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Escobar - Testimonios Malditos

Descripción: Escobar - Testimonios Malditos

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HECT HE CTO OR ES COB COB AR GUT GUTI ER R EZ  TESTIMONIOS  MA  M A LDI LD I TOS POEMAS  A M I S A M I G OS , COND CONDEN ENAD ADO OS TAMBIEN. PROLOGO  Magia, leyenda, desafío o temor son términos que necesariamente van unidos al nombre de Héctor Escobar. Y decimos magia porque su permanente búsqueda en el universo prohibido participa plenamente de aquellas concepciones que para nuestra perspectiva causalista pertenecen a una etapa de la humanidad   ya superada y comprendida gracias a la Historia de la Ciencia. Sin embargo, qué otra explicación sobre la realidad que goce dé plena objetividad y veracidad   podríamos suscribir sin riesgo de parcialización y que nos obligue a mirarnos y mirar el mundo en su dimensión más terrible y absurda, aquella que definitivamente es y que el positivismo ha falseado bajo el criterio de la racionalidad occidental? No podría haber otra respuesta más sincera y desafiante que la del poeta Héctor Escobar, respuesta que bien podremos encontrar en este trabajo poético. " Testimonios Malditos"pres enta a los lectores dos  propuestas: en primer lugar, una de tipo formal poéticamente hablando. Se trata aquí de lo que algunos han llamado "poesía matemática" y que el mismo autor denomina 'teoría del campo visual'. En dicha teoría cada letra es autónoma y tiene un valor totalmente independiente del grupo silábico al cual pertenece; además de que los versos de cada poema tienen igual número de letras. Si bien hay una utilización de la métrica, no es precisamente la de la preceptiva tradicional, sino una nueva forma de ser clá sico. De otro lado, encontramos una propuesta filosófica  y absolutamente vivencia/ que podríamos llamar la Etica del Mal. Nos referimos, por supuesto, a una concepción que ya los poetas malditos habían sustentado y que ha tenido su máxima expresión en la antifilosofía cioraniana. El Ser como noción metafísica ha sido considerado un axioma que desde Parménides fue el fundamento mismo de la existencia y que excluye en principio el no ser. De esta manera el concepto del Bien puede identificarse con el del Ser e interpretarse como el triunfo definitivo sobre el Mal, que, en este orden de ideas, se asimila al no ser. Pero en palabras del mismo autor "lo que creemos el Ser es la Nada expectante". En efecto, el Mal existe, ha existido desde  siempre y es intrínseco a la realidad, cosa que sólo es explicable si aceptamos contra todo lo que ha afirmado la historia de la filosofía que la existencia sólo es posible a través del Mal, única fuerza demiurga y  creadora. Si la realidad se encuentra viciada en su  principio, entonces el Mal es el elemento substancial a ella misma y por consiguiente al hombre. Ante la vacuidad del ser, ante una realidad esencialmente corrupta, el Mal es lo natural y la más auténtica forma de autoafirmación de lo humano. En otras palabras, el verdadero encuentro del hombre consigo mismo es necesariamente en su nulidad, es decir, en  su no ser. Esto es "Tes timonios Malditos". Liliana Herrera A. PRIMER PRI MER CIR CI R CUL CULO FLORACIONES Como omo una una f lor loració aci ón, extrañ extr aña a y multif ulti f orm orme, mi s poem poemas as r esu es ur g en con un acen acento to prop pr opii o; al calor calor de los los vino vinoss y los los s ueño ueñoss del opi o, mi s poem poemas as diva di vagg an por el esp es pacio ci o eno enor me. E l Diab Di ablo lo me lo los dicta dicta con con su s u bo boca defo def or me  y tem temblan lando de mi edo edo en el papel apel los los copi copi o, de s us os curas cur as voces voces,, en el acto me ap apr opi o,  y las es es crib cri bo en verso ers o de medi edi da uni f or me.  