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Caracteristicas Y Factores Determinantes De La Pobreza En El Peru

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CARACTERISTICAS Y FACTORES DETERMINANTES DE LA POBREZA EN EL PERU Presentación Resúmen Ejecutivo CAPITULO I………………………………………2 Introducción CAPITULO II……………………………………...4 2.1 Concepto de la Pobreza 2.2 Medición de la Pobreza CAPITULO III……………………………………12 3.1 Educación y Pobreza 3.2 Inserción Laboral y Pobreza 3.3 Ramas de Actividad 3.4 Categoría Ocupacional CAPITULO IV……………………………………15 4.1 Marco Teórico e Hipótesis 4.2 Determinantes de la Pobreza CAPITULO V…………………………………….21 5.1 Regresión Logit y Probit 5.2 El Universo y la Muestra 5.3 Selección de las Variables de Interés 5.4 Análisis de Datos CAPITULO VI……………………………………25 6.1 Evidencia Empírica . 6.2 Conclusiones y recomendaciones REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ANEXO ESTADISTICO 1 I. INTRODUCCION Si bien el programa de estabilización y reforma estructural que se ha venido aplicando desde la segunda mitad de 1990, ha modificado las relaciones básicas de la economía peruana al otorgar una mayor preponderancia a los mecanismos de mercado en la determinación de las variables macroeconómicas; no ha conseguido logros comparables en relación a la reducción de la pobreza. Los niveles de pobreza en el Perú son aún bastante elevados, su incidencia y gravedad en la sociedad peruana es evidente y visible. Según la Encuesta Nacional de Hogares, el 37.6 por ciento de la población peruana está en situación de pobreza de los cuales el 21.7 es pobre no extremo y el 15.9 se encuentran en condición de pobreza extrema. Esta presencia de "pobres" por un lado, afecta las relaciones humanas; provoca repulsión y alejamiento; pero también inspira compasión, indignación y solidaridad (Figueroa, et. al. 1996); por otro, una situación de pobreza muy marcada puede ser económicamente ineficiente para nuestra sociedad. Así la pobreza en el Perú, de una u otra manera, representa un desafío y es uno de los grandes problemas de la agenda social que aun queda por resolver. ¿Cómo explicar estos altos niveles de pobreza que experimenta nuestro país?. Entender, debe pasar por explicar y tener una interpretación del fenómeno de la pobreza. Hay que responder a una serie de interrogantes: ¿Cuáles son los factores determinantes de la pobreza en el Perú? ¿Qué medidas de política deben de implementarse? Es decir, se trata por un lado, de identificar las variables que explican la pobreza y por otro, darle la importancia cuantitativa a cada una de las variables en la explicación de la pobreza en el Perú. Sólo así estaremos en condiciones de implementar políticas adecuadas y eficaces de lucha contra la pobreza ya que tendremos identificado de manera jerarquizada los factores que determinan la pobreza. No todos los factores tienen la misma ponderación en la explicación de la pobreza, por lo tanto, no se pueden implementar eficazmente al mismo tiempo y con igual fuerza todas las recomendaciones emanadas de los factores explicativos. Es importante identificar y cuantificarlos para priorizar la inversión y el gasto, más aún si los recursos son limitados. Los estudios existentes sobre el tema de la pobreza en el Perú, abordan fundamentalmente el lado de estimación cuantitativa de la pobreza, los mismos que no permiten entender los factores o variables que explican la condición de ser "pobre" que pueda tener un individuo o el hogar al que pertenece. En ese sentido, por ejemplo, intentaremos responder interrogantes como ¿Es la pobreza resultado de una falta de educación? La investigación que planteamos pretende avanzar en esta dirección. Con ese fin desarrollaremos un marco teórico que nos ayude a responder las interrogantes planteadas. Son dos los objetivos centrales de la investigación. En primer lugar, identificar los factores que explican y determinan la pobreza en el Perú. Y en segundo lugar, cuantificar cada una de las variables que determinan la pobreza en el Perú, destacando la importancia relativa (se trata de encontrar valores que puedan atribuirle la importancia en la explicación de la pobreza). Complementariamente se desarrollarán las bases analíticas para el diseño de políticas eficientes y eficaces para enfrentar el problema de la pobreza en el Perú. El presente informe final de investigación tiene por objetivo exponer fundamentalmente el marco conceptual y teórico en que se fundamenta el problema planteado y presentar los resultados principales de la evidencia empírica para el caso peruano. Para ello el trabajo se ha estructurado de la siguiente manera: en el capítulo uno se desarrolla las principales discusiones teóricas que existe a propósito del concepto de pobreza y los criterios para identificar a los pobres. Así mismo, se desarrolla las principales metodologías que se usan para la cuantificación de la pobreza; se desarrolla los índices de pobreza de Sen y FGT. 2 El segundo capítulo, se presenta de manera breve las principales características de la pobreza en el Perú a partir de la información proporcionada por la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). El tercer capítulo, está dedicado a presentar las principales discusiones teóricas e hipótesis que se han desarrollado a propósito de las causas que determinan la pobreza, las mismas que son acompañadas por discusiones empíricas. Para finalmente presentar -en base a toda la discusión realizada inicialmente- lo que a nuestro juicio vendría a ser nuestra hipótesis del trabajo (los resultados), es decir los factores determinantes de la pobreza en el Perú. En el cuarto capítulo, se presenta y analiza los principales resultados del análisis econométrico de la regresión Logit, en el se discute los principales factores que determinan la probabilidad de ser jefe de un hogar pobre. Claramente variables como capital humano y variables demográficas resultan tener incidencia en la probabilidad de ser jefe de un hogar pobre, similar importancia se le asigna a factores relacionados con la situación ocupacional, aunque con una incidencia menor. Es decir el nivel educacional y el número de personas en el hogar influencian en la probabilidad de ser pobre. Claramente esto nos indica la importancia que hay que dar a lo que son políticas educacionales como factor para mejorar la situación de los pobres del país. Del mismo modo variables asociadas al capital físico público y privado e institucional aparecen como palancas importantes para superar el problema de la pobreza en el Perú. 3 CAPITULO II Enfoques Teóricos sobre el Concepto y la Medición de la Pobreza Este capítulo tiene doble objetivo. De un lado, hacer una revisión teórica de las distintas concepciones de la pobreza, y por otro, revisar las metodologías que existen para medir la pobreza. Es claro, que los distintos conceptos que se han desarrollado sobre la pobreza están íntimamente ligados a los distintos enfoques que se usen para medir la pobreza. En ese sentido, la determinación del enfoque de medición y por lo tanto el concepto es particularmente importante por que dependiendo de ella una proporción considerable de la población puede ser considerada pobre o dejar de ser pobre. 2.1 CONCEPTO DE POBREZA: Aspectos Teóricos Sobre el concepto de la pobreza se han manejado fundamentalmente dos concepciones teóricas que se diferencian entre si por la forma en que se define la situación de pobreza3. La primera es el criterio subjetivo y la segunda es el criterio objetivo de la pobreza, el que a su vez tiene dos variantes: la absoluta y la relativa (De la Piedra, 1984). 2.1.1. La concepción subjetiva de la pobreza Esta concepción se basa en que cada persona o familia evalúa su propia situación, y en base a esta percepción subjetiva (juicio de valor) se considera pobre o no pobre. Es decir, se define como pobres a aquellas personas y/o familias que no satisfacen lo que ellas mismas consideran como sus necesidades básicas. Este criterio considera que los individuos o familias tienen gustos y preferencias diferentes, por lo tanto deben de tener diferentes consideraciones acerca de lo que es necesario para un nivel de vida adecuado. En la práctica son pobres aquellos que se consideran como tales. ¿Cómo saber si una persona y/o familia se considera a si misma pobre o no?. Hay dos formas: preguntarle directamente, u observar su comportamiento. Cuando se le pregunta a una persona y/o familia si es pobre o no, ésta describirá el grado en que satisface sus necesidades básicas, para lo cual previamente habrá definido cuales son esas necesidades comparando su situación con la de aquéllos que la rodean. En el fondo, en términos económicos, se le está pidiendo a la persona que mida su utilidad total de acuerdo a su propia escala de utilidad. Esta definición de pobreza es poco útil para realizar formulaciones de política de ataque a la pobreza, por varias razones. En primer lugar, como este se realiza para cada individuo y/o familia, presenta limitaciones cuando se intenta ver a nivel agregado. En segundo lugar, la veracidad y la relevancia de la información proporcionada por la persona y/o familia es cuestionable, tanto por los recursos con que dice contar como al grado de satisfacción de sus necesidades ya que estas últimas están referidas a situaciones hipotéticas y no efectivamente a situaciones vividas. Por otro lado, observar el método de comportamiento consiste en buscar indicios que muestren si la persona y/o familia se considera a si misma como pobre (observar pautas de consumo, de ahorro, de búsqueda de nuevas fuentes de ingreso, etc.). La principal limitación de este método es que la persona y/o familia tiene que tener un comportamiento que lo señale como pobre, pero estas no siempre son exclusivas de los pobres. 4 Mas allá de los problemas particulares que presenta cada uno de los métodos por medio de los cuales se trata de identificar la pobreza subjetiva, existen problemas comunes. En primer lugar, el comportamiento de un individuo, observado, no necesariamente indica que sea pobre si es que él ignora que es pobre. En segundo lugar, para elegir las familias o los individuos objeto de análisis se necesita un criterio previo objetivo. Y, en tercer lugar, el método subjetivo no permite la agregación que es sumamente importante para la formulación de políticas, ya que sólo identifica situaciones de pobreza individual. 2.1.2. La concepción objetiva de la pobreza La determinación si un individuo y/o familia se encuentra o no en situación de pobreza se hace en base a criterios objetivos externos y únicos para todos los individuos y/o familias que se establecen de manera a priori (estos pueden ser: ingreso, consumo de ciertos bienes y servicios, etc.). La bondad de esta concepción con respecto a la anterior, es su facilidad de agregación, por lo tanto su utilidad para la formulación de políticas de lucha contra la pobreza. Desde la concepción objetiva, tenemos dos puntos de vista de la pobreza: relativa y absoluta. 2.1.2.1 La pobreza relativa El bienestar de una persona y/o familia no depende del nivel absoluto de su consumo o ingreso, sino en relación con los otros miembros de la sociedad. En ese sentido, la pobreza se define como una situación de insatisfacción de necesidades básicas en relación al nivel medio de satisfacción de la sociedad. Este método tiene algunas limitaciones. En primer lugar, como la medición relativa busca definir las situaciones en que las necesidades básicas no son satisfechas, sin embargo no se toma un mínimo de satisfacción de cada una en términos de mera subsistencia como estándar, sino que éste se define en referencia al nivel medio de satisfacción en la sociedad. Esta limitación introduce una más, si en algún momento del tiempo podemos contar con observaciones comparables, los cambios en el nivel medio de satisfacción introducen problemas para la comparabilidad de los indicadores agregados en dos momentos diferentes del tiempo. Como señala, De la Piedra (1984) el uso del concepto relativo de la pobreza resulta adecuado, por su propia naturaleza, para el estudio de diferencias entre dotaciones de recursos o capacidades de consumo, pero difícilmente permite poner el acento en las situaciones en que lo grave no es la privación relativa, sino la privación absoluta, es decir, en situaciones donde los requerimientos mínimos para mantener la vida en condiciones humanamente están ausentes o incluso donde la supervivencia física puede estar en peligro, tal como es el caso de nuestro país. Es decir, donde exista grandes diferencias entre grupos de población -tal como es el caso de nuestro país- el enfoque relativo aporta poco en términos de ayudar a solucionar el problema de la pobreza. 