaloevaluación que se denomina “transexual”) y dos niños, tendía a descentrarse una y otra vez de la configuración vincular, atraída por la fuerza de ese campo de interrogación que resulta el transexualismo y sus efectos vinculares. ¿Con qué rango incluirlo en la evaluación psicológica de Celina y de su capacidad maternal? ¿Es un obstáculo o no para la función que viene desempeñando en la vida de estos niños desde su srcen, como parecen considerarlo las resoluciones del Tribunal? Volviendo a los vínculos de las tres con los niños, es en su evaluación que debía centrarse nuestra reflexión y análisis. ¿Qué cualidad maternal posee el vínculo de cada una de ellas con los menores? Las entrevistas vinculares dieron cuenta con claridad, de que la relación de Celina y los niños se recortaba como un vínculo sólido, de indudables características materno-filiales, que contenía a Laura y Braulio en forma natural y CLÍNICA FORENSE ENFAMILIAS 279 espontánea, favoreciendo la capacidad lúdica de ambos, así como el acercamiento entre ellos y actitudes autónomas. Los dos niños mostraron un desarrollo intelectual y emocional esperable para sus edades, dando cuenta en su desempeño y sus producciones simbólicas, de una adecuada identificación con su propio sexo. Por el contrario, ni Ana ni Inés lograron crear condiciones en las entrevistas vinculares con los niños, que permitieran evaluar capacidad de ejercer en esos momentos, alguna modalidad de acercamiento maternal. Pareciera tornarse claro que el reclamo de los hijos biológicos, más que en un genuino deseo de ejercicio de lo maternal, se basaba en situaciones competitivas y ambiguas del vínculo de ambas jóvenes con Celina, así como de la eclosión de situaciones críticas en la relación consigo mismas. Otro dato que corroboraba la mayor solidez del vínculo de Celina con los menores, era su disposición a seguir favoreciendo el encuentro de Ana e Inés con los niños, si el Tribunal decidiera no quitarle a ella la guarda de Laura y Braulio, así como sostener firmemente el vínculo con los niños, si fueran restituidos a las madres biológicas. Ana por el contrario, se oponía a todo encuentro de Celina con Laura, e Inés si bien no se oponía, se sentía incapaz de enfrentar esa situación. Por el momento y con el carácter de provisoriedad de todo lo nuevo, podemos decir que sólo la evaluación rigurosa de cada situación singular, permite dar respuestas claras y desideologizadas. En capítulos anteriores, mostramos otras situaciones donde la focalización en el discurso de una sola de las partes, impedía la evaluación de la complejidad de una trama vincular. En este caso, directamente se desestimó de antemano la posibilidad de que Celina, por quedar cercada por su condición de transexual, pudiera ser más apta que las madres biológicas para ofrecer a estos niños un contexto familiar donde vivir, crecer y autonomizarse. Así también nos parece importante señalar, que a los que trabajamos en el camporenovados de la Psicología Forense, un tema como el planteado en exige esfuerzos de construcción interdisciplinaria coneste los capítulo, jueces y equipo jurídico, a los efectos de evitar lecturas defensivas y unilaterales, que desde lo ideológico obturan la percepción y captación, de los procesos centrales que se juegan en los vínculos materno-filiales. 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