Mis  Mi s estro es troff as fa f as cin ci nan al cán cándi do lecto lector , velozm velozmente ente lo sum s umen en en abi abi s mos de hor hor r or, mi s poemas exha exhalan lan un un ra raro olo olorr de azu zuff re.  Mi  M i musa us a s ólo can canta con con preferen efer enci cia a al Mal, Mal, al hombr hombree que que nauf naufrr aga aga en la la s i ma abi abi s mal  y que al ver s e s umi umi do desco es cons nso olad lado s uf r e. 11 FR ENTE A MI MES A Nervioso, frente a mi mesa de caoba, reburujo ei barullo de mi infolio; mi códice, mi papiro, mi portafolio, el mare mágnum que mi obra engloba. Con sus sofismas Cronos me arroba  y en mi almanaque graba su escolio, mis palimpsestos dispersa eolio  y una mano invisible mi libro roba. Con los cabellos en punta, observo, el aletear del fantástico Cuervo:  ¡el Cuervo fatal posado en MinervaI  No obstante saber que soy galeote, en medio del ponto busco un islote  y sólo veo la noche ruda y proterva. 12 TOXICOMANIA  Saturado de alcohol, marihuana y cocaína, con los nervios erizados por los excesos, divago sonámbulo con mis sueños obsesos  y una extraña pesadila en mi roja retina. Tras el alba incipiente el sol se adivina  y mi rostro golpea con destellos aviesos, la locura estremece mi mente y mis huesos  y hacia la oscura sima mis pasos encamina. Borracho, perdido, alucinado por la droga, mi sino delirante por honda Estigia boga cual poeta maldito por el Diablo signado. Paso a paso bajo hacia mi íntimo infierno,  y anhelando morir, dormir el sueño e terno,  ¡prosigo mi descenso totalmente drogado!  13 OBSECADO Encima de ios árboles, debajo de las rocas, en la ola que fluye y en los astros lejanos, en el ámbito azul de los lares hortelanos la estantigua se ríe con múltiples bocas.  Me asustan sus risas y sus piruetas locas, me ofuscan y oprimen sus abrazos insanos, me espía y me condena con sus ojos tiranos  y de mi ser succiona mis fuerzas tan pocas. Ha huido la calma y mis nervios se excitan, contra mí las hordas vesánicas concitan  y a gritar me impelen por la urbe y el yermo. Poseso deambulo con pasos de noctámbulo, hacia el abismo voy con aire de sonámbulo  y las sombras invaden mi cerebro enfermo. 14 ENSIMISMAMIENTO Luego de ver lucirías por millares  y fúgidos bólidos cruzar el vacío,  sigo sintiendo igual escalofrío, la angustia de ver solos mis lares. Presto me abismo en ófricos mares llenos de niebla y espantoso frío,  palmo a palmo me cerca el desvarío  y me asedian horrendos calamares. Con rugosos tentáculos me hunden en simas do las nieblas confunden la reflexión, la lógica, el sentido. En esta sima en que el caos apremia  sólo me resta el mal y la blasfemia  pues ya la luz del sol se ha diluido. 15 DESESPERANZA Imagino mi cerebro cual terreno agrietado: árido, reseco, consumido, surcado de fisuras,  por culpa de las drogas e innúmeras locuras a las que con tanto afán mi serse ha dedicado.  Mis íntimos vicios con fervor he cultivado, pero ellos hundiéronme en espesas^honduras ni un rayo de esperanza horada las negruras en las que a diario caigo y me hallo relegado . Con los nervios aguzados, fijas las pupilas, acrecentarse miro la triste noche en torno:  ¡oh noche eterna y sola que mi vida aniquilas!  Los enervantes tóxicos ennublaron mi ruta  y perdido el anhelo de emprender el retorno hacia el último abismo mi destino se enruta. 16 INSANIA Hay veces que la locura se percibe como una horda fatal que nos rodea, como un rayo que crece y serpentea  y que muy hondo su zig zag describe. Con altivez y con ironía inscribe la profunda sentencia que Harnea,  y con tanta saña su oriflama ondea que del espíritu su fulgor inhibe. Hay veces en que la insania obsede  y ni un solaz de tregua nos concede, desplaza nuestro Ego y lo evapora.  Muy sutilmente la razón se esfuma, un caos nocturno a la mente abruma  y se yergue una sombra aterradora. 