2.1.2.2 La pobreza absoluta Según esta concepción, el bienestar de una persona y/o familia depende del nivel absoluto de consumo o ingreso en relación a los estándares mínimos compatibles con la dignidad humana, lo que implica la satisfacción de un grado suficiente de sus necesidades esenciales. Esto quiere decir, que si las familias y/o personas no cubren satisfacer estos estándares mínimos de necesidad (de consumo o ingreso), se consideran pobres; es decir son familias cuyas condiciones de vida no son compatibles con lo que la sociedad acepta como adecuado. Este enfoque permite obtener observaciones comparables tanto en el momento como en el tiempo, sin embargo, la definición de lo que son necesidades esenciales (o estándares mínimos) para tener una condición de vida decente aún depende de la percepción del investigador, lo que introduce cierto grado de subjetividad. En todo caso, lo crucial es lograr un acuerdo sobre los mínimos aceptables de satisfacción de las necesidades básicas. 5 En países como el nuestro donde la pobreza extrema esta bastante extendida, el camino más adecuado para estudiar la pobreza, es conceptualizarla como un fenómeno absoluto dado la facilidad para diseñar políticas de lucha contra la pobreza (De la Piedra, 1984; Banco Mundial, 1980). El procedimiento para expresar el nivel mínimo aceptable de satisfacción de necesidades básicas (pobreza absoluta) se puede realizar a través de tres métodos: el de la Línea de Pobreza (LP), el Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y el Método Integrado (MI). a) El método de la Línea de Pobreza El método de estimación de la línea de pobreza absoluta parte en primer lugar, por determinar las necesidades básicas y los límites mínimos de satisfacción considerados aceptables y, en segundo lugar, consiste en valuar los mínimos aceptables de cada necesidad en términos de gasto mínimo involucrado. La sumatoria del valor se expresa en términos de ingreso total mínimo que viene a constituir la línea de pobreza. Es decir, se estima en base a los costos de las canastas de consumo de alimentos más el costo del consumo básico de necesidades no alimentarias (canasta normativa de satisfactores esenciales)5 representativas de cada país y que sean capaces de cubrir tanto los requerimientos nutricionales mínimos de los hogares como para satisfacer las necesidades básicas no alimentarias (Feres y León, 1990). El valor de esta canasta constituye una línea o límite por debajo del cual se considera que un hogar o familia está en situación de pobreza. El valor de la Línea de pobreza se mide en unidades monetarias, la que puede ser resumida en el ingreso o el gasto de los hogares o familias. Así, si el ingreso total de una familia es inferior a la línea de pobreza se le considera pobre. Son varias las críticas que se hacen a este método. La principal radica en que la variable resumen (el ingreso o el gasto) no refleja necesariamente el nivel de satisfacción de todas las necesidades básicas, ya que algunas de ellas requieren de políticas complementarias, como pueden ser las políticas sociales (p.e. el acceso a servicios públicos como agua, desagüe, electricidad, etc. depende en gran medida de la acción que realice el Estado). En éste método también se reconoce claramente que lo importante es la satisfacción de necesidades básicas y no el ingreso per se, siendo éste solamente el vehículo por medio del cual dicha satisfacción puede llevarse acabo; sin embargo esto es olvidado y el ingreso pasa a ser el único objetivo de estudio y política. Otra de las críticas se refiere a que no es realista suponer una línea de pobreza fija en una sociedad en continuo cambio, en ese sentido el carácter de "absoluto" deberá tener cierto grado de relatividad en el tiempo, significa que los requisitos mínimos socialmente aceptados también tenderán a ser cada vez más altos. Esto último no invalida el carácter "absoluto" ya que lo que se hace es considerar nuevos mínimos absolutos, determinados independientemente de la distribución de los aumentos de recursos en la sociedad. Claramente prima el criterio de subsistencia y no los relativos a desigualdades. Fijar una línea de pobreza más alta implica que las políticas públicas estarán encaminadas a dotar a los pobres de un mayor nivel de recursos y no a reducir las desigualdades existentes (De la Piedra, 1984)7. Por otra parte, Iguiñiz (1994) llama la atención sobre el hecho de que la línea de pobreza o indigencia no mide cuán pobre es alguien, ni cuán lejos de la línea de pobreza o de indigencia está, sino simplemente si está encima o debajo de un límite determinado. b) El método de Necesidades Básicas Insatisfechas El método parte por definir las necesidades básicas que debe tener una familia, para considerar después como pobres a aquellas familias que no cumplen con un nivel de satisfacción mínimo de tales necesidades, es decir presentan una o más carencias. 6 Las restricciones del método de NBI están referidas a los supuestos adoptados, los que inciden en la cuantificación de la pobreza. La primera restricción se refiere a la selección de las necesidades básicas y los indicadores a elegir. En América Latina la información se presenta como la mayor limitante de las necesidades específicas a considerar, siendo los indicadores mas usuales: el hacinamiento, las viviendas inadecuadas o improvisadas, el abastecimiento inadecuado de agua, las carencias de sistemas para eliminar excretas, la inasistencia a escuelas primarias de los menores y un indicador indirecto de subsistencia económica que asocia el nivel educativo del jefe del hogar con la tasa de dependencia económica. Si bien la elección de necesidades e indicadores está sujeta a la información disponible los especialistas tienden a escoger un sub - grupo de los mismos. El mayor problema del método de NBI es que el número de necesidades a considerar tiende a incidir en la cuantificación específica de la pobreza, debido que a medida que se agregue una necesidad un hogar que no era considerado pobre puede llegar a serlo (presentar carencia por esta necesidad incorporada)9. De esta forma, "...el número de pobres indentificados no es independiente del número de rubros de necesidades básicas que se seleccione. Cuando mayor sea éste, tanto mayor será la incidencia de la pobreza". La segunda se refiere a los criterios mínimos considerados para cada uno de las necesidades elegidas. Si bien estos criterios mínimos están sujetos al desarrollo de las sociedades, conviene enfatizar los problemas subyacentes de lo que se denomina la definición política de la pobreza que "tiende a reflejar el nivel de ingresos o de satisfacción de las necesidades en el cual la sociedad siente alguna responsabilidad de dotar a las personas". En países que han sufrido un deterioro de las condiciones de vida, esta noción puede llevar a incorporar en los indicadores utilizados para medir pobreza (los criterios mínimos elegidos) la situación misma de pobreza, "ajustando" los indicadores hacia abajo. La última restricción está referida a la norma utilizada para definir la pobreza. Más allá de una discusión sobre si es suficiente considerar una necesidad insatisfecha para que un hogar sea pobre, se encuentra el otorgar igual valoración a hogares que presentan diferentes intensidades de carencias. La forma como se ha aplicado el método de NBI no considera el grado de insatisfacción en cada necesidad específica (la brecha), y otorga igual peso a cada necesidad. Para suplir esta deficiencia Boltvinik desarrolló una metodología -similar a la utilizada en el indicador de brecha de ingreso- para medir la intensidad de la pobreza. El método de NBI toma en cuenta las necesidades que dependen de los derechos de acceso a los servicios brindados por el Estado o la propiedad de activos de consumo (ésto es, vivienda), por lo que de las 6 fuentes de bienestar señalas por Boltvinik (1992) sólo considera dos. Al centralizarse en el consumo público y la inversión pública y privada, las políticas que se derivan son aquellas que inciden sobre la educación, vivienda y saneamiento básico. Esto está más referido a carencias estructurales. Una limitación adicional subyacente es que no se asume la calidad de los bienes y servicios considerados. La construcción de indicadores en los últimos años está avanzando en suplir esta deficiencia. c) El Método Integrado El método Integrado de Pobreza es la conjunción del método de la Línea de Pobreza y el método de las Necesidades Básicas Insatisfechas. 7 El método parte por reconocer la complementariedad entre los dos métodos desarrollados anteriormente, así algunas necesidades que no son tomadas en cuenta por un método, si son consideradas por el otro13. Esta complementariedad se dá incluso a nivel de implicancias de política. A partir de esto se señala que el método de línea de pobreza y el de Necesidades Básicas Insatisfechas estarían midiendo una "pobreza coyuntural" y una "pobreza estructural" respectivamente. Así el método integrado ha dado lugar a la definición de nuevas categorías del enfoque de pobreza absoluta permitiendo diferenciar tres segmentos de grupos de pobres. Entonces, es a partir de la combinación de estos dos métodos, que encontramos que los pobres están conformados por aquellos considerados: a) "pobres crónicos", que constituyen el núcleo básico de la pobreza; b) los "pobres recientes" que si bien conservan la infraestructura doméstica básica y no presentan carencias estructurales se han 'deslizado' por debajo de la línea de pobreza por lo que la perpetuación de sus bajos ingresos puede llevar a presentarla (pérdida de sus inversiones acumuladas); c) los "pobres inerciales" que podrían ser considerados como aquel grupo que en la coyuntura presentan ingresos superiores al mínimo pero que no han llegado a satisfacer algunas necesidades básicas. El lograr la complementa-riedad del método de NBI y la línea de pobreza no parte de una integración acrítica de ambos, sino de precisar cuáles necesidades se verificarían por uno u otro método. De esta forma, las necesidades que dependen de la inversión y el consumo público (educación, salud, abastecimiento de agua potable) y de la inversión privada (inversión acumulada del hogar, vivienda) se cuantifican por el método de NBI, y los que dependen del consumo privado corriente por el de la línea de pobreza. Los servicios de salud, seguridad social y educación tienen un tratamiento mixto. Para las personas que no tienen acceso a los servicios gratuitos brindados por el Estado el costo de dichos servicios es incluido en la línea de pobreza, mientras que en el caso inverso estas necesidades se consideran satisfechas. El ingreso utilizado es el efectivamente disponible por lo que se incorpora el gasto (o ingreso) del hogar por pago en vivienda (en el caso de alquiler), las compras de activos de consumo durable entre otros. En general, se debe precisar con exactitud cuales necesidades están siendo consideradas por cada método para evitar duplicidades. La principal crítica a este enfoque radica que para el efecto de las mediciones se requiere de la participación de las dos metodologías sin modificación alguna; por lo que los problemas que se enfrentan cuando se aplica cada una de ellas por separado siguen subsistiendo. 