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Lacan - La Dirección De La Cura (resumen)

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LACAN – LA DIRECCIÓN DE LA CURA y LOS PPIOS DE SU PODER Este texto, escrito en 1958, está estructurado a partir de la doctrina del significante; el poder es el de la palabra y el inconciente está estructurado como un lenguaje. El texto está dividido en cinco capítulos; el primero pone al analista en el banquillo de los acusados, el segundo y el tercero interrogan conceptos fundamentales de la práctica psicoanalítica, como la interpretación y el estatuto de la transferencia, el cuarto trabaja la cuestión del ser del analista y el quinto se centra en la cuestión del deseo. I. ¿QUIÉN ANALIZA HOY? Lacan empieza por señalar que, bajo el nombre de psicoanálisis, hay quienes se dedican a reeducar emocionalmente al paciente. Se estaría entonces, ejerciendo un poder. La contratransferencia es parte de la transferencia. Mientras que la transferencia es un sentimiento producido por el paciente, la contratransferencia se trata de un sentimiento que no produce el paciente; cuando el analista reprime un significante, aparece la contratransferencia. Cuando se levanta un síntoma, producto de una identificación (ej. la tos de Dora) ¿qué ocurre con la identificación? ¿A dónde o con quién va a identificarse luego? Esto siempre está presente en la adolescencia y es la cuestión de la identificación en la dirección de la cura. El analista dirige a la cura, no al paciente; no le ofrece una guía moral. La dirección de la cura consiste enaplicar la regla analítica fundamental, la asociación libre. Vemos entonces que el problema de la dirección de la cura se inicia a la partida del dispositivo analítico. En la adolescencia, hay escenas y es muy importante ayudar a que el sujeto se cuestione. No se trata de sugestionar, ni de reeducar, ni de acotar el goce. Se trata de cuestionar al sujeto; para ello se aplicará la asociación libre. Hay que apostar a sostener la asociación libre y se debe tener especial cuidado con las resistencias que esto genere por parte del analista. 1 En el psicoanálisis se establece una relación donde tanto el paciente, como el analista, pagan. El analista paga de tres formas:  Con palabras – las palabras que se dicen no son ya del analista, especialmente si una operación analítica las transmuta en una interpretación;  Con su persona – que debe prestar como soporte para los fenómenos singulares de la transferencia;  Con lo esencial en su juicio más íntimo – lo pone a disposición para mezclarse en una acción que va al corazón del ser del analista. El icc es efecto del diálogo analítico; no existe previamente o en forma separada. Cuanto más involucrado esté el ser del analista en su acción, menos seguro estará de ella. Lacan habla en este texto repetidas veces de la carencia de ser. El sujeto barrado carece de ser. En el manejo de la transferencia, la libertad del analista se encuentra enajenada por el desdoblamiento que sufre allí su persona; ese es el secreto del análisis. La forma en que me presento ante el otro va variando según quién tengo enfrente. Cuando el sujeto habla, va a moldear su decir en función de la vertiente del narcisismo. Pero no es sólo una cuestión acomodaticia, también está el mensaje, lo que se quiere decir. El sujeto, recibe su propio mensaje de manera invertida, en base a la respuesta que da el otro. 2 Si nos quedamos solamente en esto, nos perdemos y entonces ¿quién dirige la cura? Es el supongo que él supone, etc… No podemos deducir todo, razonarlo a partir de lo que se nos hace llegar en transferencia. No se recomienda tratar de razonar lo que se dice a partir de las fantasías del analizado. Si nos adjudicamos el lugar del muerto, podremos ayudar a que surja el icc; que se vea en que fantasía se está metiendo, con qué cartas está jugando. La táctica tiene que ver con que soy libre de decir lo que quiero. La estrategia con el manejo de la transferencia. Por eso Lacan dice que el analista es menos libre en su estrategia que en su