17 EL INTR US O El fusco fado tomome por sorpresa, engañó a mi perro con sus piruetas,  y con el vil aspecto de sus caretas  se adueñó de mis montes y mi dehesa. Penetró en mi alquería, antes ilesa; con sus secuaces y hábiles tretas  fizo en los muros enormes grietas, hoy vi en el patio su garra impresa. Diariamente me azuza con su horda  y como a un navio, mi cerebro aborda, haciéndome ir de tumbos al garete. Con sus tétricas muecas burlonas, con sus temibles dardos y asconas,  ¡el rudo trasgo contra mí arremete!  18 EL AJUS TI CI AD O El dogal tengo a mi cuello anudado, del patíbulo cuelgo, s oy convicto me balanceo con un ritmo estricto  y en lo alto del madero estoy izado. Para mí el sol sus luces ha apagado  y el abismo sin fin se abre invicto, me condena un terrible veredicto  y por el rudo verdugo so y ahorcado.  Aúlla la gleba en torno de la horca  y en medio de la noche, negra ajorca lanzo con ira mi postrer estertor. Rígido quedo, izado en el patíbulo, del más allá es toy en el vestíbulo  y entreveo las sombras del horror. 19 DESCENSO En lo hondo de mí mismo se agiganta el fastidio  y tenaces se agitan las lengüetas combustas de abismales arpías cuyas crenchas robustas  fueron el cruel tormento de Virgilio y Ovidio. , ,  A diario me alzo y pugno, constantemente lidio,  por desviar las saetas de sus miradas adustas  y de nada valen conjuros alfanjes ni fustas,  para vencer los avances del diabólico ofidio. , ,  A diario el reptil me asedia, me ahoga y espanta, la angustia con su corte en mi alma se agiganta  y con mil hechicerías obnubila mi efemérides.  Al infierno desciendo por espiras profundas  y en su abismo vislumbro a las larvas inmundas que con furia roen el Jardín de las Hespérides.  20 TAQUICARDIA Una bomba de tiempo es mi corazón  y siento su latir aquí en mi pecho; ah, mi pecho, de amor insatisfecho,  presiente la mortal detonación. Presto será la temida explosión que pondrá buen fin a mi despecho: a mi anhelo, a mi destino deshecho, a mi esperanza y a mi sosa canción.  Su tic tac inexorable se acelera, cercana está la hora postrimera, el ultimátum de su íntimo latido. Con el miedo calcado en mi pupila miro la oscura Parca que desfila  y oigo de mi corazón el estallido.  21 LLAMEAR  ¡Sentía mi yo desintegrado! mi cuerpo deshecho despedía llamaradas; mi alma, condenada y sola en la honda sima se sumergía, semejando una ola oscura y espiroidal en la noche; ¡ardía mi pecho!  La angustia, como una hidra indómita al acecho, carcomía con saña mi ser, me azotaba con su cola  y me hundía en lo profundo de la negra caracola que descendía, sin fin, por laberíntico trecho.  ¡Allíanidaba el Mal! Los abominables reptiles de la esfera soterrada, en innúmeros desfiles recorrían aquel abismo; ¡habitáculo del miedo!  Yo, entre tanto, luchaba allí mismo con denuedo,  ¡pero nada acortaba el avance de los endriagos rugosos que me anegaban en insondables lagos!   22  AR R EMETIDA Han invadido tu predio las larvas, la fusca grey del mundo soterrado ellas te dejan alacio derrumbado  y nunca dispones la mies en parvas. Frente a su arremetida te adarvas, estás como un viejo, desvencijado, cercado de cardos, mohoso el arado,  y sólo en tus campos penas aparvas. Ni casa te queda do ponerte a subió, tu alodio se ha ido con el derrubio hoy has sido vencido por el malino. , Crece en tu testa el hórrido tedio,  sólo los cuervos rondan tu predio  y en él pululan el cacto y el espino.  23  AS EDIOS  Asediado por espectros y empusas  y ogros malignos de bastarda laya, voy a solas, por la quimérica playa,  por las veredas y las urbes ilusas. En mi faz están las albas reclusas, en ella la noche su negror explaya  y en mi ser, el hado, contumaz ensaya  sus tragedias y farsas abstrusas. Nada me detiene, voy rumbo al ocaso, hacia el abismo precipito el paso con un aire de torva indiferencia. Con mis sueños turbios y borrosos marcharé a los antros tenebrosos  sin un ápice de fe en la conciencia.  