Preview only show first 10 pages with watermark. For full document please download

Juego De Pelota-taladoire

MESOAMERICA. CULTURA MAYA

   EMBED


Share

Transcript

  10/5/2017 Taladoirehttp://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/rt/printerFriendly/2544/3066 1/18  Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, Volumen XXXVII, número 106, año 2015 http://dx.doi.org/10.22201/iie.18703062e.2015.106.2544 Obras, documentos   Las aportaciones de los manuscritos pictográficos al estudio del juego de pelota   The Contributions of the Pictographic Manuscripts to the Study of the BallGame   Eric Taladoire   UMR 8096 Archéologie des Amériques   Texto recibido el 28 de abril de 2014.Devuelto para revisión el 26 de septiembre de 2014.Aceptado el 28 de octubre de 2014.   Resumen Cada manuscrito pictográfico necesita un estudio específico, conforme con su lógica interna, suprocedencia y su temática. Aun estudios temáticos transversales también pueden proporcionarresultados significativos. Tal es el caso de las representaciones de juegos de pelota. En el marcode este trabajo se han podido registrar 157 representaciones repartidas en 58 manuscritos,principalmente del altiplano. Su estudio sistemático permite obtener algunas conclusionesrelativas a su arquitectura, su significado y su simbolismo. Sintéticamente, se definen cuatrofunciones distintas, aunque no exclusivas: el tlachco  como cancha, como topónimo, comoantropónimo y con valor ritual y simbólico. Todas las representaciones pictográficas de canchas,aunque con sus especificidades conforme a los manuscritos, se ubican en el marco de un conceptocompartido de dualidad, de alternancia de las temporadas del ciclo vital y vegetal. Palabras clave:  juego de pelota, manuscritos pictográficos, arquitectura,simbolismo, morfología.  Abstract Every pictographic manuscript needs a specific study, in attention to its internal logic, its place of srcin and its subject matter. Transversal thematic studies may also yield significant results. Suchis the case of the representations of the ball   game. In the framework of the present work 157representations were registered from a total of 58 manuscripts, mainly from the  Altiplano . Thesystematic study of these enabled certain conclusion to be reached concerning the courts'architecture, meaning and symbolism. Synthetically, four different functions have been defined,although these are not mutually exclusive: the tlachco  as game court, as place name, as personalname and with a ritual and symbolic value. All the pictographic representations of ball-courts,although with their specificities according to each manuscript, are situated in the framework of ashared concept of duality, alternation involving seasons in the life and vegetation cycles. Keywords: ball game, pictographic manuscripts, architecture, simbolism,morphology. El estudio etnohistórico de los manuscritos pictográficos prehispánicos y coloniales es unadisciplina rigurosa y difícil, muy distinta, en sus métodos, del análisis de las fuentes escritas delos cronistas. Cada documento es único y merece un estudio específico, conforme a su lógicainterna, su procedencia y su temática (histórica, adivinatoria, registro de impuestos, cartografía,entre otros). Además, los desciframientos implican la lectura lingüística de los pictogramas. Senecesita también considerar la coherencia por grupo (Borgia) o por srcen (Puebla, documentosnahuas, mixtecos, etcétera).   10/5/2017 Taladoirehttp://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/rt/printerFriendly/2544/3066 2/18 Como arqueólogo, en el marco de mi interés personal por el juego de pelota y su contextoarquitectónico, a pesar de esas consideraciones básicas, enfocaré mi análisis en una perspectivatransversal muy distinta 1  para esbozar una visión temática global: ¿qué aportacionesarqueológicas nos proporcionan las múltiples representaciones de canchas de juego de pelota delos códices y manuscritos prehispánicos y coloniales?En esta síntesis traté de registrar sistemáticamente todas las ocurrencias, de las más grandes ocomplejas ( Borbónico,   Borgia,  entre otros) hasta las menores ( Códice García Granados , Mapa deCuauhtinchan  2), 2  para tratar de entender sus funciones, su simbolismo y su significado, en unaperspectiva interdisciplinaria.   Los datos A lo largo de mi investigación 3 registré un total de 145 representaciones procedentes de 47manuscritos, repartidas en 120 folios. Gracias a las sugerencias y sobre todo a las críticas decolegas y maestros, añadí posteriormente unas doce imágenes, sacadas de manuscritos como el Códice Tudela , 4  el Selden, 5  los Lienzos  y Mapas Antonio de León , 6 Egerton , Metlatoyuca , 7  SantoTomás Ocotepeque 8  y Quauhquechollan . 