8 2.2 LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Existe una amplia literatura para medir la pobreza16. Por "medir la pobreza" se entiende el caracterizarla en términos de tres variables: la incidencia de la pobreza (el número de pobres), la intensidad de la pobreza (cuán pobres son los pobres, la diferencia entre el ingreso de los pobres y la línea de pobreza) y, finalmente, la severidad de la pobreza (distribución del ingreso al interior de los pobres o el grado de desigualdad entre los pobres). Muchos investigadores han hecho los intentos de diseñar medidas amplias de pobreza que incorporen los tres aspectos antes mencionados17. Amartya Sen (1976) propuso condiciones ideales que debían cumplir los indicadores de pobreza para reflejar los cambios en la distribución del ingreso entre los pobres. Sen formuló dos axiomas que toda medida de pobreza debería satisfacer: el axioma de monotocidad y el axioma de transferencia. El primero de ellos, dice que, céteris paribus, una reducción en el ingreso de una persona que se encuentra por debajo de la línea de pobreza deberá aumentar el valor de la medida de pobreza. Por su parte, el segundo axioma, dice que, céteris paribus, una transferencia pura de ingreso de una persona que se encuentra por debajo de la línea de pobreza a cualquiera que tenga un nivel de ingreso más alto (puede ser también pobre), deberá de aumentar el valor de la medida de pobreza. El indicador incidencia de la pobreza (H) viola ambos axiomas, mientras que el déficit agregado de pobreza (D) y el normalizado o la brecha de ingreso (I) violan el segundo axioma. H = p/n ; I = (å Gi )/p, para i=1,2,...p y Gi = gi /z = (z- yi )/z; donde: p representa el número de familias pobres, n es el total de familias, z es la línea de pobreza, yi es el ingreso de la familia i, gi es la brecha de ingreso con respecto a la línea de pobreza de la familia i. Por lo que Sen deriva axiomáticamente un índice de pobreza que incorpora los tres indicadores basándose en una concepción ordinal de bienestar, que es una "suma ponderada normalizada de las brechas de ingreso individuales utilizando pesos no negativos"18. De manera, que su forma general es la siguiente: P = A å (gi vi ) donde: A es el parámetro de normalización y vi es el ponderador de gi. Mediante la operacionalización de los siguientes axiomas la expresión anterior se transforma en el índice de pobreza de Sen (Ps). En primer lugar, mediante el "axioma de ponderaciones de rango ordinales" se especifica como se determina el coeficiente de ponderación vi que recibe el déficit de pobreza de cada individuo i: éste es igual al rango que cada individuo ocupa en el ordenamiento interpersonal de bienestar de los pobres. En segundo lugar, mediante el "axioma de bienestar monotónico", se especifica cómo ordenar a los pobres según su nivel de bienestar. se asume que este último depende del ingreso de tal manera que a un mayor ingreso corresponde un bienestar mayor; es decir, si Wi (y) representa el nivel de bienestar del individuo i, entonces par i, j cualesquiera, si xi > xj , se cumplirá que Wi (y) > Wj (y), y por lo tanto que vi < vj. Por último, mediante el "axioma de valor normalizado de pobreza" se especifica el proceso de normalización. este dice que si todos los pobres tuvieran el mismo ingreso, entonces el indicador de pobreza sería el producto de H por I, entonces P = H Y. Según Sen, estos tres axiomas determinan unívocamente el siguiente índice de pobreza : Ps = H. [ I + (1-I) G ] donde: G es el coeficiente de Gini de la distribución del ingreso para los pobres, es decir para i = 1,2,...p. Ps no sólo toma en cuenta el número de pobres y la brecha de ingresos, sino que además incluye consideraciones de desigualdad entre los pobres. Del índice Ps se desprende que si aumenta la proporción de pobres (H), si aumenta el déficit de pobreza (Y) o si aumenta la desigualdad en la distribución del ingreso de los pobres (G), aumenta el valor de Ps. Es decir, este índice cumple con todas las condiciones señaladas para un índice de pobreza. 9 Foster, Greer y Thorbecke (1984) construyen una familia de indicadores que permite conocer las tres variables mas importantes que caracterizan al grupo de los pobres. Ellos son: el índice de head-count (H), el índice de la brecha de la pobreza (HI) y la medida de desigualdad entre los pobres (P2). donde: a puede ser interpretado como una medida de sensibilidad a la pobreza, es decir, este coeficiente refleja la sensibilidad asignada por las personas a la distribución del ingreso o del gasto al interior de los pobres: mientras más alto sea a le da más énfasis a los más pobres. Este índice toma la brecha de cada persona pobre como una fracción de la línea de pobreza (zyi)/z elevada a una potencia a, y sumando sobre las unidades pobres. Para valores de a>1, este índice no sólo toma en cuenta la incidencia y la intensidad de la pobreza, sino también es sensitivo al grado de desigualdad entre los pobres. Es decir, una transferencia de un sol a las unidades más pobres desde las menos pobres disminuirá el índice de pobreza Si a=2, el índice es igual a: Pa=2 = HI2 /H + [(H-HI)2/H ]C2 donde: C es el coeficiente de la variación del consumo entre los pobres. Esta medida puede ser interpretada como la suma de dos componentes: una cantidad debido a la brecha de pobreza y otra debido a la desigualdad entre los pobres. Es una medida de desigualdad entre los pobres, la que crece con el cuadrado de la distancia entre el gasto de cada pobre y la línea de pobreza. A mayor desigualdad entre los pobres, mayor es el valor de Pa=2. El índice tiene la ventaja para comparar políticas que tienen el objetivo de mejorar la situación de los más pobres. Sin embargo, no es tan fácil de interpretar como HI o H, constituyendo una limitación para propósitos expositivos. Si a=0 la medida de la pobreza Pa=0 = H = p/n, donde H es el ratio head-count (población pobre), significa que la medida es indiferente a la intensidad de la pobreza. Es decir, no brinda información sobre qué tan lejos de la línea de pobreza están los pobres, tampoco es útil para realizar análisis de impacto de ciertas políticas sobre los pobres. Es de fácil exposición y puede permitir apreciar la tendencia de la pobreza en tiempo. Si a=1, el índice de pobreza es igual a: Pa=1 = H.I, donde I, es el ratio de la brecha ingreso (gasto). Este índice (HI) si toma en cuenta la intensidad de la pobreza y la incidencia de la pobreza. Puede ser utilizado para calcular el monto de recursos que se necesita transferir a los pobres para erradicar la pobreza (bajo perfecta focalización. Esta transferencia es la sumatoria de todas las brechas de pobreza en una población: si cada brecha es ajustada hacia la línea de la pobreza, el costo sería igual a: No obstante esta ventaja, este índice es insensitiva a la distribución del ingreso entre los pobres. el hecho de transferir ingresos desde un individuo más pobre a uno menos pobre dejará invariable HI. Las medidas FGT son aditivas desagregables (puede ser descompuesto aditivamente), es decir, si los ingresos de un subgrupo varían y el resto no, la pobreza debería moverse en la 10 misma dirección. De esta manera, si en la población en estudio existen m grupos, la pobreza puede ser expresada como el promedio ponderado de los niveles de pobreza de subgrupos. Así el indicador sería: donde: Pja es el índice de pobreza del grupo j, y Zj es el peso de la población del grupo j (j= 1,2,....m), å Zj = 1. Las FGT toman la brecha de pobreza como una proporción de la línea de pobreza, debido a ello las medidas FGT están en un rango de 0 a 1. A medida que a aumenta, las FGT llegan a ser más pequeñas. Las medidas FGT son muy útiles para realizar comparaciones de pobreza. Por ejemplo, las características de la pobreza nos permitiría conocer cómo ella varía entre los sub grupos de la sociedad (región de residencia, categoría ocupacional, niveles de educación alcanzados). Igualmente, nos sirve para evaluar como los patrones regionales de pobreza cambian, y como esto afecta a la pobreza agregada. En general, podemos decir que las medidas FGT nos proporciona indicadores ordinales de pobreza factibles de ser descompuestos aditivamente, por lo que son ideales para hacer inferencias de corte transversal como se series de tiempo. En este caso se deben calcular las medidas FGT para cada periodo (por región o grupo socioeconómico) y luego compararlas. 11 CAPITULO III Características de la Pobreza en el Perú El objetivo de este capítulo es presentar las principales características de la pobreza en el Perú en base a la información proporcionada por la Encuesta Nacional de Hogares de 1997, realizada por el INEI. En 1997 el 37.6% de la población del país se encontraba en situación de pobreza, mientras que cerca de 16% de los peruanos eran pobres extremos. La incidencia de la pobreza si bien afecta en mayor medida a la población rural peruana, en términos absolutos los pobres son mayormente urbanos. La pobreza extrema si es un fenómeno eminentemente rural (82.8% de los pobres extremos residen en el área rural). Las zonas geográficas más expuestas a esta situación son la sierra y selva rural (ver cuadro Nº 1). La pobreza está asociada a un conjunto de características. Las principales se señalan a continuación. Cuadro Nº 1 Perú: Niveles de pobreza, según ámbito geográfico, 1997 POBRES NO POBRES Total Extremos No extremos TOTAL PERÚ 37.6 15.9 21.7 62.4 Urbano 25.4 4.3 21.1 74.6 Rural 59,6 37,1 22.5 40.4 Costa Urbana 25.3 3.8 21.5 74.7 Costa Rural 49.9 20.4 29.5 50.1 Sierra Urbana 34.4 8.2 26.2 65.6 Sierra Rural 63.8 42.4 21.4 36.2 12 Selva Urbana 31.8 7.9 23.9 68.2 Selva Rural 52.7 31.3 21.4 47.3 Lima Metropolitana 20.1 2.1 18.0 79.9 Fuente: INEI-Encuesta Nacional de Hogares 1997. 3.1 Educación y pobreza La pobreza guarda una relación inversa con la educación. Se observa que a mayor nivel de educación menor incidencia de la pobreza. Así tenemos que el 60.1% de los pobres de 15 años a más de edad no tienen educación o sólo tienen primaria. Este porcentaje se eleva a 69.7% en el caso de los pobres extremos (ver cuadro Nº 2). Esto denota menores años de estudio en promedio. Entonces, mientras los no pobres tienen en promedio 8.4 años de estudio, los pobres cuentan con sólo 5.1 años en promedio y los pobres extremos con sólo 4.1 años. A esta diferencia cuantitativa se suma la diferencia cualitativa. La menor calidad de la educación recibida por los pobres acrecienta la diferencia en el capital humano entre pobres y no pobres, lo que tiene efectos sobre el tipo de inserción ocupacional en el mercado de trabajo. Cuadro Nº 2 Perú: Nivel de educación alcanzado por la población de 15 años a más de edad, según nivel de pobreza, 1997 POBRES Nivel educación TOTAL Total TOTAL NO POBRES Extremos No extremos 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Sin nivel / inicial 9.3 16,5 22.6 13,3 5,9 Primaria 29.9 43.6 47.1 41.8 23.5 Secundaria 40.1 32.5 24.6 36.6 43.7 Sup.no univ. 7.0 2.9 1.5 3.6 8.9 13 Superior univ. 13.7 4.5 4.2 4.7 18.0 Fuente: INEI-Encuesta Nacional de Hogares 1997 3.2 Inserción laboral y pobreza El ingreso por trabajo es la principal fuente de ingresos de la mayoría de las familias. De esta forma, la inserción laboral guarda correspondencia con la pobreza. En primer lugar, se observa que los pobres están más expuestos al desempleo. Los más pobres no disponen de capital físico suficiente que les permita autogenerar su puesto de trabajo para hacer frente a la falta de empleo, y así no verse afectados por los ciclos económicos. Así tenemos que mientras la tasa de desempleo de los s no pobres urbanos es de 7.0%, la correspondiente a los pobres urbanos es de 10.4%. De otro lado, los pobres presentan una menor participación en el mercado de trabajo en relación a los no pobres. Esto podría indicar que los pobres se ven más afectados por el desempleo oculto. Ante la continua negativa de encontrar trabajo se ven desalentados por lo que dejan de buscarlo, y por ende, reducen su participación en el mercado de trabajo. Entonces, mientras los no pobres presentan una tasa global de participación de 64.5%, la referida a los pobres es de 57.1%. Lo anterior lleva a que la tasa de dependencia por persona ocupada sea superior en los hogares pobres en relación a los hogares no pobres. 3.3 Ramas de actividad La capacidad de generar ingresos depende, entre otras variables, de la forma como se insertan de las personas en el mercado de trabajo lo que está vinculado en gran medida a las características individuales. Los pobres laboran principalmente en las actividades extractivas, como agricultura, ganadería y pesca, y minería. Así tenemos que cerca de 1 de cada 3 pobres extremos desarrollan sus actividades en este sector. Estas actividades se caracterizan por los reducidos ingresos que generan y de ahí su vinculación con los niveles de pobreza. Mientras que la participación de los no pobres en la agricultura, ganadería y pesca es reducida (6.6%), desempeñándose en ocupaciones dentro de este sector que generan mejores ingresos. Los no pobres están principalmente insertados en los servicios no personales, como los servicios empresariales, y los servicios comunitarios y sociales (ver cuadro Nº 3). Cuadro Nº 3 PERÚ: PEA ocupada urbana por niveles de pobreza, según ramas de actividad, 1997 POBRES NO Ramas de actividad TOTAL Total Extremos No extremos POBRES 14 TOTAL PERÚ 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Agricultura, minas y canteras 9.0 18.7 32.1 16.5 6.6 Industria manufacturera 13.5 15.4 14.0 15.6 13.1 Construcción 6.0 9.7 4.9 10.4 5.1 Comercio 28.2 24.0 21.9 24.3 29.2 Transportes y comunicaciones 7.9 7.8 5.1 8.3 8.0 Servicios financieros 1.3 0.3 - 0.3 1.5 Servicios empresariales 5.9 3.6 0.7 4.2 6.5 Servicios comunitarios, social 21.3 15.1 15.5 15.1 22.8 Otros 6.9 5.4 5.8 5.3 7.2 Fuente: INEI-Encuesta Nacional de Hogares 1997. 3.4 Categoría Ocupacional Con respecto a la categoría ocupacional, tenemos que los no pobres presentan una mayor tasa de asalariamiento que los pobres, y además se encuentran ocupados como empleados (ver cuadro Nº 4), mientras que en los pobres predominan los obreros. Así tenemos que la proporción de asalariados fue de 54.3% en los no pobres versus el 46.2% en los pobres. La inserción de los pobres como trabajadores independientes es superior a los no pobres. Cuadro Nº 4 PERÚ: PEA ocupada urbana por niveles de pobreza, según categoría ocupacional, 1997 Categoría ocupacional TOTAL POBRES NO 15 POBRES Total Extremos No extremos TOTAL 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Obrero 22.3 32.5 33.9 32.3 19.8 Empleado 30.4 13.7 12.5 13.9 34.5 Trabajador independiente 21.2 26.6 23.5 27.1 19.8 Empleador o patrono 16.0 14.2 13.1 14.3 16.6 Trabajador familiar no remunerado 7.5 8.2 12.9 7.5 7.3 Trabajador del hogar 2.6 4.8 4.1 4.9 2.0 Fuente: INEI-Encuesta Nacional de Hogares 1997. 