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El Albedrío Y La Responsabilidad

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El albedrío y la

responsabilidad
Así pues, los hombres… son libres
para escoger la libertad y la vida
eterna, por medio del gran Mediador
de todos los hombres, o escoger la
cautividad y la muerte.
2 Nefi 2:27
OTRAS NORMAS
El Padre Celestial te ha dado el albedrío, la habilidad de
elegir entre el bien y el mal, y de actuar por ti mismo(a).
Después de la dádiva de la vida misma, el derecho de
dirigirla es uno de los dones más grandes ue Dios te ha
dado. !ientras estés en la tierra, se te probará para ver si
utili"arás tu albedrío para demostrar tu amor por Dios al
guardar #us mandamientos. El Espíritu #anto puede guiarte
para ue utilices tu albedrío con rectitud.
$% eres responsable por las decisiones ue tomes. Dios te
tiene presente y te ayudará a tomar buenas decisiones, aun
cuando tu &amilia y amigos utilicen su albedrío en &orma
euivocada. Debes tener la valentía moral de permanecer
&irme en tu obediencia a la voluntad de Dios, aun cuando
tengas ue permanecer solo. 'l hacerlo, darás el e(emplo
ue otras personas pueden seguir.
#i bien eres libre de elegir tu curso de acci)n, no eres libre
de elegir las consecuencias. *a sea para bien o para mal, las
consecuencias son el resultado natural de las decisiones ue
tomes. Cierta conducta pecaminosa puede ocasionar placer
mundano temporal, pero esas elecciones retrasan tu
progreso y conducen a la angustia y a la desdicha. +as
decisiones correctas conducen a la &elicidad duradera y a la
vida eterna. ,ecuerda, la verdadera libertad se obtiene al
usar tu albedrío para elegir la obediencia- la pérdida de la
libertad es el resultado de escoger la desobediencia
+os tres aspectos de
las decisiones
$./!'# #. !/0#/0
President of the Church
Cada uno de nosotros ha venido a
esta tierra con todos los medios
necesarios para tomar decisiones
correctas.
Mis amados hermanos del sacerdocio, mi ferviente oración esta
noche es que pueda recibir la auda de nuestro !adre Celestial
al e"presar las cosas que me siento inspirado a compartir con
ustedes.
#ltimamente he estado pensando en las decisiones sus
consecuencias. Ni siquiera pasa una hora del d$a en la que no
ten%amos que tomar decisiones de una u otra $ndole. Al%unas
son triviales, pero otras son de maor alcance& al%unas no
marcar'n nin%una diferencia en el orden eterno de las cosas,
mientras que otras marcar'n toda la diferencia.
Al contemplar los diversos aspectos de las decisiones, las he
colocado en tres cate%or$as( primero, el derecho de ele%ir&
se%undo, la responsabilidadde ele%ir& tercero,
los resultados de ele%ir. )os llamo los tres aspectos de las
decisiones.
Menciono primeramente el derecho de ele%ir. *sto tan
a%radecido a un amoroso !adre Celestial por el don del albedr$o,
o el derecho de ele%ir. *l presidente +avid O. Mc,a, noveno
!residente de la -%lesia, di.o( /+espu0s de la concesión de la
vida misma, el don m's %rande que +ios ha dado al hombre es
el derecho de diri%ir esa vida1

2

.
Sabemos que antes de que este mundo fuese, ten$amos nuestro
albedr$o que )ucifer trató de quit'rnoslo. 3l no con4aba en el
principio del albedr$o o en nosotros, abo%ó por imponer la
salvación. -nsist$a en que con su plan no se perder$a nadie, pero
no parec$a reconocer 5o qui6's no le importaba5 que adem's
de eso, nadie tendr$a m's sabidur$a, m's fuer6a, m's compasión
ni m's a%radecimiento si se se%u$a su plan.
Nosotros, los que ele%imos el plan del Salvador, sab$amos que
nos embarcar$amos en una .ornada peli%rosa dif$cil, porque
caminamos por los caminos del mundo pecamos caemos,
ale.'ndonos de nuestro !adre. !ero el !rimo%0nito en el *sp$ritu
se ofreció a S$ mismo como sacri4cio para e"piar los pecados de
todos. A trav0s de un sufrimiento indescriptible, 3l lle%ó a ser el
%ran Redentor, el Salvador de toda la humanidad, lo que hace
posible que re%resemos con 0"ito a nuestro !adre.
*l profeta )ehi nos dice( /As$ pues, los hombres son libres se%7n
la carne les son dadas todas las cosas que para ellos son
propias. 8 son libres para esco%er la libertad la vida eterna,
por medio del %ran Mediador de todos los hombres, o esco%er la
cautividad la muerte, se%7n la cautividad el poder del diablo&
pues 0l busca que todos los hombres sean miserables como
0l1