9  Debo reconocer además que este total de 145representaciones resultaba erróneo, porque me equivoqué unas veces, por ejemplo en aquellasmuy similares del Códice Mendoza 10 y de la Matrícula de tributos , 11  como lo notó NicholasHellmuth. 12  El total efectivo giraba en realidad alrededor de 140 imágenes.La publicación ulterior de varios documentos que desconocía en esta época (como el CódiceMoctezuma ) 13  y las preciosas aportaciones de unos colegas 14  me permitieron ampliarligeramente el corpus , aunque sin verdaderas modificaciones. Actualmente, he registrado 157representaciones repartidas en 58 manuscritos y 122 folios (anexos 1, 5). Entre los nuevos manuscritos que logré incluir figuran los Códices Becker I   y II  , 15  el Lienzo de Tlapiltepec    16  (fig.1), para la zona mixteca, los códices Mexicano 17  y de Moctezuma , 18  para el altiplano y la imagenmuy significativa de la obra de Muñoz Camargo, 19  para Tlaxcala. 20  Cualquiera que sea el interésintrínseco de cada una, esas adiciones no modifican drásticamente la repartición global de lasilustraciones (anexo 1). Casi la totalidad de ellas proceden del altiplano lato sensu , del áreamixteca y de la región intermedia (el grupo Borgia). 21  Fuera de esas áreas, sólo existe una enel códice maya Dresdensis   22  y otra de la región de la costa del Golfo (el Lienzo de San JuanNayotla ). 23  Previamente, se consideraba posible un srcen del Códice de Xalapa  de esta mismazona, pero comprobé que resulta probable que su procedencia sea del estado de Morelos. 24  Porúltimo, es posible que existiera una representación en el Lienzo de Puácuaro  de Michoacán, 25 pero preferí no registrarla, en la ausencia de verificación personal, 26  por lo cual este total quedaquizá incompleto. Recientemente, logré documentar dos imágenes más del Lienzo Tepepelme III. 27  Futuras investigaciones podrán proporcionar otros ejemplos, aunque dudo que sean losuficientemente numerosos para modificar nuestro corpus .  10/5/2017 Taladoirehttp://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/rt/printerFriendly/2544/3066 3/18   La repartición geográfica La repartición geográfica de esas representaciones proporciona información interesante (anexo1), al dejar de lado provisionalmente los ejemplos aislados de la costa del Golfo y del área maya,cuatro manuscritos del grupo Borgia incluyen 11 imágenes, entre las más complejas y elaboradasconforme a su srcen prehispánico. Con sólo 14 manuscritos pictográficos, la región mixteca es lamás rica, con un total de 76 ilustraciones. 28  Los 36 manuscritos distintos del altiplano, lato sensu ,sólo proporcionan 65, en su mayoría sencillas (salvo las del Borbónico , del Magliabechiano  y del Tudela ). 29  Esta dispersión se justifica en parte por el significado de las representaciones, pues enla mayoría de los documentos nahuas, como el Códice Mendoza , la Matrícula de tributos  o los Mapas de Cuauhtinchan , las canchas corresponden por lo general a topónimos.Cada grupo de manuscritos presenta variaciones significativas. La inmensa mayoría de los foliossólo incluye una cancha, o varias dispersas en un paisaje amplio y complejo, como los Mapas deCuauhtinchan , lo que se justifica, tratándose de topónimos, de antropónimos o de sitios. Perovarios folios contienen imágenes dobles o múltiples. El ejemplo más elaborado es el CódiceVindobonensis  (1974), donde los folios 3 y 44 tienen dos canchas cada uno, el folio 7, tres, el 17,cuatro, y el 19, hasta cinco. Por supuesto, eso corresponde principalmente al simbolismo de lasilustraciones, un tema al cual regresaremos después, pero se nota un patrón similar en otrosdocumentos. En el Códice García Granados 30  figuran dos canchas, en el Códice Laud   también(1966), y hasta un grupo de cinco en el Mapa de Santo Tomás Ocotepeque . 31  Al contrario,Sahagún, tanto en el Códice florentino  (1950-1982) como en los Primeros memoriales , 32  habla dedos canchas en el recinto sagrado de Tenochtitlan, el Teotlachco  y el Tezcatlachco , pero sólodibuja una. Finalmente, debemos mencionar el ejemplo discutible de la doble cancha en cruz del Mapa de Cuauhtinchan  2. 33  Aunque pienso que sí se trata de dos campos perpendiculares, 34  el  10/5/2017 Taladoirehttp://www.analesiie.unam.mx/index.php/analesiie/rt/printerFriendly/2544/3066 4/18 motivo es muy inusual y exige un estudio a profundidad. 35  La presencia de canchas múltiples ennumerosos sitios arqueológicos está bien documentada, en Tula (tres) y Tula Chico (tres),Xochicalco (cinco), Cantona (24), El Tajín (17), Monte Albán (tres), Tikal (cinco) o Chichén Itzá(13). Este paralelismo de distribución, conforme a la realidad urbanística, no necesitaforzosamente entonces una interpretación simbólica, aun si fuera válida en el caso preciso del Vindobonensis .    