16 CAPITULO IV Factores Determinantes de la Pobreza 4.1 Marco Teórico e Hipótesis El objetivo de este capítulo es desarrollar las principales discusiones teóricas e hipótesis que se han venido dando en torno a los factores determinantes de la pobreza. Respecto al mismo se han manejado varias hipótesis con implicancias y prioridades de política diferentes. Encontramos entre aquellos que consideran que la pobreza tiene como causa características internas a los hogares (factores internos) y otros que enfatizan en las características externas de los hogares (factores externos). En primer lugar, encontramos aquella hipótesis de la desigualdad en la distribución del ingreso; que sostiene que la pobreza es una consecuencia del elevado nivel de desigualdad en la distribución del ingreso (Iguiñiz, 1994; Banco Mundial, 1990); tal es así, que esta variable se considera como factor clave para explicar la pobreza en América Latina ( Banco Mundial, 1993). Sobre el punto el Banco Mundial, señala que "en ninguna región del mundo en desarrollo son los contrastes entre la pobreza y la riqueza nacional tan notables como en América Latina y el Caribe. A pesar de ingresos per cápita que son en promedio cinco o seis veces mayores que en el Asia Meridional y África del Sur del Sahara, casi una quinta parte de la población de la región sigue viviendo en la pobreza. Esto se debe a un grado excepcionalmente elevado de la desigualdad en la distribución del ingreso" (Banco Mundial, 1990: p.161). En ese sentido parece ser bastante elocuente que en la base del problema de la pobreza, esta la excesiva y persistente desigualdad en la distribución del ingreso. Cuando se analiza los factores que influyen en la distribución del ingreso, todos los trabajos empíricos resaltan a la educación como el factor principal para explicar la desigual distribución del ingreso entre la población. Romaguera y otros, utilizando la metodología de la Descomposición del Índice de Theil, destaca que la educación es la principal variable para explicar la dispersión de ingresos en Chile. Esta variable en forma independiente tiene una contribución bruta de 31.36 % y una marginal de 26. 3 % para explicar la distribución del ingreso, porcentaje destacable especialmente dados los mayores niveles educacionales que presenta Chile versus otras economías de la región. Le sigue la posición ocupacional con 22 % y 14 %. Por otra parte, cuando se analiza la contribución conjunta de variables como: escolaridad, edad, actividad, posición ocupacional, región, sexo y zona; estas explican el 70.72 % de la dispersión de ingresos (Romaguera, et.al.,1994). Análisis similares han sido realizado por otros autores para el caso de América Latina. Psacharopoulos y otros, en el estudio que realizan para determinar los factores que influencian en la distribución del ingreso en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Uruguay y Venezuela encuentran que la educación es la principal variable explicativa con una contribución marginal de 22.1 %, seguida por la categoría ocupacional con 9.7 %, edad con 9.4 % y el sector de actividad económica con 6.5 % (Psacharopoulos, et. al., 1992). Altimir y Piñera, cuando analizan las principales variables que explican la dispersión de ingresos en Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú y Venezuela encuentran que la educación explica entre el 22 % al 36 % y la ocupación de 25 % a 42 %. El conjunto de variables personales explican entre un 36 % a 55 % del total y las variables de empleo entre un 40 % a 58 % de la desigualdad del ingreso ( Altimir y Piñera, 1979). Como puede observarse en la evidencia presentada, la educación es la variable clave tanto para explicar la excesiva desigualdad de la distribución del ingreso como para explicar la 17 condición de ser pobre; y a su vez es la que más fácilmente puede ser influenciada y modificada por políticas públicas. En segundo lugar; encontramos la hipótesis de la tecnología/información que sostiene que la condición de ser pobre se debe al no acceso y desconocimiento de tecnologías y prácticas de producción modernas de parte de los pobres (Ruttan, 1982) que a su vez depende del bajo nivel educativo de los pobres. Debido a que su tecnología es muy atrasada, la productividad de la mano de obra, su recurso relativamente más abundante, es muy baja (Figueroa, 1991). Consecuentemente la política que sugieren es destinar más recursos para implementar y mejorar acciones de asistencia técnica, capacitación, servicios de extensión, etc. Las dos hipótesis presentadas apuntan a señalar, que la desigualdad en la distribución de ingresos y el desconocimiento de tecnologías y prácticas de producción moderna por parte de los pobres tienen como explicación última, su bajo nivel educativo. En esa misma dirección, Londoño y Székely (1997) sugieren que gran parte del exceso de desigualdad en América Latina parece poderse explicar por los altos niveles de desigualdad de la tierra y del capital humano. Es decir, la pobreza es un problema de una desigual distribución de capacidades productivas (Iguiñiz, 1994)22. En cualquier caso la explicación presentada refuerza aquella hipótesis del capital humano, que sostiene que la pobreza se debe en gran medida al bajo acceso a la educación y a su mala calidad (Schultz, 1964). Seguro que la prioridad de política apunta por incrementar la inversión en capital humano. En la literatura más reciente el capital humano no sólo aparece como el factor mas importante en la explicación de la condición de ser pobre (CEPAL, 1996), sino, también como el factor más importante del proceso de crecimiento económico (Romer, 1994; Becker et. al. 1990) que debe ser una condición necesaria para reducir la pobreza. Romaguera et.al (1994) cuando muestran los resultados del modelo de regresión Logit, señalan que la variable de capital humano y variables demográficas resultan tener una alta incidencia en la probabilidad de ser jefe de hogar pobre, basta teminar con los estudios secundarios para que la probabilidad de ser pobre se reduzca de 10,7 % en comparación con el 19 % del individuo promedio. Es decir, completar los primeros 8 años de educación le significan a una persona reducir la probabilidad de pertenecer a un hogar pobre de un 60 a un 21 %, porcentaje que es levemente superior al promedio o completar la media reduce esa probabilidad a un 10 %. En el corto y mediano plazo la relación escolaridad y estrato de ingreso al que pertenece un hogar se trasmite por dos mecanismos: por el efecto que la escolaridad tiene sobre la tasa de participación (incorporación o no a la fuerza de trabajo) de la persona y por el efecto que ejerce sobre la inserción ocupacional específica y las oportunidades de obtener ingreso. Mientras menor es la escolaridad menor es la tasa de participación económica de los adultos distintos al jefe/a de hogar (en particular de la conyugue) y más precaria es la inserción ocupacional específica del jefe/a y de los otros integrantes adultos en el hogar (Romaguera, et. al., 1994). En un plazo más largo (inter-generacional), Romaguera sugiere que el efecto de la escolaridad paterna sobre la pobreza se trasmite a través del "desempeño educacional" de los niños23; el mismo, que depende a su vez de la situación de ingreso del hogar, de factores más de órden cultural (escolaridad de los padres) y de factores propios del entorno local (zona rural o urbana). En tercer lugar; encontramos aquella hipótesis que enfatiza el capital físico como fuente de explicación de la pobreza. Es la falta de el capital físico privado (tierra, vivienda, ganado, bienes raíces, activos microempresariales o del trabajo por cuenta propia) y el capital físico público (infraestructura de transporte o de servicios públicos de agua y electricidad) la que explica la pobreza. Es decir, la pobreza es un problema de cantidad y calidad de dotación física de los medios de producción. Es un problema de heterogeneidad o desigualdad socio-productiva entre productores. Se refiere a la desigual distribución social de la cantidad y calidad de los medios de producción más que a la naturaleza privada de la propiedad misma (Iguiñiz, 1994). 18 Los pobres y sobre todo los más pobres que trabajan con recursos productivos propios y en unidades de baja productividad están prácticamente condenados a no superar la condición de ser pobre; esto debido a las características intrínsecas de la competencia mercantil entre productores de diversa productividad. Es la falta e inadecuado desarrollo de infraestructura física local, regional y nacional (carreteras, caminos, energía eléctrica, agua, desagüe, etc.) (Mosher,1981) la que origina los altos niveles de pobreza. Quienes proponen esta explicación, sugieren políticas que incrementen el tanto el gasto público como el privado en el ámbito urbano y rural de las zonas pobres. De manera mas general proponen implementar políticas de "desarrollo urbano y rural" en zonas pobres. En cuarto lugar; encontramos el enfoque institucional (el capital institucional). Los pobres operan en un contexto de escaso desarrollo de los mercados o mercados imperfectos con poca información y altos costos de transacción por unidad de producto. Esto impide que aquellas personas que viven en este contexto no puedan mejorar sus condiciones. (Figueroa, 1991; De Janvry et. al. 1989). Este capital institucional esta asociado a la falta de definición de los derechos de propiedad de la tierras rurales, de las viviendas urbanas, de los activos microempresariales que hace que las familias (urbanas y rurales) puedan tener derecho a explotar tierras o recursos naturales o cualquier otro activo, pero no pueden vender ni hipotecar los activos. En este caso son las restricciones institucionales las que impiden la acumulación (impiden al acceso, el uso, el financiamiento, la adquisición y la acumulación de activos). Es decir la productividad de los más pobres está restringido por la ausencia de mercados (market incompletedness), este sería el caso evidente de "pobreza ineficiente". En quinto lugar; la pobreza está también asociado a la falta de capital social. La condición de ser pobre generalmente esta asociado a un estado socialmente impuesto (cultura, tradición, relaciones sociales, etc.) que genera que los pobres no puedan escapar al circulo vicioso de la pobreza. Este es el recurso más escaso de los pobres que no le permite tener movilidad social, generando una cultura de la pobreza. Sin embargo, existe la posición de que es en los sectores populares (pobres) donde esta más desarrollado el capital social (existen diversas modalidades de coordinación y cooperación de los agentes por fuera del mercado; adoptan distintas modalidades de organización para enfrentar muchos de los problemas que ni el Estado ni el mercado los resuelven) (Quispe, 1997). En ese sentido tienen un recurso bastante valioso, la organización que les permite -en algunos casos- tener un papel más activo en la vida económica (Figueroa, 1991). Estos activos generan ingresos y/o bienestar dependiendo de los mercados y el comportamiento de los agentes económicos. El mercado en tanto determina el uso de los activos y sus precios, en función de la oferta y demanda de factores; y el comportamiento de los agentes económicos que puede tener preferencias individuales diferentes, que puede enfrentar hechos exógenos como la suerte o el entorno macroeconómico, etc.. La combinación de estos aspectos determinará los recursos que se obtienen por la posesión de los activos (BID, 1997). En sexto lugar, encontramos aquella hipótesis que asocia la pobreza y la dispersión de ingresos con las variables asociadas a localización espacial o regional (zona rural o urbana) (Romaguera, 1994; Iguiñiz, 1994). La distinción pobreza - riqueza adquiere una connotación territorial (Iguiñiz, 1994). Es decir, la desigualdad social adquiere características peculiares cuando la concentración del capital y las inversiones es a la vez una concentración geográfica. Factores como la escolaridad de los padres/madres y la situación del ingreso de los hogares afectan el desempeño educacional. En el estudio realizado por Romaguera (1994) encuentra que la situación económica del hogar es un factor determinante de la situación educacional de los niños en el medio urbano que en el rural. Cuando el hogar con padres de escolaridad baja se encuentra en una situación de ingreso más favorable el "desempeño educacional" de los niños