9

.
:ermanos, dentro de los con4nes de cualquier circunstancia en
la que nos encontremos, siempre tendremos el derecho de
ele%ir.
Se%undo, con el derecho de ele%ir viene la responsabilidad de
ele%ir. No podemos ser neutrales& no ha un terreno intermedio.
*l Se;or lo sabe& )ucifer lo sabe. Mientras vivamos en esta
tierra, )ucifer sus huestes nunca abandonar'n la esperan6a de
obtener nuestras almas.
Nuestro !adre Celestial no nos lan6ó en nuestra .ornada eterna
sin proporcionar los medios por los cuales pudi0semos recibir de
3l %u$a divina para audarnos en nuestro re%reso a salvo al 4nal
de la vida mortal. Me re4ero a la oración. Me re4ero, tambi0n, a
los susurros de esa vo6 suave apacible que llevamos en
nuestro interior, no paso por alto las Santas *scrituras, escritas
por marineros que nave%aron con 0"ito los mares que nosotros
tambi0n debemos cru6ar.
Cada uno de nosotros ha venido a esta tierra con todos los
medios necesarios para tomar decisiones correctas. *l profeta
Mormón nos dice( /<a todo hombre se da el *sp$ritu de Cristo
para que sepa discernir el bien del mal1.

=

.
*stamos rodeados 5 a veces nos acosan5 los mensa.es del
adversario. *scuchen al%unos de ellos& se%uro les resultar'n
conocidos( /Sólo esta ve6 no importar'1. /No te preocupes&
nadie lo sabr'1. /!uedes de.ar de fumar, o de beber, o de tomar
dro%as en el momento que lo quieras1. /Todos lo hacen, as$ que
no puede ser tan malo1. )as mentiras son interminables.
Aunque en nuestra .ornada encontraremos bifurcaciones
vueltas en el camino, simplemente no podemos darnos el lu.o de
tomar un desv$o del que tal ve6 nunca re%resemos. )ucifer, ese
astuto >autista m'%ico, toca su cadenciosa melod$a atrae a los
desprevenidos, ale.'ndolos de la se%uridad de su camino
esco%ido, del conse.o de padres amorosos, de la se%uridad de
las ense;an6as de +ios. ?usca no sólo a lo que se le llama
escoria de la humanidad, sino que nos busca a todos nosotros,
incluso a los ele%idos de +ios. *l re +avid escuchó, >aqueó,
despu0s si%uió caó. )o mismo hi6o Ca$n en una 0poca
anterior, @udas -scariote en una posterior. )os m0todos de
)ucifer son astutos numerosas sus v$ctimas.
)eemos de 0l en 9 Ne4( /<a otros los paci4car' los
adormecer' con se%uridad carnal1

A

. /<a otros los lison.ea les
cuenta que no ha in4erno< hasta que los prende con sus
terribles cadenas1

B

. /< los conduce astutamente al in4erno1

C

.
Al enfrentarnos a decisiones importantes, Dcómo decidimosE
DCedemos a la promesa de placer moment'neoE DA nuestros
impulsos pasionesE DA la presión de nuestros compa;erosE
No seamos indecisos como Alicia, en el cuento cl'sico de )eFis
Carroll,Alicia en el país de las maravillas. Recordar'n que ella se
encuentra ante un cruce de caminos con dos senderos por
delante, cada uno en direcciones opuestas. Ah$ se encuentra con
el %ato Cheshire, al que le pre%unta( /DGu0 camino debo
tomarE1.
*l %ato contesta( /+epende mucho del punto adonde quieras ir.
Si no sabes adónde quieres ir, no importa qu0 camino si%as1

