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LEE Fonseca, Gotheil, Aldrey,Pujals, Rosa Licenciadas en Psicopedagogía. Citoler, Serrano Chica, Fernández Licenciadas en Psicología. Marco teórico Reconocimiento de palabras Los dos grandes componentes de la lectura son el reconocimiento de las palabras y la comprensión lectora. Para evaluar el grado de competencia lectora de una persona es necesario tener información sobre cómo se desenvuelve en ambos ámbitos. La lectura comienza por el reconocimiento visual de las palabras escritas; llegar a captar el significado de una frase o u texto requiere conocimientos lingüísticos de tipo léxico, morfosintáctico, semántico, pragmático, así como la integración entre lo que aparece en el texto y los conocimientos del lector. El reconocimiento de las palabras escritas se considera el mecanismo específico de la lectura. El test LEE da una gran importancia a la evaluación de los procedimientos de lectura y escritura de palabras, ya que constituyen el requisito obligatorio para poder acceder a la competencia en el lenguaje escrito (no incluye evaluación de los procesos perceptivos). Existen dos procedimientos de acceso al léxico: - Procedimiento subléxico, indirecto o fonológico, que pasa por la conversión de las palabras en sonido mediante la aplicación de las reglas de correspondencia grafema-fonema (RCGF). Utiliza un ensamblador fonológico para la lectura de pseudopalabras o palabras desconocidas. - Lectura léxica, directa, visual, por el que las palabras se asocian directamente con su pronunciación y significado, implica un reconocimiento global e inmediato de palabras que necesariamente han sido procesadas con anterioridad y que están almacenadas en el léxico mental del lector. Con el procedimiento fonológico los niños adquieren un mecanismo de autoaprendizaje que les permite incrementar de manera autónoma y rápida el número de palabras reconocibles por vía léxica. Uno de los aspectos a tener en cuenta en la evaluación de la competencia lectora no e sólo la exactitud en la decodificación sino también el tiempo que utiliza el lector. Una de las aportaciones de este test consiste en la posibilidad de distinguir entre o niveles de lectura fluida y no fluida aceptables en función de la edad del niño y del tiempo de lectura de palabras y pseudopalabras. Todas las variables que afectan al reconocimiento de la palabra (longitud, estructura silábica, frecuencia) han sido tenidas en cuenta en el diseño de este test. Además, la rápida adquisición del código alfabético tiene que ver con su transparencia, ligada a la naturaleza de las reglas de correspondencia entre los fonemas y los grafemas. Por ello el test LEE incorpora una representación de las diferentes complejidades del código escrito del español, teniendo en cuenta las distintas características del código. En lectura el castellano es transparente, ya que las correspondencias grafema-fonema son consistentes; en escritura no lo es puesto que existen relaciones fonema-grafema inconsistentes en el sentido de que algunos fonemas se pueden representar por dos o más grafemas (s-c, v-b) Comprensión lectora La comprensión lectora se define como el proceso simultáneo de extracción y construcción del significado a través de la interacción e implicación con el lenguaje escrito. Es producto de un conjunto de subhabilidades. Los elementos de la comprensión lectora son: el lector, agente de comprensión, la actividad que lleva a cabo, el texto que ha de ser comprendido, y el contexto sociocultural en el cual están inmersos. La elaboración del significado culmina con la integración de la información textual con los conocimientos del lector. Este último, para alcanzar la comprensión, pone en juego tanto sus capacidades cognitivas y su motivación, como sus conocimientos y experiencias. En cuanto a la comprensión lectora, el test LEE incluye los aspectos que son nucleares: en el nivel de las palabras y frases da énfasis a la evolución de los procesos morfosintácticos; en el nivel del texto incluye la evaluación de la comprensión de dos tipos de estructuras textuales (narrativa y expositiva), formulando preguntas que implican una comprensión literal o inferencial; en cada texto se evalúa la capacidad de formación de la micro y macroestructura a través de la elaboración de un resumen y la