24 HAMLET/ANO Cruzan los cuervos el ojo de la noche con las alas del insomne suspendido,  y en la negrura de su sórdido vestido reluce su nocturnal y áspero broche.  Mira su pupila la comba y su derroche, cual filosófico Hamlet, enlutecido con su oscuro monólogo, enfebrecido, aunando un cierto ges to de fantoche.  Ardua es la cuestión, la duda inmensa,  y él mismo es el otro, ¡oh lucha intensa!  con el fantasma tedioso que lo abate. El Príncipe vislumbra lunas ciegas,  sus ojos dardan asconas palaciegas  y con su espectro reanuda el combate.  25  S EGUNDO CIR CULO RUINAS Cayóse el castillo que edifiqué en ta arena, lo ha abatido la ola con su furia implacable, ahora yace en el suelo su almena deleznable  y sólo pervive en mi alma profundísima pena. Una angustia perenne mi esperanza cercena, todo en mí se desmorona, nada en mí es estable,  y mil voces y ecos con su juicio inapelable reiteran, burlonamente, la maldita condena.  Juventud y esperanzas ya me han abandonado, interrogo a los astros con mi verbo cansado  y ninguna voz celeste a mi aullido responde.  ¡Oh pregunta de siempre, oh eterno ritornelo!   ¿en qué sima sin nombre, en qué altísimo cielo, la estrella de mi vida desdeñosa se esconde?   29 REMINISCENCIAS Fui VHion y fui Nerval. Hoy soy yo mismo; desde siempre he sido un trágico poeta, un lirida iniciado en la logia secreta de los genios locos, señores del abismo. La savia de mi verso destila pesimismo, el sueño bus co en la heroica ampolleta, de uña pócima ignorada poseo la receta  y aquilato el poema con íntimo verismo.  Adepto soy del Arte, de! Diablo y lo raro; con énfasis cultivo el ritmo preclaro hasta darle a mi obra un tono decantado. Inmutable prosigo, mi sino es la muerte, de los Malditos llevo idéntica suerte  y como ellos seré al infierno re/egado.  30 REITERACION  Canta mi alma la nota quejumbrosa con voz errabunda, casi desteñida;  sólo acierto a decir: ¡perdími vida!  con /a cantilena de mi voz gangosa. Canto calcando la frase pesarosa con el ritornelo de mi nota manida,  y recalcando sigo, con voz vencida, antes de podrirme en la negra fosa.  Sólo el dolor le da finura al canto, la hondura lírica la da el espanto  por eso retemplo mi indómita lira.  ¡Fuera el sutil murmullo del treno, recalco el canto, oscuro y obsceno, con mi voz que maldice y que delira!   31 DOLIENTE  Ei dolor clava certero su ponzoña en mi insomne corazón aventurero, de recias andanzas fui el pionero  y ya no campean mi voz ni mi zampoña.  Mi vetusto lauredal no más retoña, reseco está por mi loco desafuero,  y en el tupido verdor del limonero escucho, burlón, el trino de la soña.  Abollada, mohosa está mi coracina,  y temblorosa mi mano, antes ferina aguardo sólo el óbito y las preces. Tras un pálido ideal perdí mi vida  y por ir tras de su luz desvanecida  sólo veo lo infausto y los reveses.  32 DESUETUD Dejé solo mi violón en la cambucha  junto a los bugles y figles viejos, mi ataba! olvidé con los trebejos que se alzan en mi hórrida casucha.  Mi cornetín de noticula tan ducha  yace en el suelo y perdió sus dejos,  y la flauta de tonos circunflejos cesó su ritmar  pues nadie escucha. ,  Mi bajón enmoheció, y el sacabuche está desvencijado sin su estuche al lado del violín y los platillos. Herrumbróse mi corno, estoy senil aquejado me hallo en mi cuchitril  y mi tambora quedóse sin palillos.  35 ENCALLADO Como un viejo esquife, derrelicto, con la quilla averiada y sin timón, encallado, cual deslucido pontón, éste ha sido de mi sino el veredicto. De los yodos marinos fui un adicto  y es el océano testigo de mi acción;  singlé el ponto, desafié el tifón,  y feroces oleajes surqué invicto.  