mejora, fuertemente en el medio urbano y débilmente en el rural. Esto implica la gravitación de las variables asociadas a áreas geográficas o territorios en la explicación de la dispersión de ingresos, en marcar diferencias en los determinantes de los ingresos familiares (escolaridad principalmente) y en la probabilidad de ser pobre. Esto significa que es importante 19 considerar particularidades de contexto territorial cuando se implementan política de lucha contra la pobreza. En séptimo lugar; se considera también como factor determinante de la pobreza a la composición demográfica y situación de actividad de los miembros del hogar. Cuando se trata de explicar la pobreza, es notable la relevancia del número de personas en el hogar. Romaguera (1994) muestra que con 2 personas más que el promedio, que es de 4, la incidencia de la pobreza llegaría a un 51 % y con 10 a un 94.8 %. En términos generales, la incorporación a la fuerza de trabajo debe ser un elemento clave para superar la pobreza, sin embargo, esto sólo será posible en condiciones macroeconómicas estables; de no ser así - p.e. periodos recesivos-, lo que sucederá es que esta población se incorporará a la masa de desempleados que hay en la sociedad. En octavo lugar; encontramos que el crecimiento económico es una de las principales causas que determina la pobreza. El Banco Mundial (1995) en un ensayo realizado en honor a Hollis Chenery, concluyen, que ningún esfuerzo de reducción de pobreza tendrá un impacto duradero si no es acompañado de un programa consistente de crecimiento económico. No obstante, la pobreza debe ser atacada directamente ya que los frutos del crecimiento no son automáticamente distribuidos para todos25. El mismo Banco Mundial (1990) en el Informe de Desarrollo Mundial de 1990, presenta la evidencia de que en algunos países como Brasil y Pakistán, el crecimiento ha aumentado el ingreso de los pobres, pero los servicios sociales han recibido demasiada poca atención; como resultado la mortalidad entre niños permanece alta y la matricula primaria es baja, y el pobre no está bien dotado como para tomar ventaja de las oportunidades económicas. En otros países en cambio, se ha enfatizado mucho la provisión de servicios básicos pero el crecimiento económico ha sido bajo. A partir de esta evidencia, el Banco Mundial sugiere que la estrategia de lucha contra la pobreza debe tener dos elementos. Por un lado, se debe de promover el uso productivo del activo más abundante del pobre: su fuerza de trabajo y por otro, dotar de servicios sociales básicos al pobre. Gary Fields (1989) presenta la evidencia empírica de la relación entre le crecimiento económico y pobreza en un trabajo realizado para 22 países en desarrollo. Encuentra que la pobreza había disminuido en casi todos los países que registraron periodos de crecimiento económicos significativos. De los 18 casos contados de pobreza consistentes para ser evaluados a lo largo del tiempo, la pobreza disminuyó en catorce, se incrementó en tres y no exibió tendencia clara en un caso. Por su parte Birdsall y Londoño (1997) sugieren que los altos niveles de desigualdad de los activos han estado asociado con una menor acumulación de capital y menor crecimiento económico, generando por tanto menor reducción de la pobreza en varios países. Larrañaga (1994) demuestra que el crecimiento económico es la principal causa que ha determinado la reducción de la pobreza en Chile durante 1987-1992. Considera que el 80 % de la reducción en el porcentaje de los hogares pobres se explicaría por el crecimiento del ingreso medio de los hogares en el periodo: el 20 % restante se debería al efecto de desigualdad. La evidencia empírica de la relación entre el crecimiento económico y pobreza en el Perú no es tan amplia. Altimir (1982) con los datos de la ENCA de 1972, estima que el 50 % de las familias peruanas vivían en pobreza crítica y el 25 % en pobreza extrema a principios de la década del 7028. Los cálculos de la CEPAL (1990) sobre la incidencia de la pobreza en el Perú a principios de los ochenta reflejan las consecuencias del crecimiento acumulado de la década de los setentas: la pobreza crítica se había reducido a 46 % y la pobreza extrema había disminuído a 21 %. Por otro lado, el crecimiento nulo registrado durante 1980-1985 (2.4 % de caída en el ingreso per cápita anual) trajo como consecuencia que en 1986 la pobreza crítica y extrema se incrementaran a 52 % y 25 % respectivamente. Yamada y Ruiz (1996) presenta evidencias que demuestran que, entre 1991 y 1994, la pobreza en el Perú se ha reducido y que los hogares han visto crecer sus ingresos. Es claro que esto es consecuencia de la recuperación económica que experimento el Perú en el mismo periodo. Así 20 mismo, el crecimiento económico se ha dado sin deterioro en la distribución; es decir el Trickle down no ha funcionado. Según Yamada, este hecho ha sido posible gracias a la mejora en el retorno al capital (tanto físico como humano), el gasto social (a través de FONCODES), la reducción de la inflación y disminución de la violencia subversiva. Por su parte Andrés Medina (1996), a partir de un procedimiento estadístico de descomposición sustentado en la estimación de la curva de Lorenz parametrizadas, estima el efecto del crecimiento y la distribución sobre la pobreza para el caso peruano. Muestra que la reducción en los niveles de pobreza -aproximada a través de la evolución del porcentaje de la población pobre, la magnitud de la brecha de la pobreza y el FGT2- se explica fundamentalmente por el efecto del crecimiento, el cual fue parcialmente contrarrestado por el efecto distribución. En ese sentido, el crecimiento económico exibió una alta eficacia en términos de reducción de pobreza. 4.2 Determinantes de la pobreza Cada una de las hipótesis planteadas hasta aquí de alguna manera enfatizan ciertas variables como determinantes de la pobreza y sugieren medidas de política diferentes y con distintas prioridades. Seguro que el problema no pasa por ahí30. Las hipótesis descritas no pueden ser mutuamente excluyentes desde el punto de vista conceptual, aunque sus implicancias de política probablemente sí lo son. En ese sentido, consideramos que es posible ver la importancia de todas las hipótesis en conjunto como fuente de explicación de los altos niveles de pobreza en el Perú. Es probable, que la ponderación relativa de cada una de estas variables en la explicación de la pobreza sea diferente entre los países y regiones, dependerá de su desarrollo y de sus características específicas. En ese sentido, en el trabajo de investigación que se plantea, no sólo queremos discutir las variables que explican la pobreza, sino también mostrar la importancia cuantitativa de cada uno de los factores (variables) que afectan la pobreza en el Perú. Es decir, la idea es estimar la importancia relativa de los diversos factores en la explicación de la pobreza en el Perú, ya que sólo así, seremos capaces de formular y sugerir políticas adecuadas y consistentes. Si bien es cierto que los factores como el crecimiento económico y la situación macroeconómica inciden sobre la situación de pobreza de las personas y hogares, acelerar la reducción de la pobreza sólo será posible articulando políticas de crecimiento económico con políticas específicas que afecten a estas variables, como puede ser la inversión en capital humano, a las características socio demográficas y a la tasa de participación económica de los integrantes adultos del hogar. Luego de la discusión planteada y la verificación de la información proporcionada por la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) en el presente estudio consideramos seis los grupos de factores determinantes de la pobreza en el Perú: el capital humano, situación ocupacional de los miembros del hogar (situación de actividad) y la composición demográfica del hogar (características demográficas), la localización espacial o regional, el capital institucional, el capital social y el capital físico público y privado. Hay varios trabajos realizados por diversos autores que apuntan en la dirección que planteamos. Romaguera y otros, identifican y destacan cuatro grupos de factores determinantes de la pobreza en Chile: composición demográfica y situación de los miembros del hogar; capital humano; inserción económica y localización espacial (Romaguera, et. al., 1994). Browning y Lusardi (1996) encuentran que los altos niveles de pobreza se encuentran estrechamente asociado a la falta de acceso a los activos físicos, financieros y de capital humano. 21 El BID (1997) considera que la pobreza está asociada a la falta de activos. El capital humano (medido a través de la escolaridad, fecundidad, atributos de salud). El capital físico privado (tierra, vivienda, ganado, bienes raíces, activos micro empresariales o del trabajo por cuenta propia) y público (infraestructura de transporte o de servicios públicos de agua y electricidad) que permite p.e. que las mujeres liberen su tiempo de trabajo doméstico cuando el agua y la electricidad están disponibles. El capital institucional (asociado a la definición de los derechos de propiedad de la tierras rurales, de las viviendas urbanas, de los activos micro empresariales, p.e. los individuos pueden tener derecho a explotar tierras o recursos naturales, pero no pueden vender ni hipotecar los activos. En este caso son las restricciones institucionales las que impiden la acumulación (impiden al acceso, el uso, el financiamiento, la adquisición y la acumulación de activos). Y el capital social (modalidades de coordinación y cooperación de los agentes por fuera del mercado). Estos activos generan ingresos y/o bienestar dependiendo de los mercados y el comportamiento de los agentes económicos. El mercado en tanto determina el uso de los activos y sus precios, en función de la oferta y demanda de factores; y el comportamiento de los agentes económicos que puede tener preferencias individuales diferentes, que puede enfrentar hechos exógenos como la suerte o el entorno macroeconómico, etc.. La combinación de estos aspectos determinará los recursos que se obtienen por la posesión de los activos. Iguiñiz (1994) identifica cinco como las causas de la pobreza en América Latina: desigualdad en la distribución del ingreso, humana (según el cual el problema de la pobreza persiste por que no existen lazos de solidaridad lo suficientemente fuertes y desarrolladas y que es reflejo de la estructura de valores dominantes en nuestras sociedades), desigualdad socio productiva, desigualdad en la distribución de capacidades productivas y la connotación territorial. De Janvry y Sadoulet (1995) cuando explican la pobreza rural del Perú, asocian a una falta de activos: agrícolas (tierra, la calidad de la tierra, el agua y el capital fijo); capital humano (nivel de educación y formación técnica que se valoriza fundamentalmente en el mercado de trabajo); capital de autoempleo y microempresas (todo el stock de capitales para uso en microempresas); capital de migración (son los migrantes en la comunidad a la cual pertenece un migrante potencial), esta constituido por nexos sociales a los cuales pertenece un individuo particular que le facilitan migrar reduciendo los costos de transacción en la migración y de inserción en el mercado de trabajo al punto de destino (mide a través del número de personas del hogar o de la comunidad inmediata a la cual pertenece este hogar que participan o han participado en migración); productividad en el uso de recursos que controla el hogar (nivel tecnológico del hogar) y, el capital de organización lo cual incluye la pertenencia o la posibilidad de acceso a organizaciones que tienen fundamentalmente como objetivo la reducción de los costos de transacción tanto del lado de la venta de productos como de la compra de insumos. A todo esto agregan otros factores determinantes de la pobreza rural. En primer lugar, el componente etnicidad; que los pobres pertenezcan a la comunidad étnica es al mismo tiempo un factor de pobreza y oportunidad, por ejemplo, la organización de proyectos de crédito en base a grupos solidarios se da mucho más fácil y eficazmente en el contexto de comunidades fuertes, donde la comunidad puede garantizar los préstamos que se están haciendo. En segundo lugar, el minifundio, es decir, parte de la solución a la pobreza es interna al sector agrícola, y parte es externa a través de la migración o de la participación en actividades no agrícolas descentralizadas. Y, en tercer lugar, hay una fuerte orientación al auto consumo, por el hecho de que existen bandas de precios entre el precio de venta a nivel de chacra que esta por debajo del precio de mercado y el precio de compra a nivel de chacra que está por encima del precio de mercado. 