asignación de un título adecuado al texto. Escritura de palabras La escritura es una actividad psicolingüística de tipo productivo-expresivo que, por lo tanto, requiere mayores recursos cognitivos que las actividades de tipo receptivo-comprensivo como es la lectura. El objetivo del LEE se dirige a evaluar el desarrollo del lenguaje escrito durante los primeros cuatro años de escolaridad. Los modelos cognitivos sostienen que al igual que en la lectura, existen dos formas de escribir una palabra: la fonológica y la ortográfica. - El procedimiento fonológico, indirecto o subléxico utiliza las reglas de correspondencia fonema-grafema para obtener la palabra escrita. Este conocimiento es suficiente en aquellos sistemas ortográficos en donde existe una perfecta correspondencia entre fonema y grafema. En los sistemas opacos, como el castellano, no alcanza para garantizar una correcta representación - El procedimiento ortográfico, directo o léxico recurre al léxico ortográfico, donde están almacenadas las palabras que ya han sido procesadas con anterioridad. La repetición es uno de los factores que contribuyen al desarrollo de este léxico. El procedimiento ortográfico resulta necesario para escribir palabras que contienen fonemas que se pueden representar con más de un grafema (caballo), palabras homófonas (hola y ola) y palabras irregulares o excepcionales. El test LEE evalúa ambos procedimientos mediante una subprueba de escritura de palabras y otra de pseudopalabras. Conciencia fonémica La conciencia fonológica es la capacidad para pensar de forma intencional en los componentes sonoros del lenguaje. La conciencia fonémica es una parte de la conciencia fonológica e implica la comprensión de que las palabras habladas están constituidas por unidades sonoras directas, los fonemas. Se considera el nivel más alto de conciencia fonológica y el último en desarrollarse. En este test se incluyen pruebas complementarias que permiten observar estos dos aspectos, para aplicar en casos de niños con un notable retraso y como ayuda para un diagnóstico posible de dificultades en el aprendizaje de la lectura. Por último es importante tener en cuenta que la propia experiencia del niño con el lenguaje escrito, su tiempo en contacto con los materiales escritos y la motivación para leer, constituyen una posible fuente de variabilidad importante en la explicación de la conducta lectora. Finalidad Evaluar los principales procesos implicados en la lectura y escritura, haciendo referencia a los logros medios esperados por año escolar. Detectar el tipo de error observado con el objetivo de precisar el diagnóstico e implementar un adecuado plan de recuperación. Ámbito de aplicación De 1° a 4° curso de Educación Primaria. Administración Individual. Dura aproximadamente 50 minutos. Si se aplica en forma completa se recomienda hacerlo en dos sesiones. El test consta de 7 pruebas más 2 pruebas complementarias que pueden utilizarse como evaluación adicional cuando se sospecha que el niño presenta dificultades en la lectura o retraso lector. El evaluador seleccionará las pruebas de acuerdo con los aspectos que necesite indagar. Se recomienda la grabación de algunas pruebas para facilitar el proceso de corrección. Descripción de las pruebas a) Segmentación fonémica (complementaria): Evalúa la conciencia fonémica. El niño debe aislar los sonidos que componen las palabras presentadas de forma oral, pudiendo decir el sonido de la letra o su nombre. Las palabras se presentan oralmente en forma individual, el niño debe segmentarlas en sus fonemas constituyentes. b) Lectura de letras (complementaria): Comprueba si el sujeto conoce todas las letras o manifiesta dificultades en el reconocimiento de alguna de ellas. Se presentan dos listas que contienen letras del abecedario, una en imprenta minúscula y otra en imprenta mayúscula, el niño debe decir el nombre o el sonido correspondiente a cada letra. 1) Lectura de palabras: Evalúa la utilización de los procesos léxicos y subléxicos que intervienen en la lectura de las palabras, como así también la fluidez y la velocidad lectora. El niño debe leer una lista de 42 palabras seleccionadas teniendo en cuenta la frecuencia, la longitud y la complejidad ortográfica de las mismas. Se registra el tipo de lectura (silabeante, vacilante o fluida) y el tiempo de lectura en segundos, para obtener una medida de velocidad lectora. 