A l verme hoy sin mástil y sin velas evoco un raudo rumor de carabelas  y rememoro al pirata y al corsario. Evoco escenas de una lid violenta, el vaivén de la mar sanguinolenta  y el oceánico abismo tumultuario.  36 DESUETUD Dejé solo mi violón en la cambucha  junto a los bugles y figles viejos, mi ataba! olvidé con los trebejos que se alzan en mi hórrida casucha.  Mi cornetín de notícula tan ducha  yace en e! suelo y perdió sus dejos  y la flauta de tonos circunflejos cesó su ritmar  pues nadie escucha. , ,  Mi bajón enmoheció  y el sacabuche está desvencijado sin su estuche a! lado del violín y los platillos. , Herrumbróse mi corno, estoy senil aquejado me hallo en mi cuchitril  y mi tambora quedóse sin palillos.  35 ENCALLADO Como un viejo esquife, derrelicto, con Ia quilla averiada y sin timón encallado, cual deslucido pontón, éste ha sido de mi sino el veredicto. , De los yodos marinos fui un adicto  y es el océano testigo de mi acción;  singlé el ponto, desafié el tifón,  y feroces oleajes surqué invicto.  Al verme hoy sin mástil y sin velas evoco un raudo rumor de carabelas  y rememoro al pirata y al corsario. Evoco escenas de una lid violenta, el vaivén de la mar sanguinolenta  y el oceánico abismo tumultuario.  36 ETEROMAN/A  ¡Oh, las delicias del éter  la lluvia de lirios, las profundidades de un cielo sin reflejos, la persistencia de la sombra en los espejos  y la falaz ansiedad de deliquios y delirios!  ,  ¡Oh, la falta de éter, los pugnaces martirios, la aridez del cerebro, del lamento los dejos,  y la fuga de los minutos y años circunflejos apagándose así, unos tras otros, como cirios!  Nuevamente la droga con su ilusión tornaba, la insania en mi mente con malicia acechaba  y de tóxicos ensueños mis ansias se nutrían. Hoy lo mismo que antaño la droga me sustenta  y a la vez que me agota, mi esperanza alimenta...  ¡Ah, cómo memoro la lluvia de lirios que caían!   37  EL OLVIDADO Quiso el destino, (este aserto impera) menoscabar mi nombre y mi guirnalda, marcarme con el hierro en la espalda  y ser maltratado cual innoble fiera.  Ser un galeote olvidado en la galera,  Sisifo, artrítico, en la rocosa falda, allí donde el sol momifica y escalda mi escuálido esqueleto y mi quimera. Del azar es esta trama inexcrutable de ir y mal venir, ¡oh sino irreparable!  hasta quedar exangüe en la furrusca. Quieran los hados, ¡y ojalá existan! que mis nervios y mi cálamo resistan  y que me añore aún la ingrata etrusca.  38 FATUM He visto y oído tantas cosas, que ya el ojo me duele  y el tímpano se resiste a transmitir los sonidos, vago como un alucinado al que un fantasma impele cada vez más, al bajo fondo de sus sueños perdidos. He muerto tantas vidas sin que nadie me consuele que he perdido la cuenta de los milenios vividos, he renacido tantas veces que la muerte me repele  y nunca he caminado por los senderos florecidos.  Jamás he contemplado el luminar de la esperanza, mi destino ha sido un luto de tiniebla que avanza  sin que nunca se aleje de mí el negror de la sombra.  Soy un muerto que flota, tan sólo un muerto apenas, el efímero hálito de una entidad que no se nombra,  ¡un poseído que arrastra por siempre sus cadenas!   39 FATALIDAD Todo sube y decrece aI fin de cuentas, ineluctablemente lo que vive muere,  se vuelve en desamor lo que se quiere, tras el aplauso tornan las afrentas.  A l sosiego prosiguen las tormentas, aquello que nos cura al fin nos hiere, aquel que nos reprueba nos prefiere  y las olas más quietas son violentas. Fluye y refluye el Ser, y así es la vida; toda la mar está en una gota resumida  por un proces o de síntesis perfecta.  A i ritmo en que existimos perecemos  y hacia el caos y a la nada volveremos:  ¡oh destino de nuestra carne infecta!  40 ENIGMAS Y si sucede que ya estamos muertos  y que existimos sin darnos cuenta de la certeza que nunca se comenta:  ¿aquella de no ser y de estar yertos?   ¿Quién del enigma sabe sus asertos?,  si el ser y el no ser son una afrenta,  ¿quién con saña a soñar nos alienta el sueño de ser y estar despiertos?   ¿ Y si acontece que nunca hemos sido  y que nunca nada jamás ha existido  porque al caos el caos lo antecede?   ¡Ah, ni tan siquiera somos la ceniza de un sueño que en otro sueño agoniza  porque al fin, para mal, nada sucede!  41  SUBLI MACION   Si Ia muerte existe yo estoy muerto  y si existir es verdad yo supervivo;  si la muerte me designa soy esquivo  y si la vida me exalta ya estoy yerto. En existir y morir volvime experto, viviendo muero y muerto sobrevivo, inmóvil estoy y permanezco activo  y si dormido me veo es toy despierto. Paradoja del Ser: vivir sin existir; existir sin morir en lento devenir,  paradigma inescrutable de la nada.  Si ser o no ser sintetizan el enigma, de vivir sin morir llevo el estigma  y muerto sueño en la vida sublimada. 42 VIVENCIAL Quise de las copas el placer escanciar   y mi ser embriagué de acíbar y ambrosía, a la droga fui adicto con mórbida manía  y vivencié los hondos paraísos sin par. Embriagado viví, me embriagaba el amar igualmente del amor me punzó la ironía: amé con gran pasión la clásica armonía, a Hermes y a Afrodita supe bien venerar. Yo de mis vicios hice un diabólico rite  y llevé dignamente el estigma maldito que antaño lucieran Verlaine y VilIon. Hoy tengo cuarenta años de ser, de vivir, cuarenta años o mil según fue mi sentir:  ¡ y aún busco el amor, el vicio y la ilusión!   Junio 11/81 43 TER CER CIR CULO TAROT  He barajado eI Tarot sobre Ia mesa con sus arcanos Mayores y Menores,  para despejar mis dudas y temores acerca de! sino oscuro que me pesa. Infausto sino es mi suerte aviesa, ocaso sin fulgor ni resplandores, edén poblado de marchitas flores, agonía proverbial que nunca cesa. Interrogo el libro místico de Tot, los arcanos infalibles del Tarot  y se confunde más mi incierto sino.  Sobresalen las imágenes fatales, ellas anuncian sucesión de males:  ¡Muerte, Incertidumbre y Desatino!  47  INVOCACION  Del Necronomicón leí el versículo maldito bajo la tenebrosa noche del gélido Saturno,  para evocar al monstruo, cuyo ojo taciturno, taladraba el firmamento con su rayo Ígnito. Prepotente era el porte de su ser de granito, híspido y serpenteante su pelaje nocturno,  y las mil sombras, una a una, en riguroso turno, acudían a la llamada del necromántico rito. Del fantástico libro pronuncié el conjuro, el terrible versículo de contenido oscuro  y las negras legiones acudieron premiosas.  ¡El temor envolvióme con su horda de espanto, la delirante noche me encubrió con su manto  y del Demonio entrevi sus alas membranosas!  48 BARBARIE  Caer he visto a /os líderes de la tierra  y acéfalos dejar sus tronos opulentos, el mal ha desatado secuaces violentos  y por el mundo acrece la ominosa guerra. Crímenes, atentados, ¡tanto odio aterral aí orbe lo surcan ríos sanguinolentos, a la humanidad la acosan los tormentos  y toda la maldad que el averno encierra. Caer he visto del mundo a sus artífices: dictadores, presidentes y pontífices, víctimas fueron del tósigo y las balas. El hombre cobra venganza con sus manos, caen los pacifistas y caen los tiranos:  ¡ía muerte ensangra por igual sus galas!  49  APOCALIPTICO Que la tierra se divida en mi! pedazos  y se realicen de una vez ias profecías, que el mundo empiece a contar sus días  y el cielo a cobrar siniestros trazos. Que se concluyan de una vez ios plazos  y a la nada tornen ensueños y alegrías, que el hombre vea cerrársele sus vías  y mutilados sean su cráneo y sus brazos. Que al caos retorne de nuevo lo creado  y el planeta sea por fin achicharrado,  ¡consumido por un fuego apocalíptico!  Que se cumplan las trágicas visiones  y que del ser se condenen sus acciones:  ¡su instinto depravado y sicalíptico!   50 COFRADES De la garla casuistas bizantinos, duchos en la metáfora y el sofisma, mistagogos de fez y glabra crisma:  ¡cáusticos, fumadores, libertinos!  