22 CAPITULO V V. Aspectos Metodológicos Es objetivo de esta parte del trabajo es presentar las técnicas que se usaron en la presente investigación para cumplir con los objetivos propuestos. Para cada una de las hipótesis determinantes de la pobreza seleccionamos una o más variables representativas de la condición de los hogares, según corresponda. Para esto hemos hecho uso de la siguiente técnica. 5.1 REGRESIÓN LOGIT Y PROBIT Se ha realizado la estimación de un Modelo de Regresión LOGIT y PROBIT, el mismo que nos ha permitido obtener para cada individuo la probabilidad de ocurrencia del evento "ser pobre". La condición de "ser pobre" es explicada a través de un set de variables explicativas. Los resultados obtenidos nos permiten señalar el cambio en dicha probabilidad cuando alteramos alguna condición del individuo. La regresión logit consiste en una estimación de un modelo que explica la condición dicotómica (0/1) de una variable dependiente. Para el caso de la presente investigación se trata de ser pobre o no ser pobre. Esta condición de ser pobre es explicada por un set de variables x. Los modelos utilizados son los siguientes: Modelos "logit" y "probit". donde indica la función de distribución logística. Los parámetros estimados no indican directamente en cuánto se incrementa la probabilidad de ocurrencia del evento Y=1 , solo el sentido de la variable. Para calcular los efectos marginales, hay que derivar la función acumulada (obteniendo la función de densidad) con respecto cada una de las variables explicativas. Específicamente, con la finalidad de analizar los determinantes de la pobreza se estimó una ecuación probit, como la descrita en (1), y una ecuación logística. En la ecuación (1) el vector representa el vector de características familiares, y el vector de características individuales, y corresponde al término de error. Pi = a + bXF + d Xi + e, (1) Este método de regresión permite determinar aquellas variables, que después de controlar los efectos de otras, se correlacionan más con la condición de pobreza del hogar. El propósito no es necesariamente hallar relaciones de causalidad, sino establecer relaciones específicas que 23 permitan establecer un perfil general de la pobreza. La variable dependiente (Pi) es una variable dummy que toma el valor 1 si el hogar es pobre (pertenece a una familia pobre) y el valor cero en el caso contrario. Por otro lado, las posibilidades de salir de la pobreza de los hogares dependen en gran medida de los atributos individuales que pueda tener el jefe del hogar, como de los atributos que le vienen dados por el contexto familiar. El lado derecho de la regresión está conformado por un conjunto de variables que caracterizan a los hogares y al jefe del hogar. Operativamente en el vector de atributos familiares (XF) se incluyen las variables: tamaño de la familia y proporción de perceptores de ingresos del hogar (total de perceptores / total de miembros mayores de 14 años). También se incluye variables de efecto fijos, región, para Lima Metropolitana, Resto de la Costa, Sierra o Selva que toman el valor de 1 si el hogar pertenece referencia a la región y en caso contrario. Entre los atributos individuales (Xi) se incluyen las variables: años de educación del jefe del hogar, edad del jefe del hogar, sexo, condición de ocupación del jefe del hogar, es decir si tiene o no tiene empleo, experiencia potencial del jefe del hogar (su edad menos sus años de educación menos 6), tamaño de la empresa en la que labora, y un set de dummies de nivel educativo alcanzado (que toman el valor 1 si el jefe tiene primaria, secundaria, y superior, y si no es su nivel educativo, tomando como base la variable "sin nivel educativo). Otro grupo de variables considerado son las relacionadas el capital y la infraestructura a la que tiene acceso los hogares. En el caso del capital físico privado se ha tomado en cuenta por medio de las siguientes variables: la tenencia de tierras, y la posesión de posibles activos empresariales o microempresariales (máquina de coser, auto, moto, camión, mototaxi, y computadora). El capital físico público también se ha considerado a través de el acceso a los servicios básicos (luz, agua, desagüe, y teléfono) y las redes de transporte a través del conocimiento de la presencia de programas sociales de caminos o puentes. En todos estos casos las variables han tomado el valor 1 si el hogar posee el tipo de capital considerado y 0 en caso contrario. Asimismo, se ha considerado el capital institucional a través de una variable proxy de los derechos de propiedad como la propiedad de la vivienda. El capital social, basado en la pertenencia a redes o clubes que estrechan los lazos sociales, se ha aproximado utilizando la pertenencia a comedores populares). 5.2 EL UNIVERSO Y LA MUESTRA La unidad de observación del presente estudio es el hogar. En la encuesta ENAHO 98-IV el INEI visitó 8,054 hogares pero de este total no se pudo realizar la encuesta en 1,102 hogares debido a rechazo, ausente, desocupada u otro. De tal forma que el total de hogares analizados es de 6,952 (Ver cuadro No. 1) Con respecto a la composición del hogar, tenemos que el INEI captó información de 35,541 personas (según el capítulo 200). De este total 32,865 son miembros del hogar, 809 no son miembros y 1,867 son datos panel; asimismo, de las 809 personas que no son miembros del hogar, 460 han estado presentes por mas de 30 días. Según esto, en la base de datos resumen del INEI, el total de personas en el hogar son los 32,865 mas 460 es decir 33,325. A su vez, de esta última cifra, 21,823 tienen 14 años o más de edad, siendo este total el número de personas sobre la cual se recolectó datos referentes a Empleo (en el capítulo 500). (Ver cuadro No. 1). Para el presente estudio, todos los resúmenes por hogar tienen como base estas cifras. 5.3 SELECCIÓN DE LAS VARIABLES DE INTERES El objetivo del estudio es generar la información que permita comprobar las hipótesis referentes a los factores determinantes de la pobreza en el Perú. Para ello, se trabajó con el archivo resumen por hogar proporcionado por el INEI y el archivo con datos de empleo. En este último caso, se realizó un resumen por hogar de las variables de interés y se seleccionó variables correspondientes al jefe de familia. 24 Para efectos del análisis de datos, se seleccionó y construyó variables que correspondieran a las siguientes categorías: a. Variable dependiente: situación de pobreza b. Variables independientes: 1. Capital humano, del jefe de hogar 2. Localización espacial o regional 3. Características demográficas y situación ocupacional del hogar y del jefe de hogar 4. Capital físico privado y público 5. Capital institucional 6. Capital social La selección de variables dentro de cada una de estas categorías y su cálculo en ciertos casos se detalla en el cuadro No. 2 5.4 ANÁLISIS DE DATOS Una vez seleccionadas las variables de interés se procedió al respectivo análisis de la información. Dicho análisis se dividió por fases, siendo estas: a) Análisis descriptivo, en el cual se elaboraron tablas cruzadas de los porcentajes o promedios - según corresponda- de la variable de interés con respecto a los niveles de pobreza. Para algunas variables se creyó conveniente desagregar por zona (urbano ó rural) y/o por género. b) Análisis estadístico, en donde se profundizó el análisis anteriormente descrito realizando las correspondientes pruebas estadísticas para hallar diferencias. En el caso de las tablas cruzadas (es decir con variables tipo discretas) se utilizó la prueba ChiCuadrado y en el caso de las variables de tipo continuo se utilizó ANOVA. c) Modelación de datos. Para modelar la condición de ser pobre hay que tener en cuenta que este es un evento categorizado de tipo discreto; específicamente las categorías de pobreza que se han manejado son tres: pobre extremo, pobre y no pobre. Para este tipo de eventos no se recomienda el uso del método de mínimos cuadrados ordinarios, y más bien la metodología sugerida es la estimación en términos de probabilidades recomendándose en estos casos el uso de técnicas estadísticas de estimación discreta tales como logit y probit. Si bien las funciones base para cada una de estas técnicas son distintas (distribución logística y distribución normal respectivamente), el resultado de los cálculos son similares. Para los datos en estudio, se aplicó la técnica basada en el logit. Usando el paquete estadístico SPSS se analizaron regresiones del tipo multinomial logistic primero de manera univariada, es decir individualmente cada variable en relación a las categorías de pobreza, y luego de manera multivariada, es decir pobreza relacionada con múltiples variables de interés. 25 Cuadro No. 1 RESUMEN DE DATOS 26 CAPITULO VI VI. Resultados Y Discusión 6.1 EVIDENCIA EMPIRICA: Principales variables que determinan la probabilidad de que un hogar sea pobre Cuadro 1 Promedio de las variables relevantes para el análisis Fuente: ENAHO 98-IV. Nota: Urbano: proporción de hogares urbanos segón condición de pobreza Los resultados de las regresiones logit y probit se muestran en los Cuadros 2 y 3. No se observa una relación como la esperada entre la participación en el mercado laboral del jefe de hogar y la condición del hogar, es decir, se esperaba que los hogares pobres tuviesen menos posibilidades de inserción en el mercado laboral, sin embargo, son los jefes de hogares pobres quienes se insertan, en mayor proporción al mercado laboral (promedio de la variable "empleo del jefe"). Esto puede estar asociado a la calidad del trabajo en la que la laboran los jefes de hogar. Como se observa en el Cuadro 1, los jefes de hogares pobres laboran en empresas de menor tamaño, sin embargo no lo suficientemente pequeñas (en promedio) como para asegurar algo sobre las condiciones laborales en la que se desempeñan. Sin embargo, la hipótesis de calidad del trabajo queda planteada. Todo esto es consistente con los resultados de los cuadros 2 y 3, en los que se observa que a mayor participación del jefe del hogar en el mercado laboral, mayor es la probabilidad de pertenecer a un hogar pobre (Modelos A, B y Urbano), aunque cabe indicar que esta relación positiva no es significativa. La variable que sí es significativa es "porcentaje de perceptores de ingresos en el hogar", mostrando una relación negativa. Esto quiere decir que mientras mayor sea el porcentaje de miembros del hogar que participan en el mercado laboral, menor es la probabilidad de pertenecer a un hogar pobre. De esta forma, lo que incide en reducir la probabilidad de que un hogar sea pobre, como es de esperarse, no es tanto que el jefe del hogar trabaje o no, sino 27 principalmente que exista un mayor porcentaje de miembros del hogar que sean aportantes de ingresos al mismo, lo que significa una mayor proporción de miembros que se encuentran insertados al mercado de trabajo y perciben ingresos. También se confirma que los pobres tienden a vivir en hogares relativamente más numerosos. El tamaño de la familia tiene un efecto positivo sobre la probabilidad de que un joven pertenezca a un hogar pobre, y esta relación positiva se da tanto en el ámbito urbano como rural. Adicionalmente, destaca que los hogares pobres están conformado por jefes de hogares más jóvenes. La menor edad de los jefes de los hogares pobres sugeriría que tengan una menor capacidad de generación de ingresos. Sin embargo, cuando se incluye esta variable "edad del jefe de hogar" en la regresión del modelo B, muestra una relación negativa, aunque no significativa con la probabilidad que el hogar sea pobre. La variable que sí es significativa y con el signo esperado, que mide mejor la incidencia de la edad y su posibilidad de generación de ingresos, es "la experiencia potencial del jefe de hogar". En los diferentes modelos de regresiones tenemos que a mayor experiencia potencial del jefe de hogar se reduce la probabilidad que el hogar sea pobre. De otro lado, la educación de los padres permite predecir, de manera significativa, si el jefe del hogar pertenece o no a un hogar pobre. A mayor educación, mayores ingresos de la familia y menor la probabilidad de ser pobre. El coeficiente encontrado mide el cambio en la probabilidad por un año adicional de estudio. Así, los resultados muestran que un año más de educación de los padres reduce en un porcentaje importante la probabilidad que el hogar sea pobre. Del mismo modo, completar los primeros 6 años de educación, es decir terminar la educación básica le significa a una persona reducir la probabilidad de ser pobre de 79.4 % a un 58.4 %. De esta manera, la educación aparece como una de las palancas más importantes para sacar a la población de su condición de pobreza. Adicionalmente, se construyeron variables dummies que indiquen el nivel educativo del jefe del hogar (modelo B). Se observa que los valores de los coeficientes aumentan -y