táctica. Y es aún menos libre en lo que domina a ambas, que es la política, que irá orientada por la carencia de ser. Esto ha hecho que algunos psicoanalistas hayan sentido la necesidad de introducir algo más estable; el ego autónomo, un conjunto supuestamente organizado, que presta su apoyo al sentimiento de innatividad del sujeto y que está al abrigo de los conflictos. El Yo es el lugar del desconocimiento, la defensa absoluta, mientras que el Icc es lo más cercano a la verdad. Por ello, el analista haría mejor en ubicarse por su carencia de ser, antes que por su ser. ¿Quién es el analista entonces? ¿El que interpreta aprovechando la transferencia? ¿El que analiza las resistencias? ¿El que impone su idea de la realidad? II. ¿CUÁL ES EL LUGAR DE LA INTERPRETACIÓN? En la actualidad psicoanalítica del año ’58, la interpretación ocupaba poco lugar, debido al azoro que produce. Lo que se le escapa a los autores, es algo del orden de la transmutación del sujeto. Para mostrar dónde actúa la interpretación, es necesario admitir la función del significante. La interpretación descifra la diacronía de las repeticiones inconscientes, introduciendo en la sincronía de los significantes algo que posibilita su traducción. La interpretación produce algo nuevo, porque el inconsciente tiene la estructura de un lenguaje, sus leyes. Es porque los significantes tienen efecto en el advenimiento del significado, que la interpretación puede producir algo nuevo. 3 Una interpretación sólo podrá ser reconocida como buena, cuando se vea, o no, el material que surge a partir de ella. Lacan señala que no hay otra resistencia al análisis que no sea la del propio analista. En los autores de la época, la interpretación era una exigencia de la debilidad. Esto es efecto de las pasiones del analista; su temor ante la ignorancia, no el error; su gusto por no decepcionar, no por satisfacer. Todo esto no es producto de la contratransferencia, sino del hecho de considerar la relación entre analista y analizante como dual, desconociendo el elemento de la palabra. Así la transferencia se transforma en la seguridad del analista. La interpretación se pospone hasta que la transferencia se consolide y una vez consolidada, subordina la interpretación a la reducción de la transferencia. Eso sería lo que mismo que decir que hay que trabajar con la transferencia, tal como lo señala Lacan. Se le ha criticado a Freud que en algunos de sus casos paradigmáticos, como el Hombre de las Ratas o Dora, comienza el tratamiento introduciendo al paciente en su posición en lo Real. Esta inversión de las posiciones, señala Lacan, trata de mostrar al paciente que está demasiado bien adaptado, que él mismo participa de la fabricación de sus síntomas. Freud reconoció rápidamente que ese era el principio de su poder, no distinguible de la sugestión. Y también reconoció que la única manera de resolver el problema, era no utilizar ese poder y así permitir que la transferencia tomara todo su desarrollo. Fue en una dirección de la cura, ordenada a partir de la rectificación de las relaciones del sujeto con lo real, pasando por el desarrollo de la transferencia y por la interpretación, que a Freud le aparecieron los descubrimientos fundamentales de la dinámica y la estructura de la Neurosis Obsesiva. III. ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA TRANSFERENCIA? La naturaleza última de la transferencia es que se encuentra entre la necesidad de repetición y la repetición de la necesidad. Lacan señala que la transferencia pasa por dos etapas: 4  Al principio del tratamiento hay un enamoramiento primario del paciente hacia el analista, lo cual genera satisfacciones que, posteriormente, hacen difícil romper la relación cuando la neurosis de transferencia rebasa los medios propiamente analíticos.  