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La Guerra Por El Coltán

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congo Campo de refugiados en las afueras de G oma. Foto: Cyclopsr (Creative Commons) 70 / El Viejo Topo congo La guerra por el Coltan texto de Eduardo Luque Guerrero M ás de cinco millones de muertos han sido sepultados bajo montañas de mentiras. En el Congo no se libra una guerra de raíz étnica, sino de raíz económica. Una guerra en la que complicidad “occidental” tiene un papel fundamental. De nuevo las imágenes de decenas de miles de refugiados en la antigua Zaire. Cinco millones y medio de muertos según las NNUU1 desde que se inició el conflicto el 2 de agosto de 1989. Una guerra que oficialmente acabó en el 2003 y que continúa. Nos hablan desde los “medios” de una “segunda guerra civil en el Congo”, una nueva guerra civil confusa, desastrosa como todas, pero no nos refieren las causas; a lo sumo algo sobre señores de la guerra, mezclado con el sempiterno tribalismo, o el tan “útil” enfrentamiento Tutsi-Hutu.  Asistimos en realidad a una guerra colonial. Por ello, cualquier análisis geoestratégico del genocidio no puede obviar los intereses de las grandes multinacionales ni la de los gobiernos que les dan apoyo. Las grandes compañías internacionales de la electrónica son las auténticas responsables del genocidio; evitan que sus nombres se relacionen con el conflicto congoleño y, para ello, presionan a través de los ingresos publicitarios a los grandes medios de difusión. Los medios tergiversan la realidad; de forma sistemática oímos comentarios como estos: …20.0000 desplazados y la situación continua agravándose. Desde el último estallido de violencia entre los  tutsi y el ejército2 en agosto pasado ... las fuerzas internacionales intentan controlar a los tutsis ante la desbandada del ejército local… diamantes, uranio, caserita, niobio, el 70% del agua dulce de  África y sobre todo el Coltan, origen de la actual guerra en Kivu, al este del país. La guerra es por la posesión de este mineral, la nueva piedra filosofal, un metal imprescindible en la moderna sociedad tecnológica; de él se extraen dos componentes, la Columbita y la Tantalita; de ésta última se extrae el Tantalio, un metal estratégico integrado en los dispositivos electrónicos, desde las estaciones espaciales al acero para oleoductos, pasando por los chips de nuestro móvil, las pantallas de plasma o los ordenadores3. Este metal se desvela como imprescindible y por tanto, terriblemente deseable para las grandes multinacionales de la electrónica, tanto es así que su escasez impidió hace meses la salida al mercado de diversas videoconsolas 4 de nueva generación. Escasos son los países productores, Tailandia (5%), Brasil (5%), Australia (10%) entre otros menos significativos, pero es Congo quién posee casi el 80% de las reservas mundiales, sobre todo al este del país. Para esta pobre nación africana esta enorme riqueza es su maldición. Como el caso de Iraq, la increíble abundancia de recursos naturales los hunde en la pobreza más extrema. Hoy en día el precio del tantalio en el mercado es equivalente al del oro, ha sobrepasado de largo los 500 dólares/Kg, mientras se paga a las empresas extractoras entre 5 y 8 dólares. La República Democrática del Congo, la antigua Zaire, con 2 millones de kms2 y unos 60 millones de habitantes es el tercer país de África en extensión. Posee el 34% de las reservas mundiales de cobalto, el 10% del oro, importantes yacimientos de * * * Dos grandes conflictos han asolado esta región en los últimos años, el primero fue la Primera guerra del Congo (1996/97) que derrocó al dictador Mobutu Sese Seko. La más El Viejo Topo / 71 congo terrible hasta el momento fue La Guerra Mundial Africana o Segunda Guerra del Congo, que se inició en 1998 y acabó oficialmente en el 2004 con los acuerdos de Pretoria. En esta guerra participaron todos los países de la región. Fue una guerra promovida por las empresas de la alta tecnología (high-tech) que, aupadas por el imparable ascenso del precio del Coltan, obtuvieron enormes beneficios. La demanda mundial de internet y el “boom” informático de esa década hicieron del Congo un objetivo estratégico. La guerra actual parece una reedición tados y poco después iniciaban las hostilidades con el apoyo de países limítrofes como Ruanda, Uganda y la imprescindible financiación de las grandes compañías occidentales. Según las NNUU y la organización Human Right Watch, el Ejército Patriótico Ruandés (guerrilla levantada en armas y opuesta al gobierno) es la responsable de la explotación de los yacimientos de aluvión del este del país utilizando fuerza laboral esclava, entre ellos miles de niños, organizando la exportación ilegal del mineral fuera del Congo para su posterior refino y venta a aumentada de la anterior. La situación pareció estabilizarse en el 2004 cuando se convocaron elecciones libres promovidas por la UE, que contaron con el “apoyo” de 17.000 cascos azules. Participaron todas las etnias y fueron consideradas las más limpias de África. Resultó ganador el actual presidente J. Kabila por abrumadora mayoría. Aunque