Análisis morfológico y arquitectónico Previo al análisis general, se necesita examinar detalladamente dos casos excepcionales. Elprimero corresponde a la imagen única del Códice Dresdensis  41a (1975). Se trata de la solacancha registrada en los tres manuscritos mayas conocidos, con una representación en perfil o encorte. En ella, una espiral simboliza el agua, mientras la deidad Chac está sentada encima del juego de pelota. Aunque única, esta ilustración llama la atención en diversos aspectos. Primero,corresponde al modo usual de las representaciones mayas, o sea de perfil, lo que la diferenciamucho de las demás imágenes que la dibujan en planta. 36  Segundo, la falta de canchasposclásicas en las tierras bajas mayas septentrionales de esta época siempre ha dejado perplejosa los arqueólogos. Pero el dibujo de una cancha aparece también como colgante del collar de unode los personajes de los murales de Santa Rita (Quintana Roo), 37  lo que comprueba que el juegono era completamente desconocido, si bien no se practicaba en espacios hechos de mampostería.Tercero, porque, a pesar de esas anomalías, la asociación de la cancha con el agua y la fertilidadagraria resulta coherente con el simbolismo de las otras imágenes, como lo veremos másadelante.La imagen del Lienzo de San Juan Nayotla 38  resulta de igual manera reveladora. La morfología enH de la cancha es similar a las del altiplano, pero el dibujo está compuesto de cuatro elementosrectangulares independientes, una morfología documentada en la región, 39  así como, porejemplo, en Chichén Itzá. Eso sugiere una correspondencia entre las representacionespictográficas y los datos arqueológicos regionales, a pesar de la importante diferenciacronológica.Salvo los dos ejemplos anteriores, todas las demás imágenes adoptan la forma de H o doble T,que permite su identificación. En algunos casos específicos esta morfología resulta más bienevocada que efectiva. En el Nuttall   (15, 17, 18, 19) y en el Bodley   (2) sólo emerge de la boca deun cocodrilo o del cuerpo de un individuo una mitad de la cancha, aunque fácilmente identificable.Asimismo, en el Códice Azcatitlán , 40  únicamente se distingue un lado de la cancha, el ladoopuesto está ocupado o tapado por el cuerpo de un sacrificado. Esas modificaciones gráficas noimpiden la lectura global del motivo como tlachco  (cancha en idioma náhuatl).Casi de manera sistemática, la cancha está delimitada por una doble línea, pero en 19 ejemplosse trata de una línea simple. Esos últimos están todos fechados en la época colonial. En amboscasos, la forma en I resulta bien marcada, lo que confirma su valor morfológico, pero, mientrassólo ésta esté presente en los documentos tardíos, la delineación doble debe tener un sentido.Posiblemente se refiere al carácter hundido de las canchas para evocar su aspecto de áreacerrada. En unos dibujos los límites están definidos por líneas parciales, interrumpidas, como si el tlacuilo  hubiera querido indicar posibles accesos o elementos arquitectónicos específicos ( Códiceen Cruz  , Mapa Cozcatzin , 41   Códice de  20 mazorcas . 42  Al contrario, seis dibujos procedentes de loscódices Bodley   (10), Borbónico  (27  )  y Borgia  (35) están delimitados por líneas triples. En esasrepresentaciones, la delineación externa está decorada con líneas de motivos redondos que seinterpretan por lo general como estrellas. Este motivo figura también en algunos otros ejemplos( Nuttall   15). La línea externa tendría entonces una función simbólica, relacionada con el aspectoritual, sin intervenir en la morfología arquitectónica.De manera general, y principalmente en los documentos del altiplano, no se representan lasestructuras laterales. Es sobre todo en los documentos mixtecos ( Bodley  , Nuttall  , Selden  y Vindobonensis ) donde se encuentran elementos simbólicos como grecas, espigas o líneasinclinadas que las evocan. Parece más bien una convención gráfica que la búsqueda de unarepresentación arquitectónica. En este contexto, dos ejemplos aislados merecen una menciónespecífica. En el Códice Moctezuma   43  formas piramidales simplificadas ocupan el lugar de lasestructuras laterales, y en el Fejérváry-Mayer   (1971) elementos simbólicos ocupan el lugar por locomún dedicado a los anillos. Existe obviamente el propósito de representar elementosarquitectónicos que se diferencian del todo de las esculturas.En los dibujos del Códice florentino 44  y de Durán 45  las estructuras laterales de mampostería estánrepresentadas al estilo europeo, lo que no debe sorprendernos. Curiosamente, lo mismo ocurreen algunos dibujos coloniales, como el Lienzo de Ihuitlán 46  y el Mapa de Metlatoyuca , 47  donde la