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Mitos Y Leyendas

mitos y leyendas mexicanas

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  LEYENDA DE   JALISCO. EL ÁRBOL DEL VAMPIRO . La historia cuenta que a la Guadalajara colonial llegó un hombre muy rico de Europa, quien todas las noches salía vestido de negro y con una actitud misteriosa. Se llamaba Don Jorge. Cada que salía aparecían animales muertos, pero éstos se empezaron a convertir en humanos. La gente asustada decidió salir en busca del causante, cuando, cerca del Panteón de Belén, escucharon gritos. Era Don Jorge, atacando con la boca el cuello de un hombre. La gente lo persiguió, pero él logró huir, así que el cura de Guadalajara lo fue a buscar a su hacienda, para hacerle un exorcismo. El Vampiro juró vengarse de todos, cuando alguien le clavó una estaca en el pecho.  Al morir, lo enterraron en el mismo Panteón de Belén. Pero lo extraño sucedió cuando un árbol empezó a crecer justo por encima de la lápida de Don Jorge, misma que se rompió. La leyenda dice que el día que el árbol sea derrumbado o que las raíces rompan por completo la lápida, Don Jorge, el vampiro, regresará a llevar a cabo su venganza.  Así que no se olviden de visitar el Panteón de Belén cuando vayan a Guadalajara, Jalisco. MITO: EL FAISÁN, EL VENADO, Y LA SERPIENTE DE CASCABEL Un buen día, Itzamná tuvo el capricho de crear El Mayab, un lugar paradisíaco en la Tierra que fuera muy bello. La lleno de plantas y flores, de cenotes y de cuevas. Cuando estuvo listo, regaló el Mayab a los hombres. Agregó tres animales para que vivieran siempre es esa hermosa región: el Faisán, el Venado y la Serpiente de Cascabel. Todo era felicidad y paz en El Mayab, hasta que cierto día los Chilam, los sacerdotes sagrados, convocaron a todos los habitantes para anunciarles que pronto llagarían a las tierras en que vivían unos extraños hombres que llegarían de lugares muy lejanos. Vendrían armados con poderosas armas y pelearían y matarían a muchas personas. Y todos serían esclavizados. Al oír estas terribles palabras de los Chilam, el Faisán se escondió de inmediato en la selva y dejó de volar, como antes lo hacía. Cuando el Venado se enteró de lo que le esperaba a los mayas, lloró tanto que sus lágrimas formaron aguajes y sus lindos ojos quedaron húmedos para siempre. La Serpiente de Cascabel cuando supo de la inminente catástrofe que se acercaba, decidió luchar contra los enemigos, y se inventó un nuevo sonido en sus crótalos. Llegaron los conquistadores y vencieron a El Mayab. El más importante de los sacerdotes decretó que los tres animales creados por Itzamná tendrían una importante tarea que cumplir en la Tierra: -¡Mientras en El Mayab existan las ceibas y las cavernas continúen abiertas, siempre habrá la esperanza de que llegará un día que los mayas recobren sus tierras unidos en el combate. Recibirán tres señales: la primera será cuando vean al Faisán volver a volar muy alto sobre los árboles; la segunda señal la traerá el Venado, cuando sea capaz de atravesar las tierras de El Mayab de un solo salto; la tercera señal estará dada por la Serpiente de Cascabel, que recuperará la hermosa música que producía con sus crótalos y deja el horrible sonido que ahora escuchamos. Estas serán las señales de que nuestra victoria se acerca. Ese glorioso día aún no ha llegado, pero los sagrados animales están listos y preparados: el Faisán alisa y cuida sus alas; el venado afila y limpia sus pezuñas; y la Serpiente de Cascabel frota sus cascabeles continuamente. Sonia Iglesias y Cabrera  LEYENDA DE LA CIUDAD DE MÉXICO. EL FANTASMA DE LA MONJA. María de Ávila, quien vivió en el siglo XVI, se enamoró de un mestizo de apellido Arrutia, quien quería casarse con ella por su dinero y status social. Los hermanos de María, Daniel y Alfonso se enteraron de lo que estaba pasando y se opusieron rotundamente a que ese matrimonio se llevara a cabo, así que le prohibieron a Arrutia ver a María. Al principio él se negó, pero los hermanos le ofrecieron mucho dinero que él aceptó para marcharse. Se fue. Sin ninguna explicación a