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Revista I)k La Semana. - Biblioteca Virtual Miguel De Cervantes

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unsun PRFCIO IIK T.A srscRir.inN.—MAnmn , por números sueltos á 2 vs.; tres meses 2-2 r s . ; seis meses i - rs.; un año K(l rs. lO REVISTA I)K LA SEMANA. tado el domingo á la una ile la madrugada al señor don Nieomedos Pastor Díaz, aventajado poeta , orador elegante y castizo, periodista de gran talento, y ministro de Gracia y Justicia que fue á principios del actual, lil lunes por la larde fue ín.T"'" s u <"I le presentí) en Madrid en los circuios *•. t n 1831 fue redactor del Siglo (jue después ¿eri' S l, acs P añola en que escribía Larra, fue el ])rittte ''l J 0 l n l C 1 UÍ! «' publicó en lil nueva época tonal. El Siglo era periódico progresista: du¡ • le mató la censura. Pero el señor Pastor Díaz "°la Polín 0 ) a a Cüll(l(:<'r biillauteniente. Los azares •erarií\ ¿¡ , sl'P'1l'<'uon muchas veces de la vida lil as " ¡ncL S | C " a l (M'a Illll ''-ho mas apto y se sentía r «;d¡nuin | "; lMI1' jefe político en (laceres 'y en SegoPÓblica en unnislro de Instrucción mismoV ' n'rlw (l(! l a universidad de Madrid en '8°en I ¡ i "' """'si' 1 » de España en Turín en 18!¡(¡, y °I '."a i'n \KiH; senador poco después y en 17 "•m,'° niinistro de (¡ráela y Justicia', cargo . eslus Un porjre M c mas. 8|l;i"des inteligencias que se apa- rnnCv, e S C e U a 1°. l )ública * . > " ' y lia MADRID 29 DE MARZO DE 18G.J. PROVINCIAS.—Tres meses 28 rs.; seis meses ;H) rs. un ;iño !H¡ r s . — C n ¡ \ , PIERTO-KICO Y KSTRANJERO, un año 7 pesos.—AMKIUCA Y ASIA , 10 ú lü pesos. Dos generales lian l'alleciilo lambíeii ;i principios ile liase dado en decir estos dias que el gobierno manla semana anlerior, el general Bajuna y el general daba volver á las costas de España á la escuadra que Manso. Kl primero que prestó muy buenos ser\ icios al hemos enviado al Pacífico. Nosotros no hubiéramos enpaís en la última guerra , era un modelo de virtudes viado esa escuadra ; pero ya que está allí y que los gasprivadas : ligurú poco en política, lil segundo babia tws se han hecho , opinamos que debe recorrer todas combatido bien y con éxito en la memorable guerra de las costas, mostrando en ellas la bandera española. Si la Independencia. las dilícultades que encuentra el gobierno para que Triste va esla revista ; pero vamos á entrar en la continúe, dependen de quo no se hayan cumplido sus Semana Santa, en la semana que recuerda otra muer- instrucciones por alguno de los jefes, se sale del paso te, el asesinato jurídico del Hombre-Dios hace if'M) con mandar volver á ese jefe. Si dependen de consideraciones económicas, repetimos que el mayor gasto años. Vendrá la Pascua y tendremos ocasiones de alegrar- está hecho. Siga, pues, la espedicion adelante. lil pueblo inglés lia hecho un magnífico recibimiento nos. Para entonces se disponen los bailes de trajes, las carreras de caballos, las grandes liestas de la prima- á la princesa Alejandra de Dinamarca , esposa del prinvera; y es regular que la primavera nos haga entonces cipo de Gales, heredero presunto del trono de la Gran su primera visita. Hasta el presente esta señora ni si- Bretaña. Las fiestas en Londres han sido espléndidas. quiera se lia dignado enviarnos un recado de atención; El miércoles se dio en el teatro de Oriente, otra rede donde deducimos que no ha venido , á pesar de lo presentación de la Forza del Destino, y el jueves fue quo dice el calendario, lil sol ha entrado ya en el signo el beneficio de la eminente artista Lagrange. Ambas del carnero y va á entrar en el del toro; pero la prima- noches estuvo concurridísimo el teatro, y la benelivera no viene y tememos que las llores se retarden fal- ciada obtuvo en ambas continuados y nutridísimos tas del soplo vivificante de la bella estación. Las cor- aplausos. La función del jueves iba á ser la última de ridas de toros que principian poco antes de llegar (¡1 sol esta temporada en el teatro de Oriente, pero habiendo á ese importante signo, van á ser este año superiores, accedido el gobierno, á una nueva próroga de 15 días, según nos dicen ios aficionados. Tendremos á Cucha- no concluirán las representaciones basta el 15 de abril. res, el Tato y el Gordíto, y con estos tres artistas, si líl empresario señor liagier ha obtenido la concesión ayudan los bichos, suponemos que las entradas no se- del teatro italiano de París. Entre lodos los que le han rán Hojas. solicitado, el gobierno francés ha preferido al señorHaSe han empezado á abrir en Madrid suscriciones en gier, haciendo justicia á las dotes que en Madrid ha favor de la Polonia, lo cual nos complace mucho, y do- desplegado para dar al público espectáculos dignos do seamos que tengan el mejor éxito. Los polacos continúan él, y ofrecerle cantantes de superior mérito. Tememos combatiendo por su independencia y libertad , y obte- mucho que para el año inmediato se le haya de echar niendo la simpatía de todos los pueblos de Europa, lin de menos. La contrata ha pasado á un señor Prieto, cuanto á los gobiernos que tanto podrían hacer en su que se ha sometido á todas las condiciones que_ el gofavor , no esperamos que hagan nada, listan en buenas bierno puso en el pliego. Sin embargo, ahora parece relaciones con la Rusia. Si cuando un gobierno de un que el gobierno le exige una fianza de 50,000 duros que país cualquiera comete una violación llagrante del de- no estaba incluida en las condiciones, y como el señor recho , los demás de Iiuropa corlasen con él toda clase Prieto se resiste, según dicen, á darla, no sabemos en de relaciones diplomáticas y le hiciesen responsable de qué vendrá á parar este asunto. las consecuencias, algo mas respetarían los poderosos lil Castillo de naipes, comedia del señor Coupignj, Injusticia. se aplaude constantemente en el teatro de Variedades. El general Korey ha dado una nueva proclama a ios Esta comedia , aunque no tiene acción para tres actos mejicanos, y anuncia que va á marchar sobre Méjico, i merece los aplausos del público por la gracia y el chisté dejándose á un lado á Puebla. No auguramos bien de con que está escrita, la naturalidad de muchas escenas esta proclama ni de esta marcha. La retirada de frente y la belleza de algunos pensamientos. á Puebla seria considerada en el pais como una derro- j En el Circo, el actor cómico Miguel, contratado acta, y si el ejército francés conserva todavía allí alguna tualmente en Valencia, ha representado en la pieza fuerza moral, la perdería. I Manalito Gazquez, el pape] de protagonista, con una Siguiente EL MUSEO UNIVERSAL. 1)8 maestría sin ¡«nal. Ya le habíamos visto nosotros ¡i pri- j meros del mes en el teatro priiieiptil do Valencia, y desile, entonces creinios que el pi'ihlico de Madrid desearía oírlo. Por esta revista IJ la parle no firmada mero, de este nú- NEMESIO FEHNANUKZ CIKSTA. OPTOQUIMICA. 0 ANÁLISIS DK LA LUZ. DF.SCl RUIMIENTO HE M KVOS METU.IS. I.as ciencias risico-(]uiniicas nos sorprenden lodos los días con un nuevo invento. El espíritu analítico y esperinientador de la presente época, es tan activo, que no bastándole los naturales medios de conocimiento esterior que Dios puso en los sentidos corporales del hombre . lia procurado ensanchar su esfera por grados, multiplicando asi los objetos susceptibles de observación que encierra el universo. No bastaba ya haber llevado á tal estremo de perfección los instrumentos ópticos, que permitieran leer en los astros como en un libro y sorprender un mundo entero de seres vivos en una gota de agua, el ponió de la investigación ha querido aun describir lo que el microscopio mas lino era incapaz de revelar. De esta suerte las maravillas de la naturaleza van desplegándose á nuestros ojos y cada día nos causa mayor asombro la inmensidad de la creación. Trátase ahora nada menos que de examinar y determinar lijamente la naturaleza de la sustancia del sol y demás astros, compararla con la del planeta que habitamos y proclamar la unidad sustancial del sistema planetario; trátase, en lin. de proporcionar á la química un medio de análisis mil veces mas poderoso que todos los reactivos conocidos é imaginables , obligando á la luz á revelar los decretos del foco de donde emana. Ya EL MI SEO LMVKKSAI. dio hace tiempo á sus lectores una ligerísima idea de este descubrimiento, y hoy nosotros les ofrecemos su historia y teoría completas, añadiendo curiosas noticias aceren de las interesantes y útilísimas aplicaciones que desde entonces y muy í c oientoniente ha recibido. Daremos antes de entrar en materia , algunas muy breves esputaciones preliminares, para facilitar á I; generalidad de los lectores la comprensión del asunto I.a luz. en un medio homogéneo se propaga i'i) lino; recta : al pasar de un medio raroáotio denso ó viceversa, el ravo de luz esperimenla una refracción convergente ó divergente mas ó menos grande según es su color , de modo que rayos luminosos de diferente color tienen refracción desigual. Para distinguir, pues , la luz simple «'i de un solo color de la compuesta o ele varios colores, no hay mas que oponer á sus layos un prisma (raspáronlo (do cristal). Si es simple, será únicamente desviada de su dirección : sí es compuesta será dispersada ó separada en sus diversos elementos, á caí sa de la desviación desigual que osporiiiientai án en ( prisma los rayos de distinto color. Él primero que sujetó la luz á este análisis, fue Nowlon , como es sabido descubriendo que la luz Llanca del sol no es simple i' homogénea, sino que se compone de muchos muís di diferente color. 