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  El chico duro de La Habana. Agresividad, desafío y cinismo en la timba cubana Rubén López Cano [email protected] , www.lopezcano.net  Escola Superior de Música de Catalunya Rubén López Cano 2007 Los contenidos de este texto están bajo una licencia Creative Commons. Consúltela antes de usarlo. The content on this text is under a Creative Commons license. Consult it before using this article.   Cómo citar este artículo: How to cite this article: López Cano, Rubén. 2007. “El Chico duro de la Habana. Agresividad, desafío y cinismo en la timba cubana”. Latin American Music Review   28 (1), pp. 24-67. Versión on-line: www.lopezcano.net     (Consultado o descargado [día, mes y año]) (Accessed [Day Month Year of access])    El Chico duro de la habana  Rubén López Cano Rubén López Cano 2007 2 [Pag. 24]  [Para facilitar las referencias, se indica el número de la página de la edición srcinal en Latin American Music Review   28:1; 2007; pp. 24-67].   Resumen: La timba es un tipo de música bailable cubana que por medio de determinados mecanismos semióticos y cognitivos, gestiona, reorganiza, construye y semiotiza la agresividad que los jóvenes cubanos padecen a causa de sus precarias condiciones socieconómicas. Uno de sus recursos es la construcción del tipo cultural del “Chico duro de La Habana”. Éste se forma a partir de las letras, pero también de la articulación de tópicos musicales disímiles en esquemas narrativos generales capaces de soportar interpretaciones (lógicas, cinéticas y afectivas) relacionadas con sus principales atributos. De entre éstos destaca el esquema narrativo del cinismo que se sostiene por la articulación de tópicos musicales como la Balada cursi (sintonía de telenovela), salsa romántica , la timba dura y el reggaee . El poder semiótico-narrativo de la timba se srcina de la tensión que produce la fusión de dos tradiciones musicales: la afrocaribeña que incluye prácticas religiosas como la santería, y la modernizante música afronorteamericana pop reciente como el funk, en rock o el hip-hop. La timba es un andamiaje semiótico en la que amplios sectores de jóvenes cubanos discursivizan realidades sociales que no pueden circular en discursos verbales públicos. 0. Introducción El principal objetivo de este artículo es describir las operaciones semióticas que hacen que la timba sea considerada como un género musical “agresivo”. La primera parte, “1. Timba ¿qué y porqué?” introduce al lector en las principales características del género musical. La segunda sección, “2. Timba y agresividad”, presenta diferentes valoraciones que califican esta música como extremadamente agresiva. Para comprender los mecanismos semióticos de la agresividad en la timba es necesario introducir algunos conceptos y estrategias metodológicas. De este modo, en la tercera sección, “3. Música, cultura y representación”, se abordan las definiciones y posicionamientos metodológicos y epistemológicos que orientarán los análisis que se desarrollarán en secciones posteriores. La estrategia analítica que seguiré será la detección de los modos de construcción semiótico-musical del arquetipo cultural del “Chico Duro de la Habana”. La cuarta sección de este artículo, “4. Un arquetipo [Pag. 25] vertebrador: ¡El tipo duro!”, así como sus diferentes subsecciones, desarrollan este análisis y nos informan tanto de los mecanismos de construcción semiótica de este arquetipo como de sus principales atributos como: sus actitudes de desafío, su conducta hipersexual, el cinismo para con la dura  El Chico duro de la habana  Rubén López Cano Rubén López Cano 2007 3 realidad y las no menos difíciles estrategias de supervivencia y las interpelaciones gestuales por medio de las cuales este arquetipo es gestionado por los cantantes de las bandas en sus actuaciones públicas. Finalmente, la quinta sección, “5. A manera de conclusión”, resume los resultados del análisis así como las principales hipótesis que en este texto se defienden sobre la utilidad semiótica de la agresividad en este género musical.  1. Timba ¿qué y porqué? La timba, hipersalsa o, simplemente, salsa cubana,   es uno de los últimos aportes que la poderosa cultura musical cubana ha ofrecido a la música bailable de srcen caribeño. Según el investigador Leonardo Acosta: El fenómeno más importante de la música popular cubana durante esta década de los 90 es sin duda lo que primero se llamó salsa cubana y luego se convirtió en la timba. Tan es así, que podemos afirmar que se trata del primer movimiento srcinal de nuestra música bailable, desde los años 50, capaz de ganarse la atención internacional (Acosta 1998: 9). Pero ¿en qué consiste esta música? ¿Cuáles son sus similitudes y diferencias con otros géneros emblemáticos de la música bailable como el son o la salsa?   