María, quien cayó en una profunda depresión. Dos años estuvo así, hasta que sus hermanos decidieron enclaustrarla en el Antiguo Convento de la Concepción, donde se la pasaba rezando y pidiendo por él. Un día, no pudo más con el dolor y se ahorcó en un árbol de duraznos en el patio del convento. La enterraron allí mismo y un mes después de su muerte, su fantasma empezó a aparecer por las noches, reflejándose en las aguas del convento cuando alguna de las novicias o monjas se veía el rostro. Desde entonces se prohibió la salida de cualquiera de ellas al jardín cuando anocheciera. La leyenda cuenta que como no podía soportar estar sin su amado, ya muerta salió a buscarlo y lo mató para estar con él aunque sea en el más allá. Visita el convento en la calle Belisario Domínguez número 5 en el Centro Histórico. Llega con el metro Bellas Artes y Garibaldi. Búscalo entre las calles Lázaro Cárdenas, Calle 57 y Allende. Zamná y el henequén Hace muchos siglos Zamná, el héroe deificado por sus acciones benéficas para los itzáes, llegó a los territorios de la ahora ciudad de Izamal, situada a sesenta kilómetros de Chichén Itzá. En la región no había nada de agua, ni ríos ni montañas. De pronto, surgieron unas oscuras nubes en el cielo y empezó a caer una pertinaz lluvia. Todos los itzáes se pusieron muy contentos. Zamná, al ver tanta agua, decidió ir a buscar adónde podría guardar un poco para los momentos de escasez. En esas estaba cuando se acercó a una planta cuya espina se le clavó en el muslo; la sangre brotó inmediatamente. Sus compañeros, al ver que el dios-hombre estaba herido se pusieron a cortar las hojas de la planta y a azotarlas contra unas grandes piedras planas y lisas que se encontraban cerca, para castigarla por el daño ocasionado al dios. Al ver lo que hacían sus súbditos, Zamná se dio cuenta que de las hojas se desprendían unas fibras largas y muy fuertes, y pensó que serían de mucha utilidad para todos. Entonces, el héroe bondadoso, enseñó a los itzáes a trabajar el henequén para obtener buenas fibras para hacer cestos, ropa, cuerdas, morrales, y poder atar lo que se necesitase.  Así fue como Zamná dio a los hombres el henequén y fundó en ese sitio la noble ciudad de Izamal, como le fuera señalado por los dioses.  LEYENDA DE VERACRUZ. LA MULATA.  Cuentan que hace muchos años, en Córdova, existió una mujer misteriosa, porque vivía aislada del trato social y no se conoció su procedencia. Se dice que era huraña porque su belleza era tanta que cuando salía a la calle, era víctima de habladurías. Se le conocía también porque usaba hierbas para hacer curaciones maravillosas y por predecir sucesos naturales, como temblores y hasta por conjurar tormentas. Esa fama empezó a inquietar a los habitantes de Córdova, quienes la empezaron a acusar de bruja. Todos parecían obsesionados con ella, pero el alcalde era el principal. Su nombre era Martín de Ocaña, un hombre ya de edad que le confesó su amor y le ofreció hasta las perlas de la virgen , con tal de que ella estuviera con él, pero la mulata no accedió. Don Martín, despechado y desairado, la acusó de haberlo hecho tomar un brebaje para que perdiera la razón. La mulata, a la fuerza, fue llevada a la Fortaleza de San Juan de Ulúa, donde fue juzgada y castigada a morir quemada en leña verde frente a todo el pueblo. Mientras esperaba su castigo, logró convencer al guardia para que le regalara un gis. Él no se pudo resistir y se lo consiguió. La mulata empezó a dibujar en las paredes de su celda un barco con las velas desplegadas que se mecía sobre las olas del mar. Era una obra de arte que dejaba perplejo a cualquiera. Fue entonces cuando la mulata preguntó: ¿Qué es lo que crees que le hace falta al barco? A lo que el carcelero le contestó: Andar... En eso ella le dijo: Pues mira como anda... La mulata dio un salto y se subió al barco, despidiéndose del hombre que la resguardaba, quien sólo veía lo que sucedía asombrado, el barco se perdió en el horizonte que ella dibujó. NUEVE VIENTO La Serpiente Emplumada mixteca era el nahual de Nueve Viento. En el contexto personal se llamaba Coo Dzavui; es