H

.
A diferencia de Alicia, todos nosotros sabemos a dónde
queremos ir, síimporta el camino que tomemos, a que al
seleccionar nuestro sendero, esco%emos nuestro destino.
Constantemente tenemos decisiones ante nosotros. A 4n de
tomarlas sabiamente, se necesita valor, el valor para decir no,
el valor para decir s$. )as decisiones sí determinan nuestro
destino.
)es suplico que tomen la determinación aqu$ mismo, ahora
mismo, de no desviarse del sendero que nos llevar' a nuestra
meta( la vida eterna con nuestro !adre Celestial. A lo lar%o de
ese sendero estrecho certero ha otras metas( servicio
misional, casamiento en el templo, actividad en la -%lesia,
estudio de las *scrituras, oración, obra del templo. :a
innumerables metas di%nas que lo%rar en nuestro traecto por
la vida. Se necesita nuestro compromiso para lo%rarlas.
!or 7ltimo, hermanos, hablo de los resultados de las decisiones.
Todas nuestras decisiones tienen consecuencias, al%unas de las
cuales tienen poco o nada que ver con nuestra salvación eterna,
otras tienen todo que ver con ella.
Si se ponen una camiseta verde o una a6ul, a la lar%a eso no
tiene importancia. Sin embar%o, si deciden presionar una tecla
de la computadora que los lleve a la porno%raf$a, eso
marcar' toda la diferencia en su vida. :abr'n tomado un paso
que los quitar' del sendero estrecho se%uro. Si un ami%o los
presiona a beber alcohol o a probar dro%as ustedes ceden a la
presión, estar'n tomando un desv$o del que tal ve6 no re%resen.
:ermanos, no importa si somos di'conos de doce a;os o sumos
sacerdotes maduros, todos somos susceptibles. Gue
manten%amos nuestros o.os, nuestro cora6ón nuestra
determinación centrados en esa meta que es eterna que vale
cualquier precio que ten%amos que pa%ar, pese al sacri4cio que
ten%amos que hacer para lo%rarla.
Nin%una tentación, nin%una presión, nin%7n incentivo nos puede
vencer a menos que lo permitamos. Si tomamos la decisión
incorrecta, no tenemos que culpar a nadie sino a nosotros
mismos. *l presidente ?ri%ham 8oun% e"presó esta verdad en
una ocasión, re4ri0ndose a s$ mismo. +i.o( /Si el hermano
?ri%ham tomara el camino equivocado se quedara afuera del
Reino de los cielos, nadie tendr$a la culpa m's que el hermano
?ri%ham. 8o so el 7nico ser en el cielo, la tierra o el in4erno que
tendr$a la culpa1& a%re%ó( /*sto se aplicar' i%ualmente a todo
Santo de los #ltimos +$as. )a salvación es un esfuer6o
individual1

I

.
*l apóstol !ablo nos ha ase%urado( /No os ha sobrevenido
nin%una tentación que no sea humana& pero 4el es +ios, que no
os de.ar' ser tentados m's de lo que pod'is resistir, sino que
dar' tambi0n .untamente con la tentación la salida, para que
pod'is soportar1

J

.
Todos hemos tomado decisiones incorrectas. Si a7n no hemos
corre%ido esas decisiones, les ase%uro que ha una manera de
hacerlo. Al proceso se le llama arrepentimiento. )es suplico que
corri.an sus errores. Nuestro Salvador murió para
proporcionarnos ese bendito don a ustedes a m$. A pesar de
que el sendero no es f'cil, la promesa es real( /<aunque
vuestros pecados sean como la %rana, como la nieve ser'n
emblanquecidos1

2K

. /< o, el Se;or, no los recuerdo
m's1

22

No pon%an su vida eterna en peli%ro. Si han pecado,
cuanto m's pronto empiecen a volver al camino, m's pronto
encontrar'n la dulce pa6 el %o6o que vienen con el mila%ro del
perdón.
:ermanos, ustedes son de lina.e real. Su meta es la vida eterna
en el reino de nuestro !adre. *sa meta no se lo%ra en un
%lorioso intento, sino que es el resultado de toda una vida de
rectitud, la acumulación de buenas decisiones, incluso una
constancia de propósito. Al i%ual que con cualquier cosa que
realmente val%a la pena, la recompensa de la vida eterna
requiere esfuer6o.
)as *scrituras son claras(
/Mirad< que ha%'is como @ehov' vuestro +ios os ha mandado&
no os apart0is a la derecha ni a la i6quierda.
/Andad en todo camino que @ehov' vuestro +ios os ha
mandado1