Luis Bu Pascual, tecladista y arreglista del Médico de la Salsa, una de las figuras más importantes del género, afirma que la “timba es como la Salsa pero con fortísimos acentos Afrocubanos así como influencias del Funk y Rythm and Blues, música bailable afronorteamericana como James Brown, Earth, Wind and Fire y the Temptations" (Bu Pascual in Robaina 2000). En efecto, con la timba, la música popular bailable cubana inicia un viaje fascinante a través de dos vertientes musicales americanas enraizadas profundamente en lo africano. Por un lado, encontramos las tradiciones sincréticas de los ritmos afrocubanos, sobre todos los vinculados a la rumba y por el otro, las sonoridades modernas y sofisticadas del pop afronorteamericano más reciente. Son dos caminos en apariencia antagónicos que, sin embargo, son transitados de manera solvente por las orquestas de la isla. 1    El Chico duro de la habana  Rubén López Cano Rubén López Cano 2007 4 Para comprender mejor qué es la timba recurriré a una definición en negativo señalando algunas de sus características que la distinguen de [Pag. 26] otro género de música bailable cercano y mejor conocido: la salsa. 2  Las canciones de la timba son piezas sumamente seccionadas. Cada sección posee una unidad estilística propia y a veces muy diferenciada de las otras. Sin embargo, el recorrido por las diferentes secciones no se reduce a una enumeración de momentos inconexos. De hecho, de la articulación de cada una de las partes emerge una especie de arco narrativo coherente que estudiaremos más adelante. Éste comienza casi siempre con formas o estilos más cercanos a la salsa o son tradicional y conduce, hacia el final, a sonoridades más vigorosas con un anclaje mayor en músicas cercanas al funk, rock y hip-hop norteamericanos, combinados con ritmos de raíz afrocaribeña. Por decirlo de algún modo, a medida que una canción de timba avanza, ésta se torna cada vez más “negra”, más “moderna” y rumbera, más briosa y energética y, como veremos más adelante, más agresiva. 3  A diferencia de la salsa convencional, las canciones de timba no suelen comenzar con una introducción fantasiosa protagonizada por el virtuosismo de los metales. La timba suele dar “inicios en falso”. Entra de súbito en uno de los estribillos que se cantarán en forma de montuno 4  más adelante. A este procedimiento se le conoce como ataque por el estribillo . Este inicio in media res puede prolongarse por muchos compases. Después del “falso inicio” aparece la introducción propiamente dicha: un trozo de música instrumental en la que una breve progresión armónica bien definida y cerrada (comienza y termina en la tónica) sostiene los impulsos rítmico-melódicos de los metales. Se aprecia una fuerte presencia de las armonías del jazz así como de una base rítmica rica y variada y peculiar de la “salsa” cubana. A continuación, el estilo cambia para dar cabida a la primera sección cantada. Su apariencia es más cercana a la salsa o son tradicional. En otras ocasiones se aproxima a los estilos de baladas románticas pegajosas y cursis similares a las sintonías que utilizan las telenovelas que vuelven locos a los cubanos. Otras veces adquiere la forma de tipos musicales clásicos como el bolero o el son. Después de unas estofas cantadas por el cantante principal  El Chico duro de la habana  Rubén López Cano Rubén López Cano 2007 5 comienzan los interludios instrumentales llamados mambos. 5  . Su instrumentación está dominada por los metales (trompetas, trombones y saxofones) que desarrollan gestos rítmico-melódicos de gran sensualidad. Es éstos se hacen evidentes las influencias del jazz y el funk. Después de los mambos se suceden más estribillos en forma de montuno . Una característica de la timba que la distingue de la salsa es que en una misma canción puede aparecer una cantidad ingente de diferentes estribillos o coros. Por lo regular, la letra de un nuevo coro agrega o sustrae información de la letra del anterior. De este modo, existe una especie de continuo formal entre la información ofrecida en el primer estribillo y en el último. Sin embargo, en el plano semántico, los contenidos cantados [Pag. 27] en los últimos estribillos son más radicales que los del principio como podemos ver en este montuno  de “Ella es como es” de la Charanga Habanera (Calzado 2001: track 5). 00’00’’-00’30’’ Ella es como es, ella no está en ná, ella le da lo mismo, chicha que limoná 01’42’’-02’02’’ Ella es como es, ella no está en ná, ella le da lo mismo, chicha que limoná. 02’02’’-02’27’’ Ella es como es, ella no está en ná. 02’54’’-03’45’’ Ella es cómo es, yo soy como soy, pero hasta hoy; porque mañana cuando nos casemos, ¡por la madrugada!, ella tiene que subirme la parada. 03-45’’-04’12’’ Ay déjala, déjala, ¡si por la madrugada!, ella tiene que subirme la parada. 04’12’’.04’17’’ Siento un bombo mamita me está llamando, déjala, ¡si por la madrugada!, ella tiene que subirme la parada. 04’17’’-04’43’’ Ay déjala, déjala, ¡si por la madrugada!, ella tiene que subirme la parada. 04’43’’-04-50’’ Ay déjala, déjala, ¡si por la madrugada!, ella… El bajo sostiene el desarrollo rítmico-armónico que acusa desde el principio una fuerte influencia del jazz y el funk, así como de otros estilos de música negra norteamericana. Su escritura es sumamente percusiva. De hecho, suele decirse que en la timba el bajo es tratado más como si fuera un tambor que un instrumento de cuerda. Su percusividad extrema, así como su tendencia a asumir modelos de riffs del funk o de la percusión afrocubana ritual o profana, propicia que la línea melódica resultante suene en extremo fragmentada. Además, hay otros elementos de su realización que hacen que la armonía resulte sumamente peculiar y que