decir, Serpiente de Lluvia, dios muy venerado por los mixtecos antiguos, sobre todo durante el Período Posclásico mesoamericano. Nuevo Viento tuvo la suerte de nacer de un pedernal, y en su llegada al mundo fue dotado de divinidad por el Señor Uno Ciervo-Serpiente de Jaguar y por Uno Ciervo-Serpiente de Puma, los creadores dioses primarios del universo. Así, Nueve Viento poseyó la máscara de pájaro y demás atributos de su divina nobleza. Una vez convertido en dios, bajo a la Tierra desde el Cielo, acompañado de diversos dioses portadores de la Casa del Sol y de la Casa de Xipe. Pasado cierto tiempo, en el año 6-Conejo, llevó a cuestas la bóveda celeste y dividió al Cielo de la Tierra, tanto era su poderío. Otra de sus hazañas consistió en horadar las orejas de los cuarenta personajes que dieron inicio a los señoríos mixtecos, quienes nacieron en el Árbol sagrado de Apoala donde se puede encontrar al Yutatnoho, el Río de los Linajes. Nueve Viento, el héroe cultural por excelencia de los mixtecos, enseñó a los seres humanos a aprender las artes y las ciencias que propiciaron su desarrollo. Debido a tantos dones que ofreció a la humanidad se le veneraba en las cavernas, sitios sagrados, en tanto que deidad agrícola, asociada con Dzahui, el dios tutelar. En su advocación de Coo Dzavui, dios acuático, se le representó con orejeras, bigotera y colmillos, y a veces aparecía bajando del Cielo con una olla de agua, con la cual mojaba a los señores del reino mixteco. Su principal centro ceremonial estuvo en Achiutla, Ñuu Ndécu, adorado en forma de envoltorio o bulto sagrado. Actualmente, los mixtecos adoran las piedras en forma de gotas de agua que son sagradas y representan al dios Coo Dzavui, como es el caso del poblado de San Juan Mixtepec, a las que sus pobladores llaman Piedras de Savi.  LEYENDA DE GUANAJUATO. EL CALLEJÓN DEL BESO.  Es conocido por todos, porque apenas mide 68 centímetros de ancho, por lo que los balcones de las casas están casi pegados. La leyenda de este lugar nace del amor prohibido de una pareja de enamorados, Carlos y Ana, quienes se citaban clandestinamente en uno de sus balcones, para demostrarse su amor. Un día, el padre de ella los descubrió y se opuso por completo a ese amor, al grado de matar, ahí mismo, al enamorado. Otra versión de la historia indica que la asesinada fue Doña Ana, quien murió después de que su padre le enterrara una daga por la espalda. Don Carlos, al ver la muerte inminente de su amada, besó su mano aún tibia, de ahí el nombre de este lugar. Hoy en día, se dice que las parejas que se den un beso en el tercer escalón, tienen garantizados 7 años de felicidad. Ritual obligado para las parejas que visitan Guanajuato. LAS TONAS Los indios mixes tienen la creencia de que las personas son poseedoras de dos almas: Una de ellas es el alma mortal; la otra, nunca muere, ya que es inmortal. A esta alma se la nombra tso’ok, o sea, tona o tonalli. La tona entra en el hombre cuando hay coincidencia entre su nacimiento y el de algún animal. De tal manera que el hombre y el animal quedan para siempre unidos indisolublemente, y sus destinos serán similares. La tona de cada persona la averigua el adivino-curandero, quien es el encargado de consultar el calendario ritual y tiene la habilidad de leer las cenizas, pues los curanderos poseen una tona fuerte y buena, a diferencia de las tonas fuertes-malas que tienen los brujos. Los demás seres humanos se caracterizan por presentar tonas débiles-buenas o débiles-malas, según sea su comportamiento. Los brujos-nahuales, los curanderos tradicionales, tienen la capacidad de transformarse en elementos de la naturaleza y en animales; a más de que pueden causar las enfermedades y toda serie de males. Ellos pueden hacer que las personas pierdan el alma o introducir objetos de todo tipo en ellas. Cuando los brujos-nahuales han hecho daño, los curanderos pueden curar a los lastimados por medio del pulso, que les permite dar un diagnóstico acerca del tipo de daño que ha sufrido; o bien, ingieren hongos alucinógenos o semillas de la virgen para aumentar sus capacidades terapéuticas.