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Un Conferencista Colombiano

Yokoi Kenji Es Un Conferencista Colombiano

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  Yokoi Kenji  es un conferencista colombiano-japonés que se hizo famoso con el video colgado en YouTube titulado Mitos y verdades sobre Colombia y Japón . Comenzó su actividad pública en 2010, dictando conferencias en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Desde 2010 ha dictado numerosas conferencias en Colombia, Japón, Estados Unidos, Brasil y otros países. Su filosofía se basa en descubrir lo mejor del pueblo colombiano y japonés a partir del desmontaje de mitos que impiden vivir mejor. Entre estos mitos destaca la falsa pobreza. Kenji Orito Yokoi Díaz nació en Bogotá el 13 de octubre de 1979. Es el mayor de cuatro hermanos, cuyos padres son Yokoi Toru, un ingeniero japonés; y Martha Díaz, una exfuncionaria diplomática colombiana. El joven conferencista creció entre Colombia, Panamá y Costa Rica, debido al trabajo de su padre. Posteriormente se mudó a Japón junto con sus padres, donde permaneció desde los 10 años hasta los 24. Su trabajo ha sido reconocido dentro y fuera de Colombia, pues ha logrado emocionar a muchos jóvenes con su forma particular de ver al mundo y a la juventud. Luego de su éxito en Internet, la Cámara Junior de Colombia lo distinguió entre los jóvenes más destacados de 2010. Yokoi Kenji mantiene la fundación Turismo con propósito, a través de la cual busca promover una visión abierta y con disposición ante culturas distintas de la propia. Biografía Yokoi Kenji nació en Colombia y se crió entre Bogotá, Panamá y Costa Rica. El trabajo de su padre como ingeniero de la empresa colombiana NEC lo llevó por estos países. A los 10 años de edad debió mudarse a la ciudad de Yokohama en Japón, junto con su familia. El secuestro y asesinato de un ciudadano japonés en Colombia hizo que sus padres se fueran a vivir a Japón, temiendo por su seguridad. En ese país prosiguió sus estudios de primaria y permaneció hasta los 24 años. Allí conoció a la también colombiana Aleisy Toro, con quien se casó y nació su primer hijo, Kenji David. Yokoi trabajaba como guía turístico y profesor, además de ser traductor de español. Después ayudó a su madre en un negocio familiar dedicado a la venta de plátanos y yuca, y el alquiler de videos de famosas novelas colombianas como Betty, la fea  y Pedro el escamoso . A los 16 años Yokoi comenzó a estudiar ciencias religiosas y trabajo social vinculado con la comunidad presbiteriana. En ese entonces, “estaba muy bien económicamente en Japón”, según narra el joven conferencista. Muchas de sus vacaciones las pasó en Bogotá junto a sus abuelos y amigos. Un día, mientras veía el drama de las familias colombianas desplazadas, tomó la decisión de regresar a Colombia para ayudar. Además, sentía la necesidad de vivir en Colombia dado que se sentía muy solo en Japón. Entonces se vinculó a la Iglesia Presbiteriana Renovada, donde servía como pastor un tío suyo. Cambio de mentalidad para ayudar Comenzó a trabajar en labores comunitarias en el barrio san Francisco de Ciudad Bolívar, en Bogotá. Así descubrió que la mejor manera de ayudar a los pobres no era regalándoles comida, sino mediante un cambio en su mentalidad. Cuenta que solían preguntarle “¿Qué nos va a dar, extranjero?”, y él respondía que solo mentalidad. La gente no le hacía caso y prefería ir donde les daban ropa o comida. El trabajo comunitario lo llevó por las favelas de Río de Janeiro y los suburbios de Nueva York, donde ayudó a familias pobres y a pordioseros.  