1.a prueba déosle hecho se halla en o conocido esperimenlo siguienle: Haciendo pendrar oí un aposentooscuro (cámara oscura) un hacecillo de luz solar, de manera que venga á caeren su prismado crisI:iI colocado liorizontalmenle , quedan pintados en IJ pantalla puesta á regular distancia siete distintos colores por osle orden : violado, azul turquí, azul celeste rente , i.marillo , anaranjado , rojo, listos siete íayof son simples, porque sometidos uno por uno al prisma se derivan de su dirección, mas no se descomponen. Talesia teoría doN'ewlon, comunmente admitida poi los físicos, si bien algunos, como el profesor liiowslerih Edimburgo, solamente admiten tres colores simples que, son el rojo, el amarillo y el azul , y consideran los ¡•estantes compuestos en esta forma: ei anaranjado, ik una mezcla del amarillo y del rojo, el verde con el azu y el amarillo, y el violado con el azul y el rojo. Y estos colores cumplíoslos no se descomponen atravesando el prisma, porque sus elementos tienen ambos igual re.frangibihdad: sufren descomposición , sin embargo , al atravesar ciertos medios de color que absoihen uno de los demonios y dejan pasar el otro. Se ha llamado espectro solar al fenómeno que acabamos.de describir, producido por la descomposición ile la luz solar por medio del prisma ; y mas propio lucia denominarlo espectro irisado, porque no le produce, i'sclusivamenle la luz del sol, sino laminen la luz a r t i lieial. El espectro do cualquiera luz arlilicial, no da otros colores que los del espectro solar y con el mismo orden; poro coinumnciilc fallan algunos de ellos, y también varia mucho su intensidad relativa. El matiz dominante en una llama arlilicial, domina en su esjiecIro. Asi, las llamas amarillas , rojas , verdes, producen espectros en los que resalla el color rojo, verde ó amarillo. Los colores del espectro no son continuos. En muchos grados de la escala de refrangibílidad dejan de aparecer los rayos; y do aquí residían en toda la'oston- Anterior sion del espectro un considerable número do fajas muy estrechas , á lasque se da el nombro de rayas del espectro. Hizo este curioso descubrimiento un óptico disinguído de Munich . llamado Fraünhofer. usando para descomponer la luz un prisma do/fí/iíflfrj.v.v, sumamente ! erso y sin estría alguna, dentro do una pequeña eánara'oscura, y empleando para examinar el espectro .ni anteojo acromático. Por esto medio llegó á descubrir Fraunhofer hasta 000 rayas, distribuidas en ocho ampos principales, que señaló con signos del alfabeto. Mas adelante Hrowsler contó hasta 2.000, aguzando, al parecer, su vista por medio del gas amoníaco, que disuelve la nuicosidad de la superficie del ojo. Las rayas ó lineasde Frailnhofer, que asi se llaman . son unas oscuras y otras brillantes, paralelas entro sí y perpendiculares á la longitud del espectro. \ o las presenta únicamente la luz del sol sino también la de la luna, los planetas y las nubes brillantes, que á manera de espejos nos envían reflejada la luz solar; y lodos dan en sus espectros las mismas líneas que esta, l.as estrellas lijas ya ofrecen en las líneas del espectro una disposición distinta y característica, pues son oscuras y aparecen distribuidas en otra forma ; y lo misino sucede con las luces artificiales. I.a luz eléctrica produce fajas brillantes en voz de líneas oscuras. en el sitio mas lejano del aparato . y mientras tanttTn " tuvimos observando el espectro de la llama no viva de una lámpara de gas. El aposento en que se h'U! la operación mide (¡0 metros cúbicos. Al cabo de al nos minutos, fue la llama tomando un tinte amaHlT leonado,, y presentó con fuerza la linea earacterísti p del sodio, la cual no se oslinguió por completo ¿ 2 los dio/, minutos. Sabida la capacidad de la sala vconocido el peso de la sustancia consumida en el esperime lo, se calculó (pie el aiio no contenia mas que 1 / de su peso i]c sodio ; y admitiendo que basta un do bien y que en este tienran l para observar b bi la l reacción, i la llama quema .'iO centímetros cúbicos de aireó sean 0.00-Í7 gramos, que no contienen mas de'/j . / miligramo de sal d<^ sosa, no es exagerado snpS-Vi» el ojo percibe muy claramente la presencia de menos de Va-iuioxioo1'0 miligramo do sal de sosa en el aire. Envista de la estremada sensibilidad de este mediodeanálisis no os doeslrañar que el airo atmosférico á elevada temperatura , casi siempre dé la reacción del sodio, pues las gotas de agua del mar esparcillas por la atmosfera abandonan por evaporación un polvo muy lino de cloruro sódico Créese asi que por mas de dos tercios de la superficie de la tierra atraviesan corrientes de esta sal, de cuyo polvo impalpable se llena el aire que va recorriendo la l.as diferencias nolailas en las líneas del espectro de inmensa ostensión del Océano. Es de suponer que la los cuerpos luminosos, ya naturales, ya artificiales, so existencia de esta sal en la atmósfera redunda en behan considerado relacionadas con la composición ele- nelicio de ciertos animales yes tal vez un obstáculo al mental de ellos y han llamado por eso la atención de desarrollo do males epidémicos. Seria curioso observar; dice Kirscblioff. si el brillo do la linea del sodio tiení los hombres dedicados á las ciencias físico-químicas. HroTsler conoció muy pronto que las llamas artifi- relación con las diversas fases de una epidemia; ó bien si los miasmas pueden ser revolados por las perturbaciales emiten rayos de luz de color determinado. Talbot en 1S26 y en i83 i adquirió el convencimiento ciones sobrevenidas en las líneas del espectro atmosde que la luz procedente de un cuerpo sólido ó liquido, férico. de un metal fundido, por ejemplo, da un espectro comEsta pequeña digresión sirve p;ua dar muestra de las pleto, al paso que los gases incandescentes, los metales aplicaciones interesantísimas de que es susceptible el volatilizados dan un espectro cuyos colores son atrave- descubrimiento de Kirscblioff y liunsen; vamos ahora sados por líneas oscuras que pueden servir do indicios á indicar las principales que, ha recibido ya desde su analíticos. anuncio. El físico deja entrar en su cámara oscura un rayode En 1 S 3 J Whenslone estudió el especlro eléctrico y luz solar, y compara con llamas artiliciales esa gran Wander Willigen lo dibujó. El físico escocés Swan, atribuía la línea amarilla del llama que inunda el universo, y derrama la vida y el espectro á la presencia casi constante del cloruro de calor en una ostensión que el hombre no puede medir. De esta comparación deduce una teoría completa sobre sodio en la atmósfera. El profesor Thomson sospechaba la existencia de va- la constitución física y química del sol, los grandiosos poios de sosa en la atmósfera del sol, en razón á que fenómenos de que es teatro y las estrañas manchas ó punios opacos que en él observan los astrónomos. La las líneas amarillas aparecen opacas en el espectro. El abato Moigno decía en lí*.'io : ui'.on un poco de es- osplicacion dada por Kirscliboff do esta teoría puede "periencía se llegará á hacer, por medio de la observa- resumirse en los siguientes términos. Los vapores meiicíon de las líneas, el análisis, sino cuantitativa, a lo tálicos pueden absorber los misinos rayos efe luz que »menos cualitativa de las combinaciones mascomplexas ellos emiten, de modo que si se atraviesan en eHrayeclo de una luz compuesta y muy viva, detendrán los i de los metales mas diferentes entre sí.» Talos eran la situación de la ciencia y las aspiracio- i ayos idénticos á los que ellos emiten: asi, por ejemnes de los sabios, cuando los señores liunsen v kírseh- plo , colocado el vapor de sodio como una pantalla en 1 mil distinguidos profesores de química y física de el trayecto de una luz compuesta y muy viva, esta luz lleidelherg, anunciaron en diciembre de IN.'iít á la aca- llenará todo el especlro, monos los puntos correspondemia do ciencias de lierlin ; que estudiando los espec- dientes á las líneas del sodio, que aparecerán en negrotros de las llamas arlilíciales habían logrado desculirir listo lo lia probado el profesor Kirchholí con el siguienla causado las líneas de Fraunliol'er y establecer con- te esperimenlo. Siendo ya conocidos los espectros (te clusiones relativas á la conslitiicioii del sol y délas es- varios niélales alcalinos j como el so,lio, el litio y el estroncio, si se aplica alguna de sus sales á una luz pantrellas. ae Eos hechos geneiales que estos profesores compro- da de gas. y so coloca detrás de osla la luz vivísima Drummond (losiillaule de la proyección de la " ania , baron y en los que se fundan son los siguientes: una mezcla dogas del alumbrado y de oxígeno SODU 1." Teda sustancia metálica in catado de volatilig y zación en un foco luminoso ilumina con a'aun color una un pedazo de cal) , nótase que las'líneas I 1 1 1 1 1 1 " 5 , ó muchas de las lineas de Fraiinhofer. earaeloríslieas del metal ensayado son reemplazad'8? 