29

.
!ara 4nali6ar, perm$tanme compartir con ustedes el e.emplo de
al%uien que a temprana edad decidió cu'les ser$an sus metas.
Me re4ero al hermano Claton M. Christensen, un miembro de la
-%lesia que es profesor de administración de empresas en la
facultad de econom$a de la Lniversidad :arvard.
Cuando ten$a diecis0is a;os de edad, el hermano Christensen
decidió, entre otras cosas, que no .u%ar$a deportes en domin%o.
A;os m's tarde, cuando asistió a la Lniversidad O"ford en
-n%laterra, .u%ó de centro en el equipo de baloncesto. *n la
temporada de ese a;o hab$an salido invictos lo%raron el
equivalente brit'nico de lo que en *stados Lnidos ser$a el
campeonato universitario de baloncesto NCAA.
Manaron f'cilmente los partidos en el campeonato,
clasi4c'ndose entre los cuatro 4nalistas. Nue entonces que el
hermano Christensen se 4.ó en el calendario , para su
consternación, vio que el 7ltimo partido estaba pro%ramado para
un domin%o. 3l el equipo se hab$an esfor6ado mucho para
lle%ar hasta ese punto, 0l era el centro de los .u%adores que
inician el partido. Nue a hablarle al entrenador sobre su dilema,
quien se mostró indiferente le di.o al hermano Christensen que
esperaba que participara en el .ue%o.
Sin embar%o, antes del partido 4nal, se .u%ar$a una semi4nal.
)amentablemente, el centro de los suplentes se hab$a dislocado
el hombro, lo que aumentó la presión para que el hermano
Christensen .u%ara en el 7ltimo partido. Se fue al cuarto del
hotel se arrodilló para pre%untarle a su !adre Celestial si
estar$a bien, si sólo por esa ve6, .u%aba en domin%o. +i.o que
antes de terminar de orar, recibió la respuesta( /Claton, Dpara
qu0 me lo pre%untasE 8a sabes la respuesta1.
Nue a donde estaba el entrenador para decirle que lamentaba
mucho que no .u%ar$a en el partido 4nal. +espu0s se fue a las
reuniones dominicales del barrio local mientras su equipo .u%aba
sin 0l. 3l oró fervientemente para que ellos tuvieran 0"ito,
ellos %anaron.
*sa dif$cil trascendental decisión se tomó hace m's de treinta
a;os. *l hermano Christensen ha dicho que, con el transcurso
del tiempo, considera que fue una de las decisiones m's
importantes que ha tomado. :ubiera sido mu f'cil haber dicho(
/Como sabr', en %eneral, santi4car el d$a de reposo es el
mandamiento correcto, pero en mi particular circunstancia
atenuante, est' bien, sólo por esta ve6, si no lo ha%o1. No
obstante, dice que toda su vida ha lle%ado a ser una serie
interminable de circunstancias atenuantes, que si hubiera
hecho una e"cepción sólo aquella ve6, entonces la pró"ima ve6
que hubiera sur%ido al%o que fuera sumamente dif$cil e
importante, hubiera sido mucho m's f'cil volver a hacer otra
e"cepción. )a lección que aprendió es que es m's f'cil cumplir
los mandamientos el 2KK por ciento del tiempo que un JI por
ciento del tiempo.

2=

.
Mis amados hermanos, que estemos llenos de %ratitud por
el derecho de ele%ir, que aceptemos la responsabilidad de
ele%ir, seamos siempre conscientes de los resultados de las
decisiones. Como poseedores del sacerdocio, todos nosotros,
unidos como uno, podemos hacernos merecedores de la
in>uencia %uiadora de nuestro !adre Celestial al ele%ir
cuidadosa correctamente. *stamos embarcados en la obra del
Se;or @esucristo. Nosotros, como aquellos de tiempos anti%uos,
hemos respondido a Su llamado. *stamos en Su obra.
Tendremos 0"ito en el mandato solemne( /<sed limpios los que
llev'is los vasos de @ehov'1

