Transcript
V . I . L e n i n
¿Pordónde empezar?
"¿Qué hacer? ": tal es la pregunta que, durante los últi último moss años años se hacen hacen con con part partic icul ular ar insi insist sten enci ciaa los los socialdem socialdemócrata ócratass rusos. rusos. No se trata de escoger escoger el camino camino a seguir (como suceda a !inales de la década del # de principios de la del $#%, sino de sa&er qué pasos pr'cticos de&emos dar en un camino determinado cómo de&emos darlos. )e trata de un sistema de un plan de acti*idad pr'ctica. + ha que reconocer que esta cuestión del car'cter de la lucha de los procedimientos para lle*arla a ca&o, cuestión !undamental para un partido pr'ctico, sigue sin resol*er suscita toda*a serias di!erencias, que re*ela re*elan n una lament lamenta&l a&lee inesta inesta&il &ilida idad d *acila *acilació ción n del pensamiento. or una parte, est' aún mu le-os le-os de ha&erse etinguido la tendencia "economista", que procura truncar rest restri ring ngir ir el tra& tra&aa-o o de orga organi ni/a /aci ción ón de agit agitac ació ión n poltica. or otra, sigue le*antando orgullosamente orgullosamente la ca&e/a la tendencia de un eclecticismo sin principios, que se trata a cada nue*a "moda", no sa&iendo distinguir entre
las eigencias del momento las tareas !undamentales necesidades constantes del mo*imiento en su con-unto. 0omo es sa&ido, esta tendencia ha andado en 1o&ócheie 2ielo. )u última declaración " program'tica" 3 un sonoro artculo &a-o el sonoro ttulo de 4ira-e histórico (núm. 5 del 6isato7 "1o&óchego 2iela"%3 con!irma con toda e*idencia la de!inición que aca&amos de dar. No hace mucho coquetea&an con el "economismo", indignados porque se ha&a censurado enérgicamente a 1o&óchaia 8ls, "palia&an" la !orma en que le-'no* plantea&a el pro&lema de la lucha contra la autocracia, ahora citan a las pala&ras de 6ie&7necht: "si las circunstancias cam&ian en 9 horas, ha que cam&iar la t'ctica tam&ién en 9 horas"; ha&la&an de una " !uerte organi/ación com&ati*a" para el ataque directo, para el asalto contra la autocracia, de una "amplia agitación poltica re*olucionaria (s7ra, para !ormar un partido !uerte organi/ado, con miras a conquistar no sólo concesiones aisladas, sino la !ortale/a misma de la autocracia; pero la !alta de !irme/a en los puntos de *ista de las personas que ahora han asimilado el nuestro puede quitarnos toda la satis!acción. 2esde luego, 1o&ócheie 2ielo in*oca en *ano el nom&re de 6ie&7necht. n 9 horas se puede modi!icar la t'ctica de agitación en algún pro&lema especial, se puede modi!icar la t'ctica de reali/ación de algún detalle de organi/ación del partido, pero cam&iar, no digamos en 9 horas, sino incluso en 9 meses, el punto de *ista que se
tenga so&re pro&lema de si hace !alta en general, siempre a&solutamente, la organi/ación de com&ate la agitación poltica entre las masas, es cosa que sólo pueden hacer personas sin principios. s ridculo ha&lar de situación distinta, de una alternación de periodos: el tra&a-ar para que se cree una organi/ación de com&ate se lle*e a ca&o una agitación poltica es o&ligatorio en cualesquiera circunstancias "grises pac!icas", en cualquier perodo de "decaimiento del espritu re*olucionario". + m's aún: precisamente en tales circunstancias en tales periodos es especialmente necesario el tra&a-o indicado, porque en los momentos de eplosiones estallidos es a tarde para crear una organi/ación; la organi/ación tiene que estar preparada, para desarrollar inmediatamente su acti*idad. "<0am&iar de t'ctica en 9 horas=". 8's para cam&iar de t'ctica ha que empe/ar por tener una t'ctica, si no eiste una organi/ación !uerte, iniciada en la lucha poltica en cualquier circunstancia cualquier perodo, no se puede ni ha&lar de un plan de acti*idad sistem'tica, &asado en principios !irmes aplicado rigurosamente, único plan que merece el nom&re de t'ctica. No tenéis m's que !i-aros; se nos dice a que "el momento histórico" ha planteado ante nuestro partido un pro&lema "a&solutamente nue*o": el pro&lema del terror. @ace poco era "a&solutamente nue*o" el pro&lema de la agitación organi/ación poltica; ahora, el pro&lema del terror. ¿No es etraño *er cómo personas que ol*idan hasta tal punto su genealoga ha&lan de un cam&io radical de t'ctica?. Aeli/mente, 1o&ócheie 2ielo no tiene ra/ón. l pro&lema del terror no es en a&soluto un pro&lema nue*o, nos &astar' recordar &re*emente el punto de *ista a esta&lecido de la socialdemocracia rusa.
n principio, no hemos renunciado nunca ni podemos renunciar al terror. l terror es una de las !ormas de acción militar que puede ser completamente útil hasta indispensa&le en un determinado momento del com&ate, ante determinado estado de las tropas en determinadas circunstancias. ero el pro&lema consiste precisamente en que el terror se propugna ahora no como una de las operaciones de un e-ército en acción, operación estrechamente ligada a todo el sistema de lucha coordinada con él, sino como procedimiento de agresión indi*idual, independiente aislada de todo el e-ército. Aaltando una organi/ación re*olucionaria central, siendo dé&iles las locales, el terror no puede ser otra cosa. sta es la ra/ón que nos lle*a a declarar categóricamente que seme-ante medio de lucha, en las circunstancias actuales, no es oportuno ni adecuado a su !in; que aparta a los militantes m's acti*os de su *erdadero cometido, m's importante desde el punto de *ista de los intereses de todo el mo*imiento, que no desorgani/a las !uer/as gu&ernamentales, sino a las re*olucionarias. 1ecordad los últimos acontecimientos: ante nuestros o-os, grandes masas de o&reros de la "ple&e" de las ciudades arden en deseos de ir a la lucha, mientras que los re*olucionarios carecen de un stado 8aor de dirigentes organi/adores. ¿No constitue el paso de los re*olucionarios m's enérgicos al terror, en seme-antes circunstancias, un peligro de de&ilitar los únicos destacamentos de com&ate que se pueden ci!rar esperan/as serias? ¿No constitue un peligro de que se rompa el la/o de unión entre las organi/aciones re*olucionarias las dispersas masas de descontentos, que protesta est'n dispuestos para la lucha, pero que son dé&iles precisamente por estar dispersos?. ues no ha que ol*idar que este la/o de unión es la única garanta de nuestro éito. 8u le-os de nuestro pensamiento est' en negar todo *alor a heroicos golpes aislados, pero es
nuestro de&er pre*enir con toda energa contra el ecesi*o entusiasmo por el terror, contra el considerarlo procedimiento de lucha principal !undamental, cosa hacia la que tanto se inclinan muchsimos en el momento actual. Nunca ser' el terror una acción militar de car'cter ordinario: en el me-or de los casos, sólo es utili/a&le como uno de los medios a emplear en el asalto decisi*o. 0a&e preguntar si podemos, en el momento actual, llamar a seme-ante asalto. 1o&ócheie 2ielo, por lo *isto, cree que s. or lo menos eclama: "