2.° Las llamas de color que tienen la pripicdud líneas oscuras; pero que si por un instante se supr muy pronunciada de emitir ciertos rayes p¡ rticulares, la luz viva, reaparecen las líneas brillantes, listo ¡ ejercen , florecer, e n v e r d e c e r , está c a r a c t e r i - estudiar; asi esta ciencia enseñará á los hombres con cé p una rula linea v e r d e sobre fondo n e g r o . F u e qué elementos formó Dios los mundos. La medicina, en fccubierto por Crookes en m a r z o de IS'(il, pero no lin, puede prometerse mucho de la optoquimica, ya kfemlo sido bien delineados los c a r a c t e r e s de esle para la investigación de los venenos en los procediramio, no fue recibido con el i n t e r é s y e n t u s i a s m o q u e mientos médico-legales, ya páralos análisisde las fuente dos anterioras p r i m o g é n i t o s , si asi p u e d e d e c i r s e , tes minoro—medicinales, ya para el descubrimiento de idiilniirahle método analítico d e H u n s e n y Kirselihoff. cantidades mínimas en ias preparaciones farmacéuirLamy, Iníliil químico de Lila ( F r a n c i a ) , logró lijar ticas. «íl la atención de los q u í m i c o s , p r e s e n t a n d o en j u 1. O. 1!. nio último ante la Academia d e ciencias de P a r í s u n a •«Ira del peso de I í g r a m o s , y asi se h a n podido estudiar bien sus propiedades. P o r el c o n j u n t o de estas '1 lalio se parece al p l o m o : es m e n o s blanco q u e la plaJa, y acallado ilo partir p r e s e n t a u n fuerte brillo metá«.Esmiiy Mando y m a l e a b l e , se le raya con la u ñ a ! se deja corta i- fácilmente con un c u c h i l l o , propiedad Ijees común á los m e t a l e s alcalinos. Su d e n s i d a d e s ¡'¡'algo mayor (pie la del plomo y la plata. Se funde ¡Wy volaiiliza al g r a d o rojo. Tiene g r a n t e n d e n c i a '«alizar. Las b a r r a s o b t e n i d a s por la fusión dan al •Was un zurrido análogo al d e las l á m i n a s de e s ,-'Í! descompone el agua bajo la influencia ele los **s;pero separa el hidrógeno c u a n d o el a g u a está p u e n t e acidificada. Kl zinc le desaloja d e s u s c o n i j"*ones en láminas c r i s t a l i n a s b r i l l a n t e s ; y pudría «fsecon las sales de este metal lo mismo qué con las i ? m o » Rl antiguo e s p e r i m e n l o conocido con el noui- LOPE DI-: RUEDA. 1. Kxisle sin duda alguna, gran analogía respeclo á su origen y desarrollo, cnlre los objetos que constituyen el inundo físico y las creaciones que representan el de la inteligencia. El fuego que. germina en la chispa , pasa instantáneamente á ser la hoguera que cállenla y el incendio que abrasa. La semilla que cae en la tierra, nos conduce naturalmente á la tierna planta, y al robusto árbol que nos da sombra y frescura; y el pensamiento que nace en la mente de un bombre,es poco después el cullo de una generación , y tal vez la síntesis de un gran rfonol de Saturno. período histórico. Pero ose pensamiento (como el fuego y como la sej 1 * muestras de lalio y d e sus sales q u e presentó llidi'Tf 1 '" '^'""'''"U' 1 '''' c i e n c i a s , hablan sido e s - milla) necesita de heroicos esfuerzos para comenzar su to p ' depósitos q u e forman las c á m a r a s d e plo- vida , v ha menester siempre por interprete un gomo, y por lirazo una gran fuerza de voluntad. Ljs 9 u e se produce el ácido sulfúrico. e( íll Wson • ' ' ' ' s ' l s " " l s y ciuímicas de osle n u e v o meV es que todo lo naciente, todo lo que principia á ¿ n ^ ^ ' ' " l a n i e n t e s i n g u l a r e s ; por un lado le apro- ser, es débil, delicado, impresionable y no puede com lil )lil(íl (l ;l1 (l(ílsi :l1 piof f , •' ''. I ' I""' " " P " V . batir sin ostraña ayuda, contra los elementos físicos y issjL, t e 'lil'ícil su colocación en u n a ú otra d e morales, que se oponen á su desarrollo. La semilla necesita una tierra cultivada y en sazón: l *s;nero n e S < i f ' m P" s " " I 1 1 " e s l l í l 1 ( ' i v i ( l i l l o s l o s " 1 ( 1 | i l " se destruye por la escesiva humedad, por la sequía ¡ir'l]¡ni P? r otra parte ofrece u n medio de r e g u l a r i continuada, por la acción del aire que la descubre en)|f ^ a s i h cacion n a t u r a l de estos c u e r p o s . ^J'losíS?' ' n '"" rm;l11 Rol>re la memoria de Mr. Lamy tre la tierra, por el grano de arena que pesa sobre su en afirmar q u e superficie. r, V s a El fuego que alienta en la chispa , perece al menor la n ' ' '''' ''' *'' ;l sificarioii g e n e r a l m e n t e Pata los m e t a l e s , el lalio presenta u n c o n - soplo de viento, en una gota de agua, entre grandes )!c J "ades c o n t r a d i c t o r i a s q u e nos a u t o r i z a n masas de materias inflamables , y en el aislamiento abl ""•ílesii " ° ' 1 1 ' l'^'adógico ú o r n í l o r i n c o de los soluto. El pensamienl i que brota de la inspiración, calla al Síbido 'í'íicanf,' e t l e f' 1( -'to, q u e la q u í m i c a mincial (í i n - ruido de una carcajada, desaparece tras la intenciona""Parterl'eVG l a singular a n o m a l í a di; q u e m i e n t r a s da sombra del ridículo, se aniquila á la primera opocuw Meados nn P » s q u e ella estudia so hallan cla- sición, y se evapora al menor soplo de la envidia. Por eso son tan bellas todas las auroras del pensaN i o n V i ' I " " 1( '' t()(l() n a t u r a l , la otra sigue una cíall1 M l miento, que llevan el lema brillante de una ciencia ó la i'ierpos ' - l ) u l l ) : i s clasificó n a t u r a l m e n t e S v a , j a ' I l n metálicos, a t e n d i e n d o á las analogías antorcha de una creación literaria. Por eso, al lado de los primeros albores que anuncian '"tajado h' i ° !' o n .¡ l l l l | o de s u s c o m b i n a c i o n e s . Se ha K 0|(| SIIIPÍ i','''"""'ini'Hilmenlepara clasificar d e este ese nuevo y bello (lia, están siempre las tinieblas del jP'eciso lb'r S ' I"' I ( I . S I > lia n o t a d o , sin e m b a r g o , cpie llanto, del escepticismo ó de la desesperación, que el (acucio II"11' " " ' ' "''""'I'" 1 '""Y n a t u r a l con el bario, hombre lleva sobre su frente, en cambio de la gloria S"letales i C ''''''" -v ''' I 1 '"" 1 0 '' '•'' K'"in densidad de postuma de su nombre. Ir "'"I de «i' i1 ."""'unidad d e s ú s p r o l ó x i d o s , la neuY después de muchos siglos, cuando los dolores de Xlll s ?otros c . " ' l ;| insolubilidad de sus sulfa- la vida del genio, han desaparecido de la memoria de Ml lc s K.> ^* áál i]'i . ' ' " ' .' hacían " ¡| e.ian ver ver i|ue (|i:e el el plomo plomo dcdiia nema lodos, como los restos de su cuerpo olvidado : cuando S > . Se h " " ; h l l ( ' s ••omunmeni,. llamados alcalíno- sus primeros esfuerzos dieron el sazonado l'niloque d e í n ' Potosi ' J S '' 1 V I " 1 " •anihien c|iie los metales al- bía esperarse, el erudito los colecciona, ordena, y iniciad graba en su memoria >i¡ Pl'la'i," ^ - , s n i ' i " tienen u n a estrecha relación clasilica, v toda la In (listll una inmensa escala de I bres y de invenios que pue- ' t e e l c'íilci'i'' "<'ia e n t r e la piala y el sodio íniic ' i I 1 ' 0 "! 0 parece m u y g r a n d e , y á de libremente ensalzar ó deprimir, según le plazca Desgraciados entonces los que sacrdicaron su \ida ¡I ( | s ' ' s r e p u g n a b a todavía osla aproximacal p ~! " n i e n l o del talio se llena ese vacío, á una idea que, no han comprendido las generaciones r 0D' 'l i ' ' " C L ' s ''' " l 0 l a l presenta un c o n - posteriores • desgraciados los que lloraron amargamente l' e Uac|es i n t e r m e d i a s e n t r e la piala y el los vicios de la humanidad, intentando encaminarla por 'flíAf, r* L ' Njí'fílln^: í < o i i h i i n t M i L i J . . IE 'iil/ikj Anterior j klf | a klirifi Inicio 99 el sendero del bien: desgraciados los que consagraron su pensamiento á lo que para el buen tono sea objeto de risa, ó esté muy rebajado en nuestras categorías sociales. ¡ Los primeros son locos; los segundos llorones imbéciles , que alteran nuestra esquisila sensibilidad; los ullimos hombres vividores, que no son dignos de la gloria, ni de la inmortalidad que proporcionan las alabanzas de los sabios! lié aquí lo que lia sucedido con Lope de ítueda, el pobre creador de nuestra literarura dramática, y de nuestra escena; el pobre autor y el actor modestó; el artesano y el geiio. II. Lope de Rueda nació en Sevilla, al arrimo de una familia laboriosa y modesta, sin mas porvenir que su trabajo, ni mas ambición que los pocos bienes que este le proporcionaba. Al aparecer el nuevo vastago que iba mas tarde á e n señar al mundo sus ignoradas virtudes , los padres de Lope no concibieron mas gloria para el idolatrado hijo, que sus bendiciones, las alabanzas de los amigos, y' el buen nombre entre los maestros de su olicio. Sus mas bellos sueños solo alcanzaron á verle rodeado de una numerosa familia: blanca y descubierta su respetada cabeza, alia la frente, y proclamado como la honra y prez del honrado gremio de batidores de oro. Por esto su gloria no lia podido descubrirnos el año de su nacimiento, y la historia ha prescindido del hombre basta el punto de no aparecer mas que el actor, en el inmenso archivo de sus páginas. Por esto también sin eluda , nuestros modernos literatos, han