En sus inicios como conferencista nadie le hacía caso; sus ponencias no eran escuchadas a pesar de ser gratis. Tuvo la idea de aparentar en las universidades que las conferencias ya habían sido pagadas, a ver si así lo recibían. Con la primera charla inspiradora comenzó a ganar fama como conferencista motivacional. El reconocido disertador creó la fundación Turismo con propósito. En sus conferencias ensambla exitosamente lo mejor de la cultura japonesa y la colombiana: la disciplina del japonés y la alegría y perseverancia del colombiano. Estando en Colombia nació su segundo hijo, Keigo Daniel. Comenzó a viajar y a realizar su trabajo social entre Colombia y Japón, mediante el proyecto de turismo social llamado Turismo con propósito. Actualmente dicta charlas, seminarios y talleres a unas 800 familias en el Centro Internacional de Convenciones en Ciudad Bolívar. También lleva a familias japonesas a este centro para que conozcan su filosofía y la cultura colombiana. Filosofía y enseñanzas El primer video subido a YouTube por Yokoi es la conferencia titulada Mitos y mentiras de Japón y Colombia . Esta se basa en sencillos valores de la cultura japonesa contrastados con la cultura del colombiano y con sus propias vivencias entre Japón y Colombia. Valiéndose de adagios japoneses como “Desconocer una verdad me hace esclavo de una mentira”, Yokoi desarrolla sus conferencias. Su trabajo social lo basa en acabar con los mitos que, según él, bloquean la mentalidad progresiva del latino. Sostiene que “todos los días decimos mitos” del tipo “el sol sale, y no es verdad” porque el sol no sale; al contrario, nosotros damos vueltas en torno a este. Otro mito, según Yokoi, es “la ropa me queda pequeña”, cuando en realidad “es que usted está engordando”.  Con estos sencillos ejemplos fue construyendo un mensaje que logró calar en el público colombiano y en otros países latinoamericanos. También caló en Japón, cuya cultura inspira sus enseñanzas. Cita el mito de la inteligencia de los japoneses y otros con los cuales creció. Relata que su propio abuelo, quien tuvo una gran influencia en él, siempre le decía que los japoneses eran una “raza superior”, porque creaban equipos electrónicos . Los japoneses no son inteligentes, eso es un mito “Los japoneses no son inteligentes, eso es un mito”, afirma Yokoi. Ellos son iguales a los colombianos, a quienes incluso considera más inteligentes. La diferencia es cultural. A los japoneses no les interesa ser más inteligentes que otro pueblo, sino disciplinados. Explica que ellos parten de la filosofía encerrada en otro adagio popular: “La disciplina tarde o temprano vencerá a la inteligencia”. Y agrega: “el colombiano sí es inteligente pero no es disciplinado”. El colombiano tiene una gran capacidad de adaptación a situaciones y lugares, es creativo, pero le falta la disciplina. Otro mito que echa por tierra Yokoi se refiere a la riqueza de los japoneses y la pobreza de los colombianos. Afirma que Japón no posee riquezas minerales sino humanas; en cambio, Colombia posee riquezas materiales pero el recurso humano no se valora a sí mismo. “Se ha hecho de la miseria un negocio”, la gente prefiere pedir limosna y dar lástima. El conferencista colombiano -japonés sostiene que los pobres tienen esta condición por su mentalidad de pobreza, alimentada con donaciones. Y concluye: “¿qué tiene Japón que no tenga Colombia además de recursos minerales?”.    Otro elemento al cual suele referirse Yokoi está asociado al éxi to: “Si te sientes exitoso y no sufriste por tenerlo, seguramente no es el buen tipo de éxito”. Basado en la filosofía y la sabiduría japonesa, él sugiere que mientras más difícil  sea la meta, hay que esforzarse más. Ha recibido invitaciones de diversos países para dictar sus conferencias, entre los cuales destacan Estados Unidos, Australia, Canadá, Noruega y, desde luego, Japón. Enfatiza que, más que una conferencia, “busco dejar huella a través de una experiencia”. Por otro lado, en redes sociales como Twitter y Facebook, además de YouTube, las enseñanzas de Yokoi Kenji tienen gran impacto y siguen aumentando sus seguidores. Frases célebres del autor  –   “Para dejar de ser pobre, deja de hacerte el “pobrecito”.    –   “Todo éxito fácil es malo”.    –   “Hay lugares donde la fama no existe para nada”.    –   “El éxito es un montón de fracasos”.   Libros Las conferencias de Yokoi han sido publicadas en libros impresos y en libros digitales. He aquí algunos de los títulos más vendidos:  –   El camino hacia el alma.    –   Sueños de libertad.    –   Disciplina vs. pasión, un momento histórico para Colombia.    –   Furinkazam, filosofía samuray.    –   Las 10 reglas para el éxito.    –   No vale hacer trampa.    –   3 reglas para la disciplina.    –   Un juego serio.    –   El lado oscuro de la disciplina.    –   Por qué los japoneses son tan exitosos.    Introducción al ensayo  Cuando usamos los términos literarios de  narrativa ,   poesía  o  teatro , todos comprendemos su significado. La  palabra ensayo , sin embargo, parece que se usa para todo aquello que no es poesía, teatro o narrativa. Cuando un profesor asigna un “ensayo” como trabajo final    para una clase, normalmente no se refiere a un “ensayo literario” sino a un trabajo de investigación. Aquí vamos a estudiar el ensayo como uno de los géneros literarios.  También incluimos una “ Guía para una lectura crítica del ensayo ” y, como ejemplo,  una propuesta de análisis de un ensayo de [Autor, Título] . Vamos a comenzar con una definición que empiece a establecer el marco del género: El ensayo   es un escrito en  prosa de extensión moderada que se caracteriza por ser una cala  profunda sobre un tema que no se pretende agotar. El ensayo es una reflexión desde la perspectiva personal de un autor implícito que se presenta como  proyección artística del autor real. El ensayo es un género literario en el que el fin estético surge entrelazado con el proceso reflexivo sin sacrificarse el uno al otro. El ensayo muestra las ideas en el proceso de su formación,  por lo que el juicio que se articula es tan importante como el proceso mediante el cual se conciben y organizan las ideas. Como todo escrito, nace en tensión con el ambiente cultural en que se concibe, pero busca trascenderlo al hacer del ser humano punto de partida y destino a la vez. La ensayística procura alejarse del dogmatismo que aporta el pensamiento hecho  –  del tratado, por ejemplo  –   al presentar la idea en su gestación y como invitación, implícita o explícita, al lector a participar y a continuar las reflexiones en su propio  pensamiento. 1. Esta definición tiene muchos aspectos que necesitan más explicación para poderla comprender. ¿Desde qué perspectiva se ha escrito la definición? En la sección “ introducción a la literatura ”  hemos hablado de tres momentos: el autor , el texto y el lector . Los tres momentos se relacionan en el acto de la comunicación y son a la vez independientes en cuanto al  proceso   de codificación y decodificación. El autor produce el texto siguiendo los principios de la comunicación que hemos estudiado al hablar de géneros naturales e históricos de la comunicación. El lector, al leer el texto reconoce dichos principios de la comunicación. La definición anterior está escrita desde la perspectiva de los géneros literarios.  2. ¿En qué sentido es el ensayo un género natural y cuándo se empieza a formar como género histórico? Como uno de los cuatro    géneros naturales   –  los otros: lírica, narrativa, dramática  –   la ensayística representa un modo de comunicación: la comunicación persuasiva mediante la reflexión. Como    género literario histórico, el ensayo surge como   forma de pensar sin una retórica precisa; es decir, sin una serie de características formales que lo limiten. En este sentido podemos remontarnos a la Grecia clásica y hablar de la ensayística de Platón en sus  Diálogos , o de los ensayos de Séneca en lo que él denominó  Epístolas . El término ensayo  lo fija Michel Montaigne en 1580 al publicar la primera edición de sus  Essais . Dentro del mismo siglo XVI, en 1597, comienzan a publicarse los primeros ensayos de Francis Bacon. Ambos escritores fijan los principios históricos del nuevo género literario. 3. ¿Qué quiere decir que la definición anterior del ensayo está escrita desde la perspectiva de los géneros literarios? Queremos decir que para construir esa definición hemos usado la percepción del ensayo como género natural  –  cuyo objetivo principal es la persuasión en la comunicación  –  , junto con las construcciones históricas. Podemos estudiar el ensayo considerando sucesivamente sus características desde la perspectiva del autor, desde la