En el segundo período del tratamiento, la relación con el analista debe sufrir una frustración fundamental. Esto será lo que sostendrá la escansión frustración – agresión – regresión en la que se inscribirán los efectos más fecundos del tratamiento. Al momento de la redacción del texto, había varias particularidades de la teoría, que pensaban la transferencia de distintas formas. El manejo de la transferencia que propone cada una de ellas, es inseparable de sus aspectos teóricos. Lacan analizará en detalle tres de estas particularidades:  El genetismo (A. Freud) – Esta particularidad funda los fenómenos analíticos en los momentos del desarrollo. Los problemas psíquicos ocurren a partir de los puntos de fijación pulsional y las defensas asociadas a estos. Los síntomas provienen de estos puntos de fijación y para resolverlos, hay que ayudar al paciente a avanzar en su desarrollo. Lacan ve en esta particularidad una cuestión de conformidad,de adaptarse a lo esperado.  Las relaciones de objeto (Abraham) – Esta particularidad sostiene que es en el paso de la forma pre-genital a la genital que las relaciones con los objetos se vuelven tiernas y amantes, en lugar de destructivas; el Yo será entonces capaz de soportar la pérdida de un objeto significativo. Poder colocar la libido afuera, en los objetos y no en las fantasías, es más sano.  La introyección intersubjetiva (Ferenczi, Strachey, Balint) – Esta particularidad se instala en que la transferencia es una relación dual, no considera el tercer elemento, la palabra. El objeto aquí se va construyendo, en tanto se constituye el objeto genital. Para resolver los problemas del paciente, hay que lograr que abandone los objetos parciales y ayudarlo a que enlace con el objeto genital. Esto se logra mediante la identificación o introyección del analista. 5 La diferencia entre el psicoanálisis y la reeducación tiene que ver con que, el aporte de este último, al desciframiento del Icc, es mínimo. No se trata tanto de descifrar lo que ocurre sino más bien de… A las tres formas incompletas de entender el psicoanálisis que se explicaron antes, Lacan las considera desvíos –no disparates- que llevan a un callejón sin salida; esto se debe al mismo motivo, desarrollan poco el Icc. IV. CÓMO ACTUAR CON EL PROPIO SER La cuestión del ser del analista aparece tempranamente en la historia del análisis, con el artículo deFerenczi, Introyección y transferencia. Ferenczi entiende la transferencia como la introyección o identificación con la persona del analista, el analista no sería entonces el soporte de una compulsión repetitiva o de una figura de fantasía. Ferenczi ve que el problema del neurótico es la carencia de ser y ofrece su ser, como analista, para solucionar esa falta. Lacan señala que con haber reconocido la carencia de ser del sujeto hubiera sido suficiente. Es en la relación con el Otro que el ser encuentra su estatuto; en el Estadío del Espejo, es el Otro el que me confirma que soy Yo. Todo esto indica que algo del ser tiene que ver con significante, porque uno se aliena en los significantes del Otro (si X es mi marido, entonces es que algo seré yo…). En la medida que el sujeto se hace objeto, esto se enlaza con cierta mortificación y es así que aparece el sufrimiento, la patología. El sujeto podría consistir en el ser de dos formas:  Como objeto – en este caso el deseo se reduce a necesidad.  Como significante. 6 Suele imaginarse que el analista debe ser una persona feliz, pero aunque no nos negamos a prometer la felicidad, reconocemos que es imposible encontrar a un hombre feliz. Debe formularse una ética que ligue, el ser del analista, con el deseo del analista. No hay que pensar que comprender es un fin en sí mismo y que ese fin no puede ser otra cosa que un final feliz. A menudo, es mejor no comprender tan rápidamente, para asíhabilitar la posibilidad del pensamiento. La oblatividad, la cura como dar, brindar cosas, no es más que una fantasía de obsesivo; como el Otro me asusta, le doy todo, para mantenerlo lejos, ya que el deseo del Otro afecta al obsesivo. La Asociación Libre no es tan libre. Nada es más temible que la verdad; si le digo todo al otro, me quedo sin nada que decir. La dirección de la cura requiere preservar el lugar de lo indecible. La interpretación no debe aplastar lo indecible, pues esto equivaldría a aplastar