2) Lectura de pseudopalabras: Evalúa los procesos subléxicos, sin posibilidad de apoyo del conocimiento léxico. También evalúa fluidez y velocidad lectora. El niño lee 42 pseudopalabras, y se procede de igual forma que el subtest anterior. Es importante comprara las diferencias de ejecución que presentan los niños entre la lectura de palabras y pseudopalabras, ya que esto permite identificar si un niño maneja con destreza las reglas de conversión grafema-fonema o si se apoya en su conocimiento léxico para leer. 3) Comprensión de palabras y frases: Evalúa los procesos morfosintácticos que intervienen en la comprensión del texto. Presenta 4 subpruebas: - Frases : En la primera parte se presentan al niño oraciones sencillas con distinta estructura sintáctica, y luego se le formula una pregunta relacionada con la frase. La segunda parte consta de tres instrucciones que el niño deberá leer y realizar. - Familia de palabras : Evalúa los conocimientos morfológicos y la comprensión de palabras. Se presenta al niño una palabra estímulo y siete palabras entre las que debe encontrar cuatro pertenecientes a la misma familia. - Preguntas : Evalúa los procesos sintácticos que colabora con los procesos de comprensión. Se presentan al niño dos frases que tienen las mismas palabras pero ocupando distintas funciones dentro de la oración, y se le formulan preguntas para evaluar la comprensión. - Completar : Indaga acerca de los procesos morfosintácticos. Se presentan al niño cuatro frases incompletas con tres posibles terminaciones de las cuales debe seleccionar la correcta. La frase deberá ser completada siguiendo los criterios de coherencia y cohesión. 4) Prosodia: Evalúa la capacidad del niño para comprender el significado de una frase teniendo en cuenta la utilización de los signos de puntuación. Se presentan dos oraciones que contienen las mismas palabras pero distintos signos de puntuación, lo que hace que cambie su significado; el niño debe unir cada frase con su significado. 5) Comprensión de textos: Evalúa no solo la comprensión de palabras y oraciones, sino también la relación e integración de la comprensión de unas oraciones con otras (micro y macroestructura). Se presentan al niño tres textos que debe leer y comprender, luego se le formulan preguntas acerca de su contenido. Se realizan tres preguntas literales y tres inferenciales. Además se incluye un ítem de selección del título y otro de selección del resumen en cada texto. 6) Escritura de palabras: Evalúa los conocimientos fonológicos y ortográficos que utilizan los niños al escribir palabras. Consiste en un dictado de 44 palabras. 7) Escritura de pseudopalabras: Evalúa el conocimiento de las reglas de correspondencia fonema-grafema del niño de forma estricta. Consiste en un dictado de 32 pseudopalabras. Validez y confiabilidad El estudio realizado para comprobar la validez de esta prueba contó con una muestra de 395 niños, lo suficientemente grande como para considerar válidos los resultados. No se encontraron diferencias significativas por sexo para ninguna de las pruebas del LEE. Se encontraron diferencias significativas por curso escolar para todas las pruebas del LEE, con un nivel de confianza del 95%. En cuanto a la comparación realizada entre escuelas públicas y privadas, los niños que concurren a escuela privada obtuvieron puntuaciones ligeramente superiores. La validez convergente del test LEE se obtuvo a partir de la correlación de esta batería con otras pruebas de probada validez que se utilizan en la clínica para poder detectar alteraciones en el rendimiento de la lectura y la escritura, como son el ProLec y el ProEsc. Para gran parte de las pruebas valoradas, se encontraron correlaciones positivas y significativas entre el test LEE y las otras medidas estudiadas. Por otra parte, la validez discriminante se obtuvo a través de la comparación de las diferencias en el rendimiento de un grupo de niños de población general y un grupo de niños de población clínica, es decir, con diagnóstico de alteraciones en alguno de los procesos de la lectoescritura. El rendimiento en las pruebas de Lectura, Escritura y Comprensión de textos discriminó entre los niños de ambas muestras. En el mismo sentido, los estudios de confiabilidad del test Lee arrojaron indicadores