Con desplantes ríentes y mohínos, de aureola ficticia y sin carisma, náufragos en el mar y en la marisma:  ¡nigromantes, abstrusos, adivinos!  Contertulios del ñoño y del e/ato, doctos o rábulas, en riña o alegato:  ¡truhanescos, herejes, dislocados!  Liró foros y expertos garladores, del amor a las doniñas trovadores:  ¡agoreros, donjuanescos, alunados!   51 PARCA Necio es quien a Ia muerte ruda corneja no la corteja amablemente; ¡es la suerte!  , Es la suma de los opuestos en atracción  sin solución en s í misma; ¡estad prestos!   Su clarín aturde la razón, impone dudas, hiela de pavor el corazón.  Aún así, cuidaos invictos en esas rudas lides: ¡o sereis convictos!   52 IMPUGNACION  Di/es que no rimen sus hálitos febriles  y que no acogoten la euritmia por lo bajo; confundiendo lajoyería con el cascajo ellos trastocan en muecas los perfiles. Versos hacen tras la nube y los cantiles con tanta pereza y con tanto desparpajo,  y con forma y esencia, similares al refajo, ensueñan merecer el lauro y los atriles. Turba de papagayos, ociosos poetastros, borrarán los vientos vuestros rastros  sin que perdure de vosotros algún verso.  Sólo humo expelen vuestros cacúmenes  y por haber sido torpes con los númenes el olvido sin fin será vuestro universo.  53 FELINOS Ritmo pausado de /os gatos pardos,  sutil ronroneo de negros felinos,  gatos siameses de gestos mohínos, altos mininos como los leopardos. Gatos amigos de lunáticos bardos  y regios angoras de ojos opalinos,  persas silentes, mimosos mininos,  gatos macabros y gatos bastardos. Cómo os admiro, principes gatunos,  gatitos caseros y gatos montunos,  ¡móviles esfinges de suave pelaje!   ¡A todos los gatos con cariño trato  porque el Diablo es un enorme gato en cuyo ojo brilla oscuro paisaje!.  54 NOCTURNAL Noche incisiva de perfil sombrío, noctivaga luz, silencio nocturno,  sueño huidizo del vate taciturno, nubes fugadas por el cielo umbrío. Cala profundo el noctámbulo frío,  sombras lesivas, hijas de Saturno, caros espectros del éxodo diurno,  giróvagas amantes de mi desvarío. Cómo os adoro, nocturno sortílego, noche agorera del vate sacrílego inmenso firmamento, oscuro capuz. Noctiluca amante, ensoñada noche, nubes fecundas de negro derroche:  ¡hórrida guarida del gran Micifuz!   55 FULLERIAS El bebedizo, el nepente, la tintura, he bebido de una vez hasta el fondo; con altivo ademán, lúdico y orondo,  sorbí del vaso la etílica mixtura. Dio mi cabeza un fiasco a la locura  y aún el abismo en mi delirio rondo, de trasgos abisales no me escondo  pues yo soy de vestiglos la pavura. Con mi facha de sonámbulo agorero, experto en menesteres de coplero no me intimidan ni soga ni cilicio.  Soy el tramposo adepto de la timba, aquel que juega y fuma su cachimba  y el filosófico exégeta del vicio.  56 BAQUICO Borracho estoy de un sápido iicor  tal cual rezan los cánones de Baco; hecho una cuba, como Horacio Flaco, extasíado en un traslúcido sopor. Ya viendo doble, como buen bebedor (porque yo entre ebrios me destaco) brindo con el seor, libo con el caco, de la orden de Baco soy comendador  . El codo empino, del vaso soy asiduo,  y bebo al alba y bajo el sol occiduo, experto he sido en el arte de libar.  Afugias y tedios en mi copa diluyo  y si muy orondo roncando concluyo,  ¡mañana con ahinco volveré a tomar!   57  LITURGISTA Por los tres pelos del gato,  por los cuernos de la cabra:  ¡abracadabra, abracadabra!   yo la ley del Demonio acato.  A él he de servir sin recato, él es quien mi cayado ¡abra,  y espero que su mano me abra la sima profunda sin reato. Con la receta del grimorio  y las palabras de Cipriano  grabadas en mi eremitorio, te convoco, Satán soberano, negro Cabro de ojo ustorio  y de altivo ademán profano.  