olvidado su nombre, ó se desdeñan tal vez, de mezclar sus laureles con los del actor-poeta. Por esto, linalmente, apenas asomó para Lope la edad de la razón, cuando su padre empezó á enseñarle cariñosamente el oficio que, segun e l , debía ser su único destino en la tierra. El sensible corazón del adolescente , no pudo rechazar los propósitos que animaba su honrado padre, y aunque su imaginación no armonizaba gran cosa con sus sentimientos, y aunque su pensamiento volaba á otra esfera mas alta que la abarcada por sus manos, empezó con tan gian fuerza de voluntad su trabajo, que mereció al poco tiempo los elogios de su amoroso maestro. ¡ Pero cuántas veces le sorprendió esle, estrechando violentainenle entre sus manos los objetos de su t r a bajo, inmóvil, con la cabeza erguida y los ojos fijos, como si una figura querida se presentase á su pensamiento ! ¡Cuántas veces le vio dejar sus instrumentos sobre el banco y poniéndose en pie con los brazos cruzados, murmurar palabras ininteligibles , que concluían por un profundo suspiro, i'i por mía queja exhalada débilmente! La familia, inducida por los vecinos y amigos de Lope, llegó á temer que degenerasen en locura las abstracciones del ¡oven artesano, y muchas veces, cuando volvía al anochecer, después cíe un largo dia de trabajo, á la pieza de reunión de la familia, las lágrimas corrían lentamente por las mejillas de su madre, mientras su padre y hermanos le miraban fijamente al rostro, como queriendo encontrar en su fisonomía algún temor r e a lizado, ó alguna esperanza desvanecida. L'n atento examen ; una vigilancia misteriosa ; secretos cuyo objeto no adivinaba ; pregunlas cuya intención desconocía por completo, tal fue durante mucho tiempo la ignorada vida del creador del teatro español. Por fin el artesano no pudo resistir á la impetuosa inclinación que le llevaba hacia el teatro; hacia ese niño balbuciente todavía que empezaba á lijarse en las calles y plazas de España con el despreciativo nombre de farsa, y que algunos años mas larde había de brindar con la corona de la inmortalidad, á mil genios, honra de nuestra nación. Dos ó tres veces pensó arrojarse á los pies de su pa clre, para conliarle sus pensamientos y deseos; pero otras tantas el temor de sus quejas, la perspectiva de su familia deshonrada, segun las i cicas del siglo, y las tiernas súplicas de su madre, le hicieron abandonar su propósito. , . , Pero una noche antes de penetrar en la estancia de. ¡as veladas ovó hablar de su vida anterior: escuchó déla boca de' sus padres los temores que abrigaban acerca de su prelendida locura: juzgó que era alargar sus padecimientos y su ;.gonía, retardarles la revelación de sus proyectos, y abriendo repentinamente la puerta, y arrodillándose delante de su padre, le dijo c»n emoción: . — ¡Padre mió! castigad si queréis en vuestro hijo lo que podrá ser una inclinación de mal nacidos: os obedeceré porque por padre os venero; pero no he de d e jar por mas tiempo en vuestro pecho la tristeza, ni habéis de ignorar de hoy mas, mis buenos ó desatentados intentos. He oido las farsas de los que á Sevilla han venido este año, y he sentido en mi ánimo la afición h a cia su hermosa fabla, y he soñado con los reyes, caballeros y rufianes que nos presentaron. Yo quiero ser su Siguiente EL MUSEO UNIVERSAL. 100 Ocho ó diez hombres man-foT l'j»> « P"' » sus lados, con alforjas al hombro, cantando y riendo i mas y mejor, y dos mujeres jóve nes v agraciadas, cabalgando ¿omo el jete de la comitiva, küan aten lamente, unos papeles manuscritos . que en la mano llevaban El hombre, de delante, era Lope de Hueda, que emprendía su destino lavorito: los que le seguian el personal de su compañía dramática. ¡Los dos burros sin ginete, conducían los primeros edificios que el arte consagraba al teatro español III. compañero y su alma: yo quiero que de mi mism" na/ean reí ralados esos personajes de gran nombre : yo quiero i]iie hayan la vida de mi pensamiento, y liayau la forma de mi vo/. y de mis I ¡ajes: y uo creáis, padre, ipie d e s l o m a r á vues'ras canas el intento del hijo «pie i>s suplirá: ipie yo han'1 «le nioiln ipie hasta nuestro linen rey me escuche placentero, y cpie qui/.a haga representar mis pasos. Conocéisme b i e n , padre y señor mió: mis propósitos no lian de mudar si me dais permiso para ejecutarlos : si no os placen . esperaré triste junto ¡i vos <|ue llegue el fin de mi vida. El padre y 1 n familia toda, quedaron suspensos de asombro al oir la relación de su lujo. Es preciso trasladarse á aquel siglo : vestir aquellos trajes; cobijar en la mente aquellas ideas: ver su inmensa escala de clases y c a tegorías : oir sus palabras, sus juicios, sus temores y sus deseos: es preciso, en fin. p e n e t r a r e n la vida íntima del individuo y déla sociedad aquella, para conocer todo cuanto de aventurado tenia el proyecto del joven I.ope de R u e d a , y r n á n fatal y terrible se presentaba para su familia. Las mujeres escondieron la c a beza entre las manos: los amigos del joven le miraron como a t e r rados, y el padre sentóse desfallecido, sin ver al hijo que esperaba ansiosamente su i espuesta. Por (in. después de algunos minutos de reflexión y silencio, el padre alzó del suelo al triste L o p e : hízole sentar á su lado v con voz balbuciente y conmovida le dirigió estas palabras : — Gran dolor siente mi cora/on al oirle, que no parece sino que has venido de intento ;í destruir mis mas queridos planes y los de esa tu madre quellora tu desvario. Jamás hubiera yo dado aliento á tus propósitos si antes me los hubieses dicho: mas será vano intento separarle de, ellos, después de. lauto lienipo.como fe han alimenlado. Piénsalos mas, y si vuelves á ellos todavía tus ojos, tu padre fe da el permiso para ponerlos por obra. —Y tu madre . añadió la buena anciana levantándose y abrazando á su hijo, te da su bendición para (pie te acompañe en tus empresas y le alegre el ánimo en los t r a b a ios. Acuérdale de ella, como hijo honrado de unos artesanos, sin mas bienes que el limpio nombre de tus abuelos. Lope de Rueda no pudo por el momento articular ni una sola palabra: el llanlo se agolpaba á sus ojos, por que le.nia buen corazón: sus labios estuvieron á pique de pronunciar una palabra que hubiera vuelto indudablemente el c o n suelo á sus tristes padres; pero la imaginación le tentó con sus e n cantadores sueños, y no quiso r e nunciar para siempre á la gloria de su nombre. Ahra/.ó á su padre y madre con efusión: estrechó la mano do sus amigos y recibió de sus honrados progenitores la bendición quecaia como una gola de bálsamo sobro su enlristecido espíritu. Dos dias después salia de la m o risca Sevilla . una cabálgala e s l r a ña , y lomaba con lentitud el c a mino de Valencia. Un hombre ¡oven, cabizbajo y meditabundo, veslido con sencillez, caminaba delante, caballero en un manso b u r r o , que seguía, por la distracción de su dueño, el camino y el paso que mas apetecía. Otros dos burros mas viejos ¡"¡"i detrás cargados de lelas y palos, sin que nadie, les g u i a s e , ni pensara en hacerles sufrir el peso de su cuerpo. Anterior Desdeque el infatigable joven da el adiós á su familia y a su pais nat a l , no podemos separar jamás de él, su doble carácter de autor é interprete de sus propias obras: de inspirado escritor y de hábil ejecutante. Son dos ojos que ven el mismo objeto: son tíos oidos queescuchan el mismo sonido: son dos almas esIrechamente unidas, que sienten y rellejan una sobre otra, cada una de sus mas insignificantes impresiones, de sus placeres mas ocultos y de sus mas pasajeros dolores. Cor esto queremos decir algunas palabras de Lope, considerado bajo sus dos fases, y señalar ligeramente sus estrechas relaciones. - — ~- ¿ *-*• *JVI i / u i o lid" I. Cuando Lope llegó á Valencia, va las escenas de los mesones y posadas del camino habían dado á su imaginación alimento suficiente, para forjar sus primeros autos y pasos. . , Pero el poeta, que sentía arüer el fuego de otra vida íntima y bel a, dentro de su vida real, necesitaba otro pecho amigo , en que desaho- a r sus penas : otra imaginación que. comprendiese la suya; otro , (.nsainienlo (pie adivínase su pensamiento, y le halló tal como buscaba en el venerable Juan d Tiinoneda, su amigo entonces su amigo en los últimos días de su vida , su amigo después de la "'si!'lenguaje favorito, tan bello y pulido, no satisfacía los deseos de L inquieta imaginación: con» l)i:l ülril Sor im m S . , ¿ t sencillez ¡deas q u e , a pesar de su se s |,alagabanáíosmasilustia(io P h d t o p s o ™ leS:an su glorioso camino, y c , verso brotaron de su ^ ra estender su fama P o r *°'etable ppaña y hacer hoy mas receta ¡magmasu memoria. pe creó tai ' | 7 f . _ [ media de magia, t u ¡ samiento vagaba por de, lo eslraño y lo i d f ^ | ; la fantasía que nos nos de sus rasgos, p a r a v d e sU ..„ á las trabas que la ra?ou ' le miponia._ ^ penOS os 111 m e r a s inspiración.^,,-, simple ule como cnisi _^ f o r l i n siiho.ile v a ( . ' o n y d f esperanza su « « ' ...» s i ,ndo ¡eS, llegó á la corteje c.óH.fi, donde, iba a mas notables Iriunfo?