las fuerzas opositoras recabaron no más allá del 3,5% de los votos, no aceptaron los resul- las grandes compañías occidentales. Este tráfico ilegal ha representado para el presidente ruandés unos ingresos de 250 millones de dólares en los últimos 18 meses. De esta forma el presidente de Ruanda, Paul Gagamey puede financiar la guerra. En la actualidad, aunque el precio del Coltan ha caído, los ingresos para Ruanda representan unos 20 millones mensuales. Al margen de esto, las grandes corporaciones occiden- 72 / El Viejo Topo congo tales extraen de forma ilegal unos 6 millones de dólares diarios de Cobalto puro, otro de los minerales estratégicos que produce este país. Los grandes destinatarios de este tráfico son EEUU, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajistán. Los países que en este momento colaboran en el expolio del Congo, especialmente Ruanda, Uganda y Burundi han firmado planes de apoyo y  cooperación con EEUU; una parte de su deuda externa ha sido cancelada y se les premió con el reconocimiento estadounidense. Alguno de estos personajes, como el jefe rebelde L. Nkunda, está acusado por el Tribunal Penal Internacional de crímenes contra la humanidad. Hace meses, en cambio, fueron bendecidos por el “hisopo” democrático de la Casa Blanca: sin duda sólo es casualidad que el padre del  ya ex presidente Bush, sea uno     )    s    n    o    m    m    o     C    e    v     i     t    a    e    r     C     (    m    u    e    s    e     T    :    o     t    o     F  .    a    m    o     G    n    e    a    s    e    r    p    o     h    c    e     h    a     h    n     ó     i    c    c    u    r     t    s    e     d    a     L     )    s    n    o    m    m    o     C    e    v     i     t    a    e    r     C     (    r    s    p    o     l    c    y     C    :    o     t    o     F  .  .  .    s    o     d    a     t    a    c    s    e    r    s    o     d    a     d     l    o    s    s    o     ñ     i    n  ,    s    o    n    a     f    r     é    u     H Ho y en día el pr ecio del tantalio en el mercado es equiv alente a lente al del oro. de los mayores accionistas de la empresa  American Mineral  Fields , una de las más beneficiadas con este tráfico. Hasta este momento dos han sido los bandos enfrentados; por un lado Ruanda, Uganda  y Burundi, apoyados por EEUU, financiados por el FMI y el Banco Mundial, del otro Angola, Namibia, Zimbabue, Chad, las milicias hutu y Mai Mai.5 La empresa más beneficiada es la compañía Somigl (Sociedad Minera de los Grandes Lagos), compuesta por tres sociedades Africom (belga, con conexiones familiares con miembros del propio gobierno belga), Promeco (ruandesa) y Cogecom (surafricana). Con los pingües ingresos producidos por la exportación ilegal del mineral a Ruanda se financian las fuerzas rebeldes congoleñas; éstas reconocen El Viejo Topo / 73 congo     )    s    n    o    m    m    o     C    e    v     i     t    a    e    r     C     (    r    s    p    o     l    c    y     C    :    o     t    o     F que con el tráfico de diamantes obtenían unos 200.000 dólares/mes; gracias al Coltan obtienen más de 1.000.000/mes. La implicación de las empresas occidentales llega aún más lejos: según el IPIS6 (Servicio de Información para la Paz Internacional) las principales empresas tecnológicas occidentales están perfectamente informadas de la situación y finan- Las pr incipales empr esas tecnológicas occidentales financian dir ecta  o indir ectamente la guerr a. cian directa o indirectamente la guerra. ¡El Coltan es demasiado importante para reparar en pequeños detalles éticos! Compañías como Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens y otras empresas punteras utilizan compuestos que contienen Tántalo, así como las compañías que fabrican estos componentes como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC. Ellas son las grandes beneficiarias y en definitiva las grandes responsables del genoci74 / El Viejo Topo dio congoleño. Está ahora en juego no sólo la explotación del país sino su disgregación como estado, para poder apoderarse más fácilmente de sus recursos; así lo denunciaron personajes como Mons. Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu, asesinado por el ejército ruandés hace 10 años o más recientemente en la carta del 5 de noviembre del Arzobispo de Bukavu, François-Xavier Maroy Rusengo7, donde se denuncian las implicaciones de las empresas occidentales y la propia misión de las NNUU a través de tropas de interposición, MONUC . La situación social está alcanzando rasgos de catástrofe humanitaria como reconocen organizaciones como (MSF8, la ACNUR9 o el PAN10) El riesgo de internacionalización del conflicto se hace más insistente por momentos. La cumbre extraordinaria celebrada en Johannesburgo del SADC11 (Comunidad para el Desarrollo de África Meridional), concluyó con una declaración de apoyo al presidente congolés Joseph Kabila, y una amenaza nada sutil de intervención a través de una fuerza internacional africana que estabilizara la situación. La guerra en el Congo es también, y sobre todo, resultado del enfrentamiento entre EEUU y China por controlar recursos mineros