58 ES MI CALETR E  Es mi caletre cubículo de trasgos, de tritones voladores y gorgonas, de cerberos y fantásticas leonas que asustan con sus fieros rasgos. Nadie violes: ni arios ni pelasgos, ni los oriundos de aledañas zonas,  son mis ogros pavor de las madonas  y a su paso las doninas hacen asgos. Es mi magín un zoológico protervo en el viven el arácnido y el cuervo  junto al imponente pterodáctilo. ,  Aún así yo los venzo con mi dáctilo  y con la férula fiel de mi gliconio:  ¡años hace que pacté con el Demonio!   59 NAUFRAGIO No alcanzarás el grao, ¡es mi jofor!  tu nao varada está en el arrecife: tu góndola, tu barcaza, tu esquife,  ya no vencerán del ponto su furor. Has perdido la brújula y el valor   y así el piélago ruja o se engrife, debes ahora, cual torpe matarife, matar de un tajo tu profundo amor. Ya en tu cerebro acrece la locura  y la galerna te lleva con premura hacia un lejano mar, rudo e ignoto. Escucha cómo la ola también gime  y con su canto aún tu pecho oprime:  ¡oh su canto, asordado y tan remoto!  60 INCERTIDUMBRE  He inquirido ansioso de! Tarotios arcanos  y dei I Ching abstruso los altos hexag ramas, releí los grimorios, interrogué a los lamas,  y descifré los signos de astrólogos ufanos. La esfera de cristal, las líneas de las manos, los posos del café, las chispas de las llamas, consulté los oráculos de Apolos y Gautamas  y nadie decirme pudo los designios humanos. Busqué en todo la verdad, la razón, la certeza, la respuesta al enigma que obsede mi cabeza  y las pitias y augures silentes se quedaron. Desde entonces divago sin saber el sentido, sumido en un laberinto negro y desconocido:  ¡el libro del destino los demonios sellaron!  61 EPILOGO TRIPTICO I  Si la musa en la traba, torna y trova, dale más preferencias a las musas de tu cacumen reabre las esclusas  para que ejecuten ellas la redova.  A través del nocturno, en la recova, iluminan el cielo lunas profusas, con los tonos de bemoles y de fusas  surgen músicas cuando el ave aova. Compulsa el trino, la rima entraba,  si el ritmo se te fuga ponle aldaba  y aderézalo con rimas deliciosas. Rima al aura de luz que eolio porta, a la lluvia, al sol, a la musa absorta,  y su frente corona con mil rosas. 65 //  Acopla el son si la traba se te nota; la humareda degusta, ella es opima no en la prosa gangosa que da grima debes templar el son; ¡el humo flota!   ¡Fuma, fuma! y si la testa se te embota con los nebúleos ritmos de la rima, no la dejes yacer, mantenía encima, en el fastigio donde el rocho rota.  Sopla y resopla el corno y el fagot, ajusta el tono a las claves del tarot   y alpentacorde extrae su cosecha. No permitas que la rima se te agote: hazla que suba, que baje, que rebote,  y a la canabis dedícale la endecha. 66 /// Que rebote, que suba, que descienda, el ritmo,  claro está, nunca la testa, allí las musas nonas dan la fiesta  y ai toco Pegaso sueltan ía rienda.  Sus relinchos trinan en la tienda  y se enfilan musagetas en la gesta, de mirlos, lid o lied, en ía floresta, canora liza de picos en contienda.  Si la trova en la traba te destripa, lanza al cielo volutas con la pipa,  se un vicioso leal, fumante innato. Escribe sin que el humo se consuma  y no dejes descansar pipa ni pluma hasta que no haya finado tu relato. 67  OFRENDA Quiero hacer un poema en suma escato/ógico en el que la roña y la pus exhalen virulencia, en el que cada estrofa ritme ia excrecencia  y en el que lo bello pierda su aspecto lógico. Poema en el que la hez con verbo necrológico revele de la estética el hedor de su esencia,  y en el que la podre prosiga en vil secuencia  para formar con lo sucio un ramo antológico. Un poema conformado por inmundos despojos, con venenosas flores, con ortigas y abrojos, con floreros que sean catafalcos y osarios.  /  Quiero hacer un poema para brindártelo a ti, amada amante a quien amo con insano frenesí   y consagrarte con él a mis ritos funerarios. 68