2ARue%o que as$ sea, es mi solemne
humilde oración. *n el nombre de @esucristo. Am0n.
Para actuar por
nosotros mismos1
El don y las
bendiciones del
albedrío
,/2E,$ D. .'+E#
Of the Quorum of the Twelve Apostles
*l albedr$o empleado de manera
correcta permite que la lu6 disipe
las tinieblas que vivamos con
dicha felicidad.
Me siento a%radecido por el testimonio de nuestro profeta, el
presidente Mordon ?. :incOle. *n nombre de todos los
miembros del mundo, e"preso mi %ratitud por el hecho de que
decidiera se%uir la inspiración del Se;or nos pidiera que
le0ramos el )ibro de Mormón, pues hemos sido
abundantemente bendecidos por su inspirado conse.o.
Nuestro padre )ehi, el primer profeta que se menciona en el
)ibro de Mormón, tambi0n decidió se%uir al Se;or. A 0l se le
mandó /PpartirQ para el desierto con su familia1

2

. A pesar de las
duras condiciones del via.e de las murmuraciones de sus hi.os
)am'n )emuel, )ehi condu.o a su familia a una tierra de
promisión& pero 0sta no fue un lu%ar de pa6. Cuando )am'n
)emuel emplearon su albedr$o para desobedecer al Se;or, el
cora6ón de )ehi /PestuvoQ a%obiado de pesar Ppor ellosQ1

9

. Antes
de morir, )ehi reunió a sus hi.os, los bendi.o les dio conse.os

=

.
Alentó a sus hi.os rebeldes a arrepentirse a ser 4eles(
/+espertad, hi.os m$os< Sacud$os de las cadenas con las cuales
est'is su.etos1

A

. A su hi.o @acob, un .oven recto, le ense;ó una
7ltima e importante lección.
Si pudi0semos le%ar a nuestros hi.os nietos una lección de
suma importancia, Dcu'l ser$aE +e todos los %loriosos principios
del *van%elio, )ehi eli%ió ense;ar a su hi.o sobre el plan de
salvación< el don del albedr$o.
*nse;ó que /los hombres son su4cientemente instruidos para
discernir el bien del mal1

B

. *sta sa%rada ense;an6a comen6ó en
los cielos. All$, en el Mran Concilio, nuestro !adre Celestial
permitió que prosi%uiera el don del albedr$o a 4n de probarnos
aqu$ en la vida terrenal /para ver si Phar$amosQ todas las cosas
que el Se;or PnuestroQ +ios PnosQ mandare1

C

.
!ero Satan's se opuso a +ios a Su plan, diciendo( /Redimir0 a
todo el %0nero humano< dame, pues, tu honra1

H

. /!ues, por
motivo de que Satan's se rebeló contra m$, pretendió destruir
el albedr$o del hombre que o, +ios el Se;or, le hab$a dado<
hice que fuese echado aba.o1

I

. /8 muchos lo si%uieron ese
d$a1

J

. +e hecho, /la tercera parte de las huestes del cielo1

2K

se
valió de su albedr$o para recha6ar el plan de +ios.
Lstedes o nos encontr'bamos entre los que emplearon el
albedr$o para aceptar el plan de nuestro !adre Celestial para
venir a la tierra, tener una vida terrenal pro%resar. /Clamamos
de %o6o< por tener la oportunidad de venir a la tierra para
recibir un cuerpo, Ppues sab$amosQ que, mediante nuestra
4delidad, podr$amos lle%ar a ser como nuestro padre, +ios1

22

.
Ahora estamos en la tierra, donde abundan las oportunidades de
utili6ar el albedr$o, pues aqu$ ha /una oposición en todas las
cosas1

29

. *sta oposición es esencial para el ob.eto de nuestra
vida. )ehi e"plicó( /!ara reali6ar sus eternos desi%nios en cuanto
al ob.eto del hombre< el Se;or +ios le concedió al hombre que
obrara por s$ mismo. +e modo que el hombre no pod$a actuar
por s$ a menos que lo atra.era lo uno o lo otro1

2=

.
Ad'n *va fueron los primeros hi.os de +ios que
e"perimentaron esas tentaciones. *n su anhelo por procurar la
miseria del %0nero humano, Satan's, /el padre de todas las
mentiras1

2A

, tentó a Ad'n a *va, puesto que decidieron
participar /del fruto prohibido, fueron echados del .ard$n de
*d0n, para cultivar la tierra1

2B

. +ebido a esa decisión, tambi0n
/tuvieron hi.os, s$, la familia de toda la tierra1