estratégicos. Los acuerdos firmados por el gobierno congo chino con el gobierno congoleño en el 2007 implicaban la inversión de 10.500 millones de dólares en infraestructuras, carreteras, puertos, aeropuertos y hospitales, a cambio de 10 millones de toneladas de cobre y 600.000 de cobalto y otros minerales. El gobierno asiático además pagaba entre un 20 y  un 30% más que las compañías occidentales por tonelada de mineral extraída. La firma de los contratos con China coincidió en el tiempo con la negociación de las compañías occidentales. Mur ieron tr es civiles  y decenas más fuer on her idos por las balas de los “pacificador es ”. Hasta comienzos de agosto pasado la presión diplomática de occidente, con ser muy fuerte, no doblegó al gobierno congoleño, que se mantuvo en sus trece afirmando que los contratos con China se cumplirían. A finales de ese mes el antiguo amigo del presidente del Congo y actual jefe rebelde Laurent Nkunda, con apoyo ruandés y de las compañías mineras occidentales, iniciaba la guerra. Los combates se han centrado en la frontera este, precisamente la más rica en minerales de todo el país. El gobierno legítimo de Kinsasa ha afirmado que los acuerdos con China se cumplirán. La guerra avanza a pesar de los periódicos altos el fuego que se proclaman y no se cumplen. Esa es la realidad del conflicto y no otra. El papel del MONUC12 Otro elemento destacable es el comportamiento de las tropas de los cascos azules en la zona, el MONUC, por sus siglas en inglés. Es el mayor dispositivo promovido por las NNUU con más de 17.000 soldados que próximamente alcanzarán los 20.000 hombres y un presupuesto de 1.000 millones de dólares año. Llevan en el país desde el año 2000, y su actuación está salpicada de continuos incidentes. Su comportamiento ha sido denunciado por ONGD como MSF y la propia iglesia católica, así como muchos testigos que afirman, no sólo que las fuerzas de los cascos azules no defienden a la población civil frente al avance de la guerrilla, sino que colaboran en el expolio del país apoyando a las fuerzas ruandesas. Es difícilmente creíble que una fuerza militar de 17.000 efectivos con armamento moderno, sea incapaz de controlar a una guerrilla pobremente armada que no supera los 4.000 hombres. ¿Cómo es posible así  mismo que una fuerza armada tan pequeña sea capaz de apoderarse de zonas territoriales tan amplias, sino contara con apoyo logístico por parte de las tropas de las NNUU? Algunos analistas señalan que estas fuerzas defienden básicamente los intereses económicos de las compañías de los países de perte- nencia y no de los jefes de misión de la propia ONU. Así se explicaría la dimisión “por motivos personales” del general español, el teniente general Vicente Díaz de Villegas, que comandaba las tropas, tan sólo cuatro semanas después de tomar posesión Son ya numerosísimas las denuncias contra las fuerzas de las NNUU por violación, saqueo, extorsión e incluso como afirman muchos testigos presenciales, robo y tráfico ilegal de minerales utilizando los propios helicópteros militares. Los cascos azules son vistos por la población como parte del conflicto. El día 27 de octubre numerosas manifestaciones contra las fuerzas de las NNUU se desarrollaron en todo el país; en Kinshasa la capital, la multitud que lanzaba piedras contra los blindados es reprimida con armas de guerra, murieron 3 civiles y decenas más fueron heridos por las balas de los “pacificadores”. El día 29, y en un alarde de cinismo, el ínclito Javier Solana salía en defensa de las fuerzas del MONUC por su ejemplar comportamiento al mantenerse en el territorio a pesar de las dificultades. El mismo día las tropas rebeldes se asomaban a la capital provincial de Goma, uno de los objetivos estratégicos, donde recientemente se ha descubierto petróleo y proclamaban un alto el fuego unilateral. Una vez que las tropas guerrilleras han alcanzado uno de sus objetivos centrales las tropas de las NNUU anunciaban que intervendrían a favor del gobierno del Congo si no se respetaba el acuerdo. Sin duda, las fuerzas de interposición son también responsables del mantenimiento de esta guerra y no de su pacificación. La guerra del Congo es un microcosmos de la situación internacional, donde la lucha por recursos estratégicos, y por tanto escasos, alcanza niveles de extraordinaria violencia y  barbarie. Es una guerra colonial con rasgos propios de la violencia que nos depara el capitalismo del siglo XXI. Un conflicto que se quiere ocultar y que golpea también nuestras conciencias cada vez que compramos el último e “imprescindible cachivache electrónico”■ Notas 1. Ver International Rescue Committee (www: theirc.org) 2. La Vanguardia, 29/octubre del 2008. 3. Para más detalles ver: http://www.tanb.org/tantalum1.html 4. En concreto la Play Station 3 5. Revista GEO nº 232 6. http://www.ipisresearch.be/natural-resources.php 7. www.fides.org/aree/news/newsdet.php?idnews=21018&lan=spa 8. Médicos sin fronteras. 9. Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados 10.. Programa Mundial de Alimentos. 11. http://www.sadc.int/index/browse/page/416 12. Ver: http://www.monuc.org El Viejo Topo / 75