por ende, es mayor el efecto en reducir la probabilidad que el hogar sea pobre, a medida que es mayor el nivel educativo del jefe de hogar con respecto nivel cero (sin nivel educativo). Finalmente, un resultado interesante se refiere al tema de género. En la regresión general, se puede observar que el coeficiente no es significativo para la variable "hombre", lo cual indicaría que no existen diferencias por género. Este resultado es un poco extraño, pero se puede especular que la creciente participación de la mujer en el mercado laboral lo está motivando. Sin embargo, cuando se analizan las regresiones por separado (modelos probit que se muestran en el cuadro 3), se encuentra que las variables familiares tienen efectos marginales mayores para las mujeres. Es decir, los condicionantes familiares tendrían un efecto mayor para las mujeres. Además, el impacto de la participación familiar en la obtención de ingresos reduce mucho menos la probabilidad de que un hogar con jefa mujer sea pobre que en el caso de un hogar con jefe hombre. Adicionalmente a las variables asociadas al capital humano, situación ocupacional del jefe de hogar, características demográficas del hogar y la localización espacial, como grupos de factores determinantes de la pobreza en el Perú, el presente estudio identifica otro conjunto de variables que han sido poco trabajadas empíricamente. Así se realiza las regresiones correspondientes incluyendo a variables asociadas al capital institucional, capital físico (privado y público) y al capital social, que son importantes e incidental como se demuestra empíricamente- en la probabilidad que un hogar sea pobre o no. En cuanto al capital institucional nos interesa conocer la legalidad de los activos con los que cuenta el hogar. Como una variable proxi a que si los activos del hogar cuentan con título de propiedad (definición de los derechos de propiedad de todos estos activos), se ha utilizado la posesión de la vivienda, asumiendo que si esta es propia entonces tiene título de propiedad. Sin embargo, cabe advertir que la posesión de la vivienda no necesariamente implica tener 28 título de propiedad, la diferencia entre la posesión y el tener título de propiedad, es que este último permite prendar el bien, y por ende, obtener crédito, mientras que la posesión no. La variable "propiedad de la vivienda" es significativa en todas los modelos de regresiones y muestra el signo negativo esperado. Las variables asociadas a capital físico privado son "tenencia de la tierra" y "posibles activos empresariales", las cuales muestran una relación negativa y significativa con la probabilidad de que un hogar sea pobre. De esta forma, la posesión de activos como tierras o activos que puedan utilizarse para llevar adelante un negocio propio tiene un efecto claramente positivo sobre la situación del hogar, y disminuyen su probabilidad de ser pobre. Por su parte, las variables de capital físico público como es la infraestructura económica vial tiene el efecto esperado de disminuir la probabilidad de ser pobre. Asimismo, la presencia de servicios básicos como agua, desagüe, electricidad y teléfono en la vivienda hace que los hogares tengan menos probabilidad de ser pobres. Cuando el número de estos servicios se incrementa la probabilidad de que el hogar sea pobre se reduce significativamente. Por último, en cuanto a las variables de capital social, para ver si el hogar establece o no establece algún tipo de modalidad de coordinación y cooperación por fuera mercado, se han utilizado como variables proxi la participación de los individuos en programas de alimentación (comedores y vaso de leche). Igualmente esta variable es significativa en todos los modelos de las regresiones. Así tenemos que la participación en los comedores populares tiene relación con la pobreza del hogar. El efecto positivo que tendría para superarla no se detecta, pero se podría analizar a través del necesario seguimiento de cada hogar. En suma, los hogares pobres enfrentan una serie de condicionantes que vienen dados por las propias características personales del jefe del hogar y, por las características y los diversos tipos de capital con los que cuentan. Todas estas características y dotación de capitales conforman un panorama sumamente diverso donde ciertos grupos demográficos, especialmente los jóvenes pobres tienen menores posibilidades de salir de la pobreza por sí solos, y por lo tanto, su situación es más crítica. 29 Cuadro 2 Modelo Logit: Análisis de los determinantes de la pobreza Nota: la variable dependiente toma el valor 1 si el hogar es pobre y 0 si no lo es. Estadísticos "t" entre parentesis. (*) Significativo al 95 %. Fuente: ENAHO 98-IV. 30 A continuación se muestran los valores de los coeficientes y los efectos marginales estimados para el modelo logit en conjunto. Los coeficientes serán utilizados en el análisis de sensibilidad que realizamos en el cuadro 2b. Se trata de ver cuánto cambia la probabilidad de ser pobre cuando cambia marginalmente cada variable explicativa. Cuadro Nº 2a Modelo Logit: Efectos marginales de las variables sobre la probabilidad de ser pobre Nota: la variable dependiente toma el valor 1 si el hogar es pobre y 0 si no lo es. Fuente: ENAHO 98-IV. Los resultados y los signos obtenidos para el conjunto de variables son los esperados. Si analizamos por grupos de variables tenemos que las relacionadas a la dotación de capital físico, institucional y social tienen un efecto marginal mayor sobre la probabilidad de que un hogar sea pobre o no. La más importante dentro de este conjunto de variables, es aquella que está vinculada al capital físico privado y aquí destaca el alto valor encontrado para el coeficiente asociado a la variable activos empresariales, activos que pueden utilizarse para llevar adelante un negocio propio. Así, cuando éste cambia en una unidad (en realidad es un cambio infinitesimal) la probabilidad de ser pobre disminuye en 24 por ciento (cuadro 2a). Esta cifra es importante tanto por el aporte positivo a la reducción de la pobreza como por la magnitud misma. Este resultado es confirmado cuando se realiza el ejercicio de simulación (cuadro 2b), donde la probabilidad de ser pobre para quien tiene activo empresarial es de 32 %, probabilidad sustancialmente inferior para alguien que no tiene activos, que es de 57.7 %. De esta manera, cobra relevancia la variable activo en sacar al hogar de la pobreza, sin embargo, hay que tener en cuenta que posiblemente en una situación de recesión económica tener activos o un activo más en el hogar puede que no signifique nada en términos de reducción de pobreza. El resto de variables de dotación de capital utilizadas en el modelo logit disminuyen la probabilidad de ser pobre entre 6 por ciento a 8 por ciento, ante un cambio infinitesimal en las mismas. El capital físico público medido a través de la accesibilidad del hogar a infraestructura vial (caminos) nos indica que ante un cambio infinitesimal de esta variable reduce la probabilidad de ser pobre en 8 %. Esto nos indica, que variabales vinculadas a infraestructura vial en general constituyen relevantes para reducir la pobreza; seguro que el desarrollo de los mercados, la disminución de los costos de transacción deben estar detrás de este resultado. Por otro lado, el capital institucional medido a través de la propiedad de la vivienda, también constituye un elemento importante ya que reduce la probabilidad de que el hogar sea pobre en más de 8 %. Sin embargo conviene recordar que tener la posesión de la vivienda (dado que es 31 la proxi que estamos utilizando para reflejar título de propiedad) no necesariamente le puede permitir prendar o hipotecar el bien por ejemplo para tener acceso al crédito. Respecto al capital social (se han utilizado como variables proxi la participación de los individuos en programas de alimentación: comedores y vaso de leche), sorprende el signo encontrado. La idea de incorporar la participación del hogar en programas de vaso de leche y comedores era para poder ver si estos les permitía tener modalidades de coordinación por fuera del mercado, el resultado parece no indicar. En todo caso, el resultado parece indicarnos, que mientras más participación en este tipo de programas la pobreza no disminuye o el efecto positivo que tendría para superarla no se detecta. En cuanto al las variables de capital humano, situación ocupacional del jefe de hogar y características demográficas del hogar, se observa que la variable más importante es el tamaño de la familia, en términos de tener impacto en incrementar la probabilidad de ser pobre. Así, un cambio marginal en esta variable aumenta la probabilidad de ser pobre en 4 por ciento aproximadamente. Por su parte, la variable educación del jefe del hogar tiene un efecto negativo sobre la probabilidad de que el hogar sea pobre. Un cambio marginal en la educación del jefe de hogar reduce la probabilidad de ser pobre en 2.7 %. Este resultado es similar al obtenido en otros estudios como Psacharopoulus (1992) y Romaguera y otros (1994). Si bien, su efecto marginal no es el mayor, su importancia real puede verse cuando se realiza y muestra los resultados del ejercicio de simulación (cuadro 2b). Pasar de una situación en la que el jefe del hogar es analfabeto, a una en la que tiene primaria completa reduce la probabilidad de ser pobre de 79 por ciento a 58 por ciento. Asimismo, si el jefe del hogar tiene secundaria completa disminuye la probabilidad de que el hogar sea pobre de 58 por ciento a 17 por ciento, en comparación a que si él tuviera sólo primaria completa. Posteriormente los años adicionales de educación del jefe de hogar si bien también reducen la probabilidad de que el hogar sea pobre, esta disminución es de menor magnitud. Así, si el jefe del hogar tiene educación superior completa disminuye la probabilidad de que el hogar sea pobre de 17 por ciento a 7 por ciento, en comparación a que si él tuviera educación secundaria completa. Así, la educación aparece como otra de las palancas más importantes para sacar a los hogares de su condición de pobreza. De otro lado, al incrementarse la proporción de perceptores de ingreso en el hogar la probabilidad de que el hogar sea pobre se reduce. Este resultado se complementa cuando se realiza un ejercicio de simulación y vemos que pasar de una situación donde el 20 por ciento de miembros percibe ingreso a una donde lo hace el 40 por ciento, reduce la probabilidad de ser pobre de 70 por ciento a 38 por ciento; entonces, a mayor proporción de miembros que perciben ingresos en el hogar -y por ende, mayor participación en el mercado laboral- menor es probabilidad de ser pobre. De esta forma, se muestra la importancia de llevar a cabo políticas que favorezcan la participación de ciertos sectores en la fuerza de trabajo familiar como los jóvenes y las mujeres. Sin embargo, la efectividad de la participación de jóvenes y mujeres dependerá del contexto macroeconómico imperante, pues en una situación de desempleo abierto mayor número de miembros 'trabajando" puede no significar nada por los problemas de calidad del empleo. Por otro lado, sorprende el bajo poder explicativo de la variable experiencia que en otro tipo de estudios, como regresiones de ingreso siempre aparece como una variable de gran relevancia. A continuación se muestra los resultados del ejercicio de simulación para todas las variables analizadas en el modelo, con los coeficientes estimados de la regresión. Para esto se calculó la probabilidad de ser pobre de un hogar con las características promedio de la población (el valor medio de las variables utilizadas en la regresión) variando sólo los valores de la variable de análisis en cada caso34. Los resultados se presentan en el cuadro 2b. 32 Cuadro Nº 2b Resultados del Análisis de Sensibilidad o Simulación 33 Nota: la variable dependiente toma el valor 1 si el hogar es pobre y 0 si no lo es. Fuente: ENAHO 98-IV. Del cuadro 2b, se puede observar que la educación es una de las variables más importantes para sacar a una persona de la pobreza, basta terminar con los estudios secundarios para que la probabilidad de ser pobre se reduzca al 16 %. Por otro lado, con 20 años de experiencia la probabilidad de ser pobre se reduce a 50 % comparado con alguien que no tiene nada de experiencia que tiene la probabilidad de ser pobre de 67 %. Algo que hay que tener en cuenta con estos resultados es que mezcla generaciones, problema que es inherente a los estudios de corte transversal. Este es un punto a tener en cuenta al observar cualquiera de estos resultados. De estos resultados, se desprende la relevancia de políticas destinadas a elevar el nivel educacional de los pobres que puede tener externalidades positivas sobre aspectos demográficos que se asocian a la educación. Una variable que no podemos dejar de resaltar como palanca para superar la pobreza es la presencia del capital físico privado (activos microempresariales de los hogares). Pasar de no tener activos a tener activos reduce la probabilidad de ser pobre de 57 % a 32 %. Por otro lado, tener capital físico público (accesibilidad a caminos) con respecto a no tener acceso reduce la probabilidad de ser pobre en 60 % a 52 %. Otra variable que llama la atención es el número de personas en el hogar. La probabilidad de ser pobre de una familia unipersonal comparado con una familia con dos personas es impresionante, se pasa de 32 % a 74 %, esta incidencia aumenta a 94.7 % con 10 miembros. Este último resultado es similar a los resultados obtenidos por Romaguera para el caso Chileno. Se hizo un análisis complementario para ver la bondad de ajuste del modelo. Calculando la probabilidad estimada que el hogar sea pobre en función del grupo de variables explicativas. Se observa que el modelo predice el resultado de la variable pobre (pobre, no pobre) en el 78 % de los casos. Cuadro 2c Bondad del ajuste del modelo logit Cuadro Nº 3 34 Modelo Probit: Análisis de los determinantes de la pobreza Nota: la variable dependiente toma el valor 1 si el hogar es pobre y 0 si no lo es. Fuente: ENAHO 98-IV. Estadísticos "t" entre parentesis (*) Significativo al 95 %. 