2C

este estado
terrenal /lle%ó a ser un estado de probación1

2H

para ellos su
posteridad. !ues /he aqu$, todas las cosas han sido hechas
se%7n la sabidur$a de aquel que todo lo sabe1, )ehi e"plicó a
@acob. /Ad'n caó para que los hombres e"istiesen& e"isten los
hombres para que ten%an %o6o1

2I

.
A veces olvidamos que nuestro !adre Celestial desea que cada
uno de nosotros disfrute de ese %o6o. Sólo el ceder a la
tentación al pecado puede imped$rnoslo, que cedamos es
precisamente lo que Satan's desea que ha%amos.
*n cierta ocasión tuve la oportunidad de acompa;ar al
presidente Spencer R. ,imball a un pa$s le.ano. All$ nos
ofrecieron un recorrido por diversas 6onas, entre ellas unas
catacumbas, que son una especie de sepulturas subterr'neas
para los que fueron perse%uidos por fan'ticos cristianos. Al subir
por los oscuros an%ostos pelda;os de aquel lu%ar, el
presidente ,imball me ense;ó una lección inolvidable. Me tiró de
la chaqueta di.o( /Siempre me ha preocupado lo que el
adversario hace en el nombre de Cristo1. 8 entonces a%re%ó(
/Robert, el adversario .am's puede tener %o6o, a menos que t7
o pequemos1.
Al re>e"ionar en ese comentario al estudiar las *scrituras,
empec0 a entender lo que el presidente ,imball tal ve6 quiso
decir. Record0 la palabra del Se;or diri%ida a todos los
habitantes de la tierra, re%istradas en el )ibro de Mormón( /SA,
a, a de este puebloT SA de los habitantes de toda la tierra, a
menos que se arrepientan& porque el diablo se r$e sus 'n%eles
se re%oci.an, a causa de la muerte de los bellos hi.os e hi.as de
mi pueblo<T1

2J

. Nuestros pecados hacen re$r al diablo& nuestro
pesar le produce un falso %o6o.
Aunque el diablo se r$a, su poder es limitado. Tal ve6 al%unos
recuerden un anti%uo refr'n( /*l diablo me obli%ó a hacerlo1.
:o deseo decirles, con palabras absolutamente ciertas, que el
adversario no puede obli%arnos a hacer nada. 3l a%uarda a
nuestra puerta, como dicen las *scrituras, nos persi%ue d$a a
d$a

9K

. Cada ve6 que salimos, con cada decisión que tomamos,
decidimos avan6ar, a sea en dirección hacia 0l o hacia nuestro
Salvador. !ero el adversario se debe ale.ar si le decimos que se
ale.e. 3l no puede in>uir en nosotros a menos que se lo
permitamos, S 0l lo sabeT )a 7nica ve6 que puede in>uir en
nuestro cuerpo en nuestra mente 5en nuestro propio esp$ritu
5 es cuando se lo permitimos. +icho en otras palabras( SNo
tenemos por qu0 sucumbir a sus tentacionesT
Se nos ha dado el albedr$o, se nos han dado las bendiciones del
sacerdocio se nos han dado la )u6 de Cristo el *sp$ritu
Santo por una razón( esa ra6ón es nuestro pro%reso felicidad
en este mundo la vida eterna en el mundo venidero. :o
pre%unto( Dhemos recibido ese *sp$rituE DSe%uimos por el
sendero estrecho an%osto que conduce a +ios a la vida
eternaE D*stamos asidos a la barra de hierro, o vamos por otro
caminoE Testi4co que la decisión que tomemos cada d$a con
respecto a lo que queremos sentir, pensar hacer es la forma
por la que se%uimos por ese camino hasta alcan6ar nuestro
destino eterno.
Ahora bien, nin%uno est' todo el tiempo en el sendero estrecho&
todos cometemos errores. !or esa ra6ón, )ehi, que entend$a la
misión del Salvador como defensor conquistador de nuestro
albedr$o, le ense;ó a @acob 5 a nosotros5 que /el Mes$as
vendr' en la plenitud de los tiempos, a 4n de redimir a los hi.os
de los hombres de la ca$da. 8 porque son redimidos de la ca$da,
han lle%ado a quedar libres para siempre, discerniendo el bien
del mal, para actuar por s$ mismos, no para que se act7e sobre
ellos1