- ^ Mlí volvió a lii^i^. de amantes ó protectores < Inicio Siguiente J EL MUSEO UN1YEKSAL . r a Antonio Pérez y C e r v a n t e s f u e ra a'ver al | | 0 , | | | I I T ; que desdo ol fondo te un obrador, habia subido al P a r n a s o ° | a sencilla , pero difícil c u e s t a do lo L entonces se llamaban farsas, y poco Lpues seria ol t e a t r o . Kslas g r a n d e s lumbreras de n u e s t r a l i t e r a t u r a escucharon estasiados aquellos versos dulc e s y sonoros, y aquellos periodos bellísimos que Corvantes solo p u d o e s c u c h a r después á sí mismo. ¡Y aquella lengua castellana, q u e lan rica y magestuosa salía do su p e n s a miento y de sus labios, no bahía n e c e s i tado tener presente el modelo do la latina, y aquel ingenio que tan bien sabia manejarla, no habia buscado en el Lacio una inspiración que su monto le olrecia, ni en maestros e r u d i t o s , pero p o b r e s do ¡naenio, el género que iba á e n r i q u e c e r va'dar nueva vida á la l i t e r a t u r a c a s tellana. Cuando salió de Madrid empozo a ocuparse su estrella: t a n t o s esfuerzos agotaron su imaginación , y su edad no ora va tampoco la edad de p r o d u c i r . C ó r d o ba fue la última población q u e p u d o admirarle como poeta y c o m o h o m b r o , y recoger los últimos rasgos de su i n genio. II. El. ACTOR. Cuando Lope llegó á Valencia a r c h i v ó toda su comitiva en un mal p a r a d o r , y se dispuso á poner por obra sus p r o y e c tos, preparando el t e a t r o q u e ya poseía la culta ciudad del Cid. El actor que iba á i n t e r p r e t a r el p e n samiento, la v i d a , las c o s t u m b r e s y la grandeza de un personaje, no quiso salir ¡ila palestra, sin ir p e r t r e c h a d o de todo loque su talento j u z g a b a n e c e s a r i o . No estudió el teatro r o m a n o , p o r q u e no era el erudito, sino el h o m b r e del pueblo: no fue á buscar modelos de « r a m i o s MÍMICO.—INDIA DE'.'VER \-CRl'Z. 101 maestros, porque era el primero que podia llamarse tal en España; poro al llevar la mano sobre su pecho halló un inspirador de su arte: ¡el sentimiento! un juzgador de su belleza: ¡la imaginación! Su tosco teatro, tan miserable y tan modesto, necesitaba ir desarrollándose paulatinamente, como se desarrollaba su energía, su fuerza de voluntad y su esperanza: necesitaba indicar al mundo, que ol abierto corral era el principio de un gran edificio, y Rueda trabajó con todo su genio para convertir las tablas móviles de su escena, en un edificio propio. Hizo mas: como alma y empresa de su teatro, fue el pintor escénico que abrió un nuevo horizonte á la pintura: fue quien fijó los bastidores, acomodando con propiedad á la acción los trajes y las decoraciones; y como úitinioesfuerzo de inteligencia, con aquellos elementos nacientes, aspiró ;í ensayar la comedin de magia , que habia de ser ol gran adelanto déla decoración teatral. ¡Qué de luchas en la dirección de escena, qué do esfuerzos do paciencia hubo do menester Lope para encerrar la turba de ignorantes que le seguin, dentro de los límites que su inteligencia les señaló! La salida de Valencia fue para el actor el preludio de un gran triunfo: llevaba ya en orden y obediente á su voluntad ja compañía, para poder luchar en la corte, con las exigencias de los grandes hombres, que entonces la ilustraban. El actor hizo un nuevo estudio de su arte: pintó concienzudamente los caracteres: retrató los personajes con maravillosa exactitud, y de este modo llenó su corral de todos los que apetecían ver una pintura fiel de las costumbres españolas, en aquellas clases que por su posición solo conocían de oidas. Y allí, á su vista se fueron formando los actores que debían después igual IÍJ1C0.—PLAZA 1>E CÓRDOBA (PICO DE QUIZABA.) MÉJICO Anterior Inicio Siguiente EL MUSEO UNIVERSAL. 102 larlc (no mejorarle) conservando vivas y puras las t r a diciones ilela buena d c c l u u a r i o n , para legárselas á los Latorres y Cu/manos. ¡Y aquél arle escénico que lialiia ile dar una secura iioniliradía á laníos lioinlires de tan diversas p r o v i n cias; y aquel arte escénico que iba á mejorar el de los gnomos y el de l ' l a u l o , aparecía arrinconado en un niiseralilo corral . abierto á las nubes y á los vientos, y contando solo para mantenerse y crecer con el ingenio de un liondii'e, que 110 lialna salido jamás del círculo de su lralia|o, y que no lialiia escucliailo mas lecciones que las de su tálenlo. A su salida de la corte, ia compañía empezó á sentir la decadencia de su alma . ó lo que es lo mismo , empezó la decadencia de l.ope de Rueda. En Córdoba dio los últimos alientos el teatro de este gran a d o r , y allí, después de los últimos aplausos, se estinguió para r e nacer muv p r o n t o . aquel período glorioso de nuestra escena. Kn el año KüiT. al poco tiempo de su entrada en Córdoba murió Lope de liueda, adorado por cuantos le conocían, y ton mas fortuna que Moliere. Francia negaba á este ingenio mucho tiempo después la sepultura del cristiano, mientras <1 culto clero cordones, enterraba al poeta con gran aprecio entre los dos coros de la catedral. y perdonaba al actor en nombre de otra época mas ilustrada. IV. Lope de Hueda ciertamente puede contarse como un gran genio en la historia de nuestra literatura dramática. " Nadie ignora la poi liada lucha que por mucho tiempo hizo dudoso el porvenir del teatro . entre los que aspiraban á crear una literatura nacional, independiente y propia de las costumbres españolas, y lus que pretendían trasladar ¡i nuestro suelo la planta ya mustia de las antiguas civilizaciones. Los primeros halagaban al pueblo . que veia retratadas escenas y objetos conocidos, y que daban grato solaz á su ánimo, haciéndole sentir todas las emociones que animaban al actor. Juan de la Encina y Torres Nahairo, fueron sus primeros jefes. Los segundos, buscando su aprobación en las clases mas ilustradas, eran despreciados por la inmensa mayoría del pueblo, tan amigo de su nacionalidad. Villalobos, Simón Abril y Oliva . fueron sus mas acérrimos partidarios. I'ero antes que Lope de Ye^ra decidiese la cuestión, con el peso de su poderoso ingenio, Lope de Rueda había preparado el camino y hecho renacer los buenos preceptos del infatigable Torres .Naharro. Sin embargo , á pesar de lo mucho que escribió, solo la amistad de Tinioneda nos ha conservado unas cuantas de sus obras, en las que pueden notarse sus buenas dotes como escritor castizo, como buen pintor de los c a racteres, y como poda aventajado. Kn este concepto lia sido bien visto por nuestros buenos críticos, que solo han deplorado en sus pasos lo bajo de sus personajes, y lo haladí de la mayor parte de sus espresiones. Pero á pesar de todos sus grandes esfuerzos, lastima el ánimo considerar lo que era el teatro en su época, según los dichos de Cervantes y Agustín de Rojas, que hacían al misino tiempo justicia á los talentos de nuestro personaje. Las comedias, dice Cervantes, eran unos coloquios cuino églogas entro dos ó tres pastores , y alguna pastora. Aderezábanlas ó dilatábanlas con dos ó tres entremeses, ya de negro, ya de rufián, ya de bobo, ya de vizcaíno (y hablando de Rueda añade) , que lodas'cstas cuatro figuras y otras muchas hacia el lal Lope con la mayor escelencia y propiedad que pudiera imaginarse. El adorno del teatro ora una manta vieja , tirada con dos cordeles de; una parte á otra, que hacia loque llaman vestuario, detrás de la cual estaban los músicos, cantando sin guitarra, algún romanee antiguo. Y Agustín de Rojas empieza : Digo que Lope de Rueda Gracioso representante, Y en su tiempo gran poeta Kinpezó á poner la farsa lín finen uso y orden buena Porque la repartió en actos Haciendo inlróilos en ella , ele. ¡lie aquí cómo empezaba la ¿.Tan escena español;1, que había de contar en su seno á los Lope de Vega, los Calderones, Mordos, Tirsos y Moralinos! Pero por sencillo y Irisle que sea para nosotros esle origen , jamás deberemos olvidar en esa bella historia de nuesira literatura, el noinhre del que consagró su vida á perfeccionarla y acrecerla: el nombre del que brilló como autor, a d o r , empresario, Iramovisla y pintor de decoraciones: el nombre del ilustre artesano que predecía el maviir lustre de nuestro teatro : el nombre, en lin , ,|e tope de Rueda. EULAUDO SKIIHAMI 1'\\TK;.