el deseo. Es por esto que no podemos nombrar toda la verdad. Escuchar no es comprender lo indecible. Lo que se escucha no se debe comprender y si se comprende uno debe pensar que se equivocó. Lo que se debe hacer al escuchar es callar. El silencio frustra al hablante, porque este está pidiendo que se le responda. Esta demanda presente no tiene nada que ver con la demanda implícita de curarlo e, inclusive, dado que ha sido el analista el que le ha ofrecido hablar, en asociación libre, podríamos pensar que esa oferta es la que ha generado la demanda. Esta es una demanda radical; por su intermedio todo el pasado se entreabre hasta el fondo, el origen, la primera instancia. Es por esta vía que se realiza la regresión analítica, que no muestra otra cosa que el retorno a los puntos de fijación. Esta situación explica la transferencia primaria y el amor que a veces la acompaña. El amor es dar lo que no se tiene, el sujeto puedeesperar que se le dé nada, pero esa nada no se le da. Y por esa nada que no se da, le pagan. Esta transferencia primaria permanece generalmente en estado de sombra, reproduciendo la demanda cuando ya no hay nada que pedir; la demanda vacía será más pura. El analista es el que apoya la demanda, para que así reaparezcan los significantes relacionados con la frustración, no para frustrar al sujeto. 7 La demanda más antigua es aquella donde se produce la identificación primaria; el sujeto queda marcado, el objeto de necesidad se pierde, el cuerpo queda fragmentado y así aparece la primera marca de identificación subjetiva. Las identificaciones son formas de presencia del ser, suturan precariamente la carencia. La relación con la falta –carencia de ser- se traduce como frustración (en la dualidad entre el niño y la madre) o castración (más relacionada con la figura del padre). Se apoya la demanda para que surjan los significantes, enlazados con ella, en los que hubo frustración. El analista sostiene la demanda, que se enlaza con lo que sostiene el síntoma; responder, ya sea con un sí o un no, frena la demanda. Por eso hay que sostener la demanda, para que trabaje y se produzca la Asociación Libre. V. HAY QUE TOMAR EL DESEO A LA LETRA Se suele decir que un sueño no es más que un sueño. Sin embargo, Freud reconoció en el sueño al deseo. Para localizar algo del deseo, hay que considerar la escritura del deseo como letra enlazada con imagen,como si fuera un jeroglífico. Freud, en la bella carnicera, nos relata un sueño de una histérica, con la particularidad de que se satisface por desplazamiento, hace alusión al deseo de otra mujer, una amiga. Este deseo se sostiene porque es de otro orden, es un deseo de tener un deseo insatisfecho. Por ello es necesario distinguir entre dos dimensiones del deseo:  Un deseo de deseo, significado por otro deseo – En el caso de la bella carnicera, el deseo insatisfecho está significado por su deseo de caviar, que es su significante.  Un deseo que sustituye a un deseo – En el caso de la bella carnicera, el deseo de salmón ahumado, propio de su amiga, que sustituye al deseo de caviar. Aquí se inscribiría la identificación histérica. 8 El deseo se relaciona con la marca del lenguaje que especifica al inconsciente freudiano. Así decimos que el inconsciente está organizado como un lenguaje y, por lo tanto, hay dos leyes que articulan la cadena significante:  Metáfora – Cuando un término sustituye a otro para generar un sentido nuevo. Sería el caso de la sustitución del caviar por el salmón ahumado.  