92

. 3sa es la clave( /actuar por s$ mismos, no para que
se act7e sobre ellos1.
*n estos 7ltimos d$as, como sucedió en la anti%Uedad, debemos
evitar que se act7e sobre nosotros al actuar por nosotros
mismos evitar el mal. *l *sp$ritu Santo nos inspirar'. A @os0 se
le di.o que huera de la esposa de !otifar. Abraham obedeció el
mandamiento de huir de la tierra de Lr. A )ehi se le mandó huir
de @erusal0n antes de que fuera destruida. 8 a 4n de prote%er la
vida del Salvador, a Mar$a a @os0 se les indu.o a huir a *%ipto.
)as indicaciones que recibimos para huir del mal re>e.an el
conocimiento que nuestro !adre Celestial tiene de nuestros
puntos fuertes de nuestras debilidades, as$ como lo consciente
que 3l es de las circunstancias imprevistas de nuestra vida.
Cuando se reciben dichas indicaciones, 0stas no suelen
detenernos de inmediato, pues el *sp$ritu de +ios no habla con
vo6 de trueno. )a vo6 ser' suave como un susurro que lle%a a
nuestra mente o en forma de sentimientos al cora6ón. Si damos
o$do a estas indicaciones, seremos prote%idos de las
destructivas consecuencias del pecado.
!ero si las i%noramos, la lu6 del *sp$ritu se e"tin%uir', nuestro
albedr$o se ver' limitado o lle%aremos a perderlo, perderemos
la con4an6a la capacidad para actuar. *staremos andando /en
tinieblas PespiritualesQ al mediod$a1

99

. S8 qu0 f'cil es entonces
desviarse por sendas desconocidas andar perdidosT Con
cu'nta rapide6 nos ci;en las cadenas del pecado de las que
habló )ehi a sus hi.os rebeldes

9=

. !or e.emplo, si tomamos
decisiones que nos ha%an contraer %randes deudas, perderemos
nuestro albedr$o para satisfacer nuestros deseos necesidades
o no podremos ahorrar para cuando lle%uen esos inevitables
tiempos dif$ciles. Si decidimos quebrantar la le, tal ve6
vaamos a la c'rcel, donde el albedr$o es tan limitado que no se
puede esco%er a dónde ir, a qui0n ver o qu0 hacer. )a prisión
espiritual es al%o mu seme.ante& por tanto, para conservar
nuestro albedr$o, debemos caminar diariamente en la lu6 de
nuestro Se;or Salvador se%uir el sendero de la obediencia, el
cual es el 7nico que conduce a nuestro !adre Celestial.
Si el haber decidido hacer al%o malo nos ha hecho caer por el
sendero, debemos recordar el albedr$o que se nos dio, el cual
podemos ele%ir e.ercer de nuevo. Me re4ero concretamente a
los que han sido vencidos por las ne%ras tinieblas de la adicción.
Si han ca$do en las %arras de comportamientos destructivos que
provocan adicción, tal ve6 sientan que espiritualmente est'n en
un a%u.ero ne%ro. Tal como sucede con los verdaderos
a%u.eros ne%ros espaciales, podr' parecerles totalmente
imposible que la lu6 penetre all$ donde ustedes est'n. DCómo
salir de ah$E Testi4co que la 7nica manera de hacerlo es
mediante el mismo albedr$o que e.ercitaron con tanto valor en la
vida preterrenal, el albedr$o que el adversario no puede
arrebatarles sin que ustedes se lo entre%uen.
DCómo se recupera el albedr$oE DCómo pueden volver a
e.ercitarlo de manera correctaE +ecidan obrar con fe
obediencia. !erm$tanme su%erirles al%unas decisiones b'sicas
que pueden comen6ar a tomar a, ho mismo.
Decidan aceptar 5con toda sinceridad5 que ustedes son hi.os
de +ios, que 3l les ama que tiene poder para audarles.
Decidan ponerlo todo 5literalmente todo5 en el altar ante 3l&
creendo que son Sus hi.os, decidan que sus vidas le pertenecen
a 3l que har'n uso del albedr$o para hacer Su voluntad. *s
posible que lo ha%an muchas veces a lo lar%o de la vida, pero no
se rindan .am's.
Decidan estar en situaciones donde puedan tener e"periencias
con el *sp$ritu de +ios por medio de la oración, del estudio de
las *scrituras, en las reuniones de la -%lesia, en el ho%ar
mediante sanas interacciones con los dem's. Cuando sientan la
in>uencia del *sp$ritu estar'n empe6ando a ser puri4cados
fortalecidos. )a lu6 se empie6a a encender, cuando la lu6
brilla, las tinieblas del mal no pueden permanecer.
Decidan obedecer observar sus convenios, comen6ando por el
convenio del bautismo, renu0venlos cada semana al participar
di%namente de la Santa Cena.
Decidan prepararse para asistir di%namente al templo, concertar
renovar convenios sa%rados recibir todas las ordenan6as de
salvación las bendiciones del *van%elio.
!or 7ltimo, lo m's importante, decidan creer en la *"piación
de @esucristo& acepten el perdón del Salvador entonces
perdónense a ustedes mismos. !or motivo del sacri4cio que 3l
hi6o por ustedes, 3l tiene el poder de no recordar m's sus
pecados