\TI. Anterior KL C A N A L 1)K SUKZ. Lus obras relativas á esta gran empresa han llamado lauto la atención últimamente. que creemos que nuestros lectores verán con guslo la relación que de ellas hace un viajero que acaba de visitar aquel país. Los esfuerzos de la compañía que dirige esla obra inmensa , se han encaminado no solo ¡í abrir el cauce del canal entre los lagos Menzaleb y Tiinsah, sino á abrir olro canal menor para suiiunistr.ir agua dulce a Puerto Saúl, que es la entrada del canal proyectado por la parle del Mediterráneo y á Suez, que es el otro eslremo de esle misino canal. Este canal para el agua dulce comienza en Zagazig y recibe sus aguas del canal de El Maslualielí. que corre directamente desde un punió del Nilo que se halla á algunas millas al Norte del Cairo. Desde Zagazig ¡i Tel-olkibir . la compañía lio ha tenido que hacer mas que profundizar y reparar el canal llamado El Wady (el valle) que había ya y que es la antigua Arsinoe. Las obras de la compañía actual se puede decir que comienzan en Tel-el-lvibir. El nuevo canal viene á ser de unos veinte pies de ancho y seis de profundo; está completo y abierto para el curso desde el lago Tiinsah , en cuyo punto sus brazos van en direcciones opuestas y se I rata de hacerle paralelo al canal marítimo. Esta obra se prosigue con vigor y es de esperar que antes de que termine el año presente . Suez tenga ya abundancia de agua dulce. El resultado de la apertura de este canal por el W a dy-Tumílat se echa de ver desde luego, l'na vasta ostensión de pais que pocos meses antes era un desierto terrible . está en el dia muy cultivada. Cada inundación aumentará considerablemente el valor de esle terreno , de modo que con un mediano cuidado dentro de pocos años habrá devuelto el capital empleado para hacerle feraz. Como ejemplo de lo que puede hacer una buena administración, diremos que el distrito de RaseI-"\Yady comprado recientemente por la compañía al vírey de Egipto y del que no se cultivaron el año anterior mas que 2.000 acres, se ha traslorniado de tal modo, que este año contará por lo menos ,->,0oo acres mas de cultivo, debidos á la irrigación del terreno, lo ue es un 1oO por 100 de aumento sobre los producios el último año. En el interiorsonecesitaiuas tiempo para hacer el terreno propio para el cultivo. Los beduinos apenas cogen una pequeña cosecha al presento y no esperan mas que hacer su recolección este año para trasladarse á oíros puntos. La compañía parece estar en buenas relaciones con esla gente y aparte de lo injuslo de su sistema de trabajo, lodos los trabajador!':están bien cuidados y aparentemente im se hallan miserables. El grabado que damos en esle número es debii á Mr. Federico licurgo, que le ha enviado con e| relato de la escursion que hizo el mes último para ver el canal de agua dulce. Llegados, dice, á lo que llaman la estación, pero de la que no se ve nada mas que montañas de fardos de algodón esperando trasporte, hallamos por lin el camino y pudimos respirar y mirar en derredor nuestro. Zagazig es una ciudad considerable y en esta eslacion un punto de mucha actividad comercial. Penetrando en el bazar por entre la niullilud, cruzamos tres puentes que pasan por varios canales, los cuales se unen aquí dando un aspecto completamente igual al de Yenecia á esla antigua y pintoresca ciudad. Desde hace poco ha adquirido mucha importancia por su posición central y por eslar en comunicación directa con Alejandría y con el Cairo por medio del camino de hierro y del canal. Dentro y fuera de la ciudad hay varias factorías para preparar el algodón, una de oslas pertenece á los señores Acland , Mitchcll y Muslaple y en ella reparamos nuestras fuerzas con una comida deliciosa. Después de haber descansado fuimos á ver á Mr. \Vílkínson, agente de la compañía en Zagazig, que tuvo la cortesía de poner á nuestra disposion un barco con un dromedario para remolcarle si era necesa no. Tuvimos también la fortuna de unirnos á un caballero que tenía relac onos con la compañía, que nos acompañó hasta Tiinsah val que soy deudor de noticias i n le resan I es y de atenciones durante el camino. Estando ya todo preparado nos despedimos del agenle y de nuestros amigos y echamos á andar á las dos de la tarde. Impelidos unas veces por una brisa ligera v remolcados otras, llegamos al anochecer á Tol-el-Kibir , que es la primera eslacion , habiendo pasado en el camino por algunas bellas campiñas y algunos lugares animados, entre los cuales no debo olvidar á Abou-llauiad, donde la compañía ha hecho un puenle levadizo de madera, que es mas útil que uno viejo de piedra que pertenecía al liempo de Meliemet-Alí. De ve/, en cuando pasábamos cerca de grupos de mujeres que eslahan llenando de agua sus cántaros y de hombres que estaban regando; esla parle del valle es muy fértil \ está muy poblada. Conociendo que seria imposible eonliniíar el \iaje por la iludir porque no hacia luna, nos quedamos en una pequeña y limpia posada de Te I el-Kibir. La compañía ha formado aquí algunos huertos que proveen de toda clase de verduras y frutos; también hay un puente levadizo igual al de Ahou-Hainad. Inicio En Tel-el-Kibir hay una estación telegráfica que está en comunicación con lodas las estaciones de las obras El sistema empleado es el francés de liriquet; el encargado de él tuvo la amabilidad de esplicarnos su mecanismo. Dejando á Tel-el-Kibir al romper el dia, continuamos nuestro camino por las obras acídales de la compañía Después de cuatro horas de ir en el barco con buen viento, llegamos al lago Malisamab , donde hay una estación. Esle lago es pequeño , pero está lleno de pescados que parecen ser los qm> atraen á una multitud de pájaros y de gansos. Aquí se podría cazar muy bien con escopeta; á veces se presentan unos pájaros'parecidos á los flamencos. Nuesira parada siguiente fue en Hanises, estación de la compañía y sitio de una antigua ciudad. En una escavaciou vimos una masa de granito que- representaba á Hainesis 1 sentado entre los dioses. La parte posterior de la piedra está cubierta de ¿jeroglíficos muy mal con conuy mal servados. La piedra entera eslá iinivy estropeada,pero la compañía li lomado medidas para conservar fstos ¡iileresanles restos tos del tiempo pasado. La compañía lia establecido glandes hornos para la de h l fabricación f b i i d lladrillo que suministra después á todas las estaciones y cuya calidad es muy superior por su material. Había aun mucho que ver en esle punto, pero el tiempo urgía y por |o lanío nos embarcamos de nuevo y seguimos nuestro camino á Tiinsah , á donde llegamos al ponerse el so!. Como el punto donde se desembarca está á una distancia que se atraviesa en inedia hora poco mas ó menos yendo á caballo, nos procuramos dromedarios y llegamos á nuestro destino, siendo recibidos allí del modo mas cordial por Mr. Leconte, jefe del campamento en Tiinsah , que puso sus habitaciones á nuestra disposición y que tenia preparada una escelentc comida. Nuestro grabado représenla una vista general de la ciudad y sirve para dar una idea aunque débil, de laactividad'que ha habido en este punto. Las calles están admirablemente alineadas y todas las casas son de piedra con tejado doble. Al es'tromo izquierdo del grabad» se ven los mástiles de los barcos. los cuales indican el punto para desembarcar. El edilicio mas elevado que se ve mas al centro del grabado, es la casa de Mr. Lesseps. construida por el estilo de las de Suiza. Las casas grandes son las de los ingenieros y la del jefe del campamento. Vendo mas á la derecha se pasa por cafés, billares, ele. , y se llega á los almacenes déla compañía. Mas allá se encuentra la casa donde están Jas maquinas para suministrar agua á la ciudad de El-Girsn, por medio de tubos de loza. El edificio que está mas próximo á ella pertenece al jefe que recibió á sir K. Bulwer en su visita á este punió. 1.a vista d"l la-o, que daremos en el siguiente numero, eslá lomada desde las colinas de arena entre la ciudad y el lago. Las orillas están cubiertas de unos arbustos gruesos, peculiares al desierto y que sirven para leña. El anua tiene un sabor muy amargo. Este lago es llamado Tiinsah (cocodrilo), no sé por qué causa; es evidente que si cualquiera de estos anuíales vin .^ ra ,j¡ esle punió no podría permanecer en él. A una milla la ciudad el canal esla ya preparado para abrirse. KM" la obra desde Tel-eMviíiirestá muy bien hecha y sena" lomado las precauciones necesarias para evitar tonu» los conlrali pos. Las orillas forman un declive suavv á ambos lados han plantado una yerba que pronicu. crecer mucho; d objeto de esto es evilar el perjuiu" que podría causar el paso continuado de los traseun En Tiinsah esperaban á sir E. Buhver al P ° n e F s ^ sol; nosotros aguardamos algún tiempo, pero v ^ . h que no llegaba con I ¡miamos nuestro viaje a HMJ -^ que viene á estar á una hora y media de distanc\d, esle punto encontramos una fonda bien provista j alumbrada. El du ño , después de indicarnos c u ^ eran nuestras habitaciones se marchó á preparar . ^ alimento, lo cual es de suma importancia en el aesi > porque su aire despierta un gran apetito. „_ La fonda tiene ,,„ ,-alé v una mesa do biHar, Y W_ rece bien montada ; los precios s Hiéranos, c mero de europeos en El-Cirsb es baslante M, ranUe ' ' „ _ no hay duda de que pronto se irán de allí a o tío V ^ los para continuar las obras. Por medio de uno 0_ amigos, luí relacionado con varías personas qu e , Q e r 0 cían bien las obras y que tuvieron conmigo toüOfc d:- atenciones. " ocjeLos que residen en El-Cirsb han formado un«» 1 dad y poseen entre otras cosas un museo P^ j¿sj|es)' de repti'';^' c ¡ on es. rrdenado d n a d o que que contiene contiene muestras mustr idd d b i otras curiosidades descubiertas en las osea i Tambi También tienen un buen gabinete de de ''°V, ° V ¡a¡'¡nteJ'~ '¡nJ como lodo lo d e m á s , dice mucho en lavor los tarajes f i b r a s mas ¡nliMVsanlcs . marchando en seguida por nato, y sobre os fantasmagóricos p o s t e s - g u i a s , d o n d e se h lia enterrado ti t d á llos suicidas, iid áPiicrtos años?... Como dos y medio. Tienes razón: como las ojas anle las brisas de otoño. El eco repite COSTUMBRES son unas antiguallas