35 Cuadro Nº 3a Modelo Probit: Análisis de los determinantes de la pobreza según sexo del jefe de hogar Nota: la variable dependiente toma el valor 1 si el hogar es pobre y 0 si no lo es. Fuente: ENAHO 98-IV. (*) Significativo al 95 %. 36 6.2 CONCLUSIONES Y RECOMEDACIONES En base a la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) el estudio identifica en primer lugar, seis como los factores que determinan la condición de ser pobre de un individuo (el capital humano, capital físico público y privado, la situación ocupacional de los miembros del hogar y la composición demográfica del hogar, la localización espacial o regional, capital social y el capital institucional) y en segundo lugar, le da importancia cuantitativa a cada una de estas variables explicativas. En primer lugar; la educación de los padres del hogar es una variable que ayuda a predecir la probabilidad si el jefe de hogar pertenece o no a un hogar pobre. En base a los resultados del estudio podemos afirmar que completar los primeros 6 años de educación con respecto al nivel cero (sin nivel educativo) reduce la probabilidad de que el hogar sea pobre de 79. 4% a 58.4 %. Cabe aclarar que esta relación entre educación y pobreza está lejos de ser perfecta en la medida que va depender de otras variables como es la posibilidad de inserción en el mercado laboral, tasa de actividad del hogar y el contexto regional. En el corto plazo la relación escolaridad y situación de pobreza puede trasmitirse a través de dos mecanismos: por el efecto que la escolaridad tiene sobre la tasa de participación de la persona y por el efecto que ejerce sobre la incorporación al mercado laboral. Queda claro, que mientras menor es la escolaridad menor es la tasa de participación económica de los adultos distintos al jefe de hogar y más precaria es la inserción ocupacional específica del jefe y de los otros integrantes adultos en el hogar. En el largo plazo (intergeneracional) la relación escolaridad del jefe de hogar y situación de pobreza puede trasmitirse a través del desempeño educacional de los niños (que puede medirse ya sea a través de la deserción prematura o repitencia). En ese sentido, el desempeño de los niños depende de la escolaridad de los padres, sin embargo seguro que estará condicionado a la situación económica del hogar y si estos están en el medio rural o urbano. No hay duda, que en el Perú es en el medio rural donde la oferta educativa y la calidad del mismo son deficientes y son estos que finalmente afectarán el desempeño educacional de los niños. En segundo lugar; los resultados respecto a la relación de la situación ocupacional del jefe de hogar y la condición del hogar no son los esperados, es decir deberíamos de esperar que los hogares pobres tuviesen menos posibilidades de inserción en el mercado laboral, sin embargo, son los jefes de hogar de los hogares pobres quienes se insertan, en mayor proporción al mercado laboral. Esto puede estar asociado a la calidad del trabajo en la que la laboran los jefes de hogar, las empresas en las que generalmente laboran son las de menor tamaño, sin emabargo no lo suficientemente pequeñas como para asegurar algo sobre las condiciones laborales en la que se desempeñan. Sin embargo, a pesar de existir esta correlación entre la participación del jefe del hogar en el mercado laboral y la probabilidad de que el hogar sea pobre, se observa que si se incrementa el porcentaje de percetores la probabilidad de pertenecer a un hogar se reduce de 77.5 % (ningún perceptor) a 29 % (60 % perciben ingresos). Esto quiere decir, que mientras mayor sean los perceptores de ingresos en el hogar, menor la probabilidad de pertenecer a un hogar pobre. Así cobra real importancia la promoción de políticas que faciliten la mayor participación por ejemplo de jóvenes y mujeres en la fuerza de trabajo familiares. Sin embargo esta será efectiva si y sólo si enfrentamos un contexto macroeconómico estable, sino es así un mayor número de miembros trabajando probablemente no signifique nada. En tercer lugar; es claro la relación entre las características demográficas del hogar y situación de pobreza del mismo. Los resultados del estudio confirman que los hogares pobres tienden a vivir en hogares relativamente más numerosos. Se observa que si el tamaño de la familia aumenta en una unidad (en realidad es un cambio infinitesimal), la probabilidad de ser pobre aumenta en 4 %. El tamaño de la familia tiene un efecto negativo sobre la probabilidad de que 37 un joven pertenezca a un hogar pobre. Así, un aumento del tamaño de la familia de un miembro a dos, aumenta esta probabilidad de 32.4 % a 73.8 %. El efecto en zonas rurales es aun mayor. Del mismo modo, del estudio se destaca que los hogares pobres están conformados por padres más jóvenes. La menor edad de los padres en los hogares pobres determina, por un lado, que tengan una menor capacidad de generación de ingresos y por otro lado, que en el hogar existan menos personas en edad de trabajar, mayor dependencia económica y por lo tanto menos potenciales perceptores de ingresos. De esta manera, se confirma, el efecto de la composición demográfica del hogar sobre el nivel de pobreza de los jóvenes. Por otro lado, un resultado interesante se refiere al tema de género, se encuentra que las variables familiares, es decir los condicionantes familiares tienen efectos marginales mayores para las mujeres. Además, el impacto de la participación familiar en la obtención de ingresos reduce mucho menos la probabilidad de que un hogar con jefa mujer sea pobre que en el caso de un hogar con jefe hombre. En cuarto lugar; los resultados del estudio muestran diferencias importantes en los factores que se asocian a la pobreza entre el medio rural y urbano, es decir están vinculados a la localización espacial. Así por ejemplo, si se incrementa en el tamaño de familia la probabilidad de ser pobre aumenta en un porcentaje mucho más elevado en las zonas rurales que en el medio urbano. De alguna manera el resultado esta condicionado por los contrastes que prevalecen en el medio rural y en las ciudades. Esto sugiere que es importante diferenciar las políticas para zonas rurales y para zonas urbanas; en nuestro país lo tradicional fue realizar políticas nacionales homogéneas. Aquí, es necesario compatibilizar el criterio de efectivamente llegar a los pobres con el de atender a las regiones y zonas de escasa población. En quinto lugar; del estudio queda claro que hogares que cuentan con activos (capital) físicos tanto públicos como privados tienen menores probabilidades de pertenecer a un hogar pobre. Aquí es destacable el aporte positivo del capital físico privado (activos micro empresariales) de los hogares en la reducción de la pobreza. Así, la probabilidad de ser pobre para alguien que no tiene activo empresarial es de 57.7 %, probabilidad sustancialmente superior para alguien que si tiene activos, que es de 32 %. Por otro lado, factores externos al hogar también tienen una influencia positiva en reducir la pobreza. Nos referimos concretamente a la infraestructura vial (caminos y puentes) con que los hogares pueden contar, de esta manera dotar marginalmente de vías a los hogares reduce la probabilidad de ser pobre en 8%. En el mismo sentido, un cambio marginal en los servicios básicos de la vivienda, permite que la probabilidad de ser pobre disminuye en 6.16 %. Así, cobra importancia las políticas que promuevan la provisión de bienes y servicios públicos, entre las que podemos destacar por ejemplo, la construcción, rehabilitación y mantenimiento de vías, que finalmente deben de desarrollar mercados; y la provisión de servicios básicos a los hogares. En sexto lugar; la posesión de la vivienda (proxi que hemos utilizado para reflejar título de propiedad) constituye un elemento importante en reducir la pobreza. Así, un cambio marginal en esta variable reduce la probabilidad de que el hogar sea pobre en más de 8 %. Debe quedar claro que tener posesión de la vivienda no necesariamente permite acceder hacer uso del financiamiento, adquirir y acumular activos, en ese sentido, son las restricciones institucionales y la falta de definición de derechos de propiedad las que impiden la acumulación. De esta manera cobra importancia políticas que promuevan la definición de los derechos de propiedad tanto en el ámbito urbano como rural. En séptimo lugar; los pobres y los hogares pobres enfrentan una serie de condicionantes por un lado, externos (p.e. a los hogares, crecimiento económico y situación macroeconómica) y por otro condicionantes más internos y que vienen dados por las propias características personales del jefe del hogar y de los hogares en los que viven. Todas estas características conforman un panorama sumamente diverso donde ciertos grupos demográficos, especialmente los jóvenes pobres tienen menores posibilidades de salir de la pobreza por sí 38 solos y por lo tanto su situación es más crítica. En una situación como esta, la forma de acelerar la reducción de la pobreza es articulando políticas de crecimiento económico con políticas específicas dirigidas a atacar las causas (factores) internas y causas externas a los hogares (p.e.: definición de derechos de propiedad, desarrollo de mercados, fomento de la coordinación por fuera del mercado). Entre algunas de las políticas específicas podemos mencionar: a) priorizar la inversión en capital humano, en particular la escolaridad de niños y adolescentes, políticas que mejoren el no abandono en la educación secundaria; y b) fomentar la participación económica de los adultos no jefes de hogar, en particular de las mujeres y jóvenes. Seguro, que este último implica abordar tanto la oferta como la demanda y que se actué sobre variables como la educación media y técnica profesional, capacitación laboral de las mujeres, fomento de centros de cuidado infantil y flexibilización en los horarios de contratación para la mujeres. En octavo lugar; dadas estas consideraciones, creo que es urgente profundizar diagnósticos particulares de los problemas de la pobreza a nivel de ciudades específicas y regiones. Ya que estos casi no existen. Queda claro que la ENAHO, es útil para una aproximación al problema de la pobreza por dominios y desde el hogar (factores internos), pero no permite realizar análisis en torno a determinantes de la pobreza por regiones, menos a nivel de ciudades o departamentos, o a nivel de factores externos a los hogares (condicionantes). Todo esto sugiere la importancia de incorporar por un lado, a las encuestas en general y en particular en la ENAHO preguntas vinculadas por ejemplo a la legalidad de los activos con que cuentan los hogares, a los lazos de coordinación que las familias establecen por fuera del mercado y si las familias cuentan con infraestructura económica, y por otro, incorporar a los programas de lucha contra la pobreza las peculiaridades del contexto territorial en el cual se implementan (factores culturales y características del contexto en el cual viven las personas o los hogares pobres). 39 CAPITULO VII Referencias Bibliográficas http://proyectos.inei.gob.pe/web/biblioineipub/bancopub/Est/Lib0384/indice. htm Altimir, O. y S. Piñera (1990), "Análisis de descomposición de las desigualdades de ingresos en América Latina", en O.Muñoz (Editor), Distribución de Ingreso en América Latina, CLACSO-CIEPLAN, Chile. Atkinson, A.B. (1987), "On the measurement of poverty" en Econometrica, Vol. 55, Nº 4, julio. 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