9A

. Lstedes deben hacer lo mismo.
+espu0s de que se encuentren en el sendero sean de nuevo
/libres para esco%er1, decidan recha6ar los sentimientos de
ver%Uen6a por los pecados de los que se haan arrepentido,
ni0%uense a sentirse desanimados por el pasado re%oc$.ense
con esperan6a por el futuro. Recuerden que es Satan's el que
desea que seamos /miserables como 0l1

9B

. :a%an que sus
deseos ten%an m's peso que los de 0l& sean felices conf$en en
su vida en las oportunidades las bendiciones que les
a%uardan aqu$ en la eternidad.
!or 7ltimo, recuerden que nuestro albedr$o no es sólo para
nosotros. Tenemos la responsabilidad de usarlo para el bene4cio
de los dem's, para elevarlos fortalecerlos en sus pruebas
tribulaciones. Al%unos hermanos hermanas han perdido el
pleno uso de su albedr$o al tomar decisiones incorrectas. As$
que, sin e"ponernos a las tentaciones, podemos debemos
invitar a los dem's a recibir la lu6 del *van%elio de @esucristo.
!or medio de la amistad del amor, podemos %uiarlos por el
sendero de la obediencia alentarlos a valerse del albedr$o para
tomar decisiones correctas una ve6 m's.
As$ como el padre )ehi testi4có a su familia de las bendiciones
del albedr$o, tambi0n o deseo testi4carles a ustedes, mis
amados hermanos hermanas de todo el mundo a mi familia.
*l albedr$o se manifestó en el concilio de los cielos cuando
optamos por se%uir el plan de nuestro !adre Celestial venir a
la tierra a pasar este periodo de probación. *l albedr$o nos
permite ser probados para ver si perseveraremos hasta el 4n
re%resar a nuestro !adre Celestial con honor. *l albedr$o es el
catali6ador que nos lleva a e"presar nuestros deseos m's
recónditos espirituales en nuestro comportamiento e"terno
cristiano. *l albedr$o nos permite tomar decisiones 4eles
obedientes que nos fortale6can para poder elevar fortalecer a
los dem's. *l albedr$o empleado de manera correcta permite
que la lu6 disipe las tinieblas que vivamos con dicha felicidad
en el presente, que contemplemos el futuro, incluso las
eternidades, con fe, que no ha%amos hincapi0 en las cosas del
pasado. *l uso que ha%amos del albedr$o determina qui0nes
somos lo que lle%aremos a ser.
A todos los que deseen disfrutar de las m's e"celsas
bendiciones del albedr$o, les testi4co que 0ste se fortalece por
medio de la fe de la obediencia. *l albedr$o nos impulsa a
actuar( a buscar para encontrar, a pedir para recibir la %u$a del
*sp$ritu, a llamar a la puerta que conduce a la lu6 espiritual , al
4nal, a la salvación. +o testimonio especial de que nuestro
Salvador @esucristo es la fuente de esa lu6, s$, la )u6 la Vida del
mundo. Al utili6ar el albedr$o para se%uirle, Su lu6 crecer' en
nuestro interior con maor intensidad hasta el d$a perfecto

9C

en
que seamos recibidos en la presencia de nuestro !adre Celestial
por toda la eternidad. Rue%o que ha%amos uso del albedr$o para
ese sa%rado %lorioso 4n, en el nombre de @esucristo. Am0n.