que ya no se ven en el mundo: este mugido tierra adentro en los oscuros bosques, las empeñaremos. ni: i \ s I M I U S H E v r n v—<:iti'z. donde los grandes árboles se agitan durante toda la no— ¿Cuánto piden por el aderezo, te acuerdas? chocándose sus nudosas ramas como si estuvieran —Cuarenta ó cincuenta mil reales. El señor don AI Ion so Calderón, capitán del regimien- en la agonía, lil Año .Nuevo osla mecido por el frió y la —¿Y las alhajas, qué valdrán? to de Ñapólos en Matanzas, nos remite la siguiente no- oscuridad, y neniado por los fuertes vientos del in—Las alhajas han costado bastante mas, pero con licia acerca del tipo, traje y costumbres de las indias \ ionio. mil duros que nos «leu por ellas, me contenió. mejicanas do pura raza en el listado de Vera-Cruz. Muchos sostienen que habría mas armonía en la d i —Mamá, oso es tirarlas á la calle. ; Jesús , qué lásSe"un sus observaciones y dibujos, la estatura de estas mujeres os generalmente m e - visión de las estaciones, si el año empezase con la p r i - tima ! —Tú no conoces el mundo, niña: hay cosas que sin iliana ó mas bien pequeña. Su color, moreno hroneea- mavera y so marcase en los cogollos do las hojas, y el (lo algo semejante á los mulatos de la Isla de Cuba y á brotar de las llores. Si hubiesen observado mas de cer- mas que sacarlas i]e la tienda, pierden gran parle de su los'indios de Filipinas, l.os ojos tienen el párpado s u - ca los movimientos de la naturaleza , habrían visto que valor. Con un canto en los pechos podríanlos darnos, si perior oculto con la piel que cubro la apólisis sop:a- hay un movimiento de vida en el campo , tan pronto sacásemos de las alhajas mil duros. — Pero veo q u e , aun asi, no adelantaríamos nada. orbilal, y son negros con osprosion triste , como indi- como ha pasado el dia mas corlo, á menos que no caiga —¿Por qué? cando miseria. EÍ tamaño os regular. La nariz chala y una helada penetrante que retardaría toda la vegetación , aun cuando el año estuviera un mes ó dos nías — Porque fallarían oíros veinte mil reales, suponienregularmente corta. La boca i\e labios gruesos, pero no exageradamente, lis raro hallar una india que no t e n - adelantado. La prolongación de los días es un principio do que lo suelten en cuarenta. natural del Año Nuevo, como sucedió en aquella época lista última observación de Teresa , por natural que ga el pelo, además de muy negro y fuerte, sumamente poblado y largo. Llevan dos t r o n z a s , bion tiradas á la do locha desconocida, cuando el tiempo empezó por se- fuese , como hasta entonces á ninguna de las dos le espalda, bion una adelante y otra atrás. Sus dientes son parar la luz de la oscuridad y la llamó dia. Asi so puede había ocurrido, dejó consternada á Isabel. blanquísimos é iguales. Sus formas son r o b u s t a s , y á decir que el tiempo empieza con una nueva aurora en —De manera.—dijo, con el mayor abatimiento — causa de las fatigas á que so dedican, algo varoniles. la prolongación de los días. Ouo naturalmente parece que después de haber anunciado en todas partes que Los pies anchos y casi desfigurados de andar descalzas crece el año al salir de los días cortos y oscuros, y brillar lo tenia ajustado y a , y que lo llevaría al concierto... en los verdes de la primavera y esplanarse en el lleno ; Dios mió, qué vergüenza ! ¿Habrá criatura mas desen todos los terrenos. y llorido eslío, hasta que las doradas posturas del sol graciada que yo? El traje consiste on una camisa de tela blanca y o r - de otoño, enrojecen los días nebulosos y cortos, mien—No le aflijas, mamá; no es una desgracia tan grandinaria, alta de escolo y corta de mangas, marcando tras que á lo lejos so presentan las azuladas sierras del de como te figuras. Diremos que eslás enferma , y que muyeaido ol pecho por el abandono con que so crian y invierno, y los oscuros y fríos días , Iras los cuales el no podemos asistir. se visten. Saya de lana parda y generalmente rola ó año se desvanecerá y morirá para reaparecer mas y —Calla . calla, ¡nocente; ¿qué sabes lú? ¡Y la Uoioremendada, y un cinluron do lela rayada que deja col- mas brillante al salir lentamente de la tundía de d i res Hornero, que también lo quiero! ;Ouo será capaz, en gando las punías á manera de faja. Un mantón de percal ciembre, y esplanarse en un nuevo eslío. un apuro, de venderse ella por arrebatármelo! lisa color oscuro rompióla el atavío, y en ol cual forman Los que deseen ver el invierno luciendo su agreste mujer es mi sombra. mi pesadilla ; hace cuanto me ve una especio do bolsa donde llevan colgado al hijo mas aspecto que atraviesen las praderas, las desiertas rocas hacer, se le antoja todo lo que se me antoja ¡i m í . la pequeño. Este so encuentra tan cimiento en aquella y solitarios arenales de Lincolnsbire, cuando se e n encuentro en todas las casas que visito, Conoco á t o perlina de mano, que se les ve gozar de su deliciosa é cuentran sumidas bajo una vasta sábana de nieve, por das las personas que conozco \ n . . . en fin, no puedo infantil ignorancia, y la madre los sujeta llevando las que. entonces el grande y plano espacio que hayal pie tragarla. Solo siento tener que convidarla al baile, lis manos hacia atrás, después de babor anudado el m a n - délas montañas, yace blanco y silencioso como un una relación que me fastidia. Ya verás, ya verás, Tetón sobre el pocho. océano. cuyas playas están deshabitadas. Las rígidas resila . couio el dichoso aderezo me va a coslar calenLas viviendas de los indios bravios, restos vivientes alturas parecen una ciudad de muertos, hace largo tura. ^la raza que conquistó Hernán Corles, consisten en tiempo construida del mas puro mármol, donde liuhíc— lil papá... «lozas de paja sostenidas por gruesos maderos, y sin sen permanecido durante siglos enteros, y que aquellos — No soltará ni un maravedí. Ahora ha dado en la "asajuar que algún banquillo para comer y un oabe- blancos monumentos sin nombre, fuese lo único que Mor de decir que es preciso cercenar nuestros gastos; ™ con paja para reposar. los muertos hubiesen debido Iras sí pira despertar que la vida (le Madrid es muy cara ; que con lo que teComen frugalmente, reduciéndose su principal ali- nuestra admiración. Los sidos sonidos que rompen el nemos podríamos ser en provincia unos príncipes; que mento ;i unas tortas hechas de maíz, untadas con una silencio de la soledad, es el grito de algún p;,|aro o e¡ aquí el dinero se va como agua; que es verlo y no verlo, salsa de Oiilc, y además cierta clase de puches llama- quejido del viento. No seria seguro aventurarse entre con olía porción de vulgaridades por el estilo. Yo le he los lindos é ¡limitados pantanos, cuando los arroyos dicho va: (.mira. Lozano, lú liaras de tu capa un sayo; Hombres y mujeres acuden á los mercados de Vera- helados están cubiertos de nieve y lodo se halla llano y pero ten entendido que si me llevas á provincia, será r * ) ' Oriza ha (término del lisiado) para vender en nivelado, á no montarse sobre un largo palo, porque como llevarme al cementerio. Las provincias ofrecerán "s das de silbado mesas y sillas trabajadas á la ligera, asi, si el hielo se rompiera el palo sería mi sosten y pa- las ventajas, comodidades y goces imaginables, no lo .quedespachan al módico precio de i'm real. Gallinas, saríais lloras enteras sentado, con agua helada hasta las niego ; pero, en provincias, la vida es una sosera, para caderas, sin que una alma humana acudicia á vuestras las que estamos acostumbradas á la corte.» ¿No te paíu iS> P'á'anos y [amales , que son unas tortas ha w llamadas, mientras el moñudo pardal revolotease en rece, Teresila , que llevo razón en lo que digo? ™ de manteca y'envueltas en hojas de plátano. ^ a s mujeres llevan á la espalda con notable fatiga Ionio de vuestra cabeza , y veríais las aves del desierto — ¡Como no he vivido en provincia, no sé qué reses (:os| chillando (Mitre vos y el sol poniente. Si os salvaseis y ponder! Poro mucho sentiría dejará Madrid. «1.1S as en que conducen su mercancía \ cayera la noche , para abrigaros, hallaríais tan solo los « len caj.gar además brazados ,le leña, —i Qué escándalo en nuestro círculo, si Lozano vamóvil . ' a r i q u e trabajadores y muy recios de cañaverales helados y los puntiagudos juncos, y perma riase de residencia ! Unos lo achacarían á mal estado de lar?» J i ' l l a t l > " participar á la mujer de la mayor neceríais allí y os helaríais hasta morir, y continuaríais sus negocios, que le obligaba á buscar economías; otros durante largos días sin que, una alma viviente os des- á una verdadera quiebra... ¡Como tenemos tan pocos medel trabajo. A,, ol,s( ;l ,!u i la mujo oslas aman á sus nía— cubriese; porque, semejantes cosas han sucedido con envidiosos y envidiosas , en gracia de Dios ! frecuencia. El dialecto es mi cln —¿Unieres que yo le pida á papá los veinte mil rea"g"»!dedificil comprensión. irrado del antiguo azteca y del Muchos de los animales que de vez en cuando vemos les que fallan? lis tan bueno para nosotras, nos quiere en nuestros paseos de verano, están ahora dormidos tanto, que no nos los negará. eosa7m n í i n a i í í l l " n s '•'•eencias a n t i c u a s , , . v son ¡iris— Algunos han almacenado alimento en .sus pequeños —No tenemos otro recurso. 