Metonimia – Cuando un término sustituye a otro término que a su vez puede ser sustituido por otro ad infinitum. El deseo se presenta como lo que implica su discurso, por lo que hay que ir más allá, para ver qué es lo que quiere decir en el Icc. El sueño es la via regia de acceso al Icc, y procede por la metáfora. En el sueñode la bella carnicera, vemos como el significante caviar significa al deseo como insatisfecho; el deslizamiento del deseo insatisfecho como deseo de caviar es una metonimia, sostenida en la carencia de ser. Esta carencia de ser es el resto de la demanda, que no puede ser capturado por el significante, el deseo. El deslizamiento metonímico sólo existe porque hay deseo, y lo que se desplaza entre los significantes, es la carencia de ser. Los objetos son identificaciones posibles del sujeto, que se aliena en ellos. El sueño está hecho para el reconocimiento del deseo, que sólo se captará en la interpretación. El salmón ahumado nos muestra como el deseo es deseo del otro. Lo que da es la falta. Cuando recibimos una demanda, cuanto más se la satisfaga, mayor será el deseo. Por ello, es necesario poner a trabajar la demanda, vía la Asociación Libre. Si uno se sostiene en el lazo con el otro para sacar el síntoma, no hay cura. El niño al que se alimenta con más amor, es el que rechaza el alimento y juega ese rechazo como un deseo, lo que Lacan llama anorexia mental. Como no se le da espacio al más allá de la demanda, como no se acepta que algo de esa demanda quede insatisfecho se produce la anorexia. El niño está exigiendo a la madre que tenga un deseo fuera de él, ya que para desplegar su identificación necesita espacio en el Otro. Busca provocar la falta en el Otro, al que percibe como no barrado. La falta siempre está en el Otro, yaque es un ser parlante. Como vemos en el Fort-Da, hay una 9 demanda de presencia y ausencia. Esto evoca la carencia del ser, bajo las tres formas del nada:  Demanda de Amor – El amor pide nada, por ello nada nos satisface, sólo podemos pedir.  Odio – Aquí se trata de transformar en nada el ser del otro.  Lo indecible de lo que se ignora de la petición del otro – Aquí vemos a la nada, ligada con lo que no se puede expresar, lo que ignoramos Esto permite articular, en imagen y en decir, algo de la carencia del ser, de la falta. La presencia de la pulsión de muerte es revelada por significantes que insisten en la repetición. El falo es la identificación última con el significante del deseo y la función de este significante es clave en el fin de análisis. Lacan relata el caso de un paciente que lleva largo tiempo en análisis, de edad madura, con una amante, con quien le ha aparecido una situación de impotencia y que él atribuye a una andropausia. El paciente le propone a su amante que se acueste con otro hombre para ver qué ocurre. Esa misma noche, la amante sueña que ella tiene un falo y también una vagina y desea que su falo se introduzca en su vagina. Cuando el paciente escucha este sueño, recupera su potencia. ¿Cómo entiende Lacan esto? Su paciente deseaba una posición femenina, ser el falo de su madre. La amante, con su sueño, le muestra que ella, siendo mujer, tiene un falo y aun así desea el falo. Lo que está en juego aquí es la carencia de ser. Esto nos habla de la importancia de preservar el lugar del deseo en la dirección de la cura, que deberá orientarse en relación a los efectos de la demanda. Hay que frustrar la demanda, para que reaparezcan las marcas donde esa demanda quedó retenida; esto es lo que permitirá relanzar la demanda de amor. Por ello hay que sostener la demanda, si se responde a ella, se reduce la transferencia a sugestión. La transferencia es una sugestión, pero una que se ejerce a partir de 10 la demanda de amor, que es demanda de nada. Si la reducimos a las necesidades, obturamos la situación, la demanda y el deseo. Trabajamos con las significaciones resto de las demandas frustradas de amor, no de necesidad. Trabajaremos con la última identificación al falo; SER o NO SER el falo y habrá que lograr que el sujeto acepte que NO ES ninguna de ellas, para pasar a TENER o NO TENER el falo. La dirección de la cura debe considerar lo siguiente:  La palabra tiene todos los poderes especiales de la cura.  No dirigimos al sujeto hacia la palabra plena, ni al discurso coherente, aunque le damos la libertad de intentarlo.  A esa libertad cuesta mucho tolerarla.  El analista no puede satisfacer ninguna de las demandas del analizado; hay que sostener la demanda.  Se dirige al sujeto hacia la confesión del deseo.  La resistencia a la confesión del deseo consiste en la incompatibilidad del deseo con la palabra. 11