'alia ü q " e t í l r l i ( l "s y buenos cristi; ^,\h< Convenido entre las dos el medio de adquirir los ™instrucción , . n s u vida montaraz. bido á la graneros para cuan,lo despierten , ó para esperar una nueva cosecha. Con frecuencia, repentinos cambios de cuarenta mil reales para comprar' el aderezo, serenóse frío y calor, son la causa de que muchos despierten á la alterada lisonomía de Isabel; quien, fuera fie una la mitad del invierno, y si no fuese por el alimento vanidad sin límites, y como consecuencia de ella, un que han almacenado perecerían ; cuando esla precau- deseo de, ligurar que la quitaba el sueño, poseía cualiLOS l'AISKS J)KL ¡VORTE. ción les incapacita para recobrar sus fuerzas, duermen dades dignas de aprecio. Teresa, con mas juicio que hasta que los calientes días de primavera les impulsa Isabel, ora, sin embargo, cómplice, de sus locuras, unas -•"•a o í naturaleza, las estaciones, p r e - de nuevo á buscar alimento en sus primitivas guaridas. veces por debilidad de carácter, como su padre, otras r ' °s del i • partes los grandes y niagestuosos lil lirón permanece hecho una bola , y cuando se le e n - por el respeto que se debe á una madre: la suya la ,; J s y , | e J ™ n , l n - Aparece el invierno en las d e s - cuentra en este eslado, semejante á la muerte, se le consideraba á ella mas como á una compañera que ique II i~ II: """" 1S > ll( ' ''onde hace largo puede rodar sobre una mesa, sin que despierte. Tam- como á una hija. Habituada , por otra parle, desde su n>lla auno " " s y ganados se han retirado, y poco es fácil encontrar un átomo de vida en el erizo adolescencia á ver y oír siempre lo mismo respecto a! ; el inv; ''""!" a l"'"as hallaban un escaso a l i - cuando esta invernando, si no se le coloca ante el fue- lujo, parecíanle la ('osa mas justa las exigencias de su I -manñi ','"' " " ' ' ' " l n s profundos valles,lon- go, lil lirón de larga cola I .¡ene las despensas mas bien madre; asi es que le costaba casi lanío Ira bajo como á ¡^Cioilos •|,,.|.'S|.''sl1"1 '"''.a'los, y las pequeñas - repuestas , y se ha encontrado en su nido, el alimento Isabel aceptar el orden de ideas de economía y de resilencio • '• s ' " ''' hielo IIIUM'UKMI ociosas, piulo sulicienle para llenar una medida de celemín, y que se traimiento, que su padre daba en predicar de cuando „ Telapni»«'i '''""arcaileíos, mientras no se ve ni componía de trigo, bellotas, varias semillas y basta pa- en cuando. Isabel decía, que una mujer joven y hermotatas. Tal es el espectáculo que aun présenla el invier- sa no necesita mas que sus gracias naturales para cauno (Mi los países del Norte. livar á un hombre ; pero que el adorno completa la obra Os de la naturaleza: "la mujer—anadia—es como los alta. M . iu:i. A . montes | s campos rasos, vacíos y despejados f, ^dromedarios que se habían preparado para el res, que siempre están bien, sin masque oslar limpios y contener lo indispensable al culto; pero atraen mas ios sentidos y elevan mas el alma, cuando resplandecen, al reflejo de millares de luces, como cíelos estrellados, C ^ l u i e n liiiócífeV,l i n ('lisiado para abrigar al fílente cñn ) sorprendido, y que marcha ' u la c a b e z a bai.i m i n n t , ' . ^ . ' , . ! , - ; , > , , Í M I-ÍH,- Anterior Inicio Siguiente EL MUSEO UNIVERSAL. 104 SOU SIMPLICIA. cutre llores y nul)cs de incienso.') Atrincherada detrás de esta y otras metáforas, cine á Teresa le parecían verdades sin vuelta de lioja; creyéndose fuerte con ciertas máximas filantrópicas de los economistas, «prendidas en los periódicos, y i|ue reservaba en su arsenal para las ocasiones supremas, como el principio de que el lujo favorece la industria, las artes y el comercio de líts naciones, disminuye el pauperismo y la vagancia, dando empleo tí millares de brazos que , sin el, .se ocuparían tal vez en obras de eslerminio, Isabel no se ha— liaba lejos de creer que hacia una obra de caridad, derrochando lo que su marido, á fuer/a de años, de honradez y de sudores, había ido reuniendo. El gran problema que ella tenia que resolver en el inundo, era superar en fausto y ostentación, ya que no á las familias mas opulentas, por lo menos á lo mas llorido y encopetado de sus relaciones. La modista formaba su consejo ; y la modista era, al propio tiempo, responsable de, cualquier defecto, por leve que fuera, en los trajes. l,"n pliegue poco artístico, una puntilla media línea mas ancha ó mas estrecha de lo regular, una imperceptible arruga en la espalda de un vestido, producían interpelaciones amenazadoras, agrias reprimendas y ataques de nervios. Carlos Arenal, á quien su lamentable situación no permitía presentarse tan á menudo como quisiera en algunas casas, había estado, no obstante, en el baile de la marquesa, con su careta correspondiente y dominó, habiendo tenido, para alquilarlo en treinta reales , que quitarse de la boca el pan de dos ó tres dias; y con el protesto de saber si Isabel y su hija habían descansado, entraba en el gabinete de estas á las dos de la tarde. El frió era irresistible; pero aumentábase, contemplando la miseria del pobre Carlos, nial disimulada, á pesar de su esmero en la limpie/.a. Su rostro pálido, sus ojos encendidos, quizás por la vigilia, tal vez por el llanto, pues todo podría ser , y rodeados de ojeras cárdenas , juntamente con su mirada diste y la timidez y cortedad suma que se revelaban en lodos sus movimientos, conmovían é interesaban en su favor, lié aquí c| traje: levita negra, raída por el cepillo, y abrochada hasta el cuello; pantalón negro también, de finísimo satín usado, botillos de becerro , y corbata oscura con viso pardo. Llamábale Isabel la sombra de Niño, y la levita mereció igualmente á su cruel habilidad para'ciertas calilieaeioiies, el nombre de la eterna. Si Carlos y su familia no hubiesen pertenecido de mucho tiempo atrás á las r e laciones de los padres de Lozano, Isabel habría compadecido de veras al desventurado joven, sio mas que Anterior LAMINAS 1>E LOS MISERABLES. mirarle á la cara; pero no podía perdonarle el («norme delito de enamorarse de Teresa, y mucho menos la libertad de pararse alguna \ez á saludarlas en la calle, á vista de lodo el mundo. ¡Oue osadía ! ¡ Oué afrenta para ella! ¡Si por lili, Carlos hubiera sido uno de esos elegantes que pisan los salones de los poderosos, y de quienes el mundo huiría espantado, si pudiera verse la cadena moral que arrastran, como se ve la i le los presidiarios ! —Señoras—dijo, saludándolas—aunque he. (cuido el gusto de ver al señor de Lo/ano cerca de la liolsa, como iba él casi corriendo, no uicalrcvíá [)i egunlarle por ustedes. —i U1"' posma!—esclamó Isabel, al oído de Teresa. —¿lian descansado ustedes? —Sí señor. —Sí señor; respondieron al par la madre y la hija, con ceremonioso acento. •—Serán capaces de no decirme que me siente—murmuró Carlos para sí, añadiendo en alta voz:—veo que soy importuno, que estorbo; quizás sea mas temprano de lo regular... con todo, me parece que las dos... La indiferencia glacial de las dos mujeres, pero e s pecialmente la de; la madre, penetraba como una tria daga en el corazón de Carlos; quien, no podiendo r e sistir mas tiempo desaire tan marcado, esclamó: —Señoras, he venido solo con el objeto de saber si ustedes han descansado; viendo que están buenas, me retiro. Tomó el sombrero, y saludándolas con una inclinación de cuerpo, dirigíase ya á la puerta, cuando Teresa dijo al oído de su madre : —Mamá, pregúntale si estuvieron sus hermanas. —¡ Ali! ¡ Sí! Lo mas acordado mas olvidado. ¡ Arenal!... —¿Tenia usted algo que mandarme, señora? —tome usted asiento, si no trae mucha prisa. («irlos volvió á dejar el sombrero, y, lomando una silla, soldóse á un lado de la chimenea, en fíenle de. las señoras. ¿Se nos ha enfadado usted? —Yo nunca me enfado con ustedes. Se me lignró que hacia mal tercio , y... - Hijo mío, es usted muy quisquilloso; la desgracia es un prisma oscuro que le hace ver negras todas las cosas. —Sea asi, enhorabuena, será cuestión de óptica; pero yo estaba en la creencia de que el dolor , ó sea la Inicio LL SE.NOR MAGDALENA. desgracia, si á usled le place, era capaz de abrirlos ojos basta á los ciegos. Es una maeslra que sabe mucho, v una amiga que noenyaña, «'onio la felicidad. —Mal s de cosas alegres. ¿Estuvo usted en el baile de la marquesa? , „.,. —Sí, señora; y me apresuro á felicitar a ustedes, poi la esquisita elección de sus trajes. (.Se cimíiminriiA VKMTHA l l n z AGUILERA- LOS MISERABLES VÍCTOR HUGO. Continuamos dando á conocer á nuestros lectores algunas viudas que ilustran esi g grande obra. 0 del lia terminado la publicación del toi^ primero, que contiene dos de la edi ¡Van cesa. •i-.!ta Contiene 24 enlregas y se han r e m j ^ á los principales punios de suscricion P ^ los que gusten suscribirse y recibirlo e acto. _ r. Continúa abierta la suscricion á diez Jos la entrega en Madrid y once en Pr eias franco el porlc. ^. Se mnil.cn el prospecto y primera e ga de muestra á quien lo pida. SOLIVIÓN nm. OI:IIOI;I.U''K:O OI:L NUMEIIO A. Los duelos con pan son menos l)7BECÍbRTD7j. GASPAR EniTon ItF.si'nxsim.R 1). Jnsí Rnir..—IMP. DK C.ISP' iDiroRts. MADRID: I'IIINCIPE, i-